Ven organizaciones con reservas el cambio en la Sagadegro; el nuevo titular, “sin perfil”

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Dirigentes de organizaciones de productores ven con poco optimismo y bajas expectativas el cambio de titular en la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural (Sagadegro), por el perfil académico del nuevo secretario, Alejandro Zepeda Castorena; también opinaron que no tiene experiencia en el área y que fue designado por “compromisos políticos”.
Fueron consultados, el presidente de la Red de Agricultores Sustentables y Autogestivos (RASA) y asesor general de la Coordinadora de Comisariados Ejidales y Comunales de Guerrero, Arturo García Jiménez; el dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Marco Antonio Reyes Campos, y el dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos-Roja (CIOAC-Roja), Gerardo León Hurtado.
García Jiménez, opinó que Zepeda Castorena, quien sustituye en la Sagadegro a Jorge Peto Calderón, no cuenta con el perfil adecuado, puesto que es biólogo y en la dependencia debe estar un agrónomo.
Por lo tanto, para Zepeda, el tiempo que viene será de aprendizaje, “y sin inserción con la gente del campo porque viene de otro esquema; no es lo mismo manejar 48 mil personas del programa Sembrando Vida (donde se desempeñaba el ahora titular de la Sagadegro) que trabajar con 350 mil campesinos de Guerrero”.
Arturo García prevé que esto va a afectar mucho en el desempeño del gobierno estatal para rescatar el campo.
Por tanto, declaró que no ven con optimismo ni con muchas expectativas al nuevo secretario; “ya vimos su desempeño en Sembrando Vida, y trasladarlo a una estructura mucho más amplia, no va a funcionar y al rato van a cambiarlo también y va a ser cuento de nunca acabar”.
Sin embargo, dijo que será otra vez el gobierno quien deberá asumir sus errores o de sus aciertos.
El dirigente agrario criticó que el problema es que se busca y se designan en los puestos a gente sin el perfil preciso, “por arreglos políticos, y bajo ese esquema va a ser difícil que se desarrolle el campo como se debe”.
Explicó que fue lo que pasó con el anterior secretario Jorge Peto Calderón, quien aunque sí tenía el perfil, le dieron el cargo por compromisos políticos y se vio desde el principio; primero fue cuestionado por los trabajadores, después por su falta de atención a las organizaciones, y luego por su trato con los campesinos; “le gustaba tomar decisiones sin tomar en cuenta a la gente”.

No tiene compromiso con la 4T, dice León Hurtado.

El dirigente de la CIOAC-Roja, Gerardo León Hurtado, opinó que el problema no es tanto el secretario; “el problema es que quien decide y dice que se hace en esa dependencia es ‘el gobernador’ Félix Salgado Macedonio.
Agregó que en el sector se sabe que él fue quien destituyó a Peto Calderón: “algo debió haber pasado entre Salgado Macedonio y el ahora exsecretario, porque eran camaradas”.
Cuestionó que en los hechos tome estas decisiones a pesar de que no tenga ninguna facultad jurídica ni política para decidir quién se queda o quien se va en el gobierno estatal, “puesto que nosotros votamos por una gobernadora, por un gobernador”.
También expresó su desacuerdo que se haya nombrado en el cargo a un priista, pues pertenece al PRI y al grupo del ex alcalde de Chilpancingo Marco Antonio Leyva Mena, de quien fue su director de Ecología en el periodo 2015-2018, y sin compromiso con la Cuarta Transformación.
Declaró que en esas circunstancias es muy difícil entenderse con esa gente, porque aunque son de origen campesino, desconocen el campo, “o sufren de amnesia y no saben qué es el campo, ni óomo se siembra una mata de maíz, porque no están metidos en el rollo de la producción”.
Pero dijo que más allá del perfil, el problema es que en este gobierno no deciden los secretarios sino el senador Salgado Macedonio. “Yo lo dije muchas veces; por primera vez Desarrollo Rural tiene une especialista en el campo, con un grado de doctorado (en referencia al ex secretario), “pero si no se les permite trabajar, ¿qué puede hacer una persona con esas características?”.
Criticó que de los 387 millones de pesos de presupuesto que le aprobó el Congreso a la dependencia prácticamente todo se iba en salarios “y lo poco que quedaba quien decidía a quien se le daba y a quien no, era ‘el señor gobernador’.
Añadió: “De ahí vienen las grandes torpezas. Si ese señor que llega, va a hacer igual, va a hacer el mismo trabajo”.
León Hurtado deseó que al nuevo secretario, “aunque sea de corte priista, se le permita trabajar; en la administración pública sea del color que sea, si trabaja bien no importa. Yo le deseo mis sinceros parabienes y a Peto Calderón mi más sincera consideración”.

Era urgente el cambio: Marco Antonio Reyes

El dirigente de la UNTA, Marco Antonio Reyes, declaró que era “más que necesario y urgente” la renovación del “timonel” en esa Secretaría.
Argumentó que el anterior secretario, “sin hacer leña del árbol caído, pero tuvo muchas omisiones e inconsistencias y no estaba apoyando al gobierno de Evelyn Salgado Pineda”.
Dijo que como organizaciones de productores estuvieron en la mejor disposición al diálogo, “aun cuando él (Peto Calderón) y el secretario de gobierno Ludwig Marcial Reynoso, son poco serios; les falta tacto político y lejos de ayudar estorban”.
Opinó que el anterior secretario le deja al actual una tarea compleja, puesto que hasta ayer se publicaron los listados de beneficiarios de los apoyos al campo, “que son escuetos y poco transparentes”.
Opinó que con los recursos que se asignaron a la dependencia para este año, no se alcanzan a cubrir los apoyos a los beneficiarios cuyos listados se publicaron ayer. “hay un desorden y un caos total en la Secretaría”.
Deseó que haya disposición del biólogo, para corregir y reordenar lo que dejó mal el anterior secretario.
Opinó que si el nuevo secretario llegara con toda la actitud de colaboración, de respeto, honesta y franca, se reordenaría las cosas en la dependencia.
Y que si no, cuando menos sea honesto y diga qué no se va a apoyar.

 

Los campesinos viven en la exclusión y la marginación, dice RASA en su décimo aniversario en Zumpango

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

En el décimo aniversario de la organización campesina Red Alternativa Social y Autogestiva (RASA), los dirigentes demandaron más apoyos para el campo, porque denunciaron que actualmente el 70 por ciento del área rural vive en la exclusión y en la marginación a pesar de que es el pilar de la economía del país.
En la asamblea que se llevó a cabo en el restaurante Mezquite en Zumpango,  representantes de más de 15 estados del país de esa organización cambiaron al dirigente nacional Félix Castellanos Hernández, y designaron a Martín Bahena Obregón.
En el encuentro el nuevo dirigente dijo que buscará los apoyos para rescatar al campo mexicano, “y luchar mano con mano con las organizaciones campesinas para que demos resultados y los campesinos tengan un mejor desarrollo en las comunidades”.
El dirigente nacional de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), José Narro Céspedes dijo que el diagnóstico que tiene esa organización del campo es que los campesinos viven la pobreza extrema y la inseguridad.
Añadió que esa situación de pobreza y violencia, “ha arrasado con todas las familias campesinas y el escaso apoyo de las instancias gubernamentales mantiene desplazados a los campesinos del desarrollo”.
Informó que a raíz de las medidas anti migratorias del nuevo gobierno de Estados Unidos, han regresado muchos mexicanos que estaban radicados en ese país, y que han encontrado escaso apoyo del gobierno con todos los recortes presupuestales que hay en el país.
Informó que las organizaciones campesinas, entre ellas RASA, van a luchar para que los recursos lleguen directamente a los productores.
Informó que de febrero a lo que va de marzo han regresado más de 100 migrantes que pertenecen a esa organización y que no han encontrado apoyo del gobierno del estado.
El dirigente de la CNPA, Narro Céspedes se quejó de que el 90 por ciento de los programas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) van para los sectores de la agricultura comercial, y no para la agricultura campesina.
Añadió que por eso la organización está proponiendo que se establezca un sólo programa que atienda a todas las cadenas productivas, y que haya una sola ventanilla para los programas.
El dirigente nacional de la CNPA afirmó que los campesinos necesitan una sola ventanilla que apoye a la cadena productiva de la pequeña agricultura, “que es el sector que le ha dado fortaleza al campo y al país”.
También demandó que los recursos destinados para el campo lleguen directamente a los campesinos.
Durante la asamblea la organización llamó a buscar los apoyos necesarios para rescatar al campo, “y tratar de luchar mano con mano con todos los agremiados y otras organizaciones campesinas para que el proceso de organización nacional dé resultados y los mexicanos tengan un mejor desarrollo en sus comunidades”, dijo Céspedes.
Agregó que los campesinos a pesar de que fomentan la riqueza del país, viven en la pobreza extrema y “la situación está muy complicada porque la inseguridad ha arrasado con todas las familias campesinas”.
Aseguró que el escaso apoyo de las instituciones gubernamentales ha desplazado del campo a los agricultores y que no dan garantías a los migrantes de Estados Unidos, quienes no ven oportunidades en el país.
La celebración por el décimo aniversario de la fundación de RASA y el Congreso nacional de la organización se llevó a cabo en el restaurante Mezquite de Zumpango, asistieron unos 500 campesinos de varios municipios del estado, así como representantes de 15 estados del país.
En el encuentro campesino estuvo como representante del gobernador Héctor Astudillo Flores, el subsecretario de Administración y Finanzas, Tulio Pérez Calvo, asimismo el presidente municipal de Leonardo Bravo (Chichihualco), Alfredo Alarcón Rodríguez.

Las acciones del gobierno son insuficientes ante la crisis del café, dice líder de RASA en Atoyac

 

El presidente de la Red de Agricultores Sustentable Autogestivos (RASA), Arturo García Jiménez pidió que los tres órdenes de gobierno reconozcan como una realidad la crisis del café en Guerrero.
Consultado vía telefónica, Arturo García respondió al delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca, y Desarrollo Rural del Estado de Guerrero (Sagadegro), Juan José Castro Justo, quien afirmó que todos los productores de café han recibido los recursos de programas a tiempo.
Ayer el productor cafetalero de Atoyac llamó a los tres niveles de gobierno a que se reconozca que las acciones y programas de apoyo a la cafeticultura son insuficientes, “ante esta inconformidad de la gente (que) salgan al encuentro de las propuestas, busquen esquemas de coordinación para reactivar la cafeticultura”. Consideró que no es correcto que el gobierno reaccione sólo cuando hay presión.
Dijo que los mismos productores del café reconocen la responsabilidad para el desarrollo de los cafetales , “somos culpables todos los actores pero digamos que cada quien tiene su parte de responsabilidad” y reiteró que se debe reactivar la economía cafetalera.
De los 120 millones de pesos que informó el secretario de la Sagadegro, Juan José Castro Justo, para el combate a la roya, indicó que sí hay ventanillas abiertas para los programas de apoyo al campo, sin embargo persiste el retraso “por ejemplo, los viveros que se van a establecer en este año debieron haberse sembrado en enero, para que la semilla esté lista en temporada de lluvias, o sea que los viveros que siembren este año no tendrán plantas listas este 2017”. Reiteró que la “agroburocracia” no coincide con la realidad de los tiempos del campo.
Recordó que incluso entregando a cada productor mil plantas y lo equivalente a dos mil 500 pesos en insumos, incluyendo el fungicida que ataca a la roya, si no hay recursos para dar mantenimiento a la planta, la inversión inicial no prosperará.
Dijo que el año pasado 10 mil productores recibirían cada uno mil plantas, lo que sumaría 10 millones de plantas que se sembrarían, “no se va cubrir la demanda de planta y aún cuando se cubrieran los 10 millones estaríamos hablando que cuando mucho se van a sembrar 3 mil 333 hectáreas, para las 40 mil hectáreas destinadas al café en el estado”.
Pidió se integre un plan integral para el desarrollo real del café e incluso tener un papel más preponderante como un gestor a bancas especializadas en financiamientos, “está en sus manos pero no hay interés, les extortamos que se preocupen. Les decimos que reconocemos su labor, ellos están todo el día metidos en el tema rural donde el café es una parte y nosotros estamos metidos en el café y le sabemos, tenemos soluciones, que nos hagan caso”.

 

 

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La enfermedad de la roya sigue devastando los cafetales; en Atoyac este ciclo casi no hubo cosecha

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Primera parte

Debido todavía a los efectos de la enfermedad de la roya de las pantas de café, los campesinos más pobres en la sierra de Atoyac casi no cosecharon en el ciclo que recientemente terminó, mientras que medianos productores y empresarios apenas obtuvieron 20 por ciento de la producción que en condiciones normales obtenían.
El presidente del organismo público descentralizado del gobierno del estado Consejo Estatal del Café (Cecafé), Erasto Cano Olivera, manifestó que podrían ser 30 mil quintales los que se cosechen este año en el estado, cantidad superior a la del año pasado cuando se registraron 25 mil quintales de café.
Por su parte, el presidente de la Red de Agricultores Sustentable Autogestivos (RASA), Arturo García Jiménez, afirmó que no hubo cosecha. Recordó que a mediados de los años 80, la producción en el estado era de cerca de 300 mil quintales.
Arturo García consideró que en el ciclo que está terminando se cosecharon en Atoyac unos mil quintales destinados a la comercialización, aparte de los que se cosechan para el autoconsumo.
En Atoyac el inicio de la cosecha del café fue en diciembre, y dura en promedio un mes y medio.
Consultado vía telefónica, el presidente del Cecafé afirmó que no tenía la información exacta porque “seguimos en el ejercicio de la cosecha”. El funcionario recordó que el año pasado se recolectaron 25 mil quintales, y este año pronosticó superar la cantidad a 30 mil, “se recuperó tantito (para) los (productores) que lógicamente trataron su planta (contra el hongo de la roya) pero no más”.
La percepción del funcionario es que se ha recuperado la producción.
Sin precisar datos insistió que quienes cuidaron sus cafetales son quienes tuvieron un reflejo positivo en la cosecha, “lógicamente va a tener producción, pero si no lo trató pues es difícil que tenga una producción igual a todos los productores”.
Dijo que la cosecha termina en el mes de abril y mayo y explicó que en la parte alta de Guerrero todavía se está madurando el grano de café o están en fase de cosecha.
En un recorrido por comunidades de Atoyac y su cabecera municipal, productores afirmaron que el hongo hemileia vastatrix, conocido como roya naranja, sigue devastando los cafetales debido a la tardía reacción de los gobiernos para establecer programas para combatir la enfermedad del café que se agudizó después de las tormentas Ingrid y Manuel en septiembre de 2013.
A mediados del año pasado el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), José Eduardo Calzada Rovirosa, estuvo en este municipio con mayor vocación cafetalera y reconoció en junio del 2016 que sí llegó tarde el apoyo de la dependencia a los cafeticultores del estado. Las secuelas de la desatención están presentes. La visita del funcionario no cambió el problema; la entrega de equipo y financiamiento para nuevas plantas se hizo de manera tardía . El presupuesto se dio a finales de agosto, cuando el temporal de lluvias había pasado, se quejan campesinos de la sierra de Atoyac.
Este desfase burocrático se refleja en la cosecha del 2017.

Las plantas para el programa de resiembra de cafetales llegaron después de las lluvias

En la comunidad de El Paraíso en la sierra de Atoyac, el de mayor vocación cafetalera en el estado, los ejidatarios y productores que toda su vida se han dedicado al café reportaron que no cosecharon porque la roya –hongo que se visualiza como una mancha naranaja en la hoja, deshoja el cafeto y finalmente lo seca– no fue controlada por el fungicida que entregó el gobierno y éste apenas duró para dos aplicaciones, cuando se necesita una cantidad muy superior.
Informaron que las plantas que se entregaron para el programa de resiembra las recibieron también después de las lluvias. En julio debió ser el máximo para empezar a sembrar sin embargo se entregaron en septiembre y octubre.
En una reunión en el centro de El Paraíso a la que asistieron campesinos de comunidades de La Pintada, Ranchito, Río Verde y La Quebradora, el ejidatario Juan Pérez recriminó que en junio del año pasado el secretario de Sagarpa anunció la entrega de 20 millones de pesos para el seguimiento de los cafetales sembrados “¿Dónde están esos 20 millones? No hay nada de dinero, entonces nos organizamos por hacer viveros individuales pero nos ponen el montonales de requisitos en Sagarpa” denunció. Advirtió que protestarán en las oficinas centrales en la Ciudad de México porque desconfían de los trámites que impone la delegación en el estado.
Por su parte el productor, Joaquín Cortés estimó que en la localidad de El Paraíso se cosechó un 30 por ciento de lo que sus cafetales pueden producir “pero otros no cosechamos nada por el problema de la roya del café”.
Explicó que para obtener una buena cosecha ahora se tiene que fumigar. La mayoría de las huertas están en terrenos inclinados y en laderas, algunos sembraron apenas una hectárea o tres cuartas partes y los costos son altos para el mantenimiento.
A diferencia de hace más de 30 años, la cafeticultura ya no es costeable. Tan sólo para aplicar un fungicida que controla la roya se necesitan mil pesos cada 40 días durante más de seis meses.
De la comunidad de La Pintada, el campesino y productor de café, Antonio Adame criticó que hay personas que sin trabajar las huertas o sin tener cafetales están al pendiente de los programas de Sagarpa, “los verdaderos productores estamos acá en la sierra, trabajando”. Dijo que hace más 10 años cosechaban hasta 7 mil botes de café cereza (grano maduro recién cortado) al año. Ahora por la roya la producción llega a 700 latas. En su caso, añadió que riega fungicida cada 20 días para controlar el hongo.
En la reunión, los productores coincidieron en que se revise el padrón de los que reciben los beneficios del programa para combatir la roya, se hagan visitas de campo con técnicos para que supervisen la aplicación de fungicidas y agroquímicos porque pueden tener errores, reconocieron.
El cafetalero, Raúl Vázquez Rodríguez expuso que “los que trabajamos no nos damos cuenta de esos programas y cuando nos enteramos todas las listas están llenas y la gente que realmente necesita para trabajar no lo tenemos (el apoyo del gobierno)”.
Según un documento oficial del Cecafé, hay mil 504 productores registrados en esa zona, cifra que los cafeticultores consideraron que está “inflada”.
De la comunidad de La Finquita el productor de café y miembro de un vivero comunal, Camilo Valdés dijo que hay retrasos de la Sagarpa e indicó que los recursos se entregaron en septiembre del año pasado, cuando la semilla debió entregarse en marzo del año pasado y a un año siguen sin recibirla. Ya con la infraestructura de un invernadero, indicó que sembrarán nuevas plantas de café para producción familiar.
Los campesinos dieron a conocer que las bombas, mangueras y otros equipos que les entregaron fueron de mala calidad y a los pocos meses dejaron de servir.
El presidente RASA e integrante del Consejo Atoyaquense para el Desarrollo Sustentable de Atoyac, Arturo García recordó que el año pasado la Sagarpa abrió un presupuesto de 730 millones a los estados del país, a Guerrero se destinaron 80 millones de pesos en el 2016.
Consideró que el primer filtro de ese presupuesto es “el embudo de los proveedores” porque comercializan plantas, insumos, herramientas, materiales para hacer los viveros. Dijo que han constatado que los precios muchas veces están sobrevaluados, por ejemplo, un bulto de fertilizante que vale mil 500 pesos, lo dan en 3 mil pesos.
Añadió que de los 80 millones de pesos entregados a Guerrero, el 40 por ciento se va a los empresarios.
Dijo que aún si se dieran a tiempo los paquetes tecnológicos y plantas, el costo de producción de una hectárea de cafetal es de 15 mil pesos por un año, desde la preparación del terreno, plantación y mantenimiento.
Dijo que la propuesta para una reactivación del café con resultados reales es la entrega de créditos de parte del gobierno “el futuro de los productores del café está comprometido al ataque de la roya, el desgaste del suelo y el cambio climático”, declaró.

 

No se ha ejercido un solo peso de los 80 millones para el rescate del café, dice un líder de Atoyac

El presidente de la Red de Agricultores Sustentables Autogestivos (RASA), Arturo García Jiménez criticó que el apoyo gubernamental para contrarrestar los daños de la roya al café, no ha llegado. Manifestó que la visita del titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), José Eduardo Calzada Rovirosa, se quedó en entrega de recursos de manera simbólica porque éstos no se han liberado.
Consultado vía telefónica, dijo que los 80 millones de pesos que anunció el gobierno federal ya se habían informado desde inicios del año, “no hay nada nuevo, eso es lo que estaba considerado el año pasado”, pero que en lo que va del año, “no se ha ejercido ni un peso”.
Recordó que originalmente serían 100 millones de pesos dirigidos a Guerrero para la reactivación del sector cafetalero, y que la demanda en proyectos de los cafeticultores asciende a 140 millones de pesos.
Lo entregado para Guerrero para el rescate de la cafeticultura apenas alcanzó el 60 por ciento de lo que se requirió en un principio.
El presupuesto que se aplica en el estado como parte del Plan Integral de Atención al Café (PIAC) de la Sagarpa, que consiste en el subsidio de plantas nuevas y resistentes a plagas como la broca y la roya, además de la entrega de paquetes tecnológicos como insumos y herramientas, asistencia técnica y el financiamiento de infraestructura de viveros, es insuficiente para resarcir el daño de la roya al 95 por ciento plantaciones.
Los 80 millones de pesos son para la atención de renovación de plantas del mil 500 hectáreas, de las 40 mil hectáreas que están sembradas de café en todo el estado, lo que representa sólo la renovación del 4 por ciento de las hectáreas de café, “entonces son recursos etiquetados para este año, no se anunció nada nuevo, nada diferente”, indicó García Jiménez.
Criticó que la presencia del secretario Calzada Rovirosa en Atoyac fue para hacer entrega simbólica del programa, pero a ellos, los productores, siguen sin autorizarles proyectos productivos, “estamos solicitando que se agilice o se termine de definir alguna situación de organizaciones que no están programadas”, comentó. Citó como ejemplo que hay productores que sí recibirán insumos, pero no la renovación de plantas, y cuestionó, “¿A qué le van a aplicar los insumos si no tienen plantas?”.
Dijo que el crecimiento del padrón cafetalero en los últimos años se debe a la creencia de los campesinos que, a mayor número de personas registradas, será mayor el apoyo gubernamental, “casi se duplicaron los productores, cuando se hizo el padrón, la gente y los líderes pensaron que si te empadronabas te ibas a beneficiar, entonces un productor le dio (partes de su huerta) a su esposa, sus hijos, repartió la misma tierra”.
Manifestó que las expectativas sobre la presencia del funcionario federal en Atoyac eran que se anunciara la aprobación de los proyectos, pero no fue así.
De acuerdo a la norma, los recursos debieron liberarse desde finales de abril, pero los proyectos productivos de los campesinos siguen en fase de diagnóstico.
Por último, Arturo García pidió la agilización de la entrega de los recursos para el rescate del campo cafetalero guerrerense. Además de la ampliación de 80 a 100 millones de pesos para que alcance a cafeticultores que no fueron integrados.

El gobierno llegó dos años tarde al combate a la roya, y el apoyo para plantar nuevos cafetos es insuficiente

 

Segunda parte y última

Sin un futuro alentador por la plaga de la roya que ha dañado al 95 por ciento a los cafetales del estado, productores manifestaron que los programas para el combate al hongo que deshoja la planta y la mata, son insuficientes y llegaron con retraso de dos años.
El presidente de la Red de Agricultores Sustentables Autogestivos (RASA), Arturo García Jiménez, expone este panorama, y comparte esta visión con productores de la parte media de la sierra de Atoyac.
Las políticas públicas que promovían y cuidaban los cafetales se fueron desde 1989 con la desaparición del Instituto Mexicano del Café (Inmecafé), en su lugar ya a nivel estatal quedaron el Consejo Estatal del Café y el Sistema Producto Café que poco o nada han funcionado.
Desde hace dos años se informó de la aparición de la roya, pero no se combatió de inmediato, a finales de 2015 inició la entrega de fungicida, y por la tardía reacción del ente gubernamental, ahora los cafetales están infestados del hongo.
Arturo García señaló que la “fotografía” del café se define en tres factores: las políticas públicas, comportamiento de los mercados y la organización de los productores.
La cafeticultura requiere en este momento de crisis de apoyo gubernamental. Se refirió al Plan Integral de Apoyo al Café (PIAC) como un respiro para este sector agrícola. El planteamiento del colectivo de productores era que anualmente se renovaran 10 mil hectáreas con cafetos resistentes a la actual plaga, de las 40 mil hectáreas que hay en el estado.
De la propuesta original, para este año la Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) autorizó apenas un equivalente de plantas para mil 500 hectáreas, lo que representa una renovación de cafetos del 4 por ciento del total de hectáreas en el estado.
Del PIAC se desprenden cuatro programas: subsidio de plantas, financiamiento de infraestructura de viveros, paquetes tecnológicos y asistencia técnica.
Arturo García criticó la aplicación de esos programas porque “todo está mal”, citó como ejemplo que los asesores técnicos son especialistas en el maíz y no en el café, los paquetes tecnológicos están incompletos, además de que la entrega de recursos para los viveros está atrasada.
La Red, que agrupa a 28 cooperativas con mil 200 productores, que ha promovido la renovación de las plantas y la producción de nuevas, fue informada la semana pasada de recortes al presupuesto ya etiquetado: “Según las normas de operación, cada productor iba poder plantar 3 mil cafetos en una hectárea, pero de repente nos las bajan a mil 500, o sea media hectárea por productor y al final no es un impacto fuerte el que vamos a tener para la mejora de los cafetales”, dice Arturo García.
El 17 de febrero como lo informó El Sur, el delegado de la Sagarpa dio a conocer la propuesta de la renovación de plantas y por parte de la Secretaría de Desarrollo Social federal el programa de Empleo Temporal para que los campesinos trabajaran en los mismos invernaderos donde se sembraban los nuevos cafetos.
Sin embargo, en el programa de Empleo Temporal se entregaron indiscriminadamente 2 mil pesos. “Nosotros pedimos que se diera contra trabajo realizado o planta de café sembrada, pero nada”, cuestiona el dirigente de la RASA.
Desde mediados de mayo se debió preparar el terreno para el nuevo cafeto, pero se ha aplazado porque los pagos a los viveristas no llegan.

Retraso en el programa de viveros

El responsable de un semillero en la comunidad de Santiago de la Unión, Juan de Dios Flores García, de 43 años, se dedica de tiempo completo al cuidado de las nuevas plantas.
Originario de esa comunidad, 17 años vivió en Estados Unidos, la enfermedad de su madre hizo que regresara hace cinco años. Creyendo que la bonanza del café se mantenía, logró vender automóviles que se trajo del extranjero y juntó para 18 hectáreas, con las que ya mantenía su familia.
El panorama desolador que le dejó la roya le hizo considerar irse apenas este mayo otra vez a Estados Unidos. “De plano estaba decidido a irme pero se me dio la oportunidad de trabajar aquí en el semillero”.
El proyecto gubernamental que promueve la renovación de los cafetos con viveros no le ha retribuido. “Llevo tres meses y no he recibido un sueldo, estoy aquí pensando que va haber, pero nada. Yo creo que sí va haber pero debe ser ya”.
Las plantas del vivero debieron ser trasplantadas desde el 20 de mayo a una superficie mayor para continuar con su crecimiento, pero el retraso de recursos para comprar insumos y mano de obra, no lo han permitidoLas tres máquinas de obra que están paradas por falta de gasolina son el testigo del retraso institucional en los pagos.
De 800 a mil 200 botes por una parcela de 10 hectáreas era lo que se cosechaba del cafetal que compró. En la última cosecha juntó apenas 150 botes.
En la comunidad de San Vicente de Jesús el productor Francisco Vega Riqueño, administrador de un invernadero que produce 600 mil plantas de la Cooperativa Montaña Azul, dijo que en la región hay otros tres viveros y este año sería el segundo ciclo que produciría, sin embargo el recorte presupuestal del 50 por ciento que recién le anunciaron, le sorprendió porque le haría perder el trabajo de meses.
Él sostiene que la replantación de 3 mil cafetos por hectárea por cada campesino, es el primer paso para la renovación de los cafetales sin que genere pérdidas económicas, porque todavía se seguiría cosechando de las viejas plantas en tanto se desarrolla el nuevo cafetal, que además es resistente a la roya.
“Se ve desolador el panorama”, respondió al preguntarle sobre la próxima cosecha; sin embargo hay una esperanza de que el gobierno pueda facilitar las herramientas para el rescate de los cafetales afectados por la roya “que las autoridades vean y reaccionen, nosotros no queremos nada ilícito, queremos rescatar nuestra cafeticultura”.
Pide que el gobierno apoye bien, no con programas de 500 plantas o mil 300 pesos, que es insuficiente para renocar los cafetales.
Para el presidente del comisariado ejidal de El Porvenir, Enrique Acosta Gómez, de su comunidad en los últimos cinco años han emigrado a Estados Unidos los campesinos que se dedicaban al café. “Si realmente hubiera el apoyo para meterle a los cafetales, no necesitaríamos programas de dádivas como los que hay de Oportunidades. El propio café te da para sustentar tu propia economía”.
El auge del café lo vivió cuando tenía 12 años, y ahora, de 54 años, la situación cambió drásticamente: “todos los cafeticultores tenían dinero; realmente eso trae un efecto bola de nieve, ganan los transportistas, los negocios, el mercado local pero a partir de los 90 viene el desplome”.

Entre la roya y la falta de programas del gobierno a la cafeticultura

Para el productor y representante de la organización cafetalera, de Las Mesas, municipio de Petatlán, Ángel Bahena Villa, la crisis vino desde el final de sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari. “El tratado de Libre Comercio fue la ruina porque nosotros no éramos competitivos para exportar, no teníamos las facilidades que tienen los grandes negocios, la gente de dinero”. Para la gente del campo se tradujo en que los acaparadores impusieran el precio “el coyotaje hizo que la gente dejara su café y no lo sembrara”.
Dijo que en promedio en cada hectárea se cosecha una tonelada de café, pero después de la roya “por mucho”, serán 150 kilos por hectárea. “Se acabó totalmente”.
En Las Mesas, después de la roya, el 60 por ciento de los campesinos se fueron y quienes se quedaron se dedicaron a la crianza de ganado o están de albañiles.
De El Paraíso, la comunidad más poblada de la sierra de Atoyac, Emilia Sánchez Sandoval es de las pocas que han logrado tener una marca, Café Rojo Pasión, que administra con sus hermanos.
El negocio familiar se ha sostenido sin ayuda del gobierno, pero ahora, para el rescate de sus huertas decidió recurrir a la ayuda gubernamental, porque la roya le dejó con poca producción.
Cuando a la empresa familiar le iba bien llegó la roya “apenas alcanzamos a cosechar el año pasado, nos dio chance, terminamos en enero y en febrero se presenta la roya”.
Este 2016 vivieron los daños de la roya, con la baja drástica en la producción; y al volver selectiva la cosecha, pudieron colocar el café en un mercado de consumo selecto.
Consideró que el abandono de los cafetales es por el bajo precio que pagan los acaparadores, además de la roya. Y quienes siguen en sus tierras las han hecho potreros.
Considera que el apoyo de Sanidad Vegetal para atacar la roya es “raquítico”, para las dimensiones de sus huertas, los 2 litros del fungicida como parte de la ayuda gubernamental fue insuficiente. Ella debió recibir 9 litros.
“El apoyo no es parejo, le dieron a quien quisieron y como quisieron. El gobierno no es equitativo, hay que tener suerte”, lamentó la señora.
Este año su organización pretendía sembrar en 15 hectáreas 50 mil plantas, pero este fin de semana se enteró de que el programa gubernamental se redujo a la mitad, lo que representará una replantación sólo de 25 mil plantas, a pesar de que ya habían tramitado las 50 mil, cumpliendo todos requisitos. “¿Así cómo, a dónde vamos? Estamos condenados a que desaparezcamos”.
Decidió por primera vez integrarse a un programa gubernamental de apoyo al campo, que es el de viveros, del cual su asociación recibiría 50 mil plantas para la renovación gradual de sus cafetales, pero “jamás pensé que lo bajaran al 50 por ciento”, lamenta.
Hoy miércoles, está programado un acto con la Sagarpa, en Atoyac, donde se entregarán recursos del PIAC. Emilia Sánchez considera su asistencia. “No me dan ganas de ir porque no deben de engañar a uno. Si sacan su convocatoria con sus reglas de operación y uno cumple con los requisitos, se aprueba el proyecto, pero nomás a última hora dicen que ya lo recortaron al 50 por ciento. No es un juego, pero juegan con el productor”