El avance en la reconstrucción de los mercados no va al mismo ritmo

A siete meses del huracán Otis algunos mercados que resultaron afectados en sus techos no han sido rehabilitados, y en otros ya hay un avance en la instalación de láminas galvanizadas para prevenir que se mojen.
Los mercados que todavía tienen trabajo pendiente son los de las colonias Progreso, Constituyentes, donde siguen con maniobras de colocación del techo y en el Mercado Central, que resultó doblemente afectado, primero por el incendio ocurrido el pasado 5 de junio, después por el huracán que se llevó el techo que ya se había instalado.
Como se informó en los primeros días del impacto del huracán los mercados que resultaron con daños graves fueron el de la colonia Progreso, el Mercado Central, cuyo techo se había colocado nuevo pero que resultó completamente dañado. El mercado de la colonia Morelos, Vista Hermosa, Constituyentes, 20 de Noviembre, pero en algunos ya se trabajó en la rehabilitación de sus techos, como el de la Morelos, en el Central, pero en las áreas de zapatos, flores y jarcería.
De acuerdo con trabajadores de la obra en el área de jarcería se han colocado 10 láminas y 40 tubulares de techo y siguen con las maniobras.
Las autoridades de Mercados el mes pasado organizaron 32 brigadas de limpieza, cinco brigadas de poda de árboles, retiro de troncos, dos brigadas de fumigación, desazolve de alcantarillas y se elaboraron tres tapas de concreto. (Aurora Harrison).

 

Claman vecinos afectados de la Nueva Revolución por agua, comida y ropa

La señora Guadalupe López Hernández, sentada afuera de su casa en la colonia Nueva Revolución, acompañada de su cuñada y su nieta Foto:? Jacob Morales

Jacob Morales Antonio

En la colonia Nueva Revolución de Acapulco, las familias recibieron el año nuevo sin nada nuevo, sin cenas ni festejos, pero con la ilusión de tener mejores condiciones en sus hogares, luego de que el huracán Otis volará sus techos y el río de La Sabana inundara sus casas.
El asentamiento está ubicado cruzando el río de La Sabana entrando por la colonia Arroyo Seco, la mayoría de las casas tiene techos de láminas y paredes de tabla, unas pocas son de concreto y losa. Las principales calles de la colonia están pavimentadas, tienen electricidad, agua entubada, y drenaje. El transporte público es escaso.
A más de dos meses del impacto del huracán Otis, al caminar por la colonia aún se puede ver los estragos del fuerte viento que voló los techos de láminas de las casas, algunas permanecen en terrenos desocupados. Pero también los electrodomésticos que el río dañó y arrastró.
Para las familias de la colonia la emergencia continua. Todos fueron censados, pero no todos resultaron beneficiados con la ayuda del gobierno federal, que no termina de llegar a las personas. En esa colonia donde la mayoría de sus habitantes trabajan como peones, meseros en restaurantes o camaristas en los hoteles.
El llamado de auxilio de los colonos es que las autoridades federales vayan a entregar los enseres, porque ahí se quedaron sólo con la ropa que traían puesta la madrugada del 25 de octubre, cuando impactó el huracán.
El 27 de octubre la señora Guadalupe López Hernández clamó por agua, comida y ropa. Su vivienda se había quedado sin techo de lámina, y dentro de su casa sus pertenencias y electrodomésticos quedaron bajo el agua del río de La Sabana.
La tarde del domingo, horas antes de recibir el Año Nuevo, la mujer ayudaba a su esposo y a uno de sus hijos en los trabajos de reparación de un viejo automóvil. La señora de 53 años mostró que con el dinero que recibió para la limpieza, lo usó de inmediato para conseguir láminas y poder cubrir el techo de su casa.
Ahora que ha recibido el dinero para los trabajos de reconstrucción, ha encargado el material como varillas, y cemento, pero debido a la escasez aún no se lo entregan. Aún le falta comprar la grava y la arena, mientras sigue ahorrando. Comentó que hará el esfuerzo de colocar una losa en el techo, para no pasar por la misma experiencia que dejó Otis.
La mujer quien tiene 23 años viviendo en la colonia dice que la ayuda que le ha dado el gobierno federal es poca para lo que se requiere para el techo de concreto, pero que está agradecida por la ayuda del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Guadalupe se quejó porque en su colonia no han ido a entregar los enseres, y tampoco han llegado a dejar las despensas. “Nosotros aquí perdimos todo, y en otras colonias donde no pasó tan feo ya les entregaron sus enseres, y hasta los andan vendiendo, y a nosotros no”.
En su casa la Navidad la recibieron con pozole, “un poco triste pero alegre, por el apoyo que nos dio el gobierno, aunque sea poco, nos está apoyando”, insistió. Pero para recibir el Año Nuevo, ya no hay dinero para gastar en otra cena, y todo el dinero de la ayuda de la reconstrucción se está ahorrando para la losa, “no es para mal gastar, es para comprar material”.
A nombre de todos sus vecinos la mujer solicitó a las autoridades la construcción de un muro de protección en la parte alta del río de La Sabana, para evitar el desbordamiento, que afecta a la Nueva Revolución y otras cinco colonias colindantes con los márgenes del río.

Fue censada pero no apareció en el padrón de apoyos

Emilia Arellanes Carrasco, de 57 años, vive en frente de la casa de doña Guadalupe. Ella se fue de su casa la noche del 24 de octubre, a casa de otro familiar, ante el temor del impacto del huracán.
Cuando regresó, su vivienda de paredes de madera, y techo de lámina no había resistido a los vientos del Otis y la fuerza de la corriente del río de La Sabana. Entre el lodo rescató algunas pertenencias. Su criadero de pollos se lo llevó el río.
Sentada en un sillón, terminando de almorzar con su hija y su nieta, la mujer contó que fue censada por una “Servidora de la Nación” y mostró su cintillo, pero debido a que no sabe firmar no colocó ni su huella en los papeles del registro, y cuando comenzaron a entregar los apoyos ella no apareció, y hasta este domingo no había recibido ninguna ayuda del gobierno.
La mujer trabajó por muchos años haciendo labores de limpieza en casas, es diabética, padece de artritis, la misma enfermedad la ha limitado en su movilidad, pero no desistió, y acudió preguntar a los módulos de los “Servidores de la Nación”, donde le indicaron que su CURP resultó “no apto” para recibir la ayuda, luego le dijeron que le llamarían, pero jamás recibió la llamada.
Gracias a la ayuda que ha recibido de las familias con las que trabajó por años, la mujer logró acondicionar un pequeño cuarto de paredes de madera y techo de lámina donde apenas cabe un colchón matrimonial para dormir. Afuera comenzó la cimentación de lo que serán dos cuartos, pero se le acabó el dinero.
“Yo le pido al presidente que me apoye. Hay gente que no le pasó nada y recibieron su apoyo, y yo que perdí desde trastes hasta lo último que tenía, ropa, muebles, yo sí en verdad necesito la ayuda”, reclamó.
La mujer dijo que al igual que en Navidad no hubo cena ni celebración. “Para nosotros no hay fiesta, no hubo Navidad, y no hay ahora, porque no tenemos lo suficiente para hacer un convivio, vamos así pasándola poco a poco”.

 

Reconstruyen vecinos sus casas con pedazos de lámina en La Máquina y la 5 de Mayo

Daniel Velázquez

Vecinos de las colonias La Máquina y 5 de Mayo parte alta, reconstruyeron los techos de sus casas con pedazos de lámina de albesto, lonas y algunas láminas galvanizadas que el viento llevó hasta sus calles.
Cristina Noyola Rodríguez vive en la calle 18 de Marzo, de la colonia 5 de Mayo, desde hace 30 años. El huracán Otis se llevó el techo de su casa, mojó su ropa, documentos, colchones, muebles y desde el día siguiente del huracán, anduvo recuperando láminas, pero como no pudo conseguir todas las que tenía su casa, uno de sus cuartos sigue al descubierto.
Cristina Noyola le pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que la ayude a construir la loza de su casa, que es lo único que le pide, pues no quiere muebles ni dinero, sólo tener un techo seguro para que no se lo lleve el viento otra vez.
Recordó que la noche del huracán la pasaron en un rincón, para protegerse del viento, las láminas y ramas que el viento arrastraba, “yo me espanté y luego soy diabética”.
En la parte alta de la colonia el servicio de luz sigue siendo intermitente, hay por ratos. Los vecinos dicen que se debe a que los trabajadores de la CFE siguen trabajando, levantando los postes de luz derribados por la fuerza del viento.
Elfego Paz Luna y Sandra Alfaro Acevedo, también de la calle 18 de Marzo, reconstruyeron el techo de su casa con las láminas que arrastró el viento. Su casa era de lámina galvanizada y de albesto, donde las últimas se quebraron, por lo que recuperaron algunas y pusieron lonas durante toda una semana de trabajo.
Sandra Alfaro contó que ellos son comerciantes, que se dedican a la venta de chilate y relleno afuera de plaza Patio, pero apenas este martes volvieron a vender, después de 20 días.
Dijo que para poder empezar otra vez con su venta pidieron dinero prestado, porque en 20 días, el poco dinero que habían ahorrrado se acabó, “todo está bien caro, el kilo de tortilla vale 50 pesos”.
De la calle Artículo 123, también de la colonia 5 de Mayo, Miguel García, dijo que el techo de su casa es de lámina de albesto y a algunas las quebró el viento, mientras que a otras sólo las movió y esas fueron recolocadas, pero aún tienen dos cuartos sin techo. La cocina la habilitó con láminas galvanizadas que arrastró el aire.
En la misma calle, el viento voló la mitad el techo de la casa de Dagoberta Balbuena y en la otra mitad cayó un árbol de mango. Con la ayuda de su hijo y vecinos, pudo recuperar algunas de sus láminas y reparó el techo. Dijo que arregló su casa con las láminas sobrepuestas, porque no tiene para donde irse.
En la colonia La Máquina parte alta, en la casa de Jacinta Guatemala García, sólo una parte del techo de su casa de lámina galvanizada resistió la fuerza del viento y la otra parte sigue al descubierto.
En la casa de Alfredo Beltrán y Alma Delia Beltrán, el techado se lo llevó el viento. Era lámina de albesto y se hizo pedazos, y para protegerse del sol usan sábanas como toldos.
En la colonia, los vecinos denunciaron que los “Servidores de la Nación” no censaron la casa de Antonio Gutiérrez, un adulto que vive en la calle Profesor Juan Matías, pero que padece de sus facultades mentales. Alma Delia Beltrán y Jacinta Guatemala dijeron que los censadores no pasaron por el domicilio de su vecino.
La casa de Antonio Gutiérrez está construida con paredes de tabicón y el techo era de lámina galvanizada que volaron con el viento, y todavía están en el patio de su casa, dobladas. Este martes se vio a Antonio Gutiérrez, sentado en un banco en la puerta de su casa.

En la colonia La Máquina se ven muchas casas sin techos, porque eran de láminas que se volaron con las rachas de viento de más de 300 kilómetros por hora el huracán Otis Foto: Daniel Velázquez

Arrasó Otis con árboles y se llevó las casas, recuerdan vecinos de Infonavit Alta Progreso

Árboles caídos obstruyen la entrada a uno de los edificios de la unidad habitacional Infonavit Alta Progreso en el anfiteatro de Acapulco en imagen del lunes Foto: Carlos Carbajal

Aurora Harrison

Vecinos de la colonia Infonavit Alta Progreso y de la Panorámica, dijeron que el huracán Otis se sintió como un “remolino”, que además de arrasar con los árboles, se llevó los techos de lámina y casas.
En las calles principales de ambas colonias se vieron este lunes montones de basura, láminas y árboles que reducen la circulación; aunque varios ya fueron podados por autoridades estatales y del municipio, muchos aún están en la calle.
“Estuvo muy feo. Nosotros estuvimos mirando por medio de las ventanas de la casa y hacía como un remolino el aire, de la vecina venía toda la madera de su casa y caía en mi casa”, dijo este lunes pasado la señora Ruth, de la colonia Panorámica.
Agregó que “nunca pensó que iba a pasar esto. Pensé que iba a ser más calmado, pero no, creo que fue peor que Paulina, porque hubo más daño en las casas”.
“Todas las casa quedaron sin techo porque se voló la lámina y hay unas que se ve que no quedaron casas”, platicó la señora, que mencionó que ella, como a las 2 de la madrugada se salió de su casa y se refugió en la de la vecina, que es de concreto.
Dijo que tiene 62 años viviendo en Acapulco y no había pasado un huracán categoria 5, mencionó que con Paulina fue mucha lluvia “pero éste fue poca agua y mucho viento, era un remolino”.
“Hubo mucho grito, llanto. Como ya estaba todo oscuro, se oía el murmullo de personas que clamaban a Dios. Muchos nos pusimos orar que el viento se llevará donde no había personas”, dijo.
En la Alta Progreso, segunda etapa en el edificio 2 A, también se cimbró el edificio, además de que rompió vidrios y despejó la herrería de los departamentos.
“Fue muy feo. Personas que viven en la parte de abajo decían que el edificio se estaba moviendo como si se fueran a caer, pero yo estaba debajo de una mesa y otros vecinos decían que estaban en el baño, con el temor de que alguna lámina nos degollara”, platicó César Salazar.
Agregó que en la mayoría de los departamentos las ventanas están rotas, “como estamos frente al mar fue más fuerte, fue un viento que nunca lo había sentido de esa manera, fue demasiado duro y otras personas estuvieron en la histeria. Creo que aquí habrá más enfermedades de presión alta y del corazón”.
Vecinos piden a las autoridades que vayan a recoger los residuos sólidos, porque llevan 20 días, y además del mal olor pueden causar enfermedades en los niños y los adultos mayores que viven en esa colonia.

 

Queman basura en las calles; 40% de usuarios, sin agua

Pese a que hay más camiones en la recolección, continúan grandes acumulamientos de desechos en la ciudad y en algunos lugares vecinos les prenden fuego como en la avenida Durango de la colonia Progreso (imagen). La secretaria de Salud Aidé Ibarez dijo que se aplica “un cerco sanitario fuerte”. Ayer la CAPAMA informó que tras las reparaciones a tanques, se mantiene el mismo déficit que dio a conocer la alcaldesa Abelina López hace una semana. Siguieron las fallas en Internet y familiares de marineros desaparecidos siguen buscándolos Foto: Jesús Trigo

 

Sigue amontonada la basura en las calles pese a que hay más camiones recogiéndola

Aurora Harrison

Aunque hay más camiones recogiendo los desechos sólidos, siguen montones de basura en las calles, como en la mayoría de la colonia Progreso, en la avenida Ruiz Cortines, frente a La Laja, en la Alianza Popular y avenida Costera, por la zona del fraccionamiento Las Playas.
En varios puntos los montones ya tienen cal o los vecinos la están quemando, como fue en el caso de la Costera por playa Dominguillo.
Del servicio de agua, sigue habiendo colonias que no tienen el suministro. Hay zonas donde no hay luz, ya hay carburadoras que están dando servicio de venta de gas LP y también hay purificadoras que venden garrafones con agua.
Sigue habiendo problemas en el servicio de internet, y como el lunes por la tarde-noche todo este martes en la colonia Centro no hubo servicio. En la Costera por la Diana tampoco hubo.
Durante un recorrido en la mañana, por la Costera, en la zona del fraccionamiento Las Playas, había acumulamiento de basura, como en el condominio Los Cocos y la Marina Acapulco. También por la zona de playa Manzanillo.
Había varias brigadas de los gobiernos municipal, estatal y de la Universidad Autónoma de Guerrero, en la Costera recogiendo escombros, por lo que ya se ve más limpia la vialidad en algunos tramos como frente al parque Papagayo, en La Diana y en Condesa.
En la colonia Progreso en las calles Durango, Michoacán y en la principal, Niños Héroes, hay montones de basura, lámina y residuos de árboles.
Lo mismo sucede en la colonia Módulo Social Fovissste, que su avenida principal tiene varios puntos con desechos sólidos.
El director de Ecología, Jesús Castillo Aguirre, dijo que para evitar focos de infección en la ciudad, junto con autoridades de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), ponen cal en puntos de basura de colonias y avenidas.
Dijo que han ido a la unidad deportiva Los Fantasmas, ubicada en la colonia Las Cruces, y la Unidad Deportiva Acapulco, de la colonia Progreso.
En Ciudad Renacimiento, Emiliano Zapata, La Cima y Lirios también se puso cal, pero ya las recorren camiones para recoger la basura.
En un comunicado, el Ayuntamiento dijo que en Cumbres de Llano Largo e Icacos se han recolectado más de 55 toneladas de basura.
Del servicio de agua potable, vecinos de las calles Draga, Velero, del Módulo Social Fovissste, no tienen agua, así como tampoco en la calle Monterrey, de la colonia Progreso, en El Coloso y en la Francisco Villa; las colonias Morelos, Palma Sola y Santa Cruz.
Las autoridades municipales aseguran que el abasto de agua está al 60 por ciento y que hay zonas que no tienen servicio.
Del servicio de luz, en la colonia Francisco Villa los vecinos dijeron que la Comisión Federal de Electricidad no ha podido entrar a arreglar los postes, porque hay montones de basura y árboles que obstruyen la vialidad.
Otra zona donde no tienen luz es en la colonia La Poza, zona Diamante, y hay calles de la colonia Emiliano Zapata donde no cuentan con el servicio.
El servicio de transporte sigue cobrando por arriba de su precio normal. Durante la mañana hay más afluencia de transporte público, en la tarde noche es más escaso y hay personas que esperan por varios minutos para tomar un colectivo.
Sobre la venta de gas LP, en carburadora de la avenida Rancho Acapulco y en la colonia Garita ya están vendiendo, al igual que en la avenida Ruiz Cortines, por la subida de la colonia Santa Cruz.
Siguen instalados los módulos de atención médica en la ciudad, por parte de la Secretaría de Salud y por las farmacias particulares.

Siguen sin servicio 40% de usuarios, reconoce el director de la CAPAMA

Una semana después de que la alcaldesa Abelina López informó que el 40 por ciento de los usuarios no tenían el servicio, ayer la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA) confirmó que sigue el problema en la misma proporción luego de los trabajos de reparación de los tanques de almacenamiento dañados por el huracán Otis a los que se refirió entonces la presidenta municipal.
El director de la CAPAMA, Hugo Lozano Hernández, informó en un boletín de prensa que hasta este martes en la tarde se tenía un caudal de 2 mil 585 litros por segundo, los cuales son enviados desde las captaciones Papagayo I, Papagayo II, Lomas de Chapultepec, Real Hacienda, así como el sistema El Quemado.
Aseguró que desde el 12 de noviembre, las colonias de la zona urbana que cuentan con el servicio son la parte baja del fraccionamiento Las Playas, Manzanillo, zona Centro, Fraccionamiento Hornos, Condesa (parte baja), Club Deportivo, la parte baja de Costa Azul, avenida Cuauhtémoc, Hogar Moderno, Las Brisas, Brisas Guitarrón, Joyas de Brisamar, Nuevo Centro de Población, Marina Brisas, Icacos (parte alta) y Alianza Popular.
En la zona conurbada, las colonias que cuentan con el servicio son la Emiliano Zapata, Postal tercera y quinta, Industrial, CNOP, Narciso Mendoza, Leyes de Reforma, Roberto Esperón parte baja, Ampliación La Mica, Porvenir en sus dos secciones, 2 de Febrero, Nabor Ojeda, Batalla Cardenista, Nopalitos, Coral, Las Parotas, Reclusorio, la parte baja de 5 de Mayo, Héroes de Guerrero. Ciudad Renacimiento, sector 1, está al 80 por ciento y sector 2 al 20 por ciento.
También informó que falta un 10 por ciento en el arreglo de la fuga registrada en el acueducto Papagayo II, que abastece a más del 50 por ciento de la población, y que se estima que se concluyan los trabajos en dos días. (Redacción).

 

Por segundo día consecutivo no hay servicio de Internet en varias partes de la ciudad

Siguen familiares la búsqueda de los marineros desaparecidos por Otis

Aurora Harrison

Familiares de capitanes y marineros siguen con sus brigadas de búsqueda. Unos se concentran en el malecón y otros pegaron fichas con las fotografías y características de los desaparecidos en postes del zócalo.
Este martes, en una visita a la Marina de Acapulco, ubicada en avenida Costera, en el fraccionamiento Las Playas, trabajadores dijeron que son nueve los compañeros que están desaparecidos, aunque no proporcionaron los nombres.
“Son varios los que están desaparecidos”, dijo el trabajador y mencionó que esos datos lo manejan “los jefes”, que a ellos no le dan esa información, pero entre los mismos compañeros el comentario es que “son varios”.
En el malecón están las tías, primos y conocidos del capitán del yate privado Vida, el joven Mauricio Adrián Bibiano Ochoa, que lleva 21 días desaparecido.
María Azucena Ochoa Santiago es tía del muchacho y dijo que a su sobrino lo siguen buscando, porque las autoridades de la Secretaría de Marina “no hacen nada, ninguno hace nada”.
“Nosotros, por nuestra cuenta, estamos buscando desde el otro día del huracán”, dijo la tía, quien mencionó que las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) los han citado, pero nada más para hacerles preguntas y no les dicen nada de la búsqueda.
Agregó que a los compañeros de su sobrino sí los encontraron con vida y que uno de ellos les platicó que cuando fue el huracán, Mauricio estaba al mando de la embarcación y después lo perdieron de vista, que ya no supieron de él.

Los desaparecidos del Lito

En los postes del malecón y el Zócalo están las fotografías de tres tripulantes de la embarcación Lito, que también están desaparecidos. Entre ellos, una joven de nombre Abigail Andrade Rodríguez, que trabajaba como hostess.
En las fotografías de búsqueda de Ulises Díaz Salgado, capitán del yate Litos, y de Fernando Parra, quien también trabajaba en la misma embarcación, se menciona que sus familiares no saben nada de su paradero y siguen buscándolos.
Aunque no hay fotografía, pero también están desaparecidos los tres tripulantes de la embarcación Tourbillón. Se trata del capitán Leonardo Leiro, los marineros Marco Antonio Cipriano y Alex David.
El lunes los familiares se manifestaron en el malecón, para exigir a las autoridades que sigan buscándolos.

 

En medio de la basura reabren en el
Zócalo puestos y pequeños negocios

Óscar Ricardo Muñoz Cano

A 20 días del huracán, este lunes reabrieron joyerias en el centro de Acapulco Foto: jesus Trigo

De la mano de vendedores ambulantes y pequeños comerciantes, las actividades económicas del centro de Acapulco retornan cierta “normalidad”, a casi 20 días del impacto del huracán Otis.
Lo anterior, pese a que aún se mantiene la falta de recolección y las actividades se desarrollan en medio de escombros, basura, lodo y olores pestilentes.
En un recorrido este lunes desde la calle Benito Juárez hasta Mina y Velázquez de León, atravezando el zócalo, se observó que muchos de los comercios importantes se preparan ya para su reapertura, a la par que los vendedores ambulantes recuperaron la calle y ofrecen ya su mercancía.
Mientras, ya abrió la sucursal del centro de los restaurantes Amigo Miguel, en Benito Juárez, en contra esquina, la tienda Neto y su personal ya trabaja para la reapertura.
Ello, teniendo como escenario de fondo los restos de la otrora Casona de Juaréz, que terminó de destruirse con el paso del huracán.
Salones de belleza, misceláneas y tiendas de abarrotes, como Los Muchachos, y otros comercios ya están abiertos, incluyendo el café internet sobre la calle Hidalgo.
En la plancha del zócalo, en el restaurante La Casa de los Abuelos se instaló el módulo de atención de la Secretaría del Bienestar federal, y ahí ya es visible la presencia de vendedores ambulantes, principalmente de comida.
Más adelante, ya sobre la calle Cuauhtémoc, personal de la tienda Woolworth trabaja en su limpieza.
–¿Saben cuándo van a abrir la tienda o el restaurante? –se les preguntó.
“No, no temenos fecha, pero ya estamos trabajando. Estamos limpiando, a ver cuánto nos toma”, aseguró uno de los trabajadores, que acarreaba basura del interior del restaurante hacia la calle.
Mientras tanto, negocios como la sucursal de la zapatería Giovanna, en Roberto Posada, ya ofrece su mercancía a la gente desde hace un par de días y en contra esquina, la tienda Súper Che hace lo propio, con presencia de elementos de la Guardia Nacional.
Es visible la presencia de vendedores ambulantes sobre las aceras de avenida Cuauhtémoc, que van desde los que venden dulces y accesorios de celulares, hasta los que venden ropa y detalles de ferretería.
Más adelante, a la altura del Centro Joyero, ya abrieron algunos puestos colocados en su perifería, al igual que taquerías, tiendas de regalos y de manualidades, así como algunas ópticas.
Llegando hasta Francisco Javier Mina, esquina con Velázquez de León, el popular Café Wadi también se prepara para su reapertura.
“Venimos desde ayer (domingo) a limpiar. Temenos luz, pero no toda. Tenemos dos líneas, pero una aún no sirve”, dijo la encargada, señalando que tampoco tiene una fecha límite para dar servicio. “Si quiere darse una vuelta mañana (martes), quizás ya estemos en servicio”.
Cuestioanda sobre las afectaciones sufridas por el negocio tras el impacto de Otis, comentó que “aquí, gracias a Dios, no pasó nada, sólo fue lo de la basura”, señalando hacia la calle, donde se amontonan decenas de bolsas y escombro desde hace días.

 

Esperan 10 horas las despensas de la Marina 800 personas de ocho colonias pero no llegan

Los vecinos se congregan en la calle del Rastro, en La Sabana, porque hace una semana los marinos anunciaron que regresarían este martes a la segund segunda entrega. Llevan sombrillas, bancos y sillones

Daniel Velázquez

Unas 800 personas se congregaron en la Calle del Rastro, en La Sabana, para esperar la segunda entrega de la canasta básica de la Marina, y estuvieron ahí 10 horas, desde la 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde.
La fila de personas de congregó desde la tienda Oxxo, que está en la entrada de la Calle del Rastro, hasta la calle Amín Zarur, frente a la tienda Novedades Nahomi.
Las personas formadas venían de las colonias El Rastro, Manantiales, 5 de Mayo, Canuto Nogueda, Mártires de Cuilapa, La Sabana, Rufo Figueroa y La Máquina.
Los vecinos llevaron sombrillas, bancos y sillones para esperar la despensa, pero nunca llegó el camión de la Marina.
De acuerdo con testimonios de los vecinos formados, el martes de la semana pasada los marinos hicieron la primera entrega de despensas en ese lugar y no anduvieron casa por casa. Ahí, las personas se formaron y les dieron una papeleta color guinda, con los logotipos del gobierno federal y la Secretaría de Marina, la cual tiene 12 recuadros, cada uno correspondiente a una semana y les dijeron que volverían y deberían llevar esa papeleta, para entregarles otra vez una despensa.
La mecánica de entrega de las despensas en esta parte del municipio fue diferente a como ocurrió en la colonia Nueva Generación, también de La Sabana, donde con un megáfono los marinos pedían que un integrante de cada familia estuviera en la puerta de su casa para recibir la despensa y se entregaban sólo a quienes ya habían sido censados por los “servidores de la nación”.
En El Rastro, los vecinos se quejaron de que la semana pasada, cuando vino la Marina por primera vez, no todos se enteraron y por esa razón no todos tienen la papeleta color guinda, que estaban en la fila porque las despensas son ayuda humanitaria y no pueden estar condicionadas a tener o no un papel, porque todos los vecinos de Acapulco son damnificados, porque no hay alimentos en las tiendas y lo que hay está más caro.
Una vecina formada en la fila contó que la semana pasada, los marinos llegaron a la 1:15 de la tarde y empezaron a repartir a la 1:40 de la tarde, que les dijeron que esta semana volverían entre 3 y 4 de la tarde a realizar la segunda entrega.
La mayoría de los vecinos contaron que llegaron desde las 9 de la mañana a formarse, sólo una persona dijo que llegó desde las 6 de la mañana y otro que desde las 7, por lo que estuvieron 8, 9 y hasta 10 horas de pie, formados bajo el sol en espera de los marinos, que nunca llegaron.
A las 2 de la tarde había unas 800 personas formadas y a las 5 de la tarde la fila disminuyó a unas 150 personas. A las 6 de la tarde sólo quedaron 21 vecinos.
Las personas informaron que el lunes por la noche, un camión del Ejército subió a la colonia El Rastro y entregó despensas casa por casa, que entregaron una papeleta color verde, pero el problema fue que no entraron a los andadores, sino que fueron por la avenida principal y por eso no todos alcanzaron, que en la parte alta, en Los Manantiales, tampoco alcanzaron despensas porque a los militares se les acabaron las despensas y las papeletas.
Al lugar llegaron integrantes de la asociación civil Anarcho Acapulco, a preguntar qué esperaban, los vecinos dijeron que a la Marina que quedó de entregar despensas y los integrantes de la asociación contaron que en la Sinaí estaba también una fila de gente esperando despensas, que ellos sólo tomarían nota de que hacía falta entregar ayuda en esa colonia, luego, un vecino intervino y empezó a decir que sí hay ayuda del gobierno federal y que eso que hacían era amarillisno. Los vecinos lo callaron, le dijeron que pedían despensas y que la Marina no llegaba.
A las 4:09 de la tarde, sobre la avenida Lázaro Cárdenas pasó un camión tortón de la Marina y los vecinos les hicieron señas. Uno de los marinos hizo un gesto con sus manos de que no había nada.
También, a esa misma hora, llegó una camioneta estaquitas con comida preparada y se puso a repartir a los vecinos que estaban en espera de las despensas. Era caldo de pollo con arroz y tortillas. Uno de los encargados dijo que son originarios de Ayutla de los Libres, que fue iniciativa de ellos venir a ayudar a Acapulco con comida preparada, agua embotellada y agua de sabor, calzado y ropa usada, que todo fue producto de donaciones de sus vecinos y de familiares que están en Estados Unidos. Este martes repartieron alimentos en La Sabana.
Los vecinos de Ayutla que se organizaron son de las colonias Reforma, San José y La Hacienda, para el reparto en Acapulco les prestaron la camioneta y se organizaron Ezequiel, Alina, Celsa, Segio, Guadalupe, Marcial, Abad y Sergio, el grupo de ayuda no tiene nombre, pero pidieron que se les identificara como “ayutlecos con causa”, porque son muchas las personas que hicieron donaciones para que pudierna venir a entregar comida preparada.
Algunos de los vecinos formados tenían diablitos y carritos de las tiendas de autoservicio que fueron saqueadas después del huracán, del 25 al 28 de octubre.

 

Arrasó Otis con árboles y se llevó las casas, recuerdan vecinos de Infonavit Alta Progreso

Aurora Harrison

Vecinos de la colonia Infonavit Alta Progreso y de la Panorámica, dijeron que el huracán Otis se sintió como un “remolino”, que además de arrasar con los árboles, se llevó los techos de lámina y casas.
En las calles principales de ambas colonias se vieron este lunes montones de basura, láminas y árboles que reducen la circulación; aunque varios ya fueron podados por autoridades estatales y del municipio, muchos aún están en la calle.
“Estuvo muy feo. Nosotros estuvimos mirando por medio de las ventanas de la casa y hacía como un remolino el aire, de la vecina venía toda la madera de su casa y caía en mi casa”, dijo este lunes pasado la señora Ruth, de la colonia Panorámica.
Agregó que “nunca pensó que iba a pasar esto. Pensé que iba a ser más calmado, pero no, creo que fue peor que Paulina, porque hubo más daño en las casas”.
“Todas las casa quedaron sin techo porque se voló la lámina y hay unas que se ve que no quedaron casas”, platicó la señora, que mencionó que ella, como a las 2 de la madrugada se salió de su casa y se refugió en la de la vecina, que es de concreto.
Dijo que tiene 62 años viviendo en Acapulco y no había pasado un huracán categoria 5, mencionó que con Paulina fue mucha lluvia “pero éste fue poca agua y mucho viento, era un remolino”.
“Hubo mucho grito, llanto. Como ya estaba todo oscuro, se oía el murmullo de personas que clamaban a Dios. Muchos nos pusimos orar que el viento se llevará donde no había personas”, dijo.
En la Alta Progreso, segunda etapa en el edificio 2 A, también se cimbró el edificio, además de que rompió vidrios y despejó la herrería de los departamentos.
“Fue muy feo. Personas que viven en la parte de abajo decían que el edificio se estaba moviendo como si se fueran a caer, pero yo estaba debajo de una mesa y otros vecinos decían que estaban en el baño, con el temor de que alguna lámina nos degollara”, platicó César Salazar.
Agregó que en la mayoría de los departamentos las ventanas están rotas, “como estamos frente al mar fue más fuerte, fue un viento que nunca lo había sentido de esa manera, fue demasiado duro y otras personas estuvieron en la histeria. Creo que aquí habrá más enfermedades de presión alta y del corazón”.
Vecinos piden a las autoridades que vayan a recoger los residuos sólidos, porque llevan 20 días, y además del mal olor pueden causar enfermedades en los niños y los adultos mayores que viven en esa colonia.

Comenzó su parto horas después de Otis, relata vecina de la Ampliación 5 de Mayo

Daniel Velázquez

Sarahí Lizbeth Godínez Hernández parió el 26 de octubre, a la 1 de la tarde, los dolores de parto le comenzaron a las 10 de la noche del miercoles 25 de octubre, unas horas después del paso del huracán Otis.
Vive en la calle Profesor Juan Matías, de la colonia Ampliación 5 de Mayo, la parte alta, por lo que salir de su casa después del paso del huracán fue difícil, porque tuvo que hacerlo caminando, pues no había transporte. Fueron dos horas a pie, hasta llegar a la avenida Lázaro Cárdenas, la avenida principal, acompañada de su mamá y su hermana. Estuvieron hasta la medianoche esperando transporte, sin éxito, por lo que pidieron ayuda a una patrulla, no saben si era de la Policía Municipal, Ejército, Marina o Guardia Nacional.
La patrulla las llevó al hospital Donato G Alarcón, donde no las quisieron recibir. Un guardia que estaba en la puerta les dijo que se fueran, que ahí no había nadie, “estaba todo oscuro”. La misma patrulla las llevó al hospital El Quemado y allá “tampoco había luz, ni doctores, sólo estaban dos pasantes” y les dijeron que se fueran que no las podían atender, pero después de insistir, recibieron a Sarahí Lizbeth Godínez.
Fue hasta la 1 de la tarde del 26 de octubre que nació su hija, y a las 5 de la tarde de ese mismo día, la dieron de alta, “no querían tener a nadie en el hospital, no tenían luz ni agua”, contó su mamá Agustina Hernández Romero.
El regreso a su casa fue más complicado, la dieron de alta recién parida y no había transporte. Tardó siete horas en llegar, al salir del hospital de El Quemado, caminó un poco con su hermana pero luego pidieron aventón, pero debido al intenso tráfico que había en la zona sólo avanzaron un tramo y después volvieron a caminar.
Después las auxilió una patrulla, que las acercó hasta el bulevar Vicente Guerrero, y ahí encontraron un taxi que las trajo hasta el monumento a Lázaro Cárdenas y a partir de ahí todo el trayecto fue a pie, “veníamos despacio, pues ella acaba de dar a luz y no podía caminar recio”.
Llegaron a su casa a medianoche. Sarahí Lizbeth Hernández no ha decidido qué nombre ponerle a su hija. Ella permanece dentro de un pabellón, donde amamanta a la bebé.
La casa de doña Agustina Hernández también fue afectada por el huracán Otis, pues el viento se llevó las láminas de su casa. Lo que hicieron fue recuperar láminas de las que arrastró el aire, para reutilizarlas y contar con sombra para refugiarse del sol. Fueron dos días buscando láminas y dos días para colocarlas.

 

Desprende techos de 117 casas y derriba 80 árboles en Atoyac la tormenta del jueves, informan

Luis Blancas y Francisco Magaña

Chilpancingo y Atoyac

Una tormenta la anoche del jueves en la ciudad de Atoyac provocó el desprendimiento de los techos de unas 117 casas, la caída de 80 árboles, apagones y fallas en el servicio de telefonía e internet.

La mañana del viernes se observó a los vecinos de la cabecera municipal, despejando sus casas y las calles principales tras la caída de árboles durante la tormenta ocurrida entre las 9 y las 11 de la noche con fuerte viento.

De acuerdo con el reporte de la Secretaría de Protección Civil estatal, los techos de 117 casas fueron afectadas por el fuerte viento que también derribó 80 árboles grandes, y no se descarta que los reportes de afectaciones aumenten durante el transcurso del día.

Fuentes de la dependencia indicaron que anoche se recibieron reportes de auxilio porque estaban incomunicados los caminos hacia la colonia 18 de Mayo y El Ticuí, donde un enorme árbol tapo la vialidad, tras ser derribado como consecuencia de un taponamiento con basura que los mismos lugareños han hecho, en el tramo camino Real; asimismo, en la Colonia Mártires se comenzó a despejar la vialidad, pero cayeron más árboles.

Una vecina de la colonia El Tanque, Celia Fierro, narró que fueron sorprendidos por la caída de un árbol que rompió el techo del corredor y el de su dormitorio.
Dijo que, afortunadamente salieron ilesos, pero se dañó su mobiliario y ropa con documentos, por lo que se fueron a refugiar con un vecino.

En el centro de salud de La Parota, se observó una gran cantidad de ramas y árboles derribados por el fuerte viento, mismos que fueron retirados por los trabajadores del lugar.

Automovilista dijeron que en las calles, además de árboles caídos se observaron láminas volando.

Por otro lado, la Secretaría de Protección Civil estatal difundió un comunicado la tarde de ayer, para anunciar que en el municipio de Benito Juárez, se registró el desprendimiento de cuatro árboles en la playa Paraíso, mientras que en Tecpan de Galeana, se incendiaron siete palmeras a las que les cayeron rayos en el camino a la localidad de Rodecia.

La Secretaría de Protección Civil Guerrero, envió brigadas a los municipios de Atoyac de Álvarez, Tecpan de Galeana y San Jerónimo, donde hicieron trabajos de limpieza, entregaron ayuda de emergencia y levantaron el censo de daños.

En la tarde en Chilpancingo ocurrieron lluvias moderadas de las que sólo se reportaron encharcamientos en las principales avenidas de la ciudad.

 

 

 

 

No atienden autoridades siete salones dañados por el sismo en una primaria de El Ocotito, denuncian

Maestros de la primaria Ignacio Zaragoza del turno vespertino, de la comunidad El Ocotito, se quejaron de que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y la Secretaría de Protección Civil no han atendido los daños en siete salones de clase ocasionados por el sismo del 19 de septiembre pasado.
Consultada en la escuela, la directora Reyna García Flores recordó que a causa del sismo la escuela resultó con daños en dos salones, en los que se cayeron los techos de madera, y otras cinco aulas tienen grietas en su infraestructura.
Comentó que en octubre les notificaron del Instituto Guerrerense de la Infraestructura Física Educativa (IGIFE) y Protección Civil que recibirían un apoyo económico para reparar los daños, pero a la fecha no lo han tenido, a pesar de que cuentan con el diagnóstico.
Explicó que la escuela tiene turno matutino y vespertino. En la mañana, la primaria se llama José María Morelos y por la tarde Ignacio Zaragoza. El gobierno federal asignó en cada institución la cantidad de 250 mil pesos y sólo han recibido 75 mil pesos.
“Los maestros y padres de familia estamos preocupados porque no nos han entregado el dinero que se comprometieron las autoridades, para reparar la escuela y mejorar nuestro servicio escolar”, declaró.
Comentó que el cuarto año y el primer año toman clases en cuatro carpas provisionales, instaladas en la cancha de basquetbol, y agregó que en la mañana acuden 400 niños y en la tarde asisten 190 estudiantes.
Exigió a la SEG, el gobierno estatal y federal que intervengan para reparar los daños de las aulas.