Aún sin costo el Acabús, pero tarda hasta 30 minutos, va repleto y es lento

En la estación de Las Anclas, usuarios del Acabús intentan a las 3 de la tarde entrar a una unidad que estaba repleta de personas y se dirigía a Ciudad Renacimiento
Foto: Ramón Gracida

Ramón Gracida Gómez

Usuarios del Acabús esperaron en la tarde de este viernes hasta 30 minutos en la estación de Las Anclas para abordar sin ningún costo alguno de los camiones de transporte que circulan con mucho retraso y atiborrados de pasajeros de la zona suburbana de Acapulco.
Dentro de la estación, unas 15 personas esperaron pacientemente a que llegara el camión del Acabús con dirección a la estación de Transferencia que se ubica debajo del puente vehícular del bulevar Vicente Guerrero, en Las Cruces.
Dos mujeres, una joven y una adulta, salieron de la estación Las Anclas desesperadas porque no había alguna señal en la avenida Cuauhtémoc de que estuviera cerca un camión del Acabús a las 4 de la tarde de este viernes.
Prefirieron, al igual que muchos vecinos que pueblan la zona suburbana del municipio, tomar un taxi amarillo que, aunque los choferes elevaron los precios, dan solución al problema del transporte público durante la emergencia por Otis.
Tal vez la única ventaja del Acabús frente a los caros y veloces taxis amarillos son las bancas de metal que permiten a los usuarios esperar, por lo menos, sentados la media hora que, como mínimo tarda en que llegue el Acabús.
El retraso de los camiones pertenecientes al sistema de Acabús ha sido una constante desde el inicio de su funcionamiento en 2016, pero sigue siendo útil para los acapulqueños, aún más en este periodo de emergencia por el que los empleos no se han restablecido al 100 por ciento, y al contrario, se han perdido.
Pasaron los minutos y los usuarios del Acabús revisaban su celular, platicaban con sus acompañantes o simplemente se asomaban a la avenida con la esperanza de que a lo lejos se pudiera ver una mancha roja, color de los camiones de este sistema de transporte.
Del otro lado de la estación de Las Anclas, uno de los puntos más importantes por la gran concentración de la demanda de transporte público, pasó un camión rumbo al Zócalo lleno de usuarios y otros 10 entraron de alguna manera.
A un costado de las máquinas de cobranza que están apagadas, se encuentra un anuncio de parte de la administración del Acabús que informa que el horario de servicio es de las 6 de la mañana a las 6 de la tarde.
Precisa: “si quieres abordar autobuses de la Ruta Troncal 3 (Coloso), debes transbordar a la Terminal Renacimiento, ahí inician y dan su recorrido por Las Cruces”.
El camión con dirección a Retorno llegó casi a las 3 de la tarde, y unas tres jóvenes, una vestida con el uniforme de enfermera, corrieron rápidamente para entrar de forma apresurada al camión del Acabús.
“Ya no alcancé”, dijo una señora mientras avanzaba a paso muy lento rumbo a la puerta que se le cerró con varios metros de distancia. Se equivocó porque esperó en la parte del andén que está destinado a los autobuses con dirección a la Garita.
No pasaron más de dos minutos cuando llegó otro camión del Acabús rumbo al Retorno, pero la misma usuaria, adulta mayor, ni intentó pararse de la banca porque sabía que no iba a entrar, pues apenas y dos jóvenes se introdujeron y quedaron en la orilla del autobús que estaba repleto.
Después del paso del huracán Otis el 25 de octubre, el sistema de transporte Acabús dejó de funcionar durante 8 días y el servicio se reanudó el 2 de noviembre con 27 autobuses y con el anuncio de que sería gratuito por la contingencia causada por el meteoro. Antes de ello, el costo del viaje era de 11 pesos.
Fue el 28 de abril que se intentó dar un nuevo impulso a este sistema de transporte con la incorporación de 25 camiones. En total, eran 90 camiones que formaban parte del sistema Acabús, según las cifras expuestas en el acto de relanzamiento encabezado por la gobernadora morenista Evelyn Salgado Pineda y el concesionario Fernando Ruano Bolaños.

 

Continúan las quejas de vecinos por la falta de agua en la zona suburbana del puerto

 

Daniel Velázquez

A más de un mes del huracán Otis, los servicios públicos en las colonias de la zona suburbana del puerto siguen con deficiencias. La mayoría de las quejas son por la falta de agua, aunque el servicio de luz sigue con apagones y cortes de hasta un día.
En el fraccionamiento Hornos Insurgentes hay servicio de luz y de internet, el agua potable apenas se restableció la semana pasada. Todavía hay basura en la avenida Solidaridad, las brigadas de limpieza ya retiraron la acumulación de basura que había desde el huracán afuera de la tienda Oxxo, cerca del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados Ignacio Manuel Altamirano (IIEPA-IMA).
En la colonia Palma Sola apenas el martes fueron a retirar los montones de basura acumulados desde el huracán, la colonia no tiene agua potable desde antes del huracán y a consecuencia del meteoro no funciona el alumbrado público.
En la ciudad continúan los abusos en el pasaje, principalmente en la zona suburbana. Los taxis colectivos de la ruta Coloso-Centro cobran 30 pesos, la tarifa oficial es de 20 pesos, sin que el gobierno estatal les sancione. Las Urvan de la ruta Vacacional-Aeropuerto han fijado su tarifa en 15 pesos, aunque la oficial es de 12 pesos. También operan con total impunidad.
El Acabús sigue siendo gratuito, pero restringido, sólo opera 12 horas de 6 de la mañana a 6 de la tarde y sigue con sus problemas de origen, tarda en pasar, los autobuses van llenos y en las estaciones hay largas filas para subir.
Por las noches no hay transporte público y la vida en la ciudad prácticamente acaba a las 7 de la noche y después sólo vehículos particulares circulan por las avenida.
En la colonia La Popular, en la calle cerrada de Lerdo de Tejada no hay agua, cuentan con energía eléctrica y ya se llevaron la basura.
En la colonia Héroes de Guerrero tampoco tienen agua. El problema, relató un vecino, es que después del huracán se robaron los cables y por esa razón no se puede bombear del tanque a la colonia.
De la colonia Plan de Ayutla, que está por la Vacacional, una vecina se quejó de que el agua llega cada 15 días y por un par de horas, lo que no es suficiente para llenar los tinacos. Señaló que falta la recolección de basura, que ya empezaron a retirar los escombros, pero todavía hay muchas calles con basura.
De la colonia El Rastro, una vecina dijo que no tienen agua desde el huracán y tienen que comprar pipas hasta en mil 400 pesos, cuando antes de Otis costaban de 700 a 800 pesos. Dijo que en la calle Amín Zarur no han ido a recoger la basura, que hay montones. De El Coloso, un vecino de Las Torres también se quejó de que no hay agua y que tienen que comprar por tinacos.
De la colonia Los Manantiales, una vecina se quejó de que el servicio de luz es inestable y que se corta a veces unas horas y otras hasta un día, que cuando lo reporta a la CFE, le dicen que son los papalotes los que ocasionan las fallas.
De la colonia Mártir de Cuilapa una vecina dijo que los del censo se equivocaron en la dirección, que le pusieron colonia Emiliano Zapata y por esa razón no pudo cobrar el apoyo de limpieza.
Todos los vecinos fueron consultados mientras hacían fila, afuera del tráiler park El Coloso, en espera de recibir una despensa de Club Rotary Anahuac Tacubaya.
Algunos coincidieron en que ellos se han enfermado del estómago y que también hay casos de dengue en sus colonias.

 

En distintos hechos, asesinan a balazos a dos hombres en la colonia Las Cruces

Dos jóvenes, uno de ellos vestido de mujer, fueron asesinados a balazos ayer en la mañana cerca del distribuidor vial de la colonia Las Cruces, en la zona suburbana.
El primer hecho, informaron fuentes de Seguridad Pública, fue reportado al número de emergencia 911 a las 6:30 de la mañana, frente al sitio de taxis número dos que se encuentra en el bulevar Lázaro Cárdenas, y cerca de la zona de bares de Las Cruces.
La víctima, un hombre, tenía unos 35 años de edad y vestía ropa de mujer: huaraches café, una blusa de colores y una falda negra corta, y recibió varios balazos.
Una llamada alertó que se habían escuchado varias detonaciones de arma de fuego y en el pavimento quedó el cuerpo. Allí se localizaron tres casquillos percutidos calibre .9 milímetros.
Policías acordonaron el lugar y después de que los agentes periciales llevaron a cabo las diligencias, se ordenó a los trabajadores del Semefo que levantaran el cuerpo.
El otro hecho ocurrió casi a la misma hora y cerca del primero, pero en el bulevar Vicente Guerrero, y el cuerpo quedó frente a la puerta del Conalep.
La víctima, un joven de unos 25 años, vestía un pantalón de mezclilla, unos huaraches rojos, una playera y se le apreciaba heridas de bala en la cabeza.
En el lugar las autoridades periciales encontraron seis casquillos percutidos de arma de grueso calibre conocida como Cuerno de Chivo.
Después se ordenó que trabajadores del Semefo levantaran el cadáver y lo llevaran a las instalaciones, donde se encuentra en calidad de desconocido. (Redacción).