Desplazados por la violencia de comunidades de la sierra acordaron abandonar el país e irse a refugiar a Estados Unidos ante la falta de garantías de seguridad por parte de las autoridades mexicanas y particularmente guerrerenses, tras el asesinato de dos mujeres en los últimos 8 días, y tres en menos de un mes.
Denunciaron que la impunidad que se vive en Guerrero y la libertad y facilidad con que se mueven los integrantes del crimen organizado para localizar a los desplazados aún lejos de sus pueblos les impide seguir viviendo en cualquier parte de la entidad.
El 16 de abril hombres armados asesinaron a Gabriela Maldonado García de 25 años de edad, así como a su hija de 6 y otra de 4 resultó herida y apenas el domingo pasado la menor fue dada de alta, según sus familiares.
Gabriela era originaria de Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo, de donde huyó por la violencia con su esposo y sus dos hijas menores de edad hace un año. Se refugió con sus familiares en Buena Vista de la Salud, municipio de Chilpancingo, en donde su esposo se incorporó a la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Sin embargo, el 8 de febrero pasado su esposo sufrió una emboscada cerca de Buena Vista en la que resultó herido junto con otro policía ciudadano cuando iban rumbo a su trabajo. Los atacantes les llegaron por la autopista desde donde caminaron unos 500 metros para alcanzarlos y atacarlos.
El lunes pasado, también fue asesinada María Fernanda González. Su cuerpo fue hallado a las 4 y media de la tarde cerca de la colonia Santo Domingo, al poniente de la ciudad.
La victima de 23 años de edad también era desplazada de la violencia que se vive en Pueblo Viejo, municipio de Heliodoro Castillo, a donde apenas hace 15 días había ido a recoger algunas de sus pertenencias, contaron sus familiares que la sepultaron el miércoles pasado.
Durante el sepelio, algunos de los asistentes al cortejo, comentaron que otra mujer desplazada fue asesinada el 3 de abril en la colonia del PRD, al poniente de la capital, aunque de ella no se proporcionaron mayores datos.
Después del sepelio de María Fernanda, por lo menos 15 desplazados de tres familias de Pueblo Viejo y de Puerto la Guitarra, entre estos cinco niños, declararon que tras estos asesinatos se sienten inseguros y que han entablado contacto con familiares radicados en Estados Unidos para irse a vivir allá en donde esperan no sólo estar más seguros, sino encontrar empleo.
El director del Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Manuel Olivares Hernández, quien da acompañamiento a varios grupos de desplazados en el estado, dijo que la situación es preocupante primero porque se trata de mujeres y que se podrían catalogar como feminicidios, y luego porque se trata de desplazados.
“El problema que nosotros vemos es que no se les está cumpliendo con el derecho a la vida y a la seguridad a esa gente que de por sí ya fue víctima de desplazamiento y aun así siguen perseguidas y asesinadas en los lugares donde han tenido que refugiarse.
Dijo que el gobierno toma con poca seriedad estos casos y recordó el de los desplazados de La Laguna, municipio de Coyuca de Catalán, refugiados en La Tondonicua, municipio de Petatlán, a quienes el gobierno estatal les retiró al grupo de la Policía Estatal que los resguardaba, a raíz del ataque y asesinato de 6 policías que los resguardaban en la sierra de Zihuatanejo.
Dijo que desde el 18 de abril que les retiraron a los policías, las 13 familias quedaron en la total indefensión.
Añadió que así ocurre con todos los grupos de desplazados y que algunos son medianamente atendidos sólo por la presión de los organismos civiles.