Crearán Acnur y Unicef brigadas de salud mental para mitigar los efectos emocionales

Ramón Gracida Gómez

La Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y la organización de Atención Psicológica en Desastres (Apside), capacitarán a sicólogos y voluntarios para realizar brigadas de salud mental en colonias periféricas de Acapulco y mitigar los efectos emocionales tras el paso del huracán Otis.
Cristina Blanco Organista, encargada del área de salud mental de la organización Guerrero es Primero, aseguró que después de la atención de las primeras necesidades de asistencia de los damnificados, es momento de atender las condiciones de afectaciones por salud emocional.
Explicó que la formación está dividida en tres fases: la primera es la contención, la segunda es la capacitación y por último la intervención. Los sicólogos y los no sicólogos tomarán el curso de forma separada, pero en el primer día, que es el próximo lunes, trabajarán juntos.
En esta parte de contención se podrá ver “emocionalmente cómo se encuentran los voluntarios que van a participar y que ellos mismos, a partir de esta intervención, puedan valorar si están en condiciones de atender a la población o requieren ellos mismos una atención emocional para ofrecérselas también”, expuso Cristina Blanco.
Indicó que la formación para psicólogos será impartida por la organización Apside, que tiene un programa de atención sicológica en situaciones de emergencia y con una larga experiencia en México y América Latina, y puso de ejemplo la atención que ofrecieron a mexicanos que estuvieron en los atentados de las Torres gemelas en Nueva York, Estados Unidos, en septiembre de 2001.
Son dos protocolos que serán ofrecidos a psicólogos, el primero consiste en intervenciones en situaciones de desastre y se llevará a cabo el próximo martes en dos sesiones, de 10 de la mañana a 2 de la tarde, y la segunda de 3 a 5 de la tarde.
El segundo protocolo es de sicoterapia breve en situaciones de desastre y se impartirá el miércoles de 10 de la mañana a 2 de la tarde, y de 3 a 7 de la tarde.
Los voluntarios que no son psicólogos- tendrán el martes una sesión de capacitación con Acnur de 10 de la mañana a 2 de la tarde, y al día siguiente con Unicef en el mismo horario.
“Estamos muy contentos de poder ofrecer a las organizaciones, a la gente que tiene ganas de hacer algo, para atender ahora ya que estamos en posibilidad de atender las condiciones de afectaciones por salud emocional”, dijo Cristina Blanco, psicóloga de profesión.
Debido a que ya se están atendiendo las primeras necesidades de asistencia de los damnificados, agregó, “ahora creemos que es momento de entrar al tema de salud mental y creo que ésta es una buena manera de, no solamente contar con la intención y la buena intención de los voluntarios, sino con el apoyo de los expertos para hacerlo de una manera eficaz, que realmente ayuda a la mitigación de los efectos emocionales que nos ha dejado Otis”.
Después de la capacitación, se formarán grupos de trabajo para atender la salud mental de damnificados en las colonias de las “zonas más periféricas”, dijo la integrante de la red Guerrero es Primero, que articula a distintas organizaciones locales, nacionales e internacionales.
Cristina Blanco mencionó que la Iglesia Católica es su aliada para llegar a las colonias y “a lugares y espacios seguros, y ahí se pueda realizar la intervención. Una vez que se realice la intervención, regresamos a la contención para poder mantener cíclicamente qué funcionó, qué no funcionó, cómo se encuentran nuestros voluntarios, quién más se suma”.
La sicóloga explicó que realizarán una intervención “prolongada, a largo plazo, hasta que logremos ir abarcando todo el territorio o la mayor cantidad de territorio, siempre también considerando que contamos con otros actores que ya están haciendo algo, no somos los únicos”.