* En alerta, autoridades tradicionales y población,
* El altercado del lunes fue un plan de Aceadeth Rocha, afirma David Valtierra
La asamblea de la comunidad de Xochistlahuaca acordó solicitar el retiro de los policías motorizados y judiciales que en 12 vehículos llegaron el lunes, supuestamente a resguardar la ciudad, luego de un enfrentamiento entre indígenas, informó el ayudante de las autoridades tradicionales, David Valtierra.
Expuso que el altercado entre mixtecos y amuzgos que defienden a las autoridades tradicionales de Xochistlahuaca fue planeado por la diputada y ex alcaldesa Aceadeth Rocha Ramírez, que “sigue empeñada en la confrontación”, y aprovechó las necesidades de los campesinos de que les entregaran los recursos del Procampo y programa Oportunidades.
Por vía telefónica, Valtierra dijo que en Xochistlahuaca se vivieron dos días de mucha tensión, el lunes y martes, a consecuencia de “la acción planeada por Aceadeth Rocha”, y ayer ya hubo “más calma”, pero las autoridades tradicionales y la población que las respalda se encuentran en alerta, porque el enfrentamiento del lunes les hizo ver que “en cualquier momento” pueden ser atacados, que no pueden estar confiados.
Sin embargo, la presencia policiaca fue rechazada por la asamblea, que se realizó el martes en la noche, porque los amuzgos participantes consideran que la policía motorizada y judicial no garantizan seguridad, no confían en esas corporaciones, y al contrario, según la experiencia que han tenido en esa ciudad, la presencia policiaca acarrea problemas para la seguridad de los indígenas.
Este miércoles en la tarde, las autoridades tradicionales esperaban una reunión con el secretario de Seguridad Pública del Estado, Arturo Lima, para solicitar el retiro de los policías, que se encuentran en la cabecera municipal desde el domingo, cuando llegaron en 12 camionetas, (por lo que se calcula que serán cerca de 120 efectivos policiacos).
Consideran que la presencia policiaca no favorece un clima de tranquilidad, ni ayuda a evitar enfrentamientos, como ocurrió en el 2001m cuando hubo violencia y los policías no actuaron para impedirla. También, el lunes pasado, los policías llegaron cuando el enfrentamiento se había consumado.
El ayudante de las autoridades tradicionales, David Valtierra dio a conocer la versión sobre el altercado del lunes.
Dijo que comenzó el domingo, cuando la diputada Aceadeth Rocha Ramírez festejó su cumpleaños en su rancho Las Tortolitas. Paralelamente, mandó vocear a varias comunidades mixtecas, como Plan de Pierna de Piedra, el aviso a los campesinos de que acudieran el lunes y martes a la cabecera municipal, para recibir el dinero del Procampo y de Oportunidades (antes Progresa).
Los enviados de Rocha –de acuerdo con Valtierra– dijeron a los campesinos que necesitaban las actas de nacimiento para que les entregaran esos programas. Y las actas están en las inatalaciones del Palacio Municipal, tomado desde enero de 2001 por el movimiento amuzgo que reclama los derechos indígenas, y desde el 20 de noviembre de 2002 funciona ahí el gobierno indígena autónomo llamado autoridades tradicionales, y no reconocen al presidente municipal priísta Manuel Castañeda Ramírez.
El lunes a las 11 de la mañana, como 150 mixtecos se concentraron en el Zócalo, dirigidos por un mixteco que vive en la cabecera y habla amuzgo, que es licenciado y pertenece al grupo de Rocha, Celerino Rojas Morales.
Los mixtecos fueron a la antigua oficina del registro civil, para sacar los libros con las actas originales; abrieron por la fuerza la oficina del registro, cortaton el candado, pero se dieron cuenta de que los libros no estaban. Entonces fueron a la planta alta del palacio Municipal, a la oficina donde están los libros del registro civil, rompieron las puertas y dañaron las chapas y sacaron los libros. En ese lugar, golpearon a dos amuzgos que estaban vigilando el Palacio, y trataron de amarrar a uno. Dpués golpearon a otros seis amuzgos; uno de ellos está en peligro de perder un ojo.
Los mixtecos sacaron los los libros del Registro Civil. Afuera del Palacio estaba una camioneta pickup Toyota para transportar los libros a una cuadra al frente del mercado, donde estaban estacionados dos carros, en los que iban a depositar los libros.
Según David Valtierra, en la contraesquina del Zócalo estaba el hermano de Aceadeth, Jose Luis Rocha, vigilando el saqueo.
Dijo que el plan de frustró cuando las mujeres amuzgas se dieron cuenta del saqueo, y empezaron a forcejear con los que estaban sacando los libros. En ese momento se dio el enfrentamiento entre mujeres, hombres, ancianos, y niños, que lleveban machetes, garrotes y piedras.
Las mujeres avisaron a la comunidad lo que estaba ocurriendo, llegaron los hombres, y recuperarron los libros. Mientras, los mixtecos hicieron un plantón en el Zócalo, y la gente de Rocha estaba voceando para que fuera más gente de las comunidades a recuperar los libros del registro civil; es decir, “estaban incitando a la violencia”, señala.
Sin embargo, dice Valtierra, falta valorar el daño causado a los libros.
Para tratar de calmar el ambiente, las autoridades tradicionales preguntaron a los mixtecos qué querían, y ellos dijeron que querían llevarse los libros porque necesitaban copias de las actas de nacimiento para que les entregaran el Procampo y Progresa, aunque este requisito no se había pedido antes.
Las autoridades les ofrecieron copias de las actas, y para eso necesitaban listas de las personas que las solicitaban, pero hasta la noche del lunes los mixtecos no entregaban las listas.
La conclusión de las autoridades tradicionales, expone el ayudante, es que “fue una acción de Aceadeth Rocha, su táctica es mandar a la gente, se valió de las necesidades, de los programas federales, del engaño, para tratar de confrontarnos”.
El resultado fue, del lado de los amuzgos, ocho lesionados, uno de ellos, el señor Herminio, de más 60 años, está en peligro de perder el ojo por los golpes que recibió, y están lesionadas cinco mujeres por los golpes.
Según Valtierra, una hora después del incidente llegaron funcionarios del gobierno estatal encabezados por el subsecretario de Asuntos Políticos, José Luis Trujillo y comenzó a volver la calma.