Recorre las calles de Tlapa en hombros el Señor del Nicho, seguido en procesión por miles de feligreses

El tapete de aserrín ubicado en la calle Mina, con un mapa de Guerrero en tono rojo y una cruz, para recordar la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa Carmen González Benicio

Carmen González Benicio

Tlapa

La imagen del Señor del Nicho, cargado en hombros, recorrió las calles con miles de feligreses sobre tapetes de aserrín que pedían paz, amor, justicia y verdad.
Con este recorrido, el 23 de octubre, concluye la festividad anual del Cristo crucificado encontrado en un túnel de la catedral de San Agustín.
El adorno de las calles con aserrín y otros materiales que forman un tapete monumental a lo largo de las calles Fonseca, Matamoros, Mina, Guerrero y Añorve para regresar a la catedral se formó de imágenes de Jesús, de vírgenes, palomas, cruces, flores, corazones.
El contenido de los tapetes alude a la fe cristiana, en su mayoría, pidiendo o agradeciendo bendiciones o rezar por la paz.
Otros, como parte de la tradición y con un contenido social, son los que plasmó el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, frente a sus instalaciones, donde pasa la procesión: “Señor del Nicho ayúdanos a vencer la mentira contra los 43”, que se acompañó con una cruz y manos.
En esa misma calle, una cuadra adelante, frente a la casa del director de Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, se leía: “Señor del Nicho, Guerrero clama justicia, paz y verdad”.
La imagen del Señor del Nicho salió acompañada de los obispos de la catedral, pero éstos abandonaron el recorrido apenas unas cuadras adelante, sobre la calle Abasolo, metiéndose por los callejones del mercado.
La procesión dura más de cuatro horas, porque la mayoría de feligreses espera ver pasar la imagen y agregarse; en tanto, otras personas van llegando a la iglesia. Salió a las 3 y entró un poco más de las 6 de la tarde, para que los feligreses lo vieran de cerca y se lleven el algodón con el que limpian al Señor, que guardarán como reliquia o para usarlo en alguna enfermedad, antes de regresarlo a su nicho, en medio de repique de campanas.
Durante su paso por las calles hubo cantos, aplausos y rezos en cada estación, rezando el Padre Nuestro, contrario a años pasados, cuando se le daba un nombre al recorrido, al igual que a cada una de las ocho estaciones en que hace un alto la imagen y se abordaban temas como cuidar la tierra, atender la violencia, darle entendimiento a las autoridades, entre otros. Careció de esa esencia social sobre algunos temas cotidianos.
Así con la procesión del 23 de octubre culminó el paso de organizaciones, organizaciones de panaderos, taxistas, vendedores de agua en pipas, músicos, motociclistas, comerciantes, profesores, albañiles, transportistas y tortilleros y otro gremios, quienes acudieron en procesión a la iglesia a llevar ofrendas de coronas, flores con arreglos en colores amarillo y morado.
También participaron agrupaciones religiosas como la de la Carrera Guadalupana, Emaus, Encuentros Conyugales; hubo representantes de colonias como Loma Bonita, Caltitlán, San Francisco; de migrantes, de comunidades como Ocotequila, municipio de Copanatoyac, que marca para ellos el inicio del Día de Muertos.
Durante la festividad hay quema de pirotecnia, con castillos y toritos, así como diversas danzas; algunas familias ofrecen pozole, mole, tamales, atoles y café.

Piden justicia para los 43 y para Antonio Vivar en la procesión del Señor del Nicho en Tlapa

Carmen González Benicio / Tlapa

En la peregrinación para celebrar al Señor del Nicho se pidió justicia para los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos el 27 de septiembre en Iguala, y para el activista del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), Antonio Vivar Díaz, asesinado a balazos el 7 de junio por policías federales durante las elecciones.
El tema del recorrido de la imagen por el primer cuadro de la ciudad fue “Sobre el cuidado de la casa común, la tierra” en las ocho estaciones donde se detienen y hacen oraciones.
Las peticiones de los feligreses fueron a través de los tapetes de serrín pintado con el que hicieron diversas imágenes de cruces, flores, imágenes religiosas de San Judas Tadeo, la virgen de Guadalupe, Jesús, y letras con oraciones, peticiones o agradecimientos.
Frente a las instalaciones del Centro de Defensa de los Derechos Humanos Tlachinollan, se observó un tapete con el número 43 en grande, puños y montañas en el que se leía: “Señor del Nicho La Montaña clama justicia y verdad por los 43”, y “Toño vive”.
Otro tapete alusivo estuvo frente a la casa del director de Tlachinollan, Abel Barrera Hernández “La esperanza y la fe de la Montaña vencerán la violencia criminal del gobierno”, en el que sobresalía una cruz y montañas en tonos verde, azul y amarrillo.
Sobre la calle Matamoros plasmaron el rostro de activista Antonio Vivar y una cruz, una figura de guitarra por su carácter trovador y frases como: “Señor del Nicho, justicia”, “Antonio Vivar vive”, “Fue el Estado”, “Por los 43 y más”.
En algunos tapetes se pidió misericordia por el pueblo, en otros la devoción al Cristo sufriente desde 1533 a la fecha, y se pidió por los niños.
A la festividad acuden feligreses de los estados cercanos, sobre todo que han migrado a esos lugares y vuelven cada año, es difícil saber cuánta gente llega al lugar ya que durante un mes se hacen las peregrinaciones y el día 23 la imagen es bajada del altar, para recorrer las calles de Tlapa en medio de los tapetes coloridos.
En la procesión no se observaron a personas con flores o velas en sus manos como en otras ocasiones, sólo acompañaron el recorrido que dura cerca de cuatro horas.
Iban sacerdotes y el obispo Dagoberto Arriaga Sosa, integrantes de carreras guadalupanas, y de otros grupos religiosos, los estandartes de las diversas colonias o grupos que llevaron ofrenda durante el mes del festejo.
Al llegar a la catedral, al Señor del Nicho lo dejan postrado para que los creyentes pasen a besarlo, no se permite tocarlo y si lo hacen es con algodón. Ahí permanece hasta que ya no hay nadie en fila y es subido al altar en medio del repique de campanas.