Recorre la Marina el valle de El Ocotito y se reanudan las clases tras los ataques a la UPOEG

Los cinco pueblos del valle de El Ocotito que suspendieron labores educativas el miércoles tras la intensa balacera en Buena Vista de la Salud, municipio de Chilpancingo, ayer reanudaron las clases en las escuelas de todos los niveles, informaron integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
La madrugada del miércoles, según información de la UPOEG, presuntos integrantes del grupo criminal Los Ardillos atacaron con armas largas y granadas la base de la Policía Ciudadana en Buena Vista de la Salud e hirieron de bala a un integrante de la UPOEG, y desde entonces se suspendieron clases en los cinco pueblos para proteger la integridad física de los estudiantes y maestros.
Consultado por teléfono un integrante de la UPOEG quien se reservó su nombre comentó que después de tener una reunión la semana pasada con el delegado federal de la Secretaría de Gobernación, Erit Montúfar Mendoza y el subsecretario de Asuntos Políticos de la Secretaría General de Gobierno, José Martín Maldonado del Moral, acordonaron que habrá vigilancia de la Marina, la Policía Estatal y soldados del Ejército en la zona, para evitar otro hecho de violencia.
Dijo que ya hay recorridos de vigilancia de esas corporaciones en Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía, por eso regresaron a clases maestros y estudiantes.
Señaló que la Policía Estatal instaló un campamento cerca de la comunidad de Cajelitos pero a pesar de estas acciones de seguridad, la UPOEG intensificará los recorridos de seguridad, adelantó.
“Por eso decidimos junto con los padres de familia y maestros reanudar las clases en el valle de El Ocotito, porque hay condiciones de seguridad, vigilancia por los acuerdos que hubo con los funcionarios, pero no quiere decir que nos confiamos, seguiremos al pendiente”, declaró.
Esta no es la primera vez que suspenden clases en los pueblos del valle de El Ocotito debido a la violencia, de finales del año pasado y en lo que va de este las ecuelas han cerrado en cuatro ocasiones.

 

Retiene UPOEG a tres agentes federales y cierra la carretera 19 horas en Xaltianguis, Acapulco

 

Luego de la irrupción de agentes de la Procuraduría General de la República (PGR), Policía Federal (PF) y de la Marina armada para detener al comandante regional de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Ernesto Gallardo Grande, unos 300 vecinos bloquearon la carretera federal de 2:30 de la madrugada a 11 de la noche de ayer en los dos accesos a Xaltianguis, municipio de Acapulco, donde retuvieron a tres agentes federales.
Gallardo Grande dijo que la irrupción para detenerlo fue alrededor de las 2:30 de la madrugada, y los vecinos retuvieron al agente de la PGR Gilberto Jiménez Morales, y las autoridades a un joven que fue liberado.
Más tarde al presentarse el coordinador de la PF en el estado, David Portillo Menchaca y otro agente, quedaron también retenidos, en “garantía” para que el gobierno federal dialogara con el Consejo de Autoridades Comunitarias de la UPOEG.
La carretera federal fue bloqueada en sus dos accesos, sur y norte. Ahí los pobladores atravesaron los camiones que a las 2:30 de la madrugada pasaban por el lugar, entre éstos al menos seis con troncos de pino talado en la sierra de Atoyac, comentó uno de los choferes.
Por la irrupción en la comunidad de Xaltianguis, a 40 minutos de Acapulco, las clases desde preescolar hasta la preparatoria fueron suspendidas, y los integrantes de la UPOEG indicaron que tampoco había clases en otras 16 comunidades de la zona donde operan.
Gallardo Grande expresó que el objetivo “principal -del gobierno- era yo, era detenerme. Gracias a que teníamos un familiar enfermo yo estaba fuera de la casa y solamente dejamos a un muchacho”, su ahijado que no tiene que ver con la UPOEG.
“En ningún momento fui detenido, ellos entraron, se tocaron las campanas, el pueblo reaccionó, pero sí es evidente la colusión que tiene el gobierno con el grupo criminal de Los Ardillos. Qué casualidad que después de hacernos el ataque de Los Ardillos, y después de la información que se recibe de que el grupo criminal Los Ardillos ha negociado con el gobierno, se mete el gobierno para desarmar a nosotros y así ellos quedarse con el corredor” del valle de El Ocotito, municipio de Chilpancingo.
Insistió en que la operación en su contra y de la UPOEG demostró que el gobierno tiene tratos con el grupo criminal Los Ardillos. Denunció que los agentes de la PGR llegaron a la casa de su suegra donde entraron a la fuerza y robaron algunas pertenencias de valor. Dijo que fueron entre 15 y 20 camionetas las que llegaron, incluidas dos de La Marina.
El comandante de la UPOEG exigió que el gobierno le informe de qué se le acusa, “yo he dicho que quien la debe que la pague, y si yo la debo pues la tengo que pagar, pero si no que los ministerios públicos que vinieron y si hay un juez federal que den la cara”, y pidió al gobierno estatal y federal presentarlos.
Indicó que los agentes de la PGR traían una orden de cateo por enriquecimiento ilícito, “no tengo ni casa, ni cuenta en el banco, por eso pedimos que se nos aclare”.

Hubo disparos de los agentes, arrojaron bombas molotov y dañaron automóviles, denuncian

Indicó que al momento de que la PGR y la Marina trataron de salir de la localidad inmediatamente bloqueadas por los pobladores, aventaron las camionetas sobre los manifestantes.
Además de que los agentes dispararon y arrojaron “bombas molotov” y dañaron varios vehículos. Demandó que la misma operación sea haga en contra de la delincuencia del país, y así Guerrero sería otro.
El comandante de la UPOEG afirmó que si él hubiese estado en la casa de su suegra y se hubiese dado un enfrentamiento, la responsabilidad era del gobierno del estado y federal, porque en el valle de El Ocotito y poblados cercanos se vive una situación de “sicosis”, porque los agentes llegaron encapuchados y entrando a la fuerza a la casa como si fueran delincuentes.
Dijo que su único delito es organizar y defender a la población de los delincuentes y puso de ejemplo a la Costa Chica del estado, y “el corredor -del valle de El Ocotito- antes de que tuvieran nexos los políticos, que antes de que metieran a Los Ardillos se vivía en paz, pero hasta ahorita tengo la cara en alto”.
Mencionó que fue el gobierno el que no le dio otra oportunidad a los pobladores víctimas de los delincuentes, más que armarse, “porque ellos fallaron”.
Entre las exigencias de los pobladores y el comandante está que el gobierno informe cuántas órdenes de aprehensión hay contra los integrantes de la UPOEG y su cancelación.
En la mañana a la comandancia de la UPOEG en Xaltianguis llegaron el delegado de Gobierno en Acapulco, Óscar Hernández, el delegado de Gobernación Osciel Morales Nava así como el subdelegado de la Secretaría de Gobernación federal, Juan Moreno, quienes pactaron una reunión en el hotel Holiday Inn de Acapulco con el delegado de la Secretaría de Gobernación, Erit Montúfar Mendoza.
A mediodía Gallardo mostró la casa de su suegra donde los agentes de la PGR irrumpieron. Un edificio de un nivel con un piso rentado.
En los dos cuartos de la casa había ropa regada. El comandante mostró que su familia se dedica a la venta de maracuyá y expresó “aquí está lo que se me acusa, esto es enriquecimiento ilícito, a esto nos dedicamos”, dijo mostrando las frutas de maracuyá. En el bloqueo y en la comandancia no se observó que las autoridades de la UPOEG y policías portarán armas largas.

Acuerdan una mesa de negociación con el gobierno federal

El encuentro comenzó alrededor de las 5:30 de la tarde y terminó a las 8 de la noche. Estuvieron el dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, el abogado Manuel Vázquez, el comandante municipal de Xaltianguis Juan Carlos Mejía y el coordinador estatal de la UPOEG, Juan Teodoro Rosales.
De los acuerdos al salir de la reunión a las 10 de la noche Bruno Plácido informó que el único fue el inicio de una mesa de negociaciones con el gobierno federal.
Por separado Erit Montúfar indicó que se acordó una reunión para este viernes con el delegado de la PGR en Guerrero, y el fiscal general del estado Javier Olea Peláez.
Se informo que el agente fue liberado una vez que las autoridades de la UPOEG informaron de los acuerdos, y a las 11 de la noche fueron retirados los dos bloqueos.

 

Tres heridos de la UPOEG cerca de la capital; cinco ejecutados en Zumpango, Altamirano, Tecpan y Coyuca

 

La mañana de ayer tres policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) resultaron heridos en dos emboscadas de presuntos integrantes del grupo delincuencial Los Ardillos, en Buena Vista de la Salud, Chilpancingo.
Además dos jóvenes fueron asesinados en Zumpango y dos más ejecutados a balazos en Ciudad Altamirano y Tecpan, en una nueva jornada de violencia.
Debido a los ataques en Buena Vista se suspendieron las clases en todos los niveles educativos, y también en los poblados de Mohoneras, El Ocotito y Cajeles. El comisario de El Ocotito, Fernando Rosales González informó en un documento la suspensión de clases en esta comunidad con la finalidad de resguardar la integridad física de las familias y niños.
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia difundió un comunicado de prensa la mañana de ayer, en el que dice que las comunidades del valle de El Ocotito “se encuentran en calma”, que el área fue “resguardada con 60 agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado con el respaldo de soldados del Ejército”.
Policías de la UPOEG informaron que a las 7 de la mañana policías ciudadanos que iban en una camioneta y hacían recorridos de seguridad en Los Establos, a unos cinco minutos del centro de Buena Vista de la Salud, fueron atacados a balazos por presuntos integrantes del grupo delincuencial Los Ardillos que se encontraban apostados en una barda cerca de una bodega.
Después del ataque los agresores incendiaron la bodega de plástico y mazorca que se en encontraba adentro de un rancho. En Los Establos hay y terrenos de cultivo en las inmediaciones de la localidad.
Vecinos de la localidad dijeron que los policías de la UPOEG incendiaron la bodega después de la agresión que sufrieron.
Relataron que después hubo otra emboscada al mismo grupo de la UPOEG en el basurero de la comunidad, en la orilla de la Autopista del Sol, y que los agresores incendiaron y volcaron hacia una barranca una camioneta Jeep Compass.
En este ataque resultaron heridos tres policías de la UPOEG, a uno se le alojó una bala en el glúteo, a otro en el brazo derecho y uno más tenía un rozón de bala en la cabeza y fueron trasladados a un hospital de Acapulco, mientras que sus compañeros se refugiaron en el monte para protegerse.
Después de la segunda emboscada los agresores se fueron caminando entre la maleza para no ser alcanzados por los policías de la UPOEG.
En una barranca en el basurero de Buenavista de la Salud había una camioneta Jeep Compass con impactos de bala, volcada e incendiada, además de observó la basura que también fue quemada por los hombres armados.
Al valle de El Ocotito llegaron nueve patrullas de la Policía Estatal y cuatro de soldados quienes recorrieron la zona donde ocurrieron los hechos violentos.
Un policía de la organización quien se reservó su nombre dijo que otra vez el grupo criminal Los Ardillos intentó entrar a Buena Vista de la Salud para controlar la zona para el trasiego de droga, “es por eso que nuevamente nos emboscaron cuando realizábamos recorridos de seguridad”.
El vocero de seguridad difundió la mañana de ayer que las comunidades del valle se encuentran en calma, “el área está resguardada con 60 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del estado con el respaldo de efectivos del Ejército Mexicano”.
Dijo que a las 7:40 de la mañana integrantes de la UPOEG alertaron que hombres armados habían emboscado a sus compañeros, entre las comunidades Buena Vista de la Salud y Rincón de la Vía.
Informó que la Policía Estatal que se encuentra en Juan R. Escudero (Tierra Colorada) acudieron a Buena Vista de la Salud y encontraron una camioneta tipo SUV calcinada, y una galera incendiada dentro de un rancho, “pero no se ha confirmado que durante los hechos hubiera personas heridas”.
“El personal de Seguridad Pública del estado con el apoyo a distancia del Ejército Mexicano brinda seguridad en los pueblos enclavados en el valle de El Ocotito”, concluye el comunicado.

La suspensión de clases en el valle de El Ocotito

Integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) informaron que suspendieron las clases en todos los niveles educativos de los poblados de Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud y Cajeles debido a las emboscadas.
El comisario de El Ocotito, Fernando Rosales González informó en un documento la suspensión de clases en esta comunidad con la finalidad de resguardar la integridad física de las familias y los niños.
En un recorrido a la comunidad de Buenavista de la Salud se observó las puertas cerradas de la primaria federal Benito Juárez, además el mercado que se encuentra frente a la escuela, los comerciantes no abrieron sus negocios por el temor de que pudiera ocurrir otro incidente delictivo.
En un recorrido en Buenavisa de la Salud se observaron las calles vacías, sólo algunos vecinos salían de sus casas a comprar productos de la canasta básica.
No es la primera vez que en ocurren hechos de violencia en ese pueblo por el grupo criminal Los Ardillos. Hace 11 días intentaron irrumpir para tomar el control de la zona para el trasiego de droga y asesinaron y calcinaron a un comandante, un consejero y dos peones en los límites de Chilpancingo y Mochitlán.
Además el 27 de noviembre pasado se enfrentaron a balazos sicarios y policías estatales, lo que dejó un civil muerto y dos agentes heridos en ese pueblo, y en las cinco comunidades del valle de El Ocotito no hubo labores en las escuelas.

En Zumpango a las dos víctimas les dejaron narcomensajes

La mañana de ayer dos jóvenes ejecutados a balazos, atados de las manos hacia atrás y con un narcomensaje fueron hallados en la Autopista del Sol, en el municipio de Eduardo Neri (Zumpango).
En lo que va del año suman tres homicidios en ese municipio, en los que presuntamente está involucrada la delincuencia organizada, según un recuento de lo publicado en El Sur.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal informaron que minutos antes de las 9 de la mañana recibieron el reporte de que había dos personas asesinadas en el kilómetro 260, con dirección a Cuernavaca, en la autopista.
En la orilla de la vía las autoridades encontraron los cuerpos de los dos jóvenes sentados, atados de manos hacia atrás, y un narcomensaje. Una de las víctimas vestía una playera azul, pantalón de mezclilla azul y calcetas negras, el otro portaba una sudadera negra, chamarra negra, pantalón de mezclilla azul y botas cafés.
La cartulina amarilla con letras negras se leía, “Esto me paso por andar robando carros y por andar chapulineando. Atentamente: El Cartel del Sur. La limpia sigue”.
A la autopista llegaron policías municipales de Zumpango, estatales y federales quienes acordonaron la zona y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron las diligencias correspondientes.
Los cuerpos de los dos jóvenes de entre unos 18 y 20 años sin identificar fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo para la necropsia de ley.
En Zumpango continúan los hechos de violencia por la disputa entre grupos de la delincuencia organizada, la medianoche del jueves el joven Geovani de 17 años, fue atado de manos, ejecutado a balazos y arrojado de un puente a la autopista.

Matan a ex militar en la sierra de Pie de la Cuesta

El ex militar Benito Antonio Sánchez de 33 años de edad, vecino de la ciudad de Atoyac, fue ejecutado a balazos en la comunidad de Santo Domingo, en la sierra de Pie de la Cuesta municipio de Atoyac.
Los hechos según reportes policiacos ocurrieron la noche del miércoles, cuando la víctima que es originaria de esa comunidad fue de visita.
Según el reporte del comisario del lugar un vecino informó que observó cuando acudía a cerrar la cerca de su corral, que la puerta de la casa de su primo estaba abierta y al acercarse se dio cuenta de que se encontraba en el interior tirado en el suelo y sin vida.
Se encontraba bocarriba, se le apreciaba un impacto de bala en el antebrazo derecho y otro más en el tórax a la altura de la costilla derecha.
El cuerpo fue bajado a la ciudad de Atoyac para la necropsia de ley. Con este crimen suman ya once asesinatos en lo que va del año en el Municipio de Atoyac.

Era de Michoacán la víctima hallada en Ciudad Altamirano

Un hombre apareció asesinado a balazos en la calle la Angostura de Ciudad Altamirano, a la altura del cerro de San Juan la mañana de ayer, del que se pudo conocer que era originario de Michoacán.
Desde las 8 de la mañana reportaron el hallazgo del cuerpo en el camino rural, que es la calle que pasa pegada al cerro de San Juan y al río Cutzamala, y es la última calle.
La zona tiene pocas casas habitadas y el resto son espacios de siembra o potreros. El camino conecta a colonias como la Vicente Guerrero, Cerro de San Juan, Las Querenditas y Lázaro Cárdenas.
En esa zona la gente reportó el hallazgo del cadáver tirado en el camino. Era un hombre sin camisa con un pantalón negro y con tres impactos a la altura del estómago. Según el informe de las autoridades para las 9 de la mañana se encontraba en estado rígido, por lo que estiman que pudieron haberlo matado antes de la medianoche.
El hombre fue identificado como Samuel de 35 años, vecino de la colonia Lázaro Cárdenas y originario del Platanar, Michoacán, de quien sus familiares recibieron el reporte de algunos vecinos de la calle que reconocieron el cuerpo.
El agente del Ministerio Público acudió al lugar para el levantamiento correspondiente e indagar acerca del homicidio, pero ninguno de los vecinos dio testimonio y negaron haber escuchado disparos.

Hallan un hombre degollado en Coyuca de Benítez; tenía unos 35 años

Un hombre degollado fue hallado en el poblado de Zapotillo en Coyuca de Benítez.
El hecho fue reportado a la 1:45 de la tarde de ayer en una brecha a 300 metros de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, según el reporte ministerial.
Los policías recibieron el reporte por medio de una llamada y vieron al hombre degollado tirado bocarriba, tenía unos 35 años y vestía camisa azul manga larga, pantalón mezclilla gris y a un costado había un chaleco naranja parecido a los que utilizan trabajadores de la construcción en carretera.
Los peritos informaron que la víctima tenía una herida profunda de cuello, al parecer con arma punzocortante.
El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) de Acapulco. (Redacción).

 

Acusa la UPOEG al grupo criminal Los Ardillos del asesinato de su comandante, su consejero y dos peones

 

Según la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) el grupo criminal Los Ardillos encabezado por la familia Ortega Jiménez de Tlanicuilulco, Quechultenango, intentó irrumpir la noche del lunes a Buena Vista de la Salud, Chilpancingo, para tomar el control de la zona para el trasiego de droga, y asesinó y calcinó a un comandante y a un consejero de esa organización, y a dos peones que los acompañaban la tarde del lunes tras una emboscada en los límites de Chilpancingo y Mochitlán.
En un recorrido a pie, policías ciudadanos hallaron tres campamentos de civiles armados que, afirman, pertenecen al grupo delictivo Los Ardillos, en la barranca El Gallo en los límites de las comunidades de Buena Vista de la Salud y El Ocotito, que pasa por debajo de la carretera federal Chilpancingo-Acapulco en el municipio de Chilpancingo.
Los policías que estuvieron en la operación hallaron chalecos tácticos, latas de atún, ropa, aceites para dar mantenimiento a sus armas, un pantalón de mezclilla, un bóxer y un calzón de mujer, “éstos amigos estuvieron al parecer unos tres días en este lugar y pretendían entrar a la zona, pero no los dejamos entrar porque este es nuestro territorio”, dijo un policía de esa organización.
Otro policía ciudadano agregó que en la barranca El Gallo, donde pasa un arroyo, encontraron tres campamentos “provisionales” donde estaban apostados los civiles armados que pretendían irrumpir en la comunidad donde tiene presencia la UPOEG.
Ayer se difunció erróneamente en estas páginas que los vecinos que estaban en contra de la UPOEG fueron de Rincón de la Vía, cuando lo que dijo esa organización fue que los que bloquearon fueron los de Buena Vista de la Salud.

El bloqueo y la emboscada en contra del comandante y del consejero

Un policía ciudadano que se reservó su nombre dijo que a las 4 de la tarde del lunes pobladores de Buena Vista de la Salud organizaron una reunión urgente en la comisaría municipal, en la que citaron a beneficiarias del programa de Prospera, “primero trataron el tema de Prospera y después hablaron de exigir a la población que se sumara al movimiento para sacar a los policías de la UPOEG, porque según habían secuestrado al vecino Miguel Ávila Sotelo y de realizar atropellos en contra de los vecinos”.
Dijo que por engaños de un grupo de personas que tienen nexos con el grupo de Los Ardillos, los pobladores de la localidad iniciaron el bloqueo la tarde del lunes cerca de la base de la policía de Buena Vista de la Salud para exigir la salida de la organización, “porque según ellos, nosotros habíamos secuestrado al señor, lo cual es falso, es decir, fue un autosecuestro porque era una estrategia para que entraran Los Ardillos a la zona y a nosotros nos sacaran”.
Agregó que autoridades militares y de la Policía Estatal rastrearon el teléfono de Miguel Ávila y que constaron que se trató de un autosecuestro, y no pidieron apoyo a las autoridades policiacas ni a la policía de la UPOEG.
Dijo que el inicio del conflicto en la localidad fue el 21 de enero cuando pobladores nombraron a un comisario y a su suplente que simpatiza con la UPOEG, “pero a una familia no le convino la decisión de los vecinos porque tiene interés de que entre el grupo contrario, por eso inició estos hechos de violencia”.
Agregó que después de la 6 de la tarde el comandante de la UPOEG, Antonio de Dios, el consejero Mario de Dios y dos peones que iban en una camioneta que pasaba por un camino de terracería conocido como La Quebradora que se dirige a la comunidad Zintlanapa, Mochitlán, a 5 minutos de la localidad de Rincón de la Vía en Chilpancingo fueron emboscados y luego incendiados dentro de un vehículo.
“En ese momento que se realizaba el bloqueo los pobladores impidieron el paso de los policías de la UPOEG para auxiliar a nuestros compañeros que habían sufrido el atentado, y después dejaron pasar a sólo tres camionetas de la corporación”, declaró.
Dijo que después de las 7 de la noche sin explicación los manifestantes desbloquearon la vía federal y se restableció la circulación de los automovilistas, “nosotros pudimos pasar junto a los policías de la organización para verificar el ataque que ocurrió en Zintlanapa, pero ocurrió otro ataque armado a civiles inocentes”.
Atacaron a los automovilistas porque pensaron que eran de la UPOEG, dice

El policía de la UPOEG dijo que después de que desbloquearon la carretera los vecinos de Buena Vista de la Salud, un grupo de civiles armados se apostó en una loma en la orilla de la carretera federal Chilpancingo-Acapulco en los límites de las comunidades de El Ocotito y Buenavista de la Salud.
“Al quitarse el bloqueo los agresores observaron que avanzaba la caravana de vehículos, pensaban que éramos nosotros y empezaron a dispararles a los automovilistas que pasaban por ahí y en este ataque resultaron heridos una señora, un policía de la organización que estaba franco y su hermano que pasaron por ese lugar”.
En un recorrido en la loma conocida como Universidad se observaron regados diversos casquillos percutidos, que según las autoridades eran para rifles de asalto AR-15 y AK-47 o cuerno de chivo, había una gorra negra, botellas de agua y en los árboles y en el carretera se veían impactos de bala.
“Los integrantes del grupo criminal Los Ardillos intentaron entrar a nuestro territorio y utilizaron a la población para poder irrumpir a Buena Vista de la Salud, pero no los vamos a dejar entrar, nos dicen que quieren entrar Los Ardillos”, declaró.
Comentó que el grupo delincuencial pretende ingresar a la zona asesinando a las cabezas de la organización en emboscadas y calcinar sus cuerpos, “como el caso del ex presidente estatal del PRD, ex diputado local e integrante de la coordinadora estatal del movimiento Pro AMLO, Ranferi Hernández Acevedo que fue calcinado junto con su esposa, su suegra y un chofer dentro de su camioneta también calcinada en la carretera Chilapa-Ahuacuotzingo, cerca de la desviación hacia Nejapa, municipio de Chilapa el 14 de octubre pasado, es el sello de violencia de ellos”.
Afirmó que “la embestida de este grupo criminal” para entrar al territorio de la UPOEG es sistemático y ya pasó en noviembre en Buenavista de la Salud, después en Palo Blanco y Acahuizotla, “pero seguimos en la lucha para cuidar el territorio”.

 

 

Cierran las escuelas en cinco pueblos de Chilpancingo tras los ataques el lunes a la policía de la UPOEG

 

En cinco pueblos del valle de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, se suspendieron las clases de todos los niveles educativos debido a violencia del lunes en la comunidad de Rincón de la Vía, Buenavista de la Salud y El Ocotito, informaron policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
En un recorrido en El Ocotito se observó que el Colegio de Bachilleres 17, la secundaria técnica 11 Justo Sierra, la primaria federal José María Morelos y Pavón, la primaria Sidar y Rovirosa estaban vacías y sus puertas cerradas con candado.
En la carretera federal México-Acapulco en el camino que va de Chilpancingo a El Ocotito no se observó vigilancia policiaca de ninguno de los tres niveles de gobierno, ni en las comunidades de Buena Vista de la Salud y Rincón de la Vía, sólo había policías de la UPOEG que patrullaban el lugar y acudieron al lugar en donde ocurrió la emboscada contra esa organización.
Las comunidades de Buena Vista de la Salud y Rincón de la Vía están a unos 40 y 35 minutos de Chilpancingo, en esa zona opera la Policía Ciudadana de la UPOEG.
Un policía de la UPOEG consultado en el lugar dijo que las autoridades municipales del valle decidieron desde la noche del domingo la suspensión de clases en las comunidades de Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía debido a los ataques, para proteger la integridad física de los estudiantes y maestros.
“Esta acción de precaución no es la única vez que pasa en esta zona, por estos hechos de violencia, pero las autoridades  decidieron determinar  esta acción para proteger la integridad física de los niños y maestros en caso de que ocurra otro incidente, es mejor prevenir que lamentar”, declaró.
Dijo que después de ocurrir los hechos de violencia cerca de la comunidad del Rincón de la Vía la noche del lunes llegaron militares y policías estatales sólo a resguardar la zona donde ocurrió la emboscada, se retiraron y no realizaron ningún operativo de seguridad para brindar seguridad  a los vecinos del Valle del Ocotito.
Exigió al gobernador Héctor Astudillo Flores, el fiscal Javier Olea Peláez,  y la secretario de Seguridad Pública estatal, Pedro Almazán Cervantes intervengan el problema por los hechos de violencia que ocurren en esta zona y haya más vigilancia para mejora las condiciones de vida de la población.
Agregó que desconocen si las autoridades municipales reanudarán las clases hoy en los cinco pueblos del Valle del Ocotito.
El 27 de noviembre pasado, luego del enfrentamiento entre sicarios y policías estatales que dejó un civil muerto y dos agentes heridos en Buenavista de la Salud, en las comunidades de Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Rincón de la Vía y Cajelitos suspendieron labores en las escuelas de todos los niveles educativos, para proteger la integridad física de los estudiantes y maestros.

 

Desconocen vecinos a la policía de la UPOEG en Marquelia e intentan desarmarla; reportan riña

Dos grupos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) de Marquelia en pugna sostuvieron el domingo una riña, cuando unos 200 pobladores sin armas pretendieron desarmar a unos 50 policías ciudadanos y comandantes de esa agrupación, a quienes acusan de cometer atropellos.
Tras los hechos la reportera del Diario Alternativo de esa población, Yanely Fuentes Morales denunció que fue agredida, ultrajada y despojada de su teléfono celular por los policías ciudadanos, cuando tomaba imágenes de la situación.
Antes del encontronazo en el que hubo empujones, manotazos, amenazas y gritos, el grupo de pobladores que se queja de las arbitrariedades de la Policía Ciudadana, encabezados por la coordinadora regional de la UPOEG, Nereida Miranda, sostuvieron una asamblea en la cancha techada Benito Juárez de esa cabecera municipal, en la que desconocieron al Consejo Municipal, a los comandantes y a los policías ciudadanos de la UPOEG.
Las autoridades municipales se mantuvieron al margen y vía telefónica informaron este lunes que se trata de un asunto interno de la agrupación, que debe resolverse mediante el diálogo, por lo que no solicitaron la intervención de la Policía Estatal ni del Ejército para evitar un conflicto de mayores consecuencias.
Sin embargo los desarmados que demandan la salida de los policías ciudadanos y comandantes se quejaron de que fueron encañonados y detenidos, y denunciaron la apatía de las autoridades estatales y federales ante un conflicto que pudo desembocar en muertos.
En la asamblea en la cancha Benito Juárez los inconformes con los policías ciudadanos nombraron a un nuevo Consejo Municipal, a un nuevo cuerpo de policías y a comandantes con una comandancia en la comunidad de El Polvorín, y tras la asamblea los cerca de 200 pobladores se trasladaron a la comandancia de la Policía Ciudadana de Marquelia en donde no encontraron a nadie, y aprovecharon para sacar a un grupo de presos y se los llevaron a El Polvorín.
La confrontación comenzó cuando llegaron los policías ciudadanos impugnados, quienes portando armas encararon a los pobladores que todavía estaban reunidos afuera de la comandancia.
La coordinadora Nereida Miranda les informó que habían sido desconocidos en asamblea y que había un nuevo Consejo y un nuevo cuerpo de policías ciudadanos, además los conminó a que entregaran sus armas, pero desconocieron los acuerdos y se negaron a ser desarmados.
Entre los policías ciudadanos había algunos encapuchados, al mando estaba el comandante Mariano Torres a quien los pobladores le gritaron que: “la gente ya no los quiere por arbitrarios y abusivos”, y les advirtieron que si se negaban a entregar las armas pedirían la intervención del Ejército y de la Policía Estatal.
La acusación y la advertencia calentaron los ánimos de los policías ciudadanos quienes arremetieron a empujones y a golpes contra los vecinos, y les exigieron que les entregaran a los detenidos que habían liberado de la comandancia.
Vía telefónica uno de los testigos contó que un grupo de policías retuvo y trasladó hasta su comandancia a uno de los líderes del movimiento, Tomás Morales, y otro más a la coordinadora Nereida Miranda a quienes exigieron que les informaran a donde se los habían llevado.

La agresión a la reportera

La reportera Yanely Fuentes Morales y el Diario Alternativo para el que labora, denunciaron que fue agredida por policías ciudadanos, cuando realizaba su trabajo.
“Cuando me encontraba grabando para dar a conocer los hechos ocurridos, estos hombres armados me gritaron que dejara de grabar y que me quitarían mi teléfono celular, al ver que no acate sus órdenes -como están acostumbrados a ser obedecidos al imponerse con sus armas-, se abalanzaron sobre mí, pero afortunadamente logré meter mi celular entre mi blusa, me alejé un poco y me dispuse a seguir grabando para cumplir con mi trabajo, celular en mano, y rápidamente uno de los hombres armados se fue sobre mí. Ante ello mi reacción fue volver a meter mi celular en mi blusa lo cual logré, sin embargo aún no sacaba mi mano cuando entre dos hombres armados me doblaron y me hicieron caer, metiendo sus manos en mi blusa y brassier, y jalando de tal forma que rompieron mi blusa”, denunció en su escrito.
Dijo que fue auxiliada por los pobladores “y me pusieron a salvo”. El Diario Alternativo exigió alto a las agresiones y a la impunidad, justicia y respeto al trabajo periodístico.
Los dos grupos en pugna de la UPOEG acordaron una nueva asamblea el próximo 18 de febrero para determinar la fecha en que se va a evaluar el desempeño de la Policía Ciudadana, y cambiar a los elementos que estén actuando mal, o en su defecto que los ciudadanos les den el voto de confianza para continuar.
El coordinador regional de la UPOEG, Crisóforo García reconoció que hay gente que llega al sistema de mala fe, y que lo que pasó el domingo servirá “para mejorar el servicio”. Reconoció que hay gente en ese pueblo que pide un mejor servicio y funcionamiento de su policía, y que para eso se realizará la reunión del 18 de febrero, para hacer las observaciones y se corrijan las fallas, “vamos por buen camino”.

 

 

Se matan 2 familiares de ex regidor y éste queda herido, informa el alcalde de Tlacoachistlahuaca

El ex regidor perredista de Tlacoachistlahuaca, Margarito López Leal, fue atacado a causa de problemas familiares y la disputa de tierras por su primo, quien murió, igual que un hermano del ex regidor, informó el alcalde, Javier Carmona Villavicencio.
De acuerdo con fuentes del municipio, en un primer momento se dijo que se trató de una emboscada, a las 6 de la tarde del jueves, cuando el regidor en el periodo de 2009 a 2012 llegó a la comunidad de San Jerónimo, en la zona na savi de ese municipio de habla ñomndaa, luego de participar en el aniversario de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), en Cuautepec.
Pero la versión que recopilaron los policías municipales, dada a conocer por el alcalde Carmona Villavicencio, señala que fue el primo del ex regidor, de nombre Ricardo, quien le disparó y lo hirió en la cabeza y la espalda. Pese a las heridas fue reportado estable en el hospital regional de Ometepec.
Consultado por teléfono, el alcalde indicó que el agresor salió recientemente de la cárcel, donde pasó unos seis años por una demanda del ex regidor de 46 años por la disputa de un predio.
Fue a buscar al ex regidor a su casa la tarde del jueves y cuando llegó, lo siguió y le disparó, el hermano del ex regidor, de nombre Julián, tomó una escopeta y le disparó al agresor, quien murió. El hijo del agresor, en venganza, asesinó a tiros al hermano del ex regidor.

Exige la UPOEG a la Fiscalía que esclarezca el atentado

La Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) demandó a la Fiscalía General del Estado (FGE), una investigación pronta para esclarecer el atentado que sufrió el promotor de esa organización y ex regidor de Tlacoachistlahuaca, Margarito López Leal, en el que resultó herido y su hermano Juan López fue asesinado.
El abogado de la UPOEG, Manuel Vázquez Quintero informó que cuando llegaba a su casa de la comunidad de San Jerónimo, aproximadamente a las 7 de la noche, al menos tres hombres que portaban armas de grueso calibre lo atacaron a balazos.
Margarito recibió un disparo en la mejilla y otro en el hombro derecho, mientras que su hermano recibió varios en diferentes partes del cuerpo.
Ayer en la plenaria aprobaron un pronunciamiento dirigido a la Fiscalía par que se agilicen las investigaciones del caso.
Asimismo, organizaron una colecta para apoyar a la familia López Leal, a la vez de que le ofrecieron un minuto de aplausos de pie en su honor, luego de que el abogado explicó que es uno de los activos promotores de la organización en los cinco años que lleva.
Agregó que según sus familiares desconocen los móviles del atentado en su contra y que por eso exigieron al fiscal Javier Olea Peláez que se agilicen las investigaciones.

Vincula la desaparición de su hijo de EU en Palo Blanco con el asesinato de su esposo

La vecina de El Ocotito, Aída Navarrete Blanco denunció que desde el sábado no sabe de su hijo Brian Willy Rayón de 19 años, originario de Estados Unidos, luego de que fue detenido por policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en Palo Blanco, municipio de Chilpancingo.
Consultado al respecto el gobernador Héctor Astudillo Flores dijo que primero se tiene que investigar el hecho, “si es así haremos lo que nos corresponda para que regrese a la normalidad la persona a la que usted hace referencia”.
“También es muy importante decirles que el operativo (de seguridad) no solamente es para esta zona sino también de aquí hasta Acapulco, incluido Coyuca y obviamente también en todo lo que es la carretera tanta autopista como las carreteras federales, hay un operativo muy importante que traté también en mi encuentro con el presidente de la República antier por la noche”, mencionó ayer en la tarde en Zihuatanejo, al término de la colocación de la primera piedra de lo que será el edificio del Centro Regional de Rehabilitación Integral y que estará ubicado en la carretera escénica La Majahua.
Además, ayer en conferencia de prensa Navarrete Blanco dijo que la detención arbitraria de su hijo pudiera estar relacionada con el asesinato de su esposo Marcelino Anota López, que ocurrió hace seis meses, “mi esposo era policía de la organización (UPOEG) fue asesinado por sus propios compañeros”.
Informó que su esposo fue levantado en la base comunitaria de Mohoneras el 30 de mayo, y su cuerpo apareció al otro día cerca de la comunidad de Dos Caminos, “pudiera ser que la detención de mi hijo es por la muerte de mi marido, porque hace seis meses lo mato la UPOEG”.
Señaló al comandante de la UPOEG del poblado de Palo Blanco, Benito, de ser quien ordenó detener a su hijo, y después acudió a la base de la policía ciudadana de esta comunidad y de Buenavista de la Salud para pedir información de su familiar, pero le negaron ayuda.
Dijo que su hijo llegó a su casa en El Ocotito el 11 de diciembre desde Santa Ana, California, Estados Unidos, y el sábado se trasladaba a la comunidad de Petaquillas, donde vive, “pero en Palo Blanco lo bajaron del taxi y a la fecha no se sabe nada de él”.
Dijo que Willy Rayón cuando fue desaparecido llevaba dos teléfonos celulares, 2 mil pesos en efectivo y 8 mil dólares.
Informó que en Santa Ana, California, se dedica a la construcción.
Informó que no ha regresado a El Ocotito por temor a ser amenazada por los policías de la UPOEG, “tenía un hijo pequeño, tuve que sacarlo del pueblo por miedo y temor en caso de que puedan llevárselo”.
“Quiero que me entreguen a mi hijo, ¿qué si en verdad ellos son policías que cuidan el pueblo?, que no lo creo, mi hijo no tiene ninguna culpa, mi hijo acaba de llegar, yo quiero a mi hijo, las personas que lo agarraron pienso que son padres, siente el dolor porque para uno de madre es un dolor desesperante no saber nada de mi hijo”, declaró.
Navarrete Blanco comentó que le notificó a la embajada de Estados Unidos que se comunicara con la Fiscalía General del Estado y la Agencia del Ministerio Público para dar con el paradero de su hijo.
Exigió al gobernador Héctor Astudillo Flores, a la Fiscalía y al presidente municipal de Chilpancingo, Jesús Tejeda Vargas, que intervengan para que liberen a su hijo Willy Rayón quien es ciudadano estadunidense.
El lunes la madre del joven informó a El Sur que la detención ocurrió el sábado cuando el joven iba de El Ocotito a la capital, según pasajeros que iban en un taxi colectivo con la víctima.

Detuvo la UPOEG a un joven de EU en Palo Blanco y está desaparecido, denuncian

La Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) detuvo de manera arbitraria a un joven estadunidense, cuando viajaba de El Ocotito a Chilpancingo el sábado.
En una llamada a la Redacción la señora Aída Navarrete Blanco contó que su hijo Brian Willy Rayón de 19 años llegó a Guerrero el 11 de diciembre desde Santa Ana, California, de donde es originario, para pasar las vacaciones decembrinas con su familia.
El sábado 16 de diciembre Brian Rayón tomó un taxi colectivo de la ruta de El Ocotito a Chilpancingo, el cual compartió con otros pasajeros que según Navarrete Blanco le contaron que entre las 11 de la mañana y las 12 del día, un grupo de policías de la UPOEG detuvieron el vehículo en el retén de Palo Blanco y sin dar ninguna explicación detuvieron al joven estadunidense.
A pesar de que la familia acudió a Palo Blanco y pidió informes a la UPOEG de su paradero nadie ha dicho en dónde se encuentra Brian Rayón.
Navarrete Blanco dijo que interpuso la denuncia correspondiente en el Ministerio Público (MP) y ante la embajada de Estados Unidos, pero las autoridades sólo abrieron carpetas de investigación sin dar resultados de la detención de Brian Rayón.
La familia Rayón Navarrete llamó a las autoridades a intervenir para que localicen al joven, y se indaguen los motivos por los que la UPOEG lo detuvo.
Brian Rayón fue detenido en una zona bajo control de la UPOEG, que mantiene retenes en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, donde hace unas semanas hubo enfrentamientos a balazos en Buenavista de la Salud y en Palo Blanco que dejaron dos agentes heridos y un civil muerto, situación que provocó el cierre de escuelas en cinco comunidades del corredor del valle de El Ocotito, municipio de Chilpancingo.

Vuelven a clases con vigilancia de la UPOEG

Reinician clases suspendidas la semana pasada tras enfrentamientos en el valle de El Ocotito

Policías de la UPOEG acudieron a los planteles educativos para ofrecer que se encargarán de vigilar la zona. Sólo en la primaria Benito Juárez no se normalizan las labores porque no hay garantías de seguridad, argumentan padres de familia

Luis Blancas

El Ocotito y Buena Vista de la Salud, Chilpancingo

Las escuelas de todos los niveles educativos de los siete pueblos del valle de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, reanudaron labores de manera normal la mañana de ayer, mientras que la primaria federal Benito Juárez, de la comunidad de Buena Vista de la Salud, continúa cerrada, luego de que la semana pasada suspendió labores tras enfrentamientos armados en dos comunidades.
Las comunidades afectadas por estos hechos de violencia fueron Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos, Rincón de la Vía, Palo Blanco y Acahuizotla, ubicadas en el corredor del valle de El Ocotito.
Ante el regreso a clases no se observó vigilancia de la Policía Estatal, ministerial ni de soldados del Ejército, ni recorridos de seguridad en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, que conduce a los siete pueblos, después de las balaceras de hace nueve días en Buena Vista de la Salud y el martes en Palo Blanco.
En El Ocotito, se observó que los padres de familia llevaron a sus hijos a los jardines de niños Santos Degollado y Gabriela Magistral, y a las primaria Emperador Cuauhtémoc, Sidar y Rovirosa, José María Morelos y Pavón, y Vicente Guerrero.
En las calles se constató que los vecinos caminaban de manera tranquila, además acudían al mercado ubicado frente a la comisaria municipal, para hacer sus compras; aunque sí se observaron recorridos de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Asimismo, los negocios de abarrotes, papelería, fondas de comida, peluquerías y ferreterías daban servicio normal a sus clientes.
Consultado en la comisaria municipal de El Ocotito, el comisario, Fernando Rosales González se quejó porque el alcalde de Chilpancingo, Jesús Tejeda Vargas, y el gobernador, Héctor Astudillo Flores, no han atendido el problema de la inseguridad que afecta a los pueblos de El Valle.
Comentó que los gobiernos estatal y municipal dieron instrucciones para una operación de seguridad en los siete pueblos afectados, pero no hay vigilancia en la zona, y agregó que después de las 6 de la tarde los policías de la UPOEG intensifican los recorridos de seguridad para evitar otra balacera.
“No hay ninguna respuesta de las autoridades, es la cuestión de ellos de otorgarnos seguridad, pero no lo hacen; nosotros con los policías cuidamos la zona, el gobierno nos debería ayudar para que la gente no se alarme”, declaró.
En Buena Vista de la Salud, se constató que los padres de familia llevaban a sus hijos a la secundaria técnica, a la primaria federal Benito Juárez y al jardín de niños Rosario Castellanos, mientras que policías de la UPOEG acudieron a las distintas escuelas para hablar con los directivos, maestros y padres, y les ofrecieron que ellos se encargarán de vigilar la zona para que haya tranquilidad, confianza y que no tengan miedo.
En un recorrido en la comunidad se observó que el mercado del centro reabrió sus puertas, luego que la semana pasada estuvo cerrado tras los hechos de violencia.
La única escuela que no volvió a clases fue la primaria federal Benito Juárez, de Buena Vista de la Salud, donde los estudiantes y padres de familia se presentaron pero en una reunión posterior con los directivos y los maestros, suspendieron las clases de esta semana.
En la reunión dentro de la escuela, el director de la primaria Benito Juárez, Sergio Adame Adame dijo que padecen la violencia y la inseguridad en la comunidad, y que la población no la provoca, “la ciudadanía es la parte indirecta del acontecer de inseguridad que se viven en la comunidad al igual que en el estado y país”.
“Le pregunto a los padres de familia si se reanudan las clases o no”, en tanto las condiciones no sean favorables para regresar, “en la escuela tenemos 288 estudiantes y es una responsabilidad que no nos deja concentrar al 100 por ciento en nuestra tarea educativa”.
Adame Adame se quejó de que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) no han enviado un desplegado o postura ante la suspensión de clases a causa de los hechos de violencia que ocurren en el valle de El Ocotito.
En la reunión, un padre de familia comentó que, en caso de que ocurra un enfrentamiento armado como el del domingo, “lo que voy hacer es ir a la escuela y sacar a mi hijo, nadie nos puede garantizar que haya seguridad, es mejor que no haya clases hasta que se calme esta situación”.
Una madre de familia dijo que ni ellas ni los padres pueden garantizar la seguridad de la escuela, “no tenemos armas para cuidar la escuela, lo que nos toca es tener la confianza de que todo está bien, de que no pasará nada, pero eso sí, tener precaución”.
Una maestra de la escuela señaló que es una responsabilidad cuidar a unos 24 niños en un salón de clases en caso de que ocurra otra balacera, “me deslindo de lo que pueda ocurrir, el gobierno es el responsable de garantizar la seguridad en la zona”, advirtió.
Otra madre de familia dijo, “yo tengo dos hijos en la primaria y otra hija en la secundaria, se me complica mucho ir por ellos en caso de que haya una balacera, mejor que les dejen tarea para que lo hagan en la casa y no correr riesgo”.
“Me dio miedo llevar a mis hijo a la escuela, porque hay la incertidumbre de que puede ocurrir otro enfrentamiento, mejor que no haya clases, para estar seguros en nuestras casas, no hay garantías de seguridad y es por precaución”, declaró.
Asimismo, un policía de la UPOEG, Espiridión recordó que hace 42 años la comunidad de Buena Vista de la Salud era una población tranquila, humilde, “nos amanecíamos tomando y en fiestas, pero no había este tipo de peligro, al que hoy estamos expuestos”.
Convocó a los padres de familia y maestros para que se reanuden las actividades educativas en el pueblo de manera normal, y dijo que la policía de la UPOEG brindará seguridad a los estudiantes, maestros y a la población cuando la requieran, “lo único que pretendemos es que el pueblo sea como hace 40 años, seguro, tranquilo, y respeto mutuo entre nosotros”.
Reconoció que el enfrentamiento armado entre policías estatales y civiles armados hace nueve días en la comunidad, tuvo la intención de atacar y exterminar a la mayor parte de la policía de la UPOEG, “esta situación fue (porque) a lo mejor hay intereses de por medio, pero no sabemos bien, simplemente estamos para dar seguridad al pueblo”.
Pidió a la población que reporte a la base de la UPOEG cualquier delito o irregularidad en Buena Vista de la Salud.
En repuesta, una madre de familia se quejó porque el enfrentamiento armados fue frente de su casa, “ningún policía acudió a mi domicilio para saber como estábamos después de la balacera, fue algo traumático porque estaba con mi hijo, no tuvimos apoyo de ustedes y hasta la fecha no hemos recibido apoyo de ellos”.
Una maestra informó a los policías de la UPOEG que los directivos, maestros y padres de familia acordaron que se suspenden clases y reanudarán el lunes de la próxima semana, en caso de que haya condiciones de seguridad en la comunidad.
Después de la reunión, firmaron un acuerdo para llevarlo a la SEG para que tengan conocimiento del problema y no afecte el salario de los maestros.
Hace nueve días ocurrió un enfrentamiento entre civiles armados y policías estatales que dejó un saldo de un civil muerto y dos agentes heridos en la localidad de Buena Vista de la Salud.
Por estos hechos de violencia, autoridades municipales y educativas suspendieron labores en las escuelas de todos los niveles en Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía.
La noche del martes, civiles armados atacaron a policías de la UPOEG en el retén instalado en la entrada a la localidad de Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco que dejó un civil muerto y dos policías heridos. En Palo Blanco y Acahuizotla se suspendieron las clases para proteger a los niños y maestros