Zacarías Cervantes
Chilpancingo
En busca de una tregua para pacificar Guerrero, los tres obispos y el arzobispo de la entidad se reunieron a fines de diciembre con líderes de los grupos criminales, pero no hubo resultados, porque a éstos sólo les interesa la ambición del dinero, el territorio y el poder, reveló ayer el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández.
Tras el fracaso del diálogo, el prelado dijo que los gobernantes tienen la solución “y nosotros quisiéramos que no se corrompa y que puedan ellos mediar, ellos tienen también el poder, los recursos y los medios, pero parece que nos han dejado solos”.
Al término de la celebración de la misa con motivo del Miércoles de Ceniza, el prelado respondió a preguntas de los reporteros y dijo que los obispos se reunieron por separado y en distintos momentos con diferentes líderes del crimen organizado, los últimos días de diciembre, antes de que se agudizara la violencia en diferentes ciudades de la entidad en donde se ha paralizado el transporte.
Contó que en su caso habló con líderes de la Tierra Caliente y de la Sierra, pero aunque se le preguntó, no precisó cuándo ni con quiénes de los que operan en esas regiones se reunió.
En la Tierra Caliente operan los grupos La Familia Michoacana (FM), el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y en la sierra Los Tlacos.
En la entrevista, el obispo dijo que el papa Francisco les ha pedido que sigan tejiendo la paz “y que le busquemos como artesanos de paz, pero yo siento que los intentos que llevamos no salen, entonces hay que volverlos a hacer, no podemos decir que con una vez ya se puede, pero los intentos los hemos tenido”.
Indicó que la falta de acuerdos es porque “se mueven intereses en el corazón y en la cabecita de cada uno y no se logró, pero no nos detendremos en seguir buscando los espacios de diálogos, ahí nos toca trabajar mucho como Iglesia”.
Informó que el papa Francisco les pidió que incluso llamen a que se sumen otros obispos, como de Morelos y Michoacán, “y al final de cuentas de toda la Conferencia Episcopal de la República Mexicana, y ya nos estamos animando porque esto ya nos caló también a nosotros, ya nos llegó también a nosotros y no podemos quedarnos cruzados de brazos”.
Indicó que les han matado ministros de la Comunión, presidentes de la Adoración Nocturna, padres de acólitos, mayordomos y comisarios que están dentro de la Iglesia “y ya nos da pena y tristeza que a miembros de nuestra Iglesia, voluntarios al servicio de la espiritualidad, los estén matando por equivocación o por una cosa u otra, pero no se puede más”.
El prelado, declaró que en este primer intento de diálogo no se pudo llegar a un acuerdo “por la avaricia, por la ambición de tener, la ambición al dinero, ambición al poder, ambición al territorio, ambición al cobro”.
Aunque inicialmente dijo que los líderes criminales con los que se reunió estaban de acuerdo en una tregua, cada uno quiso imponer sus condiciones “y no fueron de agrado para algunos de los participantes”.
Precisó que esas condiciones fueron la división del territorio y fue lo que evitó que llegaran a la tregua.
Y argumentaron que el territorio que ahora controlan “les ha costado vidas y trabajo”.
Por ello anunció que van a buscar otras formas de ofrecerse como mediadores para lograr la paz.
Que el gobierno no se haga a un lado
El prelado declaró que en cambio, el gobierno tiene la solución “y nosotros quisiéramos que no se corrompa y que puedan ellos mediar, ellos tienen también el poder, los recursos y los medios, pero parece que nos han dejado solos”.
Pidió a las autoridades “que no se hagan a un lado y que le entren porque ellos pueden, el gobierno puede, les llamaríamos a que ejerzan todo su conocimiento, su poder, toda su sabiduría y sus recursos, para que dialoguen y pueda haber tregua y paz para las elecciones.
José de Jesús, dijo que de parte de las autoridades “hay mentira, por eso llamamos a que lo que hagamos lo hagamos con recta intención, “porque si se hace con otras intenciones caemos en la hipocresía, es decir que se busca la paz y no se ve, queremos el cambio y no lo hay, queremos mejores condiciones y no las tenemos, entonces que es lo que hay, mentira, falsedad y el llamado es a ser íntegros, verdaderos”.
Insistió que lo que se ve del gobierno es falsedad, “como es que estamos llenos de Ejército y los delincuentes tan fácil que llegan y liquidan y se van, es una vergüenza, es penoso. Por eso yo siempre llamo a que no nos corrompamos, ya basta la corrupción”.
Informó que por separado los otros obispos del estado se reunieron con otros líderes de los grupos criminales, “pero igualmente no se pudo y está pendiente”.
Los otros tres obispos de Guerrero son Joel Ocampo Gorostieta de la diócesis de Ciudad Altamirano; Dagoberto Sosa de Tlapa y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González.
González Hernández informó que seguirán buscando mediante otras estrategias una tregua para la paz, la Iglesia tiene que redoblar sus esfuerzos y celebró que el Decanato de Chilpancingo, haya iniciado ayer una jornada de oración y de ayuno.
González Hernández añadió que tienen autorizado por el Papa, alzar la voz y que eso implica que ya no pueden estar indiferentes, “sino movernos como Iglesia, no cerrar los ojos, no taparnos los oídos, no tapar la boca, sino animarnos nosotros mismos”, dijo, y llamó a otros sacerdotes que se unan a la iniciativa del Decanato de Chilpancingo.
El prelado declaró que los obispos tienen el temor de que por las elecciones se recrudezca la violencia y que vaya a haber hasta un conflicto social y más muerte.