POET: la expansión no planeada de la ciudad ha generado problemas sociales y ambientales

 

Ramón Gracida Gómez

El proyecto del Programa de Ordenamiento Ecológico Local Participativo del Territorio del Municipio de Acapulco de Juárez (POET), indica que la expansión de la ciudad sin una planeación adecuada y la creación de asentamientos irregulares han generado problemas sociales y ambientales.
Muchas viviendas carecen del acceso adecuado al agua potable, drenaje, energía eléctrica y recolección de basura, y la urbanización ha provocado la deforestación de los bosques y las selvas y la contaminación de los ríos Papagayo y de La Sabana, y las lagunas de Tres Palos y Coyuca.
Proyecta un escenario hasta el 2045 en el que desaparecen los bosques y las selvas, se deterioran los humedales, hay escasez de agua por la contaminación y la sobreexplotación del río Papagayo, si no se efectúan acciones urgentes y políticas de intervención para mitigar los impactos negativos de la tendencia actual y para promover un “desarrollo más sostenible”.
La dirección de Ecología y Protección al Medio Ambiente, encabezada por el académico Jesús Castillo Aguirre, lanzó este lunes la consulta pública de la propuesta del POET para que del 6 de marzo al 8 de abril los tres órdenes de gobierno, académicos y sociedad en general emitan sus comentarios y propuestas, y habrá dos foros, uno el 8 de marzo y el otro el 20.
El POET tiene “el fin de regular y ordenar el uso del territorio de manera integral y sostenible” y orientar la restauración de los ecosistemas después del huracán Otis. Se destaca que el proyecto se elaboró con base en información vertida en talleres para la identificación de las necesidades, problemáticas, motivaciones y comportamientos de la comunidad porteña.
En el apartado de ecosistemas, el documento de 219 páginas indica que “la expansión agrícola ha llevado a la degradación de ecosistemas naturales, disminuyendo los servicios ecosistémicos y aumentando el riesgo de inundaciones en la cuenca baja debido a la baja retención de agua”.
Aunado a la tala ilegal, la expansión agrícola ha provocado la degradación y fragmentación de los bosques en Acapulco, de tipo mesófilo de montaña y el bosque de coníferas y encinos, y se cuantifican 26 mil 237 hectáreas afectadas.
Las selvas en Acapulco, principalmente sus variantes de selva mediana subcaducifolia, selva baja caducifolia y selva de galería, también han sido deforestadas por la expansión agrícola y la urbanización.
Los ecosistemas costeros, como los manglares, suman mil 228.68 hectáreas y también están amenazados por la deforestación, la urbanización y la contaminación, mientras que los sistemas acuáticos, como la laguna de Tres Palos y los ríos Papagayo y de La Sabana, sufren desecación y contaminación.
Precisa que los ríos Papagayo y La Sabana y la Laguna de Coyuca, presentan altos niveles de contaminación por coliformes fecales y enterocos, “debido a descargas industriales y residenciales”, y la bahía de Acapulco también tiene puntos “con alta contaminación debido a los canales fluviales que atraviesan la zona urbana densa”. Y 81 mil 465.8 hectáreas están afectadas por la erosión del suelo.
Respecto a la distribución de la población, el POET destaca que el 84.5 por ciento de los habitantes vive en la zona urbana de Acapulco y la mayor densidad poblacional se encuentra en el área conurbada y en las colonias colindantes al parque nacional de El Veladero.
Los asentamientos humanos enfrentan un crecimiento urbano desordenado porque el rápido crecimiento de la ciudad ha llevado a su expansión en áreas urbanas y rurales “sin planificación adecuada”.
Asimismo, “muchas viviendas carecen de acceso adecuado a servicios como agua potable, drenaje, energía eléctrica y recolección de residuos sólidos”, hay vulnerabilidad a desastres naturales y “la proliferación de asentamientos humanos irregulares ha generado problemas sociales y ambientales, incluida la invasión de áreas protegidas y la falta de servicios básicos.
En cuanto al manejo del agua, el POET señala que hay una obsoleta red de distribución que provoca fugas, el suministro mediante tandeos puede provocarlas y la compra de pipas con agua para enfrentar el desabasto tiene costos elevados “y no resuelve el problema de manera sostenible”.
Y apunta de nuevo al crecimiento desordenado de la ciudad, que sin una planificación adecuada, ha desarticulado el sistema de abasto de agua originalmente diseñado para una población más pequeña, exacerbando los problemas de distribución”.
El POET establece que el huracán Otis “exacerbó la difícil situación que ya enfrentaban las comunidades rurales” de Acapulco, porque las fuentes locales de agua resultaron dañadas, las cosechas fueron destruidas y no hay acceso a servicios médicos “adecuados” ante un aumento de las enfermedades, como el dengue.
Identifica tres “conflictos sectoriales”, uno de ellos la expansión de la frontera agrícola hacia áreas de conservación; otro es la creación de asentamientos urbanos en áreas de conservación, principalmente en la zona Diamante y en El Veladero; y el último es la competencia por el uso de suelo entre las actividades agrícolas y el crecimiento urbano.
Advierte que “el escenario tendencial probable para Acapulco de Juárez hasta el año 2045 presenta una serie de tendencias preocupantes en varios aspectos clave”, por ejemplo, la “desaparición de selvas y bosques: Se espera que las selvas bajas y los bosques de pino-encino sufran una reducción significativa en su extensión”.
Asimismo, habrá un incremento de la erosión y la pérdida de suelo agrícola, una reducción de pastizales y vegetación costera, un deterioro de humedales y manglares, y la contaminación del río Papagayo que, junto a la sobreexplotación de los acuíferos, generará escasez de agua y problemas de abastecimiento.
El crecimiento demográfico descontrolado “aumentará la presión sobre los recursos naturales y la infraestructura urbana”, habrá una mayor urbanización del territorio y pérdida de áreas naturales, “lo que exacerba la pérdida de biodiversidad y los servicios ecosistémicos”.
El escenario tendencial probable hasta el 2045 requerirá acciones urgentes y políticas de intervención para mitigar los impactos negativos y promover un desarrollo más sostenible en la región”, manifiesta el proyecto del POET.

 

Cierran asesores académicos una oficina de la SEG para pedir estímulo por horas extras

Asesores académicos de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) denunciaron que a 199 trabajadores no se les ha pagado un estímulo por laborar horas extras, es decir 35 pesos diarios por un año que llevan de trabajo, que por ese motivo cerraron las oficinas de Huamuxtitlán, Tlapa, Coyuca de Catalán y en la capital.
Los trabajadores Ada Iris Lemus, Silvia Romero, Virginia Marcela Suárez, Francisco Javier Herrera, Jorge Vargas, Daniel Palacios, Aquiles Martínez, Ericka Anel Dircio, Yanet Miranda, Verónica Martínez, Edgardo Nava y Claudia Campos cerraron las oficinas del Departamento de Formación Continua en la capital, ubicadas en la colonia Centro.
Vía telefónica, una de las trabajadoras denunció que el departamento en el que laboran impulsa cursos y talleres de la reforma educativa, por lo que aunque son trabajadores del mismo gobierno les han afectado sus derechos.
“Se nos ha detenido un pago por horas extras, nosotros trabajamos sábado y domingo, entonces nos dan un pago de 35 pesos diarios, no es mucho, pero ya acumulados sí es una cantidad un poquito fuerte. Entonces estamos los centros de maestros, que somos en todo el estado de Guerrero, más el departamento de Chilpancingo que es la dependencia”, abundó.
Anunció que se unieron a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) para exigir su pago, pues reprochó que la reforma educativa les ha afectado sus derechos.
Dijo que marcharían este martes con la CETEG en Acapulco y Chilpancingo. (Beatriz García / Chilpancingo).

 

Imparten expertos un taller para combatir la roya a productores de café de Petatlán

Productores de café de la comunidad de La Soledad de los Enanos, en el municipio de Petatlán, participaron en un taller para el combate y prevención de la plaga de la roya, impartido por especialistas del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral de la Universidad Autónoma de Chapingo.
El representante de los cafetaleros, Julio César Figueroa León dijo que fueron 50 productores los que participaron en el taller, y que fue mediante la organización Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), como consiguieron que los investigadores acudieran.
Añadió que el taller se llevó a cabo durante la semana que concluye y que se vieron en la necesidad de buscar alternativas distintas a las que ofrece el gobierno para combatir la roya, “somos 50 productores de La Soledad de los Enanos, entre todos tenemos unas 200 hectáreas con cafetales, y la roya nos echó a perder el 80 por ciento de nuestros cafetales, lo que representa una pérdida de poco más de 100 toneladas de café”.
Por su parte el productor Jesús Maldonado Peñaloza de la cooperativa de productores de café La Flor de Guerrero, mencionó que lo que aprendieron en el taller les servirá “de mucho porque nos enseñaron a utilizar productos que tenemos en la misma comunidad, aprendimos que si tenemos nuestras plantas bien nutridas, difícilmente podrán ser atacadas por la roya o por cualquier tipo de plaga”.

La versión pirata del documental La noche de Iguala plagió la portada de un libro, denuncian académicos

La versión pirata del documental La noche de Iguala, donde se intenta mostrar la “verdad histórica” de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre los crímenes del 26 y 27 de septiembre, plagió la fotografía de la portada de un libro de académicos y periodistas de izquierda puesto en circulación cuatro meses antes de la presentación oficial de la cinta en cines.
Los coordinadores del libro protestaron y se deslindaron de la distribución del video que relacionan con el gobierno de Enrique Peña Nieto: “No nos ocuparíamos de este bodrio si no fuera porque las copias piratas están plagiando íntegramente la portada del libro colectivo La noche de Iguala y el despertar de México, dicen en un correo electrónico enviado a uno de los colaboradores, el filósofo y universitario Ramón Espinosa Contreras.
El académico jubilado de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), también compañero de estudios del guerrillero Lucio Cabañas en la Normal Rural de Ayotzinapa, participó con un texto junto a Carlos Fazio, Flor Goche, Enrique González Artur y Luis Hernández Navarro, entre otros intelectuales cuyas posiciones son críticas a la versión del Estado, es decir, contrarias a la visión de la película que valida una versión desfasada de los hechos por las nuevas investigaciones, en el sentido de que los estudiantes fueron asesinados y quemados en el basurero de Cocula y lanzados al río San Juan.
Espinosa compartió el mensaje de los coordinadores del libro, Manuel Mora y Claudio Albertani, donde indican que cuando comenzó la circulación del disco del documental, los familiares de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, así como muchos sectores vinculados a la lucha, lo denunciaron como una vil operación de confusión desde el gobierno.
Por otro lado, Espinosa Contreras denunció que el gobernador Héctor Astudillo Flores está en la misma lógica del poder priista que se conoce desde la masacre de estudiantes en Tlatelolco, en 1968.
Señaló que en el caso de Guerrero, la masacre de Aguas Blancas y la matanza de El Charco ocurrieron con gobernadores priistas.
Su estrategia de orden y paz significa el uso de la fuerza pública y la violencia, “era como decía Porfirio Díaz, órale, mátenlos en caliente; poner orden matándolos en caliente. Esa es la mentalidad que se está generando con Astudillo”, denunció.
Aceptó que confiaba en que Astudillo Flores fuera distinto por sus primeras declaraciones, cuando rechazó la versión oficial sobre los crímenes de Iguala, pero aplaudió la agresión de policías a normalistas el miércoles pasado.
“De manera cínica, (característica) de un político demagogo que primero reprime, los golpea (y después) ofrece camiones y gasolina para sus traslados. Diría que Astudillo cometió una de sus primeras torpezas, y seguirá la violencia contra los movimientos sociales, y yo me pregunto por qué no lo hizo con el crimen organizado, por qué ahí sí le tiembla la mano pero no le tiembla la mano para reprimir a los movimientos sociales”, expresó el académico.

La UAG, sin recursos para jubilar a sus académicos, revela estudio de la UAM




Un estudio hecho por la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Graciela Bensusan revela que la UAG no cuenta con los recursos suficientes para la jubilación de su personal académico, y que incluso los profesores que ingresaron a la UAG antes de 1992 no tienen el reconocimiento de antigüedad por parte del ISSSTE.
El estudio destaca que el régimen de jubilación de la UAG es similar al de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) debido a que la mayoría de los académicos no tiene el reconocimiento de antigüedad y que por ello 600 de los 3 mil trabajadores académicos demandaron a la UAG y al Sindicato de Trabajadores Académicos (STAUAG) por haber modificado el contrato colectivo de trabajo en 2003.
Los trabajadores denuncian que son privados del derecho a la jubilación o liberación de jornada y los somete al régimen del ISSSTE en donde pierden sus prestaciones, “de ahí que el problema a atender en corto plazo es mejorar las condiciones de retiro, y el pleno reconocimiento de la antigüedad de todos los académicos”, indica el estudio.
También señala que la UAG cuenta con 752 profesores de tiempo completo, con edad promedio de 49 años, que se incorporaron hace 22 años; apenas el 3.5 lo hizo en los últimos cinco años; el 4.7 de sus docentes tiene más de 60 años de edad, y el 1.3 más de 64 años. El 13 por ciento de los académicos cumple con los requisitos de jubilación, en donde una quinta parte tiene más de 59 años de edad; la tasa anual de retiro es del 4.5 por ciento.
La investigación de Bensusan, que ayer se dio a conocer a algunos medios de comunicación, destaca también algunas “debilidades” de la UAG, como es el caso de desaprovechar los recursos para su modernización y reforma; el incumplimiento de las actividades laborales; la corrupción en las escuelas y dependencias; la venta de calificaciones; existe una insuficiente formación de docentes, apenas 20 de los 750 maestros de tiempo completo pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SIN) por mencionar algunos casos
Refiere, además, que uno de los principales problemas que enfrenta la Universidad es la falta de acreditación de sus programas educativos, lo cual tiene un impacto en la contratación, pues no hay ampliación de oferta educativa y por tanto de contratación; aunado a esto, la SEP no ha reconocido la planta real del personal de la UAG “a 2005 la Universidad cuenta con un déficit de mil 350 plazas, de las cuales 920 corresponde a académicos”.
Explica que en general, los profesores se niegan a la jubilación debido a que no quieren perder sus prestaciones, y por el bajo tope salarial que establece el ISSSTE, la falta de reconocimiento de la antigüedad, y no tener qué hacer en el tiempo libre.
La investigación concluye que el problema principal que presenta la UAG es la deuda que tiene con el ISSSTE –que según datos recientes es de más de 253 millones de pesos– ya que hasta antes de 1992 no había aportado cuotas al ISSSTE y por lo tanto no se les reconoce su antigüedad.
El estudio recuerda que en 2002 la UAG firmó un convenio con el ISSSTE, y que apenas reconoció la antigüedad a 109 trabajadores académicos y administrativos, mientras que hasta 2005 se han firmado tres convenios, “que han favorecido al personal administrativo, no obstante la UAG liberó de jornada al personal académico por enfermedad grave o luego de cumplir 55 años de edad, lo que representa doble gasto porque cubre al personal vacante”.