Se ven olvidadas las tumbas de los guerrilleros sepultados en Atoyac

La tumba de los tres guerrilleros muertos en 1977 por el Ejército en El Guanábano, en la sierra de Atoyac, sepultados en el panteón Libertad . Foto: Francisco Magaña

Olvidadas y abandonadas se encuentran dos tumbas de tres guerrilleros, que se ubican en el panteón Libertad, en la colonia del mismo nombre, en la periferia de Atoyac.
Los combatientes fueron sepultados en este cementerio por separado en diferentes años, pues sus cuerpos fueron reclamados por organizaciones sociales para darles cristiana sepultura.
Los cuerpos de dos guerrilleros, que murieron en el enfrentamiento del 27 mayo 1997 en El Guanábano, con militares en la sierra de El Quemado, se encuentran juntos bajo una lápida que fue removida hace aproximadamente un año, por un descuido durante una limpieza hecha con maquinaria. Esta lápida ya fue reubicada a su sitio original.
Hace más de ocho años que dejó de ser visitada la tumba de estos dos guerrilleros anónimos por organizaciones sociales.
En dos ocasiones acudieron durante el Día de Muertos grupos guerrilleros a dejarles flores.
De igual manera, en este panteón municipal Libertad, se ubica la tumba del joven Isidro Molina Sánchez, quien murió el 10 noviembre de 1998, en un enfrentamiento con policías estatales en la sierra de San Juan de las Flores.
Su cuerpo fue reclamado por su padre Isidro Molina y sepultado en Atoyac, con el apoyo de las organizaciones sociales.
Mardonio Molina, su abuelo, dejó de visitar su tumba por problemas de salud, por lo que no ha podido a venir a darle mantenimiento.
Familiares de los sepultados en este panteón, se quejaron del mal estado del camino de terracería, además de que le falta de limpieza al lugar, porque no hubo recolección de basura ni vigilancia por parte de autoridades locales, a pesar de ser un lugar apartado de la ciudad.
La entrada del panteón está en mal estado y algunos familiares tuvieron que caminar entre el monte para poder llegar a las tumbas de sus parientes. (Francisco Magaña / Atoyac).

 

Consultaba el ERPI en comunidades cuando ocurrió la masacre de El Charco: Efrén Cortés

Durante la Jornada del Estudiante Detenido-Desaparecido, el sobreviviente de la masacre de El Charco, Efrén Cortés Chávez reveló que hace 20 años, cuando ocurrieron los hechos, el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) se encontraba en la zona porque hacía una consulta en las comunidades de Ayutla ante el rompimiento interno del Ejército Popular Revolucionario (EPR).
También confirmó que, antes del ataque a los indígenas civiles desarmados y a una columna de milicianos del ERPI que se encontraban en la escuela Caritino Maldonado Pérez y que ya se habían rendido, hubo dos enfrentamientos de miembros del ERPI con el Ejército, que duraron de las 2 de la madrugada a las 6 de la mañana en las comunidades de Cozcatlán y Amate Amarillo.
Consultado al final de su intervención, el estudiante de la UNAM que sobrevivió a esa masacre, dijo que no se ha confirmado pero que en estos dos enfrentamientos pudo haber militares muertos o heridos, lo que explicaría “el odio” con el que actuaron los soldados en el Charco, donde ya no fue un enfrentamiento sino una masacre de los militares en contra de los indígenas indefensos y los milicianos del ERPI que ya se habían rendido.
En esa masacre del 7 de junio de 1998 murieron nueve civiles y dos miembros del ERPI, además hubo cinco heridos y 22 detenidos.
A casi 20 años de los hechos, el sobreviviente de la masacre, Cortés Chávez declaró durante su intervención en la Jornada del Estudiante Detenido-Desaparecido, “vi a unas fuerzas armadas camuflajeadas y con mucho odio”.
Dijo que también lo escuchó en la respuesta del militar que encabezaba las tropas federales, el general Juan Alfredo Oropeza Garnica, cuando les pidieron que no dispararan, que se rendían, él contestó: “les vamos a dar chilate con pan”, que es una expresión que se usa en la zona cuando se advierte a alguien que se le va a dar un escarmiento.

Las desapariciones y la violencia se han masificado hacia la población para ejercer el control mediante el terror, coinciden

Durante la jornada organizada por el colectivo Revueltas, de la Unidad Académica de Filosofía y Letras, con motivo del Día del Estudiante, Cortés Chávez, y Janahuy Paredes, hija del desaparecido de Michoacán, Francisco Paredes Ruíz, coincidieron que a diferencia del periodo de la guerra sucia, cuando las desapariciones, la represión y la persecución política se ejercía sólo contra luchadores sociales, ahora las desapariciones y la violencia se ha masificado hacia la población, para ejercer el control mediante el terror y la violencia con fines económicos y el saqueo de los recursos naturales.
En esta jornada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), se exigió la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y de universitarios desaparecidos en la llamada guerra sucia, como Carlos Díaz Frías, Carlos Benavides y Victoria Hernández Brito.
Janahuy Paredes, hija de Francisco Paredes, desaparecido en 2007 en Michoacán, narró cómo después de la desaparición de su padre su familia ha sido perseguida, criminalizada y permanentemente hostigada por las policías de los tres órdenes de gobiernos.
Agregó que, a diferencia de lo que se vivió en la llamada guerra sucia de los años setentas y ochentas, ahora la estrategia de represión del gobierno no es solamente contra los luchadores sociales, estudiantes, periodistas o defensores de derechos humanos, sino que las desapariciones forzadas, los asesinatos y la violencia en general se ha masificado en contra de toda la población, principalmente en contra de los jóvenes, como una estrategia de terror sicológico con intereses económicos.
“Se trata de una política de estado con la intención de mantener atemorizada a la población con el objetivo del saqueo de los recursos naturales y el control del territorio”, dijo.
Janahuy Paredes recomendó que la población recurra “a los mecanismos de organización en contra del sistema jurídico-político que no nos garantiza justicia”.
Por su parte, Efrén Cortés dijo que la situación de violencia, las desapariciones forzadas y los asesinatos, no son porque haya un Estado fallido, “sino porque tenemos un Estado delincuencial, que tolera a la delincuencia, y él mismo delinque y recurre a la ilegalidad como una estrategia para generar terror, sobre todo en las zonas donde se genera capital y hay recursos naturales, como madera, agua y minerales.
Dijo que por eso recurre a la desaparición forzada, por un lado, y por otro a la militarización, como una estrategia de terror y para lograr el control político de las zonas en disputa.
Agregó que eso pasó con la masacre de El Charco hace 20 años, cuando el gobierno sabía de la presencia de grupos armados como ERPI y el EPR.
Reveló que, el 8 de junio del 1998, los milicianos del ERPI hacían una consulta en las comunidades de Ayutla ante el rompimiento interno del EPR, e incluso antes de la masacre en El Charco se dieron dos enfrentamientos con el Ejército en las comunidades de Cozcatlán y Amate Amarillo, de las 2 de la mañana a las 6 de la tarde, cuando pudo haber algunos militares muertos o heridos.
Añadió que, en El Charco ya no fue enfrentamiento, sino un ataque y una masacre a mansalva contra unos 100 civiles indígenas que pernoctaban en la escuela Caritino Maldonado Pérez, entre los que había niños y comisarios de las comunidades cercanas, y una columna del ERPI que ya se había rendido.
Comentó que los militares, encabezados por el general Oropeza Garnica, que había llegado alrededor de las 7 de la mañana, “dijeron que la íbamos a pagar, que a ellos no les importaba, que si estábamos con la guerrilla, teníamos responsabilidad”.
Fue entonces que el general amenazó, “les vamos a dar su chilate con pan”.
Dijo que esa reacción pudo haber sido porque la gente armada “no se dejó”, y que se enfrentó con los soldados en las comunidades de Cozcatlán y Amate Amarillo, “cuando ya todo mundo estaba rendido empezaron a disparar en contra de la gente que ya estaba en la cancha”.
Denunció que si el Ejército hubiera respetado el derecho a la vida, no hubiera habido tanto muerto civil desarmado, nueve, y sólo dos miembros del ERPI.
Insistió que los militares actuaron así porque la masacre del Charco fue parte de la militarización y la desaparición forzada, pero que ésta última no se dio porque hubo muchos muertos y detenidos, y no pudieron ocultarlos.
Indicó que los hechos se encuentran dentro de la lógica que tiene el gobierno, de la militarización y el terror sicológico para controlar y someter a los pueblos en donde supone que hay peligro y riesgos de insurrección.
Añadió que el gobierno sabía que en Ayutla había grupos guerrilleros, y que por eso envió a 5 mil GAFES que siguieron operando en ese municipio después de la masacre, y no precisamente para decomisar drogas y armas, sino que iban sobre los grupos insurgentes, “el Estado siempre supo que en Ayutla había guerrilleros, pero no estaban por valientes, estaban por la represión sistémica que siempre se ha dado en contra de los pueblos indígenas, era como una necesidad la guerrilla allí”, dijo.

 

Los grupos armados podrían responder a la represión del foxismo: Arturo Miranda

Zacarías Cervantes / Chilpancingo

Al presentar ayer su libro La violación de los derechos humanos en Guerrero durante la guerra sucia, una herida no restañada, el universitario Arturo Miranda Ramírez, dijo que el gobierno del presidente Vicente Fox, está llevando la represión en estos días como en las décadas de la guerra sucia, lo que está provocando que el pueblo responda de manera organizada y advirtió que tanto el ERPI como el EPR podrían hacerlo por otras vías.
El autor dijo que le da tristeza que en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) nadie haya protestado por la represión a los obreros de Sicartsa de Lázaro Cárdenas, Michoacán, o manifestado su solidaridad con ellos, a pesar de que “esta universidad fue apoyada por esos obreros en el tiempo en que también fue reprimida, pues los obreros con todo y sus salarios de hambre destinaron el 10 por ciento para apoyarla.
En la presentación de la obra compartieron el presidium con el autor el profesor emérito de la UAG, Rafael Bonilla Romero, el investigador de la UAG Ricardo Infante, y el director de la Escuela de Ciencias de la Educación, Salvador Barragán.
Miranda explicó que si bien su texto contiene narraciones de la represión y las violaciones a los derechos humanos que se cometieron hace más de 30 años, lo publica ahora “porque no se debe permitir que esos crímenes queden impunes, porque hoy hay nuevamente nubarrones que la derecha está promoviendo y puede reciclar estos hechos que se cometieron en la guerra sucia”, dijo.
Explicó que su libro tiene un objetivo “preventivo” porque “en la medida de que sigamos reclamando justicia para las víctimas de la guerra sucia y castigo para los responsables, no se repetirán represiones y violaciones a los derechos humanos como los que se vivieron en las décadas de los 70 y 60 y como los que se están repitiendo con los obreros de Sicartsa, en Lázaro Cárdenas, Michoacán, y con los ejidatarios de San Salvador Atenco”.
El investigador narra en su libro las acciones del Ejército mexicano y de las policías estatales y federales para someter a luchadores sociales a quienes el gobierno vinculaba con grupos guerrilleros. Utiliza como fuente, documentos, partes informativos y reportes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), del Centro de Investigación Seguridad Nacional (Cisen), así como de la secretaría de Gobernación.
El libro fue presentado ayer en la Unidad Académica de Ciencias de la Educación de la Universidad de Guerrero.

Recuerdan a dos jóvenes que murieron en un enfrentamiento con soldados

 

 Francisco Magaña Atoyac

Integrantes del Frente Ciudadano Atoyaquense, del Consejo Cívico Comunitario Lucio Cabañas y de la Unidad Democrática Atoyaquense recordaron el séptimo aniversario del enfrentamiento en El Guanábano, sierra de Atoyac en el que murieron dos jóvenes del EPR y tres soldados y resultó herido el entonces comandante de la 27 Zona Militar, el general Alfredo Oropeza Garnica.

Los líderes Estela Arroyo Castro, José Luis Arroyo Castro y Bernabé Avila depositaron una ofrenda floral en la tumba del panteón Libertad, en Atoyac, donde yacen los dos eperristas.

Encima de la tumba se depositó una pancarta con la leyenda “La sangre derramada por los jóvenes revolucionarios es el precio que se tiene que pagar para poder alcanzar la verdadera libertad de justicia, y una vida digna de nuestro pueblo”; “Vivan los caídos del 27 de mayo”.

Posteriormente, los asistentes se trasladaron a la parte media de la sierra de Atoyac, en el punto conocido como la Curva del Guanábano, a cuatro kilómetros de la población de El Quemado, donde ocurrió el enfrentamiento.

Allí ya estaban unos 50 pobladores de El Quemado, quienes expusieron que un día antes del ataque observaron a policías motorizados y judiciales en el lugar.

En el acto se instaló una bandera nacional, asimismo se entonó el Himno Nacional Mexicano y La Internacional.

José Luis Arroyo Castro señaló que el gobierno debe corregirse y cambiar su sistema para cumplir las demandas del pueblo, el cual sigue hundido en la miseria.

El estado –agregó– debe informar dónde están otros jóvenes que murieron en combate, si están desaparecidos o encarcelados, porque es derecho de sus familiares que por miedo no se atreven a preguntar.

Ejemplificó con el caso de Isidro Molina, quien murió en combate en San Juan de las Flores y su padre desconocía que andaba en la lucha armada, pero se atrevió a pedir su cuerpo.

La representante del Frente Ciudadano Atoyaquense, Estela Arroyo, rechazó la manera en que el gobierno del estado trató a los normalistas en Chilpancingo; “con tristeza vimos cómo reprimen a nuestros hijos, pues fueron golpeados de manera brutal”. Lamentó que las prácticas del gobierno no han cambiado.

Bajo la lluvia, el lugareño de El Quemado, Tadeo Valdez, narró con un corrido lo que se vivió allí hace siete años.

En este proceso electoral, casi los mismos que han usurpado el poder: EPR

El PDPR-EPR sostuvo que en el actual proceso electoral para elegir al gobernador de Guerrero “los personajes de la competencia electoral son casi todos los mismos que por años han usurpado el poder del estado, son estos los que cambian de camiseta cuando sus intereses son afectados, son estos que ayer defendieron al PRI y que hoy según luchan por la democracia”.

En un comunicado, en el cual recuerdan que esta organización se fundó hace 40 años, el PDPR-EPR denuncia que”el colmo es que los políticos del priísmo y funcionarios de René Juárez siguen aceitando la maquinaria represiva y fraudulenta. Basta mencionar que Rubén Figueroa ha galardonado a todos sus fieles lacayos como el candidato (del PRI), Héctor Astudillo (y) el secretario general de Gobierno, Luis León Aponte, que siempre deja salir al gorila represivo que lleva dentro. Sus manoteos, el ninguneo, sus amenazas y los golpes en la mesa (son) la prueba de su política. Junto con ellos uno de los célebres asesinos de los 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, Héctor Vicario Castrejón, premiado con la presidencia estatal del PRI”.

La organización denunció que “al descontento y la protesta social se les responde con encarcelamiento, retenes militantes en donde los soldados imponen la vejación a mujeres, jóvenes, niños y ancianos”.

El PDPR-EPR señala que: “en el descaro y la impunidad, la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP), representada por el señor Ignacio Carrillo, hasta el momento no da resultados positivos que los familiares han exigido. Esta Fiscalía fue creada por el foxismo y por lo tanto sería absurdo (para el Estado) castigar a sus protegidos, es decir, las instituciones tienen como único interés no castigar a nadie. La política de “castigo’ que tanto cacarea Ignacio Carrillo es verborrea”.

El grupo destacó además la aparición en el escenario político nacional del ex secretario de Gobierno en Guerrero, Carlos Javier Vega Memije, quien como subprocurador en Delitos Electorales de la PGR pidió el desafuero al jefe de Gobierno del DF: “A usted señor Vega Memije recordamos que ha sido un mafioso creador de grupos de delincuentes, secuestradores y el contrabando era su deporte favorito. Si usted no se quiere acordar se lo decimos, que cuando determina las demandas de la PGR las escribe con sangre, y cuando vociferan amparándose en la ley, nomás saca bocanadas de falsedades a los muertos de los años 90, los guerrerense no lo olvidamos”:

El PDPR-EPR recordó que “conmemoramos este 18 de mayo el comienzo de la lucha guerrillera del comandante Lucio Cabañas Barrientos, quien con gran valentía se dispuso a liberar al pueblo de la oligarquía. Hoy, comandante, nadie de su sangre está en la lucha, pero no importa”.

En este proceso electoral, casi los mismos que han usurpado el poder: c

 El PDPR-EPR sostuvo que en el actual proceso electoral para elegir al gobernador de Guerrero “los personajes de la competencia electoral son casi todos los mismos que por años han usurpado el poder del estado, son estos los que cambian de camiseta cuando sus intereses son afectados, son estos que ayer defendieron al PRI y que hoy según luchan por la democracia”.

En un comunicado, en el cual recuerdan que esta organización se fundó hace 40 años, el PDPR-EPR denuncia que”el colmo es que los políticos del priísmo y funcionarios de René Juárez siguen aceitando la maquinaria represiva y fraudulenta. Basta mencionar que Rubén Figueroa ha galardonado a todos sus fieles lacayos como el candidato (del PRI), Héctor Astudillo (y) el secretario general de Gobierno, Luis León Aponte, que siempre deja salir al gorila represivo que lleva dentro. Sus manoteos, el ninguneo, sus amenazas y los golpes en la mesa (son) la prueba de su política. Junto con ellos uno de los célebres asesinos de los 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, Héctor Vicario Castrejón, premiado con la presidencia estatal del PRI”.

La organización denunció que “al descontento y la protesta social se les responde con encarcelamiento, retenes militantes en donde los soldados imponen la vejación a mujeres, jóvenes, niños y ancianos”.

El PDPR-EPR señala que: “en el descaro y la impunidad, la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP), representada por el señor Ignacio Carrillo, hasta el momento no da resultados positivos que los familiares han exigido. Esta Fiscalía fue creada por el foxismo y por lo tanto sería absurdo (para el Estado) castigar a sus protegidos, es decir, las instituciones tienen como único interés no castigar a nadie. La política de “castigo’ que tanto cacarea Ignacio Carrillo es verborrea”.

El grupo destacó además la aparición en el escenario político nacional del ex secretario de Gobierno en Guerrero, Carlos Javier Vega Memije, quien como subprocurador en Delitos Electorales de la PGR pidió el desafuero al jefe de Gobierno del DF: “A usted señor Vega Memije recordamos que ha sido un mafioso creador de grupos de delincuentes, secuestradores y el contrabando era su deporte favorito. Si usted no se quiere acordar se lo decimos, que cuando determina las demandas de la PGR las escribe con sangre, y cuando vociferan amparándose en la ley, nomás saca bocanadas de falsedades a los muertos de los años 90, los guerrerense no lo olvidamos”:

El PDPR-EPR recordó que “conmemoramos este 18 de mayo el comienzo de la lucha guerrillera del comandante Lucio Cabañas Barrientos, quien con gran valentía se dispuso a liberar al pueblo de la oligarquía. Hoy, comandante, nadie de su sangre está en la lucha, pero no importa”.

Trasladan al presunto integrante del EPR detenido al penal de Chilpancingo

 * Es por seguridad, dice Arturo Lima

 Zacarías Cervantes, corresponsal, Chilpancingo * Por “medidas de seguridad”, el Juzgado Penal de Primera Instancia de Arcelia ordenó el traslado de c, detenido el sábado en la Tierra Caliente, al penal de Chilpancingo, informó el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Arturo Lima Gómez.

El funcionario dijo ayer que para la dependencia el procesado es sólo una persona que tiene delitos configurados dentro del ámbito local y federal, “pero no puedo referirme a él dentro de la estafeta de los grupos subversivos”, en referencia a que si las “medidas de seguridad” eran por su presunta vinculación con el Ejército Popular Revolucionario (EPR).

Santana Monje o Santana Bahena fue detenido en acatamiento a la causa penal 057/2001-II, por los delitos de secuestro y homicidio en agravio de Víctor Manuel Nevárez Vergara y de Félix Olivares Izazaga.

Asimismo, por la causa penal 171/2001, por el delito de secuestro en agravio de Rafael Solorio Arroyo y de Ignacio Camacho Maldonado; por la causa penal 26/2002-II, por el homicidio de Eloy Servando Reza, y por el expediente 07/CC/2002, en el que es acusado por los delitos de terrorismo, portación de arma de uso exclusivo del Ejército y asociación delictuosa.

El funcionario señaló que como responsable del área de rehabilitación en el estado, la dependencia a su cargo toma las medidas “adecuadas” para evitar cualquier problema.

Mientras tanto, la dirección de los centros de readaptación social en el estado informó que el detenido se encuentra a disposición del Juzgado Penal de Primera Instancia de Arcelia, y que será esta instancia la que determine el lugar y los tiempos para que se lleve a cabo el proceso contra Santana Monje o Santana Bahena.

Captura la PJE a presunto miembro del EPR por el delito de secuestro

 * El señalado tiene varias averiguaciones por homicidio

 * En un expediente del MP federal, Sebastián Santana es acusado de “terrorismo, portación de arma de uso exclusivo del Ejército, asociación delictuosa, delitos contra la salud y lo que resulte”

 Gregorio Urieta, corresponsal, Ciudad Altamirano * Agentes de la Policía Judicial del Estado, al mando del comandante José Guadalupe Herrera Sánchez, detuvieron, la mañana del sabado a Sebastián Santana Monje o Sebastián Santana Bahena, originario de la comunidad de El Cirián, municipio de Ajuchitlán, por el delito de secuestro.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), y la Procuraduría General de la República (PGR) identifican a Sebastián Santana como miembro del Ejército Popular Revolucionario (EPR).

El señalado estuvo detenido durante varias horas en Coyuca de Catalán y –según trascendió–, durante la noche del sábado fue trasladado a Chilpancingo con un fuerte dispositivo policiaco, en el que participaron efectivos de la PGR y de la PJE.

La detención de Sebastián Santana se dio en la comunidad de San Pedro Limón, una de las comunidades donde tenía uno de sus domicilios particulares o escondites, según la PGR.

De complexión delgada y con 28 años de edad, tiene varias acusaciones de secuestro y asesinato, además de pertenecer al EPR y ser presuntamente uno de los principales dirigentes de esa agrupación armada, que hace un par de días emitió su opinión sobre los actos de corrupción de miembros del PRD ex funcionarios del gobierno de la ciudad de México.

Fue detenido por Guadalupe Herrera Sanchez, comandante que aprehendió al presunto comandante Ramiro como en los medios policiacos se conocía a Omar Guerrero, uno de los 14 reos del penal de Acapulco que se fugó en noviembe de 2002 y quien acusó al propio Herrera Sánchez de tortura y por ello el jefe policiaco enfrenta una recomendación de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero.

Fuentes de la PGR señalan que Sebastián Santana Monje es uno de los dirigentes de la banda de Los Cebos, integrada por sus hermanos Zózimo y Margarito Santana Monje, y los primos Nicanor Cervantes Ríos –ya detenido– y Tayde Cervantes Morales.

En el Juzgado Penal de Primera Instancia, en Arcelia, se encuentra radicada la causa penal 057/2001-II contra Sebastián Santana Monje, por los delitos de secuestro y homicidio en agravio de Víctor Manuel Nevárez Vergara, originario de Ajuchitlán, y por el homicidio de Félix Olivares Izazaga, así como en grado de tentativa contra Miguel Sánchez Calderón, Nereo Navarro Calderón, entre otros.

Santana Monje o Santana Bahena es señalado también en los expedientes de las causas penales 171/2001, donde lo involucran en el secuestro de Rafael Solorio Arroyo, ganadero originario de Tarétaro, municipio de Coyuca de Catalán, y del taxista Ignacio Camacho Maldonado, originario de Santa Teresa, del mismo municipio.

Se le relaciona también en el expediente de la causa penal 26/2002-II, por el homicidio de Eloy Servando Reza, de la comunidad de Cuevitas, municipio de Ajuchitlán.

La PGR y la PGJE lo vinculan con el secuestro de Rodrigo Borja García, originario de Altamirano, en el cual participó Cayetano Alvarado Palacios, El Cuche Blanco o El Toro Blanco.

Pero Sebastián Santana Monje también es identificado por la PGR como un miembro del EPR, y se le atribuyen cualidades extraordinarias como combatiente.

En el expediente N.07/CC/2001, es acusado ante el agente del Ministerio Público Federal de Coyuca de Catalán, por los delitos de “terrorismo, portación de arma de uso exclusivo del Ejército, asociación delictuosa, delitos contra la salud y lo que resulte”.

Uno de esos actos delictivos en los que presuntamente participó sería el asesinato de una familia completa en la comunidad de Santa María, municipio de Ajuchitlán, en donde ejecutaron “por orden de un narcotraficante” a Silvino Sánchez López y a sus hijos Hilario, José y Oliverio Sánchez, acto en el que habrían acudido vestidos con uniforme tipo militar y portando armas AK-47.

Critica el EPR la corrupción en el PRD; es triste y lamentable, dice

* La clase política está desestabilizando al país, afirma

La clase política está desestabilizando al país y orillando a   “nuestro pueblo a tomar decisiones firmes para dejar de ser rehenes de mafiosos y vende patrias”, escribe en un comunicado el Comité Central del Ejército Popular Revolucionario (EPR), en alusión a los hechos de corrupción en el PRD en los que están implicados René Bejarano, Carlos Imaz, Rosario Robles y Ramón Sosamontes.

En el comunicado expresan que es triste y lamentable que se den hechos de corrupción en dirigentes y militantes del PRD y sobre todo de los que se decían de izquierda, “esa parte de la izquierda que nos satanizó, se burló y que en sus enjuagues dentro del movimiento legal impulsaron su carrera política con todos los vicios de corrupción que ya tenían desde antes”.

Explican que en este proceso histórico en cualquier organización que se diga democrática o revolucionaria se cae o se puede caer en la corrupción, “pero el pueblo sabe que para estos sujetos no les queda más que la sanción que corresponda para evitar la continuación de la componenda y el robo”.

Enseguida comentan que es de comprenderse que “nuestro PDPR-EPR” se vio en la necesidad, hace varios años, de expulsar a gente “nefasta y corrupta” porque no podían aceptar que individuos corruptos se encontraran en sus filas y destruirnos desde dentro.

“Grande es el cinismo de los corruptos en el PRD, que antes de hacerse una autocrítica y de aceptar sus sanciones, se encubren con el ridículo argumento de la calumnia y la mentira y de hacer un nuevo proyecto queriendo enmascarar la esencia de sus actos”, agregan.

El EPR expresa que hoy la responsabilidad de los que continúan en el PRD es de terminar con todo lastre de corrupción que todavía existe en su estructura e impulsar su lucha política apegada a un proyecto histórico y de un verdadero cambio en nuestro país, asumiendo una actitud congruente para lograr sus reinvidicaciones inmediatas.

Señalan que no deben defraudar el honor, la honra y la memoria de los perredistas asesinados por llevar a cabo lo que consideraron honesto y democrático. Dicen que no se puede permitir la corrupción porque esto hace que la ultraderecha y su régimen orquesten campañas para desprestigiar al movimiento democrático y progresista.

Rechazan y reprueban a intelectuales que se dicen de izquierda y revolucionarios, aunque se presten y se cobijen con defraudadores como Carlos Ahumada.

Así también, en el comunicado condenan que algunos expulsados del partido reciban prebendas y dinero del gobierno federal y de algunos gobiernos estatales. “Ay de aquellos que se tragaron la mentira y se fueron con la idea que les sembraron y creen que no existimos”.

En el comunicado, también hacen referencia a Nazar Haro, aprehendido por el secuestro de Jesús Piedra Ibarra, y dicen que falta castigar a los responsables intelectuales de la guerra sucia.

Piden se castiguen por estar implicados en crímenes de lesa humanidad al ex presidente Luis Echeverría; al exsecretario de Gobernación, Mario Moya Palencia; al exdirector de la Dirección Federal de Seguridad, Luis de la Barreda; a los generales Humberto Quiroz Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro.