Se divide sindicato del Congreso; Martínez Román acusa a la Jucopo de intromisión

Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

El sindicato de trabajadores del Congreso local Sentimientos de la Nación se dividió. Ayer se presentó a seis nuevos integrantes del comité, entre ellos a otra secretaria general, Jasmín Piza Rodríguez, quien estaría en lugar de Fernando Martínez Román. Ambos afirman ser los dirigentes legalmente reconocidos por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje.
En una conferencia de prensa en la velaria del Congreso local un grupo de trabajadores informaron que realizaron una asamblea en la que determinaron cambios de una parte del Comité, entre ellos la secretaría general. Por su parte Fernando Martínez Román denunció que los trabajadores actúan por presiones de la presidenta de Junta de Coordinación Política (Jucopo) Yoloczin Domínguez Serna y de quien la asesora y “manda” en el Congreso, el priista Héctor Apreza Patrón.
En la conferencia Jasmín Piza leyó un comunicado del sindicato en el que señalaron “hemos vivido una situación muy complicada por múltiples circunstancias en estos últimos meses, mismas que fueron generadas por una minoría de integrantes de nuestro sindicato”. Ahí señalaron que hubo “acciones negativas que se realizaron y que afectaron el trabajo de los diputados”.
Responsabilizaron a Fernando Martínez “de la problemática” que vivió el sindicato por dar a conocer información que se “desvirtuó” pero no quisieron precisar a qué se referían.
Lo que sí se mencionó en el comunicado es que se deslindan de “acciones ilegales que fueron llevadas a cabo y que contravienen a nuestros estatutos”, dijo en aparente referencia a la difusión de recibos de nómina de familiares directos de la presidenta de la Jucopo Yoloczin Domínguez Serna, de las que se responsabiliza a Fernando Martínez.
Además del “cumulo de descalificaciones expresadas en algunos medios de comunicación, por lo anterior se deriva de la situación legal administrativa y conceptual” leyó Jasmín Piza con evidente dificultad en su dicción.
Se señaló en este comunicado que Fernando Martínez Román debe “es el que debe de solucionar su situación ante las instancias correspondientes” también precisaron que la mayoría de los integrantes del sindicato desconocían los procedimientos en contra de su entonces dirigente.
En el comunicado que leyeron informaron que la mayoría de los integrantes del sindicato tomaron decisiones entre las que destacan el desconocimiento de Fernando Martínez Román como secretario general y otros integrantes del Comité que fueron sustituidos.
Además de sustituir a Fernando Martínez por Jasmín Piza Rodríguez, informaron que en la asamblea también se nombró a Feliciano Pérez Morales, Elvira Elizabeth Adame Aponte, Jesús Gallardo Cruz, Berenice Guerrero Almazán, y Patricia García Sánchez en la carteras de Finanzas, Asuntos Laborales, Derechos Humanos, Organización, de Prevención respectivamente.
Ahí mostraron “la toma legal, expedida por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje de fecha 29 de marzo” con la que dijo que se avalan estos cambios, y agradecieron a la presidenta de la junta por “abrir las puertas al dialogo” después de que realizaron el cambio de integrantes del comité incluido el secretario general.
Jasmín Piza Rodríguez dijo que no había división del sindicato y que permanecían los 103 trabajadores incluidos los seis destituidos de sus encargos en el comité, a los que llamaron a reintegrarse a las actividades del sindicato como agremiados.
También se deslindó de “toda la mal información que pueda él en nombre del sindicato” y reiteró que ya tienen una toma de nota ante el tribunal que avala los cambios.
Por su parte, Fernando Martínez dijo que continuarán denunciando las violaciones a los derechos humanos y laborales “a cargo de la presidenta del Congreso Yoloczin Domínguez Serna, estamos hoy ante un gobierno represor, que no le importa las familias de los trabajadores, al Congreso de Guerrero no ha llegado la Cuarta Transformación, aquí se reprime a los trabajadores”.
Pero también acusó al coordinador del grupo parlamentario del PRI Héctor Apreza Patrón “está detrás de esto el diputado plurinominal eterno del PRI… él es el que manda aquí en el Congreso, él es el que asesora a la presidenta”.
Hasta ayer, dijo se habían cumplido 75 días “de la retención arbitraria del salario sin justificación alguna” a él y a Ramón Núñez Campos “es una represión por denunciar todos los atropellos” de los que dijo son víctimas los trabajadores; demandaron también que los grupos parlamentarios se pronuncien por la situación de ambos trabajadores.
Del anuncio de los cambios en el comité del sindicato Martínez Román afirmó que tiene la toma de nota en la que está reconocida su elección como secretario general hasta el 2025, “no los juzgamos ni los criticamos, en todo momento nosotros reconocemos que actúan con base a las circunstancias, si no actúan de esa forma habría represalias”.

 

Urgen colectivos de víctimas aprobar la Ley de Desaparición de Personas

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Ante la “crisis humanitaria” por las cifras de desapariciones que aumentan “cada día, cada hora y cada minuto”, siete colectivos de víctimas de Guerrero exigieron la aprobación “urgente” de la Ley en Materia de Desaparición de Personas del Estado de Guerrero.
En un boletín de prensa denunciaron que el Estado ha violentado “grotesca y dolosamente” los derechos de las personas desaparecidas y de sus familias, al no darles un marco jurídico sobre el cual caminen en la búsqueda de sus familiares.
Los responsables del comunicado son los colectivos de familiares de víctimas que marcharon y bloquearon la Autopista del Sol el pasado 7 de marzo para pedir al Congreso local la aprobación de esa iniciativa de ley.
Después de la protesta se reunieron con la presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local, Yoloczin Domínguez Serna, quien se comprometió con los representantes de los colectivos darle seguimiento de manera conjunta a la iniciativa, pero ha incumplido con las reuniones agendadas, según denunciaron.
Derivado de ello, en su boletín de prensa exigieron ayer a los diputados de todas las fracciones parlamentarias y comisiones del Congreso local “que inmediatamente aprueben la Ley en Materia se Desaparición de Personas del estado de Guerrero, su reglamentación y presupuesto emergente suficiente que permita hacerla operativa”.
Los colectivos son: la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (AFADEM); el Centro Regional de Defensa de los Derechos Humanos José María Morelos y Pavón; el colectivo Siempre Vivos de Chilapa;
Familiares de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos;
Familiares en Búsqueda María Herrera de Chilpancingo;
Colectivo de Desaparecidos Lupita Rodríguez, y los Otros Desaparecidos de Iguala.

Falta una estrategia para detener desapariciones

Reprochan: “La falta de estrategias de seguridad para detener la desaparición de personas y la falta de atención a las llamadas victimas indirectas; esposas, hijos, hijas, hermanas, hermanos, madres y padres, han provocado que la crisis humanitaria se profundice y se amplié, con lo cual los gobiernos federal, estatal y municipal terminarán incrementando esa deuda con el pueblo de México y de Guerrero en particular”.
Refieren que mucho se ha insistido en que la desaparición forzada y por particulares en México, ha sido una práctica recurrente en Guerrero sin que hasta la fecha las víctimas directas e indirectas hayan podido acceder a la verdad, a la justicia, a la reparación del daño y a las garantías de no repetición.
“El estado ha violentado grotesca y dolosamente los derechos de las personas desaparecidas y de sus familias, al no darles un marco jurídico sobre el cual caminen en la búsqueda de sus familiares, ha violentado los derechos de los hijos de los desaparecidos, en muchos de ellos al negárseles el derecho a recibir la pensión de sus seres queridos, ha revictimizado y minimizado el dolor de las familias; las familias caminan gritando para ser escuchadas, pero el Estado sigue siendo omiso y sordo”.
Insistieron que, lo prioritario, es la aprobación de la Ley en Materia de Desaparición de Personas, “ya basta de hablar de agendas económicas, es necesario hablar de derechos humanos que cubran y protejan a las familias de los desaparecidos hasta encontrar a quienes les fueron quitados por la falta de capacidad del estado de velar por la seguridad de Guerrero”.
Los colectivos se quejan que cada día se incrementan las familias que caen en esta crisis humanitaria, “sin que se pueda saber con certeza las cifras oficiales de las víctimas por años, sexenios o décadas; las cifras están muy manoseadas y existe un subregistro tal que no es posible dar cifras reales, y esa es precisamente una de las intenciones con la ley pendiente en el Congreso del estado”.

Se tiene miedo a denunciar

Consideran que actualmente puede haber un número que oscila entre los cuatro y seis mil desaparecidos desde 1964, “cifras maquilladas y manipuladas cuando bien sabemos que desde hace aproximadamente diez años atrás, en todas las regiones de Guerrero el hablar de gente que desaparecen es de todos los días, pero tienen miedo a denunciar, la gente tiene miedo a hablar, mientras las cifras aumentan cada día, cada hora, cada minuto”.
Frente a las cifras de desaparecidos, los colectivos piden que el Estado “tiene que dejar de simular que la desaparición es tema prioritario en su agenda”.
Los colectivos explican que la ley que piden se apruebe permitirá un marco jurídico que garantice la coordinación de todos los organismos de búsqueda y la localización de sus familiares desaparecidos, mejorando e implementando los mecanismos necesarios.
Asimismo, garantiza un presupuesto suficiente y la reparación del daño a todas las familias a las que les han entregado los cuerpos o restos de sus familiares desaparecidos después de haberlos identificado.
También, contiene la implementación de estrategias de seguridad para garantizar la no repetición de estos hechos, así como la elaboración de políticas públicas para evitar que hombres y mujeres de todas las edades se vean compelidos a incorporarse a los grupos delincuenciales, “brindando oportunidades de desarrollo tanto individual como colectivo y/o comunitario, reconstruyendo el tejido social y, por consiguiente, en un futuro podamos ver la baja en niveles de violencia”.