Karina Contreras
El director del Instituto Tecnológico de Acapulco (ITA), Salvador Herrera Soriano, negó rotundamente las acusaciones que se le hacen de acoso sexual, por parte de unas alumnas, y dijo que lo que está viviendo es un ataque sistemático contra su persona.
Señaló que hasta ahora no ha sido requerido por ninguna instancia, ante las denuncias de tres alumnas, una de ellas en el Centro de Justicia para Mujeres del Estado de Guerrero, dependencia donde las estudiantes, entre ellas Fátima Solís, dijeron que habiìan puesto una denuncia hace ya tres semanas.
“Nosotros creemos que hay una estrategia de intereses, no sé quién esté atrás de ellos, y como que van a ir administrando los señalamientos. Es un grupo, pero a todos los coordina Javier Salgado Ruiz”, aseguró el director.
Por ello, responsabilizó a quien fue dirigente del Movimiento Estudiantil en Beneficio de los Alumnos y ex estudiante de Arquitectura, Francisco Javier Salgado Ruiz, quien al concluir la licenciatura se inscribió en la maestría, a la que durante un semestre no acudió a clases.
Salvador Herrera explicó que cursar una maestría implica una beca mensual de 12 mil 500 pesos por parte del Conacyt, pero que a Salgado Ruiz, al no acudir a clases se le dio de baja y fue a pedirle que hablara con el comité, pero “yo no me presto a esas situaciones, porque estamos preocupados por la calidad de la educación. Yo estoy en contra de esas prácticas y siempre lo he estado”.
En conferencia de prensa en las instalaciones del ITA, acompañado de maestros, Herrera Soriano dijo que lo que se busca con esas declaraciones es “desestabilizar la vida acadeìmica de la institucioìn”, pues el egresado ha hecho varios señalamientos, al enojarse porque no lo ayudó.
Recordó que el egresado también quiso hacer un movimiento para que no regresaran a clases después del huracán Otis y para no donar tres hectáreas donde estará un cuartel de la Guardia Nacional, que no fue cosa del director, sino un decretó presidencial el que ordenó eso.
Dijo que desde marzo empezó a circular un audio, en donde él pide favores sexuales, y quien lo hace circular más es “Javier y esas muchachas”.
Indicó que cuando hay temas delicados mandan a traer a los tutores de los alumnos y pedirles que les pongan atención, así como ofrecer ayuda en algunos casos, pero en el “caso de Fátima y Dulce, siguen en la misma dinámica de desprestigiar, dañar y desestabilizar”.
Agregó el director que ambas alumnas y Diego Adelfo, “eran muy cercanas a Salgado Ruiz”. Recordó que a la alumna de Arquitectura, Fátima, había denunciado acoso de un maestro y se le preguntó si había puesto su denuncia ante el subcomiteì de ética, a lo que dijo que sí, pero no fue así, y ya en tres ocasiones le han pedido el acuse de su denuncia, pero no lo entrega. Agregó que por ello es claro que no ha interpuesto nada y que ahora lo acusa de acoso sexual y abuso de poder.
Señaló que la estudiante Fátima Solís no acude a clases de manera regular y que no es su estilo hacer actos de represión ante las denuncias, que si ella sale de la escuela, es porque “va mal académicamente”.
Dijo que esos señalamientos no le hacen daño solo a él, sino al ITA, porque están entregando fichas y eso puede afectar el proceso.
