Acuerdan 10 comisarios de la sierra formar la “policía ciudadana de autodefensa”

Comisarios municipales de 10 pueblos de los municipios de Leonardo Bravo y Eduardo Neri, se reunieron el sábado y acordaron integrar la “policía ciudadana de autodefensa”, porque los gobiernos federal y estatal no han respondido a su petición de que se instale en su zona un campamento del Ejército mexicano y de la Policía Estatal, informó vía telefónica este domingo el ex comisario de Filo de Caballos, municipio de Leonardo Bravo, Arturo López Torres.
Mientras que sitio de Urvan que se dirige hacia Tlacotepec que integran la Unión de Transportistas de Heliodoro Castillo ubicado en la colonia Morelos en la capital, cumplen nueve días sin reanudar servicio de transporte público, a consecuencia de los hechos de violencia que ocurrieron la semana pasada en la comunidad Corralitos y en Filo de Caballos en la sierra de Chichihualco.
Los pueblos se encuentran ubicados en la parte baja de la sierra del filo mayor, y son Puerto General Nicolás Bravo (o Filo de Caballos), La Laguna, El Mirabal, Tres Cruces, Los Morros, Campo de Aviación, Torre Camotla, La Escalera, Corralitos y Carrizal de Bravo.
En Corralitos, Leonardo Bravo, el 9 de junio ocurrió un enfrentamiento entre grupos armados que dejó tres muertos. El 11 de junio sucedió una balacera en El Chorrito, en la carretera a Tlacotepec, cerca de Filo de Caballos, en donde fueron halladas dos patrullas militares clonadas y en el interior de una de ellas, estaba un hombre muerto a balazos.
López Torres informó que desde entonces los comisarios de la zona están solicitando a los gobiernos federal y estatal seguridad, porque los soldados y policías estatales solamente fueron el día de las balaceras y se retiraron, a pesar de que la violencia sigue latente.
Dijo que los comisarios demandaron la instalación permanente de una base del Ejército mexicano y de la Policía Estatal en Filo de Caballos o en Campo de Aviación, pero que no han tenido respuesta.
Aseguró que después de la violencia que se desató el sábado y el lunes de la semana pasada en Corralitos y en El Chorrito, ninguna corporación ha estado presente, “no hay nada de seguridad, a excepción de la Policía Rural pero está resguardada en un solo lugar”, informó que en el hospital de Filo de Caballos hay un grupo de esta policía local y otro en la Laguna, municipio de Eduardo Neri.
Informó que ante el riesgo de violencia que sigue presente en estos pueblos, los comisarios de los 10 pueblos se reunieron la tarde del sábado en Carrizal de Bravo y acordaron formar lo que de manera preliminar llamaron la “policía ciudadana de autodefensa”.
“El problema de violencia está latente mientras no haya garantías de seguridad por parte de los militares y de la Policía Estatal”, alertó López Torres, ex comisario de Filo de Caballos e integrante de la Unión de Comisarios de la Sierra.
Informó que hasta ayer seguía cerrado el Hospital Básico Comunitario, ubicado en Filo de Caballos que atiende a la población de esas 10 localidades, aunque en declaraciones que hizo el secretario de Salud la mañana de ayer, sólo 9 de los 18 médicos que trabajan en ese hospital no acuden a sus labores por temor a que haya más enfrentamientos.
Ese hospital cuenta con seis consultorios, 13 médicos en contacto con los pacientes, cinco médicos generales, dos pediatras, 14 enfermeras en contacto con pacientes, 13 enfermeras generales, dos médicos cirujanos, dos médicos especialistas, cuatro médicos especialistas y una enfermera auxiliar.
Según los habitantes de la zona consultados por teléfono, todas las actividades del centro hospitalario están suspendidas desde l 11 de junio y que los pacientes son atendidos por médicos particulares de la zona o cuando es necesario los trasladan a Chilpancingo que se encuentra a una hora 20 minutos.
López Torres declaró que también se encuentran cerradas las escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria, así como el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecytec) y dos tele bachilleratos ubicados en Filo de Caballos.
Informó que ante la situación de violencia que se vive en la zona, este lunes los comisarios de la región van a integrar su propia policía ciudadana para defenderse de los ataques
En esos pueblos se disputan el territorio los grupos criminales de Juan Castillo Gómez, El Teniente que controla Tlacotepec, cabecera municipal de Heliodoro Castillo y el de Isaac Navarrete Celis, El señor de la I, de Chichihualco, cabecera de Leonardo Bravo.

Nueve días sin transporte

En Chilpancingo, el sitio de Urvan que se dirige hacia Tlacotepec, que integran la Unión de Transportistas de Heliodoro Castillo ubicado en la colonia Morelos, cumple nueve días sin reanudar servicio de transporte público, tras los hechos de violencia que ocurrieron la semana pasada en Corralitos y en Filo de Caballos.
En el sitio de Urvan Chilpancingo – Tlacotepec ubicado a una cuadra del río Huacapa, se encontraba vacío y no habían Urvan estacionadas ni choferes. Los choferes paralizaron el servicio para proteger su integridad y a los pasajeros.

 

Acuerdan desplazados pedir refugio en EU ante la falta de seguridad en Guerrero

 

Desplazados por la violencia de comunidades de la sierra acordaron abandonar el país e irse a refugiar a Estados Unidos ante la falta de garantías de seguridad por parte de las autoridades mexicanas y particularmente guerrerenses, tras el asesinato de dos mujeres en los últimos 8 días, y tres en menos de un mes.
Denunciaron que la impunidad que se vive en Guerrero y la libertad y facilidad con que se mueven los integrantes del crimen organizado para localizar a los desplazados aún lejos de sus pueblos les impide seguir viviendo en cualquier parte de la entidad.
El 16 de abril hombres armados asesinaron a Gabriela Maldonado García de 25 años de edad, así como a su hija de 6 y otra de 4 resultó herida y apenas el domingo pasado la menor fue dada de alta, según sus familiares.
Gabriela era originaria de Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo, de donde huyó por la violencia con su esposo y sus dos hijas menores de edad hace un año. Se refugió con sus familiares en Buena Vista de la Salud, municipio de Chilpancingo, en donde su esposo se incorporó a la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Sin embargo, el 8 de febrero pasado su esposo sufrió una emboscada cerca de Buena Vista en la que resultó herido junto con otro policía ciudadano cuando iban rumbo a su trabajo. Los atacantes les llegaron por la autopista desde donde caminaron unos 500 metros para alcanzarlos y atacarlos.
El lunes pasado, también fue asesinada María Fernanda González. Su cuerpo fue hallado a las 4 y media de la tarde cerca de la colonia Santo Domingo, al poniente de la ciudad.
La victima de 23 años de edad también era desplazada de la violencia que se vive en Pueblo Viejo, municipio de Heliodoro Castillo, a donde apenas hace 15 días había ido a recoger algunas de sus pertenencias, contaron sus familiares que la sepultaron el miércoles pasado.
Durante el sepelio, algunos de los asistentes al cortejo, comentaron que otra mujer desplazada fue asesinada el 3 de abril en la colonia del PRD, al poniente de la capital, aunque de ella no se proporcionaron mayores datos.
Después del sepelio de María Fernanda, por lo menos 15 desplazados de tres familias de Pueblo Viejo y de Puerto la Guitarra, entre estos cinco niños, declararon que tras estos asesinatos se sienten inseguros y que han entablado contacto con familiares radicados en Estados Unidos para irse a vivir allá en donde esperan no sólo estar más seguros, sino encontrar empleo.
El director del Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Manuel Olivares Hernández, quien da acompañamiento a varios grupos de desplazados en el estado, dijo que la situación es preocupante primero porque se trata de mujeres y que se podrían catalogar como feminicidios, y luego porque se trata de desplazados.
“El problema que nosotros vemos es que no se les está cumpliendo con el derecho a la vida y a la seguridad a esa gente que de por sí ya fue víctima de desplazamiento y aun así siguen perseguidas y asesinadas en los lugares donde han tenido que refugiarse.
Dijo que el gobierno toma con poca seriedad estos casos y recordó el de los desplazados de La Laguna, municipio de Coyuca de Catalán, refugiados en La Tondonicua, municipio de Petatlán, a quienes el gobierno estatal les retiró al grupo de la Policía Estatal que los resguardaba, a raíz del ataque y asesinato de 6 policías que los resguardaban en la sierra de Zihuatanejo.
Dijo que desde el 18 de abril que les retiraron a los policías, las 13 familias quedaron en la total indefensión.
Añadió que así ocurre con todos los grupos de desplazados y que algunos son medianamente atendidos sólo por la presión de los organismos civiles.

 

En Pueblo Viejo la balacera fue entre jóvenes armados que vivían ahí y sicarios de El Teniente

La guerra por el control de la producción y el trasiego de heroína tiene secuestrados a los pueblos de Filo Mayor de la sierra, que están en la marginación y sin condiciones de seguridad para vivir en una de las zonas más pobres y olvidadas del estado.
Los niños dejaron de ir a la escuela porque los maestros no llegan, no hay doctores ni medicinas, sólo han quedado los ancianos y mujeres con sus niños; los hombres salen de los pueblos por miedo a ser reclutados por los grupos de la delincuencia.
Pueblo Viejo, municipio de Heliodoro Castillo, es la última de las comunidades que ha vivido un infierno, de tres días, la semana pasada.
Un grupo comandado por Juan Castillo Gómez, identificado en la zona como El Teniente, atacó dos viviendas en el centro de la localidad.
“Desde el cerro comenzaron a disparar hacia las viviendas, todos nos escondimos y no salimos hasta el sábado”, dice Mario, un niño de 8 años.
El jueves 24 de agosto el grupo de El Teniente asaltó la población a las 5 de la tarde, su grupo de al menos 100 sicarios se apostó en un cerro desde donde se puede ver todo Pueblo Viejo que cuenta con al menos 200 viviendas.
El ataque fue directo a dos casas “donde vivían 20 jóvenes” que no eran de la región, señala un vecino, llegaron el año pasado y tomaron la casa que fue dejada por sus dueños hace dos años.
“De repente llegaron y ahí dormían, de día y noche era vigilada con armas en la azotea, nunca se metían con la gente y ni nosotros con ellos”, menciona el lugareño que por temor no dice su nombre.
Una de las viviendas es de dos pisos y está construida de concreto, en la parte de enfrente tiene dos cortinas de metal verdes que se usan para los comercios o tiendas; en su interior hay varios cuartos con colchones en el piso. Quedaron cobijas y algunas botas tipo militar olvidadas. Hay un cuarto con ropero de niños y libros de primaria. En el piso ropa tirada y decenas de casquillos de AK-47 conocidos como cuernos de chivo.
La vivienda vecina tiene dos puertas, en una de ellas hay sólo llantas y un altar a La Santa Muerte que al parecer fue profanada por el grupo rival. En la otra puerta hay un cuarto y dos colchones, un San Judas Tadeo con veladoras y libros de texto de primaria tirados. El techo de lámina está perforado.
Las dos casas son conectadas en la parte trasera por un gran patio, donde quedó abandonado un perro Pit Bull y un automóvil Bora blanco con impactos de bala. Además hay algunas matas de mariguana sembradas.
Las fachadas traseras de las casas están totalmente agujeradas por el impacto de las balas; podrían tener más de mil orificios. La de dos pisos tiene un barandal de cemento pintado de blanco y adornado con cisnes, en su totalidad están perforados por los tiros. Los vidrios están rotos.
Ese jueves sólo estaban siete de los jóvenes que vivían en en esa casa; estaban en la cancha cuando comenzaron los disparos, coincide la mayoría de los pobladores que contaron el suceso.
Al empezar las ráfagas los siete corrieron a la casa y defendieron lo que hasta ese día era su bunker. Respondieron el ataque del grupo de El Teniente y el enfrentamiento duró tres días.
“Se ve que los chamacos se defendieron, porque fueron muchas horas de disparos; de repente se callaban y de repente volvían, nadie supo si hubo muertos o heridos, todo el pueblo estaba escondido”, señala una señora de 70 años que junto con al menos 80 mujeres se congregaron en la cancha para recibir a un grupo de reporteros que llegaron la tarde del miércoles.
Pueblo Viejo es una comunidad enclavada en la Sierra Madre del Sur, el 90% de sus viviendas son de madera y techo de lámina; sólo unas pocas están construidas de concreto. Su población es de mil 200 habitantes y la mayoría es de tez blanca.
La comunidad se encuentra a siete horas de la capital del estado, para llegar a ella se tiene que viajar tres horas en carretera y cuatro en terracería. De Filo de Caballos se toma el crucero a Carrizal de Bravo; después se pasan los pueblos El Sereno, Tres Caminos, Puerto Hondo, Cruz de Ocote, Hierba Santa, Escalerilla, La Vuelta, Jilguero, La Guitarra y Las Juntas.
El camino es accidentado y afectado por las lluvias de la temporada, además de que los camiones que bajan madera dejan intransitable gran parte de las brechas.
Un imponente paisaje cobija junto a la neblina gran parte del viaje. La temperatura es fría y los pueblos cercanos están totalmente desolados.
Sólo hay una calle pavimentada que conecta una cancha de basquetbol con la iglesia. Aunque la zona es rica en sembradíos de amapola, contrasta con la pobreza de la comunidad.
Don Ángel Sandoval Romero, presidente del comisariado de Pueblo Viejo, platica que no puede “controlar a la gente que anda con miedo, lo que queremos es que se establezca un cuartel, que ya no haya grupos, que haya más estabilidad del gobierno”.
“Ahorita ya se están yendo por miedo, piensan que el gobierno se va (militares y policías) y el grupo armado regresará. Estamos marginados, yo le digo a la gente que aguante, como autoridad me están dejando solo”, expone el comisariado de unos 70 años.
Desde la llegada de las fuerzas de seguridad, el sábado, han salido en tres días al menos 600 habitantes de la comunidad. Algunos han viajado a la cabecera en Tlacotepec, otros le han dado a El Paraíso, municipio de Atoyac y pocos a Chilpancingo.
En el lugar nadie quiere hablar de la guerra de los grupos delincuenciales por el control de la siembra de amapola y trasiego de la heroína. En los pueblos desde hace décadas se ha producido la goma de opio y muchos coinciden en que hasta hace 10 años no habían tenido problemas tan graves como los de ahora.
La zona serrana de los municipios Heliodoro Castillo y Leonardo Bravo es peleada desde hace meses por el grupo de El Teniente en contra de Isaac Navarrete Celis, conocido como el de la “i” y oriundo de Izotepec.
De Juan Castillo no se sabe mucho, aunque hay pobladores que señalan que no es de la región y que fue traído de Tamaulipas por Juan Carlos Moreno Flores La Calentura, un operador de Joaquín El Chapo Guzmán, que fue asesinado en mayo del 2015 en el estado de Jalisco. Pero hay gente que señala que es de Tecomazuchil comunidad de Heliodoro Castillo.
Hasta antes de la muerte de Arturo Beltrán Leyva El botas blancas, en diciembre del 2009, todos pertenecían a los Beltrán y estaban protegidos por su grupo de sicarios llamado Los Pelones, que tras su muerte se convirtieron en Los Rojos.
Desde ese año la sierra de Guerrero se encuentra en guerra por el control del territorio, que ha dejado miles de desplazados, y cientos de muertos y desparecidos.
En Pueblo Viejo todos se quejan del olvido del gobierno. No sólo en la salud y en la educación; sino también en la seguridad.
El día que comenzó el enfrentamiento “ningún gobierno llegó”, revela doña Roberta, de las mujeres que han decidido quedarse en su comunidad. “Se escuchaba el sobrevuelo del helicóptero y al mismo tiempo la balacera; ¿voy a creer que no se dieron cuenta de la situación?”.
Muchos vecinos optaron por esconderse en los tanques de agua, que es lo único que tienen construido de concreto en la comunidad. No salieron de su casa en tres días hasta que llegaron las autoridades. El grupo agresor se replegó caminando a la sierra. De los habitantes de las casas no supieron más.
Un reporte oficial del gobierno del estado informó que hubo dos muertos y tres heridos, los dos eran hermanos oriundos de Chautipan municipio de Chilpancingo; además una camioneta blindada baleada y el decomiso de 32 paquetes de mariguana, dos armas largas AR-15 con tres cargadores, 30 cartuchos y una granada construida de manera artesanal.
Desde hace una semana no hay luz en el pueblo, los víveres se están acabando y los proveedores no quieren subir. Hay dos Urvan de pasajeros que van a Chilpancingo dos veces por semana. Desde el jueves 24 no han reanudado los viajes.
Hasta antes del ataque, los pobladores tenían que viajar con miedo, en los caminos se encuentran a Los Pintos, como llaman a los hombres armados porque portan uniformes camuflajeados tipo militar.
“Ponen retenes y nos revisan, a veces no nos quitan nada, pero el temor a que nos pase algo es el que hace que la gente no salga o se vaya de sus casas”, expresa un anciano que desde hace años se dedica a la tala de árboles en esa región.
“El gobierno presume que destruye plantíos de amapola, sale en la televisión que combate el narcotráfico; pero nunca habla de los grupos que nos tienen secuestrados, ya no podemos hacer nada, estamos a expensas a lo que Dios diga”, dice.

Confirma Astudillo enfrentamiento en Pueblo Viejo, pero no que haya muertos, sólo dos o tres heridos

El gobernador Héctor Astudillo Flores, confirmó un enfrentamiento en Pueblo Viejo, municipio de Heliodoro Castillo (sierra de Tlacotepec), pero declaró que hasta el mediodía de este domingo no se habían confirmado muertos, sólo “2 o 3” heridos que fueron bajados hacia la Costa Grande para su atención médica.
También rechazó que las fuerzas federales y estatales se hayan tardado en ir a apoyar al pueblo, como lo denunciaron vía telefónica y a través de las redes sociales los habitantes de la localidad.
En la tarde, en un boletín de prensa, el vocero de seguridad, Roberto Álvarez Heredia, difundió que ayer “se logró constatar que los rumores que circularon en las redes sociales de que habrían sido privadas de la vida varias personas y quemadas algunas viviendas eran totalmente falsos”.
Vecinos de Pueblo Viejo denunciaron mediante varias llamadas telefónicas durante todo el sábado que unos 300 hombres armados del grupo delictivo de Juan Castillo Gómez, El Teniente, mantenían sitiado ese pueblo desde el mediodía del jueves.
Aseguraron que desde ese día se habían suscitado varios tiroteos con saldo de cuando menos seis muertos, entre estos una mujer y un niño, así como varias casas quemadas.
Algunas mujeres entre llanto, angustiadas y desesperadas, se quejaron de que desde el jueves que estuvieron llamando a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), 35 Zona Militar, el 50 Batallón, a la Marina y al servicio de emergencia 911, ninguna corporación federal o estatal había acudido a prestarles ayuda.
La mañana de ayer, habitantes de localidad de La Guitarra, ubicada a unos 20 minutos de Pueblo Viejo, confirmaron que por la noche del sábado “llegó mucho gobierno” y que por la mañana se estaban instalando cerca de la población. Contaron que a su llegada se escucharon algunos disparos pero que al amanecer sólo vieron a los militares y a los policías estatales y suponían que los pistoleros que tenían sitiado a Pueblo Viejo habían huido.
Después de encabezar un acto en Tixtla, donde supervisó el cárcamo norte que se construye desde el 2013 para el desagüe de la laguna, donde también entregó las llaves a beneficiarios del programa Un Cuarto Más, el gobernador Héctor Astudillo leyó un reporte de la Secretaría de Seguridad Pública sobre los hechos de Pueblo Viejo.
A las 12 del día, informó que le reportaron que los habitantes (desplazados hacia otras localidades ante los ataques del jueves) habían regresado a sus casas, que a esa hora no se habían encontrado muertos, pero que se seguía “reconociendo” la zona en donde ya se habían instalado dos bases de las fuerzas federales y de la Policía Estatal.
“Aún no se han confirmado las muertes de pobladores, se menciona que bajaron a 2 o 3 heridos hacia la Costa, sin saber el lugar, tampoco se han encontrado casas incendiadas”, leyó el gobernador el reporte en su teléfono celular que le envió el comandante de la base Morales.
El mismo reporte establece que las fuerzas federales y estatales aseguraron dos rifles AR-15 localizados abandonados, así como aproximadamente 30 kilogramos de mariguana, y dijo que continuaban los recorridos de reconocimientos en el área.
Astudillo Flores declaró que creé que las confrontaciones que se han dado en ese pueblo son por el control de los estupefacientes “yo creo que ese es el problema y que esto tiene que ver con Polixtepec, hay una pugna y está existiendo una presión en algunos pueblos”, dijo.
En Polixtepec, sierra de Chichihualco, municipio de Lonardo Bravo, localizada en la misma área de Pueblo Viejo, el martes se dio un enfrentamiento entre civiles armados en un campo de amapola, que dejó un muerto y un herido. Ante los reportes de esos hechos, unos 30 policías estatales rurales acudieron a Polixtepec, y fueron atacados a balazos por unos 80 hombres aramados.
Según los pobladores de Pueblo Viejo, el grupo de gente armada que ha querido entrar en esa localidad es encabezado por Juan Castillo Gómez, El Teniente, originario de Tecomezúchitl y quien ya ha asumido el control de los pueblos pequeños de alrededor como Campo Morado, Barrales, Capulines y El Frío, pero que desde hace cuatro años no han podido entrar a Pueblo Viejo porque es un pueblo de más de 2 mil gentes.
En cuanto a la queja de los pobladores de que no fueron atendidas sus llamadas de auxilio a tiempo, el gobernador explicó que en cuanto se recibió la llamada al 911, “que obviamente no pudo haber sido de allá porque no hay teléfonos”, envió el helicóptero y que en el recorrido que hizo no encontró ninguna casa incendiada, “ni tampoco encontró algún movimiento anormal desde el aire, por eso no se fue”, argumentó.
Pero agregó que ante la presión que se ejerció por medio de las redes sociales, desde ayer (el sábado) salieron los militares y los policías estatales, “durmieron en un pueblo cercano y entraron temprano (ayer domingo en la mañana) tanto el Ejército como la Policía del Estado”. Informó que con ellos también va un equipo de la Fiscalía General del Estado (FGE).
–Llegaron tres días después, gobernador, –aclaró el reportero.
–Como te lo comenté, fue un helicóptero de manera inmediata, conforme se conocieron las cosas y el helicóptero no reportó ninguna novedad desde el aire.
Según los vecinos de La Guitarra, a unos 20 minutos de Pueblo Viejo, vieron ir unos minutos el helicóptero antes del mediodía del sábado, y las llamadas de auxilio comenzaron después del mediodía del jueves.
–Siempre pasa eso, hay una inacción, –insistió otro reportero.
–No, no hay ninguna inacción, no siempre pasa eso, defendió Astudillo Flores.

Cien hombres armados dispararon contra dos viviendas, informa el vocero

El portavoz del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, difundió la tarde de ayer, en un boletín de prensa, que el Ejército y Policía del Estado llegaron a la comunidad de Pueblo Viejo, municipio de Heliodoro Castillo, para verificar los reportes recibidos al 911 y confirmaron que el pasado jueves un grupo armado disparó contra dos viviendas y sus ocupantes, lo que habría derivado en tres personas lesionadas.
Afirma que “se logró constatar que los rumores que circularon en las redes sociales de que habrían sido privados de la vida varias personas y quemadas algunas viviendas eran totalmente falsos”.
Agrega que durante dos días, sábado y domingo, helicópteros de la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno del estado realizaron reconocimientos aéreos sin visualizar viviendas quemadas ni enfrentamientos, tal y como se ventiló en las redes sociales.
Señaló que de acuerdo con el testimonio de vecinos el jueves 24 llegó un grupo de aproximadamente cien personas que portaban armas de alto poder, y se dirigió dos viviendas en la entrada de Pueblo Viejo.
Dijo que de acuerdo con testimonios recabados por agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado hay versiones aún no confirmadas de que hubo tres personas con heridas de arma de fuego y fueron los propios vecinos quienes los habrían trasladado a la comunidad de El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez para recibir atención médica.
El vocero de seguridad informó que el Ejército decomisó en Pueblo Viejo 32 paquetes de mariguana, dos armas largas AR15 con tres cargadores, 30 cartuchos útiles calibre 5.56 mm y una granada construida en forma artesanal.
Agrega que hallaron una camioneta sin placas, con varios impactos de arma de fuego y una motocicleta con un balazo.
El vocero informó que efectivos del Ejército y de la Policía del Estado continúan en la zona para brindar seguridad y protección a los habitantes de Pueblo Viejo, así como de las comunidades de la zona.

Emboscan civiles armados y asesinan al comisario de Polixtepec y al secretario en un camino de Chichihualco

El comisario de Polixtepec, municipio de Leonardo Bravo, Joaquín Romero Ríos y su secretario Víctor González Luna, fueron emboscados y asesinados por hombres armados en el camino de terracería Puentecillas-Polixtepec, del municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco).
De acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública, a las 6:30 de la tarde del lunes, ocurrió una balacera en el lugar y los primeros reportes indican que el comisario y su secretario se dirigían a la comunidad de Campo de Aviación para comprar gasolina.
El comisario y su secretario iban a bordo de una camioneta oficial de la comisaría, fueron emboscados y asesinados a balazos, y la camioneta se fue a un barranco.
El cuerpo del comisario quedó tendido a la orilla de la carretera Puentecillas- Polixtepec y su secretario a un costado de él.
Los cuerpos fueron recuperados por vecinos de Polixtepec para después darles sepultura.
La comunidad de Polixtepec, municipio de Leonardo Bravo, se ubica a unos 20 minutos de recorrido desde Filo de Caballos.
En esa zona de la sierra, habían ocurrido ya hechos de violencia. El 14 de octubre, un civil armado resultó muerto en un enfrentamiento en la comunidad de Puentecillas.
Fuentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) informaron que vecinos de la comunidad dijeron que hombres armados descendieron de un helicóptero gris al lugar para enfrentarse a balazos con el grupo criminal contrario.
En mayo, en la comunidad de El Nuevo Naranjo, municipio de Heliodoro Castillo (sierra de Tlacotepec) ocurrió un enfrentamiento entre hombres armados que dejó 11 muertos y 10 heridos.