No acumular despensas si ya hay forma de alimentarse, pide el arzobispo a acapulqueños

Daniel Velázquez

El arzobispo Leopoldo González González llamó a no acumular despensas y para que quiénes tengan forma de conseguir alimento, permitan que otras personas, que no tienen esa posibilidad, puedan acceder a esos bienes.
En su mensaje de este domingo, el arzobispo habló sobre el proceso de reconstrucción de la ciudad y se refirió a la entrega de despensas, la basura, las emociones y de restaurar la buena imagen de Acapulco, para que los saqueos no sean la imagen del municipio, sino la hospitalidad.
Monseñor también pidió hacer oración por las familias que perdieron un ser querido y por quienes que no encuentran a sus familiares.
A 20 días del impacto del huracán Otis, el arzobispo agradeció a las instituciones y particulares que se han solidarizado con Acapulco, “gracias a personas e instituciones que han ofrecido comedores y despensas”, y les pidió mantener es ayuda.
Invitó a los ciudadanos a “fortalecer la buena imagen de nuestra ciudad, los robos y saqueos no pueden seguir lo que a muchas personas les viene a su mente al mencionar Acapulco. La imagen de Acapulco, que entre todos hemos de construir, sea la de una ciudad hospitalaria, en la cual cada uno de nosotros la hacemos mas segura. Las personas y las cosas de los demás, la belleza del entorno que grande es, nuestra hospitalidad, siga siendo también muy grande”.
A los vecinos les convocó a tomar conciencia, “si ya podemos recuperar el alimento por nosotros mismos dejemos esa ayuda para los demás. No acumular, es un bien que nos comparte una institución, para satisfacer nuestra necesidad de agua y alimento”.
También habló de la basura en la ciudad, la cual dijo es representa “riesgo de enfermedad” y convocó a todos a hacer algo para evitar la descomposición de la basura a la calle.
Otro de los aspectos que el arzobispo consideró se debe atender es la salud mental, pues las personas han estado en “estrés prolongado”, y eso afecta la paz interior y las relaciones en el hogar, que se vuelven cada vez mas ríspidas, por lo que pidió estar atentos a los cambios de ánimo y darse momentos de pacificación.
Convocó a escuchar a las personas afectadas por el huracán, “todo el tiempo que necesite”, estrechar las manos del interlocutor, poner la mano en el hombro como una manera de consuelo y comprensión.

Llama el arzobispo de Acapulco a ser solidarios con los afectados por Otis

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, convocó a ser solidarios y ayudar a satisfacer las necesidades básicas de la gente que sufrió daños por el huracán Otis, “que tanto destrozo ha causado entre nosotros”.
En su mensaje dominical, denominado Construir en la Esperanza, transmitido por internet, González González también llamó a recuperar la sensibilidad ante la violencia que, dijo, ahora tomó el rostro de robos y saqueos. Añadió que esta sensibilidad ya se había perdido hace tiempo, ante el robo cotidiano mediante el cobro de cuota o de piso, servidores públicos deshonestos, así como con la crueldad de asesinatos y ejecuciones.
El arzobispo expresó que las primeras necesidades de la gente son el agua y el alimento, “mitigar el hambre de muchas personas y familias sigue siendo una necesidad”.
Dijo: “Es tiempo de complementarnos y solidarizarnos unos con otros. Juntos vamos a salir adelante”, añadió y llamó a unir iniciativas y sumar esfuerzos autoridades, sociedad, empresarios, Iglesia y organizaciones.
Pidió mantener firme la esperanza en Jesús, “que se hace cercano en la bondad de tantas personas y comunidades que nos han compartido su tiempo, su cariño y sus bienes, y se hace cercano también en el duro esfuerzo de tantos grupos e instituciones, por restablecer los servicios básicos en la ciudad y tender la mano a tantos necesitados”.
El prelado expresó que hace mucho bien ver, valorar y agradecer todos estos gestos de bondad, empezando desde el propio hogar.
Insistió en su llamado a no dejar de hacer el bien que está en nuestras manos, “aunque nos parezca muy pequeño, es una muy valiosa luz de esperanza”, sostuvo.
González González recordó que muchísimas familias quedaron literalmente sin un techo donde guarecerse y que los refugios han sido gran ayuda, también la solidaridad de familiares y amigos que les han cedido un espacio en casa.
Pidió cuidar la salud, porque advirtió que es cercano el riesgo de enfermedades gástricas, respiratorias y el dengue, por ello recomendó hacer lo que está en nuestras manos, como la limpieza de la ciudad, “unidos a los vecinos podemos hacer algo, procuremos buscar cal y ponerla en donde hay basura en descomposición”.
El arzobispo recomendó, además, “reconstruir a la persona”, porque explicó que los ánimos de muchas personas están caídos, debido a que ha sido muy fuerte el trauma sufrido al perder en menos de una hora, hogar, trabajo, pertenencias y, en muchas familias, a un ser querido.
Para ello recomendó, primero, “escuchar sin interrumpir a la persona que nos comparte su situación, tratando de comprender como se siente”; segundo, “decirle una palabra de Jesús que le ayude en esa situación, o si no encontramos esa palabra, estrechar fuertemente su mano un momento”, y, tercero, “hacer juntos una súplica al señor, pidiendo su luz y su fortaleza en esta situación en que nos encontramos”.
Agregó que es importante, además, reconstruir la imagen de la ciudad, “en la mente de muchos, junto a las imágenes de la enorme destrucción causada por el huracán Otis, han quedado las tan deplorables imágenes de los saqueos. La violencia, por desgracia, era desde antes una nota muy dolorosa de nuestra ciudad”, recriminó.
Añadió que ahora la violencia tomó este otro rostro, “robos y saqueos, una barda caída o un vidrio roto o quebrado a propósito, una puerta caída o forzada para abrirla, era pretexto para entrar y robar a un hogar, institución o establecimiento comercial”.
Para el prelado es momento de fortalecer nuestra convicción de que el mal no es solución a nada, sino que, por el contrario, empeora la situación y llamó a “recobrar la sensibilidad ante el daño que causa, para rechazarla”.
Lamentó que esa esa sensibilidad se haya perdido desde hace tiempo, en relación con el robo cotidiano a “tantísimas personas”, por el cobro de cuota o de piso, “la perdimos ante algunos servidores públicos deshonestos, al aprovecharse de los recursos públicos”, dijo.
Añadió: “Esta sensibilidad también, por desgracia, la hemos ido perdiendo ante la crueldad de los asesinatos y ejecuciones. Necesitamos recuperar esta sensibilidad, para no cambiar el mal como camino a la solución de algo”.
El arzobispo opinó que la seguridad de la sociedad es una urgencia, “es grave responsabilidad de quienes tienen a su cargo el servicio de autoridad, si una estrategia no da el resultado esperado, por más que se repita no da ese resultado”, dijo.

 

Marchan grupos religiosos en Acapulco y Chilpancingo contra el aborto y por la paz

Participantes en la Marcha Nacional a Favor de la Mujer convocada por la Iglesia católica, que recorrieron la avenida Costera de Acapulco el sábado Foto: Carlos Carbajal

Aurora Harrison / María Avilez Rodríguez

Acapulco / Chilpancingo

En Acapulco y Chilpancingo, ciudadanos católicos y cristianos marcharon por las avenidas principales en contra de la interrupción del embarazo y para pedir por la paz.
Agrupaciones de Acapulco, alrededor de unas 100 personas católicas y cristianas, realizaron una marcha por la avenida Costera, desde el parque Papagayo al parque de la Reina, que fue encabezada por el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González.
A las 4 de la tarde, los participantes empezaron a juntarse frente al Asta Bandera, afuera del acceso al parque Papagayo que está sobre la Costera, vestidos de blanco, azul y rosa. Llevaban cartulinas con diferentes mensajes, entre ellos: “Diputado entiende, la vida se defiende. Cuando pediste voto no ofreciste aborto” y “no al aborto, sí a la vida”.
En su mensaje antes de iniciar la marcha, el arzobispo Leopoldo González dijo que la actividad es para “transmitir un mensaje de confianza y de paz. Un mensaje a favor de las mujeres embarazadas y de los niños en sus vientres. Así mismo, quiere comunicar que la paz y la unidad de nuestro país son de los valores más importantes y por los cuales hay que luchar día a día”.
Agregó: “Todos queremos heredar a las futuras generaciones un país más humano y respeto a la vida. Nuestra marcha surge al mirar que cada vez son más palpables las manifestaciones contrarias a los valores fundamentales de la persona humana, ante los cuales no podemos permanecer indiferentes. Existe un desprecio hacia la vida humana y su dignidad, lo muestra la presencia de violencia en todo el país, con hechos cada vez más frecuentes y más crueles, ante los cuales muchas personas se sienten desprotegidas”.
Sostuvo que la defensa de la vida por nacer está ligada a la defensa de cualquier derecho humano, supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado, así como inviolable en cualquier situación y etapa de su desarrollo.
El arzobispo consideró que si la mujer es víctima de una violación, “el delito es grave y no debe quedar impune. Parte de la sentencia habrá de ser el cuidado de la mujer y de la criatura. Si fue otra la ocasión del embarazo, no puede eximir de responsabilidad con el que engendro el ser humano y que vive en su seno”.
Luego del mensaje, las personas caminaron por la Costera hacia el parque de la Reina, en donde concluyó su actividad. Durante el trayecto, mostraron cartulinas y lonas en las que se leía su inconformidad a la interrupción del embarazo y en la que pedían “sí a la vida, no al aborto”. Debido al contingente, la circulación fue lenta pero fluida.
En un pronunciamiento, del que se dio copia a los medios, se informó que salieron a marchar por un cambio en México, “vamos a elegir por la mujer y por sus hijos”.
“Queremos que se generen leyes a favor de la mujer en situación vulnerable, que atienda las raíces de sus problemas”, que se proteja la vida de cada ser humano antes y después de nacer por igual, sin discriminación alguna, ni por grado de desarrollo, por considerarse de salud o por otro motivo. Así como que se generen políticas públicas a favor de la paz y de la unidad de todos sobre todo en el seno familiar.

Chilpancingo

En Chilpancingo marcharon unas 150 personas desde el parque Margarita Maza de Juárez al zócalo , la mayoría vestida de blanco y con globos azules, algunos corearon: “A favor de la vida” y “mi mamá dijo sí, por eso estoy aquí”.
Al llegar al zócalo realizaron un mitin, donde manifestaron que están dejando una huella imborrable en el país, para dar un mensaje de esperanza y de confianza por la familia y solidaridad.
El coordinador del Frente Nacional por la Familia en Guerrero, Tomás Gerardo García Sánchez, informó que levantan la voz, porque la violencia se ha apoderado de Guerrero y del país.
También, dijo que la marcha fue a favor de los derechos de las mujeres y a favor de la vida, “porque se han impuesto leyes en Guerrero que atentan contra la vida y la familia. Es un mensaje para el gobierno y la sociedad que estamos aquí para defenderla”.

 

Invita el arzobispo a acapulqueños a participar en la marcha contra el aborto el sábado

Daniel Velázquez

El arzobispo Leopoldo González González convocó a los acapulqueños a participar en la marcha contra el aborto que se realizará el próximo sábado.
La Marcha Nacional a Favor de la Mujer y de la Vida 2023 está convocada a las 4 de la tarde. Saldrá del Parque Papagayo hacia el parque de la Reina y se realizará antes de la que manifestación nacional, que será el domingo en Ciudad de México.
En su mensaje de este doningo, monseñor insistió en la postura de la Iglesia católica, de rechazo a la interrupción legal del embarazo.
Recordó lo dicho por el Papa Francisco: “Esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos humanos, que siempre estarían sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos en turno”.
En su mensaje, el arzobispo hizo una relatoría de la formación del embrión fecundado, “a los 18 días de la gestación, nuestro corazón ya bombeaba sangre por sus venas. A las cinco semanas aparecieron nuestra nariz, mejillas y dedos. A las seis semanas ya teníamos esqueleto, riñones, estómago e hígado funcionando. A las siete semanas nuestro cerebro ya producía ondas propias y teníamos ojos, lengua y labios, y a las diez semanas pudimos parpadear y reaccionar a ruidos”.
Para el cuidado de la vida, el arzobispo dijo que es necesario cuidar a la mujer embarazada, para que cuente con servicios de salud y asistencia social. En los casos de violación, dijo el delito no debe quedar impune y la sentencia debe considerar el cuidado de la víctima abusada, “y de la criuatura”.
También llamó a que los varones sean responsables de su paternidad, “el varón es corresponsable en la obligación de dar un acompañamiento afectivo y efectivo a la mujer que ha embarazado y a su hijo”.

La impunidad en los delitos detona la violencia, insiste el arzobispo de Acapulco

Daniel Velázquez

El arzobispo Leopoldo González González pidió que la celebración por la Independencia de Mexico sea motivo de reflexión, “que viva México depende de todos”.
En su mensaje de este doningo, monseñor insistió en la impunidad como detonante de la violencia. “La gravísima impunidad en la que permanece la inmensa mayoría de los delitos cometidos, para nada ayuda a fortalecer en las personas la decisión de no hacer mal”.
“Proteger a la sociedad de quien la daña con crímenes y delitos, es deber irrenunciable de quien, por su cargo de autoridad, tiene la obligación de cuidar de ella. Quien ha cometido crimen o delito, conforme a derecho, ha de recibir la oportunidad de recapacitar, cambiar de conducta, resarcir en la medida de lo posible el mal causado y luego volver a la sociedad”.
A las instituciones les recordó que su tarea “es garantizar la seguridad y la paz: el estado de derecho es indispensable. Es necesario mejorar la estrategia en el cuidado de la sociedad. Nos lo hacen ver los hechos violentos que conocemos en las noticias. No basta la presencia de más soldados y más guardias: No pueden estar en todas partes y quien tiene la intención de dañar busca el momento en que no están”.
A propósito de la fiesta del 16 de septiembre, con motivo del grito de independencia, el arzobispo convocó a reflexionar para que “estas celebraciones nos hacen ver que una nación, cualquiera que ella sea, nunca es un proyecto completamente terminado, mucho menos una realización perfecta. Los ideales de libertad, justicia e igualdad, por los que lucharon nuestros antepasados, nos siguen interpelando. Una condición indispensable para aspirar a la madurez y al progreso, es saber valorar los logros, asumir los errores, discernirlos y transformarlos en sabiduría y oportunidades. Sólo así podemos avanzar en el desarrollo de nuestra patria. A esto nos ayude la celebración de nuestro mes patrio”.
Añadió que el proceso de construir una patria mejor es responsabilidad de cada persona y de su comportamiento diario, “liberemos nuestra mente y nuestro corazón de todo aquello que lleve al odio, a la venganza, a la ambición, a la violencia y al daño de nuestra propia dignidad humana. Liberarnos personalmente de esos males fortalecerá los valores de nuestras familias: el respeto, la comprensión, la unidad y la colaboración solidaria”, porque de esa forma se podrán transformar las estructuras sociales.
Monseñor también convocó a reconocer a los adultos mayores como “padres, abuelos y bisabuelos que con el cuidado de la familia, su trabajo honrado y su servicio en la sociedad han construido el bien común del que ahora participamos”.

 

Para construir la paz se necesita el concurso de los ancianos, dice el arzobispo

Jacob Morales Antonio

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, dijo que en los grandes retos sociales y los procesos de construcción de la paz en México y Guerrero, no se puede prescindir de los ancianos, y reclamó la falta de proyectos para que este sector pueda vivir con plenitud.
En su mensaje y comunicado dominical, en el contexto de la tercera jornada mundial de los abuelos y las personas mayores, y la jornada mensual de oración por la paz en México, dijo que la vejez es un don y los ancianos son el eslabón entre generaciones, para transmitir entre los jóvenes la esperanza de la vida y la fe.
Insistió en que las generaciones jóvenes han recibido mucho de los ancianos y que no son “extraterrestres”, que dentro de poco tiempo todos llegaremos a ese momento.
González González señaló que los abuelos son olvidados pero guardan una gran riqueza, a pesar de que se les tiene en el olvido y que donde no hay honor para los ancianos, no hay futuro para los jóvenes, pues su abatimiento quita amor y esperanza a todos.
Recordó las palabras del Papa Francisco, de que los jóvenes deben alegrar el corazón de los ancianos y adquirir la sabiduría de sus vivencias, “pero que no dejemos solos a los ancianos, que no los releguemos a los márgenes de la vida, como desgraciadamente sucede frecuentemente”.
Expresó que “las personas mayores entregan al presente un pasado que es necesario para construir el futuro. Este ha sido el camino de la humanidad y se vive en alianza entre generaciones”.
Dijo que en algunas partes del mundo hay planes de asistencia, pero en muchas no hay proyectos para ayudarles a vivir en plenitud y este es un desafío que requiere del compromiso de los jóvenes.
“Las instituciones encargadas de garantizar la seguridad de las personas y de sus bienes, tienen una grande responsabilidad sin la cual no es posible construir la paz en la sociedad, pero también hay un artesanado de la paz que nos involucra a todos. Todos podemos colaborar en la construcción de un mundo más pacifico”, afirmó.
Agregó que “uno de los caminos para lograrlo, es el diálogo entre las diferentes generaciones. Fomentar todo esto, entre las generaciones, significa labrar la dura y estéril tierra del conflicto y la exclusión. Los grandes retos sociales y los procesos de construcción de la paz no pueden prescindir del diálogo entre los depositarios de la memoria, los mayores, y los continuadores de la historia: los jóvenes”.
También pidió por las personas víctimas de la violencia y sus familias, y a quienes son extorsionados, que se restaure la justicia dañada y que conforme a derecho, las personas que cometieron los delitos sean apoyados para ya no repetirlos.

Hay anhelo de un alto a asesinatos y desapariciones en Acapulco, dice el arzobispo

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González en la misa del Domingo de Resurrección en la catedral del Zócalo Foto: Jesús Trigo

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, dijo que hay un gran anhelo de paz y de un alto a los asesinatos y desapariciones en el puerto, así como que cualquier adelanto fraterno en la justicia es un paso de la muerte hacia la vida.
En su comunicado dominical, el arzobispo señaló que en el contexto de la conmemoración de la Iglesia católica de la resurrección de Jesus, “en el gran corazón de todos hay un grande anhelo de paz, que cese ya tanto asesinato, ejecución y desaparición de personas, tanta extorsión que mete mucho miedo, desánimo a las personas y a las familias y sangra su economía”.
El prelado llamó a la sociedad a participar “en la resurrección del Señor: Cualquier adelanto fraterno en la justicia, en la paz, en la solidaridad, en la concordia, es un paso de la muerte a la vida”, y que para “lograr condiciones de bien común, que permitan a todos una vida digna, hay que participar de la resurrección del Señor Jesús”.
El padre al mediodía ofreció una misa en la catedral, donde oró por el buen regreso de los visitantes que estuvieron vacacionando en Acapulco, y de los turistas que acudieron a misa. Ahí celebró bautizos y confirmaciones de jóvenes. (Jacob Morales Antonio).

 

La Navidad es la respuesta a la búsqueda de la paz verdadera, afirma el arzobispo

Aurora Harrison

El arzobispo de la arquidiócesis de Acapulco, Leopoldo González González, dijo que la Navidad es la respuesta “al drama de la humanidad en busca de la paz verdadera” y que estas fechas son de esperanza para vencer al mal.
Este domingo al mediodía, en la homilía que presidió en la catedral de Nuestra Señora de la Soledad en el zócalo, el arzobispo llamó a no dejarse vencer por el miedo, que la única fuerza que cambia a las personas es el amor.
Por ello, convocó a que en esta Navidad no dejar pasar hacer algo bueno en el hogar con la familia, amigos, parientes y ayudar aquellos que necesitan comprensión y cariño. Además, dijo que se tiene que pasar más tiempo con los hijos para darle amor.
El sábado, durante su mensaje navideño que dio a través de Facebook, González González precisó que “los actos de violencia que presenciamos y sufrimos no son más que síntomas de una lucha más radical, donde nos jugamos el futuro de nuestra patria y de la humanidad”.
Por ello, indicó que “la verdadera lucha se da al interior de cada persona humana. Ahí se enfrentan dos tendencias opuestas, una que dignifica y otra que degrada, una que nos humaniza y otra que nos deshumaniza”.
Detalló que la situación que se vive “hace más evidente que la violencia nada arregla y hacer el mal destruye al hombre, que lo perpetra y daña a sus víctimas”, por ello, “la fuerza de este niño nacido en Belén es muy grande, en ningún momento el mal dejó que reaccionará haciendo el mal, pasó la vida haciendo el bien, él es nuestra paz, de esa paz nos hace artesanos”.
“Al igual que aquella noche los pastores escucharon la buena noticia de la navidad, también nosotros la escuchamos en esta noche nuestra, de guerras, violencias, inseguridad, de injusticia, corrupción e impunidad muy generalizadas, la depredación de nuestra casa común, una noche todavía marcada por el dolor de muchas personas golpeadas por el Covid, en esta noche nuestra también resuena aquella alegre noticia: hoy ha nacido en la ciudad de David un salvador”, abundó.
El arzobispo invitó a la población dialogar para resolver los problemas y dificultades que se presenten, seguir en familia y tener mucha comunicación.

 

Una esperanza, que AMLO tenga entre sus prioridades a los jóvenes, dice el arzobispo

En el Día Internacional de las Habilidades de la Juventud, la Iglesia expuso que el modelo de desarrollo generalizado limita a los jóvenes en el mercado laboral, al no tener dónde demostrar sus aptitudes y habilidades.
En el comunicado dominical se convocó a invertir en la educación y formación de los jóvenes para desarrollar sus habilidades: “miramos con esperanza la propuesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, de tener entre sus prioridades la atención a los jóvenes”.
También invitó a los adultos a compartir el conocimiento empírico que ha pasado de una generación a otra. “Que hijos y nietos sepan hacer lo que sus padres y abuelos saben en las cuestiones prácticas de cada día: les enseñen a nadar, a cambiar una llanta cuando se poncha, a elaborar nieve, a arreglar un baño, a cultivar hortaliza, a sembrar un árbol”.
Ayer 15 de julio se celebró el Día Internacional de las Habilidades de la Juventud, y en el comunicado dominical el arzobispo Leopoldo González González expuso que el objetivo de dicho día es “”tomar conciencia sobre la importancia y urgencia de invertir en la educación y formación de los jóvenes para el desarrollo de sus habilidades, a fin de que tengan mayores oportunidades y estén más capacitados para salir adelante en el mercado laboral”.
Explicó que la realidad es que en México, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) a mayo de 2017, el 6.7 por ciento los jóvenes entre 15 y 24 años estaban desempleados, y los mayores de 25 años tiene una tasa de desocupación del 2.8 por ciento.
Resaltó la importancia de la educación y la capacitación para el desarrollo, sin embargo, señaló, “desafortunadamente, los sistemas existentes no responden a las necesidades de aprendizaje de una gran cantidad de jóvenes, y los sondeos sobre resultados académicos y formación revelan que existe un elevado número de jóvenes con niveles bajos en aptitudes y competencias básicas de alfabetización y cálculo”.
Además el modelo de desarrollo tiene como finalidad tener la mayor ganancia y es “altamente excluyente”, por lo que los jóvenes con maestrías o doctorados no tienen oportunidades en el mercado laboral para mostrar y desarrollar todas sus aptitudes y habilidades.
Por ello, el arzobispo vio con esperanza la propuesta de López Obrador de garantizar el derecho a la educación y al trabajo de los jóvenes, a través del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro y en coordinación con el Consejo Coordinador Empresarial.
González González externó que como cristiano confía que la principal riqueza y fuerza de México son los jóvenes, lo que permite proyectar un futuro de esperanza.
“Un pueblo con juventud es un pueblo capaz de renovarse, transformarse; es una invitación a levantar con ilusión la mirada hacia el futuro y, a su vez, nos desafía positivamente en el presente”, dijo citando parte del mensaje del Papa Francisco en el Encuentro con las Autoridades, La Sociedad Civil y el Cuerpo Diplomático, realizado en el 2016.
Añadió que esa realidad nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad de construir el México que se quiere, construir y legar a las próximas generaciones. “La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo”.

 

No consentir la compra de voto ni presión para dárselo a alguien, pide el arzobispo a ciudadanos

El arzobispo Leopoldo González González convocó a no consentir la compra del voto ni la presión para dárselo a alguien, y expuso que es momento de discernir qué candidato luchará contra la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, la violencia y la fragmentación social.
Convocó a que los conflictos los resuelvan las instituciones encargadas, y no sean ocasión de enfrentamientos y agresiones.
González González viajará a Roma esta semana para recibir, el 29 de junio, del papa Francisco el Palio arzobispal, que es una especie de estola blanca circular que se lleva sobre los hombros, y lo usan el Papa y los obispos que tienen a su cuidado una provincia eclesiástica como la de Acapulco.
En el comunicado dominical de la Arquidiócesis de Acapulco, el arzobispo convocó a que “nadie consienta que le compren su voto o lo presionen a hacerlo en una determinada línea. Esto acaba con la democracia. Nuestro voto es completamente libre para ayudar a esta libertad y responsabilidad, el voto se emite en secreto”.
Pidió a los ciudadanos que lleguen a las casillas sabiendo por quién van a votar, y para eso en los días que faltan les pide que reflexionen y haga un juicio acerca de la confiabilidad, transparencia y firmeza de cada candidato.
“Es momento de discernir quiénes nos dan la seguridad de que, con sentido de justicia, lucharán contra la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, la violencia y la fragmentación social. Nos hemos dado una idea acerca de sus capacidades para administrar o para legislar”, indicó.
González González convocó a reflexionar en el México que se desea construir para tener una vida acorde con la propia dignidad humana, derechos a la vida, al matrimonio y a la familia, a la libertad religiosa fincada en valores éticos y morales que salvaguarden el bien propio y ajeno. “Dentro de ocho días habrá que ir a las urnas y mediante el voto expresar lo que cada uno juzga lo más conveniente”.