Paran maestros de un bachillerato en Tlapa; exigen la salida de docentes por usurpación

Profesores del Centro de Estudios de Bachillerato 72 Ignacio Comonfort Ríos, de esta ciudad, iniciaron un paro laboral indefinido para exigir la salida inmediata y definitiva de los profesores Rafael Mastache Capos, Óscar Javier Peláez Moran, Édgar García López y Margarito Ibáñez Román, a quienes acusan de usurpación de funciones, falta de rendición de cuentas y transparencia.
En el plantel laboran más de 70 docentes que exigen una auditoría, incremento de horas al personal docente basificado y de mayor antigüedad, de acuerdo con el perfil académico; asignación de funciones al personal administrativo según la clave que tienen; basificación de personal administrativo y de apoyo de acuerdo con la antigüedad y regularización de prestaciones de seguridad social a personal de nuevo ingreso.
Los docentes en un comunicado explican que sus problemas laborales son de años, pero se agudizaron en los últimos y en el periodo del director Rafael Mastache, que lo ostentó por 13 años y que dejó el pasado agosto de 2017 de manera oficial, pero en los hechos usurpa las funciones al manipular a la persona encargada.
El texto menciona que realizaron las peticiones de manera legal, por la vía de las instituciones y jerarquías escolares en sistema educativo, pero no les dieron ninguna respuesta desde hace 10 meses, que la falta de director les empezó a afectar ya que el subdirector no tomaba decisiones y por eso iniciaron su paro laboral indefinido.
El cierre de la escuela inició a las 7 de la mañana, cuando ingresan los más de 2 mil 500 alumnos inscritos en el nivel medio superior, por lo que al mediodía se realizó una reunión con padres de familia que acudieron al plantel al norte de esta ciudad.
Ahí detallaron los cuestionamientos sobre la falta de transparencia en los recursos que entran al plantel, como el que cobren 400 pesos por inscripción y expiden un recibo oficial de 200 pesos; el cobro de fichas de admisión y certificados sin dar recibos; además, que no hay información sobre las cooperaciones “voluntarias” de los padres.
En lo laboral, dijeron que el profesor Rafael Mastache Campos usurpa la función de director, cuando el cargo lo dejó desde agosto de 2017, hace 10 meses, pero sigue fungiendo como tal, manipulando al subdirector Óscar Javier Peláez Morán.
Además de condicionar al personal que está de contrato y dar preferencia a algunos alumnos y personal directivo, en las normas disciplinarias de la escuela, y la más reciente arbitrariedad es que Mastache Campos interpuso una demanda civil contra cinco trabajadores.
Responsabilizaron a Mastache Campos, Peláez Morán y García López de cualquier tipo de represalia en contra de los paristas, sea laboral, moral o física con ellos o sus familiares.
Los padres de familia que asistieron al plantel formaron un comité temporal, para respaldar las peticiones de los profesores y que ellos también diseñarían sus medidas para exigir la solución pronta, como salir a tomar carreteras si no hay respuesta en 24 horas. (Antonia Ramírez / Tlapa).

 

En proceso, una auditoría para descubrir anomalías en el Acabús, dice Simón Zamora

 

El presidente del Consejo de Administración de la Coordinadora Acabús, Simón Zamora García, informó que está en proceso una auditoría interna para encontrar las anomalías en este transporte.
Insistió en que el déficit de 30 millones de pesos no es por exceso de trabajadores administrativos ni por el robo del combustible, e insistió en que el problema financiero se debe a la gratuidad de los tres meses, lo que tiene que ser subsidiado por el gobierno del estado.
En una llamada a la Redacción de El Sur, el trasportista aseguró que ya hay una demanda penal por el robo de combustible contra el secretario del Consejo de Administración del Acabús, Jonás Vélez Peláez.
Indicó que está en proceso la auditoría para encontrar desvíos de dinero por parte del tesorero Ricardo López Ocampo, y en caso de encontrarse también se iniciará una demanda en su contra.
Respondió que los socios son enviados por la directora del OPD, Silva Zapata López, y “su futuro es incierto, ya que atenta con las fuentes de empleo de los trabajadores”.
Explicó que la chequera no está a su arbitrio y como toda empresa anónima tiene sus gastos de oficina, pero que no tiene fondos porque la directora del Acabús no ha depositado dinero.
Simón Zamora detalló que el pasado 10 de agosto, el tesorero del Consejo de Administración del Acabús, Ricardo López Ocampo, dejó de trabajar porque ingresó Crescencio Díaz Soria, el 6 de agosto; “dejó su responsabilidad sin hacer una entrega a la asamblea general”.
Añadió que la renuncia en el OPD del Acabús de Ricardo López no tiene valor, “él incurrió en una falta que se puede convertir en penal, en caso de arrojar un faltante la auditoría interna se va a proceder a una demanda”.
Agregó que ya se integró una demanda contra el tesorero Jonás Vélez Peláez por robo de combustible, porque, dijo, él tiene las llaves de los tanques de la gasolina de los camiones, e incluso él recibió parte de la flota y luego “se convirtió en un aviador”.
Zamora García reconoció que algunos choferes capacitados de las rutas alimentadoras robaron combustible en garrafas pero fueron despedidos, “eso se controló, fue cosa mínima”.
Mencionó que en el caso del comisario Nelson Ríos, éste dejó de trabajar en el Acabús y se dedicó a atender su negocio de lavanderías; “yo fui al OPD para que le quitaran su salario, al igual que a Judith Radilla, ambos querían ser aviadores, por eso su molestia”.
Indicó que antes pidió al OPD del Acabús una revisión de las áreas para descartar a aviadores, “pero no lo hizo porque no existe eso”, y recalcó que el Consejo de Administración trabaja bajo los parámetros del título de concesión.
Explicó que están destinados 90 administrativos, pero tiene 80, mientras que los choferes deben ser 339 pero hay 325, 14 menos, y que los gastos en nómina tienen que ser de 4 millones 4 mil pesos pero son de 4 millones, “estamos trabajando de una forma transparente”.
El presidente del Consejo de Administración de la Coordinadora A cabús reconoció que tiene a familiares en la nómina, pero justificó que ellos eran socios de las extintas Maxirutas, e incluso los primeros 60 trabajadores son los dueños de los camiones, entre ellos el hermano de Judith Radilla, “somos puros transportistas, nosotros no queremos que vengan personas de fuera a hacer nuestro trabajo”.
Indicó que ya reinstaló a los 54 choferes despedidos por la directora Silvia Zapata, porque se basó en el parámetro de título de concesión, “en un acto de apoyo a los choferes, no fue ni un show ni nada”.
Insistió en la destitución de Zapata López porque “atenta contra la fuente de trabajo de los empleados”. Dijo que siguen en la idea de plantarse hoy en la Casa Guerrero.
El pasado viernes, los socios mayoritarios del Acabús denunciaron que Zamora García montó un “teatro” con los supuestos choferes despedidos, porque la directora del OPD, Silva Zapata López, le redujo los gastos.

 

 

Una ciudadana inconforme demanda al Ayuntamiento por anomalías en construcción

 * Juárez Soto hizo caso omiso del problema

La ciudadana Gala Kattain Duchateau demandó a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas por permitir la construcción de un edificio junto a su casa a pesar de tener diversas irregularidades, como exceder el número de pisos, la construcción de ventanas hacia propiedad privada y no tener la suficiente separación entre la edificación y su propiedad, ubicada en el fraccionamiento Condesa en calle Punta Bruja, número 13,

La demandante explicó que ya presentó una demanda en contra del Ayuntamiento, aunque no precisó los detalles de la misma.

Kattain Duchateau mostró la licencia de construcción otorgada el 18 de diciembre de 2002 a José Domingo Zamora Arrioja, propietario del edificio en construcción, para recordarle que son ocho los departamentos divididos en cuatro niveles los que tiene permitido edificar, “y son ocho pisos los que están en construcción”.

Además, entregó copia de la constancia de uso de suelo del terreno donde se efectúan las obras, en el documento se constata que el coeficiente de ocupación del suelo era del 10 por ciento, y debía existir un 90 por ciento de área libre en planta baja, sin embargo. ésta ocupa el 15 por ciento.

El edificio en construcción tiene las ventanas hacia una cancha de tenis, también propiedad de la familia de Kattain Duchateau, además, la azotea de la edificación está pegada a la casa de la denunciante.

Mencionó que en agosto de 2003, el alcalde Alberto López Rosas efectuó un recorrido por el fraccionamiento junto al titular de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, Jorge Juárez Soto, quien recomendó a la víctima hacer “una investigación a fondo de la situación de la obra, y si incurría en alguna irregularidad él la demolería”.

Kattain Duchateau previó para hoy una reunión con la secretaria general del Ayuntamiento, María de la Luz Núñez Ramos. “Por parte de ella he visto buena voluntad, tengo esperanza, para tratar de solucionar esta situación”, pues ante las indiferencias de Juárez Soto ya no quiere tratar su problema con él, pues simplemente “no resuelve nada”. (Magdalena Cisneros).