Piden comuneros que la federación agilice la solución a un conflicto agrario en Tepecoacuilco

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El presidente del comisariado de bienes comunales y el comisario municipal de San Miguel Tecuiciapan, municipio de Tepecoacuilco, se reunieron ayer con el subsecretario para Asuntos Agrarios del gobierno estatal, Fernando Jaimes Ferrel, a quien le pidieron la intervención del gobierno del estado ante la federación para que agilice la solución del conflicto agrario por 3 mil 150 hectáreas que tienen con la comunidad de San Agustín Oapan.
Además, autoridades agrarias del Alto Balsas de los municipios de Mártir de Cuilapan (Apango), Tepecoacuilco, Huitzuco, Eduardo Neri (Zumpango) e Iguala, afectadas por el cierre de la carretera debido a este conflicto agrario, aplazaron una reunión para el 29 de abril que había sido convocada para este domingo 16 de abril, porque no asistieron las autoridades de todos los pueblos.
El comisariado de Bienes Comunales de San Miguel Tecuiciapan, Liborio Jiménez Matías, el comisario municipal, Rodrigo Nava Abundis y el asesor jurídico del núcleo agrario, Raymundo Castro Aparicio, se reunieron a mediodía de este lunes con Fernando Jaimes Ferrel, ahí le pidieron una reunión con el secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, para tratar a otro nivel el conflicto agrario.
El conflicto mantiene bajo tensión la zona del Alto Balsas luego de que en marzo pasado autoridades de 14 pueblos comenzaron a presionar para que los pobladores de San Miguel Tecuiciapan abran una carretera que cerraron desde marzo del 2015 tras un enfrentamiento con sus vecinos de Analco, anexo de San Agustín Oapan.
El 22 de marzo convinieron en una reunión en el Congreso local abrir la vía sólo de 7 de la mañana a 7 de la noche, pero el martes 11 de abril, el comisario municipal, Rodrigo Nava Abundis advirtió que volverán a cerrar la carretera si no se cumplen los puntos de la minuta de acuerdos.
Los dos principales acuerdos firmados son la apertura de una carretera de San Miguel Tecuiciapan con salida en la carretera federal Chilpancingo-Iguala, en la zona conocida como Mayanalán, para evitar que pasen en San Agustín Oapan, también piden la intervención de la Secretaría de Gobernación para resolver el conflicto agrario.
Los acuerdos serían ratificados el domingo 16 de abril en una reunión a la que asistirían las autoridades de todos los pueblos afectados con el bloqueo de la carretera. La reunión fue convocada para las 12 del día en Xalitla, municipio de Tepecoacuilco, pero como no llegaron los representantes de todos los pueblos se canceló y se convocó para el 29 de abril, esta vez en San Miguel Tecuiciapan, municipio de Mártir de Cuilapan (Apango).
Consultado vía telefónica, el comisariado de Bienes Comunales de San Juan Totolcintla, Melquiades García Ríos informó que la reunión que se llevaría acabo el domingo fue uno de los acuerdos tomados en la reunión del 22 de marzo en el Congreso local, pero reconoció que no se acordó nada porque no llegaron las autoridades de los pueblos de Tula del Río, Tlamamacán y San Marcos Oacatzingo, municipio de Mártir de Cuilapan; de San Francisco Ozomatlán, municipio de Huitzuco y de San Juan Tetelcingo, municipio te Tepecoacuilco.
A la reunión asistieron las autoridades de San Miguel Tecuiciapan, San Agustín Oapan, San Juan Totolcintla, San Agustín Oxtotipan y Xalitla, y sólo nombraron a Melquiades García Ríos como encargado de convocar por escrito a las autoridades de todos los pueblos afectados para que asistan a la próxima reunión.
“Ahora yo voy a llevar personalmente las invitaciones por escrito para que asistan a la reunión del 29 de abril”, afirmó.
Informó que es importante que se reúnan los representantes de todos los pueblos afectados por el bloqueo de la carretera para evitar que los de San Miguel Tecuiciapan vuelvan a cerrar como lo advirtió el comisario Nava Abundis la semana pasada.
Aseguró que las declaraciones del comisario no abonan a resolver el problema del cierre de la carretera, informó que el domingo platicaron a nivel personal con él, pero que los acuerdos formales los tendrán en la reunión del 29 de abril, “esperamos que acudan todas las autoridades a San Miguel Totolcintla.
En tanto, el asesor de los comuneros de San Miguel Tecuiciapan, Raymundo Castro Aparicio informó que la reunión con el subsecretario Jaimes Ferrel, fue para pedir que se cumpla con el calendario de trabajo planteado para solucionar el conflicto agrario.
Detalló que en el cronograma se estableció que en septiembre del año pasado, el gobierno del estado debía informar a los dos núcleos agrarios en pugna los resultados de los trabajos topográficos que se levantaron para que las dos comunidades dialogaran y escucharan las propuestas de solución, pero las autoridades solamente han informado a los vecinos de San Miguel Tecuiciapan, y falta que se reúnan con San Agustín Oapan, lo que está retrasando el conflicto mientras que la tensión en la zona sigue igual.
Dijo que otra petición fue saber si se han llevado acabo las mesas de trabajo con los comuneros de San Agustín Oapan, pero como dijo que no se habían hecho, el gobierno estatal se comprometió a solicitar un espacio en el Consejo Agrario para que exhorten a las autoridades federales y tomen éste asunto como prioritario, “por la conflictividad que representa”.
Además, el abogado informó que solicitaron una audiencia con el secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, para ver el grado de compromiso que tiene con este conflicto.
Explicó que en la reunión del 22 de marzo en el Congreso local, solamente se trató el conflicto social, es decir, del bloqueo del camino, pero que no se dialogó del conflicto agrario, que dijo, es otra cosa.
Informó que el conflicto agrario se está viendo en una mesa de diálogo con las autoridades estatales y federales, y este lunes solamente trataron el conflicto agrario y no el problema social que es la apertura del camino, que involucra a otros pueblos de la zona.

No tienen médico, enfermera ni medicamentos en una casa de salud en Tlamamacan, Apango

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El gobierno del estado en la administración de Ángel Aguirre Rivero construyó una casa de salud en la comunidad nahua de Tlamamacan, municipio de Mártir de Cuilapan (Apango), pero desde el 2013 que se las entregó no tienen médico, enfermera ni medicamentos.
El inmueble está abandonado y se deteriora en la orilla del pueblo debido a la falta de mantenimiento.
El secretario de la comisaría municipal, Brígido Campos Hernández informó que los enfermos del pueblo tienen que ser trasladados a Chilpancingo o a Iguala.
El problema es que para tomar el vehículo en San Juan Tetelcingo, municipio de Tepecoacuilco, que es el pueblo más cercano, tienen que caminar aproximadamente un kilómetro y atravesar en canoa el río Balsas, lo que dificulta el paso de los enfermos.
Tlamamacan se ubica en la parte sur del río Balsas y tiene dos opciones para ir a Chilpancingo e Iguala, por la carretera federal o la Autopista del Sol, pero para llegar a las vías primero cruzan el río Balsas, mediante canoas cuando el agua es abundante o caminando cuando la corriente del agua no lleva mucha fuerza.
Debido a la dificultad para el traslado de sus enfermos los vecinos solicitaron al gobierno estatal la construcción de una casa de salud, un médico y una enfermera, y en la administración de Ángel Aguirre Rivero se las construyó, pero desde 2013 la casa está abandonada porque nunca les mandaron personal ni medicamentos, declaró el martes pasado Campos Hernández, consultado en esa comunidad.
Detalló que este pueblo de origen nahua tiene mil 300 habitantes y que las autoridades de salud les han informado que para tener derecho a un médico, la normatividad establece que tiene que haber más de 3 mil habitantes.
Agregó que tampoco les han mandado una enfermera ni medicamentos y que los habitantes no entienden para qué les construyeron la casa de salud si no se utilizaría.
En la comunidad se comprobó que la casa está abandonada en la orilla del pueblo y se está deteriorando porque no se utiliza, mientras que los enfermos del pueblo tienen que trasladarse con dificultades a la capital del estado o a Iguala, y hacen de camino de una a una hora con veinte minutos en vehículo.
Brígido Campos Hernández comentó que en este pueblo son muy comunes las enfermedades de las anginas, gastrointestinales, calenturas y padecimientos respiratorios debido a las altas temperaturas.

Atacan y hieren a balazos a un dirigente de la comunidad de Zotoltitlan que iba en una Urvan en Apango y a una pasajera

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

La tarde de este jueves hombres armados atacaron e hirieron al líder de la comunidad de Zotoltitlán en el municipio de Mártir de Cuilapan (Apango), Floriberto Vidal Coxtle cuando se trasladaba en una Urvan del servicio de transporte público de Hueyitlalpan a su localidad.
El síndico de Mártir de Cuilapan, Benito Sánchez Ayala informó que el ataque ocurrió aproximadamente a las 4 y media de la tarde en la Loma del Pito en la carretera Hueyitlalpan-Zotoltitlán que está a unos 40 minutos de Apango, la cabecera municipal.
Informó que en la emboscada también resultó herida una anciana de aproximadamente 70 años de la que no se tuvieron mayores datos debido a que viajaba sola y no pudo proporcionar su identidad.
Vidal Coxtle tenía heridas en el pecho y en un brazo y primero fue llevado al centro de salud de Apango pero por la gravedad de sus lesiones fue trasladado escoltado por la Policía Estatal al hospital Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo, informó el síndico.
Agregó que se desconoce la identidad y el número de los atacantes, fuentes policiacas informaron que en el parabrisas de la Urvan había 15 impactos de bala.
En la Urvan solamente viajaba Vidal Coxtle, la anciana y el chofer quien resultó ileso.
Floriberto Vidal es un líder natural de Zotoltitlán y ha encabezado el movimiento por la defensa de los manantiales de su comunidad en contra de los alcaldes de las distintas administraciones municipales que desvían el agua hacia la cabecera municipal.
En la actual administración Vidal Coxtle encabezó la suspensión del suministro de agua el año pasado debido a que según los habitantes de Zotoltitlán, la presidenta municipal de Movimiento Ciudadano, Felicitas Muñiz Gómez pretendía abrir un tercer pozo para llevar más agua a Apango, sin la autorización de los habitantes de la comunidad.
Desde la anterior administración del alcalde perredista, José Guadalupe Rivera, ha propuesto que las obras en esa comunidad se realicen mediante un comité conformado por habitantes del pueblo y no directamente por los alcaldes puesto que estos desvían los recursos.

Para sobrevivir a la pobreza, la mitad de la población nahua de San Juan Totolcintla se hizo migrante

San Juan Totolcintla, municipio de Mártir de Cuilapan (Apango), es un pueblo nahua casi abandonado. El 50 por ciento de sus aproximadamente 3 mil habitantes ha emigrado ante la insensibilidad de los tres órdenes de gobierno, pues a pesar de la abundante agua que les provee el río Balsas se debaten en la pobreza, viven marginados y olvidados del apoyo oficial.
La localidad se encuentra a unos 40 minutos de recorrido desde el entronque con la Autopista del Sol que está cerca del puente Solidaridad, y para llegar se debe pasar por las comunidades de Tula del Río y San Agustín Oxtotipan, también del municipio de Mártir de Cuilapan. Frente a estos pueblos, cruzando el río, están San Francisco Ozomatlán, municipio de Huitzuco y Ahuetlixpa, de Mártir de Cuilapan.
En todos estos pueblos sus habitantes se ven obligados a emigrar debido a la pobreza y la falta de empleos. En San Juan Totolcintla, del 50 por ciento que se van el 30 por ciento son jornaleros agrícolas, y un 20 por ciento son migrantes en Estados Unidos. Los primeros salen por temporadas de seis meses de su pueblo y los segundos los abandonan años, o ya no regresan.
Los migrantes han logrado algún progreso que se evidencia con amplias casas de arquitectura moderna, aunque la mayoría están abandonadas en las orillas del pueblo o en pleno centro, con vistosas fachadas de cantera.
En cambio las de los jornaleros se ven ruinosas y desvencijadas. Son construcciones pequeñas, de adobe o madera, pero igual permanecen abandonadas y cerradas hasta que sus propietarios regresan, “la mayoría peor que como se fueron, porque lo que fueron a ganar fue sólo para ir al día”, contó el presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Totolcintla, Melquiades García Ríos, un ex jornalero que ha recorrido varios estados del país.
Muchos, incluso, no regresan con vida, como Fresnia Juárez Domínguez de apenas 13 años y su prima Diana Juárez Villegas de 18.
Ambas vecinas de esta comunidad perdieron la vida en un accidente automovilístico el 10 de febrero cuando eran trasladadas en una camioneta de redilas de Autlán de Navarro, Jalisco, a la huerta Casimiro Castillo donde se empleaban en el corte de tomate.
En ese accidente hubo ocho muertos, seis mujeres y dos hombres. De las mujeres cinco eran de Guerrero pero sólo tres fueron trasladadas el domingo 12 de febrero a sus comunidades de origen. Fresnia y Diana fueron sepultadas el 13 de febrero en San Juan Totolcintla y Evelin Domínguez Juárez, de 12 años, ese mismo día en Ahuetlixpa.
Las otras dos mujeres eran de San Francisco Ozomatlán, localidad de la misma zona nahua. Ellas no fueron trasladadas para ser sepultadas en su comunidad por la precariedad económica de sus familiares, quienes las inhumaron en Autlán, según contaron los vecinos de Totolcintla.
En el accidente también hubo 18 heridos, la mayoría originarios de estas comunidades bordeadas por el río Balsas.
Estas muertes consternaron a los habitantes de estos pueblos y responsabilizaron no sólo a las empresas que contratan a los migrantes por las condiciones en que los tienen trabajando, también a las autoridades de los tres órdenes de gobierno por la falta de proyectos y oportunidades para arraigar a los habitantes y evitar que salgan en busca de trabajo a otros lugares, a pesar de que se puso en marcha aquí en 2013 el programa federal Cruzada Nacional contra el Hambre que resultó un fraude, según la queja de don Melquiades García Ríos.
Consultado en una visita al pueblo, el presidente del Comisariado de Bienes Comunales declaró que lo que hace falta en San Juan Totolcintla es mucha inversión del gobierno, “todos sabemos que aquí se echó a andar el plan piloto de la Cruzada Nacional contra el Hambre pero desgraciadamente nosotros nunca la vimos”.
Denunció que “así como llegaron los técnicos así se fueron, muchos ni nos dimos cuenta pero se llevaron la lana (el dinero) de las dependencias y nosotros seguimos igual, no hay empleo, no hubo proyectos productivos, no hubo inversión para arraigar a la gente, como se dijo que era el objetivo (del programa)”.
Dijo que por eso los habitantes se ven obligados a emigrar sobre todo a los estados del norte del país, e incluso a los Estados Unidos, “de donde nos han mandado también como a tres muertos porque se han accidentado, pero el gobierno no se da por enterado, se entierran con la cooperación de los paisanos que están allá”.

El 50 por ciento de los habitantes abandonó el pueblo

García Ríos dijo que los migrantes o jornaleros de este pueblo se van con la esperanza de sacar adelante a su familia, “pero muchos allá encuentran la desgracia, otros regresan peor que como se fueron porque lo que les pagan apenas les alcanza para ir al día”.
Mientras que los que se quedan se dedican a las labores del campo, sobre todo a la siembra de maíz para el autoconsumo, otros siembran sandía, cortan leña y las mujeres tejen la cinta o elaboran sombreros. Según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), San Juan Totolcintla cuenta con 3 mil 60 habitantes, de los cuales según Melquiades García Ríos el 50 por ciento ha abandonado la comunidad. De éstos el 30 por ciento se va de jornaleros agrícola a otros estados y el 20 por ciento es de migrantes que radican en Estados Unidos.
“Los que se van como jornaleros a otros estados del país como Colima, Nayarit, Jalisco, Michoacán o Morelos se van por temporadas, regresan cada seis meses. Pero los que van a Estados Unidos se van por 10 o 15 años, algunos, incluso desde que se fueron no han regresado”.
El líder agrario dijo que en el caso de los jornaleros la mayoría regresa en peores condiciones que cuando se fueron, “nunca regresan en mejores condiciones, si se van es para irla pasando con toda la familia. Se van todos porque aquí no hay un empleo y si aquí no lo encuentran se van para allá pero regresan otra vez sin nada, vienen a sembrar y otra vez se van. En realidad nunca mejora su condición de vida”.
De los que se van de migrantes a Estados Unidos reconoció que se ve la mejoría, “la mayoría está construyendo, tienen su dinero ahorrado en el banco, otros tienen ganado, y son pocos los que regresan igual o peor que cuando se fueron”.
Mencionó el caso de un amigo suyo, Faustino Linares, quien hace poco comenzó a construir en el Mirador, cerca del puente Solidaridad, un restauran y habitaciones tipo hotel, pero que el gobierno federal y el que tiene la concesión de la carretera no lo dejan, le quieren cerrar.
Cuando menos este martes 21 de febrero la soledad que denota el pueblo abandonado se disipó con la algarabía de sus pocos habitantes, que se concentraron en la Comisaría y en la cancha techada del centro del pueblo. Allí celebraron el Día Internacional de las Lenguas Indígenas.
Los maestros de la Escuela Primaria Intercultural Bilingüe Francisco Villa se encargaron del festejo, organizaron bailables, danzas, poesías corales y narraron cuentos en nahua y en español.
Desde la mañana la banda de música de viento del pueblo, en la que toca Melquiades García Ríos, amenizó la fiesta y acompañó a la danza de Los Chinelos.
En la mesa del presídium estuvieron las autoridades educativas y el comisario municipal, Marcial Barrios Jiménez.

No hay trabajo

Al final de la celebración, volvió a la realidad, “en San Juan Totolcintla no tenemos trabajo, por eso la gente sale a buscarlo a otros estados en donde se emplean en los diferentes cultivos”.
Después se quejó, “tenemos bastante agua en el río pero nos falta el recurso para poder extraerla y utilizarla, y la gente tiene que buscar la forma de sobrevivir, por eso abandona el pueblo”.
Denunció que el gobierno los tiene abandonados y que la gente que se queda, “algunos se mantienen de la siembra de sandía, de milpa o de papaya, pero lo hacen por su propia cuenta, no tienen los recursos como camionetas para transportar su producto y venderlo en otros lugares”.
Barrios Jiménez declaró que a los pocos que les va bien en este pueblo es a los que tienen familiares trabajando en Estados Unidos, pero que ahora ellos también están en riesgo por las medidas antiinmigrantes del nuevo presidente Donald Trump.
Contó que la gente que se va a Estados Unidos está temerosa por la amenaza de ser deportada, y dijo que entre enero y febrero dos habitantes de esta localidad ya fueron deportados.
Consideró que las medidas asumidas por el nuevo gobierno estadounidense van a afectar a San Juan Totolcintla porque los migrantes que trabajan en Estados Unidos envían recursos a sus familias, y la mayoría construye sus casas y da empleo a la gente de la región, pero que si las medidas en contra de ellos se endurecen van a tener que regresarse y dejar de mandar ese dinero.
Informó que los migrantes también aportan sus cooperaciones para las obras del pueblo, como drenaje, pavimentación de calles, agua o canchas deportiva.
Casi a las 3 de la tarde, San Juan Totolcintla volvió a ser un pueblo abandonado. Sus calles lucían solitarias y la mayoría de sus casas permanecían cerradas y abandonadas. La monotonía se interrumpía sólo por la música que se transmitía desde un altavoz colocado en lo alto de algún lugar del pueblo. A través del aparato “Cristian” mandaba saludos y felicitaciones a “Yamilet” por su cumpleaños.
Llamó la atención los nombres de los jovencitos, evidentemente contrastaban con el festejo que recién había terminado con motivo del Día Internacional de las Lenguas Indígenas que parece que también quieren emigrar, no han podido arraigarse.

Dice la Saica que son seis los jornaleros fallecidos en el accidente en Jalisco

El secretario de Asuntos Indígenas y Comunidades Afromexicanas, Gilberto Solano Arreaga confirmó que seis jornaleros agrícolas de Guerrero, entre ellos cuatro mujeres, murieron en un accidente de un camión de carga en el estado de Jalisco el viernes pasado.
Sin embargo, consultados vía telefónica, los familiares de las dos niñas y una joven fallecidas en el accidente informaron que hubo ocho muertos, seis mujeres y dos hombres.
Solano Arreaga aclaró que se mencionan dos personas más fallecidas en el hospital, pero no han sido identificadas, agregó que 17 heridos, todos originarios de Guerrero, ya están estables.
Ayer, en estas páginas se informó que dos niñas y una joven nahuas serían sepultadas este lunes en su pueblo natal, fallecidas en un accidente automovilístico cuando se dirigían a trabajar a un plantación de caña.
El secretario dijo que el accidente ocurrió en la ruta de Autlán, en la zona conocida como El Venidero, en Jalisco, cuando una camioneta de carga se salió de la carretera, llevando a los jornaleros al corte de tomate en un campo agrícola.
A las 10 de la noche el funcionario confirmó los datos de cuatro mujeres fallecidas, tres de San Juan Totolcintla, Mártir de Cuilapan (Apango): Fresnia Juárez Domínguez de 13 años, Diana Juárez Villegas de 18 años, y Evelin Domínguez Jiménez de 12 años; de San Francisco Pozonatlán, Huitzuco, Lorena Damián Castelar, de 40 años.
Solano Arreaga manifestó que se había informado de dos decesos más pero que no han sido identificados, y que otra versión indicaba que sus familiares valoraban enterrarlos en Jalisco.
Argumentó que las secretarías de Asuntos Indígenas, Migrante y de Salud del estado, contactaron a las autoridades de Jalisco para atender las necesidades de las víctimas.
Agregó que las víctimas son parte de la migración que sale de Chilapa en los meses de noviembre y diciembre, muchos con enganchadores y que la mitad de los jornaleros no se registra en el padrón de migrantes de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
El secretario explicó que se basan en el padrón para pedir el seguro en caso de accidentes y decesos, pero en este caso, identificaron la unidad que trasportaba a los jornaleros, para que los abogados revisen la situación laboral de las víctimas.
Añadió que aún desconocen quién contrató a los jornaleros, pero están cubriendo el trámite legal para que la empresa cubra los seguros de vida.

 

Mueren en un accidente de auto el viernes dos niñas y una joven que iban a cortar caña a Jalisco

 

Una niña nahua de 12 años y otra de 13 así como una joven de 21 años murieron en un accidente automovilístico el viernes pasado cuando a las 8 de la mañana se trasladaban a trabajar a una plantación de caña cerca de Autlán de Navarro, Jalisco.
Los cuerpos llegaron la tarde de ayer a su pueblo natal de San Juan Totolcintla, municipio de Mártir de Cuilapan (Apango) de donde salieron en noviembre del año pasado en busca de trabajo a los campos agrícolas de ese estado.
Consultado vía telefónica, el comisariado de bienes comunales de ese pueblo, Melquiades García Ríos denunció que los responsables de estas muertes no son sólo los polleros (traficantes de personas) que trasladan a los migrantes en condiciones inseguras, sino también los gobiernos federal, estatal y municipal que no garantizan empleos, educación y salud en las comunidades indígenas.
Visiblemente consternado, García Ríos informó que las víctimas son Evelin Domínguez Juárez, Jessenia Juárez Domínguez y la joven Diana Juárez Villegas. Todas integrantes de una misma familia.
Las tres junto con el resto de su familia se trasladaban en un camión de Autlán de Navarro a la huerta Casimiro Castillo, en donde trabajaban en el corte de caña, informó García Ríos.
El comisariado informó que los cuerpos de las dos menores y la joven fueron recibidos la tarde de ayer en San Juan Totolcintla, pero que serán sepultados hasta este lunes porque todavía no llegaban sus familiares que venían también de Autlán de Navarro, Jalisco.
García Ríos dio a conocer que por las condiciones de pobreza extrema en que se encuentra la familia, los cuerpos fueron trasladados en una camioneta y sin ataúd de Autlán a Guadalajara, Jalisco.
Informó que sólo pudieron conseguir los féretros con la intervención de Humberto Santos Bautista y Guillermo Álvarez Nicanor, conocidos de la familia y quienes solicitaron apoyos por medio de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum).
Explicó que los cuerpos viajaron ya en ataúd de Guadalajara a San Juan Totolcintla, gracias a la ayuda de la Codehum.
García Ríos dijo que los polleros tampoco se interesan en que los jornaleros cuenten con un seguro de vida o que quienes trabajan no sean menores de edad.
“Es lamentables que ocurran estas muertes así, pero también es culpa de nuestros gobiernos federal, estatal y municipal porque no generan empleos en el estado, ni tampoco garantizan educación y salud en los pueblos indígenas, por eso nuestra gente se va en busca de una mejor vida a otros estados”, exclamó.
Informó que los familiares abandonaron en noviembre del año pasado San Juan Totolcintla en busca de empleos y una mejor vida y fueron al estado de Jalisco y allá se emplearon en el corte de caña.
“Los familiares y sus vecinos estamos muy consternados, no sabemos cómo explicar el dolor que sentimos, estas cosas no deberían de pasar si hubiera mayores oportunidades en nuestras comunidades indígenas”, dijo Melquiades García, y agregó que no es posible que las dos niñas hayan encontrado la muerte cuando iban a trabajar a una hora en que deberían estar en la escuela.
“Ojalá el gobierno se diera cuenta que ocurren estos casos para que se sensibilizara, hiciera conciencia, e hiciera algo para evitar que sigan ocurriendo estas muertes”.
Explicó que por ejemplo en San Juan Totolcintla hay mucha riqueza por el agua del río Balsas que bordea dicha comunidad, pero que hace falta inversión del gobierno. Agregó que si los pobladores tuvieron el apoyo no tendrían necesidad de irse a trabajar de jornaleros en donde sufren malos tratos y no todos regresan con vida a sus lugares de origen.

Bajan asesinatos 90% y secuestros casi 100 en comparación con años previos a la Tecampanera, dicen

Ante la presencia de grupos armados de la organización delictiva La Familia Michoacana, más de 2 mil familias de la cabecera municipal de Teloloapan huyeron, mientras que pueblos completos del municipio fueron desplazados, según datos de la Policía Comunitaria Tecampanera.
En un balance de su primer aniversario, uno de los principales líderes de la autodefensa calculó que el índice de homicidios bajó en más del 90 por ciento en comparación a los años anteriores a su conformación, pues antes, dijo, se daban tres o cuatro ejecuciones por semana.
Respecto a los secuestros, el representante de la autodefensa dijo que este delito lo han reducido a casi el 100 por ciento en la cabecera municipal, “algo que no pudo o no quiso hacer el gobierno, nosotros lo hemos logrado en un año”.
En Teloloapan, aparte de la cabecera municipal, informó que en los pueblos de Tehuixtla y El Tanque ya conformaron sus policías comunitarias, como también lo están haciendo comunidades vecinas de los municipios de Apaxtla y Cuetzala.
“En Teloloapan no hay una sola familia que no haya sido víctima de la delincuencia, a todos les han secuestrado al menos a un integrante de su familia, a otros más; y los que no, han sido víctimas de extorsión, robo, pago de piso y les han matado a uno de sus familiares”, contó el líder, quien reconoció que también estuvo secuestrado por integrantes de la Familia Michoacana durante cuatro meses, pero, como pocos, logró escapar; uno de sus hermanos también estuvo secuestrado siete meses y fue liberado tras pagar el rescate.
“Aquí no puedes ver a una sola persona que no haya sido afectada”, dijo, y narró que a otro comunitario que se acercó a saludarlo mientras relataba su historia también lo habían secuestrado, y que su familia también pagó rescate para que lo liberaran, mientras que a su hermano y a un sobrino los asesinaron.
Estimó que, sólo de la cabecera municipal más de 2 mil familias huyeron en los últimos cuatro o cinco años a causa de la violencia e inseguridad que generó el grupo delictivo La Familia Michoacana.
Pueblos enteros como Laguna Seca, Acatlán y Rincón del Sauce, fueron desplazados, y sólo con el paso de los años sus habitantes empiezan a regresar poco a poco.
Dijo que a un año de su conformación, la comunitaria tuvo unas 10 bajas en diferentes hechos.
La mañana de ayer, más de 2 mil policías comunitarios de Teloloapan, Apaxtla y Cuetzala, pueblos vecinos en la zona Norte de Guerrero que han sido azotados por el crimen organizado, marcharon en esta cabecera municipal para conmemorar el primer aniversario de la creación de la Tecampanera, que surgió en enero de 2016 para defenderse de la organización criminal La Familia Michoacana, que tiene su principal asentamiento en Arcelia.

Eran de Chiapas los dos jóvenes hallados ejecutados el viernes entre Zotoltitlán y Apango

Los dos jóvenes ejecutados a balazos y hallados el viernes en una barranca del cerro Tonalapa, entre las comunidades Zotoltitlán y Apango eran originarios de Chiapas.
Fuentes del Servicio Médico Forense (Semefo) informaron que una de las víctimas se llamaba Luis y tenía 20 años y el segundo era Ángel David y tenía 16 años, ambos eran originarios de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Los dos cuerpos fueron entregados a sus familiares.
La tarde del viernes dos jóvenes ejecutados a balazos fueron hallados en una barranca del cerro Tonalapa, entre Zotoltitlán y Apango. Los cuerpos de las víctimas estaban boca abajo en una barranca a 4 kilómetros de las canchas de futbol de Apango, la cabecera municipal de Mártir de Cuilapan.

Enfrentamientos y una persecución a balazos en Tixtla deja tres heridos y cinco detenidos

Cinco detenidos y tres heridos, dos de ellos trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dejó una persecución a balazos desde el barrio El Santuario en esta cabecera municipal hasta la carretera Atliaca-Apango, luego de que hombres armados atacaron a policías estatales.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal informó en un boletín de prensa que en esta acción hubo cinco detenidos y se les decomisó una Suburban blindada blanca, adentro tenían 298 cartuchos calibre .223, cuatro cargadores para fusil AR-15, 321 cartuchos calibre 7.62 x 31 para fusil AK-47 o cuerno de chivo y 20 gramos de mariguana.
A los cinco presuntos delincuentes les decomisaron dos cuernos de chivo y dos fusiles AR-15, una pistola calibre 9 milímetros, una granada de mano, 16 cargadores calibre AR-15, 19 cargadores calibre AK-47, y dos chalecos antibalas.
Los agentes estatales hallaron entre la maleza un fusil de asalto AK-47 y otro AR-15 equipado con lanza granadas.
Fuentes policiacas informaron que a la 1 de la tarde la Policía Estatal recibió el reporte de que había gente armada en una camioneta Suburban blanca, en los lavaderos del barrio El Santuario. Al acudir los uniformados para verificar el reporte fueron atacados a balazos.
Antes de que ocurriera el ataque los delincuentes colocaron un retén en el barrio, revisaban a los automovilistas y motociclistas que pasaban por el lugar.
La agresión en contra de los estatales, provocó una persecución desde este barrio en la transitada avenida Insurgentes hacia la gasolinería ubicada a un lado de Los Arcos de la entrada a la ciudad.
Unos 10 hombres armados a bordo de una camioneta Suburban y otro vehículo al llegar a Los Arcos se encontraron con otra patrulla de la corporación, los civiles se regresaron por esa ruta, que los llevó hacia la carretera federal Tixtla-Chilapa.
Según testigos, ahí los agresores dispararon contra las personas que se encontraban en el hospital del ISSSTE y el hospital Comunitario e hirieron a tres hombres, dos de ellos trabajadores de la CFE, además balearon cuatro vehículos que estaban estacionados, uno de la CFE.
En los barrotes y la fachada del hospital Comunitario había impactos de bala. Ante este hecho los dos hospitales cerraron sus puertas, asimismo tiendas de abarrotes, fondas, ferreterías y papelerías que se ubican en la avenida Insurgentes ante el temor de que ocurriera otra balacera. La tienda Bodega Aurrerá suspendió su servicio 3 horas.
Una testigo relató, “fue como a la 1 de la tarde cuando estaba comprando comida, de pronto escuchamos muchos balazos, vimos una Suburban blanca y otro carro, iban abordo unos 10 civiles armados quienes empezaron a disparar como locos a la gente que pasaba por el lugar, y ahí hirieron a tres personas”.
“Nosotros lo que hicimos fue refugiarnos dentro de la fonda para que no nos pasara nada, porque estos locos disparaban donde sea, tuvimos miedo porque pensé que nos iban a matar”, contó.
Los tres hombres heridos fueron trasladados en una ambulancia de la Secretaría de Salud estatal y en otra de la Secretaría de Protección Civil estatal a un hospital de Chilpancingo, para recibir atención médica.
Después de la agresión en contra de los vecinos en el hospital del ISSSTE y Comunitario, los civiles armados se dirigieron a la carretera federal Chilpancingo-Chilapa y se metieron a la carretera que se dirige de Acatempa a Atliaca.
Antes de llegar a Apango los sicarios se dirigieron a una brecha que lleva a un corral de vacas, dejaron la Suburban abandonada y huyeron hacia los cerros.
Al llegar los policías estatales fueron atacados nuevamente, lo provocó un enfrentamiento a balazos. El helicóptero de la corporación que sobrevolaba la zona recibió un balazo. Los agresores se refugiaron entre los cerros y la maleza.
Después llegaron más policías en 11 patrullas junto a policías comunitarios de la Coordinador Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de Acatempa, quienes se desplegaron entre los cerros para detener a los delincuentes.
Después de la 1:30 de la tarde los agentes cerraron la carretera entre Atliaca y Apango. A las 5 de la tarde se restableció la circulación vial en esa zona. En la carretera se observaron varios casquillos para AK-47, y los hombres armados lograron huir entre los cerros ubicados a un lado de la carretera.
Asimismo dos patrullas de militares y otras dos patrullas de la Policía Estatal recorrieron las inmediaciones de Atliaca para detener a los presuntos delincuentes.
Además en la persecución entre los uniformados y delincuentes, vecinos de Atliaca salieron de sus casas para saber qué estaba pasando luego de que vieron la movilización policiaca y militar.
En la noche la Secretaría de Seguridad Pública estatal dijo en un comunicado que a la 1 de la tarde hubo un enfrentamiento entre dos grupos delincuenciales en Tixtla, y que la Policía Estatal desplegó policías para atender el llamado de la población.
La dependencia informó que los uniformados y militares llegaron al lugar donde había ocurrido un enfrentamiento, los hombres armados se dirigieron hacia Apango lo que generó una persecución, “los delincuentes desde sus vehículos abrieron fuego en contra de los policías, así como a una aeronave de la corporación logrando impactarle disparos en el fuselaje sin afectar su movilidad”.
En la persecución las autoridades policiacas alcanzaron una Suburban blindada blanca, en la que iban abordo seis hombres armados en las inmediaciones del poblado de Atliaca, agrega.
La SSP dice que junto a militares detuvieron a cinco civiles armados, les decomisaron la Suburban blanca, cartuchos de diferentes calibres y armas largas y que los detenidos se llaman Jesús, Francisco, Jesús Enrique, Omar y José Manuel, quienes fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes para deslindar responsabilidades.
“Se tuvo conocimiento que como daño colateral del enfrentamiento que sostuvieron estos delincuentes con otro grupo criminal, resultaron tres personas lesionadas, fueron atendidas en hospitales en Chilpancingo”, concluye el comunicado.

Torturan y ejecutan a un joven; lo hallan en una barranca de Zotoltitlán, Apango

Un joven de 25 años fue asesinado con el tiro de gracia y su cuerpo encontrado envuelto con bolsas de plástico, en la barranca del Tigre en la comunidad de Zotoltitlán municipio de Mártir de Cuilapan (Apango).
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública informaron que a las 9:22 de la noche de ayer hallaron el cuerpo de un joven atado con las manos hacia atrás y los ojos vendados, en la barranca ubicada entre esta localidad y Apango, la cabecera municipal.
La víctima de unos 25 años estaba envuelta con tres bolsas de plástico y tenía un impacto de bala en la cabeza, además había dos casquillos percutidos calibre 9 milímetros.
La zona fue acordonada por policías estatales y militares y peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) hicieron las diligencias de ley.
El cuerpo sin ser identificado fue trasladado al Servicio Médico Forense de Chilpancingo para la necropsia de ley.