Candidatos indígenas y afro en los distritos de la Montaña, piden nahuas, na savi y me’phaa

Carmen González Benicio

Tlapa

En los diálogos informativos que realizó el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Guerrero, sobre la consulta en materia electoral, nahuas, na savi y me’phaa opinaron que los candidatos sean indígenas y afromexicanos en los ocho distritos electorales, que se respete la paridad de género y las planillas sean acordes con el porcentaje de la población existente.
La actividad se realizó en la cancha de la colonia Caltitlán, de Tlapa, con la presencia de 17 autoridades, como delegados, comisarios y representantes de organizaciones, así como de instituciones como la delegación regional de la Secretaría de Asuntos Indígenas, de la Dirección Municipal de Asuntos Indígenas de Tlapa.
Las conclusiones de las mesas fueron dadas por indígenas nahuas, me’phaa y na savi, de acuerdo con las tres mesas integradas, en donde coincidieron que en los municipios, las planillas deben componerse de acuerdo con el porcentaje de población indígena que lo integra, como en el caso de Tlapa, donde sería el presidente, el síndico y cuatro regidores, por tener más del 90 por ciento.
En caso de las mujeres, que se le reconozca su trabajo y se flexibilice, porque muchas de ellas no han podido desempeñar algún cargo por los usos y costumbres prevalecientes.
Además, que las candidaturas sean reconocidas en un 100 por ciento en los ocho distritos.
Para acreditar la auotadscripción calificada, los candidatos deben ser avaladas con un acta de asamblea, en su comunidad o colonia.
También que se les haga un examen oral u escrito, por parte del IEPC, para validar su lengua.
Con ello, que se sancione a quienes simulen ser indígenas o afromexicanos, y a quienes les emitan los documentos que los avalen, porque es fácil caer en la corrupción al facilitar estos escritos.
Además, que deben tener trabajo comunitario, como haber sido parte de algún cargo en la delegación o comisaria, o en la Iglesia, pero que acredite su trabajo y su relación con el pueblo, su cultura y sus costumbres.
Pidieron que los candidatos sean mayores de 35 años y tengan preparación profesional.
Estuvo el consejero electoral Amadeo Guerrero Onofre, quien explicó que las aportaciones a considerar deberán ser acatadas por los representantes de los partidos políticos, al momento del registro de las candidaturas. Mencionó que en Guerrero participarán 15 partidos en el proceso electoral de 2024.
Explicó que se hicieron tres fases, la primera de reuniones previas; la segunda, de los denominados diálogos informativos, donde entregaron cuadernillos, documentos informativos para su análisis y que llevaran a sus asambleas en colonias y pueblos y los diálogos consultivos, con la discusión y propuestas.
Mencionó que los aportes serán entregados al Congreso local, para que los diputados hagan las reformas correspondientes a más tardar en junio.
Luego, seguirá otra fase, para dar a conocer los resultados de las aportaciones.
Los diálogos sobre la consulta previa, libre e informada a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas de Guerrero, se organizan en cumplimiento de la acción de inconstitucionalidad 136/2020 y las reglas para la postulación y registro de candidaturas indígenas y afromexicanas, a los cargos de diputaciones locales e integrantes de ayuntamientos.
Así como para acreditar la autoadscripción calificada, que deberán observar a los partidos políticos, coaliciones, candidaturas comunes y candidaturas independientes, en el proceso electoral local ordinario 2023-2024, en cumplimiento a la sentencia dictada en el expediente SCM-JDC-402/2018.

 

Ignoran gobiernos municipal y estatal demandas de na savi de Santa Cruz, Copanatoyac, denuncian

Antonia Ramírez y Carmen González

Santa Cruz, Copanatoyac

La comunidad na savi de Santa Cruz, municipio de Copanatoyac, denunció la indiferencia de los gobiernos priistas estatal y municipal, que ignoran sus demandas de salud y seguridad.

La comunidad de Santa Cruz es la puerta de entrada a la zona na savi, en la carretera Tlapa-Marquelia; se debe dar vuelta por Tlapa para llegar al crucero, donde la pavimentación es de mala calidad en los primeros tramos; antes, los vecinos pidieron el cambio de la empresa que hacía el trabajo.

Otra entrada, es una brecha de terracería que sale de Copanatoyac hacía la comunidad de Ocotequila y conecta con Ocotillo, pero no es muy transitada y con las lluvias queda cortada en la barranca.

El comisario, Cándido Moreno Barrera contó que en 2013 se construyó el centro de salud de la comunidad, en el periodo del presidente Manuel Ayala, y resultó ser una obra de mala calidad porque desde entonces, en la temporada de lluvias el techo se vuelve una laguna y ahora se trasmina, lo que va deteriorando los medicamentos, el equipo médico y los muebles.

Agregó que tampoco podían exigir más porque desconocían el monto y la empresa encargada de la construcción, no contaban con documentación porque los presidentes entregan o hacen obras sin informar al pueblo.

Dijo que plantearon el problema a Campos Ramírez, pero no les ha hecho caso, le dijeron al regidor de Salud y también los ignoró, y ahora que falta poco tiempo para que cambie el presidente, éste ya no va al ayuntamiento, sólo les recibió la solicitud.

Dijo que la semana pasada acudieron un supervisor y una ingeniera de Planeación de la Jurisdicción Sanitaria 04 Montaña de la Secretaría de Salud, quienes le dijeron que arreglarán y los atenderán entre el 16 y el 18 de septiembre, “pero ya no creemos, así nos han traído desde hace años”.

Describió que en la temporada de lluvias, el agua entra por todo el techo y tienen que estar acomodando las cosas de un lugar a otro donde no caiga tanta agua, pero resulta inútil porque aun así se mojan, algunos muebles se están oxidando o los medicamentos se echan a perder.

Para no ensuciar el piso, la gente no quiere entrar con huaraches porque hay agua, por lo que en más de una vez han resbalado.

Dijo que el doctor reportó las afectaciones desde hace un año, pero lo han ignorado en Salud, y el presidente también, a quien le han llevado solicitudes de apoyo.

En la elección pasada recibieron tres cubetas de impermeabilizante, de un candidato que esperan que los apoye ahora que resultó ser presidente electo.

La localidad tienen 180 pobladores adultos o ciudadanos y llegan a atenderse de las comunidades de Ocotillo, Ocotepec, Tlacotepec y hasta de Ocuapa, una de las poblaciones grandes, “parece que les gusta la atención aquí o hay mejores condiciones”.

 

La inseguridad: homicidios, asaltos o tiradero de cuerpos

Sobre la seguridad, manifestó que las autoridades estatales o municipales incumplieron el acuerdo de medidas preventivas en esta zona, luego de que asesinaron al profesor y sus compañeros pararon labores, y para que volvieran les aseguraron que se harían rondines en la zona y se instalaría un módulo de seguridad.

“Nada de eso se cumplió, luego que los maestros aceptaron regresar, así como médicos y enfermeras, y otros trabajadores sólo se reportaron como dos semanas, de lunes a viernes por la mañana, de ahí nada, empezó el ciclo escolar y no han venido, el presidente no cumplió”, se quejó.

Agregó que tampoco han dicho nada de la construcción del módulo de seguridad que les dijeron que se haría “fuimos a ver el terreno que se donó para eso,  será antes de la primera casa del pueblo, pero no hay nada, estamos en las mismas”.

La Policía Estatal hizo lo mismo, sólo fue las primeras semanas y luego dejó de ir, pese a que la comunidad ha brindado el apoyo para establecer el módulo y las acciones que requieran.

La petición de seguridad de los pobladores de Santa Cruz es porque, en los últimos meses, en su territorio han sido encontradas personas asesinadas, entre ellos 14 restos: seis cadáveres, seis cabezas y dos esqueletos, y varios restos óseos cerca del crucero, en el punto conocido como barranca Honda, en la carretera Tlapa-Marquelia.

Sobre ello no se sabe si han sido identificadas, ya que fueron trasladadas al Semefo en Chilpancingo, pero algunas fueron decapitadas, otras semicalcinadas y devoradas por animales, según la Fiscalía. Eso fue el 13 de noviembre de 2017.

Luego de ese hallazgo, el 18 de abril de 2018, ocurrió el homicidio del maestro Isidro Refugio Gallardo de 38 años, quien se trasladaba, en su carro Tsuru blanco con franjas negras, a su trabajo en la primaria de la comunidad de Ocotillo, cuando hombres armados le salieron al paso disparándole, murió en el lugar y su hija de 7 años que lo acompañaba salió ilesa.

El asesinato ocurrió en la curva del puente, donde se inicia el ascenso a la comunidad de Santa Cruz, siguiendo a Ocotepec, Ocotillo, Tlacotepec y llegar a Ocuapa.

El 23 de abril de 2018, más de 40 profesores de la zona escolar 60 suspendieron labores por la falta de seguridad y exigieron una mesa de trabajo con las con autoridades municipales y estatales para que les garantizaran su integridad.

El secretario general de la zona 60 e integrante de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), Eliseo Espíndola fue quien solicitó atención al área jurídica de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Gobernación del estado, Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y Gobernación regional del estado.

En ese tiempo, reconoció, padecían asaltos y robos, y sabían de personas que aparecían muertas, pero lo aguantaron hasta que mataron a su compañero, y a su postura de no acudir a dar clases se sumaron profesores de telesecundarias, Colegios de Bachilleres y de las clínicas rurales, para no ser víctimas de la delincuencia.

Los profesores se reunieron con las autoridades municipales el 9 de mayo, cando acordaron regresar a dar clases el siguiente lunes, luego de que representantes de los municipios de Copanatoyac, Tlapa, Atlamajalcingo del Monte, Malinaltepec y Xapatláhuac dijeran que se coordinarían con la Policía Estatal, para hacer revisiones y rondines en la zona, pero no cumplieron.

 

 

 

 

Caducan medicinas en la casa de salud de San Martín, Alcozauca; no hay médicos que las prescriban, se quejan

Los pobladores de la comunidad na savi de San Martín, anexo de Zoyatlán, municipio de Alcozauca, pidieron médicos que los atiendan y que se usen los medicamentos antes de que caduquen en la casa de salud, porque no cuentan con alguien que se los prescriba cuando están enfermos.
Contaron que, por falta de atención médica una mujer de la comunidad murió luego de dar a luz, dejando a su hijo huérfano, a causa del recorrido que hicieron los familiares para llevarla a Zoyatlán, comunidad cercana donde hay un centro de salud, y de ahí a la cabecera municipal de Alcozauca, de donde regresó muerta.
Agregaron que, como hay más datos de la familia sólo saben que su hijo sobrevivió, pero no cuáles fueron los motivos de la muerte de la mujer, ya que la familia tampoco habla del tema.
Por ello pidieron al comisario, Mario Salazar Guerrero, que exija la atención a la salud de la población para prevenir más muertes.
Las madres de familia comentaron que no han tenido médicos en el lugar, y que habilitaron una casa de salud donde está el medicamento y equipo para curaciones y atención básica, que recetaban un médico, un enfermero y un técnico de las Caravanas de la Secretaría de Salud, pero hace más de una año que se las quitaron.
Acudieron a la Jurisdicción Sanitaria 04 de la Montaña, en Tlapa, para preguntar sobre estas demandas, y les respondieron que serían atendidos por el IMSS-Prospera, pero tampoco iban con frecuencia, y cuando lo hacían la atención era deficiente.
Remarcaron que no tienen atención médica en el lugar, y ahora para el control de sus padecimientos las citan en el centro de salud de Zoyatlán, y de ahí las envían a Alcozauca o a Tlapa, según el tipo de enfermedad.
Una madre de familia contó que, para su control como beneficiarias del programa Prospera, tienen que ir a Zoyatlán, “caminar más de dos horas para llegar al centro de salud sólo para que les tomen el peso y talla a nuestros hijos”, se quejó.
Otra madre dijo que eso es difícil porque algunas mujeres tienen hasta 10 hijos, por lo que no puedan llevarlos a todos, o no todos son atendidos el mismo día y tienen que quedarse en Zoyatlán sin un lugar donde hospedarse.
Una madre contó que a ella le asignaron sus citas en el centro de salud del 11 al 14 de mayo, “no puedo quedarme muchos días allá, tendré que viajar todos los días para que los pesen y los midan, eso me parece mal, porque saben que aquí no hay carros, que debemos caminar, por qué no en un solo día atienden a una familia”, sugirió.
Agregaron que están dispuestos a apoyar al personal médico que asignen de manera permanente a la comunidad con los alimentos y hasta con la gasolina, “ya lo hemos hecho, nos hemos cooperado para pagarle la gasolina al doctor, y que venga de Zoyatlán”, dijeron.
“Aportamos cinco pesos todas la de Prospera, y de ahí le damos 200 pesos para la gasolina de su carro, así cuando vienen nos atiende a todas y no tenemos que ir una por una caminando hasta allá”.
El comisario y los pobladores desconocen quién les brindará los servicios, pues ya no tienen las caravanas de la Secretaría de Salud ni las unidades Móviles del IMSS-Prospera, que les dijeron que en abril de 2017 llegarían, pero la atención no la han recibido de manera oportuna.
Por ello, han hecho uso de remedios caseros, pero las enfermedades complicadas los obligan a trasladarse a Zoyatlán, mientras los medicamentos que hay en la casa de salud caducan porque no hay nadie que se los dé.
Insistieron en que les asignen médicos y enfermeras, “sería mejor que esté al menos una enfermera, para ya no ir hasta Zoyatlán, a veces por un medicamento para una gripa cuando aquí hay, pero están guardados porque no sabemos cuál se ocupa para cada enfermedad”, dijo el comisario.
La casa de salud cuenta con un espacio donde están los medicamentos, las básculas, una camilla, y un consultorio que se deteriora por la falta de uso.
Las mujeres insistieron en la necesidad de tener médicos para las emergencias y para que lleven el control y no tengan que trasladarse con sus hijos a Zoyatlán, “sólo para que los pesen y los midan, porque aquí hay una báscula”, y así no sean afectadas en el programa Prospera por no acudir a la cita.
En la localidad de Zoyatlán no se pudo obtener información sobre los médicos del centro de salud, que estaba abierto, pero nadie respondió al llamado.
Para la Jurisdicción Sanitaria 04 Montaña, en su formato de pirámide poblacional la comunidad de San Martín/Arenal tiene 315 habitantes.

En el municipio sólo estamos de apoyo: IMSS-Prospera

Por su parte el supervisor medico zonal del IMSS-Prospera, César Sierra comentó que en enero de este año empezaron a recorrer el municipio de Alcozauca con las Unidades Médicas Móviles, que incluyen un médico, una enfermera y un técnico, que también atienden el municipio de Huamuxtitlán.
Sin embargo, no tienen población asignada del programa Prospera y sólo están de apoyo en responsabilidad compartida con la Secretaría de Salud, porque no les han dado la lista de las usuarias, como en Olinalá y Acatepec, donde atienden a 700 derechohabientes de Prospera.
Lamentó que los médicos no quieran trabajar en La Montaña, por lo que es frecuente que sólo lleguen unos meses y luego se vayan, como ocurrió recientemente en esta unidad, que está vacante desde marzo.
Dijo que la atención que brindan es para las enfermedades más comunes, respiratorias, gastrointestinales, de piel, de crecimiento y desarrollo del menor de cinco años, mujeres en edad fértil y control de embarazos.
Informó que la unidad médica estuvo ahí por última vez el 16 de abril, y que en mayo ya habían ido en la primera semana y no tenía la fecha exacta, aunque al 9 de mayo, los pobladores dijeron que no habían acudido.
Comentó que fue este año que el IMSS-Prospera entró a Alcozauca y que la localidad de San Martín es una ruta nueva, donde van para reforzar las acciones de Salud, ya que es un anexo de la comunidad de Zoyatlán, donde hay un centro de salud que se encarga de la atención de las usuarias de Prospera.
En Alcozauca no tienen derechohabientes de Prospera, acuden cada mes a las localidades de Zaragoza, Nuevo Zaragoza, Pueblo de Dios y San Miguel el Grande para dar consulta general, porque no tienen población cautiva.
Los trabajadores comentaron que, para las unidades móviles, atender las comunidades es difícil porque los carros no tienen las características para andar en los caminos sinuosos, que empeoran en la temporada de lluvias.

La comunidad

En la comunidad na savi de San Martín la población de 15 años en adelante tiene la educación básica incompleta en un 100 por ciento y su población es analfabeta en un 70 por ciento, de acuerdo con los datos de microrregiones.
En esta localidad la población sin derechohabiencia a servicios de salud, es 58. 74 por ciento.
Las viviendas no cuentan con baño, drenaje ni agua entubada, por lo que su grado de rezago social es muy alto y aumento de 1.21775 en 2005 a 2.17269 en 2010.
Su población también aumentó de 122 en 2005 a 223 en 2010, 109 mujeres y 114 hombres.
Es una de las comunidades alejadas del municipio de Alcozauca, colinda con el estado de Oaxaca con el que tiene un conflicto agrario.
No cuenta con servicios de transporte de ruta del servicio público, por lo que sus pobladores tienen que caminar entre hora y media y dos horas a la comunidad más cercana, Zoyatlán, donde pueden tomar una “pasajera” a la cabecera municipal de Alcozauca o a Tlapa, aunque sólo hay dos corridas, en la mañana y en la tarde.
El recorrido es sinuoso, entre las barrancas y los senderos que los pies de los niños, hombres y mujeres han marcado ante la falta de transporte y dinero para costear el pasaje cuando algún particular acude y quieran aprovechar el traslado en carro.
Los pinos y encinos los han cobijado con su sombra durante el recorrido, que cubren en cuatro horas, dos de ida y dos de regreso, que puede aumentar si llevan alguna carga.
El acceso de los carros tampoco es sencillo, pues la tierra suelta, las subidas empinadas y la falta de rastreo hacen que patinen o no suban si no es empujando; y el riesgo de patinar en el lodo podría significar irse al cerro, en el mejor de los casos, y en el peor a alguna barranca.

 

El Domingo de Ramos a Tlapa las palmas llegan de los na savi de Cuatzoquitengo, Malinaltepec

Pobladores na savi de la comunidad de Cuatzoquitengo del municipio de Malinatepec realizan las artesanías de palmas que se usan en este domingo de Ramos en Tlapa. Los indígenas llegaron un día antes para la venta de las palmas, a un costado de la catedral de San Agustín donde las personas creyentes acuden a comprarlas para llevarlas a la procesión de Las Palmas por la mañana en que serán bendecidas. Los indígenas venden a 10 pesos cada palma que tejen de diferentes figuras a las que les colocan flores o ramos de laurel, los cuales también venden por separado. Para vender sus productos el Ayuntamiento de Tlapa les cobra el pisaje de 50 pesos el metro cuadrado por día; algunos sólo pagaron uno colocando sus pequeños pedazos de plástico “naylos” sobre los que ponen las plamas; otros 125 pesos porque pidieron 2 metros y medio, según lo grande de la familia que acude a Tlapa a venderlas. Se tardan de 10 a 15 minutos para la realización de Las Palmas, según la figura que hagan, es una tradición familiar. Entre los vendedores que acudieron a esta ciudad se encuentran unos 30 artesanos que ofrecen sus palmas; algunos meten otros materiales como el trigo, pero ya los compran hechos. Compran en esta ciudad por ciento las palmas para hacer las figuras, traídas desde comunidades de Oaxaca . En la religión católica este día se celebra la entrada de Jesús a Jerusalén el  Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa. En las creencias indígenas Las Palmas servirán para hacer los huaraches a los difuntos para que transiten al más allá, pues es material ligero y que no se quema en el camino hacia el inframundo, y por eso deben ser bendecidas. Esta comunidad es una de las destacadas en la elaboración de sombreros de palma, y para los artesanos es más redituable vender una palma que un sombrero que venden en 5 pesos y tardan más en terminar. El ciento de palma les cuenta 50 pesos y la mayoría la traen de Oaxaca.

Exigen autoridades de Tototepec, Tlapa, obras de drenaje, agua potable y carreteras pendientes

Pobladores y autoridades de la comunidad na savi de Tototepec, Tlapa, exigieron a las autoridades municipales, estatales y federales que cumplan la construcción de obras pendientes de drenaje, agua potable y carreteras.
En una reunión este martes, el comisario Domingo Roberto Villanueva Castro; los principales, pobladores e integrantes de los bienes comunales, Honorio Morales Bonilla, y del comité de Vigilancia, Juan García Gálvez, exigieron a las autoridades celeridad y cumplimiento de las obras, y la entrega de un millar de tabiques para hacer las ollas del drenaje afectadas por las lluvias.
Dijeron que, a más de un mes de que el presidente priista, Jesús Noé Abundiz García se comprometió a apoyarlos en la rehabilitación del drenaje que atraviesa el pueblo, no ha cumplido; primero los trajeron dando vueltas exigiendo el cemento; ahora por el ladrillo y los trabajadores, que no llegan para rehabilitar el drenaje.
Recordaron que las aguas negras afectan a toda la población, pero especialmente a los niños de la primaria y el preescolar en la colonia Agua Zarca, donde se estancan.
Esa obra fue afectada hace años y nadie había querido componerla, y ahora la población ofrece la mano de obra y al Ayuntamiento le pide el material, “pero nos traen engañando y dando vueltas”, se quejó el comisario.
Dijo que al mediodía acudió personal del Ayuntamiento con dos topógrafos para terminar los detalles del proyecto de agua potable, “pero es una obra de más de tres años que no han cumplido”.
Morales Bonilla contó que el pasado 19 de febrero los vecinos estuvieron en la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado y Saneamiento del Estado de Guerrero (CAPASEG), en Chilpancingo, donde les dijeron que la obra de agua potable sería reprogramada con recursos por 15 millones para tuberías y válvulas para toda la población.
Agregó que desde 2009, el Ayuntamiento no les informaba del inicio de la obra y este martes acudieron topógrafos a revisar la zona.
Dijo que con esos datos licitarán la obra para iniciar los trabajos, lo cual esperan que sea cierto porque ya llevan varios años sin que se haga, lo que afecta a más de 4 mil 500 habitantes, que toman o van por el agua a los pozos y barrancas, pero cuando se secan compran en pipas, que es muy costoso.
Invitaron a las autoridades que participarán en la obra con mezcla de recursos a que se coordinen, les den los recursos y no la retrasen.
Otra obra pendiente es la carretera que anunció el ex delegado en Guerrero de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (Cdi), Julio César Licona, que iría de Tototepec a Xalatzala, y aún no hay nada porque al asumir Lenin Carbajal Cabrera como delegado, hizo a un lado todo, “es un delegado muy jodido; a pesar de ser de Guerrero, no tiene capacidad para dialogar, ya por eso una vez le fuimos a tomar la oficina”, recordó Morales Bonilla.
Dijo que para esa carretera pavimentada estaban presupuestados 15 millones de pesos y ya había iniciado la obra, “ahí se quedó cuando lo cambiaron, por eso fuimos a exigir que cumplan”, dijo.
Agregó que el 19 de febrero, en la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del Estado Guerrero (CICAEG) les dijeron que se rescataría la obra, pero iniciaría en el tramo Xalatzala-Xalpatláhuac, donde esperaban que el presidente priista, Rosendo Larios Rosas, quien pretende reelegirse, hiciera su parte y exigiera que se cumpla “aunque es un presidente que no escucha”, dijo.
Enfatizó que esperan que las autoridades cumplan y no los engañen porque si no se movilizarán “aquí la gente va porque sabe que es por el bien de ellos”, concluyó.

 

Propone el Congreso Nacional Indígena un frente contra la embestida del gobierno federal

Integrantes del Congreso Nacional Indígena llamaron en una asamblea en la comunidad de La Fátima, municipio de Ayutla, a organizarse para formar un frente contra el gobierno federal ante las embestidas violentas a los pueblos originarios, y denunciaron que el sistema discrimina y pretende dividir al pueblo.
Unos 500 habitantes de la localidad y de otras de la zona indígena de Ayutla acudieron a la asamblea, ayer al mediodía en la cancha techada, donde denunciaron que las autoridades discriminan y despojan de sus tierras a los indígenas bajo un sistema “podrido”.
La Fátima se localiza a una hora de recorrido de la cabecera municipal de Ayutla, en la región Costa Chica. Representantes de al menos 15 comunidades asistieron a la asamblea que se celebró en idiomas tuun savi y me’phaa.
Los participantes denunciaron que autoridades de los tres órdenes de gobierno tienen olvidados a los pueblos indígenas, pero aseguraron que no están solos, porque están organizados y son “muchos”.
Tres músicos de la comunidad de El Platanar tocaron melodías tradicionales, y mujeres bailaron y mostraron su cultura a los tres integrantes del Congreso Nacional Indígena, quienes manifestaron a los comuneros que la vocera de la organización, María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy no pudo asistir, a causa del accidente en carretera que sufrió en febrero en Baja California.
En su participación, el integrante del Congreso Nacional Indígena, Jesús Plácido recordó que la organización se conformó el 27 de mayo del 2017 en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, con la finalidad de defender los derechos y evitar la desaparición de los pueblos indígenas.
Explicó que el Congreso Nacional Indígena es la casa de todas las lenguas, y criticó que las autoridades siguen discriminando a los indígenas por no expresarse en español, además de que los despojan de sus tierras.
Añadió que el gobierno usa el crimen organizado para desplazar a los habitantes de las comunidades, y les niega el derecho a la educación y la salud, mientras que el dinero se “mal invierte” para crear grupos militares y policías que agreden a los comuneros.
Pidió estar unidos y defenderse del sistema que solamente trae “la muerte” de las personas. Aclaró que el Congreso no va por el poder en estas elecciones, porque “ya sabíamos que allá arriba está podrido”.
Dijo que la organización no viene a entregar dádivas como cemento, lámina, cubetas, tal como se conducen los partidos políticos, sino a dar el mensaje de organización para defenderse de los embates del gobierno.
Criticó que el gobierno federal no resuelve la desaparición de los 43 estudiantes de Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, y que, al contrario, no cesa la violencia; ejemplificó con la represión y asesinato de policías comunitarios en La Concepción.
En su intervención, otro integrante del Congreso Nacional Indígena, Amador Cortés expresó que el gobierno federal comenzó una “guerra y exterminio” de la cultura indígena.
Añadió que a los indígenas les “destruyen” su cultura y los despojan de sus tierras, ocasionando una manera de vivir “inhumana”.
Manifestó que los tres poderes hacen leyes a favor del gran capital internacional, y cada vez más recortando el presupuesto del pueblo, por ejemplo en el ámbito del campo, donde sobreviven los indígenas.
Exhortó a los comuneros a defender sus derechos y a conformar un frente, porque el gobierno federal pretende dividir al pueblo indígena.
Ejemplificó que la Fiscalía General del Estado (FGE) y los jueces se venden por medio de los sobornos de los delincuentes, y pidió a las casas de justicias de las policías comunitarias de Guerrero no corromperse y aplicar el reglamento interno.
Sugirió la instalación de una radio comunitaria para las comunidades indígenas de Ayutla y municipios aledaños.
Otro integrante del CNI, Francisco Ortiz Martínez relató cómo se llevó a cabo la elección de la vocera del Consejo, María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy.
Añadió que tomaron los parámetros de la violencia contra las mujeres porque son discriminadas y violentadas afuera y adentro de sus casas.
Luego recordó que los integrantes del CNI encabezados por Marichuy recorrieron todas las comunidades del país de octubre de 2017 a febrero de 2018, cuando “pudo escuchar el dolor y sufrimiento”.
Afirmó que el gobierno trata igual a todos los indígenas en el país, “pretende desaparecer a los pueblos originarios, quieren volver a expulsarlos”. Recomendó alzar la voz y decir un “¡ya basta!”, ante los embates constante de las autoridades contra los indígenas.
Sugirió organizarse “para lo que viene”, en referencia a las próximas elecciones, las más “fuertes y grotescas del país en la era moderna”. Criticó que ningún partido político manifestó una postura ante el accidente de Marichuy en Baja California, y que los candidatos no retoman los ideales de la líder indígena, “es una prueba que hay discriminación”.
Posteriormente, hubo la elección de los representantes para el Congreso Nacional Indígena, los integrantes de la organización avalaron la propuesta e invitaron tener delegados regionales.
A la asamblea acudieron 19 autoridades, entre ellas comisarios de las comunidades de Ayutla, representantes del Frente Nacional por la Libración de los Pueblos (FNLP), y comandantes regionales, municipales y de grupo de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

 

 

Piden vecinos de Tototepec al Ayuntamiento de Tlapa material para reparar un drenaje

Autoridades municipales y comunales, y pobladores de la localidad na savi de Tototepec, municipio de Tlapa, pidieron al alcalde, Jesús Noé Abundiz García, que les entregue material de construcción para reparar el drenaje sanitario que es un foco de infección.
El comisario, Domingo Villanueva Castro; el suplente, Jaime Silva Campos, y el comisariado de Bienes Comunales, Honorio Bonilla Morales, acompañados de una veintena de vecinos hicieron un recorrido para mostrar el tramo afectado, donde se taparon ollas, se rompieron tubos o se llenaron de tierra, lo que hace necesario repararlos porque contaminan el agua.
Comentaron que la red de drenaje colapsó hace años, pero ninguna autoridad de la comunidad se interesó en repararla; las nuevas autoridades, que llegaron con las planillas Nueva Generación, están gestionando y haciendo obras en el poblado, pero en algunas requieren del apoyo de la autoridad municipal, como la entrega de materiales, ya que ellos ponen la mano de obra, y otras cooperaciones.
El comisario contó que el Ayuntamiento de Tlapa envío a un trabajador de la Dirección de Agua y Alcantarillado, que les comentó que era necesario reparar ollas para evitar que la tubería se tape nuevamente, ya que pasa en la barranca, que aumenta su caudal en las lluvias.
Dijo que necesitarían 2 y media tonelada de cemento y 2 millares y medio de tabique para reparar el tramo, y que el Ayuntamiento se comprometió a entregárselos, pero aún no cumple, “queremos que nos entregue el material, aquí hemos decidido que nosotros debemos apoyar con mano de obra para ir reparando nuestro drenaje, agua, calles”, dijo.
Agregó que son varias las familias afectadas por el olor fétido que afecta más a los niños que acuden al preescolar Miguel Hidalgo, a la primaria Moisés Sáenz, a la delegación de la colonia Agua Zarca, donde se obstruyó por completo, y en la parte más baja la secundaria Gustavo Adolfo Becquer y al Colegio de Bachilleres número 70.
El comisario dijo que es una necesidad real y que se está trabajando con cooperaciones del pueblo, como la contratación de una máquina para excavar las ollas para hacer los trabajos más rápido con gente de la comunidad y reos en reeducación de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), con sede en la Casa de Justicia de San Luis Acatlán.
Pidieron el material para continuar las obras, “porque ya no vamos a esperar hasta que alguien venga a decirnos qué hacer, pero para ello se necesita el acompañamiento de la autoridad, que tiene recursos, no hay empleo para que la gente coopere en efectivo, pero sí con mano de obra”, indicó.
Dijo que este jueves se reunirán con Abundiz García en Tlapa y esperan que ya resuelva la entrega del cemento y tabique.

 

Favorece el MP la libertad de su agresor, denuncia una estudiante na savi que fue violada en Cuajinicuilapa

Una estudiante na savi de preparatoria de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) en Ometepec, denunció que la agente del Ministerio Público especializada en delitos sexuales, Xóchitl Marlene Herrera de la Cruz propició la liberación a su agresor, porque no hizo una investigación eficaz.
La joven considera que la funcionaria y los peritos recibieron dinero para favorecer al inculpado, y llevó su queja a la contraloría interna de Fiscalía General del Estado (FGE) para continuar con alguna garantía de justicia, su proceso de apelación.
Sin embargo, aclaró que la agente sigue en funciones, sólo la separaron del caso, y dejaron a una subalterna de ella, para atender esta denuncia.
En una visita a la redacción de El Sur, la estudiante habló con detalle de su caso y del proceso judicial, y pidió reservar su nombre; dijo que se puede establecer que ninguno de los servidores públicos implicados en el caso tienen perspectiva de género, ya que le recomendaron repetidas veces que negociara con su agresor, se violentó su derecho a la presunción de inocencia y su derecho a la honra, cuando se difundieron sus datos y su fotografía en periódicos locales, los mismos que constan en expedientes.
Indignada, la mujer de 19 años, menudita, piel morena y pelo negro, narró que trabajó con el señor Arturo “N” en su tienda de productos de piel en Ometepec, y renunció porque estaban bajando sus calificaciones.
Aseguró que su patrón nunca le faltó al respeto, y ocasionalmente siguió laborando en su puesto los fines de semana.
El viernes 17 de noviembre, hace tres semanas, Arturo “N” la llevó a otro puesto en Cuajinicuiilapa, y ahí la atacó durante la noche.
La joven reconoció que en su huida tomó mil pesos para pagar un taxi, y tuvieron un altercado violento en la vía pública, donde una testigo llamó a la policía.
De acuerdo con el acta de la Policía Ministerial de Cuajinicuilapa, el reporte se hizo a las 12:50 de la madrugada del sábado, y a las 1:15 de la madrugada, del mismo sábado, los detuvieron a los dos, ella acusada de robo, y él de violación.
Los datos que recabaron en la comandancia de la Policía Ministerial aparecieron dos días después en un periódico regional y en su página de internet que firma como coordinador del grupo, Roberto Martínez López.
Aclaró que antes de que les pidieran sus datos le recomendaron negociar, y se negó porque había sido agredida. Estimó que llegaron a Ometepec a las 4 de la madrugada, después de los trámites y en celdas, esperaron a que amaneciera para para que los peritos en sicología y medicina hicieran los exámenes correspondientes. Luego esperaron hasta las 2 de la tarde a la agente Herrera de la Cruz para que conociera del caso.
Sin embargo, aseguró que la agente hizo alusión a un incidente en el que la joven estuvo implicada siendo menor de edad, y mencionó nombres de personas a las que presuntamente “les había sacado dinero”, como para amedrentarla. “Me quiso acorralar, para que yo tuviera miedo, para que me desistiera, y no me dejé, le dije que yo no iba a negociar, que esto no era negociable, luego le dijo a mi madrina que se despidiera de mí, porque yo me iba para el bote, y ella dijo, ‘tú no agaches la cabeza y no llores, no te preocupes, nosotros te vamos a sacar’”.
Se abrió la carpeta de investigación 12160690100067191117, por el delito.
El domingo, cuando siguieron detenidos, el cuñado de su agresor llegó a visitarlo al mismo sitio donde ella también estaba en detención, y los custodios permitieron que se acercara a la celda de ella para insistirle en la negociación. Dijo que hizo lo mismo con sus familiares en la calle, les ofreció dinero para no la apoyaran, a lo que sus familiares se negaron.
Supieron luego de otras versiones que implican a Arturo “N” en denuncias de violación, pero sigue libre por acuerdos económicos con las autoridades y los familiares de las víctimas.
El lunes fue la audiencia de vinculación de la denuncia de violación, bajo la carpeta C-15-2017, a cargo del juez de control, Víctor Manuel Nava Casarrubias, que dictó la libertad del detenido, con base en dictámenes contradictorios.
Ni la fiscal ni el abogado de oficio interrogaron a los peritos sobre las inconsistencias de sus exámenes médico y sicológico. Enseguida, los llevaron a otra sala, donde fue la audiencia por el delito de robo, donde él, como agraviado, le concedió el perdón.
Muy enojada, recordó el momento en que la fiscal Herrera y Arturo “N” la miraron con burla mientras salían de la sala penal, y ella se quedó otro día en prisión, “como diciendo, ‘hubieras agarrado el dinero y no te hubieras quedado así’”.
El reporte de la Policía Ministerial en Cuajinicuilapa, da cuenta de que la mujer llevaba lesiones en la cara y un brazo, que tenía el cabello enmarañado y que lloraba durante la entrevista, detalla una hipertermia, un golpe de 3 centímetros de diámetro en el borde lateral del lado izquierdo de la mandíbula y escoriaciones de 5 centímetros de largo y uno de ancho en el brazo.
En la agencia del Ministerio Público ordenan peritajes médico, sicológico y de criminalística en el lugar de los hechos.
La perito en sicología, Claudia Cristal Reynoso Cano concluyó que no presenta daño emocional, pero en la descripción de su diagnóstico señaló ansiedad, alteración, agresividad por sí misma, culpa, regresiones al pasado, “ansiedad, preocupación excesiva de determinados sucesos, vigor, fuera y energía desgastaste para resistir este tipo de presiones, exige que se le compense por daño, rigidez, daño, culpa”, entre otros adjetivos.
Por otra parte, el médico legista, José Cortés Memije, haciendo juicios de valor no propios de su encargo, estableció que la denunciante no presentaba “los golpes contusos” que refirió, y en lenguaje coloquial señala que encontró huellas de “relaciones sexuales sin violencia”. Aunque también menciona lesiones, excoriaciones y rasguños en la entrepierna, y desgarres.
Por separado, la joven, con el respaldo de su familia se hizo otro examen con un médico privado, que certifica las lesiones en el cuerpo y “cópula reciente forzada”.
Consideró que el juez también debió poner atención en el expediente y en las irregularidades, por ejemplo, la ropa de la víctima, nunca se confiscó. También llevó su ropa a un análisis por su cuenta, después de una semana.
Confirma que la carga de la prueba de cargo, sigue recayendo sobre la víctima porque las autoridades no hicieron lo apropiado.

Maltrato en las instituciones que debían proteger a mujeres indígenas

Segunda parte

María Pineda de la Cruz, la mujer na savi de Tlacoachistlahuaca abandonada en el desierto de Arizona hace dos años y 10 meses por coyotes (traficantes de personas), cuando huía de su marido golpeador que amenazaba con “hacerla cachitos”, vive ahora con dos de sus cuatro hijos, en la habitación de una casa prestada en Chilpancingo.
Como la vivienda tiene piso de azulejo y puertas de madera, le quitaron el pago del programa Prospera para mujeres en pobreza, el único apoyo que tenía de la intervención del Estado en su caso.
Su historia muestra cómo se vulneran derechos de las mujeres, como el acceso a la justicia, a la integridad física, al desarrollo a la personalidad (en su adolescencia y juventud no pudo decidir sobre su futuro), en conclusión, a una vida libre de violencia.
Casi a costa de su vida, el nombre de María Pineda trascendió en la prensa estatal y nacional en febrero de 2014. Después de cinco días caminando con un grupo de migrantes en la frontera, pasó dos noches y dos días vagando sola en el desierto, orando para no encontrarse con “gente mala”, hasta que llegó a un poblado donde la hospitalizaron dos días, estuvo otro más en prisión y finalmente la deportaron.
Con la atención mediática, llegaron las promesas de apoyo institucional que no tuvo antes de emigrar sin documentos.
La respuesta de las autoridades fue la detención de Rufino López, con quien la unieron a los 13 años de edad tras un acuerdo económico de los padres de ambos contrayentes (algo todavía común en algunas poblaciones de la zona na savi), antes de que se cumpliera una semana de la denuncia en los medios de comunicación.
Sin embargo, María Pineda aclaró que su agresor salió de prisión un año después, tras el pago de una fianza, para llevar el proceso en libertad por el delito de violencia doméstica, no obstante que la jueza Teresa Camacho Villalobos aseguró que había elementos para emitir una sentencia condenatoria.
Contó que el agresor también la violó, después la hizo beber blanqueador y terminó internada en el hospital de Ometepec, colindante a Tlacochistlahuaca, pero cuando María presentó la denuncia penal en el Ministerio Público no pudo acusarlo de agresión sexual, porque la mujer que recibió su testimonio le dijo, “eres su esposa, él tiene derecho de hacerte eso, regresa a tu casa”.
Después, cuando María Pineda ratificó la denuncia ante un secretario del Ministerio Público y mencionó la violación, el funcionario la cuestionó, “¿por qué no lo dijo antes?, aquí sólo dice violencia doméstica”. Como no estaba indicado en el primero escrito, el secretario se negó a incluirlo en los agravantes.
Hoy, en entrevista, María Pineda reconoció que sintió vergüenza de insistir en la denuncia. La acompañaba una de sus hijas, como testigo de cargo, y supuso que la funcionaria que se lo dijo tenía razón, que no era delito.
María Pineda, bilingüe, habla con fluidez y decisión en español sobre su experiencia en la oficina de K’inal Antzetik, que dirige la reconocida defensora de derechos de las mujeres indígenas, Hermelinda Tiburcio Cayetano.
Recordó que en su pueblo natal, Yoloxóchilt, era promotora de educación inicial de Conafe, también de educación para adultos y promotora de salud de la asociación civil K´’inal Antzetik, que difunde en las comunidades indígenas los derechos de las mujeres.
Con esta experiencia, intentó en dos en ocasiones dejar su casa, una propiedad que le pertenece a su familia; sin embargo, las dos veces se vio obligada a regresar porque no podía trabajar sin descuidar a sus hijos. La primera vez estuvo en una localidad de Cuajinicuilapa, con tres niños de uno, tres y cinco años de edad, como empleada doméstica.
En 2006, enferma y con 200 pesos, llegó a Chilpancingo, donde tampoco la recibieron en el servicio doméstico con la cuarta niña, la menor.
De vuelta a Yoloxóchilt, sabía que tenía que salir en algún momento porque su agresor también tenía la intención de acordar la boda de la mayor de las hijas, y se opuso.
Es práctica común en algunas comunidades de la zona na savi de Guerrero, la entrega de los padres a las hijas en matrimonio por dinero que, bajo los usos y costumbres se identifican como los gastos de manutención, que en los hechos constituye una venta de mujeres.
Por separado, Hermelinda Tiburcio opinó que este intercambio es posible por la migración. Explicó que permite a los hombres tener dinero para ofrecerlo a cambio de un matrimonio acordado, y asumir que las esposas son de su propiedad, al grado de tener derecho de golpearlas, e incluso de quitarles la vida. Sin embargo, no necesariamente se hacen responsables de la familia, y al salir de los pueblos abandonan a las mujeres con sus hijos. Asimismo, dijo que afecta a las mujeres el alto consumo de alcohol de los hombres.
Siendo niña, María Pineda fue casada con un hombre de 20 de años, y el año siguiente tuvo su primer hijo.
“Siempre fue violento, me decía que sus papás decidieron que yo me juntara con él, que no me quería, me insultaba: que yo no servía para nada, que estaba fea, que estoy flaca, y estaba bien, porque primero no tomaba mucho, nada más trabajaba. Después cada vez que tomaba me empujaba, me pateaba, me tiraba de la cama, me jalaba la greña y me arrastraba en la calle. También sacaba machete, gritaba, ‘voy a hacerte en pedazos, te voy a matar’”.
Cuando comenzó a colaborar con Hermelinda, su agresor se enojó mucho más, “decía que nunca estaba en casa, ‘ahora sí te voy a hacer en pedazos porque no me obedeces’; para entonces, ya no me importó nada, cómo no voy a servir, si yo le deba dinero para el líquido (químico para limpiar la tierra de cultivo) y fertilizante. Sí puedo trabajar, aunque él diga que no”.
Recordó que juntos viajaron como jornaleros agrícolas, y ella ahorró para cambiar el techo de cartón de la casa, por otro de teja, mientras él gastaba todo en alcohol. También pagó el trámite de documentación de la casa, que él puso a su nombre.
Aclaró que sus padres, le decían que se aguantara, que era su marido, que no podía criar sola a sus hijos. A la distancia, considera que ellos también le tenían miedo.
En el tercer intento, cuando el hombre dio con su paradero en Chilpancingo y volvió a amenazarla, pidió dinero prestado para cruzar la frontera. Tras cinco noches caminando y esconderse en el día para que la policía de migración no los descubriera atravesando el desierto, el grupo de migrantes y el coyote que los guiaba la abandonaron a media noche en el camino, esperando que una patrulla fronteriza la encontrara por la mañana.
“Ya no tenía agua, por eso me dejaron, ‘si te vas, todos nos vamos a quedar sin agua y sin comida’, se les hizo fácil dejarme. Así que caminaba y un rato descansaba, hasta que por la noche vi luces y dije tengo que llegar, caminé toda la noche y todo el día hasta la siguiente noche.
“Socorro, ayúdenme”, dijo al llegar al lugar, “¿viene del cerro, verdad?, y sí, era pura bajada, por eso aguanté”, y antes de probar agua o alimentos se desmayó.
En la Ciudad de México, la recibió Eva García, de la organización Camino con Alas, que la acompañó, hizo la denuncia pública en los medios de comunicación. Después de aparecer en los periódicos y en televisión, la Secretaría de la Mujer ofreció a María becas para que sus hijos siguieran estudiando. Recibió terapia, pudo concluir sus estudios de secundaria, pero nunca llegaron las becas de estudio para sus hijos. Aún en la adversidad, sus dos hijas mujeres, están estudiando carreras universitarias.
Indicó que un abogado de la Secretaría de la Mujer asumió su defensa en el caso de violencia intrafamiliar, y supone que a la fecha sigue abierto, porque no le han notificado lo contrario. Siguen vigentes las medidas cauterales para que no se le acerque su agresor.
En cambio, denunció que su agresor ha atacado al papá de Hermelinda, que vive en Yoloxóchilt, y a la misma luchadora social, cuando ha ido a la comunidad de donde también es originaria, “dice que ella me aconsejó, que hace tiempo que me trataba así, y no me salía. Quería que yo estuviera ahí, hasta que me matara. ‘Eres mía, yo te puedo hacer lo que yo quiera’, decía”.
Lamentó que no haya justicia para los agresores, mientras las mujeres violentadas llevan la carga de la familia, y las secuelas de los golpes.
En junio pasado, le retiraron quirúrgica mente “una bolita” de un seno, y debe seguir en tratamiento porque han aparecido otras. Aclaró que no sabrían si pierde el seguro popular. “Aquí (en la ciudad) el dinero no alcanza, debo pagar servicios de la casa, luz, internet, comida, los pasajes, para las hijas”.
Confió en recuperar el bono de Prospera, porque la vivienda que utiliza pertenece a una migrante en Estados Unidos. María le da cierto mantenimiento a cambio de usar una de las habitaciones con sus hijas. Trabaja como empleada doméstica en casas particulares. Aclaró que le dijeron que no era seguro, pero no pierde la esperanza.

Mujeres na savi piden centro comunitario para hacer huipiles, temazcales y partería y descanso


Mujeres na savi pidieron ayuda para la construcción de un  Centro Comunitario donde desarrollen el tejido de telar de cintura, la partería, medicina tradicional con temazcal y que sea un lugar de descanso luego de las largas jornadas de camino.
Las na savi de comunidades de los municipios de Metlatónoc y Cochoapa el Grande se reunieron en la comunidad de Yozondacua para continuar sus actividades formativas, ahora en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el 25 de noviembre.
Las mujeres son parte de la asociación civil Savi Yoko que coordinan Florencia Sierra Mendoza y Ofelia Crescencio Alejandro quienes les hablaron en na savi, bajo un colgado o techo de madera, con la mitad de láminas de metal puestas porque el resto se lo llevó  el  fuerte viento que pegó en las pasadas lluvias.
Y sin paredes porque las tablas que habían puesto se deterioraron y otras se las llevaron personas que no quieren que se organicen y las descalifican.
Sentadas, sobre el suelo de tierra rojiza y suelta, las ancianas, jóvenes y niñas atendieron la información, algunas alzaban las manos para aceptar que sufrieron violencia “hace años” y tantos golpes les quedaron cicatrices, y que para curarse las heridas de los golpes que a veces no las dejaban caminar su única atención era preparar su temazcal para aminorar los dolores.
Coincidieron en que se deben modificar prácticas culturales como el no dejar hacer cosas del hogar a un niño y recargarlas sobre las niñas y que lo harán con sus familia; que es difícil en la comunidad acceder a leyes y la autoridad municipal es la que muchas veces la violenta porque le creen a los hombres y es necesario que les lleven información a los hombres.
Estuvieron de la asociación civil  Red Macuilxóchitl de la Montaña, quienes les hablaron del círculo de la violencia y que este no sólo ocurre en los hogares sino que se puede encontrar en el trabajo, la escuela, la comunidad por lo que era necesario que supieran identificarla para poder contrarrestarla.
La plática se desarrolló con la traducción al tu’un savi de Florencia Sierra y con imágenes impresas sobre los roles de la mujer y el hombre en el trabajo y en la familia; las visiones culturales;  tipos de violencia y su alcance a los feminicidios si no se frena a tiempo.
Y se les mencionó que buscarán apoyo en las instituciones existentes para que haya un registro de la violencia porque como no documentan casos, el gobierno dice que no hay y no implementa acciones de prevención.
Las na savi, al cierre de la actividad,  externaron la necesidad de la construcción de un Centro Comunitario para que fomenten en las nuevas generaciones la conservación del tejido de telar de cintura; la partería, la medicina tradicional de las comunidades; el baño del temazcal que usan para su salud.
Porque sus comunidades están muy lejanas de las cabeceras municipales donde apenas hay médicos y medicinas, y les sale igual caminar largas jornadas si no serán atendidas.
Estas comunidades en sus necesidades de salud son atendidas por caravanas que van cada mes.
Por lo anterior quieren un espacio para seguir fomentando el tejido del telar de cintura con el que hacen los huipiles, vestimenta tradicional de las mujeres na savi; aprovechar las plantas medicinales que hay en el campo y tener una espacio para platicar, pedir ayuda,  y que sea su refugio porque se le hizo noche para llegar a su comunidad.
Sierra Mendoza comentó que el terreno donde está el colgado fue comprado hace años con sus cooperaciones y que ya cuentan con un lugar para la construcción de Centro Comunitario para atender a las mujeres que así lo quieran y pidió apoyo a las autoridades municipales, estatales y federales.
Dijo que es un lugar estratégico para las mujeres de las comunidades de Cahuañaña, Barranca Palma, Loma San Marcos, Santa María Cahuañaña, Llano de la Yakua,  Yuki Ñuu Kaxi, Arroyo Prieto, Yozondacua Nuevo y del Carmen,  Ocotepec, Loma Bonita. Desde estos pueblos caminan horas hasta este punto para encontrar transporte para que puedan llegar a las cabeceras municipales de Cochoapa o Metlatónoc y sólo hay una salida por lo que deben llegar muy temprano o quedarse a dormir ahí.
Las mujeres iniciaron su  regreso a sus comunidades a pie, primero salieron las de Loma San Marcos que caminan más de tres horas.
Yozondacua queda a unas cuatro horas de Tlapa por caminos de terracería que dejaron en mal estado las lluvias, tiene acceso por Cochoapa y  por Metlatónoc.