En la década de 1970 desaparecieron 20 estudiantes de la UAG; los detuvo el Ejército y la DFS: Comverdad

Ramón Gracida Gómez

(Segunda parte)

La Comisión de la Verdad de Guerrero (Comverdad) reporta 20 estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) desaparecidos desde la década de 1970, y documentos oficiales consultados en la plataforma Archivos de la Represión revelan que la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y la Policía Militar los detuvo y los acusó de ser guerrilleros, de cometer asaltos a bancos y de realizar secuestros de diversas personas.
El año con más universitarios desaparecidos es 1976, cuando detuvieron a 13 estudiantes, casi todos de la Preparatoria 7, indica el informe de la Comverdad, reeditado por Artículo 19, organización que auspicia la plataforma digital.
Destacan los casos de Rebeca Padilla Rivera y Edilberto Sánchez Cruz, quienes fueron desaparecidos junto con su hijo recién nacido.

La familia Estrada, primer caso

La primera víctima universitaria de la que da cuenta la Comverdad es Teresa Estrada Ramírez, estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras, quien fue desaparecida en 1974. Su sobrino Raúl Sendic García Estrada precisó que Teresa Estrada desapareció el primero de septiembre cuando visitaba a los presos políticos detenidos en el Palacio de Lecumberri, en la Ciudad de México, entró a la prisión y ya no salió.
Raúl Sendic es uno de los hijos de los históricos dirigentes estudiantiles Anita Estrada y Juan García Costilla, García Costilla será homenajeado este sábado en Chilpancingo por su trayectoria política, que empieza desde los movimientos sociales en la década de 1960, particularmente en 1965 cuando hubo un intento de democratización de la UAG, y en 1972 se integró a la guerrilla del Partido de los Pobres y luego a las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL).
La familia Estrada suma otras víctimas, el 18 de octubre de 1980, la DFS y la Brigada Blanca allanaron un domicilio en Yuriria, Guanajuato, y desapareció su hermano Domingo Estrada, posiblemente cayó en combate ese día, pero su cuerpo nunca fue entregado, por lo que sigue como desaparecido, indicó Raúl Sendic, quien estaba en el mismo domicilio y también fue desaparecido durante 28 días a los 6 años de edad.
García Costilla fue detenido un día antes en Morelia y estuvo desaparecido alrededor de un mes, luego fue presentado en el hospital de la cárcel de Hogar Moderno, donde fue consignado por delitos de subversión, homicidio y asalto. Años después, se convirtió en dirigente del PRD y fue diputado federal.

Preparatorianos

El siguiente de la lista de la Comverdad de universitarios desaparecidos es Arturo Vargas Bibiano, estudiante de la preparatoria 7 y desaparecido en 1975, al siguiente año desaparecieron de la misma escuela Alejandro Rivera Patiño, Bernardo Villamar Pérez, Carlos Moisés Mendoza, Edilberto Sánchez Cruz, Floriberto Clavel Juárez, Guillermo Mena Rivera, Isidoro García Campos, María Teresa Torres Ramírez, Mario Pérez Aguilar y Rebeca Padilla Rivera.
Los otros desaparecidos de 1976 son Carlos Alberto Benavides Alcocer de la preparatoria 9, Leandro Gutiérrez Domínguez de Filosofía y Letras, Tania Cascante Carrasco de Enfermería Dos y Victoria Hernández Brito de la Escuela Superior de Agricultura (ESA), en total son 13 estudiantes desaparecidos en ese año, primero del rectorado de Arquímedes Morales Carranza.
En 1977 desaparecieron Pablo Santana López, también de la preparatoria 7, y al siguiente año Luis Armando Cabañas Dimas de la preparatoria 9 y Carlos Díaz Frías de Derecho.
Es 1979 el último año del que el informe de la Comverdad reporta un desaparecido, Rodrigo Ramírez García, de la preparatoria 7.
Cada uno de los nombres de los universitarios desaparecidos se encuentra en la página Archivos de la Represión y se pueden leer decenas de documentos en los que se relatan las protestas por su desaparición y la visión de la policía política de por qué fueron desaparecidos por otras corporaciones.

Vinculados con la guerrilla

Un documento de la DFS con fecha del 11 de abril de 1976 informa de la detención de cinco personas, entre ellas Rebeca Padilla Rivera, el informe de la Comverdad precisa que fue “desaparecida junto con su esposo Edilberto Sánchez y su hijo recién nacido”.
Un informe de la DFS del 28 de noviembre de 1984 señala que la Vanguardia Armada Revolucionaria del Pueblo (VARP) nació en Acapulco en 1975, “por inquietud de algunos activistas y estudiantes de la Escuela Preparatoria No.7, quienes tuvieron ligas con la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del Partido de los pobres, resultado del desmembramiento de esa organización, a la muerte de Lucio Cabañas Barrientos, el 2 de diciembre de 1974”.
En el mismo documento de dos hojas se menciona a varios universitarios y las razones, según la DFS, de su desaparición. Se indica que Carlos Moisés Mendoza fue uno de los fundadores de esta organización y “quien desde 1976, a raíz del asalto que perpetraron a un Banco de Tecpan de Galeana, Gro., se desconoce su paradero”.
El informe apunta que la acción más relevante de la VARP es el secuestro que perpetraron, en coordinación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de Thelma Soto, “hija del conocido doctor del apellido mencionado, por la que pidieron tres millones de pesos, y que se lanzara un proclamo revolucionario al aire, por las diferentes radiodifusoras, lo que fue cumplido”.
“A raíz de esto”, arguye la DFS, desaparecieron “misteriosamente” en enero de 1976 Isidoro García, Guillermo Mena Guerra, “su esposa” María Teresa Torres Ramírez, de quien no escriben su nombre, Alejandro Rivera, Floriberto Clavel, El Penta, entre otros, escribe sin precisar la corporación.
Otro reporte de la DFS precisa que el 19 de marzo de 1976 fue detenido Floriberto Clavel Juárez, a quien acusan de ser “uno de los elementos de izquierda con que cuenta esta ciudad para agitar a los estudiantes de las diferentes escuelas” de la UAG, y su “detención o secuestro está encaminada a alborotar a los estudiantes ya que se acerca el I informe de Gobierno del Gobernador, Ing. Rubén Figueroa Figueroa, que rendirá el 1° de abril entrante”.

 

Sobreviviente de la guerra sucia saluda que se señale a Figueroa Figueroa y Acosta Chaparro

Ramón Gracida Gómez

Acapulco

La sobreviviente de desaparición forzada ordenada por el gobernador Rubén Figueroa Figueroa y ejecutada por su jefe de la Policía Judicial, Arturo Acosta Chaparro, Alejandra Cárdenas Santana, consideró que es parte del derecho a conocer la verdad que ambos funcionarios de alto nivel son señalados como participantes de desapariciones forzadas en el anexo tres del informe de la Comisión de la Verdad de Guerrero (Comverdad).
La militante de izquierda y maestra emérita de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) saludó el informe porque quienes cometieron violaciones graves a los derechos humanos deben ser “exhibidos como lo que fueron, torturadores, criminales finalmente, porque son criminales esta gente que cometió desapariciones forzadas de personas, torturas, secuestros, robo”.
Los ex integrantes de la Comverdad, Nicomedes Fuentes y Pilar Noriega, presentaron el jueves en la Facultad de Derecho de la UAG en Acapulco el anexo tres de su Informe final, Personas participantes en desapariciones forzadas, que fue editado por la organización internacional pro libertad de expresión Artículo 19.
El anexo del informe de la Comverdad señala que el ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa (1975-1981) “golpeó sin respiro” a la UAG y “se le hace responsable de más de un centenar de desapariciones forzadas de campesinos, activistas sociales, maestros y estudiantes”.
De Arturo Acosta Chaparro, la investigación arroja que llegó a ser el director de todas las corporaciones policiacas del estado y en el gobierno de Figueroa Figueroa “mandó a construir 16 celdas bajo las instalaciones que están hoy a cargo de la Dirección de Tránsito de Acapulco. Las habilitó como cárcel clandestina, a la que fueron llevados muchos detenidos que en ocasiones aparecieron muertos”.
Consultada vía telefónica, Alejandra Cárdenas Santana afirmó que esta parte del informe de la Comverdad “está abonando al esclarecimiento de hechos que son una herida abierta para el estado de Guerrero y es muy importante porque finalmente la gente tenemos derecho a saber la verdad y la gente joven también tiene derecho a conocer la verdad”.
Consideró que “no sólo se trata del castigo a los culpables, sino al derecho a la verdad y además de que la gente sea exhibida como lo que fueron, torturadores, criminales finalmente, porque son criminales esta gente que cometió desapariciones forzadas de personas, torturas, secuestros, robo”.
Alejandra Cárdenas Santana formó parte del grupo de apoyo del Partido de los Pobres fundado por Lucio Cabañas, “yo nunca he negado mi participación en este grupo, pero fui solamente, dijéramos, personal de apoyo y aun así tanto Antonio Hernández (su pareja sentimental) como yo fuimos detenidos en la Ciudad de México” en agosto de 1978.
Ambos fueron llevados a una cárcel clandestina de la capital del país y luego fueron trasladados a diversas cárceles clandestinas de Guerrero, “donde pude ver con vida a varios de los compañeros que el gobierno decía que estaban muertos, que los habían matado sus propios compañeros y, sin embargo yo los vi en las cárceles clandestinas”; Luis Armando Cabañas, Jaime López Sollano, hermano de Saúl López Sollano, el ahora delegado del gobierno estatal en la región Sierra, entre otras personas.
Señaló que Acosta Chaparro, el procurador Carlos Ulises Acosta Víquez, que también aparece en el informe, “y un tal capitán Aguirre fueron los directamente responsables de mi desaparición y tortura, entonces me parece muy bien que lo saquen a la luz, me parece excelente, sobre todo, porque se sienta un precedente de que la impunidad no va a ser un elemento que se le deba adjudicar al presente gobierno”.
Salió amnistiada en noviembre de 1978 por el apoyo de Rosario Ibarra de Piedra “y en gran medida porque Amnistía Internacional nos declaró a Antonio y a mí presos de conciencia”, lo cual casi no había ocurrido. Alejandra Cárdenas presentó su denuncia frente al Comité de Desaparición Forzada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en sus oficinas de Nueva York, Estados Unidos.
Respecto a la inclusión del ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa en la lista de participantes de desapariciones forzadas, la profesora emérita de la UAG indicó que “uno de los grandes problemas, incluso de la inseguridad hoy en día, es la impunidad, entonces a mí me parece que este tipo de informes abonan al esclarecimiento, a que no permanezcan en la penumbra estos delincuentes porque son delincuentes”.
Resaltó que aparezcan funcionarios de este nivel porque el ex mandatario estatal “no solamente fue responsable por omisión, sino por participación directa, fíjate, no es lo mismo. Normalmente se acusa a los gobernadores o funcionarios de altísimo nivel por omisión, pero en este caso es participación directa”.
Señaló que Figueroa Figueroa “participa directamente, da las órdenes directamente y estaba orgulloso de eso” y agregó que una vez el mandatario estatal declaró que “los desaparecidos están muertos, ¿y cómo sabe él que están muertos? ¿Porque dio órdenes específicas sobre eso o a qué se debe que él sepa que están muertos?”.
“Declararlo como parte del engranaje de la tortura y de la desaparición forzada me parece un hecho de gran envergadura”, concluyó.

 

Analizan archivos de la resistencia de colonias de Acapulco al desalojo que ordenó Figueroa

El taller organizado por Artículo 19 para analizar archivos sobre el movimiento del CGCPA contra el plan del gobierno de Rubén Figueroa para desalojar el anfitearo de Acapulco Foto: Ramón Gracida Gómez

Ramón Gracida Gómez

Acapulco

Integrantes del histórico Consejo General de Colonias Populares de Acapulco (CGCPA), participaron en un taller de la organización Artículo 19 para conocer las fichas de distintas dependencias, como la Dirección Federal de Seguridad (DFS), sobre este movimiento formado para resistir el desalojo de las partes altas del anfiteatro de la bahía, a finales de los años de 1970 en el gobierno de Rubén Figueroa Figueroa.
El taller fue realizado en el laboratorio de Historia Oral del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados-Ignacio Manuel Altamirano (IIEPA-IMA) de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), a cargo del académico Raúl Fernández, y asistieron unos 20 estudiantes, académicos y militantes del movimiento urbano popular en el municipio, algunos de ellos conectados por videoconferencia.
La coordinadora de Derecho a la Verdad de Artículo 19, Jessica Alcázar, explicó la forma de utilizar la página de internet Archivos de la Represión, que se alimenta de las más de 310 mil fotografías de los documentos recuperados por la Comisión de la Verdad de Guerrero (Comverdad), de las instituciones encargadas de la “represión política”, como la DFS y el Ejército.
Acotó que apenas han sistematizado el 30 por ciento del total de fojas y afirmó que parte de la información está sesgada por quienes la escribieron, por lo que puede haber errores o simplemente algunos datos no son verdaderos, “lo que es parte de la represión”.
Indicó que es valioso que las propias personas escriban su historia, sí consultando los documentos que los mencionan, pero incluyendo sus testimonios y así “complejicemos más la verdad”.
El ex comisionado de la Comverdad, Nicomedes Fuentes, indicó que el CGCPA fue un movimiento popular contra las pretensiones de desalojo del gobernador Rubén Figueroa Figueroa e indicó que el propósito de este taller es la recuperación de la memoria histórica para la construcción de paz. Su colega Pilar Noriega destacó que el taller sirve para las personas que no están familiarizadas con las nuevas tecnologías.
Durante el taller se buscaron las fichas del luchador social Octaviano Dionisio, y los universitarios desaparecidos Tania Cascante Carrasco, Arturo Vargas Viviano y Floriberto Clavel, alias El Penta. También se buscó información de Elvira Vélez Palma, La Guerrillera, una de las fundadoras de la colonia Alianza Popular que participaron en el movimiento urbano, contó su nieto Rodrigo Ramírez Wences, hijo del estudiante desaparecido de la prepa 7 e integrante del CGCPA, Rodrigo Ramírez García.
Asimismo, los asistentes indagaron sobre el desalojo de la colonia 13 de junio el 15 de noviembre de 1983, por la que cayeron presos varios líderes del CGCPA y de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), entre ellos Rosa María Gómez Saavedra, quien contó la vinculación de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) en tiempos de la Universidad-Pueblo de Rosalío Wences Reza con el movimiento urbano.
Expuso que Rubén Figueroa Figueroa dio a conocer el primero de abril de 1980 el proyecto de Ciudad Renacimiento y empezó el intento de “desalojo represivo” de las colonias altas del anfiteatro de la bahía de Acapulco, algunos se fueron de manera voluntaria por el miedo, pero la mayoría se quedó para resistir en la CGCPA.
Wulfrano Salgado Romero dijo que es importante conocer los resultados de la Comverdad porque no se conocieron cuando acabó su periodo en 2014, por ejemplo de los pozos Copacabana, que eran pozos artesianos en lo que es ahora Punta Diamante y que eran utilizados por el jefe de la Policía Judicial del estado en el sexenio de Rubén Figueroa Figueroa, Arturo Acosta Chaparro, para tirar los cuerpos de los que ahora están desaparecidos.
El vecino de esta zona de Acapulco agregó que la zona de los pozos fue expropiada en el gobierno de José Francisco Ruiz Massieu y se encontraron cuerpos, pero muchos otros se quedaron ahí, debajo de los hoteles de lujo construidos años después, particularmente en el área del Mayan Palace.
Alejandro Sámano Zapata dijo que es muy interesante conocer estos archivos porque tal vez aparezca información que no se sabía y así “conocer esta parte que ha sido guardada, desde luego, el objetivo es ampliar el panorama sobre esta parte que me tocó vivir, pero también difundirla, que más gente la conozca”.
Martín Hernández lamentó que muchos universitarios no conocen la guerra sucia y pidió que se difunda más esta herramienta digital, y el coordinador del Colectivo Contra la Tortura e Impunidad (CCTI), Raymundo Taboada, dijo que las secuelas del terrorismo de Estado de hace más de 50 años todavía repercuten, la impunidad prevalece y no hay justicia a pesar de “ciertos esfuerzos gubernamentales”.

 

Figueroa y Acosta Chaparro, entre más de 300 participantes en las desapariciones: Comverdad

Los integrantes de la Comverdad Nicomedes Fuentes y Pilar Noriega, la coordinadora de Derecho a la Verdad y Rendición de Cuentas de Artículo 19, Jéssica Alcázar, la oficiala de Verdad y Memoria de Artículo 19, María de Vecchi Gerli, y el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera, en la Facultad de Derecho de la UAG Foto: Carlos Carbajal

Ramón Gracida Gómez

Acapulco

Ex integrantes de la Comisión de la Verdad de Guerrero (Comverdad) presentaron el tercer anexo de su informe final, que esboza el perfil de más de 300 participantes en desapariciones forzadas de la guerra sucia, como el ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa y el jefe de la Policía Judicial del estado en su gobierno, Arturo Acosta Chaparro.
Aún no se sabe dónde están los desaparecidos, pero sí sabemos quiénes fueron los perpetradores, destacó el ex comisionado Nicomedes Fuentes, y su colega Pilar Noriega planteó que la más completa verdad histórica posible pasa por conocer quiénes fueron las personas que participaron en las desapariciones forzadas.
Unos 30 familiares de desaparecidos, de distintas comunidades de Atoyac, asistieron este jueves a la Sala de Juicios Orales de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG). Nicomedes Fuentes recordó que los planes del Ejército, en la guerra sucia, fueron de “tierra arrasada, de llegar a los pueblos, de llevarse a las familias, a los hombres, a las mujeres, no necesariamente que estaban participando en la guerrilla, eran personas que estaban ubicadas ahí: eran trabajadores, ciudadanos de bien, pacíficos y muchos de ellos están desaparecidos todavía y todavía no sabemos dónde están, pero sí sabemos quiénes fueron” los perpetradores.
Pidió al gobierno federal “que no se tarde mucho y que de preferencia, de una vez por todas resuelva las demandas que tienen las víctimas de la llamada guerra sucia. Son: verdad, justicia, reparación integral del daño, medidas de no repetición y rescate de la memoria histórica”.
La ex comisionada Pilar Noriega informó que “de la Femospp (Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado) a la Comverdad ya había restricción, pero además, sobre todo, (documentos) que, o desaparecieron o no dieron acceso”.
Indicó que “la verdad exige la determinación de la más completa verdad histórica posible y la más completa verdad histórica posible pasa por conocer quiénes fueron las personas que participaron en las desapariciones forzadas, nuevamente, por eso la importancia de este archivo”.
Vía Zoom, el comisionado del Mecanismo de Esclarecimiento Histórico (MEH), que forma parte de la Coveh, Abel Barrera, criticó que el lunes pasado se inscribieron en letras doradas en el Congreso local: “2023, año del Bicentenario del Heroico Colegio Militar. Qué triste que se hagan estos eventos fastuosos y se ignore a las víctimas”.
“¿Por qué no pensar en que se ponga en letras doradas los nombres de los caídos de la guerra sucia?”, preguntó y aseguró que las autoridades actuales “se vanaglorian con los perpetradores”, lo cual es una “mala señal en nuestro estado”.
Propuso que el Congreso local “invite a los compañeros y compañeras de la Comverdad para decir, ‘vengan y expongan este informe, de cómo se vivió esta situación y cómo diputadas y diputados asumimos este informe, lo abrazamos, es parte de nuestra agenda legislativa’”.
El comisionado del MEH reiteró la denuncia de que no les han entregado la información completa en la Comisión Nacional de Inteligencia (CNI) y aseguró que “se está encubriendo al Ejército y es algo que sí nos preocupa mucho, porque entonces no podemos avanzar con las fuentes que hay históricas sobre lo que sucedió en aquellos años”.
La coordinadora de Derecho a la Verdad y Rendición de Cuentas de Artículo 19, Jessica Alcázar, explicó que el anexo 3 es un compilado de más de 300 personas, desde presidentes, agentes de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y funcionarios de bajo nivel.
La integrante de Artículo 19 dijo que “es muy triste que en Guerrero vas caminando y encuentras nombres de personas perpetradoras o personas presuntamente responsables de estas desapariciones. No deberíamos de tener ninguna calle que se llame Rubén Figueroa Figueroa, ninguna escuela, y algunos otros nombres que siguen estando en nuestra vida común”.
“O si los vamos a tener, los vamos a tener como lo que fueron, personas responsables de estas desapariciones forzadas”, propuso y agregó que las calles deberían llamarse de las “personas que fueron violentadas por construir un país distinto que todavía, desgraciadamente, no podemos acceder, pero que es antecedente de esa lucha de resistencia”.
De los asistentes, participó la profesora de la UAG, Anita Estrada, hermana de los desaparecidos Teresa Estrada y Domingo Estrada, quien reconoció el trabajo de la Comverdad, pero dijo que “mis expectativas se vieron frustradas, porque en este gobierno no hay nada, nada de información”.
Opinó que la reparación de daños “sería por lo menos la información, en qué estado, dónde están sus familiares desaparecidos. ¿Qué otra reparación del daño? Yo siempre he pensado, el daño está hecho y no hay nada material que pueda reparar”. Su hijo y fotoperiodista, Raúl Sendic García Estrada, también habló de la violencia de Estado que ha sufrido su familia y él mismo cuando fue niño.
Rodrigo Ramírez Wences, hijo del estudiante desaparecido de la Preparatoria 7, Rodrigo Ramírez García, dijo: “Tenemos claro, desde el primer día en que desapareció nuestro familiar, que no buscamos la compensación ni la reparación del daño, porque no hay ninguna cantidad de dinero que pueda reparar la pérdida de una vida”.
También participaron familiares de desaparecidos de Atoyac, como el pariente de Fermín Barrientos Reyes, quien planteó que esta víctima no está registrada como tal en instituciones como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al igual que otros desaparecidos. También asistieron el cronista Víctor Cardona y otros activistas.

“Gran oportunidad perdida”, no acceder a la verdad de la guerra sucia: Carlos Pérez Vázquez

Carlos Pérez Vázquez, abogado, experto en problemas de justicia, ex miembro de la Comverdad Foto: El Sur

Guillermo Rivera

El Sur / Ciudad de México

Si las instituciones de seguridad no garantizan el acceso a documentos y archivos para esclarecer sucesos históricos como la guerra sucia, pero también otros como el movimiento del 68 y el caso de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, estamos ante una gran oportunidad perdida, sentencia el abogado Carlos Pérez Vázquez, ex integrante del Comité de Impulso a la Justicia de la Comverdad de la guerra sucia.
Con el gobierno actual, dice el consultor experto en temas de justicia, “se veía un cambio al sistema de justicia, atendiendo a dos temas emblemáticos, pero eso no ha ocurrido por la opacidad de las instituciones”.
A mediados de agosto pasado, integrantes del Mecanismo para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990, denunciaron la reiterada negativa del Centro Nacional de Inteligencia (CNI, antes Cisen), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Secretaría de Marina (Semar) y Fiscalía General de la República (FGR) a permitir la revisión de documentos históricos relativos a la guerra sucia.
–Pareciera que no hay posibilidad de acceder a la verdad.
–Mi colega Fabián Sánchez Matus y yo renunciamos en mayo pasado (al Comité para el Impulso a la Justicia de la Comverdad) fundamentalmente porque nunca tuvimos apoyo de la Secretaría de Gobernación ni de la propia comisión, que encabeza el subsecretario Alejandro Encinas. Me refiero a apoyos financieros, de material y de tipo político para hacer el trabajo que teníamos que hacer, que tenía dos vertientes, según el decreto presidencial que creó la comisión. Una era poder entrar a la FGR a revisar las averiguaciones previas sobre la guerra sucia que están pendientes. Dos, hacer una propuesta de diseño de fiscalía especial, al interior de la Fiscalía General (de la República), centrada en los casos.

Sin respuesta de fiscalías de Guerrero, Oaxaca, Cdmx

Esto último, continúa Pérez Vázquez en entrevista con El Sur, “fue imposible porque nunca tuvimos un contacto oficial con la FGR, mandamos oficios en su momento para que a través del presidente de la Comisión para la Verdad pudiéramos tener ese contacto y lograr un convenio de colaboración con la FGR. Hicimos lo mismo con las fiscalías de Oaxaca, de Guerrero y de la Ciudad de México.
“Nunca recibimos respuesta, por lo que era imposible revisar las averiguaciones previas. La parte más sustantiva del trabajo para que el cual fuimos designados, era imposible realizarla. Tomemos en cuenta que la comisión termina sus funciones en septiembre de 2024. En un año, cuando termine el sexenio del presidente (Andrés Manuel) López Obrador”.
–Más de un año y medio sin lograr nada –se le comenta al abogado.
–Para evitar dar un trabajo final indigno para las víctimas –explica–, decidimos separarnos, pensando que el tiempo ya no era suficiente y que no existió ese apoyo. En la parte más sustantiva de nuestra encomienda, nosotros teníamos que idear estrategias de judicialización con las averiguaciones previas abiertas y proponer rutas para que las víctimas alcancen la justicia que llevan esperando durante 50 años.
“Pero eso no lo podíamos hacer nosotros solos, porque no teníamos ningún tipo de representación al exterior de la Comisión para la Verdad. Hicimos nuestro trabajo con nuestros recursos como ciudadanos por más de un año y medio. No es lo correcto. Porque la deuda histórica no es nuestra, es del Estado mexicano”.

Interesados en rasurar o eliminar pruebas

Eugenia Allier, Carlos Pérez Ricart, David Fernández y Abel Barrera, integrantes del Mecanismo para el Acceso a la Verdad, son quienes denunciaron el desacato a la orden presidencial de acceder a los archivos de la época.
“Vi el comunicado y me preocupa. Ellos alegan que hay documentos del Archivo General de la Nación (AGN) que han sido rasurados, o que hay archivos diezmados de alguna manera. Es grave porque los documentos del AGN pueden considerarse pruebas documentales, públicas, uno podría alegar jurídicamente que son documentos que hacen prueba plena ante autoridades administrativas, jurisdiccionales. Son documentos oficiales que están en un archivo oficial y que fueron trasladados desde el 2000 por un decreto de Vicente Fox.
“En todos estos años, la institución que estuvo a cargo de todos estos documentos que son muy importantes y delicados, fue el Cisen. No sé si ahora se trasladaron al Centro Nacional de Inteligencia, pero es importante saberlo porque muchos de los perpetradores de las violaciones a los derechos humanos durante la guerra sucia eran de la policía secreta, la antigua Dirección Federal de Seguridad, que luego fue el Cisen.
“Si ellos estuvieron a cargo de los propios documentos que los incriminaban, uno podría pensar que no es tan descabellado lo que dicen los integrantes del Mecanismo de Esclarecimiento en el sentido de que eran los primeros interesados en rasurar documentos y quitar pruebas. Eso es lo más delicado”.

Archivos inaccesibles que viven
del erario

Respecto al tiempo en que fue parte del mecanismo donde le tocó participar, se le pregunta a Pérez Vázquez si notó entonces falta de transparencia de las instituciones involucradas en la custodia del archivo histórico.
“Absolutamente –afirma–. Siempre ha sido mejor revisar los documentos de las propias víctimas, platicar con ellas. Es lo que ha hecho el Mecanismo de Esclarecimiento: diálogos por todo el país con víctimas y sobrevivientes, más que con las autoridades. El AGN es un archivo público, pero no es de fácil acceso. Antes del gobierno del presidente López Obrador era complicado acceder a los archivos”.
–El director del AGN, Carlos Ruiz Abreu, dice que han recibido documentos “históricos” del Cisen.
–Una cosa es tener acceso a todo lo que existe en el AGN y otra cosa tener a acceso a todos los documentos en poder del CNI que no están en el AGN. El punto es lo que no está en el AGN –remarca.
Los archivos de la FGR, precisa el especialista, “por ley son confidenciales . No hay manera de acceder a las averiguaciones previas a menos que uno sea una parte interesada, es decir, denunciante, denunciado, autoridad vinculante. Son documentos que, por su naturaleza, deben tener mucha información muy valiosa”.
En cuanto a los documentos de la Sedena, el Ejército “ha sido particularmente opaco, no sólo con la guerra sucia sino con su actuación cotidiana. Estoy seguro de que los archivos militares deben de ser los más completos del país, pero son también los más inaccesibles. Hay una tradición en las fuerzas armadas en general de mantener confidenciales las historias de los sucesos en los que participan. Esto se debe a su naturaleza vertical. Hay cadenas de mando muy claras, en donde las responsabilidades se delimitan con mucha claridad, dependiendo del cargo de cada actor”.
Pero, señala, “ese archivo es inaccesible para la gente en general aunque se sostiene con recursos públicos”.

“Le deben al país un acto de contrición”

Carlos Pérez Vázquez comprende que existan documentos que se reservan por seguridad nacional, “pero cuando se trata de archivos históricos sobre la guerra sucia, donde hay delitos de desaparición forzada y muchos perpetradores militares han muerto, no entiendo por qué esta inercia cultural de las fuerzas armadas por mantener su trabajo en la opacidad.

 

“A uno no le queda más que sospechar que han sido perpetradores y violadores de derechos humanos. Esa no es una imagen pública que el Ejército quisiera asumir. Ya hay una narración social, política, sobre lo que sucedió en esos años. Son muchas fuentes: de víctimas, investigaciones independientes, periodísticas, que hacen inevitable que las fuerzas armadas puedan exculparse del acto de contrición que le deben al país.
“Hay un consenso de que las fuerzas armadas actuaron como un elemento de represión en esos años, y, sin embargo, del lado del Ejército prevalece el silencio, la opacidad. Cincuenta años después, en un México completamente distinto, la carga de la prueba está de su lado. Les corresponde a ellos probar que actuaron correctamente, aunque parece que el juicio de la historia sí se inclina a sostener que obraron de manera incorrecta, con completo desapego a la Constitución”.
–Las fuerzas armadas se aferran a mantener una buena imagen, con base en la alta aprobación que tienen a nivel nacional.
–Es parte de la función que deben cumplir las instituciones el tener una buena aprobación, pero la gente debe de simpatizar con las instituciones sobre la labor que hacen, no por una labor de imagen de relaciones públicas –dice Pérez Vázquez–. Tras años de presupuesto y recursos públicos que siempre van en ascenso desde la Revolución mexicana, ¿qué le ha dado el Ejército a la sociedad? Si hablamos del desastre en el país, que no hay seguridad para nadie, las cuentas que tienen que dar son bastantes negativas. Si a eso se añade que hubo un comportamiento atroz en periodos identificados, en los sesenta, durante la guerrilla, entonces salen debiendo.

Acabar con “el germen
de la impunidad”

Pérez Vázquez ve con preocupación que pasen los años, las generaciones, “y no seamos capaces de abrir la bóveda de los secretos. Hay una gran cantidad de gente en el país que no sabe qué pasó en aquellos años. Algunos saben un poco, pero tienen una buena imagen del Ejército. Es un lastre que vamos cargando y explica prácticas institucionales que se mantienen al día de hoy”.
–¿Por qué nos conviene saber la verdad, que las víctimas del 68 y la guerra sucia tengan justicia?
–Se necesita modificar inercias institucionales, formas de actuar de las instituciones de seguridad que vienen de mucho tiempo atrás. Mientras eso no se logre, los patrones se van a seguir repitiendo y son patrones de abuso. Las ejecuciones extrajudiciales de Nuevo Laredo no son casuales, obedecen a un patrón institucional. Ahí puede rastrearse el germen de la impunidad.
La conclusión del abogado, ya desde afuera de la Comverdad, es que “es una gran y enorme oportunidad perdida. Si hablamos de los decretos de Ayotzinapa y de la guerra sucia, se veía un cambio al sistema de justicia, atendiendo a dos temas emblemáticos. Si el sexenio termina y esos dos acuerdos firmados por el presidente no concluyen de manera satisfactoria, pese al reclamo de las víctimas, serán, definitivamente, dos oportunidades perdidas”.
–¿Qué debería hacerse ahora?
–Resta una movilidad social de indignación de las víctimas. El problema es que están cansadas, cada vez tienen menos tiempo y energía. Pero quizá serviría llevar el asunto a las campañas electorales próximas, confrontar respecto a las promesas que se hicieron. La próxima elección tiene mucha fuerza mediática. No se ha abordado el tema de la guerra sucia como tema de campaña –plantea.
“Es grave y frustrante lo que pasa. Los cuatro comisionados del Mecanismos para Acceso a la Verdad están haciendo todo lo que pueden. Es muy fácil que te topes con pared. Lo que yo vi es que el subsecretario Encinas nunca tuvo la fuerza política suficiente para llevarnos a donde teníamos que ir, para entrar a los archivos militares y de la Fiscalía. Si no la tuvo por voluntad o porque su peso político específico no se lo permite, ese es un problema del presidente, porque él es el jefe tanto de Encinas y del Ejército, se supone. Tiene políticamente una ascendencia sobre el fiscal general. Y él va a tener que rendir cuentas.

 

La hija de un desaparecido entrega una carta; dice que estaba en el Campo Militar Número 1

Juan Luis Altamirano Uruñuela

Ciudad de México

Durante de la presentación del Informe Final de Actividades de la Comisión de la Verdad del Estado de Guerrero (Comverdad), María Antonia Morales Serafín, hija de Abelardo Morales, víctima de desaparición forzada, dio a conocer lo que vivieron, ella y su familia, tras agresiones del Ejército.
Señaló que en el periodo conocido como la guerra sucia, su padre fue detenido en Guerrero por solados del Ejército mexicano, y ella y su madre tuvieron que refugiarse para evitar ser asesinadas.
“Yo les quisiera contar cómo se vive en la adversidad, pero el tiempo es corto, irles narrando todo lo que pasó, cómo se vive en el miedo. Cómo mi mamá y yo tuvimos que treparnos en un árbol y abrazarnos para que nos mataran, y ella decía ‘no llores hija, cállate y no nos van a matar’, cómo una terminal de autobuses, sirve para estar a salvo y comer de las sobras de la comida, porque es lo único que teníamos y con hambre eso sabía delicioso”, dijo Morales.
Presentó una carta, misma que fue entregada al subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, que fue escrita por Abelardo Morales y que señalaba que se encontraba detenido en el Campo Militar Número 1.
Detalló que con la presentación del informe se tiene la responsabilidad de relatar lo sucedido, además de apoyar a aquellas personas que se encuentran desaparecidas y a los familiares de las mismas víctimas.
“La oportunidad que tenemos es que estamos vivos y que podemos contar esos horrores que nos hicieron pasar y ser las voces de esas personas que todavía están desaparecidas y que nosotros somos la realidad de que hoy en día, hay tantas víctimas como yo”, declaró.
De igual forma, externó que su padre tiene 49 años de desaparecido y le prometió a su abuela que daría con el paradero de su papá, con el único objetivo de poder brindar un entierro al señor Abelardo Morales.
“Te lo aseguró mami, que vamos a encontrar a mi papá y le vamos a dar santa sepultura. Porque para mí, encontrar a mi papá es todo y dar justicia a las demás personas es una petición, pero no nada más de mi, de todas las víctimas, que se haga justicia, que sepamos quienes son los culpables”, manifestó María.
De igual forma, la ex comisionada de la Comisión de la Verdad del Estado de Guerrero, Hilda Navarrete Gorjón, indicó que de manera directa, sufrió la persecución de su hermano.
Aclaró, que no considera al periodo de la guerra sucia como una guerra, debido a que no existió una confrontación entre dos bandos, sino que se trató de una represión por parte del estado.
“Nos tocó ser testigos de la represión de los años 70, a mí no me gusta llamarle guerra sucia porque no fue una guerra, no fue un ejército contra otro ejército. Fue la represión del estado en contra de campesinos, estudiantes, amas de casa, fue una represión muy cruel del Estado”, dijo Navarrete.
Precisó que en el estado de Guerrero se realizó una persecución a luchadores sociales por parte del gobierno federal, y calificó al Estado como un ente “cruel”.
“Era tan cruel el Estado de Guerrero, el Estado mexicano y en Guerrero en particular, en la persecución a quien se movía, que nos mantuvimos muchos, la gran mayoría, en silencio durante muchos años”, manifestó Navarrete Gorjón.
Aseguró que tras las elecciones federales de 1988 se dio una “válvula de escape”, con los resultados obtenidos por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y consideró que existe una deuda por parte de la nación con el estado de Guerrero.
“En Guerrero el PRI perdió ocho a uno, a Guerrero le debe mucho el Estado mexicano y le sigue debiendo, entonces fue que nos empezamos a organizar viendo que el estado mexicano repetía el patrón de represión de los años 70, nos organizamos en comisiones de derechos humanos y así llegamos a esta batalla de los derechos humanos”, comentó.
En el Informe, se entregó un anexo, donde se indican las Personas Participantes en Desapariciones Forzadas. Hilda Navarrete Gorjón manifestó que espera que se pueda interrogar a quienes se mantienen vivos, con el objetivo de conseguir información del paradero de los desaparecidos.
“En este anexo, de los depredadores de ese periodo, quizá haya gente viva, quizá haya gente a la que se le pueda interrogar para conocer el paradero final de las víctimas. Existen militares, yo confío en que los militares siempre llevan bitácoras de lo que hacen y quisiera que se les preguntara a los que están vivos, sin ánimos de venganza, solamente con el ánimo de conocer la verdad y de conocer la justicia”.

En un homenaje en la capital entregan a sus familiares los restos de dos guerrilleros muertos en 1974 en Atoyac

Familiares del guerrillero  Eliseo Flores Vázquez observan el féretro que les fue entregado por la extinta Comisión de la Verdad, al término del homenaje en el teatro hundido de la alameda Granados Maldonado en Chilpancingo  Foto: Jesús Eduardo Guerrero
Familiares del guerrillero Eliseo Flores Vázquez observan el féretro que les fue entregado por la extinta Comisión de la Verdad, al término del homenaje en el teatro hundido de la alameda Granados Maldonado en Chilpancingo Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Al centro del teatro hundido de la Alameda Granados Maldonado de esta ciudad llegaron los restos de dos combatientes de la guerrilla del comandante Lucio Cabañas Barrientos, muertos en un enfrentamiento contra soldados del Ejército el 8 se septiembre de 1974, y rescatados 40 años después en los límites de Atoyac y Coyuca de Benítez, cerca de la localidad El Posquelite, por la Comisión de la Verdad (Comverdad).
Con La Internacional (el canto más famoso del movimiento obrero) y el himno nacional mexicano, luchadores sociales, universitarios, estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y exguerrilleros rindieron un sentido homenaje antes de entregar los cuerpos con sus pequeñas pertenencias a sus familiares, para que tengan una sepultura digna.
El comisionado de la Comverdad, Arquímides Morales Carranza destacó que los guerrilleros entregaron su vida por una sociedad justa, “aunque algunos digan lo contrario”.
Denunció que 43 años después, México está igual o peor porque “en un país donde la violencia se hizo cotidiana, lleva a la sospecha de que somos gobernados por un narcosistema político”.
Inicialmente los combatientes fueron identificados como G1 y G2, y a partir de análisis de ADN a familiares de los desaparecidos, fueron reconocidos como Eliseo Flores Vázquez de Acuentla, Chilapa, y Martín Nario Organes de la comunidad de San Andrés de la Cruz.
Los hallaron a unos 300 metros de distancia uno del otro en el cerro de Las Clavellinas entre junio y julio de 2014, detalló el también comisionado, Nicomedes Fuentes García.
Dijo que vecinos de El Posquelite indicaron que la balacera con los soldados del Ejército tardó unas 2 horas, “probablemente el último que cayó estuvo peleando por mucho tiempo”, porque para hallar los restos de G2 utilizaron un detector de metales, pues la versión de los pobladores que sepultaron los cuerpos es que uno llevaba metal en una prótesis dental, sin embargo, había sonido de metales por todos lados, de las esquirlas de las balas esparcidas en el suelo.
“Ahora tienen un nombre, tienen su identidad a salvo, eso es parte de un derecho, a esa identidad, a estar en un lugar donde su familia los pueda ver, los pueda visitar”, mencionó.
Un representante de la Normal Rural de Ayotzinapa, acompañado de una madre de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 y 27 de septiembre de 2014, dijo, “que se revuelque en su tumba (Rubén Figueroa) Figueroa porque en estos momentos estamos recordando a estos hombres valientes, porque hoy en día decimos: aquí seguimos los estudiantes de Ayotzinapa, sigue nuestra escuela con estos hombres que luchan, sigue en la lucha porque sigue poniendo sangre”.
Rindieron honores los combatientes del comandante Lucio Cabañas, formado en la Normal Rural “como un hombre libre, con conciencia. Eso le dio para organizar al pueblo, a la comunidad, impulsar a esto hombres y mujeres que en aquel tiempo lucharon contra el mal gobierno”.
La remembranza a los guerrilleros, leída por Morales Carranza comenzó con un texto de Eduardo Galeano, Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.
Comenzó el reconocimiento “a dos mexicanos que lucharon por nosotros, defendiendo el sueño de vivir en una sociedad justa, donde no hubiera ricos ni pobres, poderosos ni don nadie, donde todos pudieran comer, vestir, estudiar, gozar de salud tener un trabajo digno y vivir en paz. A esos sueños le apostaron lo único que poseían, el bien más preciado que pueda existir: su vida”.
Añadió, “cayeron en el intento. Se podrá estar de acuerdo o no en el camino que siguieron para demostrar sus verdades, pero lo que no se puede negar es que aquel que ofrece su vida por un ideal noble es un humano verdadero, y debe ser respetado y admirado”.
Su sueño sigue vigente a más de 40 años, porque las condiciones no han cambiado, “aunque algunos digan lo contrario, seguimos padeciendo un gobierno corrupto y un pueblo en la miseria, vivimos en un país que se va a pique, donde 81 por ciento de los jóvenes no tienen posibilidades de matricularse en una licenciatura, donde la escolaridad promedio es de 8.3 años, de tercero de secundaria, inmerso en una severa crisis económica donde la Secretaría de la Función Pública (SFP) estima que se pierden de 70 a cien mil millones de pesos por cohecho, corrupción, sobornos e ineficiencia, ¡y no pasa nada!”.
Aclaró que con este acto “se recupera la dignidad de “los nadie” que alguna vez fueron tachados de robavacas, facinerosos, desadaptados sociales y bandidos, lo mismo que fue esgrimido contra Hidalgo, Morelos, Francisco Villa o Emiliano Zapata, por todo ello queremos decir: gracias por lo que intentaron hacer por los pobres y los oprimidos de este país, nuestra obligación y compromiso es seguir su ejemplo y lugar por hacer realidad el sueño que los hizo entregar el único tesoro que tenían”.

El traslado de los restos

La Comverdad informó que los trabajos previos de inhumación y traslado tuvieron todo el apoyo de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de la Ciudad de México, y que la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos ayudó a convencer a la Procuraduría General de la República que era importante devolver los restos a sus familiares.
Ayer los restos de los guerrilleros fueron devueltos a su estado natal, con sus familiares, “recuperaron su derecho a descansar en un lugar público”.
Los restos de Eliseo Flores fueron entregados a su viuda y a su hijo, y depositados en el panteón municipal de Chilpancingo. Los restos de Martín, a su hermana, y en la noche llegaron a Atoyac.

Entregarán los restos de los dos guerrilleros a sus familias este jueves, dice Nicomedes Fuentes

 

Los restos de dos integrantes de la guerrilla de Lucio Cabañas Barrientos finalmente serán entregados este jueves a sus familiares para que los sepulten, a casi tres años de exhumados de fosas clandestinas en el municipio de Atoyac.
Previamente los integrantes de la desaparecida Comisión de la Verdad (Comverdad) les harán un homenaje el 6 y 7 de abril, para reivindicar la memoria de los dos caídos en combate durante un cerco militar en septiembre de 1974.
Uno de los restos corresponde al de G-1, identificado como Eliseo Flores Vázquez originario de Chilapa. El segundo es G-2, Martín Arios Organis, de San Andrés de la Cruz, municipio de Atoyac.
El 30 de marzo se publicó que a casi tres años de que fueron exhumados los restos de esos dos campesinos asesinados por soldados del Ejército, durante la guerrilla de Lucio Cabañas, no habían sido entregados a sus familiares debido a los trámites burocráticos.
El integrante de la desaparecida Comverdad, Nicomedes Fuentes García informó que los restos serán entregados este jueves, por la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México.
Los homenajes comenzarán a las 10 de la mañana del 6 de abril con la recepción de los cuerpos en las instalaciones de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, a las 11 de la mañana realizarán un acto cívico y una conferencia de prensa en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
A la una y media de la tarde saldrán los restos de la Ciudad de México a Guerrero y a las 4 serán recibidos en Chilpancingo. A las 5 serán inhumados los restos de Eliseo Flores Vázquez en el panteón de Chilpancingo, al norte de la ciudad.
A las 5 con 40 minutos se tiene prevista la salida con los restos de Martín Arios Organis rumbo a Atoyac, y a las 8 de la noche está prevista la llegada a Atoyac en donde habrá un acto cívico, y la proyección del documental Guerrero memoria y verdad, y una velada.
El viernes 7 de abril a las 8 de la noche serán sepultados los restos de Arios Organis en el panteón Lomas del Sur de esa ciudad.
Los dos restos fueron exhumados a principios de junio del 2014, como parte de las investigaciones de la Comverdad para encontrar a los desaparecidos de la llamada guerra sucia.

 

Denuncian organizaciones que el gobernador abandonó molesto una reunión y piden garantías de seguridad

La Dirección Colectiva de Organizaciones Sociales, Civiles, Estudiantiles y Sindicatos del Estado de Guerrero informó que el gobernador Héctor Astudillo Flores se levantó molesto de la mesa de diálogo de ayer, cuando le dijeron que su gabinete está infiltrado por la delincuencia organizada y le pidieron la destitución del secretario de Educación José Luis González de la Vega Otero.
Ante la actitud de Astudillo las organizaciones declararon roto el diálogo con el gobierno del estado y pidieron medidas de protección para el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, pues temen que el gobernador pueda atentar contra su integridad física.
El 28 de noviembre integrantes de la Dirección Colectiva, entre ellos vecinos de Nuevo Balsas afectados por la minera Media Luna, familiares de la fundadora de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) asesinada Rocío Mesino Mesino, los mineros de Taxco en huelga, damnificados del fraccionamiento Nuevo Mirador, la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y el Frente de Defensa Popular (FDP) protestaron afuera de Casa Guerrero para exigir audiencia con Astudillo Flores.
Ayer en conferencia de prensa en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) en Chilpancingo, Chávez Adame dijo que le expusieron su inconformidad sobre los altos índices de violencia e inseguridad las persecuciones políticas, ejecuciones y desapariciones forzadas.
Agregó que se le presentó un pliego petitorio de 10 puntos, como el esclarecimiento del asesinato de Rocío Mesino, la presentación con vida del integrante del FDP Manuel Alejandro Moreno, voluntad política para la ubicación de los restos de asesinados durante la guerra sucia, y apoyo a Josefina Margarito Rosendo la hija de Patricio Margarito Rivera quien fue encarcelado tras ser acusado por el secretario de Gobierno, Florencio Salazar Adame, de invadir un predio a pesar de que existe un contrato de compra-venta.

El encuentro se tornó ríspido

Chávez Adame expuso que se tornó ríspida la reunión cuando le exigieron la destitución del secretario González de la Vega.
Cuando le plantearon el tema de inseguridad y le dijeron que la delincuencia organizada estaba inmiscuida en la política y en su gabinete de gobierno, le pidieron que les ayudara porque no querían ser otras víctimas de desapariciones, entonces el gobernador señaló directamente a Chávez Adame, y molesto le dijo “claro que te voy a contestar”.
“Ya lo agarró personal y dijo que en el caso de nosotros, de lo que nos había pasado con de la Vega Otero y el compañero Alfonso, que nos encontramos todavía en esa circunstancia donde nos desapareció de la base de datos de Educación dijo ‘ese es un problema personal entre tú y de la Vega que lo tienen que arreglar, ahí yo no me voy a meter, no soy monigote de nadie y si tú tienes pruebas que nuestro gabinete está inmiscuido en la delincuencia organizada preséntalas’”, relató el dirigente de la APPG.
El gobernador subrayó que no podía despedir al secretario de Educación porque no tenía evidencias contundentes de malos manejos, de inmediato se paró de la mesa y sin despedirse se retiró de la reunión, agregó.
“Si algo me llegara a pasar a mi, a mi familia o a mis compañeros que representan a esta Dirección Colectiva yo hago responsable directamente a Héctor Astudillo Flores como ejecutivo del estado y al secretario de gobierno, así como al secretario de Educación que lo conocemos, son personas vengativas y me parece que un gobernador no puede perder la cabeza, no puede ser intolerante ante una realidad que vivimos”, advirtió.
“Todo puede suceder porque un gobernador enojado, un gobernador molesto es capaz de todo, nosotros decimos que en lo particular el profesor Alfonso Simón Tavira y su servidor, si aquí se rompe la relación decimos que entre nosotros veremos los canales legales para iniciar una denuncia formal ante las instancias de gobierno en contra de José Luis González de la Vega Otero y en contra del propio gobernador”.
Aclaró que el secretario González de la Vega no es una persona física, y era el secretario de Educación cuando les quitaron sus derechos laborales, “no es un pleito personal que tenemos, pero si el gobernador quiere un pleito personal pues está rebajando su nivel, se supone que los gobernadores deben tener la capacidad política de aceptar la crítica, de revisarla y dar una solución, no hacer berrinches o caprichos”.
Dijo que la Dirección Colectiva definió no aceptar ninguna mesa de trabajo más con el gobernador, y que definirá sus próximas acciones.
En su intervención el integrante de la extinta Comisión de la Verdad (Comverdad), Nicomedes Fuentes expuso que el tema de derechos humanos en los tiempos de la guerra sucia, cuando el Ejército sitió el estado y desapareció a cientos de civiles en busca de jefes guerrilleros en las décadas de 1960 y 1970, lo plantearon al gobernador.
“Se requiere de un oficio de colaboración de alguien del estado que puede ser la Fiscalía o el gobernador del estado, dirigido a la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal” para que entregue los restos a sus familiares.
De los restos informó que uno es Eliseo Flores Vázquez originario de Acuentla, Chilapa, y el otro es Martín Mario Organés, que vivió desde niño en la comunidad de Andrés de la Cruz, municipio de Atoyac de Álvarez.
Contó que “ellos eran Guerrilleros, cayeron allá en un cerco del Ejército. Fueron encontrados en el lugar donde cayeron a unos 300 metros de distancia en el cerro de las Clavellinas, lugar cercano a la comunidad del Posquelite (Coyuca de Benítez)”.

En Atoyac exigen seguridad

En Atoyac la Dirección Colectiva demandó al gobernador Héctor Astudillo garantías de seguridad ante el desplante que tuvo en la reunión en Chilpancingo.
En conferencia de prensa Norma Mesino y Clemencia Guevara Tejedor informaron que se rompió el diálogo de parte del gobernador al abandonar de manera ríspida una mesa de trabajo.
Dijeron que en la reunión plantearon, antes de que se supiera que estaban asesinados, la presentación del líder transportista Juan Mendoza Tapia, su esposa y los dos hombres que los acompañaban.
Norma Mesino adelantó que habrá una difusión en todos los organismos internacionales no gubernamentales porque al igual que están demandando la alerta de género piden una alerta humanitaria, “porque desde que inició el gobierno de Peña Nieto hay asesinatos de maestros, campesinos, periodistas”.