Prenden fuego a mobiliario y motos en playa Icacos, denuncia Marco Antonio Suástegui

Ramón Gracida Gómez

El mobiliario de playa y dos motos acuáticas, propiedad del vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, fueron incendiados alrededor de las 5 de la madrugada en la playa Icacos, afuera del condominio La Palapa.
Suástegui Muñoz dijo que tiene miedo por este siniestro, criticó que no se impidió la extensión del fuego que afectó a 10 concesionarios a pesar de que la playa está “sumamente vigilada” por la Guardia Nacional. Pidió paz y seguridad para seguir trabajando.
El vocero del Cecop recordó que no es la primera vez que atentan contra su negocio de playa, en 2014 le quemaron cuatro motos, en 2018 también incendiaron su equipo mientras estaba en prisión por los hechos violentos en La Concepción en enero de ese año, y hace dos años le robaron dos embarcaciones que logró recuperar.
Su negocio se encuentra en el acceso de playa que se encuentra a un costado del condominio La Palapa, cuya terraza de la alberca quedó parcialmente derruida y fracturada. Las sillas apiladas quedaron derretidas, la madera se tornó negra y los camastros se hicieron cenizas.
Suástegui Muñoz es concesionario y permisionario en la playa Icacos desde hace 30 años, y estaba en la comunidad de Oaxaquillas, en los Bienes Comunales de Cacahuatepec, cuando recibió una llamada a las 7:30 de la mañana para avisarle que sus motos habían sido incendiadas.
El siniestro comenzó en una cocina instalada debajo de la terraza de la alberca del condominio La Palapa, y se extendió al inmueble de Suástegui Muñoz que resguardaba más de 30 sombrillas, 20 fueron recientemente adquiridas. Se quemaron 200 sillas y 50 mesas quedaron “derretidas totalmente por el fuego”.
Sus dos motos acuáticas quedaron parcialmente dañadas, pero otra pequeña embarcación de un concesionario vecino de Suástegui Muñoz quedó en pérdida total. Son unos 3 millones de pesos de inversión por cada negocio siniestrado, las embarcaciones cuestan alrededor de 500 mil pesos.
El fuego se alargó por dos horas y cuando llegaron los bomberos “ya nada pudieron hacer y nosotros pues estamos muy consternados, muy preocupados, muy tristes porque es un negocio que nos costó construirlo cerca de 40 años”, indicó Suástegui Muñoz, quien trabaja en esta playa desde que tenía 8 años. No hubo víctimas mortales ni heridos.
Dijo que este siniestro llegó cuando apenas se estaban recuperando de las pérdidas por el huracán Otis, que hundió varias embarcaciones de paseo; para restablecer su negocio después del meteoro, el activista pidió préstamos porque no recibió el apoyo económico del censo federal.
Suástegui Muñoz cuenta con tres permisos, uno para un módulo de información para deportes acuáticos, el segundo es para la renta de sillas, camastros, mesas y sombrillas, y el último para la renta del recorrido en banana y las motos acuáticas; tiene cuatro embarcaciones y por ellas paga seguros de viajero, daños a terceros y tripulante, pero previo que la aseguradora no va a pagarle porque no estaban operando cuando resultaron afectadas.
Son 10 trabajadores en el negocio de Suástegui Muñoz y ascienden a 50 si se suman a los empleados de los demás concesionarios afectados. Son 10 permisionarios y concesionarios con daños, seis de ellos con pérdida total y que tenían la gran expectativa de recuperarse con las vacaciones de Semana Santa.
“Nosotros no podemos decir, nosotros tenemos miedo, nosotros somos víctimas, no podemos hablar más cosas, decir algo que no vimos, pero es lamentable la inseguridad que estamos viviendo y es lamentable que hoy perdimos nuestro patrimonio de 30, 40 años y que posiblemente ya no lo volvamos a recuperar”.
Puntualizó que no acusa ni denuncia a nadie por este incendio porque él no estaba en la playa cuando empezó el siniestro, pero reiteró que tiene “miedo, ésa es la verdad, y de una u otra manera no nos sentimos seguros”. Pidió paz y seguridad para continuar trabajando en la playa como parte de la Asociación de Turisteros en Defensa y Rescate de playa Icacos (Tuderpi).
Remarcó que los concesionarios no participan en “cosas ilícitas”, tienen concesiones federales a su nombre, “todo es legal, nada está por encima de la ley”. Señaló que el gobierno debe brindar “las condiciones para seguir trabajando en este lugar que es tan hermoso. Es increíble cómo Acapulco siendo tan vigilado pues pasen estas cosas.