Se aseguraron seis vehículos, cinco con reporte de robo, en Apaxtla: SSP estatal

Alejandro Guerrero / Israel Flores

Iguala / Ciudad Altamirano

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal informó que como resultado de los recorridos realizados el fin de semana en Apaxtla, fueron asegurados seis vehículos, entre ellos cinco con reporte de robo y algunos rotulados por la Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo (Tlacotepec).
Mientras que este lunes, pobladores de la cabecera municipal de Apaxtla y el vocero del Movimiento Apaxtlense Adrián Castrejón (MAAC), Heliodoro Ocampo Blas, denunciaron presuntos cateos sin autorización en casas y negocios, durante los cuales acusan que policías estatales y ministeriales robaron dinero, alhajas y otros objetos, como herramientas de trabajo.
Asimismo, se informó que los ocho policías comunitarios detenidos en el recorrido implementado el sábado en Apaxtla, fueron puestos a disposición en el Ministerio Público de Coyuca de Catalán, en la región Tierra Caliente, y también se pusieron a disposición en el Ministerio Público federal en Ciudad Altamirano, cuatro armas largas de cacería, decomisadas en Apaxtla por policías estatales el viernes, las cuales fueron traídas a Tierra Caliente debido a los bloqueos que había en Iguala.
En un comunicado de prensa, difundido a las 12:30 de la tarde de este lunes, por la SSP estatal, se informó que los aseguramientos se realizaron durante recorridos de vigilancia en Apaxtla, aunque no se precisa el día.
Indica que fue asegurada una camioneta Nissan pick up, con placas de Oaxaca, sin reporte de robo, en la que se hallaron cuatro balas, sin mencionar el calibre. Asimismo, cinco vehículos con reporte de robo: dos camionetas pick up, una Nissan Frontier y otra Ford Ranger, ambas sin placas; otra camioneta Nissan pick up y un automóvil Nissan Versa blanco, los dos con placas de Morelos.
El aseguramiento se da como parte del programa desplegado desde la mañana del sábado en Apaxtla, en coordinación con la Policía Estatal, Fiscalía General del Estado, Guardia Nacional, Marina y Ejército.
De acuerdo con el vocero del MAAC, Helidoro Ocampo Blas, algunos de los vehículos fueron confiscados el sábado, luego de los recorridos desplegados y otros durante operaciones realizadas este domingo. Dijo que algunos de ellos, los rotulados, pertenecían a la autodefensa de Tlacotepec y otros dos al MAAC, pero de la anterior administración.

“Literal, vinieron a robar”, dice una mujer en un video

El coordinador del MAAC informó por teléfono que pobladores de Apaxtla denunciaron que efectivos de la Policía Estatal y de la Ministerial del estado, estaban entrando a las casas y negocios para realizar cateos, pero sin presentar una orden judicial.
Dijo que durante estas irrupciones ilegales, que empezaron a realizar desde la noche del domingo, los uniformados han robado dinero, alhajas, objetos “y todo lo que puedan”, pero que la gente tiene miedo a presentar las denuncias por temor a las represalias.
Mediante videos que fueron difundidos por los vecinos en las redes sociales, se denunció que los policías que entraron a sus casas, robaron todo lo que pudieron, “literal, vinieron a robar”, se escucha decir a una mujer.
En otra grabación, se denuncia que “no es justo” que hagan eso y que en un negocio se robaron máquinas para hacer tatuajes y cables, además de que robaron cadenas que tenían guardadas en un alhajero de metal, también de hacer un desorden, “vinieron a robar aquí, es gente ratera la que viene a Apaxtla”, denunciaron.

Los ocho detenidos trasladados a Coyuca de Catalán

El vocero del MAAC informó que los ocho policías comunitarios detenidos el sábado, durante el recorridoo, fueron trasladados y puestos a disposición de la Agencia del Ministerio Público de Coyuca de Catalán, y no en el distrito judicial de Teloloapan o el de Iguala.
Entre los detenidos, dijo, están seis comunitarios de Heliodoro Castillo y dos de la autodefensa del MAAC.

Ponen a disposición en Ciudad Altamirano armas decomisadas en Apaxtla

Personal de la Fiscalía Regional de Coyuca de Catalán puso a disposición, en el Ministerio Público federal de Ciudad Altamirano, cuatro armas largas de cacería decomisadas por policías estatales en Apaxtla el sábado, las cuales fueron llevadas a Tierra Caliente debido a los bloqueos que había en Iguala.
Fue hasta el lunes cuando el personal de la Fiscalía de Coyuca de Catalán trasladó a la oficina del Ministerio Público federal en Altamirano las armas que fueron decomisadas, para continuar con el procedimiento legal.
Se trata de las armas que fueron aseguradas por la Policía Estatal y el Ejército al ingresar a Apaxtla, en donde se informó de la detención de ocho personas, de las cuales se desconoce su situación legal.
Entre las armas que decomisaron se encuentran dos rifles calibre 22, una de ellas tipo mosquetón; y dos escopetas, todas de calibres autorizados para cacería.
Este material iba a ser puesto a disposición en la misma región Norte, en Iguala; sin embargo, debido a las protestas de transportistas que cerraron esa ciudad, la Policía Estatal trasladó todo el material a Coyuca de Catalán, para ser puesto a disposición en la agencia del Ministerio Público del fuero común, donde a su vez recibieron el material y este lunes lo trasladaron a la agencia del Ministerio Público federal.
La fiscalía turnó el caso a la federación, para que le dé continuidad a la investigación de las armas.

 

Cambian a todos los policías de la Gendarmería de Tierra Caliente que vecinos denunciaron

La Policía Federal división Gendarmería relevó a todos los agentes de Coyuca de Catalán luego de que fueron apedreados en su hotel por vecinos de la región que han denunciado robos, y de que exhibieron sus rostros en cámaras en el momento en el que se meten a las casas.
La Gendarmería tuvo primero un conflicto en Tlapehuala donde vecinos intentaron encerrarlos en una manifestación y posteriormente en Coyuca de Catalán fueron apedreados, les destruyeron un autobús y hubo daños al hotel que utilizan como base.
Ante los conflictos el grupo que se encontraba en Tierra Caliente fue removido y llegó nuevo personal este sábado en la mañana, proveniente de Iguala.
Son unos 100 agentes los que llegaron para actividades de seguridad, en el contexto de campañas electorales para las elecciones presidenciales del 1 de julio.
Al grupo que estaba antes en Tierra Caliente se le acusó de robos de hasta por 1 millón de pesos en daños en propiedad ajena y aparatos electrónicos, sillas de montar y dinero en efectivo que sustrajeron de diferentes viviendas, según los diferentes reportes que se dieron en Coyuca de catalán, Ajuchitlán del Progreso y Tlapehuala. (Israel Flores / Ciudad Altamirano).

 

Marchan mil vecinos de Tierra Caliente en Tlapehuala contra robos de la Gendarmería

 

Unos mil vecinos protestaron en Tlapehuala en contra de la Policía Federal división Gendarmería, y los cateos de los agentes que entran a las casas de donde se llevan dinero en efectivo y aparatos electrónicos, además de agredir a quienes consideran sospechosos, para exigirles información.
A las 5 de la tarde, la manifestación en Tlapehuala comenzó a nutrirse cuando se fueron sumando vecinos de Ajuchitlán y de Arcelia, quienes bloquearon la carretera unas tres horas y media, y marcharon al crucero de San Juan Mina, ubicado en la salida en dirección a Arcelia.
Los inconformes intentaron encerrar una patrulla de la Policía Federal de caminos que hacía un recorrido de inspección en el lugar; cuando el chofer trató de dar la vuelta comenzó el primer intento por encerrar la patrulla, pero los agentes lograron escapar.
A unos 500 metros de la manifestación, se habían colocado unas cinco patrullas de la Policía Federal de caminos, pero también de la Gendarmería, para vigilar la protesta.
Entonces, los inconformes a bordo de camionetas llegaron a donde estaban las patrullas, pero los federales volvieron a escapar en medio de una lluvia de piedras.
Las patrullas se alejaron 1 kilómetro, y hubo un tercer intento de alcanzarlos a bordo de un autobús que pasaba por el lugar, pero finalmente los policías se retiraron de Tlapehuala.
La marcha continuó en dirección a San Juan Mina, y en el trayecto se topó con dos camiones con soldados del Ejército, que retornaban a Altamirano; los inconformes corrieron para encerrarlos, y los militares dieron vuelta en el primer retorno, donde prácticamente le echaron los carros encima a la gente para escapar y regresar a Arcelia.
La marcha bloqueó la carretera federal desde las 5 de la tarde hasta casi las 8 y media de la noche.

Los robos afectarán la siembra de maíz, se quejan campesinos

En los pueblos de Villa Nicolás y Hacienda Santa Fe, municipio de Ajuchitlán, así como en la misma cabecera municipal, los policías han robos de mil a 15 mil pesos en diferentes domicilios, pues es la temporada en la que los campesinos juntan dinero para comprar para la siembra.
Los robos de la Gendarmería afectarán la siembra de maíz, afirmó el señor Teodoro Alejandro Félix, quien dijo que además se trajeron varias armas calibre 22, y que calcula que en el municipio decomisaron unas 30 armas de calibre bajo, la mayoría con registro.
“Son para el campo, todo esto forma parte del trabajo del campesino. Hasta las cazuelas se llevaron, las que vieron bonitas. Se llevaron víveres, se llevaron teléfonos, se llevaron gasolina que tenemos en el campo para bombear agua”, se quejó.
Por su parte, el señor José Luis Núñez Martínez, quien se dedica a tapar hoyos en las carreteras pidiendo cooperaciones voluntarias, dijo que, “la Gendarmería llegó y me puso contra el pavimento, dijo que yo era halcón (espía de los grupos de delincuentes), me quitó el teléfono revisó todo, y mientras yo contra el suelo caliente. Me golpearon me torturaron y luego me dejaron libre”, denunció.
Dijo que estaba en San Juan Mina cuando lo agredieron, “me exigían decir a dónde se esconde la delincuencia, pero pues yo qué voy a saber”.
Tambien expresó que, “yo no soy de manifestarme, no me gusta, pero cuando me enteré de esto aquí me vine”, dijo el inconforme, quien marchó vendado de la cabeza con una herida cortante que le provocaron los policías, dijo.
Las armas, dinero y artículos decomisados por la Gendarmería, no han sido puestos a disposición del Ministerio Público, para justificar las acciones emprendidas en estos municipios.

 

Retienen vecinos de Chichihualco a 100 federales; se quejan de cateos, detenciones e interrogatorios

Pobladores de Chichihualco, municipio de Leonardo Bravo, bloquearon la tarde de este domingo la salida de ese pueblo y retuvieron casi tres horas a unos 100 agentes de la Policía Federal (PF) a bordo de entre 15 y 20 patrullas, quienes finalmente se abrieron paso con el apoyo de un helicóptero que sobrevoló a unos metros de altura para dispersar a los inconformes.
Los vecinos habían denunciado atropellos, arbitrariedades y abusos de los efectivos de la PF, que desde el miércoles pasado mantenían un operativo en esta cabecera municipal, a raíz del ataque la noche del martes que derivó en un enfrentamiento en el que murió un agente de la corporación y dos más resultaron heridos.
Los habitantes habían instalado desde las 4 de la tarde dos bloqueos, uno frente al mercado municipal, en donde la noche del martes ocurrió el enfrentamiento entre civiles armados y agentes de la PF que habían llegado en dos patrullas. Otro bloqueo, en el que participó un grupo más numeroso de vecinos, fue instalado a la salida del pueblo, en la desviación hacia los pueblos de la sierra.
Sin embargo, el primero fue dispersado fácilmente con el sobrevuelo del helicóptero que arrojó aire y polvo al sobrevolar a baja altura. También en este punto los agentes federales arrojaron cuando menos dos granadas de gas lacrimógeno para dispersar a los pocos manifestantes que eran en su mayoría hombres adultos.
En el segundo bloqueo, que instalaron a la altura de la Ermita, había mujeres y niños.
Allí llegaron más de 15 patrullas que se habían abierto paso en el primer bloqueo y también de inmediato llegó el helicóptero que sobrevoló el área. Los policías fueron retenidos desde cerca de las 5 hasta casi a las 8 de la noche.
Los habitantes reclamaron a los agentes que pretendían salir, las acciones arbitrarias que cometieron durante los operativos, como detenciones arbitrarias, allanamiento de casas sin orden de cateo, robo de teléfonos celulares e interrogatorios a menores de edad.
La tensión duró más de una hora mientras el helicóptero sobrevolaba incesante sobre el área, pero los vecinos no se intimidaron y lanzaban acusaciones a los agentes quienes en ocasiones sólo atinaban a explicar que llegaron al pueblo porque les mataron a uno de sus compañeros y que en esos momentos sólo querían retirarse y que ya no iban a volver.
Los vecinos por su parte, acusaron a los agentes de haber golpeado a varias personas y que a algunas hasta les dispararon para asustarlas. Los pobladores advertían a gritos que no se retirarían hasta que llegaran sus superiores y que impedirían que se llevaran a algún detenido.
Finalmente, accedieron a que se retiraran los policías federales tras de una revisión minuciosa a cada una de las patrullas para cerciorarse de que no se llevaran a nadie detenido.
Asimismo, de algunas de las unidades policiacas bajaron dos motocicletas y algunos objetos que habían decomisado. También obligaron a bajar un vehículo que se llevaban a bordo de una grúa.
Molestos por los atropellos, los habitantes se habían convocado a través de perifoneo para concentrarse desde las 3 de la tarde en el punto conocido como la Ermita, en la desviación que lleva a la sierra para evitar la salida de los agentes de la PF tras los rumores de que pretendían salir con algunos detenidos.
Los manifestantes denunciaron que desde el miércoles, un día después del enfrentamiento en la entrada a la cabecera municipal entre policías federales y presuntos integrantes de un grupo de la delincuencia organizada, unos 100 agentes a bordo de unas 15 o 20 patrullas mantenían un operativo de búsqueda, presumiblemente de quienes perpetraron el ataque a agentes de la PF la noche del martes.
Uno de los pobladores, Israel Radilla, había denunciado por la mañana vía telefónica que el problema es que los agentes estaban cometiendo graves violaciones a los derechos humanos.
Dijo que los agentes entran violentamente a las casas sin mostrar orden de cateo, revisan arbitrariamente los vehículos, e interrogan a mujeres y a niños, a quienes les preguntan adónde están o se esconden los sicarios.
Otro vecino que omitió su identidad denunció que lo grave ocurrió el sábado cuando policías federales detuvieron a un joven estudiante de preparatoria en la colonia El Calvario entre las 12 y media y una de la tarde y se lo llevaron por la carretera rumbo a la sierra, ya cuando estaban fuera del pueblo lo golpearon y le exigieron que les dijera dónde se esconden los sicarios.
Los vecinos contaron que en la cabecera municipal ya no hay elementos del Ejército ni policías federales. Informaron que sólo se quedaron unos 100 agentes federales quienes a bordo de unas 20 patrullas se encuentran recorriendo toda la cabecera municipal cometiendo violaciones a los derechos humanos de los pobladores.
Israel Radilla denunció que, por ejemplo, “ven a una persona con teléfono celular y se lo quitan para revisárselo pero que ya no se lo regresan, se meten a las casas sin orden de cateo, en las calles detienen y revisan hasta a menores de edad aunque vayan con sus madres y les exigen que les digan adónde han visto hombres armados”.
Dijo que los operativos no se centraron en alguna colonia o punto de la población, sino que recorrieron toda la cabecera municipal, “por eso los vecinos con justa rezón nos preguntamos que ahora de quién nos vamos a cuidar, si de los delincuentes o de los policías, porque creo que los delincuentes son más respetuosos, los federales detienen a los automovilistas con palabras como: a ver hijo de tu puta madre, párate”.
Contó que ayer durante la llamada telefónica (aproximadamente a las 11 de la mañana) los agentes federales ya se estaban concentrando en el crucero de la entrada del pueblo para bajar en convoy y comenzar con el operativo.
Otro vecino, vía whatsapp, manifestó: “los ciudadanos de Chichihualco queremos denunciar y hacer conocimiento a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que nuestra localidad está siendo invadida por policías federales que tienen a dicho poblado en un estado de sicosis por estar abusando y violando nuestras garantías individuales”.
Agregó: “solicitamos a esa dependencia (CNDH) que nos ayude a resolver esta situación de terror ya que la Policía Federal anda amenazando a todos los ciudadanos allanando los hogares sin ninguna orden por parte del gobierno, golpeando a jóvenes, mujeres, niños como si fueran unos delincuentes”.
En más denuncias, otros vecinos se quejaron de que los agentes revisan “con prepotencia los carros”. Otro más denunció que forzaron y abrieron su camioneta “con lujo de violencia”, a pesar de que es legal, y aseguró que sólo la revisaron porque estaba mal estacionada.
“Están entrando a las casas sin autorización, están saqueando, me parece injusto el comportamiento de estas personas, no muestran orden de cateo. Hay ciudadanos que no queremos ni buscamos conflictos con nadie, sólo queremos que haya respeto en el pueblo”, se quejó a través de la red social.
Siguió: “por favor, que esta denuncia llegue a donde corresponda porque este terror lo estamos viviendo desde el día martes 25 de julio del 2017. Realmente no sabemos qué buscan en este pueblo, si todos saben que tiene años de estar tranquilo. Exigimos como personas físicas nuestros derechos y garantías individuales”.

Desde un carro negro Malibú dispararon a los agentes

La noche del martes, policías federales a bordo de dos patrullas que recién habían llegado a esa cabecera municipal ubicada a unos 50 minutos de Chilpancingo, fueron atacados en la entrada de pueblo en la colonia Amacochtli, casi frente al mercado municipal. Después se dio un enfrentamiento que dejó un policía federal muerto y dos heridos.
Este domingo, a cinco días de los hechos, vecinos de la cabecera municipal aseguraron que quienes agredieron a los policías federales no son de ese pueblo.
Contaron que los agresores fueron de 3 a 4 desconocidos que llegaron a la cabecera municipal en un vehículo Malibú negro.
Los vecinos aseguran que el carro Malibú llegó atrás de las dos patrullas de la Policía Federal que entraron a la cabecera municipal y que se quedó en la entrada, cerca del mercado.
Algunas personas aseguran que los ocupantes del extraño vehículo iban también vestidos como policías federales y que pensaron que eran parte del convoy de los agentes federales, pero que cuando los agentes de las dos patrullas regresaban del centro del pueblo fueron atacados por los ocupantes del vehículo negro con quien se desató el enfrentamiento.
Los vecinos explicaron que después de que se incendió una camioneta que estaba cerca de un deshuesadero, en una calle ubicada frente al mercado municipal, los del carro negro huyeron a la salida, rumbo a Chilpancingo. Esa noche en la capital en distintos puntos pero casi a la misma hora fueron incendiados cinco vehículos, tres de ellos taxis.
Con esta versión, los pobladores de Chichihualco aseguraron que quienes atacaron a los policías federales no son de esta cabecera municipal, pero que los agentes federales mantienen un operativo que sólo está violando los derechos humanos de los habitantes.

Destruyen sembradío de amapola

El sábado, la Policía Federal de la División de Fuerzas Federales informó mediante un boletín de prensa que los elementos de esa corporación destruyeron cerca de Chichihualco 960 mil plantas de amapola.
Mediante el boletín se informó que en un dispositivo realizado el sábado, los agentes localizaron en el punto conocido como Cerro Grande, cerca de Chichihualco y ubicado a 38.1 kilómetros de Chilpancingo un terreno de 3 mil 200 metros cuadrados, con un total de 960 mil plantas de amapola de una altura de aproximadamente 60 centímetros.
Se informó que los efectivos federales tomaron muestras del enervante y que fueron puestas a disposición del Ministerio Público federal.
Añadió que el resto de las plantas fueron destruidas e incineradas en el lugar. “Además se resguardó el lugar para no ser utilizado, a fin de que se lleven a cabo las investigaciones pertinentes para deslindar responsabilidades”, destacó el comunicado.
Entrada la noche, uno de los organizadores del bloqueo informó que el objetivo es llamar la atención de los organismos nacional y estatal de derechos humanos para que acudan a esa población a verificar los atropellos, arbitrariedades y abusos que están cometiendo los agentes federales.

En Tixtla, la primera balacera se oyó a las 7:20; a las 9 seguían los hombres armados en las calles

 

 

El ataque y la persecución del martes en Tixtla, que concluyó por la noche con el hallazgo del comandante de la Policía Municipal muerto en Chilpancingo, comenzó a las 7:20 de la mañana en una zona de escuelas al norponiente de la cabecera municipal, y hoy, la vida de la ciudad siguió su curso en aparente normalidad
Desde el anonimato, testigos accedieron a hablar del suceso, y en ciertos casos con temor, no obstante que locales y mercados estaban abiertos, en las escuelas hubo clases y en las calles se mantuvo la circulación, tal vez en menor medida que lo habitual, reconocieron.
Es probable, como señaló uno de los testigos, que los vecinos se acostumbraron a los hechos de violencia, incrementados desde el homicidio del presunto líder del grupo de narcotraficantes Los Rojos, José Luis Ortega Abarca alias La gringa, medio hermano del entonces presidente municipal Gustavo Alcaraz Abarca, en un enfrentamiento entre bandas rivales del narcotráfico, según los reportes periodísticos del 26 de enero de 2015. Se menciona que en esa fecha, “la plaza cambió de membrete” pero se mantienen las confrontaciones.
A partir de los testimonios, se estima que el rapto del comandante Daniel Vázquez Gutiérrez, y la persecución de policías municipales al grupo que se llevó al mando policiaco, duró entre 20 y 25 minutos, hasta que salieron de la ciudad, según los reportes oficiales, hacia la carretera que lleva a Quechultenango.
Alrededor de las 7:20 de la mañana, se escucharon los primeros balazos, cerca de una barranca donde se presume que un grupo armado acorraló el automóvil donde iba el comandante de la Policía Municipal, cerca de un Colegio de Bachilleres, un secundaria federal y la preparatoria de la Universidad Autónoma de Guerrero, donde comenzaban las clases del día.
Se mencionó que en el primer ataque dejaron un automóvil abandonado con impactos de bala, cerca de la cancha de futbol Cruz Verde, y los agresores huyeron al norte, por la colonia Guerrero, la Villita y Chichipico, donde se continuaron registrando reportes de balazos.
A las 7:30 llegó otra camioneta con más hombres armados vestidos de civil por la misma calle de las escuelas, al parecer como refuerzos y el rescate del comandante, y comenzó la persecución. Luego se dijo que del vehículo abandonado sacaron varias mochilas negras, pero no se precisó si las tomaron los agresores o los refuerzos.
Como a las 7:40 de la mañana un grupo armado llegó con un herido al hospital comunitario que se encuentra en la avenida Insurgentes, en el primer acceso a Tixtla, desde el libramiento viejo de Chilpancingo. Para entonces y había persecuciones por el Ayuntamiento y en la subida por la avenida Insurgentes para llegar al nosocomio.
La versión del hospital comunitario es que el personal médico recibió por norma al herido de bala y cuando preguntaron sus datos personales para el registro de trámites, los acompañantes se negaron a proporcionarlos, entonces se dieron cuenta de que iban armados. Por protocolo, comenzaron a preparar el traslado en una ambulancia hacia Chilpancingo con chofer, médico y enfermero para su atención en el hospital general en la capital, al salir fueron interceptaron y obligados a cambiar de rumbo a Quechultenango. Al final ni los médicos ni la ambulancia salieron de Tixtla, fueron dejados en la carretera.
Hay versiones de que hasta las 9 de la mañana seguían hombres armados en las calles alrededor del barrio de El Santuario.
Mientras la Policía Estatal en patrullas llegó a las 10 de la mañana a Tixtla, en una operación que contó incluso con un helicóptero que sobrevoló la ciudad. Estuvieron hasta la una o 2 de la tarde, cuando se retiraron hacia a Chilapa.
A su paso realizaron cateos en la calle Morelos, antes de llegar a la avenida Insurgentes, en domicilios particulares de los que se permitieron fotografías, y se omitieron de los reportes oficiales.
Desde ayer se asignaron dos grupos de la Policía Estatal a Tixtla, uno de los cuales se encuentra permanente dentro del hospital, hasta nuevas instrucciones, señalaron los uniformados.

Se investiga el asesinato del comandante municipal: vocero

El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez, informó que la Fiscalía General del Estado investiga el asesinato del comandante de la Policía Municipal de Tixtla, Daniel Vázquez Gutiérrez, y la irrupción de hombres armados en el hospital comunitario.
Confirmó en un boletín que el hombre desmembrado hallado en bolsas la noche del martes en Chilpancingo, es del comandante, y fue identificado por dos hermanos.

 

Soldados catean, roban y saquean casas en la comunidad de El Terrero, Zirándaro, denuncian

Militares catearon casas de vecinos de la comunidad de El Terrero, municipio de Zirándaro, denunciaron habitantes que señalaron que los soldados saquearon las viviendas y se llevaron objetos de valor.
Vecinos de la localidad se están organizando para presentar denuncias a partir de este martes en contra del Ejército por el allanamiento de sus casas y el robo de diversas pertenencias, informó vía telefónica, un maestro de primaria de la localidad, quien dijo que los cateos ocurrieron este domingo.
El maestro, que no dio su nombre por temor a represalias, dijo que sacaron de su casa una televisión, además de dos cadenas de oro y dinero en efectivo.
“Recientemente, el Ejército fue al pueblo y se llevó detenidos y algunos vehículos de aquí, y yo vivo a un lado de uno de los que detuvieron”, dijo el maestro.
El 20 de enero, el Ejército decomisó, entre las comunidades de Cupuán y El Terrero, seis vehículos, además de que se llevó detenidos a vecinos en posesión de armas. Además, reportaron que hubo un enfrentamiento.
Dijo que él es maestro egresado de Ayotzinapa, “y cuando… me identifiqué como maestro egresado de Ayotzinapa, en tono de burla me dijeron: mira entonces serían 44 los desaparecidos si todavía estuvieras estudiando ahí”.
Agregó que los soldados, “se metieron a varias casas y se llevaron dinero, joyas, aparatos, lo que encontraron”.
Dijo que hay vecinos en el pueblo que tienen miedo, pero que van a denunciar y que se están coordinando para presentar cargos. Algunos ya partieron a la Ciudad de México, y otros se van a Chilpancingo a la Fiscalía a denunciar los robos del Ejército.
El Terrero se encuentra de la sierra, a una hora de recorrido en carro desde Guayameo, que es la comunidad más grande de la sierra y se ubica casi a dos horas de distancia de la cabecera municipal.