Forman fila ocho días vecinos de la colonia Progreso para recibir enseres

Cientos de vecinos de la colonia Progreso esperan en una tumultuosa fila que les sean entregado su paquete de enseres Foto: Aurora Harrison

Aurora Harrison

Vecinos de la colonia Progreso afectados por el huracán Otis estuvieron ocho días formados cerca de la malla ciclónica del parque Papagayo, durmieron en sillas y hasta ayer recibieron sus enseres domésticos por parte de la Secretaría de Bienestar.
Comentaron que durante el tiempo de espera se dieron cuenta que había personas que cobraban por apartar los lugares y que por esa razón es que tardaron para recibir el apoyo del gobierno, porque metían a otras personas a las filas.
Ayer había dos filas, una de los que ya tenían una ficha y que estaban esperando para que se les entregaran los enseres y los otros que tenían que esperar otro día. La fila estaba más organizada y es que había rumores de que ya no iban a entregar en el parque, pero es una versión que no estaba confirmada sólo “rumores” que se escucharon.
Los soldados ahora metieron los camiones al área de estacionamiento y las camionetas de mudanzas y los carros esperan sobre la calle Andrés de Urdaneta, de manera que ese tramo de vialidad está cerrado a la circulación de vehículos. También había botes de basura saturados debido a la cantidad de desechos de comida que las personas que hacen fila tiran.
La señora Rebeca es vecina de la colonia Progreso y estaba formada en la fila de los que ya iban a recibir el apoyo. Recordó que con el huracán que impactó el 25 de octubre su vivienda resultó afectada, como la mayoría de los inmuebles en la ciudad; ayer, luego de ocho días que pasó desvelándose y mal comiendo, recibió sus enseres domésticos.
Sentada en una silla plegable, la señora Rebeca recordó que estuvo “ocho días aquí y hubo bastantes personas que estuvieron cobrando, empezaron a meter gente, hasta que los mismos que estábamos formados empezamos a sacar y la misma gente de la fila que se fue organizando”, porque dijo “había personas que gritaban y eran muy déspotas”.
“A los militares los tuvieron que cambiar, porque la fila no avanzaba, los cambiaron, porque a las 3 de la tarde se acaba la entrega de enseres, y ahorita no, ahorita siguen entregando hasta muy tarde, y ahorita personalmente pasan el jefe (de los militares) para preguntar si avanzaba la fila, porque gracias a él es que avanzó”, dijo.
Mencionó que había versiones entre las personas de la fila que los “militares estaban vinculados con los que apartaban lugares”, porque después de que llegaron nuevos soldados y agentes de la Guardia Nacional hubo más movimiento y la fila empezó a avanzar.
“Nos venimos en equipo con otros vecinos y gracias a eso es que la pasamos divertidos, porque estar aquí fue un infierno, los primeros días ya no aguantábamos, hasta que tuvimos que hacer relajo… que de campamento, de picnic para soportar el sol, el hambre, y sin baños porque si no tomas agua los intestinos apretados, el estrés porque ya eran siete días y nos fuimos a bañar cuando dieron las fichas”, declaró.
Abundó que los soldados dieron fichas y “ya estamos a nada de que nos entreguen nuestros enseres, desde el domingo pasado llegué y era de esperarse porque había mucha gente, aparte la fila era larga porque venían de colonias, de María de la O, Santa Cruz, porque decían que también llevaban varios días en la UDA y no salían y todo esto estuvo mal organizado, porque no lo hicieron por letra, así como nos dieron el dinero para reconstrucción así nos hubieran llamado para darnos los enseres”.
Otra vecina también afectada, la señora Martha, dijo que ella también lleva ocho días ahí esperando la entrega de sus enseres, que al igual que la señora Rebeca estos días de espera los ha sabido sobrellevar porque con sus vecinos están platicando, se comparten comida que les llevan sus hijos, y se intercambian para hacerse guardia y poder ir al sanitario.

Piden vecinos de Palma Sola que se retiren láminas metálicas a punto de caer por Otis

A casi tres meses del huracán Otis, en la colonia Palma Sola la cancha no se puede utilizar porque todavía la estructura del techo no la han levantado y de acuerdo con los vecinos de ese lugar representa un riesgo para los que quieran ir a jugar.
Otro de los techos que está colapsado y que también representa un riesgo para los que ahí transitan es el de las instalaciones del Centro de Actualización del Magisterio.
Este domingo en la colonia vecinos contaron que desde que impactó el huracán la cancha deportiva que se encuentra cerca del Colegio Simón Bolívar tiene el techo colapsado y algunas láminas están colgadas, además que la estructura de las columnas está tirada.
“No se ha podido utilizar la cancha porque está dañada”, dijo la vecina Daysi, que mencionó que antes del huracán en esa cancha los niños jugaban futbol; actualmente no la usan por el temor de que se caigan las láminas que están colgadas.
Recordó que el huracán se llevó el techo de varias casas, de escuelas, y aunque se hicieron labores de limpieza todavía hay postes tirados, árboles caídos, por lo que pidió el apoyo de las autoridades para que se haga el retiro total de la estructura de la cancha para que pueda ser utilizada.
“Un llamado urgente a Protección Civil para que ayuden a retirar estas láminas que están a punto de caer y que representa un peligro permanente para las personas que por ahí transitan”, pidió la vecina que abundó que en la parte de arriba en la cancha del inmueble del Centro de Actualización del Magisterio también el techo está colapsado. (Aurora Harrison).

 

Sobrevive gracias a las despensas, dice una agradecida madre soltera desempleada

Argenis Salmerón

“Tengo que esperar la canasta básica, porque me quede sin trabajo por el huracán Otis, todo es ayuda para sobrevivir”, manifestó la vecina de la colonia Venustiano Carranza, Juana Valdez Benítez, que estuvo cinco horas formada para recibir la despensa que entrega el Ejército.
La vecina de 50 años, que tiene viviendo 15 en la colonia Venustiano Carranza, y trabajaba en la tienda Sears.
La despensa contiene en el cartón, un pan blanco, aceite, arroz, frijoles, leche, atún, harina de maíz en polvo, jabón de tocador, bolsa de sopa, papel sanitario, más la tarjeta de regalo.
La ayuda tiene adentro tarjetas de regalo de Soriana por 502 pesos, la tienda Aurrerá 656 pesos y Chedraui 538 pesos, que se pueden cambiar por productos, menos alcohol, cigarros ni recargas telefónicas.
Valdez Benítez se quejó que los efectivos del Ejército no acuden cada semana para entregar la despensa, que contiene una tarjeta de regalo de las tiendas Soriana, Aurrerá y Chedraui.
Comentó que apenas van cuatro cupones canjeados con los soldados, “viene casi dos a tres semanas a entregar la canasta básica”.
“La tarjeta de regalo es el complemento de la despensa, ya sea para comprar detergente, agua embotellada, frutas y carnes frías”, puntualizó.
Indicó que ha ido a otras colonias aledañas para cambiar el cupón por despensa, “el chiste es terminar rápido la cuponera y tener el extra que son las tarjetas de regalo”.
La vecina contó que “fue algo impresionante el huracán Otis, me voló todo el techo y cayó un árbol encima de la casa”.
Añadió que su casa está construida de paredes de tabicón y láminas galvanizadas, además el sanitario de concreto, “ahí nos metimos para resguardarnos; perdí todo lo material porque el agua se metió”.
“Yo todavía no he podido ir a recoger mis enseres domésticos, es un desgaste y por fuerza te tienes que quedar a dormir en el lugar”, declaró.
Indicó que se quedó sin trabajo por el huracán Otis, “yo trabajaba en la tienda departamental Sears y como hubo daño y rapiña, nos notificaron que los empleados estamos de finiquito de manera indefinida”.
“Ahorita la verdad ando sobreviviendo por la ayuda del gobierno, y después de cambiar mi cuponera y traer mis enseres, voy a tener que buscar trabajo, porque soy madre soltera con dos hijos”, subrayó.
Informó que con la ayuda de apoyo económico para la reconstrucción de viviendas que otorgó el presidente Andrés Manuel López Obrador, “hice mi limpieza afuera y adentro de mi casa y le puse nuevo techado a mi casa”.

Siguen transporte irregular y largas filas por los enseres

Ayer se observaron aglomeraciones en las paradas del Acabús y damnificados por el huracán Otis estuvieron ocho días formados cerca del parque Papagayo donde durmieron para recibir los electrodomésticos que reparte el gobierno federal. En Renacimiento (en la imagen) hubo fricciones con vecinos de otras colonias y muchos se quedaron formados y con las manos vacías. Ayer también, la gobernadora Evelyn Salgado anunció la puesta en marcha de un plan de reforestación en la ciudad y en Coyuca de Benítez Foto: Jacob Morales

Forman fila ocho días vecinos de la
colonia Progreso para recibir enseres

La gente se organiza e impide que haya personas que cobran por apartar lugar

Aurora Harrison

Vecinos de la colonia Progreso afectados por el huracán Otis estuvieron ocho días formados cerca de la malla ciclónica del parque Papagayo, durmieron en sillas y hasta ayer recibieron sus enseres domésticos por parte de la Secretaría de Bienestar.
Comentaron que durante el tiempo de espera se dieron cuenta que había personas que cobraban por apartar los lugares y que por esa razón es que tardaron para recibir el apoyo del gobierno, porque metían a otras personas a las filas.
Ayer había dos filas, una de los que ya tenían una ficha y que estaban esperando para que se les entregaran los enseres y los otros que tenían que esperar otro día. La fila estaba más organizada y es que había rumores de que ya no iban a entregar en el parque, pero es una versión que no estaba confirmada sólo “rumores” que se escucharon.
Los soldados ahora metieron los camiones al área de estacionamiento y las camionetas de mudanzas y los carros esperan sobre la calle Andrés de Urdaneta, de manera que ese tramo de vialidad está cerrado a la circulación de vehículos. También había botes de basura saturados debido a la cantidad de desechos de comida que las personas que hacen fila tiran.
La señora Rebeca es vecina de la colonia Progreso y estaba formada en la fila de los que ya iban a recibir el apoyo. Recordó que con el huracán que impactó el 25 de octubre su vivienda resultó afectada, como la mayoría de los inmuebles en la ciudad; ayer, luego de ocho días que pasó desvelándose y mal comiendo, recibió sus enseres domésticos.
Sentada en una silla plegable, la señora Rebeca recordó que estuvo “ocho días aquí y hubo bastantes personas que estuvieron cobrando, empezaron a meter gente, hasta que los mismos que estábamos formados empezamos a sacar y la misma gente de la fila que se fue organizando”, porque dijo “había personas que gritaban y eran muy déspotas”.
“A los militares los tuvieron que cambiar, porque la fila no avanzaba, los cambiaron, porque a las 3 de la tarde se acaba la entrega de enseres, y ahorita no, ahorita siguen entregando hasta muy tarde, y ahorita personalmente pasan el jefe (de los militares) para preguntar si avanzaba la fila, porque gracias a él es que avanzó”, dijo.
Mencionó que había versiones entre las personas de la fila que los “militares estaban vinculados con los que apartaban lugares”, porque después de que llegaron nuevos soldados y agentes de la Guardia Nacional hubo más movimiento y la fila empezó a avanzar.
“Nos venimos en equipo con otros vecinos y gracias a eso es que la pasamos divertidos, porque estar aquí fue un infierno, los primeros días ya no aguantábamos, hasta que tuvimos que hacer relajo… que de campamento, de picnic para soportar el sol, el hambre, y sin baños porque si no tomas agua los intestinos apretados, el estrés porque ya eran siete días y nos fuimos a bañar cuando dieron las fichas”, declaró.
Abundó que los soldados dieron fichas y “ya estamos a nada de que nos entreguen nuestros enseres, desde el domingo pasado llegué y era de esperarse porque había mucha gente, aparte la fila era larga porque venían de colonias, de María de la O, Santa Cruz, porque decían que también llevaban varios días en la UDA y no salían y todo esto estuvo mal organizado, porque no lo hicieron por letra, así como nos dieron el dinero para reconstrucción así nos hubieran llamado para darnos los enseres”.
Otra vecina también afectada, la señora Martha, dijo que ella también lleva ocho días ahí esperando la entrega de sus enseres, que al igual que la señora Rebeca estos días de espera los ha sabido sobrellevar porque con sus vecinos están platicando, se comparten comida que les llevan sus hijos, y se intercambian para hacerse guardia y poder ir al sanitario.

 

No son censados vecinos de San Marcos por no estar incluidos en la declaración de desastre

Por la razón “política” de ser parte del municipio de la Costa Chica y no de Acapulco los discriminan, aunque hayan sufrido severas pérdidas, señalan

 

Ramón Gracida Gómez

Paredes de viviendas de adobe partidas a la mitad, techos de lámina que no han sido reparados por falta de dinero y milpas completas de maíz perdidas son algunos de los estragos ocasionados por el huracán Otis en diez comunidades de San Marcos colindantes con Acapulco, que no fueron censadas.
Damnificados criticaron que no fueron tomados en cuenta por una razón “política” de ser parte del municipio de la Costa Chica que no fue incluido en la declaración de desastre, a pesar de vivir las mismas consecuencias que los habitantes de Acapulco y Coyuca de Benítez.
Pidieron la visita del delegado federal Iván Hernández, porque los funcionarios con los que se han reunido sólo “están jugando” con ellos, les piden pruebas de sus daños y no cumplen los acuerdos que firman. Advirtieron de un nuevo bloqueo en la carretera federal de la Costa Chica este lunes si no son atendidos.
El Sur hizo un recorrido este sábado en algunas de estas comunidades afectadas por el meteoro del 25 de octubre, con la ayuda de representantes de los poblados que han organizado la toma de los pozos de agua y los bloqueos de la carretera federal, el último apenas el viernes pasado.
Fueron más de cuatro horas de recorrido por distintas viviendas dañadas y que aún no han sido reparadas porque los propietarios, muchos adultos mayores, no tienen los recursos económicos para comprar ni siquiera láminas de 900 pesos porque viven de su pensión que da la federación.
Ningún funcionario o servidor de la Nación ha acudido a revisar las afectaciones, por lo que es mucha la necesidad de los pobladores consultados de mostrar todos los daños que tienen, todo lo que perdieron, todo lo que no han podido recuperar a casi tres meses del paso del huracán.
La visita empezó a las 12:30 de la tarde en El Tejoruco, la comunidad de Florencio Villareal en la que se encuentra la intersección entre la carretera hacia la Costa Chica que se prolonga desde Barra Vieja, y la carretera hacia la misma región desde el crucero de El Cayaco, en la zona suburbana de Acapulco.
Para sobrevivir las primeras semanas después de la catástrofe, Alberta Morales García y su hija Isabel Gaspar, vecinas de esta localidad, pedían agua y comida a los automovilistas porque la Marina y el Ejército sólo entregaron despensas en su localidad dos veces y tenían que ir hasta Lomas de Chapultepec por ellas.
“A lucha salimos” de la casa, recordó Alberta dentro de su vivienda que parece deshabitada porque se echaron a perder varias pertenencias, pero que no quiere dejar porque ahí crió a sus nueve hijos. Vende pollos al menudeo, pero su principal fuente de ingreso es la pensión de adulto mayor.
La casa de Alberta está cerca de la escuela primaria rural estatal Benito Juárez, cuyo techo resultó afectado y los niños de primero a sexto toman clases en la cancha techada que se encuentra a un costado; para poder entrar a ver los daños durante el recorrido, la comisaria municipal, Yazmín Navarrete Guerrero, tuvo que insistir con los agentes de la Guardia Nacional que pernoctan en los salones desde finales de diciembre.
Es una comunidad de campesinos, indicó el comisario suplente, Ezequiel Flores Hernández, y hay una dependencia económica de la milpa que siembra, tres hectáreas en promedio por productor, porque venden una mitad y consumen la otra mitad; casi todos perdieron todo por Otis.
Acompañado de representantes de otras comunidades, el vecino de Tejoruco, Álvaro Arcos, contó que los damnificados de San Marcos decidieron protestar por primera vez el 11 de noviembre porque los “Servidores de la Nación” les dijeron que no acudirían a sus casas porque pertenecían a San Marcos, municipio que no fue incluido en la declaración de desastre.
Para los damnificados, es una cuestión “política” porque sí pertenecen oficialmente al municipio de la Costa Chica, pero tuvieron los mismos daños materiales que los vecinos de Acapulco porque sus comunidades colindan con este municipio.
Luego tomaron los pozos de agua que están dentro del Ejido de La Barrera, no de Lomas de Chapultepec, enfatizó el campesino, del 18 al 20 de diciembre, con lo que lograron la primera reunión en las oficinas de la Promotora Turística (Protur) en el bulevar de Las Naciones.
En el encuentro participaron el delegado federal de Gobernación en Guerrero, Juan Carlos Barrios Curtis; el representante de la Secretaría de Gobernación del estado, Lucio García Villalba; el delegado de la misma dependencia estatal, Osiel Morales Nava, y otro funcionario del estado del que no saben su nombre.
Los representantes de los gobiernos federal y estatal, ambos morenistas, les pidieron “pruebas” de los daños que tenían, además de que el alcalde de San Marcos, el perredista Tomás Hernández Palma, mandara un oficio al estado.
Hernández Palma les contestó en la misma reunión que ya había enviado el documento y señaló al secretario de Protección Civil, Roberto Arroyo Matus, de no hacer avanzar la solicitud, de acuerdo con la versión de los pobladores presentes.
Ante la falta de resultados, las comunidades se organizaron por su cuenta y son alrededor de mil habitantes de Medanitos, Perros de Agua, Llano de la Puerta, San Juan Grande, San Juan Guatemala, Las Minas, Tamarindillo, Lomitas de Papagayo, Barrera, El Tejoruco, Cacao y Palmitas.
El 3 de enero tuvo lugar una reunión más, donde estuvieron presentes la subdelegada federal de Gobernación en Guerrero, Edith Mariel Panches Giles, los funcionarios García Villalba y Morales Nava, y otro representante de Gobernación estatal, Rafael Montalván Astudillo.
Acordaron que el miércoles 17 de enero tendrían una respuesta con la condición de que ya no se manifestaran; un día antes, Álvaro Arcos habló con García Villalba para que le diera la hora en que tendrían la respuesta, pero el funcionario la pospuso durante el transcurso del día.
El jueves se manifestaron otra vez los damnificados porque lo acordado fue “una mentira, están jugando con nosotros o qué quieren que hagamos nosotros”, les dijeron a los representantes del estado, García Villalba y Morales Nava, quienes se comprometieron mediante un convenio firmado a que el viernes acudiría el delegado federal, Iván Hernández.
Los damnificados de San Marcos ubican a Iván Hernández como el único que les puede dar un respuesta, porque es el “único autorizado del gobierno federal y está más cerquita de López Obrador” y de la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel.
Pero no llegó el delegado el viernes y entre 600 y 800 pobladores bloquearon la carretera federal hasta las 7 de noche, sólo liberaron la vía porque “nos sentíamos mal nosotros porque había mucha gente enferma con hemodiálisis, mucho niño con tos, la cola se hizo grandísima”, dijo Álvaro Arcos.
Entre el crucero de El Tejoruco y el puente de Lomas de Chapultepec se ubica la localidad de La Barrera, de apenas unas 30 viviendas, varias de ellas fungen también como tiendas de artesanías. Una de ellas es de Luz Divina Hernández Espíritu, quien estimó en 50 mil pesos la pérdida de mercancía mientras mostraba el cuarto en el que se encontraba el 25 de octubre y fue arrasado también por el huracán.
Ahora sólo tiene un colchón, la base de la cama y unas enormes láminas colgando, y contó que le ofrecieron en Acapulco el paquete de enseres domésticos en 5 mil pesos. A un costado vive su hija Juana, quien enseñó el tiradero de pertenencias que ocasionó Otis; y al lado vive otra hija de Luz, en total son siete personas que viven en tres casas contiguas, todas afectadas.
Sus vecinos son Eleuterio Colón, de 71 años, y su esposa Cruz Cortés Muñoz, de 57 años, quienes huyeron de su cuarto cuando se les empezó a meter el agua y se refugiaron en su cocina, donde ahora duermen porque una pared de adobe de su recámara se partió a la mitad y está a punto de colapsar.
“Parece burla”, se quejó el comisario de San Juan Guatemala, Gonzalo Guatemala Luna, de la falta de respuesta por parte del gobierno, que les pide “pruebas, pruebas”, pero no les ha ayudado, aunque se las muestran.
Un último ejemplo: la casa de María Pérez se inundó por un cuerpo de agua cercano que creció con la lluvia, la señora de 67 años y su nieta fueron rescatadas por sus vecinos y todo se le echó a perder, incluyendo su máquina de coser de la que se mantiene.
Una brecha de tierra debajo del puente de Lomas de Chapultepec es el camino que conduce a San Juan Guatemala y antes se cruza la localidad de Lomitas de Papagayo; ambas comunidades están a 50 minutos en automóvil de su cabecera municipal de San Marcos y solamente a dos minutos del territorio que ya empieza a ser Acapulco.

 

Muestran vecinos de la colonia Progreso su desesperación por la espera de enseres

La larga fila de afectados por el huracán Otis que espera su turno para recibir los enseres que el gobierno fe-deral está entregando Foto: El Sur

Ramón Gracida Gómez

“Estamos desesperados”, exclamó un vecino de la colonia Progreso que este viernes cumplió una semana en la fila para recoger los enseres domésticos que el gobierno federal está entregando en el parque Papagayo por las afectaciones del huracán Otis.
Es tan larga la espera que los vecinos se organizan por “bloques” de 20 beneficiarios formados contiguamente y a mediodía de ayer se había conformado el bloque 216, a unos 50 metros de las escalinatas del Ayuntamiento de Acapulco.
Los últimos vecinos que se formaron eran conscientes de que iban a tardar varios días en recibir los enseres domésticos que da el gobierno federal como parte del censo que se levantó en apoyo a los ciudadanos afectados por el huracán Otis.
Son empleados que tienen que pedir permiso en sus centros de trabajo para acudir a anotarse en la lista de los bloques; de los 20 vecinos que conforman uno de estos grupos, una parte se queda a dormir y la otra la releva hasta el siguiente día.
Se quejaron de la desorganización por parte del gobierno federal debido a que la entrega de enseres en el parque Papagayo es diferente a otros puntos, donde fueron llamados acorde a la primera letra de su apellido, y en este caso fue un llamado general a la populosa colonia Progreso.
La temperatura aumentaba, se sentía más calor, y por ello todos los beneficiarios formados alrededor del parque llevan al menos una sombrilla y los que llevan más días hasta sillas de plástico y uno que otro sillones largos para recostarse; los menos utilizan un pedazo de cartón para sentarse en el suelo.
Casi todos platicaban con sus vecinos, otros sólo veían de frente para esperar, algunos dormían, otros comían y vendedores ambulantes aprovechan la gran concentración de hombres y mujeres para ofrecer sus productos, entre ellos unas paletas de hielo que cuestan 12 pesos.
Los vecinos se encontraban recostados en la reja verde que rodea el parque Papagayo, arriba de ellos están los pedazos de cartón en los que marcan a qué número de bloque pertenecen y los integrantes del número 145 dijeron que llevaban seis días esperando, con la misma dinámica de relevo entre ellos.
Una larga cinta amarilla delimita el espacio entre los vecinos formados y los transeúntes que pasan por ahí, y es que algunos vecinos comentaron que algunos aprovechados venden los lugares de 500 a mil pesos, como se informó en este periódico en su edición del martes pasado.
Hasta el frente de la fila, a punto de recibir los enseres, un grupo de vecinos estaba recostado bajo unos pequeños árboles y arbustos que dan sombra en la banqueta de la avenida Juan Sebastián Elcano; sus lugares estaban delimitados.
Comentaron que lo tienen que hacer así porque otros vecinos se metían y se alargaba la fila, en la que llevaban desde el sábado pasado, cuando aún se entregaban los enseres en la Unidad Deportiva de Acapulco (UDA).
Los primeros de la fila se han quedado a dormir varios días, y no les da temor porque hay rondines de agentes de la Guardia Nacional; pensaron que este viernes, al fin, iban a recibir los enseres domésticos, que consisten en un refrigerador, una cama, una estufa y un juego de sartenes.
Pero los soldados sólo entregaron 250 fichas a partir de las 5 de la mañana, cuando en días anteriores la cifra ha ascendido a 500, y la entrega de los enseres empezó a las 9 de la mañana y se prolongó a mediodía; a la 1 de la tarde ya no había ningún soldado o funcionario que atendiera las dudas de los vecinos.
Ocurre que algunas personas tienen problemas con sus documentos, como una joven madre que cargaba a su bebé y perdió su credencial del INE; el trabajador del parque que abría y cerraba el portón sólo la referenció con una camioneta militar a punto de salir, que sólo se detuvo unos segundos y el jefe militar no le resolvió su planteamiento.

 

Lesionan a balazos a un hombre en la colonia Tierra y Libertad

Un hombre fue herido a balazos en la colonia Tierra y Libertad, ubicada en las inmediaciones de la Emiliano Zapata.
La agresión fue reportada en los primeros minutos de este miércoles entre las calles 29 y 39, indica el informe ministerial.
Mediante una llamada de emergencia, agentes fueron alertados de detonaciones de arma de fuego.
Policías del estado solamente encontraron manchas de sangre y casquillos percutidos, porque los familiares se llevaron al hombre baleado y lo trasladaron por sus propios medios a un hospital cercano.
El hecho violento generó un fuerte despliegue policiaco de los tres órdenes de gobierno. (Redacción).

Notifica Vía Pública en Renacimiento a negocios para retirar materiales de la calle

El gobierno municipal hizo notificaciones en Ciudad Renacimiento a negocios para recuperar espacios públicos y banquetas para “el libre tránsito”.
Trabajadores de la Dirección de Vía Pública notificaron a propietarios y encargados de los establecimientos para que retiraran aluminio, escombro, papel, botes, fierros, cartón, y distintos materiales.
Les indicaron a los encargados que cuentan con un lapso de 48 horas para el retiro del material, de lo contrario serán acreedores a multas.
La dependencia indicó que mantiene recorridos de manera constante en distintos puntos de la ciudad y en lo que va del mes han entregado 100 notificaciones en distintas avenidas y colonias como La Costera, avenida Cuauhtémoc, Progreso, Costa Azul y Aguas Blancas. (Redacción).

 

Cobran hasta mil pesos quienes apartan lugares para los enseres, denuncian

Argenis Salmerón

De 500 a mil pesos cobran el espacio para recibir los enseres domésticos para evitar quedarse a dormir, manifestó la vecina de la colonia Progreso, Lilia Martínez Zúñiga, quien estuvo formada afuera del parque Papagayo.
La entrega de enseres domésticos fue donde está la piñata del parque Papagayo, en la avenida Cuauhtémoc, cerca del Palacio Municipal.
Ante esta situación hubo tráfico vehicular, debido a que los camiones del Ejército descargaron los enseres domésticos en la explanada de la piñata.
Además que los beneficiarios estacionaron sus vehículos en doble fila al igual que los trabajadores de las mudanzas.
En la entrada del parque Papagayo, sobre calle Juan Sebastián Elcano, había dos filas de los vecinos de la colonia Progreso y en la lateral de la avenida Cuauhtémoc vecinos de las colonias Santa Cruz y Santa Cecilia.
Los enseres domésticos son: un colchón, una estufa, un refrigerador, un ventilador, una licuadora y un juego de sartenes.
Martínez Zúñiga aseguró que los soldados movieron la entrega de enseres domésticos de la Unidad Deportiva de Acapulco al parque Papagayo, porque los vecinos de las colonias Morelos y Santa Cruz los agredieron verbal y físicamente, incluso a un efectivo le dieron una bofetada.
Manifestó que ayer los soldados les dijeron que hoy les iba a tocar la entrega de enseres domésticos a los vecinos de la colonia Progreso.
“Hoy (ayer) terminaron la entrega de enseres domésticos a Morelos, Santa Cruz y Santa Cecilia y rezagados”, puntualizó.
La vecina declaró que los vecinos de la colonia Progreso estuvieron formados desde viernes pasado afuera de la UDA para ser de los primeros.
Explicó que la estrategia “interna” de los vecinos fue anotarse en una libreta y conformar bloques de 20 personas y hasta ayer a la 1 de la tarde había 185 bloques, es decir 3 mil 700 personas.
“Es una decisión de los vecinos esta estrategia, porque ya empezaron a cobrar de mil a 500 pesos los espacios para evitar quedarse a dormir el propietario de los enseres, la gente lo ve como un negocio”, acotó.
Añadió: “Hay personas ajenas que apartan lugares y los venden al mejor postor, piden de 500 a mil pesos por eso se hace el desorden”, se quejó.
Aseguró que los soldados advirtieron que sí hay más agresiones contra ellos se van a movilizar hasta el poblado de Xaltianguis para entregar los enseres domésticos.

 

Vuelca camioneta en Barranca de la Laja; hay nueve lesionados, tres de ellos graves

Una camioneta de pasajeros se volcó en la colonia Barranca de la Laja, y dejó nueve lesionados, tres de ellos de gravedad.
El accidente ocurrió a las 9:30 de la mañana entre las calles Prolongación Morteros y 11 de Marzo, informaron policías viales.
El reporte policiaco indica que el conductor de la camioneta de pasajeros iba hablando por teléfono celular, perdió el control y se volcó.
Ante esta situación nueve pasajeros resultaron lesionados, tres de ellos de gravedad, mientras el chofer huyó del lugar.
Paramédicos de Bomberos y Central de Urgencias Médicas de Acapulco brindaron los primeros auxilios y posteriormente a los lesionados los llevaron a un hospital cercano.
Policías viales ayudaron a remolcar la camioneta de pasajeros mediante una grúa de la Secretaría de Seguridad Pública municipal.
Después los agentes viales taparon con tierra el aceite que esparció la camioneta de pasajeros.
Agentes viales pusieron a disposición del Ministerio Público sector Garita el hecho por el delito de lesiones.
La calle mencionada fue cerrada durante las maniobras de retiro de la camioneta de pasajeros volcada.
Se supo que la camioneta de pasajero volcada era la única que prestaba el servicio a los usuarios, debido a que los choferes tienen suspendido el servicio por la inseguridad.
Las camionetas de esa ruta llevan pasaje de la avenida Ruiz Cortines, frente a la Unidad Académica de Contaduría y Administración de la UAG a la avenida Cuauhtémoc, cerca del sitio conocido como Las Anclas. (Argenis Salmerón).

Muere electrocutado un hombre al reparar el techo de su casa que voló Otis

Un hombre murió electrocutado al estar construyendo su techo que voló el huracán Otis, en la colonia Héroes de Guerrero, parte alta de La Sabana.
El hecho fue reportado ayer a la 1 de la tarde en la calle Vicente Guerrero, informaron policías estatales.
El reporte policiaco indica que el hombre estaba colocando las láminas galvanizadas, luego de que el huracán Otis le voló el techo por los fuertes vientos.
Sin embargo, el hombre por un descuido tocó los cables de alta tensión cuando estaba arriba de las láminas, por lo que tuvo una descarga eléctrica y murió al instante. (Redacción).