Protestan en Acapulco ante la sede del INM por muerte de migrantes en Juárez

Argenis Salmerón

Integrantes de organizaciones sociales y religiosas protestaron en la sede de Acapulco del Instituto Nacional de Migración, en el fraccionamiento Costa Azul. Pidieron al gobierno federal garantizar el acceso de salud y facilitar las gestiones necesarias para las familias afectadas del incendio del 27 de marzo en Ciudad Juárez, donde murieron 39 migrantes.
El sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, realizó una ceremonia religiosa y encendieron un cirio afuera de la oficina del INM.
Solicitaron adelantar el proceso de identificación y entrega de los cuerpos a las familias bajo los altos estándares de los derechos humanos.
Exigieron que se asuma los costos de repatriación de los cuerpos de personas fallecidas e investigar los hechos ocurridos e identificar a los funcionarios responsables.
Pidieron la destitución e inhabilitación del titular del INM Francisco Garduño Yañez.
El sacerdote y director del Centro Minerva Bello, José Filiberto Velázquez Florencio, aseguró que el INM asesinó a los migrantes a Ciudad Juárez el lunes pasado y que los agentes no están capacitados para brindar una atención humanitaria.
Expresó que lo ocurrido el 27 de marzo en la estación de Ciudad Juárez, es reponsalidad de gobierno federal, y la situación refleja la ausencia de protocolos.
Añadió que no hay una política de estado que garantice los derechos y protección a personas migrantes, “son el resultado de una serie de omisiones por parte de la autoridades encargadas y la ruta de evacuación y tipo de siniestros”.
Se quejó que las autoridades manejan como un alojamiento o albergue para para evitar la responsabilidad de detención o privación de las estacias respectivamente.
Reclamó que el INM categoriza los diferentes espacios con diferentes nombres pero la finalidad “es la misma, privar de la libertad a las personas en situación de movilidad”.
Criticó que los migrantes están en las sedes del INM incomunicados y encerradas con candados, “es especular y revictimizar y hacemos un llamado a no desinformar”.
Dijo que ha visitado la estancia de Acapulco “y pudimos constatar que son cuartos con herrería como si fuera una cárcel y ustedes se dan cuenta que el edificio no tiene los más mínimos estándares de seguridad para desalojar en una situación de emergencia”.
Velázquez Florencio pidió que cada estación migratoria del país debe cerrarse, “no vamos a dejar decir que fue el Estado”.
A la actividad asistieron estudiantes de la normal de Ayotzinapa, además de trabajadores de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Hu-manos (Codehum).

 

Termina foro sobre desaparición forzada; acuerdan impulsar una agenda común

A pesar de que viven en contextos distintos y tienen diferentes procesos de lucha, familiares de personas desaparecidas de varios estados de la República establecieron acuerdos para empujar una agenda común, ayer en el segundo día del foro sobre desaparición forzada Contra el dolor y el odio, un grito de esperanza, organizado por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan.
Luego de participar en tres mesas temáticas en la Casa Diocesana Villa Lucerna, los representantes de organizaciones de Guerrero, Coahuila, Sinaloa, Michoacán y Querétaro coincidieron en que los familiares deben buscar prioritariamente vivos a los desaparecidos, sin dejar la búsqueda en fosas o a través de las instituciones como cárceles, servicios médicos forenses o centros de rehabilitación.
Además ser la punta de lanza para presionar a las autoridades a darles resultados, y tomar en cuenta que existe el terrorismo de Estado, por lo tanto los buscadores deben cuidarse y respetar los códigos de seguridad en su vida cotidiana, “nos guste o no”.
De las búsquedas, los de mayor experiencia recomendaron entender el contexto de los distintos escenarios, pues no son las mismas condiciones en la costa, la montaña o el desierto, y para la articulación de los movimientos del norte, el centro y el sur del país, considerar todas las medidas al alcance que puedan aprovechar.
Concluyeron que es necesario conocer las leyes y sus derechos como familiares para hacerlos valer y dar acompañamiento, ser conscientes de los derechos no es el fin sino una herramienta, y no permitir más discriminación, que no ha sido es exclusiva de las familias indígenas y de la montaña, aclaró una activista de Sinaloa.
De las características de cada entidad, identificaron que hay un trato diferente de algunas autoridades en estados del norte con los movimientos de desaparecidos, respecto a los del centro y el sur del país.
Señalaron que mientras en el norte los movimientos han tenido más apoyo, asesoría de las instituciones “tal vez por su lucha”, en el sur los colectivos están relegados, hay negligencia de atención jurídicas y de servicio social, no hay respeto a su dolor.
Propusieron seguir organizándose para intercambiar información y crear redes de apoyo, como ocurrió en este foro, para compartir y cubrir espacios donde sus brazos y sus pies no alcanzan, incursionar en redes sociales para mantener la comunicación, para que la población se dé cuenta que están trabajando y de las dificultades que enfrentan.
Del Centro Diocesano para lo Derechos Humanos Fray Juan Larios de Coahuila, Blanca Martínez, precisó que si en su estado lograron sentar al gobernador con el movimiento de personas desaparecidos, se debió a la presión que ejercieron los familiares, pero mañana nada les garantiza que sigan en la misma mesa.
Otra de las activistas agregó que recibir apoyo del Estado no implica que van a dejar la movilización, al contrario, siguen haciendo plantones en el Palacio de Gobierno y en la Fiscalía cuando es necesario.
Del colectivo de Chilpancingo, Padres y madres de desaparecidos asesinados y secuestrados de Guerrero y del país, se insistió en analizar que los apoyos no sean compromisos con las autoridades.
En general insistieron en la necesidad de priorizar siempre la búsqueda en vida, en que las autoridades tienen responsabilidad de dar con el paradero de las víctimas y que los familiares deben comprender los contextos de cada estado, incluso de los grupos del crimen organizado.
Una mujer guerrerense opinó que las autoridades en todos los estados de la República son apáticas, pero aquí “la violencia se va haciendo tan normal que a nosotros los guerrerenses no nos importa si nos avientan un muerto ahí, somos indiferentes en el sur, y el gobierno no mete las manos por nadie, y cuando el gobierno habla con los líderes los centavea”.
Una adulta mayor del colectivo Siempre Vivos de Chilapa señaló que “es tiempo de armarnos de valor y ponerle interés al trabajo y a la lucha, tenemos que ir dando los pasitos. Nos tenemos que ir organizando y ver que todos somos importantes en el colectivo. No tenemos los avances que en el norte, pero creo que podemos hacerlo”.
Enseguida, el director del Centro Tlachinollan, Abel Barrera mencionó que en esta búsqueda de familiares desaparecidos “el piso es disparejo, y en este piso ¿cómo podemos tener una plataforma común de lucha desde nuestros diferentes espacios, rincones?, y ¿cómo enlazarnos en la medida que dan nuestras fuerzas?”.
Otro activista confirmó que hay muchas diferencias entre el norte y el sur, “la ventaja que tenemos (en Coahuila) es que es el único estado en que nos apoya el gobernador, por eso hemos abierto muchísimas puertas, recomiendo a las colectivos que recurran a organismos de la ONU y al señor que se prestó a venir ayer de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (el presidente Luis Raúl Gonzalez), ellos pueden tener influencia con senadores y diputados, y todas aquellas autoridades que pudieran ayudar a que se vea la gran cantidad de personas desaparecidas”.

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

La consigna que dio aliento a las participaciones del foro fue retomada por la madre de uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, María de Jesús en su mensaje.
Dijo que las autoridades primero dijeron que sus hijos estaban en una fosa, luego que el grupo de narcotraficantes Guerreros Unidos los había matado y quemado en un basurero, y cuando la versión del basurero fue desechada por expertos independientes, en las calles, muchas personas les dijeron “sus hijos ya están muertos, por qué los andan buscando, ustedes ya recibieron dinero del gobierno, ¿quieren más?”.
Aclaró que no recibieron nada y seguirán buscando a sus hijos con vida, porque desde el principio saben que “policías del narcogobierno” los agredieron y se los llevaron.
“Nos dimos cuenta cómo fueron perseguidos, balaceados cobardemente, supimos cómo les echaron gas lacrimógenos a los que iban en el autobús 1531 frente al Palacio de Justicia, cómo los bajaron, cómo los golpearon. De 15 a 20 jóvenes que tenían bocabajo sin playera porque los estaban golpeando, ¿y todavía el gobierno criminaliza a nuestros hijos?”.
Al menos este grupo fue llevado rumbo a Huitzuco con El Patrón, un personaje que no ha sido identificado en tres años de investigación, porque el Estado no tiene voluntad de esclarecerlo, mencionó.
“Cuando gritamos la consigna donde quiera que vamos es un grito de indignación, de preocupación, para que todo el mundo escuche y nuestros hijos sepan que seguimos en pie de lucha”, expuso.
Una joven mujer del colectivo Siempre Vivos de familias nahuas de Chilapa y Zitlala tomó el micrófono para decir que sí tienen miedo, porque en la zona donde viven hay grupos delictivos operando, “y sí sabemos quienes son”.
Dijo que de inicio pensó que el gobierno los iba a ayudar, y al tiempo comprendió que son las organizaciones las que empujan la demanda de presentación y búsqueda de los desaparecidos, “no debemos andar solitos, lo vamos a lograr en colectivo, me lo llevo muy claro, y me llevo (el ejemplo) de las compañeras de Coahuila que están buscando en fosas clandestinas. Desconocía (ese tipo de búsqueda), tengo una esperanza de que los vamos a buscar vivos, primordialmente, pero en México están apareciendo muchas fosas y podría estar del otro lado también”.
“Sé que hay muchas familias que piden justicia, que queremos a nuestros desaparecidos vivos. ¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!”.

Las Rastreadoras del Fuerte, Sinaloa

Una activista de colectivo Rastreadores del Fuerte y zona norte de Mochis, Sinaloa, informó que tienen una oficina de gestoría, y acaban de concluir una campaña para recopilar muestras de ADN de familiares de personas desaparecidas, “muchos padres no se acercan a dar el ADN por miedo a amenazas”.
Aclaró que ellos tienen camionetas de resguardo y el acompañamiento de la prensa, “me da pena escuchar que ellos no tienen apoyo por acá, son sentimientos encontrados, pero ahí estamos para compartir cómo nos podemos apoyar”.
Una joven de Querétaro señaló que el dolor es el mismo, y en su estado de los de menor incidencia delictiva están desapareciendo personas.
Destacó que “los padres de los 43 alumnos desaparecidos lograron que a nivel internacional se reconociera la desaparición forzada en México”, lo que les dio ánimo para comenzar su propio camino.
Ahora todas las familias buscan de todas las formas, en vida, en fosas, en papeles, “y las instituciones no deben quedarse fuera, eso hizo el norte, reconciliarse con los gobernantes en el trabajo. No somos amigos, pero tenemos que ser colaboradores para la búsqueda”.
En un pronunciamiento final firmado por 25 organizaciones y colectivos exigieron la aprobación de la Ley General de Desaparición Forzada y Desaparición de Particulares, pues reconocen en ella las contribuciones de los familiares, sienta las bases para alcanzar la justicia, para dar con el paradero de sus seres queridos, develar la verdad, obtener reparación integral y evitar más desapariciones.
Pese al dolor refrendaron “la voluntad firme de vencer el muro de la impunidad, transformar el momento trágico que enfrenta el país, hacer posible la construcción de un México en que nadie padezca el sufrimiento que hoy nos aqueja y conservar viva la llama de la esperanza”.

 

Encuentra la CNDH que en cárceles de Guerrero los presos tienen funciones de autoridad y cobran

 

El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señaló 189 situaciones de riesgo, para prevenir la tortura y el maltrato en lugares de detención e internamiento (cárceles y albergues) que dependen del gobierno y de la Fiscalía General del Estado de Guerrero, en su informe de anual de actividades 2016.
Además señaló 150 situaciones riesgo en cárceles municipales de Acapulco, Atenango del Río, Buenavista de Cuéllar, Chilapa de Álvarez, Chilpancingo de Los Bravo, Coyuca de Benítez, Huitzuco de Los Figueroa, Mochitlán, San Marcos, Taxco de Alarcón, Tepecoacuilco de Trujano y Tixtla de Guerrero.
Entre las irregularidades señaló que las instalaciones son inadecuadas, que no tienen áreas exclusivas para alojar a las mujeres y que los internos tienen funciones de autoridad, cobran y gozan de distintos privilegios.
En un comunicado la CNDH informó que hizo más de 4 mil visitas a las 32 entidades del país, y el Mecanismo emitió 17 informes, nueve para cuatro entidades estatales, entre ellas Guerrero, así como para autoridades municipales y tres para al gobierno federal: uno para el Comisionado del Instituto Nacional de Migración y dos para el Comisionado Nacional de Seguridad.
En 44 visitas iniciales a Guerrero y cuatro de seguimiento, encontró 110 “incidencias” (situaciones irregulares) que violentan la legalidad y seguridad jurídica de personas privadas de su libertad, 80 relativas al derecho a un trato humano y digno, 33 por el derecho a la protección a la salud, 93 por el derecho a la integridad personal y 23 situaciones de grupos en situación de vulnerabilidad.
En el informe del 18 de agosto de 2016 para Guerrero y la FGE, indicó que en la entidad las instalaciones de detención y reclusión son inadecuadas, que la alimentación es deficiente, que hay sobrepoblación, hacinamiento y falta de lugares de recreación.
También faltan áreas exclusivas para alojar a las mujeres, personal especializado para la atención de menores de edad, la restricción de actividades de reinserción social, y los internos tienen “funciones de autoridad, cobros y privilegios”.
El mes pasado una mujer presa en la cárcel de Chilpancingo denunció que se separó a hombres y mujeres debido a que lo recomendó la CNDH, y que las instalaciones son inadecuadas porque las madres que viven con sus hijos tienen espacios de trabajo en el área general, donde están los hombres.
La CNDH denunció que en Guerrero hay restricción de comunicación del detenido con un defensor, hasta que éste acepta el cargo que se le imputa, falta de privacidad durante las entrevistas de las personas detenidas con su defensor y la comunicación telefónica, insuficientes aparatos telefónicos para la comunicación con personas del exterior, deficiencias en los registros de personas privadas de la libertad, inadecuada separación y clasificación de personas privadas de la libertad (procesadas y sentenciadas), e irregularidades en la imposición de sanciones disciplinarias a los internos.
Señala que los funcionarios públicos son omisos ante actos de tortura o maltrato y frente a las anomalías del personal médico, por prestación del servicio, y abasto de medicamentos, donde no hay condiciones para hacer los exámenes en privacidad.
Para la atención de mujeres señaló que no hay personal femenino para su custodia, y falta capacitación a servidores públicos adscritos a los lugares de detención e internamiento en materia de prevención de la tortura.
Tampoco programas para prevenir y atender situaciones de emergencia o eventos violentos en los lugares de detención, contra las adicciones ni accesos para las personas con capacidades físicas diferentes.
Recomienda mejorar la higiene y que se den tres alimentos al día en las prisiones

A fin de promover medidas para mejorar el trato y las condiciones de detención, recomendó mejorar las condiciones de habitabilidad y de higiene para garantizar una estancia digna y segura.
Asimismo, que se distribuyan tres alimentos al día en un horario establecido, con valor nutritivo para el mantenimiento de su salud, y se procure una distribución equitativa de los espacios que no exceda la capacidad instalada, y que las mujeres en los centros de reclusión y en el Centro de Ejecución de Medidas para Adolescentes cuenten con instalaciones adecuadas para garantizarles el acceso a los servicios y actividades, en igualdad de condiciones que la población varonil y totalmente separadas de las que éstos utilizan, así como contar con el personal especializado que se requiera para tal efecto.
Propuso que los centros de adaptación, tengan áreas de aseguramiento de las agencias del Ministerio Público que alojen exclusivamente a las mujeres, completamente separadas de las que ocupan los hombres, y se implementen programas para prevenir y en su caso y atender situaciones de peligro, emergencia o eventos violentos.
Del Centro Estatal Modelo de Atención para Niñas y Niños en Estado de Vulnerabilidad Casa Hogar DIF Guerrero, pidió personal de trabajo social suficiente para la debida atención de los menores.
En el informe 6/2016 el 26 de agosto de 2016 el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura notificó a los alcaldes de los 12 municipios de Guerrero que tienen cárceles, 150 situaciones de riesgo, situaciones similares a los centros de readaptación estatal: inadecuadas instalaciones, deficiencias en la alimentación y falta de áreas para alojar a mujeres.
Señala irregularidades en la imposición de sanciones administrativas, deficiencias en los registros de personas privadas de la libertad, restricción de la comunicación telefónica y la omisión de denuncia sobre actos de tortura o maltrato.
En prevención de la tortura resalta la inexistencia de programas para prevenir y atender situaciones de emergencia o eventos violentos, deficiente supervisión de los lugares de detención y carencia de accesos para personas con capacidades diferentes.

En Guerrero hay sobrepoblación de mil 778 reos en las cárceles, informa el gobierno federal

De acuerdo con el reporte del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social del gobierno federal, en Guerrero hay una sobrepoblación de mil 778 internos distribuidos en las 17 cárceles que hay en el estado.
El total de recluidos es de 5 mil 398, cuando la capacidad total de las cárceles en la entidad es para albergar a 3 mil 620 internos.
Según las cifras del órgano del gobierno federal, Guerrero permanece en la misma condición de sobrepoblación que tenía en 2014.
En 2014 había 5 mil 828 presos en las cárceles del estado, en un año la población de reclusos disminuyó en 430 internos lo que representa el 7 por ciento del total de los presos.
Las prisiones en Guerrero están ubicadas en Acapulco, Chilpancingo, La Unión, Iguala, Taxco, Ayutla, Arcelia, Chilapa, Coyuca de Catalán, Malinaltepec, Ometepec, San Luis Acatlán, Tecpan, Teloloapan, Tixtla, Tlapa y Zihuatanejo.
En la misma condición se encuentran 23 estados del país que también tienen sobrepoblación en sus cárceles.
Los otros estados en los que el número de internos supera la capacidad de los penales son Veracruz, Tabasco, Sonora, Sinaloa, San Luis Potosí, Quintana Roo, Puebla, Oaxaca, Nuevo León, Nayarit, Morelos, Estado de México, Jalisco, Hidalgo, Durango, Distrito Federal, Chihuahua, Chiapas, Colima, Coahuila, Baja California Sur, Baja California y Aguascalientes.
Las estados no sufren este problema son Zacatecas, Yucatán, Tlaxcala, Tamaulipas, Querétaro, Michoacán, Guanajuato y Campeche.

El proyecto de modernización de las cárceles, contra la dignidad de los reos: Codehum



Los miembros del Consejo Técnico de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) criticaron el proyecto de Modernización del Sistema Penitenciario que presentó en una reunión este viernes el subsecretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rafael Cortés Badillo, el cual plantea reducir de 18 a nueve penales en la entidad, y de éstos remodelar y ampliar cinco y construir dos en Ometepec y Ciudad Altamirano.
Los consejeros técnicos María Luna Pacheco y Jesús Romero Guerrero dijeron que esta medida atenta contra la dignidad de los internos porque serán reubicados en lugares lejanos de donde cometieron el delito y será más difícil para sus familiares “por no decir imposible” visitarlos, así como enfrentar los procesos judiciales.
“Será más caro para el gobierno trasladar a los internos a los juzgados para que se cumplan las etapas del proceso judicial y un acto que atenta contra los derechos humanos al alejarlos aún más lejos de sus familiares”, expresó Luna Pacheco.
En respuesta, Cortés Badillo señaló que los familiares de los internos que sean reubicados en los nueve penales que pretenden dejar, podrán visitarlos “de forma virtual a través de Internet” o quizá otro tipo de tecnología satelital que cumpla con las necesidades visuales y auditivas.
Dijo que para resolver el problema de ajustar los 18 juzgados al número de penales que quedarían, han platicado con los integrantes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), sobre la posibilidad a través de una reforma constitucional de reducir a nueve los juzgados en materia penal y mantener 18 del ámbito familiar, civil, mercantil y el resto de las áreas del derecho.
En la reunión del Consejo Técnico de la Codehum, Cortés expuso el proyecto de modernización del sistema penitenciario estatal, y aseguró que en las cárceles de La Montaña no existe “la más mínima medida de seguridad y es muy fácil fugarse”.
Presentó un diagnóstico sobre la situación actual que calificó como crítica y mencionó que la población carcelaria es de más de 4 mil varones y mujeres, este sector representa el 10 por ciento y existe una sobrepoblación del 26 por ciento.
Actualmente, un interno que purga condena o está siendo procesado por un delito del fuero común dispone de 10 pesos diarios para comer y 18 pesos para los internos del fuero federal, cantidad inferior que en otras entidades como Chihuahua y el estado de México donde se destina 100 pesos para alimentación diaria por interno, indicó.
Dijo que a pesar de las carencias económicas se ha mejorado la alimentación de los internos en los 18 penales porque “ahora no se desvían recursos, se aplican para lo que están destinados”, aseguró.
Sobre el proyecto de modernización del sistema penitenciario, dijo que se requieren poco más de mil 500 millones de pesos para reducir de 18 a nueve penales, de los cuales cinco serían ampliados y remodelados y dos serían construidos en Ometepec y Ciudad Altamirano.
Este proyecto se está planteado para 10 años y comenzaría a ejecutarse en cuanto se consigan los recursos a partir de un esquema donde las dos terceras partes de los mil 500 millones de pesos serían aportados por el gobierno del estado y la tercera parte por la federación.
El presidente de la Codehum, Juan Alarcón Hernández, señaló que analizarían más a fondo este proyecto y posteriormente fijaría una postura.
Sin embargo, Luna Pacheco y Romero Guerrero criticaron la propuesta.
“Los internos de la región de La Montaña estarían completamente aislados ante la falta de posibilidades económicas de sus familiares para visitarlos y sería más complicado enfrentar los procesos jurídicos”, dijo Romero.
La respuesta del funcionario, en el sentido de resolver las visitas por medio del Internet y reducir sólo los juzgados penales por medio de una reforma constitucional, no convenció a los miembros del Consejo Técnico y acordaron revisar el proyecto para tratar de contribuir con las autoridades estatales a dignificar el sistema penitenciario.