Renuncia en Atoyac el secretario del Ayuntamiento y cesan al director de la Capasma

Francisco Magaña

La reducción de trabajadores del Ayuntamiento en diferentes áreas de la comuna se amplió a funcionarios de primer nivel.
Lo anterior lo han expuesto en redes sociales los propios despedidos y quienes han renunciado a seguir en el Ayuntamiento por considerar que ya no son compatibles con la forma de trabajar con el gobierno de la perredista Clara Bello Ríos.
La reciente y sorpresiva renuncia de Yoshio Rebolledo Gómez, quien fungió como secretario del Ayuntamiento y considerado de los servidores públicos más allegado a la alcaldesa, se conoció por redes sociales donde expuso su situación en una carta.
El ex funcionario expone que da un paso a un lado “porque las diferencias entre su visión de gobierno (la de la alcaldesa) y la que un servidor desea para el municipio no son compatibles. Creo firmemente en la política con humildad, del servicio público con sensibilidad y del progreso con inclusión para todos. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”.
Precisa que los motivos anteriores, “me ve oorillado a renunciar al Ayuntamiento”.
Destaca que fue un privilegio servir al municipio, “sin embargo, en mi corazón queda la esperanza que un día no muy lejano, con trabajo arduo y caminando las calles como un militante más de Morena, el aguerrido pueblo de Atoyac me permita servirlo nuevamente ofreciéndole un proyecto de transformación verdadero”.
Reseño que el dia 6 de junio de 2021 recibieron de los ciudadanos el mandato firme de iniciar la Cuarta Transformación en el municipio de la mano del proyecto de nación que encabeza. Andrés Manuel López Obrador.
Asimismo, el director de Capasma, Marcelino Villa Cárdenas expuso que se le notificó sin ninguna explicación, sin motivo y sin razón alguna, que quedaba formalmente despedido.
Citó que su paso por la actual administración fue una labor titánica de todo el equipo para dar el servicio a los hogares.
Destacó que “no es justificación, pero el pueblo sabe perfectamente que fueron muchas las limitaciones económicas porque según nunca había dinero, administrativas y burocráticas, que nos impidieron hacer las cosas aún mejor”.
Dijo que su despido fue injustificado y que obedece a motivos políticos, “ya que soy y siempre he sido una persona de ideales, principios y sobre todo de lealtad, los cuales no puedo dejar de lado para unirme a un proyecto de reelección por demás adelantado, decisión que el día de hoy me ha costado el empleo y así a muchos trabajadores que han sido despedidos injustificadamente por no sucumbir a los deseos de algunos que toman decisiones en la administracion”.
Por su parte en el acto de elección de Reina del Café, la alcaldesa expuso que los que se han ido de la comuna van por el camino equivocado.

 

Marchan familias de militares en la capital, Iguala y Atoyac; piden respeto a sus derechos humanos

Arriba, las personas que se manifestaron en solidaridad con el Ejército la mañana de este domingo en el Campo Militar 35-C del 27 Batallón de Infantería de Iguala, y abajo las que lo hicieron en la sede del 109 Batallón de Infantería en El Ticuí, vecino de Atoyac Fotos: El Sur y Francisco Magaña

Luis Blancas / Alejandro Guerrero / Francisco Magaña

Chilpancingo / Iguala / Atoyac

Pobladores y familiares de militares se manifestaron en Chilpancingo, Iguala y Atoyac, para apoyar al Ejército mexicano, solicitar respeto a los derechos humanos de los soldados y exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador la liberación de cuatro efectivos acusados de la muerte de cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamau-lipas, en acción ocurrida el domingo 26 de febrero.
En la capital unos 40 manifestantes marcharon desde uno de los accesos de la 35 Zona Militar; en Iguala la protesta fue afuera de las instalaciones del Campo Militar 35-C General de División Agustín de Iturbide, sede del 27 Batallón de Infantería y de la Guardia Nacional. Mientras que los familiares de soldados de Atoyac lo hicieron en el cuartel del 109 Batallón de Infantería.
Desde uno de los accesos de la 35 Zona Militar, cerca del Panteón Central de Chilpancingo, a las 9:50 de la mañana, unos 40 manifestantes partieron en marcha y se dirigieron hacia la entrada, que se encuentra en la lateral del bulevar Vicente Guerrero en que se convierte la Autopista del Sol en el tramo de la ciudad.
Familiares de los militares, soldados retirados, jóvenes y niños portaron playeras verde olivo, banderas de México y pancartas en las que se leía: “Todo nuestro apoyo al Ejército”, “El soldado no se toca ni se golpea”, “El Ejército es pueblo”, “AMLO, comandante en jefe de los delicuentes no de los militares”, “Los esperamos en casa sanos y salvos” y “Por mi padre, por mi hijo, por mi esposo, también tiene derechos”.
Al llegar al segundo acceso comenzaron a manifestarse y gritaron consignas: “Soldado amigo el pueblo está contigo” y “libertad, libertad, libertad, libertad”.
La vecina Modesta Santiago Sánchez comentó que esta movilización se realizó en todo el país, para que no se criminalice a los soldados por sus acciones en tareas de seguridad pública, luego de la vinculación a proceso de cuatro militares acusados de matar a cinco jóvenes, lo que ocurrió a principios de marzo en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Santiago Sánchez dijo que la manifestación también es para apoyar al Ejército mexicano, para que se respeten los derechos humanos de los uniformados, porque también son ciudadanos, y exigió al presidente López Obrador la liberación de los cuatro militares.
“El militar da su vida por nosotros, nosotros podemos dar algo a cambio a ellos, para apoyarlos, que haya justicia a todos ellos. Ahora el militar no puede matar un delincuente, lo ven feo, los castigan; sin embargo, un delincuente mata a un militar y no hacen nada, los derechos humanos siempre los castigan”, declaró.
Dijo que los militares también tienen familia, hijos, esposas y sobrinos que los esperan en sus casas con bien, y que no les pase algo, “por eso pedimos que los respeten, les garanticen sus derechos humanos y que no sean castigados y agredidos injustamente”.
Por su parte, una participante exigió que se audite a los mandos militares, porque no entregan el presupuesto a los soldados para la compra de alimentos, limpieza y mantenimiento de las patrullas, “exigimos que auditen al Ejército. Los soldados tiene que pagar su material, también allá arriba hay corrupción”.
Indicó que había rumores de que la movilización había sido convocada por la delincuencia, lo cual negó: “Somos hijas, hijos, padres, madres y esposas de soldados, para defenderlos, porque han sido golpeados, maltratados, les quitan sus derechos, los amenazan, los alto mandos no hacen nada”.
“Los delincuentes tienen más derechos que militares. Los militares trabajan, son más honestos que los delincuentes, exigimos la liberación de los cuatro militares del caso de Tamaulipas. Si AMLO libera al hijo de El Chapo Guzmán, Ovidio Guzmán que los libere también”, concluyó un participante de la movilización.
Después el contingente de personas se trasladó a la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac, donde realizaron una parada simbólica frente al Ayuntamiento de Chilpancingo y después se retiraron.

El 27 batallón de Infantería en Iguala

Unas 40 personas, entre ellas niños, se sumaron a la convocatoria nacional y participaron en la movilización para apoyar al Ejército, afuera de las instalaciones del Campo Militar 35-C General de División Agustín de Iturbide, de Iguala, sede del 27 Batallón de Infantería y de la Guardia Nacional, en la que exigieron la liberación de cuatro cabos, que fueron detenidos y vinculados a proceso por el asesinato de cinco jóvenes en Nuevo Laredo.
Con aplausos y “vivas” para el Ejército, las familias llegaron a las 9:35 de la mañana de este domingo, con vestimenta color verde olivo y algunas banderas de México, a la puerta del acceso principal del 27 Batallón de Infantería, junto al Periférico Oriente, y estuvieron allí con un automóvil, al que le instalaron una bocina, acción que duró unos 20 minutos.
Asimismo, mostraron cartulinas con muestras de apoyo al Ejército: “Soldado, amigo, el pueblo está contigo”, “todos somos Ejército”, “exigimos justicia para nuestras fuerzas armadas”, “al soldado no se toca” y “gracias por cuidar de la ciudadanía”.
Una de las oradoras durante el mitin, quien no se identificó, exigió la liberación de los soldados detenidos por los recientes hechos ocurridos en Tamaulipas, relacionados con el asesinato de cinco jóvenes durante una persecución.
Al terminar la actividad, las personas guardaron un minuto de silencio por los militares asesinados en cumplimiento de su deber, luego cantaron el Himno Nacional mexicano.
La acción convocada en todo el país, mediante las redes sociales, se deriva de la aprehensión y vinculación a proceso de cuatro cabos de Caballería, por desobediencia y delitos del fuero militar, luego de que el domingo 26 de febrero en Nuevo Laredo, Tamaulipas, persiguieron a cinco jóvenes que viajaban en una camioneta pick up y fueron abatidos por los militares.

Apoyo al Ejército en Atoyac

Con una manifestación de apoyo, familiares de militares del 109 Batallón de Infantería realizaron una manifestación, en la entrada de las instalaciones, ubicadas en la localidad El Ticuí, en el municipio de Atoyac, para apoyo a los soldados del país.
Los manifestantes, en su mayoría mujeres, pidieron al presidente de México, al general secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, y al almirante secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, que se respeten los derechos de los trabajadores castrenses, al señalar que son los que resguardan a la población y dan seguridad al país.
Con pancartas indicaron que “si hay situaciones que no pueden ser controladas, que no se le den armas y que los mantengan acuartelados para evitar este tipo de situaciones”.
En contraste, compararon que no hay esa atención cuando los militares son agraviados por civiles.
Los manifestantes estuvieron alrededor de 20 minutos en la entrada del cuartel del 109 batallón.
Señalaron que llegó una patrulla del Ayuntamiento de Atoyac, con torreta encendida a tomar fotografías, lo cual consideran una intimidación, ya que de acuerdo con vecinos del lugar, la policía no hace recorridos por esa zona.
Pidieron que no haya represalias contra los familiares de quienes expresan su apoyo al Ejército mexicano.
Destacaron que lo que piden no es más que un derecho como ciudadanos y como parte de la columna de militares que dan seguridad al país, al ser los primeros que responden cuando hay contingencias.

En un documento enviado al gobierno federal, los soldados que apoyan a sus compañeros encarcelados destacan: “Soy militar, pero no soy cualquier militar. Soy aquel adolescente que, con 15 años, entró con el corazón lleno de emoción y orgullo a la Heroica Escuela Naval; soy ese cadete del Heroico Colegio Militar que cantó el himno de la institución durante los desfiles, debajo de la lluvia. Soy el teniente que no pudo presenciar el nacimiento de su hijo por estar en comisión del servicio. Soy el soldado que se enteró de la muerte de su madre después de dos meses, por estar aislado en la sierra. Soy el médico que sostuvo la cabeza del amigo que fue herido en combate. Soy el capitán que pasa semanas navegando lejos de su familia. Soy el comandante que entrena a su personal con máximo rigor y soy la enfermera que limpia las heridas de las fuerzas especiales”.
Abundaron que en tiempos tranquilos el Ejécito es ignorado, pero en tiempos de urgencia o desastre es convocado.
Citaron también: “Soy el marino que despues de 30 años de servicio, fue comisionado a la Guardia Nacional, aquel capitán de caballería que no fue consultado si quería pertenecer a GN, soy ese militar, el que cumple órdenes”.
Lamentaron que deban esconderse en la cobardia del anonimato para escribir esas líneas y no ser perjudicados, pero que entregan su vida y su trabajo por su país, “soy ese militar que no tiene derechos humanos, pero que en medio de la batalla debe respetarlos o ser enjuiciado. Soy el que soñó con ser de la naval y terminó de policía, soy ese fusilero paracaidista que no tiene libertad de expresión”.
Señalaron carencias para su trabajo, al ser oficiales como de transmisiones, que no reciben equipo, presupuesto o siquiera raciones suficientes, “mientras diputados y senadores llenan sus bolsillos”.
Al igual que el maestro, que cubre cinco puestos porque no hay suficiente personal, como el subteniente que hace guardias al uno por uno.
Exponen: “El señor presidente nos usa a su antojo cada vez que su política genera un problema que después no sabe resolver. Soy el que cuida instalaciones estratégicas, el que pelea con huachicoleros, soy el piloto y el administrador que ahora administrarán bajo sus órdenes un aeropuerto. Soy el del servicio de sanidad, que ahora es responsable de resolver la crisis de salud cuando ya es demasiado tarde”.
Donde, además, el militar que recientemente vio a su familia peligrar por causa de la familia de El Chapo Guzmán, “a quienes usted ofrece ahora ayuda humanitaria”.
Señalaron que estan cansados y hartos de los secretarios, que México no merece esto. Las fuerzas armadas no lo merecemos, “así que decimos ya basta”.

Marchan en apoyo a militares en varias ciudades del país

En instalaciones militares de Chilpancingo (imagen), Iguala y Atoyac, lo mismo que en la Ciudad de México y otras de la república, militares en activo y retirados y familiares de soldados se manifestaron para exigir respeto a lo que llaman sus derechos humanos, exigieron al presidente la liberación de cuatro efectivos acusados por la muerte de cinco jóvenes en Nuevo Laredo y reclamaron que si no se les va a permitir enfrentar con firmeza a los delincuentes que mejor los dejen en sus cuarteles Foto: Jessica Torres Barrera

Marchan familias de militares en la capital, Iguala y Atoyac; piden respeto a sus derechos humanos

También exigen al presidente López Obrador la liberación de cuatro efectivos acusados de la muerte de cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el 26 de febrero

 

Luis Blancas / Alejandro Guerrero / Francisco Magaña

Chilpancingo / Iguala / Atoyac

Pobladores y familiares de militares se manifestaron en Chilpancingo, Iguala y Atoyac, para apoyar al Ejército mexicano, solicitar respeto a los derechos humanos de los soldados y exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador la liberación de cuatro efectivos acusados de la muerte de cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamau-lipas, en acción ocurrida el domingo 26 de febrero.
En la capital unos 40 manifestantes marcharon desde uno de los accesos de la 35 Zona Militar; en Iguala la protesta fue afuera de las instalaciones del Campo Militar 35-C General de División Agustín de Iturbide, sede del 27 Batallón de Infantería y de la Guardia Nacional. Mientras que los familiares de soldados de Atoyac lo hicieron en el cuartel del 109 Batallón de Infantería.
Desde uno de los accesos de la 35 Zona Militar, cerca del Panteón Central de Chilpancingo, a las 9:50 de la mañana, unos 40 manifestantes partieron en marcha y se dirigieron hacia la entrada, que se encuentra en la lateral del bulevar Vicente Guerrero en que se convierte la Autopista del Sol en el tramo de la ciudad.
Familiares de los militares, soldados retirados, jóvenes y niños portaron playeras verde olivo, banderas de México y pancartas en las que se leía: “Todo nuestro apoyo al Ejército”, “El soldado no se toca ni se golpea”, “El Ejército es pueblo”, “AMLO, comandante en jefe de los delicuentes no de los militares”, “Los esperamos en casa sanos y salvos” y “Por mi padre, por mi hijo, por mi esposo, también tiene derechos”.
Al llegar al segundo acceso comenzaron a manifestarse y gritaron consignas: “Soldado amigo el pueblo está contigo” y “libertad, libertad, libertad, libertad”.
La vecina Modesta Santiago Sánchez comentó que esta movilización se realizó en todo el país, para que no se criminalice a los soldados por sus acciones en tareas de seguridad pública, luego de la vinculación a proceso de cuatro militares acusados de matar a cinco jóvenes, lo que ocurrió a principios de marzo en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Santiago Sánchez dijo que la manifestación también es para apoyar al Ejército mexicano, para que se respeten los derechos humanos de los uniformados, porque también son ciudadanos, y exigió al presidente López Obrador la liberación de los cuatro militares.
“El militar da su vida por nosotros, nosotros podemos dar algo a cambio a ellos, para apoyarlos, que haya justicia a todos ellos. Ahora el militar no puede matar un delincuente, lo ven feo, los castigan; sin embargo, un delincuente mata a un militar y no hacen nada, los derechos humanos siempre los castigan”, declaró.
Dijo que los militares también tienen familia, hijos, esposas y sobrinos que los esperan en sus casas con bien, y que no les pase algo, “por eso pedimos que los respeten, les garanticen sus derechos humanos y que no sean castigados y agredidos injustamente”.
Por su parte, una participante exigió que se audite a los mandos militares, porque no entregan el presupuesto a los soldados para la compra de alimentos, limpieza y mantenimiento de las patrullas, “exigimos que auditen al Ejército. Los soldados tiene que pagar su material, también allá arriba hay corrupción”.
Indicó que había rumores de que la movilización había sido convocada por la delincuencia, lo cual negó: “Somos hijas, hijos, padres, madres y esposas de soldados, para defenderlos, porque han sido golpeados, maltratados, les quitan sus derechos, los amenazan, los alto mandos no hacen nada”.
“Los delincuentes tienen más derechos que militares. Los militares trabajan, son más honestos que los delincuentes, exigimos la liberación de los cuatro militares del caso de Tamaulipas. Si AMLO libera al hijo de El Chapo Guzmán, Ovidio Guzmán que los libere también”, concluyó un participante de la movilización.
Después el contingente de personas se trasladó a la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac, donde realizaron una parada simbólica frente al Ayuntamiento de Chilpancingo y después se retiraron.

El 27 batallón de Infantería en Iguala

Unas 40 personas, entre ellas niños, se sumaron a la convocatoria nacional y participaron en la movilización para apoyar al Ejército, afuera de las instalaciones del Campo Militar 35-C General de División Agustín de Iturbide, de Iguala, sede del 27 Batallón de Infantería y de la Guardia Nacional, en la que exigieron la liberación de cuatro cabos, que fueron detenidos y vinculados a proceso por el asesinato de cinco jóvenes en Nuevo Laredo.
Con aplausos y “vivas” para el Ejército, las familias llegaron a las 9:35 de la mañana de este domingo, con vestimenta color verde olivo y algunas banderas de México, a la puerta del acceso principal del 27 Batallón de Infantería, junto al Periférico Oriente, y estuvieron allí con un automóvil, al que le instalaron una bocina, acción que duró unos 20 minutos.
Asimismo, mostraron cartulinas con muestras de apoyo al Ejército: “Soldado, amigo, el pueblo está contigo”, “todos somos Ejército”, “exigimos justicia para nuestras fuerzas armadas”, “al soldado no se toca” y “gracias por cuidar de la ciudadanía”.
Una de las oradoras durante el mitin, quien no se identificó, exigió la liberación de los soldados detenidos por los recientes hechos ocurridos en Tamaulipas, relacionados con el asesinato de cinco jóvenes durante una persecución.
Al terminar la actividad, las personas guardaron un minuto de silencio por los militares asesinados en cumplimiento de su deber, luego cantaron el Himno Nacional mexicano.
La acción convocada en todo el país, mediante las redes sociales, se deriva de la aprehensión y vinculación a proceso de cuatro cabos de Caballería, por desobediencia y delitos del fuero militar, luego de que el domingo 26 de febrero en Nuevo Laredo, Tamaulipas, persiguieron a cinco jóvenes que viajaban en una camioneta pick up y fueron abatidos por los militares.

Apoyo al Ejército en Atoyac

Con una manifestación de apoyo, familiares de militares del 109 Batallón de Infantería realizaron una manifestación, en la entrada de las instalaciones, ubicadas en la localidad El Ticuí, en el municipio de Atoyac, para apoyo a los soldados del país.
Los manifestantes, en su mayoría mujeres, pidieron al presidente de México, al general secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, y al almirante secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, que se respeten los derechos de los trabajadores castrenses, al señalar que son los que resguardan a la población y dan seguridad al país.
Con pancartas indicaron que “si hay situaciones que no pueden ser controladas, que no se le den armas y que los mantengan acuartelados para evitar este tipo de situaciones”.
En contraste, compararon que no hay esa atención cuando los militares son agraviados por civiles.
Los manifestantes estuvieron alrededor de 20 minutos en la entrada del cuartel del 109 batallón.
Señalaron que llegó una patrulla del Ayuntamiento de Atoyac, con torreta encendida a tomar fotografías, lo cual consideran una intimidación, ya que de acuerdo con vecinos del lugar, la policía no hace recorridos por esa zona.
Pidieron que no haya represalias contra los familiares de quienes expresan su apoyo al Ejército mexicano.
Destacaron que lo que piden no es más que un derecho como ciudadanos y como parte de la columna de militares que dan seguridad al país, al ser los primeros que responden cuando hay contingencias.

 

Marchan militares activos y en retiro; protestan
contra AMLO por arrestos y muertes de soldados

Cientos de personas salen a las calles en la Ciudad de México y en al menos otras 15 ciudades luego de que cuatro militares fueran vinculados a proceso acusados de matar a cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado 26 de febrero. Versiones oficiales aseguran que las víctimas eran parte del crimen y se encontraban armados, pero un sobreviviente lo niega

Staff / Agencia Reforma

Ciudad de México

Militares activos y en retiro, así como sus familiares, marcharon ayer en la Ciudad de México y al menos 15 ciudades en apoyo a elementos del Ejército que participan en tareas de seguridad o que se encuentran presos a causa de su actuación en los operativos y en las calles.
Los manifestantes reclamaron por la estrategia de “abrazos no balazos”, porque no se les permite enfrentar con firmeza a los violentos criminales, lo que ha provocado un gran número de soldados muertos.
La iniciativa para manifestarse se originó luego de que cuatro militares fueron vinculados a proceso acusados de matar a cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado 26 de febrero. Versiones oficiales aseguran que eran parte del crimen y se encontraban armados.
Sin embargo, Alejandro Pérez, de 21 años, sobreviviente del incidente, asegura que no llevaban armas.
“Liberen a nuestros militares. Ya no contarás con mi voto”; “En memoria de los militares que murieron en espera de una orden de disparo que nunca llegó” y “Respeto al Ejército mexicano ‘Liberación de los 4 sargentos’”, fueron algunos de los reclamos plasmados en las cartulinas durante la manifestación en la Ciudad de México.
En la Ciudad de México, cientos de personas marcharon del Ángel de la Independencia hasta Palacio Nacional.
También se reportaron manifestaciones en ciudades como Nuevo Laredo, Cuernavaca, Cuautla, Veracruz, Xalapa, Querétaro, Tampico, Puebla, Chilpancingo, Oaxaca, Chetumal y Tuxtla Gutiérrez.
Algunos de los participantes portaban prendas color verde olivo o uniformes y equipo táctico y gritaban consignas como “¡Soldado amigo, el pueblo está contigo!”, “¡Libertad!” y “¡Justicia!”, incluso marcharon cantando el Himno Nacional.
En la capital mexicana el contingente partió del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo, donde realizaron una protesta frente a Palacio Nacional.
“No traemos acarreados señor presidente, y sé que vas a decir lo contrario, traemos a personas con lealtad”, decían otras cartulinas.
“A mi no me trajo la delincuencia, me trajo el amor del uniforme verde olivo que entrega su vida por mí”.
También reprocharon en sus consignas la actuación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

“Somos el pueblo de México”

“Señor presidente (López Obrador) los militares que ahorita se encuentran en la prisión militar no deberían estar ahí”, afirmó Rosalío, un militar retirado, quien encabezó la marcha en la Ciudad de México.
“Señor presidente no puedes dejar, no puedes hacer, que a un soldado lo maten porque como dice el himno nacional: “Un soldado en cada hijo te dio”“, dijo tras considerar que los elementos se sienten desarmados y sin posibilidad de actuar.
El militar afirmó que la protesta es legítima, luego de que el mandatario federal aseguró en días pasados que detrás de ella podría haber otros intereses e incluso estar implicado el crimen organizado.
“No queremos que en la mañanera digas que estamos comprados, que somos un grupo de choque, no señor presidente, te lo sostenemos, que somos el pueblo de México. Solicitamos que no haya represalias contra nosotros”, pidió
Rosalío aseguró que las autoridades están procesando militares mientras ellos defienden al Estado y al pueblo mexicano.
“No podemos dejar que las personas que delinquen y causan daño al pueblo y al Ejército mexicano estén por arriba de los soldados mexicanos y los derechos humanos”, demandó.
El hombre, quien iba vestido de civil y portaba sombrero, emitió un discurso al llegar a la plancha del Zócalo y frente a Palacio Nacional aseguró que el Ejército vela por los intereses del pueblo de México, así como por los de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Afirmó que en la marcha participaron contingentes de la Marina, de la Guardia Nacional, de la Fuerza Aérea, entre otros.
“Y que son activos, son retiros, son desertores, pero son buenas personas y como lo dice el señor Presidente: “Son pueblo de México”“.
Insistió en que la manifestación era pacífica.
“No vamos a dejar que se infiltren grupos subersivos, no permitimos que el Ejército mexicano involucre a personas que realicen el mal”, dijo.
Por su parte, Paulino Jiménez Hidalgo, un general retirado, afirmó que los soldados no le juran lealtad al Presidente, sino al pueblo de México.
“Nuestra lealtad es al pueblo mexicano. El Ejército no jura lealtad al comandante supremo. Los soldados juramos bandera ante nuestra insignia patria y juramos respeto a la Constitución”.
Asimismo, denunció que los recursos que deberían dirigirse al Ejército han sido desviados para otras tareas.
“Tengo entendido que le sacó dinero del Fondo de Adquisición de Material Militar para metérselo al Tren (Maya), ojalá algún día ese Tren pase y se lo lleve a su rancho”, expresó.
En la movilización participaron decenas de personas, quienes lanzaron consignas como: “Soldado, amigo, el pueblo está contigo”; “¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!.
“Liberen a nuestros militares. Ya no contarás con mi voto”, “En memoria de los militares que murieron en espera de una orden de disparo que nunca llegó” y “respeto al Ejército mexicano ‘Liberación de los cuatro sargentos’”, fueron otros de los reclamos plasmados en pancartas.
Los asistentes aseguraron que la marcha se realizó de manera simultánea en otras partes del país e incluso hay apoyo de Estados Unidos y Canadá.
“Somos militares, personal militar, personal retirado, personal de sector, que tienen buenos principios y buena fe. Son muchísimas personas, no solo las de aquí, en todo México y Estados Unidos, en Canadá, está pasando y está diciendo: los estamos apoyando”, expresó un participante que pidió el anonimato.
“No traemos acarreados señor presidente, y sé que vas a decir lo contrario, traemos a personas con lealtad”.
“Los detenidos no tienen apoyo del presidente”

“Mi familiar no tiene el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ni del Ejército”, aseguró un joven quien marchó ayer del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo de la Ciudad de México para demandar la libertad de los militares señalados de haber asesinado a cinco jóvenes en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
El joven, quien portaba una pancarta cuyo mensaje decía: “Hagamos valer sus derechos, Hagamos valer su trabajo! Hagamos valer su, esfuerzo, indicó que provenía del Estado de México y que es familiar de uno de los militares detenidos por los asesinatos de cinco jóvenes en Tamaulipas; sin embargo, prefirió omitir el tipo de vínculo que lo relaciona con éste.
“Venimos por todas las inconformidades que hay con el Ejército. No puedo platicar bien (lo que sucedió en Tamaulipas) porque sólo ellos saben por qué lo hicieron”, indicó.
Aseguró que existen constantes anomalías en esa institución, así como violaciones a los derechos humanos de sus miembros. “No tienen nada de apoyo”, lamentó.
Yasmín, una joven de 26 años, cuyo padre, hermanos y tíos forman parte del Ejército, también acudió a la protesta para exigir la liberación de los militares señalados por los asesinatos de los jóvenes en Tamaulipas.
“Exigimos su liberación, no hicieron nada, fue en defensa propia. Millones de militares han sufrido está situación y no se han dado a conocer cuántos militares han muerto en cumplimiento de su deber”, aseguró la joven, quien portaba una pancarta en la que se leía: “Levanto la voz y visto de verde olivo porque mi papá, hermano, tío, pertenecen a esta institución y no estoy dispuesta a perder a ninguno de ellos”.

Es el crimen organizado, dijo el presidente

López Obrador aseguró sobre la marcha de militares y sus familias que no tiene propósitos justos ni sanos y que hasta podría estar organizada por el crimen organizado.
Desde su conferencia mañanera el pasado viernes, el presidente aseguró que el motivo de la marcha era pedir que no se investigue a los soldados que asesinaron a cinco jóvenes en Nuevo laredo.
“No hay ningún descontento al interior de las Fuerzas Armadas; al contrario, están actuando con profesionalismo, con disciplina”, agregó.

Marchan maestros del SUSPEG en Atoyac para pedir que se les incluya en el Fone

Maestros del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG) de la sección 38, en el municipio de Atoyac, marcharon desde los arcos de entrada de la ciudad al zócalo, para solicitar a las autoridades federales y estatales incluirlos en el Fondo de Aportaciones para la Nómina. Educativa y Gasto Operativo (Fone).
Señalaron que sus pagos, bonos y premios no se reflejan de inmediato, en comparación con los puestos federales. Afirmaron que los recursos asignados por el gobierno federal son manipulados al antojo de los representantes sindicales, negándoles el acceso a beneficios como vivienda.
Los manifestantes también expusieron que tendrían que esperar hasta tres años para recibir su pensión. Lamentaron que esta promesa de campaña del senador Félix Salgado, que fue retomada por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, no se ha cumplido.
Exigieron una mesa de atención con la gobernadora y presidente Andrés Manuel López Obrador, pidiendo que se cumplan la filosofía que pregona la cuarta transformación. (Francisco Magaña / Atoyac).

 

Bloquean padres de forma intermitente la carretera en Tecpan; exigen dos maestros

Padres de familia y maestros de la primaria vespertina Francisco Villa, de la comunidad serrana El Paraíso, municipio de Atoyac, bloquearon de forma intermitente la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, en Tecpan, para denunciar que la SEG no ha resuelto la falta de dos docentes.
Antes, los manifestantes cerraron la delegación regional de los Servicios Educativos en Tecpan, donde se mantuvieron en plantón en espera de ser atendidos.
Ante la falta de atención, trasladaron su protesta a la carretera federal, en el poblado de Aguas Blancas, del mismo municipio.
Los inconformes exigen la salida de dos maestros que, afirman, cobran sin trabajar a pesar de que ya va medio ciclo escolar. Asimismo, piden el envío de dos docentes que sí quieran laborar frente a grupo y no sean aviadores.
Amagaron que volverán a manifestarse en próximos días, hasta obtener los dos maestros faltantes frente a grupo.
El bloqueo seguía hasta las 6:49 de la tarde, esperando que el delegado regional se presente al bloqueo, donde se adelantó que se les autorizará un maestro. (Francisco Magaña / Tecpan).

Delegados de Sembrando Vida de municipios serranos se organizan para vender sus productos

Campesinos y técnicos del programa Sembrando Vida en una mesa de trabajo en la comunidad serrana La Aurora, municipio de Heliodoro Castillo Foto: El Sur

Redacción

La Aurora, sierra de Heliodoro Castillo (Tlacotepec)

Campesinos de tres municipios de la Sierra integrados a Sembrando Vida acordaron este domingo, ante sus técnicos, organizarse para exigir una carretera, mercado para sus productos y un centro de acopio, y nombraron un comité encabezado por la joven Dioseline Gervacio Nava, para que se encargue de hacer llegar las demandas de los productores a los gobiernos estatal y federal.
Al encuentro acudieron 41 delegados en representación de mil sembradores de los municipios de San Miguel Totolapan, Atoyac y Tlacotepec, que en conjunto tienen 2 mil 500 hectáreas, cada uno con 2.5.
A los vecinos de esta zona, con el estigma de la violencia, el machismo y la siembra de amapola, se les vio organizados para un objetivo en común: vivir de manera autosuficiente y erradicar la siembra de enervantes, pero tienen serios problemas para lograrlo, pues sus caminos están en terribles condiciones y no tienen mercado para sus productos.
Para contextualizar, lo agreste de la zona permitió que los vecinos se dedicaran durante décadas a la venta de la goma de opio, ante la ausencia de autoridades para erradicar la planta y para llevar los servicios básicos a la zona, pero la caída del precio de ese producto hundió a algunos en una severa crisis económica; otros, los menos, ya sembraban maíz, jitomate, aguacate, pera o manzana y resistieron sin dificultades la falta del dinero de la droga.
Algunos otros enviaron a sus hijos a estudiar, quienes llegaron a obtener títulos de maestría y doctorado, hubo profesionistas que regresaron con métodos para salir del crimen, otros, “se hicieron profesionales”, mejoraron sus métodos de producción de enervantes y se integraron a cárteles con presencia internacional, según contaron asistentes a la reunión.
Ahora, todos buscan mantener su estilo de vida sin carencias, pero el grueso de los amapoleros no sabían producir otra cosa, hasta que llegó Sembrando Vida, relataron en entrevistas.

“Una inversión de 6 millones de pesos”, pero no hay mercado

La estructura del programa federal Sembrando Vida en el estado es de tres coordinadores estatales: Felipe de Jesús Sosa Garza, Mario Alberto Morlet y Omar Salinas, el primero es el coordinador de los coordinadores. En esta estructura sigue en jerarquía para la zona a la que tuvo acceso el reportero, el Territorio 24, el facilitador Gustavo Sandoval, quien es un coordinador de técnicos y cuenta con 10 técnicos que trabajan en equipos de dos, “binomios”, uno de ellos es experto en trabajo social y otro en productivo, según dijo el mismo Sandoval en entrevista.
Además, cada binomio cuenta con “becarios” a los que les paga el gobierno federal, jóvenes menores de 30 años que apoyan en las labores que requieran los técnicos y sembradores y se les pagan 6 mil 300 pesos al mes.
En su discurso de inauguración, Gustavo Sandoval informó a los campesinos que este mes recibirán 6 mil pesos por sembrar en sus parcelas, un aumento de mil pesos respecto del mes anterior, lo que significa “una inversión de 6 millones de pesos al mes, sólo para los sembradores y sembradoras. Un presupuesto que ya quisieran tener muchas dependencias del estado”. Además se les paga a los becarios, técnicos, facilitadores y coordinadores.
El facilitador, originario de la comunidad Toro Muerto, en la sierra de San Miguel Totolapan, agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador y advirtió que el programa empezó “en un momento crítico, fue muy oportuno, porque fue cuando se dio la crisis, cuando se está dando la emigración hacia Estados Unidos o al norte del país de muchos campesinos”, que se dedicaban a la siembra de amapola, que ahora no tiene mercado.
Llamó a “hacer equipo, echarle ganas y cumplir todas las metas, tenemos de aquí a junio para tener nuestras plantas listas en vivero y llevarlas a nuestras parcelas”.
En el Territorio 24, que comprende 50 comunidades de los tres municipios mencionados, Sembrando Vida lleva operando desde junio de 2021, así que aún no están en la parte de producción de frutos, sino en la de planta en los viveros, a diferencia de otras zonas, en las que el programa llegó al inicio de este sexenio.
Expuso que la intención de esta reunión, “es que se conozcan, que intercambien experiencias, conocimiento, porque nuestro territorio tiene condiciones muy diversas, desde La Junta de los Ríos, Nueva Dehli, Petlacala, Toro Muerto, Linda Vista y Laureles, tenemos climas muy fríos y algunos cálidos. Ahora es momento de que nos apoyemos, después habrá intercambios con otros territorios”.
Un campesino, tras la intervención del facilitador, calculó que tan sólo los productores integrados en el programa federal generan 600 toneladas de maíz al año, y se quejó de que no encuentran mercado, “en Atoyac el maíz lo están comprando en 4 mil 500 pesos por tonelada, pero vamos nosotros y nos preguntan de dónde lo llevamos, les decimos que de la sierra y nos ofrecen 3 mil pesos por tonelada, porque saben que no nos podemos regresar sin nada. Se aprovechan de nuestra necesidad, de que no hay carretera. Necesitamos mercado, que nos compren el producto, que nos arreglen la carretera”.
Un productor de jitomate informó que de cada 30 cajas que lleva de la sierra a la costa, 10 llegan dañadas, debido a que la terracería tiene muchos hoyos, lo que le genera “pérdidas importantes”.
En respuesta, el técnico David Araujo dijo que es necesario aprender el proceso de comercialización en equipo, “no es lo mismo que bajen una tonelada por separado a que bajen 600 en equipo. Sí, están mal los caminos, sí hay falta de mercado, pero yo sé que aquí la gente es muy inteligente, que pueden mover mercancía a escondidas. Entonces, no hay que esperar a que nos vengan a resolver todo. Para eso es esta reunión, para buscar una solución a nuestros problemas”.
El facilitador Gustavo Sandoval informó que hay planes para crear centros de acopio en la región, pero matizó, “está en propuesta”.
El centro de acopio de Segalmex más cercano está en la cabecera municipal de Atoyac, lo que para algunas comunidades significa 8 horas de camino agreste, cargando maíz, jitomate, manzana o pera en camionetas.

“Estamos erradicando eso que tenían los hombres”

En una actividad en la que se organizaron en grupos se planteó la pregunta: “¿Qué hemos logrado en Sembrando Vida?”. Los expositores dijeron “generamos empleos, igualdad entre hombres y mujeres, aprender a hacer composta, biofertilizantes, resolvimos problemas de la comunidad, la diversificación de productos”.
Una asistente abundó en cuanto a la igualdad entre hombres y mujeres, “hay que decirlo, antes la mujer se quedaba en casa y ahora hombres y mujeres nos vemos como iguales. Hacemos lo mismo que los hombres”.
“Estamos erradicando eso que tenían los hombres, no le quiero decir machismo, pero ahora hay mujeres que mantienen la casa”.
El siguiente equipo retomó el tema, un varón de unos 40 años dijo: “Las compañeras tienen razón, aprendimos que las mujeres pueden hacer lo mismo, pues también tienen dos manos, tienen fuerza, tienen inteligencia”.
Sin embargo, se les preguntó quiénes hacen labores del hogar, como barrer o lavar trastes, y ningún hombre alzó la mano.
Ahí mismo, se organizó un comité que representará a los mil campesinos del Territorio 24, para que “sean gestores de las necesidades” de los vecinos de la región, y quedaron Omar Santiago Gómez, de Campo Morado, del municipio de Tlacotepec; Moisés Don Juan Lucena, de La Cueva de Guerrero, del mismo municipio; Timoteo Martínez Bernal, de La Remonta, Atoyac; Reynaldo Reyes Rojas, de Petlacala, San Miguel Totolapan, y Dioseline Gervacio Nava, de Estación Toro Muerto, San Miguel Totolapan, quien quedó como presidente del comité

Piden directivos seguridad en una primaria de Atoyac por un intento de rapto de dos alumnas

El director de la primaria Modesto Alarcón, de Atoyac, Agustín Salmerón Leyva, denunció un intento de rapto de alumnas dentro del plantel, ocurrido el lunes después del homenaje.
Directivos y padres de familia pidieron a las autoridades educativas y de seguridad pública que implementen vigilancia en el plantel.
El director dijo que un hombre con una cicatriz en la nariz, del lado izquierdo, intentó sacar a dos alumnas diciendo que su madre había tenido un accidente, y después escapó.
Abundó que el hombre aprovechó que se permitió el acceso por el homenaje, “por ahí se nos coló. Se quedó después del homenaje. Yo estaba atendiendo a unas personas, cuando terminamos de atender éstas, iba yo para la dirección cuando se acerca una niña para decirme que estaba una persona, que la había saludado de mano y que no la quería soltar. Dijo que se zafó y le dijo a sus compañeros, que ellos salen y hacen el alboroto para llamar la atencion”.
Agregó que cuando iba al grupo, a otra niña igual la saluda y no la quiere soltar. Igual comienza a decirle que venía por ella, porque su mamá había tenido un accidente.
Lamentó que fue más su coraje contra el hombre y no le tomó una foto, “lo comencé a maltratar. Inmediatamente se puso nervioso, porque no fue nada de agresivo, aun cuando le dije que iba llamar a la policía”.
El hecho generó crisis nerviosas en algunas alumnas y los directivos instalaron filtros de revisión en la entrada principal, para evitar que personas ajenas se introduzcan, para lo cual hizo un llamado de apoyo a los padres de familia.
Los directivos piden recorridos constantes de la Policía Estatal, porque afirman que los agentes solamente acuden a tomarse la foto y no tardan más de 5 minutos en vigilancia.
Agregó que instalarán cámaras y filtros, que se cancela el ingreso en el recreo, lo que dividió opiniones entre los padres. (Francisco Magaña / Atoyac).

 

Marchan habitantes de El Quemado; exigen reparación del daño a víctimas de la guerra sucia

Habitantes de la localidad El Quemado, en la sierra de Atoyac, marcharon en la cabecera municipal a 50 años de la represión que sufrieron del Ejército Foto: Francisco Magaña

Francisco Magaña

Atoyac

Habitantes de la localidad de El Quemado, de la sierra de Atoyac, marcharon en la cabecera municipal para exponer la represión ocurrida hace 50 años.
Los pobladores fueron reprimidos cuando la localidad fue sitiada tres días por militares, que se llevaron a la mayoría de los hombres, incluso a una mujer, dejando solamente a mujeres niños y ancianos, como parte de las pesquisas que hacían el Ejército y el gobierno federal para combatir a la guerrilla de Lucio Cabañas Barrientos.
Denunciaron que el gobierno municipal quiso impedir la manifestación y que trabajadores de Tránsito quisieron quitarle las placas a un camión que llevaba el aparato de sonido.
Expusieron que a 50 años de este hecho, no han tenido respuesta de las autoridades ni del actual gobierno federal que había anunciado la reparación del daño a los agraviados.
Lamentaron que el gobierno municipal de la Cuarta Transformación quiso impedir que los manifestantes se expresaran en vía pública en el bulevar Atoyac y la avenida Juan Álvarez, donde realizaron la marcha hacia el Zócalo.
Al lugar llegó el diputado local Fortunato Hernández Carvajal, quien intervino para que se permitiera la manifestación. También acudieron policías municipales a grabar a los pobladores.
Durante la protesta ocurrió un conato de violencia porque trabajadores de Tránsito municipal quisieron quitarle las placas a un camión que llevaba el aparato de sonido. Hubo puñetazos y patadas, y los manifestantes responsabilizaron al Ayuntamiento de cualquier cosa que les pase.
Cuestionaron que no hay solidaridad de las autoridades locales y por el contrario buscaron impedir su libertad de expresar este hecho que marcó a la población.
Indicaron que buscarán y presentaran ante las instancias correspondientes que esta fecha sea reconocida cada año.
Los habitantes anunciaron que mañana realizarán un acto conmemorativo para exigir justicia por este delito de lesa humanidad.

 

Graban con apoyo de Imcine largometraje en Atoyac de la lucha social y la familia Mesino

El equipo de producción Libre Films coordina la filmación del largometraje La Misma Sangre con la familia Mesino de la OCSS, en el Zócalo de Atoyac.Foto: Francisco Magaña

 

La productora Libre Films graba en Atoyac y otras partes del estado el largometraje La Misma Sangre, que aborda los movimientos sociales en el país con la historia de la familia Mesino Mesino, de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), quienes han sufrido de represión, asesinatos, encarcelamientos y hostigamiento.
En conferencia de prensa en el Zócalo de Atoyac el equipo de producción encabezado por el productor Miguel Ángel Sánchez, informó que el proyecto está respaldado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).
Dijo que buscan dar luz a circunstancias “muy delicadas que han pasado en el estado y sobre todo darle seguimiento a la familia Mesino, que ha sido una familia muy importante en la lucha social para el estado”.
El director Ángel Linares quien conoció a la activista asesinada Rocío Mesino hace seis años en la grabación del cortometraje Montañas Invisibles, proyecto respaldado por la escuela de cine de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Expuso que se siente motivado y feliz de haber conocido a la familia que lo hizo sentir como en casa, “y de ahí nació una relación muy bonita que se ha mantenido a lo largo de los años, de quienes he aprendido de su vida, ejemplo lucha, de su forma de enfrentarse con tanta esperanza y convicción para mejorar la situación del país, ejemplo que le han pasado a sus hijos”.
Informó que el proyecto nació después del asesinato de Rocío Mesino, “y junto con mis compañeros comenzamos a tener la necesidad de hacer una película que relatara la historia de la lucha de la familia, hasta después de cuatro años que logramos tener el respaldo del Instituto Nacional de Cinematografía, fue una ruta de desarrollo bastante amplia”.
Abundó que el proyecto ha estado con varios espacios de producción en distintos países como Cuba y España.
Manifestó que el proyecto nació en el gobierno del PRI, “pensábamos que era un proyecto que no iba ver el apoyo por el tabú, que no se  iba poder levantar pero logramos tener la solidez de una historia que decidieron que debería ser contada y hoy tiene otro contexto, de refuerzo de la memoria histórica, que sea un recordatoria que no podemos quitar la llaga del estado de Guerrero y de la historia que se ha contado”.
Norma Mesino consideró que el objetivo de esta producción es visibilizar el movimiento social en Guerrero con la producción Libre Films del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Ciudad de México.
Dijo que la productora está desde hace varios meses en la cabecera municipal, así como en diversos puntos del estado donde han dado seguimiento a la cotidianidad de la familia Mesino, “se levanta desde la cinco, seis de la mañana para tener ya todo preparado y terminan a veces hasta las 9 de la noche”.
Dijo que con este documental donde los protagonistas son su familia, “es importante reconocer la labor de estos jóvenes para contar y compartir nuestra vida, nuestra lucha, porque como organización hemos sido criminalizados, acusados de secuestradores, a Miguel Ángel lo asesinaron y decían que era un traficante, violador, asesino, robavacas, sin comprobarle nada”.
A Rocío Mesino dijo que la tildaron de secuestradora, con muchos expedientes de asesinatos “y eso precisamente la Fiscalía creó un expediente para finalizar una lucha que no le convenía al gobierno”.
Dijo que el proyecto no viene a limpiar la imagen de su familia porque no ha hecho nada en contra de la ley, “todo con el derecho ciudadano a sentir, el derecho a manifestarse, que están en la constitución, nosotros no los vulneramos, ejercemos esos derechos y hoy que se conozca porque mucha gente quizás esté confundida porque en la prensa oficial han hecho un trabajo que convence a millones de una manera en que la prensa oficial ha criminalizado la lucha”.
Manifestó que no hay mucha organizaciones sociales, ni muchas familias que han sufrido lo mismo que ellos como persecución, asesinato, hostigamiento, desaparición, “nosotros somos una parte de esa gran familia que ha sufrido y perdido hasta cuatro hijos, como las madres de los 43, más de 500 madres invisibilizadas y les desaparecieron a sus esposos y no había derechos humanos o prensa que dijera que el Ejército está deteniendo o torturando, secuestrando como lo hizo en tantas parte, El Quemado, Río Chiquito donde se vistieron de civil y masacraron, hoy más que nunca tenemos que visibilizar esas luchas”.
Hilario Mesino dijo que para ellos es algo muy bueno porque tienen la oportunidad de expresarse y recordar en cada parte del municipio lo que han vivido, cómo inició la lucha para que haya democracia verdadera y no se sigan violando los derechos humanos.
Mencionó que fueron a hacer una grabación donde contrastaron los grandes hoteles y la pobreza que hay en Acapulco, “que no se conoce a nivel nacional ni internacional donde dicen que no hay pobreza, que se está combatiendo y es mentira, vemos que hay gente muy pobre con casitas tapadas con lonas y cartones, sufre de hambre, no pueden llevar a sus hijos a la escuela o universidad”.
“A los jóvenes que logran tener una carrera los deja el gobierno en manos del crimen, en las drogas por falta de empleo después de graduarse, el gobierno en vez de apoyarnos a los que luchamos nos hostiga, a nosotros nos acusaron de zapatistas porque les dejamos un saludo cuando se crearon y de ahí comenzaron asesinar a nuestra gente, nos metieron a la cárcel, esta película va a servir para que el pueblo se dé cuenta cómo es la organización”.
Alicia Mesino destacó que su organización es para luchar por los pobres, “y por eso nos organizamos, nadie nos enseñó, con esta película la gente podrá ver que no andamos haciendo males, así como yo he sufrido por los asesinatos de mis hijos yo sigo adelante, no tengo miedo, esperemos que el nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador vea por los que estamos en la sierra y los muchachos que andan en las drogas porque no hay trabajo, que los padres les inculquen la lucha”.
Aceptó que viven con temor, pero van por la lucha de que se liberen los jóvenes y no se dejan aplastar por la televisión y los celulares.

Crónicas del Palacio IX

El cadáver de Lucio Cabañas Barrientos

Cerca de 5 mil soldados de seis batallones, y secciones de apoyos que venían de la Ciudad de México, le tendieron un cerco que se prolongó hasta el lunes 2 de diciembre de 1974, cuando cayó peleando a las 9 de la mañana en el paraje conocido como El Otatal. Para entonces Lucio Cabañas Barrientos, alejado de su familia y de sus bases de apoyo, únicamente se alimentaba con maíz asado y retoños de plantas del campo. Fue lo único que hallaron en su estómago al practicarle la necropsia.
La tropa que lo batió tenía también tres días sin recibir abastecimiento, estaba hambrienta y ya deseaba bajar de la sierra. Para no alertar al guerrillero los militares evitaron el uso de helicópteros y se desplazaban a pie, algunos casi descalzos con ropa de civil.
Como resultado de una delación el 2 de diciembre de 1974, efectivos del Ejército se enfrentaron a una columna guerrillera, encabezada por Lucio Cabañas, en el paraje conocido como El Otatal, después de combatir en forma decidida el líder del Partido de los Pobres resultó muerto. La versión del Ejército es que cayó durante el enfrentamiento, por otro lado existe la versión de que Cabañas al verse acorralado se pegó un tiro con el M-2 que portaba, esta versión la defiende Felipe Fierro en su libro El Último Disparo.
Al momento de su muerte Lucio Cabañas traía consigo el M-2 que fue expropiado a los guardias del Inmecafé en El Porvenir. El campesino Isabel Ramos Ruiz decidió denunciar a Lucio porque el Ejército tenía detenidas a sus parientes: Amalia Ramos Espinosa, Gregoria Sotelo Ramos, Paula Ramírez Ayala y Jorgelina Ramos García. El mismo guió al Ejército hasta donde estaba el guerrillero.
Ya caído, el Ejército recogió el cuerpo de Lucio y lo llevó vía aérea al Cuartel de la colonia Mártires. Con un espejo reflejando la luz del sol, desde un helicóptero, avisaron al médico militar Rodolfo Guillén del Valle, que estaba con su familia, que ya traían el cadáver del guerrillero. La maestra Lupita, que se encontraba en ese momento en el domicilio del médico militar, apenas pudo contener el llanto, cuando éste dijo: “Ya traen el cadáver del maestro”.
El cuerpo de Lucio Cabañas fue colocado en una plancha en una esquina del cuartel. Presentaban tres lesiones, con disparos calibre 7.62, uno en el maxilar inferior derecho sin orificio de salida (tiro de gracia) otro en la axila izquierda con orificio de salida en la espalda y un disparo más le entró en la dorsal décima y le salió al nivel del hombro. Las lesiones del maxilar y de la espalda eran mortales por necesidad. Se le localizó una cicatriz en la cola de la ceja izquierda. Eso fue lo que informó a los medios de comunicación el médico militar Rodolfo Guillén del Valle comandante del pelotón de Sanidad.
Según lo informado por el médico, Lucio falleció entre las 9 horas con 7 minutos y 9 con 19 minutos. La herida que lo mató fue la del maxilar inferior derecho. La versión oficial es que entregaron el cadáver a su tío Pascual Cabañas. Al lugar acudió el presidente municipal Silvestre Hernández Fierro y el gobernador Israel Nogueda Otero, así como los testigos que identificaron el cadáver.
El periódico Milenio publicó el 11 de diciembre del 2000, de la página 20 a la 27: “El informe sobre la muerte de Lucio Cabañas que envió el general de brigada Eliseo Jiménez Ruiz comandante de la 27 zona militar al secretario de la Defensa Nacional Hermenegildo Cuencas Díaz, el 7 de diciembre de 1974, fue el capitán primero de infantería Pedro Bravo Torres, perteneciente a la patrulla Vallecitos del 19 Batallón de Armas el que se adjudicó la muerte de Lucio.
Hace poco también se dio a conocer un video sobre la necropsia al cadáver de Lucio Cabañas, el equipo de Televisa que se movió en esa ocasión, filmó desde los aires el cuartel. Se ve que para ese día todavía no se construían las casas que fueron las viviendas de los soldados de clase. Luego el gobernador Israel Nogueda Otero saldría en la televisión nacional dando la noticia de la caída del guerrillero y echándole porras al Ejército.
Silvestre Hernández Fierro, la maestra Genara Reséndiz, la secretaria de la Agencia del Ministerio Público Ricarda Alonso López y el determinador de la misma Raúl Orbe Berdeja identificaron el cadáver de Lucio según el parte oficial.
Su acta de defunción está asentada en la hoja 47 del libro de 1974. El certificado de defunción fue expedido por el médico militar Rodolfo Guillén del Valle, con cédula profesional número 270851. También estuvo presente el agente del Ministerio Público, el licenciado Ángel Custodio Serrano quien después escribió un libro sobre la época que le tocó vivir en ésta región.
El acta de defunción dice que Lucio Cabañas Barrientos originario de El Porvenir nació el 15 de diciembre de 1936, tenía 37 años. Dice que falleció a las 9 horas del 2 diciembre de 1974, en El Otatal, que se inhumó en el panteón civil de Atoyac. Firma el médico Rodolfo Guillén del Valle con domicilio en el 27 Batallón de Infantería. Declarante: Raúl Orbe Berdeja de 52 años, empleado estatal, con domicilio en Nigromante Número 1. Firman como testigos: Esteban Acosta S. de 52 años, empleado municipal y Agustín Hernández de 40 años, empleado municipal. El acta de defunción como dije es la número 47 está levantada a las 15 horas del 2 de diciembre de 1974, ante el doctor Silvestre Hernández Fierro.
Ese día al Palacio Municipal llegó el coronel Alfredo Cassani Mariña, para pedirle al presidente municipal Silvestre Hernández Fierro que se encargara de la sepultura. El tesorero Régulo Fierro Adame instruyó a don Agustín Hernández Vázquez, Casanga; que era inspector de obras públicas para que buscara quien cavara la tumba. Eran las 10 de la noche, cuando El Chino Galeana y Ramiro Galeana a quienes se les pagó 100 pesos comenzaron a cavar. Cuando estaban trabajando doña Evelia Organista la esposa de Hugo Martínez les prestó un candil de dos mechas para que vieran en la oscuridad. Como a las dos y media de la mañana terminaron de hacer la sepultura. La fosa se hizo normal, uno de ancho por dos de largo.
Antes del amanecer el cadáver fue sepultado en el panteón civil de Atoyac, donde el cuerpo permaneció hasta que fueron exhumados sus restos el 3 de diciembre del 2001 y el 12 de agosto del 2002, los antropólogos forenses comprobaron que efectivamente correspondían a Lucio Cabañas Barrientos.
“Los soldados del 27 Batallón de Infantería resguardaron noche y día por dos meses la sepultura de Cabañas, y a nadie dejaban arrimar; después de esos dos meses de guardia continua, se retiraron. Al cumplir el primer año, volvieron los militares a montar guardia y luego se volvieron a retirar”, nos recuerda don Simón Hipólito Castro.
Ese día 3 de diciembre de 1974 a las 8 de la mañana también fue sepultado en el panteón municipal de Iguala Guerrero el cuerpo del soldado Luis García Pérez del 49 Batallón de Infantería muerto en el enfrentamiento del paraje El Otatal. Con él también murió el cabo Vicente Díaz Flores del 19 Batallón de Infantería con sede en Petatlán que fue sepultado en esa ciudad.
De los guerrilleros que iban con Lucio el día en que murió se tiene noticias solamente de tres. Otros hablan de cinco, que dos lograron escapar. Según el reporte del Ejército el primero en caer muerto fue Esteban Mesino Martínez, Arturo. Luego junto a Lucio caería Lino Rosas Pérez, René. Mientras Marcelo Serafín Juárez, Roberto, fue detenido vivo. Algunos testigos dicen que en la morgue improvisada del Cuartel de la Mártires, había otro cadáver que tenía garrapatas entre los dedos de los pies. Pero ése no fue identificado y tampoco se sabe cuál fue su paradero.
Hace poco después de estar desaparecidos por más de 32 años fueron entregados los restos de los guerrilleros Lino Rosas Pérez René y Esteban Mesino Martínez Arturo. Según algunos testimonios, después del combate, los tres jóvenes rebeldes fueron detenidos con vida, Lino y Esteban fueron fusilados por los militares en una casa en Guayabillo, para luego ser sepultados en el panteón de ese lugar. Marcelo Serafín Juárez está desaparecido hasta la fecha.
La Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado los localizó y los restos fueron exhumados para aplicarles exámenes de ADN. Los estudios resultaron positivos y una vez disuelta la Fiscalía, la Coordinación de Investigaciones de la Procuraduría General de la República fue la encargada de entregar a los familiares los restos, que fueron traídos a la ciudad de Atoyac el jueves 8, en cajas de cartón. Los restos fueron puestos en ataúdes en las oficinas de la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Víctimas de las Violaciones a los Derechos Humanos. Los dos combatientes fueron sepultados la mañana del viernes 9 de febrero del 2007, para tal efecto se ofició una misa de cuerpo presente en la iglesia de Santa María de la Asunción, de ahí fueron llevados con música de viento al panteón municipal, donde estuvo sepultado clandestinamente Lucio Cabañas. Ahí quedaron sepultados los jóvenes rebeldes, René y Arturo.

Se fue el batallón

En lo personal conocí el cuartel en 1986, cuando siendo presidente de la sociedad de alumnos de la Escuela Secundaria Federal Enedino Radilla, asesorado por la profesora María de Jesús Luna Radilla, acudí con otros compañeros, a gestionar apoyos para nuestro plantel escolar, que siempre está en construcción.
Luego una noche de diciembre de 1989 dos militares, vestidos de civil, llegaron a provocar a la guardia del plantón perredista que estaba en la esquina de Independencia y Agustín Ramírez, Ulises Flores Santiago y yo enfrentamos a los soldados. Uno sacó su pistola y apuntando a la cabeza de Ulises la amartilló, al otro día, acompañados de los dirigentes del partido acudimos al cuartel a poner la denuncia. El cuartel era muy bonito por dentro, bien limpio y arreglado, el coronel de ese tiempo mandó a arrestar a los agresores.
A mediados de 1994, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) retiró de Atoyac la sede del 49 batallón de infantería. Nunca hubo una versión oficial de la decisión, y extraoficialmente se supo que las instalaciones del cuartel eran insuficientes y que los militares se retiraban mientras se construyera uno nuevo. La alcaldesa María de la Luz Núñez Ramos envió al todavía presidente Carlos Salinas de Gortari una solicitud para que no se fuera el Ejército de este lugar, que se quedara para preservar la paz y la tranquilidad de la población. Pero además que su presencia representaba una importante derrama económica para el municipio. Sin embargo las peticiones no fueron escuchadas y el batallón se fue para Petatlán.
María de la Luz dijo a los medios de comunicación que no quería que se fuera el Ejército porque durante el mes de junio, cuando hubo el operativo militar en las comunidades sierreñas, no se registró ningún asalto y ningún secuestro. “Porque a ellos sí los respetan, no se meten con ellos”.
Las casitas del cuartel que ahora ocupan las regidurías de Desarrollo Urbano y Reglamentos, eran ocupadas por el personal de tropa entre los que estaban de cabos a sargentos primeros. La otra sección de casitas donde están Saneamiento Básico y la Policía Ministerial las ocupaban de subtenientes a capitanes primeros. Y las instalaciones donde ahora está el cuartel de la policía del estado, eran los aposentos del coronel o general jefe del Batallón.
Los grupos de militares estaba organizados de la siguiente manera: Un pelotón equivalía a un sargento con 10 de tropa. Una sección 35 elementos con un tambor y un corneta. Una compañía tenía 140 elementos y el batallón tenía tres compañías.
El 14 de noviembre de 1994 la Sedena transfirió el cuartel del 49 Batallón de Infantería al gobierno del estado. A la entrega asistió el secretario general de gobierno Rubén Robles Catalán y procurador Antonio Alcocer Salazar. Les hizo entrega el general Juan Heriberto Salinas Altés comandante de la Novena Región Militar.