Advierte Tlachinollan el riesgo de que se apruebe una ley para que el Ejército siga en las calles


El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, advirtió que hay un grave riesgo de que en lugar de atender las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el gobierno federal haga una ley a modo para dar facultades constitucionales al Ejército para mantenerlo en las calles en acciones de seguridad pública.
Afirmó que es evidente en las declaraciones del secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda y en la reacción del presidente Enrique Peña Nieto, cuando el primero dijo que los militares no están obligados a combatir el crimen organizado y si les piden que regresen a los cuarteles lo harán.
La respuesta pública del Presidente ante los secretarios de la Defensa y la Marina fue que por lealtad las fuerzas armadas van a continuar en labores de apoyo a autoridades civiles en materia de seguridad, pese a que reconoce que la tarea corresponde a las procuradurías y secretarías de seguridad pública.
Consultado en el mitin político que encabezaron los padres de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, estudiantes y activistas en la capital, a cinco años del desalojo policiaco en la Autopista del Sol en Chilpancingo, señaló que es una campaña “para impulsar una ley que entendemos está siendo cocinada entre grupos políticos, para hacer una ley a modo”.
Aseguró que hay un grave riesgo de retrocesos legales y sobre todo, peligro de que se haga lo contrario a las recomendaciones de organismos internacionales como la ONU y la CIDH, que piden que sean las autoridades civiles las que se encarguen de la seguridad e investigación y no los militares.
Consideró que hacer pública esta discusión es con el fin de dar señales de que las fuerzas políticas y sectores sociales tienen que avalar la propuesta.
La discusión “comenzó con un reclamo del Ejercito, ‘ya les hicimos el trabajo, ya pusimos la cara, hubo muertos, ahora queremos ley para que nosotros podamos tener legitimidad y la fuerza y sobre todo el uso de instrumentos jurídicos para poder actuar’”.
Insistió en que la intervención del Ejército no es más que un atentado al Estado democrático, para impedir que las policías cumplan las atribuciones que les corresponden.
En el mitin en la carretera en el sitio conocido como El Parador del Marqués, cuestionó la calidad moral de las corporaciones policiacas y a los mandos del Ejército “que hacen pactos diabólicos con los grandes capos del narcotráfico”.
Afirmó que por esta relación criminal, “fracasó la política represiva del Ejército” en seguridad pública, y los militares tendrán que rendir cuentas de las ejecuciones que han perpetrado desde la guerra sucia de la década de 1970 a la fecha.
A pesar de las graves violaciones que han cometido, denunció que “ahora piden una ley a modo para poder seguir patrullando las calles, para poder tomar en sus manos la seguridad y ahora sí colocar a los ciudadanos contra el paredón, para poder reprimir y sobre todo hacer realidad estas reformas estructurales donde se le niegan los derechos básicos a los pobres”.
Recordó que esta es la lucha de los jóvenes de la Normal Rural de Ayotzinapa: por los pobres, porque no haya más tragedias ni desaparecidos, por el porvenir y por la justicia.
Así los policías “comparsas” del crimen, no tienen calidad moral para encararlos, “solamente con las armas es lo único que les da la fuerza y sobre todo el valor para enfrentar a una ciudadanía combativa como estos jóvenes de las normales rurales de nuestro país”, dijo sobre los agresiones contra los normalistas en los últimos cinco años.
Consideró que la historia de la Normal “es la historia de Guerrero, de rebeldía, que no sucumbe ante la represión caciquil, es la historia de los pobres que bajaron de la Montaña y de la Costa para tomar las calles y para desnudar este poder impune”.
Como referencia mencionó el ataque del 12 de diciembre, y en particular de la Procuraduría General de Justicia (ahora Fiscalía General del Estado), “que dio la orden de asesinar a los estudiantes Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús”, en el desalojo hace cinco años.
“Aquí -dijo en el mitin sobre la carretera-, enfrente de Liverpool la sangre de los estudiantes no podrá ser borrada nunca, por más que arranquen la cruces, la memoria seguirá viva como fuego ardiente para dar la pelea contra gobiernos impunes, ejércitos que quieren ahora la seguridad pública para seguir reprimiendo y causando terror a la población que levanta la voz”.

Exige justicia el Centro Morelos

El Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón (Centro Morelos) exigió justicia y alto a la criminalización de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, a cinco años del asesinato de los normalistas Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino.
En un comunicado el Centro Morelos manifestó que este caso sigue en la impunidad y recordó que esa protesta de 2011 en la Autopista del Sol en la salida de la capital hacia Acapulco fue para solicitar una audiencia con Aguirre Rivero por un pliego petitorio que contenía solicitudes para mejorar la calidad de la educación, el entonces gobernador prometió recibirlos desde mayo de ese año cuando acudió a la normal.
“Es muy importante señalar que la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa ha sufrido una criminalización por su movimiento estudiantil a lo largo de los años, sin embargo, en la administración de Aguirre Rivero se cometieron crímenes de lesa humanidad que marcan la historia del país”, detalló el escrito.
Además señaló que con el asesinato de estos normalistas la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hizo recomendaciones para dignificar las instalaciones y para la elaboración de un juicio político del entonces procurador, Alberto López Rosas, a quien no se le fincó responsabilidad.
El boletín añadió que tres años después, en Iguala fueron asesinados los normalistas Julio César Mondragón, Julio César Ramírez Mora y Daniel Solís Gallardo, uno de ellos fue desollado y 43 más fueron desaparecidos a manos de policías municipales, donde también estuvo involucrado el Ejército y la Marina, esto motivó la renuncia de Ángel Aguirre Rivero.
El Centro Morelos acusó en el comunicado que “Rey David Cortés Flores e Ismael Matadama Salinas son dos de los policías judiciales que accionaron sus armas, (son) responsables de la muerte de los dos normalistas, caso del que se han tenido que agotar todos los recursos legales hasta llegar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para poder acceder a la justicia”.
Ante la impunidad, manifestó su preocupación por “la profunda crisis” de derechos humanos que se vive en el estado y en el país. Recalcó que hay una clara criminalización a la normal de Ayotzinapa, que se ha visto reflejado también en otros hechos. (Beatriz García / Chilpancingo).

 

 

 

Cinco ejecutados entre Tixtla y la capital y un muerto y un herido aquí; todos fueron torturados

La noche de ayer cinco hombres ejecutados a balazos fueron encontrados en el cerro Machohua en el viejo libramiento a Tixtla, en la colindancia con Chilpancingo.
En otro hecho un hombre asesinado a balazos y otro herido en la cabeza fueron hallados en una calle de terracería en la colonia Las Terrazas, al poniente de esta ciudad.
Ambos hechos ocurrieron durante la visita a Chilpancingo del secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos Zepeda, en la que evaluó las operaciones de seguridad en los municipios calificados por el gobierno federal como los más violentos de Guerrero: Acapulco, Zihuatanejo, Chilapa, Chilpancingo, Coyuca de Benítez e Iguala.
Con estas ejecuciones suman 210 asesinatos en lo que va del año en la capital, en los que presuntamente participó el crimen organizado, según un recuento de El Sur.
Según fuentes de la Fiscalía General del Estado (FGE), a las 8:30 de la noche de ayer recibieron el reporte de que en el kilómetro 7 del viejo libramiento a Tixtla en el cerro Machohua en las inmediaciones de Chilpancingo, había cinco hombres asesinados.
A la zona acudieron policías municipales, estatales y federales que hallaron los cuerpos de cinco hombres boca abajo y acomodados en fila.
Al llegar al cerro Machohua hay una brecha de terracería que conduce a la cima, a unos 150 metros estaban los cinco cuerpos de las víctimas.
Uno de los cadáveres vestía una playera blanca, pantalón de mezclilla azul, tenis rojos, otro un pantalón blanco, playera rosa con rayas y calcetas grises con negro, uno más sólo tenía un short rojo, el cuarto vestía un pantalón de mezclilla azul, playera color naranja y encima tenía una cobija roja con naranja, y el último tenía una playera gris en la cabeza y pantalón de mezclilla azul.
La víctimas tenían aproximadamente entre 25 y 30 años, presentaban impactos de bala y huellas de tortura.
La zona fue acordonada por policías municipales, estatales y federales mientras peritos de la Fiscalía hicieron las diligencias correspondientes.

Encuentran cerca de Casas Geo a otras dos víctimas

Además, un hombre ejecutado a balazos y otro herido fueron encontrados en una calle de terracería en la colonia Las Terrazas, cerca de la unidad habitacional Casas Geo, al poniente de Chilpancingo.
Según fuentes policiacas, a las 9:55 de la noche recibieron un reporte de que en ese lugar había dos hombres asesinados a balazos.
Acudieron policías municipales quienes hallaron los cuerpos de dos hombres con huellas de tortura, atados de las manos hacia atrás y con los ojos vendados.
El herido vestía playera azul y estaba semidesnudo, fue atendido por paramédicos de la Cruz Roja y trasladado al hospital general Raymundo Abarca Alarcón para recibir atención médica.
El ejecutado estaba boca abajo con las manos atadas hacia atrás, vestía una playera morada, pantalón de mezclilla azul y estaba descalzo.
El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) para la necropsia de ley.
En la capital el lunes un chofer del transporte público fue atacado a balazos por civiles armados en la calle principal Eusebio Mendoza de la colonia Alborada.
La mañana del sábado dos hombres ejecutados a balazos y atados de los ojos fueron encontrados dentro de un taxi del servicio público en la calle Nueve de la colonia del PRI y hace nueve días el cuerpo de un hombre de unos 53 años, atado de las manos hacia atrás y asesinado a balazos y con golpes, fue hallado en la colonia Azteca, cerca del panteón nuevo ubicado al norte de la capital.