BREVES

Se incendia una pipa con gas en la colonia El Rastro; bomberos sofocan las llamas

Una pipa que transportaba gas LP se incendio de manera parcial en la colonia El Rastro, causó temor entre los vecinos.
El siniestro fue reportado a las 8 de la mañana, en la calle principal de la colonia referida, indica el informe de Bomberos de Acapulco.
De acuerdo al chofer de la pipa de 4 mil litros, la camioneta comenzó a producir humo en el motor y después se incendió.
Los trabajadores con extinguidores controlaron el fuego y después bomberos sofocaron totalmente las llamas.
El percance provocó temor entre los vecinos por una posible explosión.

Se electrocuta un trabajador en Costera 125 y es hospitalizado

En otro caso, un hombre resultó lesionado tras ser electrocutado, en el centro de negocios Costera 125.
El accidente fue reportado después de las 2 de la tarde, cerca de la avenida Costera, informó Bomberos municipales.
Testigos dijeron que un trabajador al dar mantenimiento a los aires acondicionados de la plaza resultó electrocutado.
El lesionado fue atendido por bomberos municipales y después trasladado a un hospital cercano por paramédicos. (Redacción).

 

Se lesiona trabajador en obra de introducción de drenaje en el centro de la ciudad, reportan

Un trabajador resultó lesionado tras caerle un talud de tierra durante las maniobras en la introducción de drenaje en la colonia Centro.
El hecho fue reportado a las 10 de la mañana en la calle Hermenegildo Galeana, de acuerdo con paramédicos de Bomberos de Acapulco.
El reporte oficial indica que el trabajador de una empresa constructora estaba en maniobras de excavación.
Sin embargo, un talud de tierra se vino abajo y casi lo deja sepultado en la zanja para la introducción de drenaje.
El hombre fue rescatado por sus compañeros y después paramédicos de Bomberos le brindaron los primeros auxilios.
Posteriormente, el trabajador lesionado fue trasladado a un hospital cercano para su atención médica.
La zanja mide aproximadamente cinco metros de largo, y de profundidad casi dos metros. La obra es del gobierno municipal, de acuerdo con los trabajadores.
La calle está cerrada a la circulación de vehículos. La vialidad conecta de la avenida Cuauhtémoc a la avenida 5 de mayo. (Argenis Salmerón).

 

Cuadrillas de la CFE han sufrido acoso y robo de materiales, revela un trabajador

Una cuadrilla de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE,) denunció que intentaron robarles diésel y que a otros de sus compañeros les quitaron material.
Ayer por la mañana en la calle Morteros de la colonia Rodríguez Alcaine, uno de los encargados de la cuadrilla, Emmanuel Fidel Tapia, pidió a la población comprensión para que puedan laborar, porque son más de 13 mil postes los afectados y están trabajando desde temprano hasta muy noche para restablecer el servicio lo más pronto posible.
Explicó que en la entrada del Maxitunel, “me pararon para pedirme un litro de diésel y les dije que estaba limitado, que si les daba a ellos tenía que darle a todos, y me dijeron que si no le daba el diésel me lo iban a quitar a punta de machete”.
Aclaró que no se llegó a la agresión, y que las personas que los hostigaron entendieron y los dejaron continuar con su trabajo, pero en los lugares en donde han estado hay personas que les piden que den prioridad a sus casas para que tengan electricidad.
De las cosas que ha limitado su trabajo, señaló los montones de basura en las calles y que en algunas vialidades no pueden entrar porque las vías son estrechas o están obstruidas con láminas y postes caídos.
“Sabemos que hay mucha gente que tiene necesidad pero nosotros no estamos en un lecho de rosas, venimos padeciendo y hay personas que están abusando y asaltando”, declaró a reporteros.
El trabajador pidió la comprensión de los ciudadanos y es que mencionó que están haciendo todo su esfuerzo para dar un mejor servicio a la población y que puedan tener electricidad.
“Nosotros iluminamos corazones, vidas y creo que eso es lo más importante”, dijo el trabajador que mencionó que laborar con situaciones de amenazas verbales es complicado, por lo que pidió a la población comprensión (Aurora Harrison).

 

Sufrió discriminación por su orientación sexual, asegura trabajador de la Rectoría de la UAG

María Avilez Rodríguez

Chilpancingo

El trabajador del área de Relaciones Públicas de Rectoría, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Jesús Manuel Vergara Encarnación, denunció que sufrió discriminación por su orientación sexual, por parte de un docente de la facultad de Ingeniería.
La mañana de este martes, Vergara Encarnación, acompañado por un grupo de estudiantes pegaron cartulinas en la entrada de la escuela, para denunciar que el lunes, cuando acudió a un evento a las instalaciones, sufrió discriminación verbal por parte del docente Andrés Gama García, quien le dijo: “Párate y compórtate como un hombre”.
Aunque le pidió respeto, Gama García “siguió discriminándome homofóbicamente. Que cómo un hombrecito iba a llegar a un lugar caminando amaneradamente y que se veía mal llegar a un recinto institucional, siendo que perdía la credibilidad académica”, contó.
Dijo que volvió a decirle al docente que no le faltara al respeto, como trabajador e integrante de la diversidad sexual y persona vulnerable. Relató que Gama García ingresó al evento que se realizó en la facultad, pero le dijo que se retiraba, porque “no se llevaba con la basura”.
Vergara Encarnación anunció que interpondrá una queja en la Defensoría de Derechos Humanos y Universitarios de la UAG, por discriminación, “conducta que es reprobable y que genera violencia en cualquiera de su tipo”.
Además, informó que solicitará que se inicie una investigación de acuerdo con la ley orgánica de la universidad y que solicitará como sanción que se expulse a Gama García, por violar sus derechos, motivado por su orientación sexual, expresión de género y características sexuales diversas.
Por último, Vergara Encarnación pidió a los universitarios “alzar la voz para no seguir callando los actos de homofobia. Hago responsable a Andrés Gama García de cualquier acto que atente contra mi persona y a mi familia”.

 

No le pagan 46 días de salario luego de despedirlo del hospital general capitalino, denuncia un ex trabajador

El ex trabajador del albergue del Hospital General Raymundo Abarca Alarcón, Noé García, quien tiene parálisis cerebral, denunció que lo despidieron injustificadamente y que no le quieren pagar 46 días de salario devengado.
En conferencia en el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), en Chilpancingo, el quejoso relató que laboró del 10 de febrero al 16 de marzo pasados en el albergue anexo del hospital.
Detalló que el encargado, Carlos Rodríguez lo contrató y le prometió que solucionaría el problema del pago de 11 mil pesos por los 46 días, pero no cumplió.
Noé García dijo que, en el albergue hacía la limpieza y tenía una jornada laboral de 12 horas, de 7 de la mañana a 7 de la noche, mientras de de las 7 de la noche a 6 de la mañana hacía guardia para recibir a familiares de pacientes, es decir que trabajaba día y noche.
Indicó que tiene parálisis facial y cerebral, y ante la necesidad estaba en la mejor disposición de seguir laborando, pero llegó una empresa privada al albergue y lo despidieron injustificadamente.
El ex trabajador dijo que, “quizás por mi discapacidad, la empresa privada no me abrió contrato. Lo único que pido es que me paguen los 46 días devengados”.
Solicitó hablar con el director del hospital, Víctor Hugo Garzón Barrientos, pero siempre le decían que tenía mucho trabajo y que no lo podía atender.
Posteriormente acudió a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del estado de Guerrero (Codehum), donde le dijeron que no les compete su caso y que tenía que acudir a la Junta de Conciliación y Arbitraje.
“Necesito el dinero para comer, yo trabajo por necesidad y no es justo que haya trabajado y no me hayan pagado”, manifestó. (María Avilez Rodríguez / Chilpancingo).

 

Libra una lucha por su vida y contra el ISSSTE un técnico del Semefo que exige sus derechos

Con una pierna cercenada arriba de la rodilla, pérdida de la vista en un 75 por ciento a causa de la diabetes, afectaciones en los bronquios, en los campos pulmonares y en los riñones, padecimientos que son consecuencia del contacto permanente que tuvo con productos químicos, el ex técnico del Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, Martín Vega Amable, lucha por su vida y contra la burocracia del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que se niega a otorgarle las prestaciones a las que tiene derecho, incluso a una prótesis.
Vega Amable, quien prestó sus servicios durante 24 años en la institución, pero a quien el ISSSTE le reconoce una antigüedad de 21, logró fama en 1997 durante los daños provocados en Acapulco por el huracán Paulina.
Durante ese desastre, recuerda en una entrevista en las instalaciones de la sección 76 del Sindicato de Trabajadores de Salud, el jueves pasado, alcanzó a rescatar, él junto con un compañero con el que trabajó en pareja, 70 cuerpos de los más de 300 que fueron reconocidos oficialmente.
Entre el legajo de documentos que trae bajo el brazo, que ha acumulado en dos años que lleva haciendo gestiones ante el ISSSTE y ante la dirigencia sindical para que le autoricen su jubilación y le reconozcan sus derechos como trabajador jubilado, guarda una fotografía que, dice, se publicó en casi todos los medios impresos de circulación nacional y local. En ella aparece enlodado cargando a un niño que rescató de los escombros.
El ex técnico forense buscó el oficio de “muertero”, como se le conocía antes a los ahora técnico forense, que son los que acuden a recoger los cuerpos y trasladarlos a las morgues en donde les practican la necropsia, “por servicio a la comunidad”, pues cuenta que antes nadie quería dedicarse a ese trabajo.
Sin embargo, 24 años después de que comenzó su labor altruista, ahora sobrevive a sus 63 años de edad, postrado en una silla de ruedas, porque a consecuencia de una diabetes que se le complicó por su contacto permanente con cuerpos en descomposición, le cercenaron el pie derecho arriba de la rodilla y ha perdido la vista en un 75 por ciento.
También a consecuencia del contacto permanente con productos químicos, como el formol y el cloro, sufre padecimientos en los bronquios, en los campos pulmonares y en los riñones.
Cuenta que sus padecimientos se le acumularon cuando apenas tenía 15 años de servicio, y por incapacidad solicitó al ISSSTE su jubilación, pero la institución pretendía pagarle apenas el 15 por ciento de su pensión, algo así como 3 mil 500 pesos mensuales, lo que le pareció insuficiente para vivir, pues está pagando mil 500 pesos quincenales por una casa al FOVISSSTE, y le quedarían 500 pesos al mes.
A pesar de que sus enfermedades le imposibilitaban trabajar, se siguió presentando por necesidad, hasta que llegó como coordinador del Semefo, Edgar Lemus Delgado, quien se sensibilizó al verlo y se molestó porque ni al ISSSTE ni a la Secretaría de Salud (Ssa) les había interesado su situación, y lo apoyó para que firmara un convenio con la delegación sindical, y solamente se presentara a checar, pero siguiera cobrando su salario completo.
Explica que, lamentablemente, los trabajadores del Semefo no se dan cuenta de cómo se va deteriorando su salud, por las condiciones y el material con que trabajan, porque pese a que cuentan con el servicio médico del ISSSTE no acuden porque son atendidos por los mismos médicos que laboran en la institución.
“Además, muchos no queremos ir al ISSSTE porque te hacen perder mucho tiempo, no te atienden en urgencias, y el problema es que a la larga te trae consecuencias, porque cuando uno se da cuenta ya está bien fregado, ya tiene uno muchos problemas”, dice mientras con la palma de la mano se frota la única pierna completa.
Dice que, en su caso, cuando fue al ISSSTE para que lo atendieran ya había tenido tres parálisis faciales que sólo le habían atendido los médicos del Semefo, y sin que hubiera llevado un tratamiento adecuado.
Cuenta que su organismo también se “averió” porque muchas veces se cayó cargando cuerpos al momento de rescatarlos, y nunca fue a hacerse estudios porque eran los médicos del Semefo los que le daban tratamiento para el dolor.
Añade que acudió al ISSSTE, ya cuando era necesario que le operaran del apéndice y para que le cortaran un dedo del pie izquierdo que, por la diabetes y el contacto con los cuerpos en descomposición, se le había gangrenado.
Se queja que ahí comenzó no sólo su lucha por la vida, sino contra el ISSSTE porque se encontró que para su tratamiento no había medicamentos y tuvo que comprarlos él.
“En una ocasión me estaba convulsionando en la clínica de Chilpancingo y nadie me atendía por falta de medicamentos, y hasta que llegó una a amiga los compró y pudieron atenderme”, recuerda.

Bloquea sus gestiones el encargado del área de Jubilaciones y Pensiones, “el tal Bermúdez”, denuncia

Vega Amable dice que, desde junio de 2017 ha venido gestionando ante el área de Jubilaciones y Pensiones del ISSSTE un dictamen de invalidez para que le autoricen su jubilación, pero que el que está de encargado, un médico de apellido Bermúdez, le ha puesto muchas trabas, primero le dijo que no tenía “régimen”, y cuando fue a solicitar a otra área ese requisito, le dijeron que necesitaban el dictamen para que pudieran darlo de baja como trabajador en activo y le autorizaran el régimen.
Contó que tuvo que ir a las oficinas centrales del ISSSTE en la Ciudad de México, donde le dijeron que para darle el dictamen de invalidez no necesitaba el “régimen”, e instruyeron a Bermúdez para que le entregara el documento.
El ex trabajador del Semefo asegura que el dictamen fue autorizado en enero pasado por las oficinas centrales del ISSSTE, pero el encargado de Jubilaciones y Pensiones de la delegación en Guerrero se lo entregó a finales de marzo.
El problema ahora es que, “el tal Bermúdez” le entregó copias y se quedó con el original, en represalias porque fue a quejarse a la Ciudad de México.
En estas circunstancias, el trámite para su jubilación sigue pendiente, a dos años de que comenzó a solicitarla.
Martín Vega denuncia también que desde hace dos años, cuando le cortaron el pie derecho, viene gestionando un apoyo al ISSSTE para su prótesis, que cuesta unos 70 mil pesos; dice que ese apoyo está establecido en el RT-09 de la institución para otorgarse a los trabajadores con discapacidad.
Cuenta que, a consecuencia de que no le han autorizado su jubilación y que solamente causó baja como trabajador, la institución no le ha cubierto otros derechos, como el seguro de invalidez y el seguro del retiro.
Mientras tanto, se debate entre sus padecimientos crónicos y su grave situación económica a consecuencia de la burocracia del ISSSSTE, según reprocha.
Reclama que su situación es injusta porque, como servidor público, lo hizo con pasión, y entre los casos de los que más se siete satisfecho de haber colaborado está el de la tragedia en Acapulco provocada por el huracán Paulina.
Recuerda que fue en octubre de 1997, cuando apenas le habían autorizado su base. Él había tenido guardia lunes y martes, “pero el miércoles 10, para amanecer jueves 11 Acapulco estaba desaparecido”.
Añade que, a pesar de que había salido de descanso, un día después se presentó al Semefo de Chilpancingo con el doctor Lemus.
–¿Qué pasó cabrón, que haces aquí?, –le espetó el funcionario.
–Vine a apoyar, a rescatar muertos a Acapulco, –le respondió.
–¿En serio, cabrón?, –insistió Lemus, incrédulo.
–Sí, doctor, estoy a su disposición, –le contestó.
Recuerda que cuando llegaron al puerto se encontraron que la ciudad estaba bloqueada y no había paso a causa de los derrumbes y el agua acumulada por todos lados, pero se fueron caminando hasta el Semefo de la colonia Progreso.
Entonces tuvo que soportar el descontento de sus compañeros del Semefo, porque al incorporarse voluntariamente, el doctor Lemus pidió a todos los demás trabajadores del estado que lo hicieran también.
“Todos llegaron con sus caras largas, encambronados, y se fueron contra mí, ‘ya ves hijo de la chingada, por tu culpa el doctor nos obligó a trabajar, porque tú te ofreciste solo’. Él les respondió, no sean así, cabrones, hay que ayudar a la comunidad, lo que estamos haciendo es una ayuda humanitaria, sí, pero estas bien pendejo”, recuerda.
Dice que trabajaron en parejas y que sólo él y su compañero rescataron 70 cadáveres de los más de 300 que hubo.
Otra anécdota que recuerda de entre todos los servicios que prestó, es cuando acudió a atender un accidente que tuvo un matrimonio joven, de entre 18 y 20 años, con un bebé. Él padre se durmió y chocó, falleció su esposa y su bebé. “El hombre lloraba abrazado de su hijo y yo no lo podía desprender para trasladarlo al Semefo, como era mi deber. Esa vez Martín Vega” lloró también.

 

Demanda ante la Fiscalía un defraudado por la caja de ahorro del STTAISUAG

El trabajador de Ciencias Agropecuarias y Ambientales, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), ubicada en Iguala, Pedro Salazar Trinidad, interpuso una demanda ante la Fiscalía General del Estado (FGE) en contra de la Comisión Profesionalizada de Caja de Ahorro, la caja de ahorro, Sindicato de Trabajadores Técnicos, Administrativos y de Intendencia al Servicio de la UAG (STTAISUAG), la institución y “quien resulte responsable”, por el fraude de 2016.
Salazar Trinidad, quien encabezó las protestas en Rectoría para exigir el pago de la caja de ahorro 2016, acudió a la FGE acompañado de universitarios y sus representantes legales, para presentar la denuncia, en la que no señala directamente a ningún funcionario o trabajador de la UAG como responsables del desfalco, pero sí a la institución y al STTAISUAG, sindicato que administra los ahorros.
La denuncia relata que de diciembre de 2015 a noviembre de 2016, a Salazar Trinidad se le hicieron descuentos quincenales que corresponden al ahorro que invirtió en la caja. El 7 de diciembre del año pasado recibió el cheque número 13279, de la cuenta 192191563 de Bancomer, para cobrar la cantidad de 28 mil pesos; sin embargo, no lo pudo cobrar “por falta de fondos” y se le informó que la cuenta bancaria había sido bloqueada.
Luego de un año sin recibir los recursos Salazar Trinidad decidió interponer la denuncia en la FGE, la cual estará abierta hasta hoy en caso de que algún otro universitario se sume. (Alina Navarrete Fernández / Chilpancingo).

Chocan dos automóviles y un autobús en el bulevar en Chilpancingo; deja un hombre lesionado

Un trabajador de la empresa IZZI resultó lesionado tras un accidente automovilístico entre un autobús y dos vehículos cerca del crucero hacia Chichihualco en el bulevar Vicente Guerrero, al norte de la ciudad de Chilpancingo.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad
carril norte-sur del bulevar Vicente Guerrero.
Testigos informaron que el accidente se debió al acceso de velocidad de un automóvil Tsuru gris que se impactó con el vehículo de la empresa IZZI, además de un autobús proveniente de la Ciudad de México que también chocó con los vehículos.
Se informó que el automóvil de la empresa IZZI recibió el impactó en el cofre, el Tsuru gris se volcó y quedó con las llantas hacía arriba, en tanto, el autobús sólo recibió un golpe leve en la parte frontal.
El trabajador de la empresa IZZI se trasladó por sus propios medios a un hospital privado.
Se dio a conocer que los dos vehículos fueron trasladados con una grúa particular a un corralón, a las 4:30 de la tarde se restableció la circulación en el carril norte-sur del bulevar Vicente Guerrero. (Luis Blancas / Chilpancingo).

Otra vez no les pagan a los empleados del Fonden desde hace 4 meses, denuncian

Los 30 trabajadores de la unidad operativa del programa Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), que depende de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), denunciaron que por la segunda ocación cumplieron cuatro meses que no les han pagado los salarios y viáticos, y que a pesar de que siguen laborando no supervisan las obras desde hace dos meses.
Anteriormente la unidad operativa del Fonden estaba conformada de 58 trabajadores y el 10 de diciembre del año pasado iniciaron un paro de labores que duró 43 días también debido a un adeudo de cuatro meses, a cada trabajador le debían de 15 mil a 20 mil pesos y hasta febrero de 2017 les pagaron.
Este año el número de trabajadores fue de sólo quedaron 30, quienes el 30 de marzo denunciaron que cumplían tres meses sin recibir sus honorarios ni viáticos.
Vía telefónica la trabajadora, Violeta Medina informó que ya cumplieron otra vez cuatro meses que no les han pagado, a pesar de que son menos los colaboradores de la dependencia.
Comentó que no se han movilizado porque el próximo jueves tienen una reunión con el delegado estatal de la Sedatu, José Manuel Armenta Tello, para saber cuál será el destino de sus salarios, y de ello depende qué acciones tomarán los trabajadores.
Afirmó que a pesar del adeudo cumplen su horario laboral de 8 de la mañana a 5 de la tarde.
El trabajador, Fernando Zúñiga declaró que pararon la supervisión de las obras porque tienen dos meses que no tienen para los viáticos y no hay material de papelería para que trabajen. (Beatriz García / Chilpancingo).

Reportan como desaparecido a un trabajador de la Sedatu que regresaba de Ajuchitlán el viernes

 

Un trabajador de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) fue reportado como desaparecido cuando salió del municipio de Ajuchitlán del Progreso, desde la tarde de este viernes; sus familiares presentaron la denuncia correspondiente y los cuerpos policíacos se movieron en la ruta en su búsqueda.
Vía telefónica, el delegado de Sedatu, Alfredo Fernández Peri confirmó la desaparición, e informó que se trata de Sahid Andrés Castillo Magaña, quien es supervisor de obra del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), y visitaba las casas que se construyen para damnificados en Ajuchitlán.
Castillo Magaña de 26 años de edad, viajaba en una camioneta Silverado blanca con logotipos de la dependencia, y además vestía ropa que lo identificaba plenamente como trabajador del gobierno federal.
De acuerdo con el reporte, el trabajador del Fonden salió de Ajuchitlán con rumbo al poblado de San Pablo Oriente, y a su regreso ya no se supo nada de él. Al parecer, el último contacto que tuvo con un testigo fue a las 4 de la tarde.
Venía de regreso a Teloloapan cuando desapareció; los cuerpos policiacos en Tierra Caliente comenzaron la búsqueda este sábado, recorriendo la zona de San Pablo Oriente, en dirección a la cabecera municipal, y también cruzando hacia Tlapehuala y hacia San Miguel Totolapan, que son las dos vías que se usan para conectarse con la carretera federal que conduce que conduce a Teloloapan.
San Pablo Oriente es una comunidad contigua al río Balsas, y fue una de las afectadas por las inundaciones de 2013; está en una zona donde se han presentado ejecuciones masivas, como la de 8 empleados de una empresa melonera asesinados en 2014.
En 2013, todas las inspecciones de trabajadores de la Sedatu para recabar información en las comunidades cercanas a San Miguel Totolapan fueron escoltadas por el Ejército.
Cerca del poblado de San Pablo Oriente se ubica la comunidad de Guayatenco, donde el pasado miércoles asesinaron a un empleado de la empresa Barcel; y este jueves también asesinaron a un joven estudiante de preparatoria en la comunidad de San Marcos, todos estos pueblos colindantes con el municipio de San Miguel Totolapan, en donde se ha recrudeció la violencia en los últimos meses.
El delegado de la Sedatu, Alfredo Fernández Peri confirmó la desaparición del supervisor de obra del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), Sahid Andrés Castillo Magaña quien realizaba una visita a las casas que se construían para damnificados en Ajuchitlán.
Consultado vía telefónica, el delegado sostuvo que no se había registrado ninguna amenaza contra los trabajadores en la región de Tierra Caliente, ni se habían registrado secuestros.
Fernández Peri explicó que fueron notificados sobre la desaparición del supervisor de obras del Fonden el viernes, por lo que se presentó la denuncia correspondiente por desaparición en el Ministerio Público local.
Agregó que, desde las 3 de la madruga las corporaciones policiacas iniciaron un operativo de búsqueda, pero que hasta las 3 de la tarde de este sábado no se tenía ninguna información.
El delegado reconoció que la zona en la que laboran los trabajadores de la dependencia federal es de “conflicto”, por la violencia continua.
Agregó que los integrantes de la unidad técnica que laboran con el joven también emprendieron una búsqueda en la zona, en hoteles y hospitales.
Informaron que el trabajador visitaba la obra para evaluar su avance, por lo que tenía que haber regresado antes de las 7 de la noche.

No es el primer caso, reconoce la Sedatu

A pregunta expresa sobre si se habían registrado incidentes similares con otros trabajadores de la dependencia federal, Fernández Peri respondió que en febrero de este año fue secuestrado uno de sus trabajadores.
Comentó que el secuestro sucedió cuando el empleado iba saliendo de la oficina en Chilpancingo, y los malhechores fueron interceptados por policías comunitarios cuando se dirigían con él hacia Petaquillas, quienes le dispararon al no detenerse en el reten; en el enfrentamiento, los delincuentes se accidentaron y el trabajador murió dos semanas después a causa de las lesiones que recibió en el accidente.
Un caso similar ocurrió el 28 de abril de 2014, cuando fueron reportados como desaparecidos tres empleados de Linconsa y Diconsa de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), en la sierra de Coyuca de Benítez.
Los empleados eran Gustavo Abarca Radilla, Héctor López Torres y Carlos López Sánchez, quienes salieron de Atoyac de Álvarez con direccion a la zona serrana de Coyuca de Benítez, pero ya no se pudieron comunicar con ellos.
Tras 40 días de búsqueda, los cuerpos sin vida de los tres trabajadores fueron encontrados en la comunidad El Ranchito, ubicada en de la sierra del municipio de Coyuca de Benítez.