Cuestionan que el Ejército cite a colonos cuando no hay suficientes paquetes de enseres

Ramón Gracida Gómez

Vecinos de distintas colonias de la zona suburbana de Acapulco cumplen este viernes una semana formados en la fila de los enseres domésticos en la colonia Emiliano Zapata por la escasez de estufas que ha retrasado la entrega por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Ayer fueron entregados sólo 29 paquetes de enseres domésticos para los beneficiarios del censo federal, por lo que la fila de más de 800 vecinos avanzó muy poco y un día antes no entregaron ningún paquete que incluye un refrigerador, un colchón, un ventilador, una licuadora y un juego de sartenes.
Los beneficiarios fueron llamados desde el viernes pasado y provienen de 13 colonias, entre ellas, la Simón Bolívar, Libertadores, Flores Magón, Emiliano Zapata y Cereso divididas en tres secciones, Palmar, La Postal y Lomas Verdes.
Los vecinos se quejaron de que el Ejército sólo les dice que no hay los suficientes enseres domésticos para entregar más paquetes, mientras que ellos como beneficiarios tienen que pedir permisos en sus trabajos para poder estar presentes en la fila. Y tienen la necesidad de recoger los enseres porque muchos perdieron totalmente sus pertenencias.
Han sido tantos días que los mismos vecinos se organizaron internamente y llevan una lista de control en la que forman “bloques” de 10 beneficiarios que están formados de manera contigua en la fila y entre ellos se organizan para quedarse a dormir o hacer guardias durante el día; es la misma dinámica de organización que se ha producido en otros puntos de entrega con gran afluencia, como el parque Papagayo.
El Sur recorrió ayer este punto de entrega dentro de la cancha conocida como Postal y que se encuentra a un costado de la calle 34, de la colonia Emiliano Zapata, a unos cinco minutos en carro de la Central de Abasto y a un par de cuadras del Colegio de Bachilleres plantel 16.
Los vecinos están en las banquetas, duermen en cartones, y durante las horas más intensas de calor se esconden como pueden, incluso algunas personas debajo de un tanque de agua. La mayoría llevan sus sillas y algunos grupos de vecinos ya pusieron sábanas sostenidas con palos para conseguir una pequeña sombra.
Es en la calle 34 donde inicia la fila de los beneficiarios del censo federal y las jóvenes ubicadas hasta el frente comentaron que desde el viernes de la semana pasada están formadas.
Durante el recorrido por toda la fila que le da vuelta a la manzana, vecinas comentaron que un mando del Ejército simplemente les dice que no hay estufas, entonces se reparten muy pocos paquetes al día, ayer se entregaron sólo 29.
Una vecina precisó que el sábado pasado entregaron 58 paquetes de enseres domésticos, el domingo 40 y el lunes 160, lo que supuso una alegría para los vecinos que pensaron que con tal cantidad la entrega de enseres sería mucho más ágil que los días anteriores.
Sin embargo, el martes los militares entregaron sólo 35 paquetes de enseres domésticos y el miércoles no dieron ninguno y el mando del Ejército lo justificó para reunir un mayor número de paquetes, pero el jueves sólo llegaron 29, entonces la vecina señaló que el mando no tuvo razón.
Criticó el porqué del llamado a las colonias desde el viernes pasado para que acudieran por los enseres domésticos si no había suficientes en este punto de entrega desde antes de que las nuevas colonias fueran llamadas a acudir a la cancha de la Postal.

 

Rebasa la demanda la capacidad de servicio del Acabús

Daniel Velázquez

Este jueves el servicio de transporte Acabús estuvo rebasado, largas filas en las estaciones de la zona suburbana y muchas personas en espera de poder tomar el transporte.
En Acapulco, el servicio de transporte público de la zona suburbana del municipio es escaso, para trasladarse al centro de la ciudad es necesario transbordar y quienes prefieren evitar duplicar su gasto deben tener suficiencia paciencia para esperar el Acabús.
Pese a la crisis del trasporte que hay en el municipio, el servicio del Acabús no es continuo, los usuarios que buscan evitar las aglomeraciones y las largas filas abordan en la terminal de transferencia de Las Cruces el camión que va en dirección hacia El Retorno, pero estos vehículos, aunque vayan llenos de usuarios el chofer baja a los pasajeros en la estación Leyes de Reforma y se van vacíos, los usuarios deben esperar otro camión, y aunque evitan la fila, pierden tiempo en espera del siguiente camión que sí haga el viaje completo.
Ayer se constató que mientras algunos choferes bajan a los pasajeros, otros sí hacen el recorrido continuo por lo que quienes se quedaron varados en la estación Leyes de Reforma cuando abordan el autobús éste ya viene lleno y en las estaciones siguientes como Central de Abasto, Vacacional, La Postal, Zapata, el camión queda repleto y cuando llega la estación de transferencia de Las Cruces las personas que lo esperaban no pueden subir porque el autobús está lleno.
Las personas desde afuera y dentro del autobús piden a los usuarios recorrerse y no aglutinarse en la puerta para permitir el paso, las personas entran a empujones para conseguir un espacio dentro del autobús y quienes quieren salir también deben pelear por lograr su cometido y gritar “bajan” para que el chofer no arranque.
El Acabús 310 a las 10:45 de la mañana fue el que bajó a los usuarios en la estación Leyes de Reforma. Como el servicio del Acabús se paga por adelantado los usuarios tienen que acatar las disposiciones o pierden el dinero del pasaje que ya pagaron.
Las aglomeraciones de usuarios del Acabús sólo están en las estaciones de la zona suburbana Retorno, Leyes de Reforma, Central de Abasto, Paso Limonero, Vacacional, La Postal, Zapata y terminal de transferencia Renacimiento, al salir del Máxitúnel las estaciones Jacarandas, Encino e Ignacio Chávez estaban vacías, sólo después de Las Anclas empieza la demanda de usuarios.

 

No hay empleados para vigilar que la reconstrucción siga los nuevos lineamientos

Ramón Gracida Gómez

El secretario de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del estado, Roberto Arroyo Matus, reconoció que no hay empleados suficientes para vigilar que la reconstrucción de los hogares afectados por el huracán Otis siga los nuevos lineamientos, y destacó que la recuperación de las embarcaciones hundidas es lenta por los procedimientos de las aseguradoras.
En la sección de preguntas de la conferencia de prensa del jueves para anunciar un foro del atlas de riesgo en el Instituto Tecnológico de Acapulco (ITA), al funcionario estatal se le preguntó por la reconstrucción que se lleva a cabo en el municipio y si se están siguiendo los lineamientos de reconstrucción emitidos por el gobierno estatal.
Arroyo Matus respondió que “estos lineamientos se están tratando de observar, naturalmente no tenemos el personal suficiente para poder estar vigilando cómo se está construyendo; no, no somos suficientes”.
Pidió a los medios de comunicación dar a conocer “alguna condición que se presente, alguna deficiencia que se aprecie que se está construyendo de la misma manera, nos lo hagan saber para que podamos intervenir”.
Reivindicó al equipo que integra la unidad de inspección de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil que encabeza, pero “somos un número limitado, nos estamos apoyando con los compañeros también de las unidades municipales, tanto de Coyuca como de Acapulco”.
“Sin embargo, pues creo que nunca va a ser suficiente el personal y dentro de algunas directrices que estamos siguiendo, lo comentaba hace unos momentos, el gobierno de México, por ejemplo, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil, nos está entregando alrededor de 24 láminas para poder reemplazar y sustituir aquellas que perdieron la población damnificada”, expuso.
Contó que este apoyo se está entregando y al beneficiario se le indica que “trate de seguir unos lineamientos, una cartilla especial que se les recomienda para que fijen esos materiales de manera más apropiada.
Dijo que la lámina “no es mala; a pesar que se perdieron en todos lados ese tipo de techumbre ligeros, es buena, pero hay que saberla fijar y justamente lo que está haciendo es redoblar los sistemas de fijación, indicarles cómo se debe llevar a cabo esa reconstrucción para que no vuelvan a aparecer ese tipo de embates de la naturaleza”.
Mencionó que en el foro, los ponentes hablarán de experiencias de programas de reconstrucción y destacó la aplicación de éstos en ciudades del Caribe “que tienen embates de manera muy regular de fenómenos de este tipo y realmente ya no tienen tantos problemas; los hay, pero son ya más limitados porque han logrado pues dominar esa condición de ráfagas de vientos fuertes a través de una técnica más apropiada de construcción”.
Un reportero le preguntó sobre las embarcaciones hundidas en Acapulco y Arroyo Matus respondió que la recuperación de éstas es un “proceso lento en donde tiene que ver mucho también las aseguradoras, deben agilizar, digamos, sus procedimientos para que se puedan retirar lo más pronto posible estas embarcaciones”.
Dijo que el trabajo de la Secretaría de Marina (Semar) ha sido “extraordinario, no se ha parado con la búsqueda de algunas personas desaparecidas, que están reportadas como desaparecidas ahí en la bahía o en algunas del mar, se sigue con ese proceso”.
Agregó que también continúa el reflotamiento de las embarcaciones afectadas y “se sigue retirando una gran cantidad de toneladas de escombro del mar, sabemos que esto puede afectar”.
Indicó que hay un “avance sustancial, poco a poco se ha logrado el reflotamiento de algunas embarcaciones que estaban hundidas y que están enteras como para reflotarlas; otras que fueron golpeadas y que fueron destruidas, pues hay que retirar los escombros”, y agregó que el monitoreo de la Semar indica que no hay una “evidencia clara de que haya un problema debido a diésel o algún tipo de combustible en la zona de la bahía, más que los niveles normales”.
No dio una cifra precisa de embarcaciones recuperadas, pero indicó que de las aproximadamente 380 hundidas que son reportadas por la Semar, 80 fueron recuperadas “y se tenía ya por lo menos estaban extrayendo alrededor de entre 3 hasta 4 toneladas diarias de escombros del mar”.