Señalan comerciantes del Mercado brote de aguas residuales en Hurtado de Mendoza

Aspectos del escurrimiento de agua de drenaje en la calle Diego Hurtado de Mendoza Foto: Aurora Harrison

Comerciantes del Mercado Central se quejaron porque en la calle Diego Hurtado de Mendoza, esquina con Feliciano Radilla, hay un escurrimiento de aguas residuales de una alcantarilla que da mal olor y que lleva más de tres semanas.
Se quejaron de que la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA) no ha atendido ese escurrimiento, a pesar de que el Ayuntamiento apenas pavimentó ese tramo de la vialidad.
En la calle Diego Hurtado de Mendoza son dos alcantarillas de las cuales están saliendo las descargas de aguas residuales, los vehúculos cuando circulan por ese tramo salpican y cerca están algunos puestos de comerciantes de venta de mariscos que se quejan del mal olor.
Comentaron que el escurrimiento lleva más de tres semanas, a pesar de que apenas terminaron de pavimentar la calle, porque donde está el escurrimiento hay unas piedras y una cinta amarilla de precaución para que los carros no pasen por ese tramo que se pavimentó, pero que no se arregló el drenaje.
Señalaron que las autoridades municipales dijeron que la obra de pavimentación de la calle era una obra integral en la que se arreglaba el drenaje, sin embargo, la alcantarilla está azolvada y escurre agua de drenaje.
En la misma colonia Centro en la calle que va a dar al área de los lavaderos públicos del Barrio de la Fábrica también hay fugas de aguas residuales, además de que el tramo de la calle se encuentra con baches y las banquetas están en mal estado. (Aurora Harrison).

 

Piden locatarios del Mercado Central al gobierno estatal que apoye a 18 que faltan

Aurora Harrison

Locatarios de la nave mayor del Mercado Central de Acapulco solicitaron al gobierno estatal que les entregue el apoyo que les prometió por el incendio de sus negocios ocurrido el pasado 5 de junio del año pasado. Al gobierno del estado le recordaron que faltan 18 comerciantes que reciban su apoyo de 20 mil pesos.
Ayer en conferencia de prensa en un restaurante del Zócalo, los comerciantes pidieron al gobierno municipal la condonación de la licencia de funcionamiento y que les informen cómo será el proyecto final de reconstrucción de la nave mayor.
“Hoy hacemos esta conferencia de prensa para dirigirnos a las autoridades porque hay personas que no recibieron el apoyo del gobierno del estado, falta que se entregue a 18, y estamos pidiendo al delegado federal Iván Hernández porque también falta el apoyo del gobierno federal, porque estamos pasando una tremenda crisis”, dijo el comerciante Marco Antonio Aponte.
Otra de las solicitudes que hacen es la condonación o descuento en las licencias de funcionamiento y que la presidenta, Abelina López Rodríguez, les dé respuesta, porque viene un proceso electoral y “se han olvidado de las cosas primordiales que es el Mercado Central”.
Recordó que el apoyo de 5 mil pesos que les dio el gobierno municipal les sirvió para comprar mercancía, y el gobierno del estado también los apoyó, pero “no se lo dieron a todos, quedaron 18 compañeros sin ser apoyados, requerimos el apoyo del gobierno federal que ya nos hicieron todo el trámite, pero no hay”.
La comerciante María del Carmen González dijo que “después de la quemazón, que nos quedamos sin nada, viene el Otis y a muchos compañeros se les llevó otra vez la mercancía y a quien acudimos, si no nos quieren apoyar que nos hagan llegar préstamos a la palabra o con intereses bajos”.
Recordó que han pasado más de 7 meses del siniestro y todavía no inician los trabajos de reconstrucción de la nave mayor y “estamos vendiendo en condiciones infrahumanas, horrible, los mosquitos de toda la suciedad que quedó después del Otis”.
De la reconstrucción de la nave mayor dijo que desde hace cinco meses quedaron en hablarles, “para nada más nos han hablado” para presentarnos el proyecto de cómo van a quedar los locales y es que recordó que tan solo de la nave mayor son más de 360.
“Queremos que nos respeten nuestros locales, nuestras dimensiones y ni uno más, más que los que están, porque no podemos volver a que nos quieran meter 100 locales, y tuvimos que parar la obra para que nos respetaran las dimensiones y no queremos pasar por lo mismo”, declaró.
Una de las locatarias, Juliana Marino Marqueño, que no recibió su apoyo de gobierno del estado, dijo que la razón es porque “le faltaba una letra a mi nombre, primero me dijeron que mi local no estaba censado y que no aparecía y después me dijeron que fue por el nombre y no me resolvieron, me faltó mi apoyo estatal de 20 mil pesos”.

Harán prerregistro en Internet quienes pretendan acceder a un crédito a la palabra

Entrega de crédito la palabra solo para restauranteros y hoteleros, el módulo ubicado en el Centro de Convenciones Acapulco Foto: Jesús Trigo

Jacob Morales Antonio

La Secretaría del Bienestar modificó el proceso de solicitud para acceder a un crédito a la palabra para los comerciantes; ahora tienen que hacer un pre-registro en una página de Internet, esto luego del bloqueo que hicieron en la avenida Costera y las inconformidades ocurridas el jueves en el módulo del Centro de Convenciones.
En un recorrido por el módulo, es notorio que se reforzó la seguridad con agentes de la Guardia Nacional que apoyaron a los “Servidores de la Nación” para mantener el orden y que todos respetaran los filtros para pasar hasta las mesas de recepción de la documentación de cada negocio, dando prioridad a restaurantes y hoteles.
Este viernes fueron colocadas pancartas con la impresión de un código QR que la gente debía de escanear con la cámara de su celular y los ligaba a un formulario en Internet, donde se tenían que registrar. Uno de los trabajadores federales dijo que una vez hecho el proceso, un “Servidor de la Nación” iría al negocio, y después tendrían que hacer el trámite.
En uno de los accesos también fue colocado otro cartel escrito a mano, donde se precisaban los requisitos y documentos que los propietarios de los establecimientos debían de llevar para hacer el trámite del crédito en el Banco del Bienestar, como ser micro o pequeña empresa, comprobante de domicilio del negocio, identificación oficial, CURP, un documento que acredite la personalidad jurídica de quien hace el trámite y los estados de cuenta bancarios del negocio de abril a septiembre del 2023.
Con la información a la vista, las personas que llegaban a tratar de hacer el trámite, una vez aclarando algunas dudas del pre-registro se retiraron del lugar, y ya no hubo filas ni gente amontonada tratando de hablar con algún “Servidor de la Nación”.

Convergen protestas afuera de la Base Naval donde el presidente da su conferencia mañanera

Ramón Gracida Gómez

Comerciantes del Mercado Central que piden ser censados, integrantes de la organización Guerreros Verdes en contra de la construcción del hospital del ISSSTE en el Centro de Convenciones, trabajadores del IMSS que no han sido basificados y estudiantes de la Universidad Americana de Acapulco (UAA) que piden concluir sus estudios, se manifestaron este miércoles afuera de la Base Naval, donde el presidente, Andrés Manuel López Obrador, encabezó su conferencia matutina.
La estudiante de la UAA, Yadira Gómez, comentó que el 23 de diciembre les avisaron que iban a cerrar la universidad, por lo que consideró que es un “fraude” su lema Excelencia para el desarrollo, “deja mucho que desear”, comentó.
Indicó que la UAA no ha hecho una actualización del plan de estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desde hace 13 años y las autoridades pretenden trasladarlos a otras instituciones, donde “nos ponen mala cara”.
Señaló que son 400 alumnos de la UAA que son afectados por el cierre de las instalaciones y que pagan una colegiatura de 6 mil pesos, “entonces queremos una solución, para no perder el ciclo escolar, además no hay ningún argumento válido para que cierre la universidad, podemos tener clases en línea”.
Acompañada de otros estudiantes de la misma escuela, Yadira Gómez aseguró que simple y sencillamente las autoridades de la UAA no tienen disposición para llegar a un acuerdo, “toda la situación que pasamos con Otis, más aparte échale este desgaste”.
Minutos antes, el profesor José Manuel Vargas entregó un documento a un “Servidor de la Nación” con el que solicitan la intervención del mandatario federal en el conflicto laboral suscitado por el cierre de la UAA, a pesar de que les piden cerrar el presente ciclo escolar.
En concreto, le piden a López Obrador que intervenga para que no les violen sus derechos laborales en el despido masivo que llevaron a cabo las autoridades de la UAA e instruya a quien corresponda para que supervise la contratación de trabajadores en las escuelas privadas.
A un costado de los estudiantes de la UAA se encontraban algunos integrantes de la organización ambientalista Guerreros Verdes, quienes desplegaron dos grandes mantas, una de ellas decía: “Hospital sí, pero no en el Centro de Convenciones, drenaje colapsado”, y la otra dictaba que el Centro de Convenciones se convirtiera en una “reserva ecológica”.
Una de las integrantes que se manifestaron, Luisa González de la Vega, comentó que se manifestaron “para hacer patente nuestra inconformidad con la construcción del hospital del ISSSTE en donde era el Centro de Convenciones, creemos que es una barbarie el poner un hospital en plena zona turística con los servicios que va a demandar el hospital”.
Aseguró que la zona “va a colapsar, empezando con el drenaje, todo lo que es el agua ya se colapsa sin necesidad de tener un hospital, ahora imagínese el tráfico que va a generar, el ruido de las ambulancias en una zona turística residencial”.
Expuso: “creemos que hay muchos otros lugares, sí queremos el hospital, por supuesto, pero creemos que hay lugares mucho más adecuados que estos, la gente que va a venir va a ser de los estados colindantes y van a tener que entrar a hacer más tráfico”.
Otro grupo nutrido de comerciantes del Mercado Central se manifestó este miércoles con una gran manta que pedía que fueran entregados los apoyos que prometió la Secretaría del Bienestar a los damnificados del incendio del 5 de junio pasado.
Al respecto, la comerciante de plantas medicinales, cuyo puesto se ubica en la sección de jardineras, pero pertenece a la nave mayor porque colinda con ésta, María de la Luz García Solís, especificó que a raíz del siniestro fueron censados, pero hasta la fecha no han recibido ningún apoyo.
“Y ahorita se vino lo del Otis, yo sé que no es culpa del gobierno que se haya venido esto, pero volvimos a perder muchos de nosotros e igual no fuimos censados”, comentó la comerciante junto con otros compañeros del Mercado Central que también fueron afectados.
En cuanto a la construcción del mercado, dijo que “no hay mucho avance, de hecho, no hay avance, pasó lo de Otis y pararon; yo sé que no es culpa del gobierno, verdad, pero no ha habido avance”.
A las 9 de la mañana de este miércoles, 78 días después del paso del huracán categoría 5 que devastó el municipio, María de la Luz García Solís remató: “económicamente estamos mal porque no hay ventas”.
Una hora después llegaron algunos trabajadores de unidades móviles pertenecientes al IMSS-Bienestar que se manifestaron con pequeñas cartulinas al igual que otros ciudadanos con sus respectivas demandas mencionadas en una de las conferencias matutinas en Acapulco con menos protestas.
Uno de ellos, el trabajador Víctor Tapia, expuso de manera enfática que son empleados contratados por honorarios, lo que quiere decir que no tienen prestaciones médicas ni las dictadas por la ley.
Comentó que han sido trabajadores del Bienestar desde hace 6 años y algunos desde hace 8, “y hasta ahorita no se han mejorado nuestras condiciones laborales, entonces ésa es una petición”.
“Todo personal de salud a estas alturas ya está basificado y contratado por honorarios o por contrato estatal, federal; ya ha sido basificado en el año anterior, hace dos, tres meses, y nosotros seguimos quedando en el olvido siendo pertenecientes al programa y no hemos tenido ninguna solución”, señaló.
Indicó que los trabajadores de la salud que se manifestaban este miércoles por sus “condiciones precarias” laboran en varios municipios de la región Costa Chica, como son Tecoanapa, Ayutla, Xochistlahuaca y Ometepec, al igual que en algunas zonas de Acapulco donde están ubicadas las unidades médicas móviles.

 

Trabajadores de las unidades medicas del IMSS Bienestar protestan a las afueras de la Base Naval mientras se desarrollaba la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Reportan problemas en la entrega de enseres en la UDA porque no respetan el orden alfabético

Argenis Salmerón

“Todo sea por recuperar lo poco que perdimos con el huracán Otis, que casi nos quita la vida por sus violentos vientos”, expresó el señor Leonardo Aguilar Mendoza de la colonia Morelos, luego de ir a recoger sus enseres domésticos a la Unidad Deportiva Acapulco (UDA).
Desde la semana pasada, la UDA ha sido una de las sedes para entregar enseres domésticos a los damnificados de la colonia Morelos y sus alrededores.
Los soldados dan menos de 500 fichas para los vecinos del lugar mencionado, lo que ocasiona que los vecinos se queden a dormir afuera de la UDA.
Por otra parte, no se respetan las letras del abecedario de los vecinos, sino el que llega temprano para formarse en la fila.
Aguilar Mendoza contó que su casa de construida de paredes de block, madera y láminas galvanizadas, “no soportó el azote del huracán Otis”.
“Se llevó el techo totalmente y se cayó una pared, la verdad yo y mi familia nos fuimos a la casa de un vecino”, relató.
Comentó que él, su esposa y sus tres hijos, “la libramos de puro milagro y estamos para contarla, la verdad, fue muy feo”.
Expresó: “créeme que cada familia tiene una historia que contar lo que le pasó con el huracán Otis, ojalá ya no vuelva pasar esta desgracia”.
Afirmó que “es un viacrusis para los acapulqueños obtener los enseres domésticos en plena necesidad”.
“Nos tenemos que aguantar la indicaciones del Ejército como si nosotros fuéramos de su zona militar, nos regañan, nos hacen en menos y se ponen chocantes”, acotó.
Contó que estuvo 48 horas formado para obtener sus enseres domésticos, “bueno mi hijo se vino a dormir una noche y yo lo vine a cubrir”.
Denunció que alrededor de la UDA hay “un tremendo abuso de las personas que sacan copias, que sacan los enseres y los que venden comida”.
“No existe la autoridad en el lugar, no regulan los precios y aquí la verdad se sufre para tener algo que está destinado”, puntualizó.
Exigió que haya más organización por parte de los efectivos del Ejército o que abran más puntos de entrega de enseres domésticos.

 

Piden la rehabilitación ya del mercado de artesanías Papagayo o venderlo

Los comerciantes del mercado de artesanías Papagayo esperando turistas que les compren sus mercancíast Foto: Argenis Salmerón

Argenis Salmerón

Comerciantes del mercado de artesanías Papagayo coincidieron que “ningún peso” ganaron en una semana de Navidad a Año Nuevo por la destrucción que dejó el huracán Otis.
Manifestaron que todos los vendedores fueron censados por el gobierno federal para recibir recursos para la reconstrucción de sus locales.
Pidieron agilizar la reconstrucción del mercado de artesanías o que el predio se venda a un inversionista y les paguen su espacio.
Una comerciante, que no dio su nombre por temor a su líder, dijo que “no me llevé ningún peso de Navidad a Año Nuevo”.
“Totalmente en bajas las ventas, estamos en números rojos, no hay ganancias, ni porque damos el (mismo) precio desde hacer cinco años”, comentó.
Manifestó que “lo único que me quedó después del huracán Otis fue una bolsa de traje de baño que estaba envuelta en bolsa de plástico arriba de un sillón, que le cayó la lámina galvanizada”.
Indicó que los pocos turistas van solamente a preguntar el precio de sus productos, “es mentira que vinieron apoyar a los acapulqueños”.
Criticó que no hay reactivación económica no hubo esta temporada decembrina, “es chisme que el gobierno publica que hay turistas en Acapulco”.
Pidió que se agilice la construcción del mercado de artesanías o que se venda el predio a inversionista extranjeros, “que nos paguen lo que por ley nos corresponde”.
La comerciante acompañada de otro vendedor dijo que fue a ofrecer sus productos a la franja de arena, pero “no hay nada, no llevo ningún peso de Navidad para acá”.
“No es baja venta, es no llevar nada a tu casa, luego de todo el día en el negocio, que ya no es redituable”, acotó el comerciante de más 60 años.
Declaró que todos los comerciantes del mercado de artesanías Papagayo fueron censados por el gobierno federal, “no hay queja alguna”.
“Aquí hubo mucha malicia, hasta los que no eran comerciantes se querían censar para aprovecharse”, recalcó.
Indicó que de los más de 500 locatarios del mercado de artesanías solamente están trabajando 150, “es poco, porque no hay ventas y no dejan vender los propios compañeros que se disputan el liderazgo del lugar”.

 

La canasta básica en Acapulco, con altibajos por Otis y las heladas en el resto del país

Precio del jitomate en la Central de Abasto de Acapulco donde amas de casa acuden a comprar su despensa Foto: Jacob Morales

Jacob Morales Antonio

Los precios de los productos de la canasta básica se han incrementado a consecuencia del clima en Acapulco.
Uno de los principales factores para que suba el costo del kilo de jitomate, cebolla y el limón, se debe a las heladas y la escasez de productos debido a la a otros estados donde el clima no permite la cosecha en esta temporada del año, así como el impacto económico generado a partir del impacto del huracán Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez, afirmaron los vendedores en los mercados del barrio de Las Crucitas y la colonia Hogar Moderno.
En los mercados el kilo de cebolla y de jitomate hasta la mañana de este miércoles oscilaba entre las 50 y 55 pesos, mientras que hace una semana, un día antes de la Nochebuena podía comprarse en 25 o 30 pesos.
El kilo de limón, en ese lapso se duplicó, porque de costar 20 pesos el día 24 de diciembre, subió al otro día a 40 pesos y hasta ayer no ha disminuido, explicó el vendedor Jorge Espino.
La verdura que ha mantenido su precio desde pocos días antes del Otis, ha sido el chile serrano, que tiene el costo de 30 pesos un kilo Sin embargo, como explicaron vendedores de Frutas y verduras don Goyo, la calidad sí ha bajado, debido a que la producción en Guerrero, la de mejor calidad, está siendo enviada a los estados vecinos y del morte del país, donde las bajas temperaturas afectan los campos.
Hubo casos también de vendedores, como Martín Vidal, que prefiere no comprar más producto para vender “porque estaban abusando con los precios en el Mercado Central y la gente lo iba a poder pagar”.
La pechuga de pollo, antes de Otis costaba 110 a 120 pesos. Las primeras dos semanas dejó de venderse, debido a que la falta de energía eléctrica en las colonias no se restablecía y los proveedores también enfrentaban dificultades para la distribución. Para el 24 de diciembre, las familias ya enfrentaban un aumento en promedio de 10 pesos y para la noche del 31 había quienes vendían una pechuga de tamaño grande hasta en 140 o 150 pesos.
“Pero no hay a quien reclamarle o que les diga algo a esos abusivos”, se quejó la señora Clara Lucia Cabañas de la colonia Hogar Moderno.
El precio del huevo ha sido inestable. De acuerdo con comerciantes de abarrotes, el casillero con 36 piezas ha variado entre los 150 que costó la primer y segunda semana de noviembre en que escaseó por las afectaciones del huracán, hasta los 74 y 80 pesos que hoy cuestan.
Explicaron algunas vendedoras que los últimos días del mes de octubre, pudieron vender el poco producto que les quedó en 80 pesos el casillero. Sin embargo conseguir más cajas era casi imposible y si lograban comprarlas, representaba invertir casi el doble del precio anterior al impacto del huracán sistema. Por ello algunos optaron por no vender hasta que se restableciera el producto o subir el precio para poder ganarle un poco.
La venta del frijol y el arroz ha disminuído a consideración de los comerciantes, porque aseguran que la entrega de despensas por parte del gobierno ha generado que no haya ventas.
El precio del kilo de frijol negro se ha mantenido en 48 pesos desde antes del 24 de octubre. Sin embargo, el costo del arroz sí ha subido desde esa fecha a 30 pesos, después de comprarse a 21 pesos el kilo.
En la Central de Abasto de Acapulco, en la Vacacional, algunas verduras subieron casi al doble de precio, como el jitomate y la cebolla, que se encuentran en 48 y 50 pesos el kilo respectivamente.
En una visita al mercado más grande de la ciudad, se observó que el huevo poco a poco ha ido a la baja en su precio, luego del impacto del huracán Otis se vendía un casillero hasta en 90 pesos, ahora ha bajado a 63.
Las verduras que sí tuvieron un aumento significativo y los precios a inicios de año son del doble de los que habían en noviembre, es el jitomate que pasó de costar un kilo en 30 pesos, a 48 pesos, y la cebolla que pasó de 30 pesos el kilo a principios de diciembre a 50 pesos el kilo.
Una de las vendedoras indicó que el precio de ambos comenzó a subir por la temporada invernal en el norte del país, de donde vienen ambos productos, aunado a que en noviembre la escasez que hubo provocó que el precio aumentará ligeramente, y se estabilizó, pero ahora comenzó a subir.
Otras productos de gran demanda son el chile verde que está en 20 pesos el kilo, y la papa en 22 pesos; el frijol y la lenteja se mantienen en 40 pesos el kilo, el azuc ar en 35 y el arroz según la marca ronda en los 30 a 35 pesos el kilo.
Un pollo va de 150 a 220 pesos, un kilo carne de res cuesta 200 pesos el kilo, y uno de chuleta de cerdo  en 110; estos dos últimos productos tuvieron una variación de 10 pesos respectivamente el mes pasado.

Promueven vecinos y comerciantes la reactivación en calles cerca de la Costera

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Mientras los trabajos de limpieza sobre la avenida Costera van avanzando, en calles secundarias apenas a un lado, como la Cristóbal Colón, cerca de Galerías Acapulco, la situación es distinta: grandes montones de escombros y basura, así como el abandono, aún son la regla.
No obstante, y de la mano de los propios vecinos y comerciantes aledaños, en los últimos días la situación pretende mejorar.
Durante un recorrido este viernes al mediodía, se pudo observar que entre las calles Wilfrido Ruiz Massieu y Doctor Ignacio Chávez, la Cristóbal Colón luce con poca gente, con decenas de negocios cerrados y casas solas, pero con algunos atisbos de la búsqueda de la normalidad.
Así, desde la calle Ignacio Chávez, que hace esquina con avenida Universidad, a partir de la CFE, negocios como lavandería Speed Wash o una estética ya ofrecen sus servicios.
Más delante, pasados los escombros de lo que fue la cancha de futbol rápido de la Universidad Americana, empleados del afamado restaurante Buzo’s ya iniciaron la limpieza del lugar, asegurando que pretenden abrir lo más pronto posible.
“Estuvo cabrón lo que pasó”, dijo uno de ellos, “pero pues ya hay que trabajar, si no, no hay para comer”.
A continuación, hospederías como Suites Vicky ya limpiaron su frente, al igual que el hotel Tulipán, aunque continúan arrojando escombros a la calle.
En una esquina, mientras la tienda de impermeabilizantes ya trabaja, personal del súper Neto inició con los trabajos de limpieza y aunque rechazaron dar declaraciones, adelantaron que están a la espera de que les informen para cuándo van a abrir, indicando que en su caso no hubo tantos destrozos.
Una cerrajería, un negocio de copias fotostáticas, donde en ambos casos sus encargados celebraron que no hubo saqueos, y la popular lonchería La Tiendita ya están de regreso.
Ahí, media decena de comensales ya degustaban alimentos calientes tras el huracán.
A la par, en el edificio amarillo contiguo, en el que se encuentran despachos y consultorios, estaba sin actividad mientras que el edificio gris, enfrente, el laboratorio clínico y un consultorio de oftalmología ya estaban abiertos y ofreciendo servicio.
Un grupo de vecinos, de un negocio cercano señalaron, que la gente del antiguo Edificio Trébol, ya en esquina con Ruiz Massieu, y donde hay consultorios de médicos especializados, contrató un camión para que sacara su escombro, lamentando que el Ayuntamiento aún no haya podido traerles equipo para avanzar con la limpieza de las calles.
Mientras, la papelería La Crayola ya cambió de giro y ahora vende tacos de cochinita, y el auto lavado El Manguito ya abrió sus puertas para trabajar, negándose a comentar sobre cómo es que ya tiene agua.
En las calles cercanas, Segunda de Cristóbal Colón, Tercera de Cristóbal Colón y las demás, el movimiento es mayor, a pesar de los escombros y la insalubridad; prácticamente la actividad comercial ha regresado en medio de la basura que se acumula desde el impacto del huracán.
Ahí, desde la tortillería, la barbería, la ferretería y hasta el puesto de reparación celulares, que están en el callejón que dirige a la gente hasta la avenida Cuauhtémoc, están abiertos, al igual que el popular callejón del antojo, donde varios negocios ya abrieron y hasta están buscando meseras, cocineros y repartidores. Tal es el caso de La Sazón de Alina.
Más atrás, en otra de las cerradas, se encuentran los Laboratorios Medimagen que ya está en operación. Éste ya opera de 8 de la mañana a 2 y media de la tarde, ofreciendo promociones especiales debido al huracán.

 

Sigue la entrega de despensas y agua por parte de asociaciones civiles a afectados por Otis

Argenis Salmerón

Asociación civiles y comerciantes provenientes de Ciudad de México regalaron despensas y agua para mitigar los estragos del huracán Otis.
Unas de las vialidades donde regalaron despensas fueron la avenida Ejido, en la colonia Bellavista, frente a la gasolinera.
Los enseres domésticos fueron regalados por la asociación Doctor Simi, los productos venía en dos camionetas de más de 3 toneladas.
Las largas filas comprendían desde la gasolinera hasta la central de autobuses, en una línea de más de 100 personas.
Después de acabarse las despensas, los colabores de la asociación Simi regalaron tres botellas de agua de un litro y medio litro.
Además, en la avenida Ruiz Cortines, cerca de la unidad académica de Psicología, un grupo de comerciantes de Ciudad de México regalaron despensas y casilleros de huevo.
Los comerciantes de Ciudad de México venían en una camioneta roja, con capacidad de más de tres toneladas.
La fila de personas, entre mujeres y hombres, se formaron en la banqueta en una fila de 200 metros lineales.
Asimismo, afuera de Galerías Acapulco, comerciantes del mercado de Tepito, de Ciudad de México, entregaron despensas y agua a las personas. Los vendedores llegaron en dos camionetas de tres toneladas.
También, trabajadores de la asociación Ejército de Salvación regalaron comida en la calzada Pie de la Cuesta, en El Pasito.
Los empleados en una camioneta regalaron un plato de comida, que incluía arroz, frijoles y un guiso de carne picada. Jóvenes influencers de Ciudad de México este viernes entregaron despensas en el zócalo, frente al Malecón, a las personas damnificadas que se encontraban haciendo fila esperando llenar sus garrafones. (Aurora Harrison).

Poca afluencia de familiares al panteón de Las Cruces para conmemorar el Día de Muertos

Poco después de las 2 de la tarde de este jueves, contadas fueron las personas que acudieron al panteón de Las Cruces por el Día de Muertos.
Los comerciantes también lamentaron la escasa venta de la flor de cempasúchil y pétalo rojo, mercancía que les llegó esta madrugada, esperando tener buenas ventas. Los músicos tampoco tuvieron clientes, los que venden chicharrones y aguas seguían con su mercancía.
Entre los pocos visitantes al panteón estuvo María y su hermano, para dejar flores a su mamá. Llevaban dos ramos de flor de cempasúchil, que les costo 30 pesos, y comentó que no tenían para más, pero tampoco querían dejar pasar el Día de Muertos, que es una tradición que tienen con su hermano desde hace diez años, en que les falta su progenitora.
Manifestó que no puso ofrenda porque no tienen dinero, pero además, en su casa en Renacimiento el agua alcanzó mas de un metro y perdieron todo.
Por otra parte, los comerciantes continúan con sus mesas llenas de flores, porque la venta está escasa y uno de ellos manifestó que la gente apenas compra uno o dos ramos, los cuales los tenía en 30 pesos.
Mientras, los músicos deambulan por los pasillos del panteón para buscar un cliente para tocar con sus guitarras, pero reconocieron que no hay mucho y a las 2 de la tarde don Tomás, El Bronco, había cantado ocho canciones y apenas llevaba 150 pesos de ganancia.
Otro que sufrió los estragos en sus ventas fue la persona de los chicharrones y plátanos fritos, pues su canasto iba lleno.
Como anunció la Dirección de Panteones y Velatorios, los panteones iban a estar abiertos, pero las visitas estaban bajo la responsabilidad de las personas, porque no habían las condiciones para acudir.
Se indicó que el panteón de Las Cruces fue el que más problemas tuvo, al caerse muchos árboles sobre las tumbas, ante el impacto en Acapulco del huracán Otis, que alcanzó categoría 5 el pasado martes 24 de octubre. (Karina Contreras).