Vuelven a clases con vigilancia de la UPOEG

Reinician clases suspendidas la semana pasada tras enfrentamientos en el valle de El Ocotito

Policías de la UPOEG acudieron a los planteles educativos para ofrecer que se encargarán de vigilar la zona. Sólo en la primaria Benito Juárez no se normalizan las labores porque no hay garantías de seguridad, argumentan padres de familia

Luis Blancas

El Ocotito y Buena Vista de la Salud, Chilpancingo

Las escuelas de todos los niveles educativos de los siete pueblos del valle de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, reanudaron labores de manera normal la mañana de ayer, mientras que la primaria federal Benito Juárez, de la comunidad de Buena Vista de la Salud, continúa cerrada, luego de que la semana pasada suspendió labores tras enfrentamientos armados en dos comunidades.
Las comunidades afectadas por estos hechos de violencia fueron Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos, Rincón de la Vía, Palo Blanco y Acahuizotla, ubicadas en el corredor del valle de El Ocotito.
Ante el regreso a clases no se observó vigilancia de la Policía Estatal, ministerial ni de soldados del Ejército, ni recorridos de seguridad en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, que conduce a los siete pueblos, después de las balaceras de hace nueve días en Buena Vista de la Salud y el martes en Palo Blanco.
En El Ocotito, se observó que los padres de familia llevaron a sus hijos a los jardines de niños Santos Degollado y Gabriela Magistral, y a las primaria Emperador Cuauhtémoc, Sidar y Rovirosa, José María Morelos y Pavón, y Vicente Guerrero.
En las calles se constató que los vecinos caminaban de manera tranquila, además acudían al mercado ubicado frente a la comisaria municipal, para hacer sus compras; aunque sí se observaron recorridos de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Asimismo, los negocios de abarrotes, papelería, fondas de comida, peluquerías y ferreterías daban servicio normal a sus clientes.
Consultado en la comisaria municipal de El Ocotito, el comisario, Fernando Rosales González se quejó porque el alcalde de Chilpancingo, Jesús Tejeda Vargas, y el gobernador, Héctor Astudillo Flores, no han atendido el problema de la inseguridad que afecta a los pueblos de El Valle.
Comentó que los gobiernos estatal y municipal dieron instrucciones para una operación de seguridad en los siete pueblos afectados, pero no hay vigilancia en la zona, y agregó que después de las 6 de la tarde los policías de la UPOEG intensifican los recorridos de seguridad para evitar otra balacera.
“No hay ninguna respuesta de las autoridades, es la cuestión de ellos de otorgarnos seguridad, pero no lo hacen; nosotros con los policías cuidamos la zona, el gobierno nos debería ayudar para que la gente no se alarme”, declaró.
En Buena Vista de la Salud, se constató que los padres de familia llevaban a sus hijos a la secundaria técnica, a la primaria federal Benito Juárez y al jardín de niños Rosario Castellanos, mientras que policías de la UPOEG acudieron a las distintas escuelas para hablar con los directivos, maestros y padres, y les ofrecieron que ellos se encargarán de vigilar la zona para que haya tranquilidad, confianza y que no tengan miedo.
En un recorrido en la comunidad se observó que el mercado del centro reabrió sus puertas, luego que la semana pasada estuvo cerrado tras los hechos de violencia.
La única escuela que no volvió a clases fue la primaria federal Benito Juárez, de Buena Vista de la Salud, donde los estudiantes y padres de familia se presentaron pero en una reunión posterior con los directivos y los maestros, suspendieron las clases de esta semana.
En la reunión dentro de la escuela, el director de la primaria Benito Juárez, Sergio Adame Adame dijo que padecen la violencia y la inseguridad en la comunidad, y que la población no la provoca, “la ciudadanía es la parte indirecta del acontecer de inseguridad que se viven en la comunidad al igual que en el estado y país”.
“Le pregunto a los padres de familia si se reanudan las clases o no”, en tanto las condiciones no sean favorables para regresar, “en la escuela tenemos 288 estudiantes y es una responsabilidad que no nos deja concentrar al 100 por ciento en nuestra tarea educativa”.
Adame Adame se quejó de que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) no han enviado un desplegado o postura ante la suspensión de clases a causa de los hechos de violencia que ocurren en el valle de El Ocotito.
En la reunión, un padre de familia comentó que, en caso de que ocurra un enfrentamiento armado como el del domingo, “lo que voy hacer es ir a la escuela y sacar a mi hijo, nadie nos puede garantizar que haya seguridad, es mejor que no haya clases hasta que se calme esta situación”.
Una madre de familia dijo que ni ellas ni los padres pueden garantizar la seguridad de la escuela, “no tenemos armas para cuidar la escuela, lo que nos toca es tener la confianza de que todo está bien, de que no pasará nada, pero eso sí, tener precaución”.
Una maestra de la escuela señaló que es una responsabilidad cuidar a unos 24 niños en un salón de clases en caso de que ocurra otra balacera, “me deslindo de lo que pueda ocurrir, el gobierno es el responsable de garantizar la seguridad en la zona”, advirtió.
Otra madre de familia dijo, “yo tengo dos hijos en la primaria y otra hija en la secundaria, se me complica mucho ir por ellos en caso de que haya una balacera, mejor que les dejen tarea para que lo hagan en la casa y no correr riesgo”.
“Me dio miedo llevar a mis hijo a la escuela, porque hay la incertidumbre de que puede ocurrir otro enfrentamiento, mejor que no haya clases, para estar seguros en nuestras casas, no hay garantías de seguridad y es por precaución”, declaró.
Asimismo, un policía de la UPOEG, Espiridión recordó que hace 42 años la comunidad de Buena Vista de la Salud era una población tranquila, humilde, “nos amanecíamos tomando y en fiestas, pero no había este tipo de peligro, al que hoy estamos expuestos”.
Convocó a los padres de familia y maestros para que se reanuden las actividades educativas en el pueblo de manera normal, y dijo que la policía de la UPOEG brindará seguridad a los estudiantes, maestros y a la población cuando la requieran, “lo único que pretendemos es que el pueblo sea como hace 40 años, seguro, tranquilo, y respeto mutuo entre nosotros”.
Reconoció que el enfrentamiento armado entre policías estatales y civiles armados hace nueve días en la comunidad, tuvo la intención de atacar y exterminar a la mayor parte de la policía de la UPOEG, “esta situación fue (porque) a lo mejor hay intereses de por medio, pero no sabemos bien, simplemente estamos para dar seguridad al pueblo”.
Pidió a la población que reporte a la base de la UPOEG cualquier delito o irregularidad en Buena Vista de la Salud.
En repuesta, una madre de familia se quejó porque el enfrentamiento armados fue frente de su casa, “ningún policía acudió a mi domicilio para saber como estábamos después de la balacera, fue algo traumático porque estaba con mi hijo, no tuvimos apoyo de ustedes y hasta la fecha no hemos recibido apoyo de ellos”.
Una maestra informó a los policías de la UPOEG que los directivos, maestros y padres de familia acordaron que se suspenden clases y reanudarán el lunes de la próxima semana, en caso de que haya condiciones de seguridad en la comunidad.
Después de la reunión, firmaron un acuerdo para llevarlo a la SEG para que tengan conocimiento del problema y no afecte el salario de los maestros.
Hace nueve días ocurrió un enfrentamiento entre civiles armados y policías estatales que dejó un saldo de un civil muerto y dos agentes heridos en la localidad de Buena Vista de la Salud.
Por estos hechos de violencia, autoridades municipales y educativas suspendieron labores en las escuelas de todos los niveles en Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía.
La noche del martes, civiles armados atacaron a policías de la UPOEG en el retén instalado en la entrada a la localidad de Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco que dejó un civil muerto y dos policías heridos. En Palo Blanco y Acahuizotla se suspendieron las clases para proteger a los niños y maestros

Reinician clases suspendidas la semana pasada tras enfrentamientos en el valle de El Ocotito


Las escuelas de todos los niveles educativos de los siete pueblos del valle de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, reanudaron labores de manera normal la mañana de ayer, mientras que la primaria federal Benito Juárez, de la comunidad de Buena Vista de la Salud, continúa cerrada, luego de que la semana pasada suspendió labores tras enfrentamientos armados en dos comunidades.
Las comunidades afectadas por estos hechos de violencia fueron Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos, Rincón de la Vía, Palo Blanco y Acahuizotla, ubicadas en el corredor del valle de El Ocotito.
Ante el regreso a clases no se observó vigilancia de la Policía Estatal, ministerial ni de soldados del Ejército, ni recorridos de seguridad en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, que conduce a los siete pueblos, después de las balaceras de hace nueve días en Buena Vista de la Salud y el martes en Palo Blanco.
En El Ocotito, se observó que los padres de familia llevaron a sus hijos a los jardines de niños Santos Degollado y Gabriela Magistral, y a las primaria Emperador Cuauhtémoc, Sidar y Rovirosa, José María Morelos y Pavón, y Vicente Guerrero.
En las calles se constató que los vecinos caminaban de manera tranquila, además acudían al mercado ubicado frente a la comisaria municipal, para hacer sus compras; aunque sí se observaron recorridos de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Asimismo, los negocios de abarrotes, papelería, fondas de comida, peluquerías y ferreterías daban servicio normal a sus clientes.
Consultado en la comisaria municipal de El Ocotito, el comisario, Fernando Rosales González se quejó porque el alcalde de Chilpancingo, Jesús Tejeda Vargas, y el gobernador, Héctor Astudillo Flores, no han atendido el problema de la inseguridad que afecta a los pueblos de El Valle.
Comentó que los gobiernos estatal y municipal dieron instrucciones para una operación de seguridad en los siete pueblos afectados, pero no hay vigilancia en la zona, y agregó que después de las 6 de la tarde los policías de la UPOEG intensifican los recorridos de seguridad para evitar otra balacera.
“No hay ninguna respuesta de las autoridades, es la cuestión de ellos de otorgarnos seguridad, pero no lo hacen; nosotros con los policías cuidamos la zona, el gobierno nos debería ayudar para que la gente no se alarme”, declaró.
En Buena Vista de la Salud, se constató que los padres de familia llevaban a sus hijos a la secundaria técnica, a la primaria federal Benito Juárez y al jardín de niños Rosario Castellanos, mientras que policías de la UPOEG acudieron a las distintas escuelas para hablar con los directivos, maestros y padres, y les ofrecieron que ellos se encargarán de vigilar la zona para que haya tranquilidad, confianza y que no tengan miedo.
En un recorrido en la comunidad se observó que el mercado del centro reabrió sus puertas, luego que la semana pasada estuvo cerrado tras los hechos de violencia.
La única escuela que no volvió a clases fue la primaria federal Benito Juárez, de Buena Vista de la Salud, donde los estudiantes y padres de familia se presentaron pero en una reunión posterior con los directivos y los maestros, suspendieron las clases de esta semana.
En la reunión dentro de la escuela, el director de la primaria Benito Juárez, Sergio Adame Adame dijo que padecen la violencia y la inseguridad en la comunidad, y que la población no la provoca, “la ciudadanía es la parte indirecta del acontecer de inseguridad que se viven en la comunidad al igual que en el estado y país”.
“Le pregunto a los padres de familia si se reanudan las clases o no”, en tanto las condiciones no sean favorables para regresar, “en la escuela tenemos 288 estudiantes y es una responsabilidad que no nos deja concentrar al 100 por ciento en nuestra tarea educativa”.
Adame Adame se quejó de que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) no han enviado un desplegado o postura ante la suspensión de clases a causa de los hechos de violencia que ocurren en el valle de El Ocotito.
En la reunión, un padre de familia comentó que, en caso de que ocurra un enfrentamiento armado como el del domingo, “lo que voy hacer es ir a la escuela y sacar a mi hijo, nadie nos puede garantizar que haya seguridad, es mejor que no haya clases hasta que se calme esta situación”.
Una madre de familia dijo que ni ellas ni los padres pueden garantizar la seguridad de la escuela, “no tenemos armas para cuidar la escuela, lo que nos toca es tener la confianza de que todo está bien, de que no pasará nada, pero eso sí, tener precaución”.
Una maestra de la escuela señaló que es una responsabilidad cuidar a unos 24 niños en un salón de clases en caso de que ocurra otra balacera, “me deslindo de lo que pueda ocurrir, el gobierno es el responsable de garantizar la seguridad en la zona”, advirtió.
Otra madre de familia dijo, “yo tengo dos hijos en la primaria y otra hija en la secundaria, se me complica mucho ir por ellos en caso de que haya una balacera, mejor que les dejen tarea para que lo hagan en la casa y no correr riesgo”.
“Me dio miedo llevar a mis hijo a la escuela, porque hay la incertidumbre de que puede ocurrir otro enfrentamiento, mejor que no haya clases, para estar seguros en nuestras casas, no hay garantías de seguridad y es por precaución”, declaró.
Asimismo, un policía de la UPOEG, Espiridión recordó que hace 42 años la comunidad de Buena Vista de la Salud era una población tranquila, humilde, “nos amanecíamos tomando y en fiestas, pero no había este tipo de peligro, al que hoy estamos expuestos”.
Convocó a los padres de familia y maestros para que se reanuden las actividades educativas en el pueblo de manera normal, y dijo que la policía de la UPOEG brindará seguridad a los estudiantes, maestros y a la población cuando la requieran, “lo único que pretendemos es que el pueblo sea como hace 40 años, seguro, tranquilo, y respeto mutuo entre nosotros”.
Reconoció que el enfrentamiento armado entre policías estatales y civiles armados hace nueve días en la comunidad, tuvo la intención de atacar y exterminar a la mayor parte de la policía de la UPOEG, “esta situación fue (porque) a lo mejor hay intereses de por medio, pero no sabemos bien, simplemente estamos para dar seguridad al pueblo”.
Pidió a la población que reporte a la base de la UPOEG cualquier delito o irregularidad en Buena Vista de la Salud.
En repuesta, una madre de familia se quejó porque el enfrentamiento armados fue frente de su casa, “ningún policía acudió a mi domicilio para saber como estábamos después de la balacera, fue algo traumático porque estaba con mi hijo, no tuvimos apoyo de ustedes y hasta la fecha no hemos recibido apoyo de ellos”.
Una maestra informó a los policías de la UPOEG que los directivos, maestros y padres de familia acordaron que se suspenden clases y reanudarán el lunes de la próxima semana, en caso de que haya condiciones de seguridad en la comunidad.
Después de la reunión, firmaron un acuerdo para llevarlo a la SEG para que tengan conocimiento del problema y no afecte el salario de los maestros.
Hace nueve días ocurrió un enfrentamiento entre civiles armados y policías estatales que dejó un saldo de un civil muerto y dos agentes heridos en la localidad de Buena Vista de la Salud.
Por estos hechos de violencia, autoridades municipales y educativas suspendieron labores en las escuelas de todos los niveles en Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía.
La noche del martes, civiles armados atacaron a policías de la UPOEG en el retén instalado en la entrada a la localidad de Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco que dejó un civil muerto y dos policías heridos. En Palo Blanco y Acahuizotla se suspendieron las clases para proteger a los niños y maestros

Cierran comercios y escuelas en el valle de El Ocotito

El gobierno “va a ir” al valle del Ocotito ante  recientes enfrentamientos, anuncia Astudillo  

El gobernador pregunta por la seguridad que pregona la UPOEG y dice que hay un conficto entre dos grupos y urge la responsabilidad de la federación

Zacarías Cervantes

Chilapa

El gobernador Héctor Astudillo Flores cuestionó dónde está la seguridad que pregonan quienes operan en las comunidades del valle de El Ocotito, luego de los hechos de violencia del domingo en Buena Vista de la Salud y la noche del martes en Palo Blanco, localidades del municipio de Chilpancingo en donde tiene presencia la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Astudillo declaró que en esa zona hay un conflicto entre dos grupos que “está urgiendo la responsabilidad de la federación”, y que el gobierno “va a ir” porque es su responsabilidad.
En conferencia de prensa al final de la reunión del Grupo de Coordinación Guerrero en Chilapa, a la que asistieron el comandante de la 35 Zona Militar general José Francisco Terán Valle, el coordinador de la Policía Federal en Guerrero David Portillo Menchaca, el fiscal  Javier Olea Peláez, el secretario de Seguridad Pública estatal Pedro Almazán Cervantes, un representante de la Procuraduría General de la República (PGR), y el vocero Roberto Álvarez Heredia, al gobernador se le preguntó por la situación  en el valle del Ocotito, y respondió en todo sarcástico: “¿ya se estaban tardando, no?”, en referencia a los últimos acontecimientos de violencia en esos pueblos.
En esa zona detonó la violencia el domingo pasado. Ese día en Buena Vista de la Salud, municipio de Chilpancingo, en un enfrentamiento entre miembros de civiles armados y policías estatales murió un civil y dos policías estatales quedaron heridos. Asimismo, la noche del martes resultó un policía ciudadano muerto y dos heridos en un ataque de un comando en Palo Blanco, a unos 20 minutos de Chilpancingo, y por la violencia desde el lunes también se suspendieron las clases en las escuelas de las comunidades del valle de El Ocotito.
El gobernador dijo que lo primero que debe hacerse es un diagnóstico para saber cuántas escuelas están sin clases, que “se está haciendo en estos momentos”.
De los últimos días el gobernador cuestionó, “¿y la seguridad que pregonaban?”, y declaró que en esas comunidades “hay un conflicto entre dos grupos que, sin duda, está urgiendo la responsabilidad de la federación y vamos a ir, indiscutiblemente, porque es nuestra responsabilidad”.
No precisó cuáles son esos grupos que están en conflicto, aunque esas comunidades están bajo el control desde finales del año pasado de la autodefensa de la UPOEG, que está en conflicto con la Policía Comunitaria del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), pero esta agrupación desde el año pasado fue replegada violentamente a Tierra Colorada, cabecera del municipio de Juan R. Escudero.
El gobernador quien en campaña prometió “orden y paz”, insistió: “aquí cabe una pregunta elemental: ¿y los que pregonaban que brindaban seguridad, dónde están?. Vamos a ir nosotros porque es nuestra responsabilidad, por supuesto”.

Suspenden clases también en Acahuizotla y Palo Blanco, tras ataque a balazos el martes
En las comunidades de Acahuizotla y Palo Blanco, del municipio de Chilpancingo, se suspendieron las labores en las escuelas de todo los niveles educativos, tras los hechos de la noche del martes, cuando civiles armados atacaron a policías de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), en su retén en la entrada a Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco.
Con éstas, son siete comunidades del valle de El Ocotito donde no hay clases, luego del enfrentamiento del domingo entre civiles armados y policías estatales que dejó un civil muerto y dos policías heridos en Buenavista de la Salud.
Un integrante del Consejo de Autoridades de El Ocotito, informó que ayer se acordó que no se reanudaran las clases suspendidas desde el lunes  en  Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía, por los hechos de violencia de la noche del martes en Palo Blanco, y que además se sumaron Palo Blanco y Acahuizotla.
Señaló que esta medida es para que estudiantes y maestros no corran el riesgo en caso de un enfrentamiento entre policías ciudadanos de la UPOEG y hombres armados.
La noche del martes, un ataque de civiles armados a policías de la UPOEG en Palo Blanco, dejó un muerto y dos policías heridos de bala. (Luis Blancas/Chilpancingo).

Los Ardillos buscan controlar el valle de El Ocotito, dice un comandante de la UPOEG

El ejecutado en un automóvil el martes era un ex policía ciudadano, informa Ernesto Gallardo. Destituyeron a ocho integrantes de la organización que tenían acuerdos con los criminales, afirma. Aterroriza a vecinos de Palo Blanco el rumor de una balacera, cierran locales y se refugian en sus casas

El comandante general del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadano de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Ernesto Gallardo Grande informó que los ataques en Buenavista y Palo Blanco son “una provocación” del grupo criminal Los Ardillos, que pretende controlar el corredor del valle de El Ocotito.
El domingo sicarios y policías estatales se enfrentaron en Buenavista, un civil murió y dos agentes resultaron heridos, el martes atacaron un retén de la UPOEG en Palo Blanco, un civil murió y dos policías de esa organización resultaron heridos. Tras ambos hechos se cerraron el lunes las escuelas en Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Rincón de la Vía y Cajelitos, y ayer también en Palo Blanco, Acahuizotla, Mazatlán y Petaquillas, se informó aquí.
Consultado en la Comisaría de Palo Blanco, Gallardo Grande dijo que “lo que está pasando es que el grupo delincuencial denominado Los Ardillos está calculando fuerza y nos está provocando, con nosotros no va a haber acuerdos ni arreglos en cuestiones como ellos quieren entrar en nuestro territorio”.
Del ataque al retén el martes contó que los sicarios “vinieron a atacar nuestra base, gracias a Dios no tenemos bajas más que uno que ellos mismos ya traían en la cajuela del coche, lo traían esposado, así lo dejaron”, e informó que se trata de un ex policía de la UPOEG.
Ante la situación “vamos a dar una respuesta, por eso estamos haciendo recorridos, estamos haciendo presencia en todo el corredor del valle de El Ocotito para brindar seguridad a la población, que no pasen a mayores las cosas, para que ya no nos vuelvan a sorprender”.
De la presunta ruptura de la UPOEG aseguró que “es mentira, no hay ninguna confrontación entre comunitarios ni entre población ni con el gobierno, aquí la confrontación es directamente con el grupo delictivo de Los Ardillos”.
“En nuestro sistema hay reglas y hubo gente de Buenavista, un grupo que compañeros, comisario y todo que se destituyeron porque tenían acuerdos con Los Ardillos cuando nosotros no podemos tener acuerdos con ningún cártel, se les pidió que se quitaran la playera (de la organización) y que quedaran como personas normales, ‘es tu bronca, asúmela’, pero representaban un riesgo”, y dijo que por eso se solicitó la intervención de la Policía Estatal para evitar “vernos mal” y que se pensara que hay una confrontación entre policías ciudadanos.
Precisó que las destituidas fueron “ocho personas” que fueron apoyados por unas “siete u ocho” camionetas de Los Ardillos, cuyo armamento fue decomisado luego del enfrentamiento del domingo en Buenavista.
Declaró que ese grupo criminal ocupa dos rutas para irrumpir en el corredor del valle de El Ocotito, una por Petaquillas que es “por donde más se nos están viniendo”, y otra por Acahuizotla.
Del cierre de las escuelas en las nueve comunidades, así como el ambiente tenso a consecuencia de los enfrentamientos, Gallardo Grande dijo que “las escuelas no tienen por qué cerrar, no tiene por qué haber toque de queda, para eso tenemos sistema de seguridad, para sobre guardar la seguridad de los niños y de la población”.
Sin embargo dijo que “si nosotros no tenemos la capacidad (para garantizar la seguridad), el gobierno lo tiene que hacer también, nosotros no estamos peleados con el gobierno y tampoco le prohibimos el paso al gobierno, podemos coordinarnos”.
Informó que con la presencia de la UPOEG en las comunidades las clases podrían reanudarse hoy o mañana.
Por su parte el comisario de Palo Blanco, Carlos Santos Locia reconoció que hay pánico en las comunidades, pero con la presencia de la UPOEG “no hay nada que estar temiendo, nos está brindando la seguridad, nosotros agradecemos la coordinación con la Policía Estatal, las escuelas no tienen por qué cerrarse”. Llamó a la sociedad a retomar sus actividades, y a que “ya no tengan miedo”.

Retenes no reactivan la vida cotidiana

Desde El Ocotito hasta Palo Blanco la UPOEG instaló retenes que vigilan grupos de ocho a 50 policías ciudadanos, pero la tensión en las comunidades prevalecía ayer como se constató en un recorrido.
A pesar de que ser un día hábil, el miércoles, las escuelas de nivel básico, medio superior y superior en las comunidades estaban cerradas. En las calles no hubo el movimiento habitual de los pobladores que suelen salir de sus casas al mediodía para sus actividades cotidianas, recoger a sus hijos, ir al mercado, a visitarse, lo que se hace cuando no se teme por su vida.
La carretera federal México-Acapulco que cruza por las comunidades que integran el corredor del valle de El Ocotito no había más que unos cuantos vehículos, principalmente del transporte público, taxis y urvans que van a Chilpancingo o a Tierra Colorada, municipio de Juan R. Escudero.
En Palo Blanco rumores de una balacera en Acahuizotla aterrorizaron a la población, los comerciantes cerraron de golpe sus locales mientras que mujeres y jóvenes corrían a sus casas, en sus rostros se notaba la angustia, la incertidumbre de no saber si las balas volverían a llegar a la comunidad.
Entre el ir y venir de la gente una camioneta de la Policía Ciudadana aceleró con dirección al pueblo vecino, donde no se confirmó ningún enfrentamiento.(Alina Navarrete Fernández / Palo Blanco, Chilpancingo).

Suspenden clases también en Acahuizotla y Palo Blanco, tras ataque a balazos el martes

En las comunidades de Acahuizotla y Palo Blanco, del municipio de Chilpancingo, se suspendieron las labores en las escuelas de todo los niveles educativos, tras los hechos de la noche del martes, cuando civiles armados atacaron a policías de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), en su retén en la entrada a Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco.
Con éstas, son siete comunidades del valle de El Ocotito donde no hay clases, luego del enfrentamiento del domingo entre civiles armados y policías estatales que dejó un civil muerto y dos policías heridos en Buenavista de la Salud.
Un integrante del Consejo de Autoridades de El Ocotito, informó que ayer se acordó que no se reanudaran las clases suspendidas desde el lunes  en  Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía, por los hechos de violencia de la noche del martes en Palo Blanco, y que además se sumaron Palo Blanco y Acahuizotla.
Señaló que esta medida es para que estudiantes y maestros no corran el riesgo en caso de un enfrentamiento entre policías ciudadanos de la UPOEG y hombres armados.
La noche del martes, un ataque de civiles armados a policías de la UPOEG en Palo Blanco, dejó un muerto y dos policías heridos de bala.

Suspenden clases en escuelas de cinco pueblos de Chilpancingo tras la balacera del domingo

Luego del enfrentamiento de la tarde del domingo entre sicarios y policías estatales que dejó un civil muerto y dos agentes heridos en Buenavista de la Salud, en las comunidades de Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Rincón de la Vía y Cajelitos suspendieron labores en las escuelas de todos los niveles educativos, para proteger la integridad física de los estudiantes y maestros.
En la carretera federal México-Acapulco en el camino que va de Chilpancingo a El Ocotito no se observó vigilancia policiaca, ni en la comunidad de Buenavista de la Salud tras la intensa balacera de la tarde del domingo.
Sólo se observó un retén de policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en la comunidad de Palo Blanco, y en la base de la organización de Buenavista de la Salud, quienes pedían cooperación a los automovilistas y choferes del transporte público que pasaban por la carretera federal.
La comunidad de Buenavista de la Salud y El Ocotito están a unos 40 y 45 minutos de Chilpancingo, en esa zona tiene presencia la Policía Ciudadana de la UPOEG.
Como parte de la prevención y para proteger la integridad física de los pobladores, en donde hay presencia de la UPOEG en el valle de El Ocotito se pidió a la población resguardarse en su casa y no salir a altas horas de la noche, mientras sus policías hacen rondines e instalaron puestos de vigilancia en diferentes lugares.
Además hubo servicio del transporte público de manera normal en la rutas que se dirigen de Chilpancingo a esa zona cerca del municipio de Juan R. Escudero, y a los pueblos que suspendieron clases.
En un recorrido en El Ocotito que se ubica a cinco minutos de Buenavista de la Salud donde ocurrieron los hechos de violencia el domingo, se observó un ambiente tranquilo, comerciantes ambulantes y del mercado municipal instalados cerca de la Comisaría municipal hacían sus actividades y vecinos acudían al lugar, pero no hubo vigilancia policiaca.
En la localidad se constató que el plantel 17 del Colegio de Bachilleres, la Secundaria Técnica Número 11 Justo Sierra, la primaria Sidar y Rovirosa estaban vacías y sus puertas cerradas con candado. En Cajelitos la primaria Baltazar R. Leyva Mancilla y en Rincón de la Vía la Secundaria Técnica Sor Juana Inés de la Cruz suspendieron labores.
Consultado en la Comisaría el comisario de El Ocotito, Fernando Rosales González comentó que la suspensión de las clases fue de manera preventiva para la seguridad de los maestros y niños, después del enfrentamiento del domingo.
Dijo que la Policía Ciudadana de la UPOEG hace operaciones de seguridad en distintos puntos del valle de El Ocotito, para que no ocurra otro hecho de violencia, y que han tratado de hablar con la población para que no entre en pánico, “se les informa que la situación no es en El Ocotito sino en Buenavista, pero estamos en alerta por cualquier cosa”.
Informó que en ese poblado suspendieron labores en cuatro jardines de niños, cinco primarias, una telesecundaria, el Colegio de Bachilleres y la Universidad Tecnológica, en Mohoneras en un kínder, una primaria y una telesecundaria y en Buenavista de la Salud un kínder, una primaria, una telesecundaria y un telebachillerato.
Señaló que la vigilancia de la Policía Estatal, de la Federal y del Ejército se retiró la noche del domingo, pero unos 130 policías ciudadanos de la UPOEG pusieron retenes en el Parque Industrial, en la base de la organización y en Mohoneras, además de que patrullan el valle.
Pidió a la población que tengan precaución, que deben permanecer en la casas y no andar a altas horas de la noche, “se está trabajando para la seguridad, paz y tranquilidad”.
Consultado en el Colegio de Bachilleres, el director de la escuela, Abad Liborio Saligán comentó que debido al enfrentamiento armado las autoridades del municipio enviaron un documento de que se suspenderían las labores en las escuelas, para que no haya riesgos para los estudiantes y maestros.
Informó que la institución cuenta con 465 estudiantes y 36 trabajadores administrativos, maestros e intendentes, y agregó que sólo asistieron algunos maestros y trabajadores administrativos para atender algunos pendientes de la escuela.
“Ojalá que vuelva la tranquilidad a El Ocotito para que los habitantes caminen libremente sin tener preocupación y miedo, la situación del estado es difícil pero debemos seguir adelante”, declaró.

Misa en la Facom en memoria del estudiante asesinado

 

Universitarios y familiares del estudiante de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Mercadotecnia (Facom) de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Cristian Jesús Santiago Navarrete, asesinado presuntamente por una bala perdida en el enfrentamiento entre el Frente Unido para la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) y la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) el sábado en El Ocotito, municipio de Chilpancingo, asistieron a una misa luctuosa en la escuela.
Vestidos de negro y de blanco colocaron listones negros en señal de luto, y adornaron un altar con el retrato de Cristian, velas y flores.
El mensaje de la misa católica fue para desear el eterno descanso de Santiago Navarrete, así como consuelo para sus familiares, los universitarios exigieron justicia y castigo para los responsables.
Al concluir la misa los compañeros de salón de Santiago Navarrete lanzaron al aire globos inflados con helio con forma de estrella, plateados, como una despedida simbólica. Le dedicaron varios minutos de aplausos para reconocer su desempeño académico.
El padre de Cristian Jesús, Jesús Santiago Sánchez contó que el estudiante trabajaba como mesero en un restaurante en El Ocotito, ahí ganaba 200 pesos por una jornada laboral nocturna que concluía entre las 4 y las 5 de la madrugada.
Dijo que la familia de Cristian oponía a que trabajara, pero él quería tener ingresos, le gustaba tocar guitarra y estar con sus amigos, y convenció a sus padres para que le permitieran trabajar.
Dijo que el sábado 13 de mayo, Cristian y un compañero de trabajo se dirigían a Mohoneras, cuando terminaron su jornada laboral, en el trayecto hombres desconocidos les hicieron señas para que se detuvieran “pero son jóvenes, no se quisieron parar, no era para que le tiraran, a este Jesús yo nunca le enseñé a disparar con un arma, yo quise que fuera un estudiante que terminara (su carrera)”.

Se compromete el ex comisario de Mohoneras acusado de fraude a pagar el recibo de la CFE

 

El ex comisario de Mohoneras, municipio de Chilpancingo, Mario Castillo Barrientos se comprometió este lunes ante una comisión que encabezó el comisario interino, Francisco Cuevas Ramírez, a pagar el recibo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por el servicio de energía eléctrica para el bombeo del agua potable.
Vía telefónica, el comisario interino informó, asimismo, que esta semana comenzarán las gestiones ante el gobierno del estado y la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum), para que se integre una comisión que abra la base que dejó abandonada la policía comunitaria del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), donde suponen que torturaba a sus detenidos.
Cuevas Ramírez informó que, independientemente del dinero que se comprometió a pagar el ex comisario a la CFE, debe rendir un informe ante los ciudadanos del pueblo, para que aclare el destino que dio a los apoyos gubernamentales que recibió para el pueblo y que, sin embargo, solamente entregó a ciudadanos que apoyaban al FUSDEG.
Agregó que también los comités pro-festejos de los barrios y colonias tienen que rendir informes y entregar a las nuevas autoridades locales los recursos que obtuvieron de las cooperaciones del pueblo.
El comisario interino informó que, una comisión de ciudadanos acudió nuevamente este lunes a la casa del ex comisario Mario Castillo para pedirle el dinero que tiene para el pago a la CFE, pero explicó que se encontraba acompañado de otras personas de su grupo, quienes trataron de presionarlo y cuestionaron su legitimidad, acusándolo de que no lo eligió el pueblo.
Sin embargo, dijo que fue electo en asamblea el domingo 13 de noviembre, cuando asistieron, como representantes del gobierno municipal, Humberto Calvo Memije y el secretario de Seguridad Pública municipal, Esteban Espinoza Montoya.
Pero agregó que no acudió a esa reunión el ex comisario ni nadie de su grupo, quienes ahora no quieren reconocerlo como comisario interino.
Explicó que con ese argumento, en la reunión de ayer se negaban a entregarle el dinero que deben pagar a la CFE. Posteriormente pretendieron entregarle 5 mil pesos de los 14 mil 500 que tienen que pagar a la paraestatal.
Dijo que después argumentó que no tenía el recibo y que desconocía qué cantidad tiene que pagar, y que al final, Castillo Barrientos y su grupo se comprometieron a pagar el recibo de noviembre, cuando el fontanero les presente el recibo.
Cuevas Ramírez, añadió que, sin embargo, este acuerdo no resuelve el problema de fondo, puesto que el anterior comisario y su comité tienen que rendir un informe al pueblo de todos los apoyos que recibieron para beneficio del pueblo.
Agregó que también tienen que rendir sus informes financieros y de actividades los comités pro-festejos de los barrios y colonias porque también recibieron recursos de las cooperaciones del pueblo.

 

Renunció el comisario de Mohoneras identificado con el FUSDEG; eligen un interino con respaldo de la UPOEG

A raíz de la disputa por el control del territorio en el valle del Ocotito, entre la Policía Comunitaria del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) y la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), el comisario de Mohoneras, Mario Castillo Barrientos, renunció la semana pasada.
En consecuencia, este domingo, los habitantes de esta localidad del municipio de Chilpancingo eligieron a Francisco Cuevas Ramírez como comisario interino.
Castillo Barrientos contaba con el respaldo del FUSDEG y el nuevo comisario Cuevas Ramírez, tiene el apoyo de la UPOEG.
El nuevo comisario asumió el cargo este domingo en medio de la inconformidad de sus seguidores en contra Castillo Barrientos a quien acusaron de haber abandonado al pueblo en materia de seguridad y se manifestaron en contra de la Policía Comunitaria del FUSDEG. A la vez, respaldaron a la Policía Ciudadana de la UPOEG, agrupación que se está haciendo cargo de la vigilancia desde hace 15 días.
En la asamblea que se realizó el mediodía de este domingo en la comisaría municipal, los ciudadanos que eligieron al nuevo comisario también denunciaron que el anterior no entregó al interino el dinero para el pago del suministro de energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para el servicio de bombeo del agua potable.
La preocupación que permeó entre los vecinos obedece a que este lunes se vence la mensualidad y corren el riesgo de que la CFE les corte el servicio y se queden sin agua en los próximos días.
Los habitantes denunciaron, asimismo, que los comités de pro-festejos de los barrios y colonias no entregaron los informes financieros de las cooperaciones que recibieron de los vecinos.
Al calor de las acusaciones, los asistentes a la asamblea, acompañaron al comisario interino, Cuevas Ramírez a la casa del ex comisario a quien le exigieron el dinero para el pago a CFE. El grupo de vecinos se hizo acompañar por un grupo de la Policía Ciudadana, que los resguardó a prudente distancia.
Consulado en un receso de la reunión, Cuevas Ramírez, informó que Castillo Barrientos renunció la semana pasada cuando los vecinos le exigieron cuentas por la inseguridad que se vivía en el pueblo. Dijo que también lo cuestionaron porque la Policía Comunitaria del FUSDEG no estaba apoyando realmente al pueblo.
Durante la asamblea hubo vecinos que denunciaron que la Policía Comunitaria del FUSDEG construyó un sótano donde tenía su base y que allí hay “cámaras de tortura”.
El nuevo comisario informó que ahora que el FUSDEG ha abandonado la localidad los vecinos no se han atrevido a abrir ese sitio y que pedirán la presencia de representantes del gobierno estatal y visitadores de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) para que vayan a verificar lo que hay allí.
“El pueblo presionó al comisario (Castillo Barrientos) porque ya no se sentía seguro con la gente del FUSDEG, más bien, con ese grupo amado, el pueblo estaba atemorizado, estaba sometido por el miedo”, declaró el ahora comisario interino.
Informó que hace 15 días entró la Policía Ciudadana de la UPOEG a dar el respaldo a los habitantes de esta localidad y que la Policía Comunitaria del FUSDEG se retiró de Mohoneras, mientras que hace 8 días el comisario Castillo Barrientos se vio obligado a renunciar.
“El FUSDEG sólo aparentaba dar seguridad al pueblo, pero no, estaba permitiendo que pasaran muchas cosas y el pueblo, más que seguro, le tenía miedo a ese grupo armado, se contaban muchas cosas de ellos, una de ellas es el sótano del que apenas la gente ha comenzado a hablar”, denunció Cuevas Ramírez.
Pero aseguró que desde que se hizo cargo de la seguridad del pueblo la UPOEG, ya hay más confianza entre los ciudadanos y que este domingo convocaron a una reunión para elegir a sus nuevas autoridades locales.
La comisaría quedó a cargo de Cuevas Ramírez y como comisaria suplente fue electa Marcela Valenzo.
En la asamblea, los vecinos del lugar denunciaron que en los seis meses que llevaba Castillo Barrientos, no les rindió cuentas de los recursos que recababa entre los vecinos y que los apoyos gubernamentales que recibía sólo los distribuía entre los habitantes que respaldaban la presencia del FUSDEG.
Un vecino denunció que el ahora ex comisario recababa entre las aproximadamente 800 familias de la localidad de entre 25 a 30 mil pesos mensuales para el pago a la CFE para el servicio de bombeo del agua, pero que recientemente se enteraron que el recibo llega de 12 mil pesos, y que desconocen el destino del resto del recurso.
Al calor de esos señalamientos, los asambleístas nombraron una comisión que fue a pedir el dinero correspondiente al mes de noviembre a la ex tesorera Ilda Bello Vega, pero ésta les dijo que el informe y los recursos ya habían sido entregados al Cabildo de Chilpancingo.
Después, los más de 100 asambleístas se trasladaron junto con el comisario interino, Francisco Cuevas, a la casa del ex comisario, Castillo Barrientos, resguardados a prudente distancia por un grupo de la policía ciudadana, para exigirle el dinero.
El ex comisario se quejó ante los vecinos de que el grupo adversario no lo dejó trabajar y les cuestionó que eso, –lo del dinero– lo hubieran tomado en cuenta cuando lo presionaron para que renunciara.
Sin embargo, después de más de 10 minutos de discusión, ofreció que va a reunirse con la ex tesorera para revisar cuánto dinero tienen en su poder para entregárselos.

 

 

Ocupan policías de la UPOEG El Ocotito y entran a la base comunitaria del FUSDEG, que se repliega a Tierra Colorada

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Policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y pobladores de El Ocotito tomaron la mañana de este lunes la base comunitaria del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), luego de que este grupo se replegó a Tierra Colorada en la madrugada, en la disputa del territorio de las dos organizaciones.
El hecho ocurrió a las 11:50 de la mañana luego de que el domingo la UPOEG entró a la zona pero estuvo separada de integrantes del FUSDEG por un retén de policías estatales, para evitar más enfrentamientos como el ocurrido el 24 de octubre en Tlayolapa, Juan R. Escudero, que dejó a siete hombres muertos.
Por su parte el alcalde priista de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena dijo que por el conflicto de El Ocotito sólo puede intervenir mediante el diálogo, porque entre la UPOEG y el FUSDEG conforman más de 600 hombres armados y el municipio sólo cuenta con 119 policías municipales.
Los pobladores de la comunidad y policías ciudadanos de la organización no entraron a las dos casas que ocupaban los policías comunitarios como comandancia, porque no acudieron funcionarios del municipio ni del gobierno del estado a hacer un inventario.
Unos 100 policías ciudadanos de la UPOEG llegaron en camionetas y automóviles a la base del FUSDEG de El Ocotito ubicada en la salida de la población en la colindancia con la comunidad Mohoneras, en la carretera federal México-Acapulco. Se les vio con armas de grueso calibre como AR-15 y AK-47.
Un vecino de El Ocotito comentó que desde hace tres años policías comunitarios del FUSDEG tenían presencia en ese lugar tras separarse de la UPOEG.
A pesar de que había un retén de la Policía Estatal con cinco patrullas y más de ocho policías estatales cerca de la Comisaría municipal, entraron policías ciudadanos y pobladores sin violencia a tomar el control de la base de la comunitaria.
Este conflicto por la disputa del territorio de Xaltianguis en Acapulco, Tierra Colorada en el municipio Juan R. Escudero y El Ocotito y Petaquillas en Chilpancingo, ha causado movilizaciones y enfrentamientos armados entre los dos grupos.
Los policías ciudadanos hicieron recorridos en camionetas y a pie para buscar a policías comunitarios, y evitar un ataque armado o confrontación.
En un recorrido en las dos casas que ocupaban los comunitarios como base había mujeres haciendo comida, y la otra vivienda estaba cerrada pero debajo de unas escaleras se encontraron bombas molotov. Al retirarse los comunitarios la madrugada de ayer los 20 retenidos que tenían escaparon, entre ellos un comandante de Petaquillas que fue torturado a golpes, “le echaron clarasol en la narices y fue atendido por Protección Civil municipal”, según una fuente de la UPOEG.
Una vecina de El Ocotito que vive cerca de la base del FUSDEG relató que en una de las casas hay un calabozo donde metían a los detenidos, los torturaban y sólo les daban de comer una tortilla, “mientras que en otro cuarto tenían a mujeres a quienes violaban”.
Por su parte el vecino Santiago García Chalma relató que el 20 de junio su hijo, dos yernos y su nieto fueron detenidos de manera irregular por los policías comunitarios, quienes los acusaron de secuestro y fueron entregados a la Fiscalía General del Estado (FGE), y ahora están recluidos en la cárcel en Chilpancingo.
García Chalma pidió la intervención del gobierno del estado para atender sus demandas pero no ha tenido respuesta, “sufrieron maltratos por parte de los comunitarios a pesar de que son inocentes, fueron trasladados a la cárcel de Chilpancingo, presentamos una denuncia en la Fiscalía que a la fecha no hemos tenido solución, los verdaderos secuestradores están libres”.

Pidió acompañamiento del Ayuntamiento y del gobierno del estado pero no le hicieron caso, dice Gil Ramírez

Por su parte en conferencia de prensa, el comisario interino desconocido por el Cabildo de Chilpancingo, Gil Ramírez Cortés se quejó de que el Ayuntamiento de Chilpancingo y el gobierno del estado no acudieron a la base comunitaria del FUSDEG para hacer un inventario de la comandancia “de manera general tomar el inmueble”.
Comentó que la Policía Ciudadana de la UPOEG tomó el control de la comunidad con retenes “para que continúe la paz y seguridad” en la zona.
“Me comuniqué con trabajadores del Ayuntamiento, no me contestaron y después le llamé al director de Gobernación de la Secretaría General de Gobierno, Jesús Vargas Vargas, dijo que enviaría a trabajadores del gobierno del estado para ingresar a las dos casas de la base del FUSDEG, pero que después de consultar a sus jefes no tenía la facultad de venir para realizar un inventario, lo cual no ocurrió”, se quejó.
Agregó que pedirá a un agente del Ministerio Público de la Fiscalía del estado o del gobierno federal que investigue las violaciones a derechos humanos de los policías comunitarios.
En Chilpancingo en la plaza Primer Congreso de Anáhuac el alcalde Leyva Mena manifestó que ha llamado al diálogo a las partes en conflicto, incluso el viernes platicó con el dirigente de la UPOEG Bruno Plácido Valerio para decirle el grado de conflicto en la zona, “es importante que entre los dos grupos armados se utilice el diálogo”.
Aseveró que emplazó a Bruno Plácido a que se construyan criterios de la portación de armas y la capacitación en derechos humanos de sus simpatizantes, y que aceptó.
Se le preguntó si cree que es suficiente el diálogo y respondió, “no tengo otra manera, el municipio tiene 119 policías, la fuerza armada del FUSDEG representa por si sola 150 hombres, los de la UPOEG tienen lo doble o triple, es decir que estamos hablando de un total de 450 a 600 personas armadas, las cuales no están reguladas, por eso a través del diálogo tratamos que entiendan”.
El acalde advirtió que si en estos momentos entra otra fuerza armada a la zona las cosas se pueden agravar, “por eso se deberá de ir acompañado con el diálogo permanente”.