Demanda el rector de la UAG esclarecer pronto el crimen del docente de la Facom

Karina Contreras y Ramón Gracida Gómez

El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Javier Saldaña Almazán, lamentó el asesinato del catedrático de la Facultad de Comunicación y Mercadotecnia (Facom), Rigoberto Acosta González, y pidió a la Fiscalía General del Estado (FGE) investigar y esclarecer pronto los hechos.
En breves declaraciones telefónicas a El Sur, Saldaña Almazán calificó la situación para los universitarios como compleja, porque “nunca había pasado eso desde hace mucho”.
Indicó que el docente Rigoberto Acosta era un universitario trabajador, “para nosotros es un desconcierto y pedimos a las autoridades de la Fiscalía que hagan la investigación correspondiente” y que profundicen en ella.
Dijo que desde que conoció a Rigoberto Acosta estaba gestionando el impulso de la creación de la Octava Región, durante 25 años, “era un líder social con el cual todos los sierreños conocíamos”
Comentó que ha hablado con las autoridades que están investigando el asunto, aunque por la secrecía de la misma no reveló lo tratado, pero que entregaron la información que tiene que ver con la universidad para coadyuvar en la investigación.
Indicó que como universidad dieron a conocer un comunicado en donde exigen a la autoridad que investigue el crimen.
En otra entrevista con otros reporteros de Chilpancingo, al rector le preguntaron sobre si es un mensaje para la universidad, y respondió: “No, no hay que verlo así. Que se profundicen las investigaciones y que se den rápidamente los resultados a la familia”.
Saldaña Almazán envió las condolencias a la familia de Rigoberto Acosta, y a la directora de la Universidad Virtual, Felicidad Bonilla, su esposa, su solidaridad.

Destaca la UAG su trayectoria como luchador social

Mientras que en un comunicado UAG señala que la lamenta la “privación de la vida Rigoberto Acosta González, importante catedrático universitario, destacado luchador social y promotor de la Sierra como Octava Región”.
Agrega el breve comunicado que solicitan a la Fiscalía General del Estado realizar las investigaciones pertinentes para esclarecer el homicidio y hacer justicia a la familia.
Añade que se solidarizan con la familia y amigos. Mientras que en una esquela, la Coordinación General de Educación Virtual, donde es directora Felicidad Bonilla Gómez, esposa del finado, se lee: “Exigimos justicia por este hecho que enluta a la Universidad Autónoma de Guerrero”.
Por su parte, en la esquela de la Facultad donde Rigoberto Acosta González era docente de tiempo completo y va firmada por la directora Aurora Reyes Galván, señala que “lamenta con profunda tristeza el sensible fallecimiento de nuestro profesor y compañero universitario”.
Añade que hacen votos para que su familia encuentre la fortaleza y paz en su corazón que les ayude a superar estos momentos tan difíciles.

“Que se investigue”: López Sollano

El delegado estatal de la región Sierra, Saúl López Sollano, lamentó el asesinato del promotor de la octava región, Rigoberto Acosta González, y pidió que se investigue ese crimen.
Consultado vía telefónica, el funcionario del gobierno del estado dijo que “es lamentable como el de todos los ciudadanos que han perdido la vida este día”, lunes
Además del crimen de Acosta González, ayer fueron ultimados 13 policías municipales de Coyuca de Benítez, entre ellos el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Alfredo Alonso López, y el director de la Policía Preventiva, Honorio Salinas Garay.
Se le preguntó al delegado de la Sierra sobre las circunstancias en las que mataron a Acosta González a las 2 de la tarde en Chilpancingo, pero contestó a las 7:30 de la noche que no tenía más información de lo que se había publicado en la prensa.
Dijo que tampoco tiene información si el homicidio de Acosta González, dirigente del Consejo Regional de la Sierra de Guerrero (Cresig), está relacionado con su activismo por la creación de la Sierra.
“Yo como persona te puedo decir que se investigue, que se investigue como se debe de investigar todos los asesinatos, los crímenes que han sucedido”.
Guerrero vive una escalada de violencia que se ha recrudecido en las últimas semanas con ataques armados contra personajes de alto perfil de la vida pública del estado. El martes pasado 17 de octubre asesinaron también en la capital al dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio.

 

Misa en la Facom en memoria del estudiante asesinado

 

Universitarios y familiares del estudiante de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Mercadotecnia (Facom) de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Cristian Jesús Santiago Navarrete, asesinado presuntamente por una bala perdida en el enfrentamiento entre el Frente Unido para la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) y la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) el sábado en El Ocotito, municipio de Chilpancingo, asistieron a una misa luctuosa en la escuela.
Vestidos de negro y de blanco colocaron listones negros en señal de luto, y adornaron un altar con el retrato de Cristian, velas y flores.
El mensaje de la misa católica fue para desear el eterno descanso de Santiago Navarrete, así como consuelo para sus familiares, los universitarios exigieron justicia y castigo para los responsables.
Al concluir la misa los compañeros de salón de Santiago Navarrete lanzaron al aire globos inflados con helio con forma de estrella, plateados, como una despedida simbólica. Le dedicaron varios minutos de aplausos para reconocer su desempeño académico.
El padre de Cristian Jesús, Jesús Santiago Sánchez contó que el estudiante trabajaba como mesero en un restaurante en El Ocotito, ahí ganaba 200 pesos por una jornada laboral nocturna que concluía entre las 4 y las 5 de la madrugada.
Dijo que la familia de Cristian oponía a que trabajara, pero él quería tener ingresos, le gustaba tocar guitarra y estar con sus amigos, y convenció a sus padres para que le permitieran trabajar.
Dijo que el sábado 13 de mayo, Cristian y un compañero de trabajo se dirigían a Mohoneras, cuando terminaron su jornada laboral, en el trayecto hombres desconocidos les hicieron señas para que se detuvieran “pero son jóvenes, no se quisieron parar, no era para que le tiraran, a este Jesús yo nunca le enseñé a disparar con un arma, yo quise que fuera un estudiante que terminara (su carrera)”.