Es preocupante que la delincuencia organizada tenga presencia en 30 municipios: Grupo ACA

Karina Contreras

El presidente del Grupo ACA, Rodrigo Reyes Rodríguez, dijo que es preocupante que la delincuencia organizada tenga presencia en 30 municipios del estado y destacó que la estrategia tiene que revisarse porque en estos “momentos el tema es muy complicado en Guerrero”.
Destacó que es muy preocupante porque en muchos de los municipios las autoridades han sido rebasadas por parte de la delincuencia organizada y “creo que se debe analizar de fondo el tema. Esta Mesa de Coordinación de la Paz hoy en día creo que debe fortalecer el tema de seguridad pública. En Acapulco podemos poner un ejemplo, el C5 está obsoleto, en la Ciudad de México cuando ocurre un delito se le da persecución del delincuente a través del C5 y se logra el objetivo. Sin embargo, hoy vemos que se cometen delitos de alto impacto y no hay una persecución como tal y no hay una investigación”.
Añadió que la Fiscalía estatal “no tiene estrategia de cómo poder erradicar o venir a investigar para efecto de que imparta justicia o vaya ante los tribunales correspondientes al detenido, pero no vemos detenciones en flagrancia como tiene que hacerse cuando hay delitos de alto impacto como son los homicidios. No está funcionado la estrategia para que en nuestro estado siga en estado de derecho”.
En declaraciones a reporteros, Reyes Rodríguez manifestó que en todo México se está viviendo una ola de violencia y es muy preocupante porque, “cuando vemos que ya la violencia viene a afectar a los que presiden o dirigen las instituciones públicas, las de un estado de derecho, es muy preocupante. Yo creo que como estado debemos analizar esa estrategia pública que tenemos para poder prevenir, erradicar lo que es la violencia en el estado, porque hoy en día creo que es un factor principal de que la economía no va bien en el estado”.
Manifestó: “Ya lo hemos dicho que el estado de Guerrero, a través de esta mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, que ha dado nulos resultados, creo que es el momento que analice a fondo las estrategias para poder cambiar y sean estrategias específicas de acuerdo al tema de delincuencia que tenemos en nuestro estado porque las autoridades y los indicadores han dicho que efectivamente el estado de Guerrero no existe una delincuencia como tal del crimen organizado, sino son células delictivas que están a nivel estatal y, sin embargo, creo que perjudican mucho el tema de la economía, pero lo más grave es la vida de los ciudadanos”.
Dijo que han visto que han incrementado los homicidios en Guerrero y en el país y “entonces es muy preocupante el tema porque hoy en día vemos que incluso los que están encargados de procurar la justicia vemos que han sido homicidios claves, y luego entonces debemos ver qué futuro nos espera con el tema de justicia o el tema de seguridad pública en nuestro estado. Todos sabemos que el tema de seguridad es muy relevante para efecto de tener esa paz social que tanto requiere Guerrero, sin embargo, si no se analizan a fondo esas estrategias de seguridad pública creo que va a haber nulos resultados”.
“Es momento que la gobernadora, Evelyn Salgado, se siente con esta Mesa de Coordinación. Lo más importante la coordinación entre los órdenes de gobierno, donde hemos visto que han mandado más elementos, pero no es suficiente porque tiene que haber una estrategia efectiva y tiene que haber inteligencia para poder ir de fondo a lo que esta ocasionando hoy en día lo que es la inseguridad en todo el estado”.
Sobre las declaraciones del secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, de que el crimen del delegado de la Fiscalía General de la República, Fernando García Fernández, es una reacción violenta a las detenciones y consignaciones importantes que se han hecho en la entidad, el también abogado dijo que no lo cree así, que lo ve como un “tema aislado”, pero “creo que si no se previene, no se atiende en un futuro, eso traerá consecuencias graves para efecto de que nuestro estado no esté en esa paz que tanto requerimos”.

 

La expansión de la FM en el estado evidencia el fracaso de la estrategia de seguridad, advierten

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El diagnóstico del gobierno del estado que revela que 30 municipios de Guerrer (de los 85 a partir de este año), están controlados por el grupo delictivo La Familia michoacana, indica que el crimen organizado va al alza y el gobierno “en picada”, por no ir al fondo del problema, opinó el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (Tlachinollan), Abel Barrera Hernández.
En tanto que el director del Centro de Derechos de las Víctimas Minerva Bello (Centro Minerva Bello), Filiberto Velázquez Florencio, declaró que los espacios que controla el crimen organizado en el estado son los vacíos que van dejando las autoridades, y opinó que sólo mediante la organización de los pueblos se podrá recuperarlos.
En el mapa de la Secretaría de Seguridad Pública del estado denominado Presencia de La Familia Michoacana (FM) y su avance con aliados (La Bandera, Los Ardillos, Cártel del Sur, Los Maldonado), publicado en El Sur en su edición de este martes, revela que 30 municipios del estado ya están controlados por la FM.

El Ejército como recurso de AMLO no funcionó: Barrera

Entrevistado por teléfono, Barrera Hernández declaró que el avance del crimen organizado es porque las estrategias de seguridad se desarrollan al margen de la sociedad, “la sociedad ha quedado al margen, está inerme y no se atienden sus reclamos”.
Para el activista, el avance de la delincuencia organizada en la entidad se debe, además, a que el modelo de seguridad aplicado en Guerrero desde hace décadas no ha dado resultado porque no se va al fondo del asunto.
Dijo que no se están tomando en cuenta los factores que dan origen a la crisis de la violencia y que los pactos que hubo entre grupos policiales, autoridades municipales y estatales con los jefes del crimen organizado hicieron crecer la economía criminal por la pobreza, el desempleo y la falta de servicios básicos.
Indicó que ahora que se busca corregir el problema desde la visión del presidente Andrés Manuel López Obrador con el Ejército en las áreas de seguridad pública no está generando sinergia entre los funcionarios e instituciones con la sociedad.
Añadió que, por el contrario, las estrategias de seguridad que se acuerdan en las mesas de paz se acuerdan sin la participación y, aún más, a espaldas de la sociedad, “entendiéndola como enemiga”.
Barrera Hernández, opinó que las instituciones por si solas no van a poder resolver el grave problema de seguridad, y añadió que primero se tienen que arrancar de raíz los intereses de los criminales que todavía subyacen dentro de las instituciones de seguridad y de las fiscalías.
Indicó que el problema es que dejaron crecer a los grupos de la delincuencia, al grado que en varias regiones son ellos el poder factico, “como dicen los mismos funcionarios en 30 municipios tienen el control y estamos hablando que más del 30 por ciento de los municipios de Guerrero están en manos de la delincuencia”.
Añadió que la preocupación es cuanto más va a subir en este proceso electoral, porque el crimen va a la alza y el gobierno en picada, en términos de que no está respondiendo a los reclamos de la sociedad, no le responde a la gente más desamparada, a las víctimas, a los colectivos, a las organizaciones que demandan mayor atención.
Barrera Hernández dijo que de parte de las autoridades estatales no han empatía con la sociedad, “hay un pique hacia debajo de parte de las autoridades, no se está ganando la confianza, al contrario, hay un alejamiento y un repliegue de la población ante la inacción de las autoridades”.
Declaró que, en efecto, en esos municipios que controla el crimen organizado es el poder real que socavan a las instituciones y es lo que ocasiona que la gente se sienta temerosa y desmovilizada porque sabe que cualquier movilización implica riesgo.
“Se ha colocado a la sociedad contra el paredón por estos pactos con los criminales que se han dado y se siguen dando; por un lado se truncan y por el otro se restablecen por la telaraña que hay dentro de las instituciones, sobre todo en el ámbito municipal que está colapsado por el crimen organizado”, declaró.
Indicó que en estos lugares las autoridades se han replegado y están dejando libre el espacio que deben de ocupar, “dejan un vacío de autoridad, de monitoreo y de presencia”.
El director de Tlachinollan explicó que en las regiones donde controla el crimen accionan sus armas para poner en orden a quien se le atraviese en el camino, y explicó que por eso están ocurriendo los asesinatos contra policías y funcionarios de procuración de justicia.
“Ahí están los hechos violentos que hablan del empoderamiento del crimen y de que hay zonas grises donde no controla la autoridad, porque son regiones o municipios del crimen organizado”.
Añadió que si en estas regiones hay funcionarios que les están siendo disfuncionales o están viendo que no hay una coordinación para sus intereses, pues van a actuar”, por eso dijo que el ambiente que se vive en Guerrero está sofocado por la violencia.
“Ya Guerrero no tiene ninguna protección de nada, los ciudadanos no saben a quién acudir, a quien asirse, ya ni la casa es recinto donde uno puede estar seguro, se han dado casos que hasta en el mismo domicilio se atenta contra la vida”.
Subrayó que los crímenes contra policías y funcionarios de seguridad también tienen que ver con el rompimiento de pactos, “el resquebrajamiento de estos pactos que había entre el poder político y los grupos de la delincuencia están ahora generando estos crímenes”.
El defensor de derechos humanos pidió que haya un replanteamiento de las estrategias de seguridad y blindarse con la sociedad, que es la que sabe cómo, donde operan y los puntos rojos que se tienen que atender.
Declaró que la población es el insumo principal para diseñar una estrategia de seguridad en coordinación con la sociedad civil, y puso como ejemplo el modelo de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).

Los pueblos se acostumbraron a cohabitar con el crimen, alerta el padre Velázquez

Por su parte, el presbítero Velázquez Florencio, del Centro Minerva Bello, declaró que el control del territorio de los grupos delictivos habla de la ausencia de las autoridades, “puesto que si están ellos (la delincuencia) es porque no había autoridad y ellos llenaron el vacío”.
Para el sacerdote son un flagelo para el pueblo, aunque a veces se acostumbre a cohabitar con este tipo de grupos delictivos, que a veces pudieran ser más efectivos que las estrategias de las instituciones de seguridad”.
Sin embargo, reprochó que eso hace que la impunidad prevalezca y actúan como quieren porque saben que no les van a hacer nada.
Opinó que ante el problema lo único que le queda a la población es concientizar su realidad y unirse para buscar juntos una alternativa, y citó el ejemplo de Cherán, Michoacán, donde el pueblo decidió organizarse y el resultado ya está ahí.
“La respuesta la tiene el pueblo, pero debe ser un pueblo consiente socialmente, lamentablemente con los programas clientelares que existen difícilmente se forman conciencias. “solamente, se llenan panzas lombricientas, pero no pueden llenar mentes que puedan liberarse de este flagelo de la violencia y que es auspiciada por el propio Estado por su ineficiencia y su incompetencia”, dijo.
En tanto, explicó que los asesinatos de los funcionarios de procuración de justicia y policías no son aislados, “es una situación que muestra el poder que tiene el crimen organizado para poder ejecutar a plena luz del día, demuestra que tiene el control de las calles, ya no digamos de todo el comercio”.
Lamentó: “No sabemos cuál va a ser el límite, ya tuvimos muchos límites, y no sabemos qué límite quiere el Estado para que salga a afrontar de manera integral estas situaciones”.