Buscará acercarse a simpatizantes del FUSDEG, dice la UPOEG tras la toma de El Ocotito

Durante el segundo día de ocupación de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, de policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) llegaron al pueblo 19 patrullas de la Fuerza Estatal y decenas de uniformados se pusieron cerca de la carretera.
La Policía Estatal llegó y se colocó en la entrada del pueblo rumbo a Juan R. Escudero (Tierra Colorada), municipio hacia donde se replegó el Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG).
Mientras que la UPOEG informó que buscará un acercamiento con los vecinos que simpatizan con el FUSDEG.
En tres entradas del pueblo hay retenes de la Policía Ciudadana de la UPOEG: en la que va hacia Chilpancingo y una que lleva a la Autopista del Sol y la parte serrana, mientras que la salida hacia Tierra Colorada está fuertemente reforzada con 19 patrullas de la Fuerza Estatal y decenas de policías.
En un recorrido por la población se vio a una de las patrullas circular por la calle principal de la comunidad, mientras las otras 18 permanecían en la entrada.
En el pueblo aparentemente continúan las actividades normalmente, el pequeño mercado estaba activo y todos los negocios abiertos.
Consultado el la noche el comisario Gil Ramírez Cortes (desconocido por el Ayuntamiento de Chilpancingo) afirmó que “la gente está contenta y recuperando la confianza, la pesadilla terminó para nosotros”.
Comentó que en la tarde tuvieron una asamblea en la Comisaría y los acuerdos con la UPOEG fueron “reestructurar y levantar el pueblo en todos los aspectos, porque fue muy lastimado por estos compañeros”, y enviar el mensaje a los ciudadanos de que tienen la capacidad de darles seguridad “con paz”.
Otro de los acuerdos fue que buscarían a los vecinos de la población que estaban con el FUSDEG, “porque fueron engañados” y si quieren acercarse a la UPOEG los aceptarán.
En la reunión estuvieron unas 70 personas entre consejeros y asesores de la Comisaría, quienes acordaron difundir los acuerdos entre la población.
Dijo que hasta ayer en la noche ninguna autoridad del estado ni del municipio los ha buscado para conocer la situación en la comunidad, que únicamente llegaron las patrullas.

Se mantiene atento para evitar choques entre FUSDEG y UPOEG, dice Astudillo

 

A fin de evitar una confrontación, el gobierno del estado permanece atento a las acciones que realizan el Frente Unido para la seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) y la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), indicó el gobernador Héctor As-tudillo Flores.
En declaraciones a reporteros después de asistir a la inauguración de la tercera sesión ordinaria de la Comisión Nacional de Desarrollo Social, el gobernador informó que “en las últimas horas ha habido una serie de mayores amagos de conflicto” y lo que ha hecho el gobierno del estado es colocar “cuatro puntos centrales” de policías estatales y “visiblemente la participación de la Secretaría de la Defensa Nacional en la ruta de la Autopista del Sol”.
Agregó que para evitar confrontaciones la Policía del estado permanecerá en la zona con 200 agentes y destacó que en los últimos días “no ha habido algo que lamentar”.
Astudillo Flores informó que en una reunión con mandos del Ejército el domingo se analizó la situación que prevalece en Ocoti-to, además de las condiciones de inseguridad en Tierra Caliente.
“El estado atraviesa por un momento que requiere de mucha atención, mucha sensibilidad, la cantidad de conflictos que hay son frecuentes, el gobernador del estado tiene que estar verdaderamente pendiente no sólo en el día sino en la noche que se presentan una serie de conflictos en los que el gobierno tiene que participar”, dijo.
“Guerrero lamentablemente tiene todos los días asuntos con el tema de la seguridad”, añadió.
El gobernador indicó que los recientes asesinatos vinculados a la delincuencia organizada ocurridos en Acapulco se deben la competencia de las bandas.
A pregunta expresa sobre el repunte de los homicidios después de que se registró un descenso en septiembre, el gobernador explicó que “son diversos temas, pero fundamentalmente, no todos, es el choque entre la competencia de las bandas”.
Se le preguntó qué grupos delictivos son los que están en pugna pero ya no contestó.
Sobre que los homicidios siguen pese al despliegue de las Bases de Operaciones Mixtas (BOM), el gobernador dijo que éstas “siguen haciendo su trabajo, su esfuerzo” y confió que los resultados mejoren.
Sin abundar en detalles dijo que los resultados de octubre fueron “intermedios entre lo que fue agosto y septiembre”.
Sobre el aumento en el número de homicidios registrados de enero a octubre el gobernador consideró que se debe esperar a que termine el año “para ver cómo se mueven las cifras”
“No me disculpo ni exculpo a nadie pero en el problema de la violencia en este país Guerrero ya no es el ícono, yo creo que hay estados que están teniendo problemas muy serios, no los menciono porque no creo que me corresponda a mí, pero Guerrero dejó de ser el estado que presentaba circunstancias más escandalosas”.

Ocupan policías de la UPOEG El Ocotito y entran a la base comunitaria del FUSDEG, que se repliega a Tierra Colorada

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Policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y pobladores de El Ocotito tomaron la mañana de este lunes la base comunitaria del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), luego de que este grupo se replegó a Tierra Colorada en la madrugada, en la disputa del territorio de las dos organizaciones.
El hecho ocurrió a las 11:50 de la mañana luego de que el domingo la UPOEG entró a la zona pero estuvo separada de integrantes del FUSDEG por un retén de policías estatales, para evitar más enfrentamientos como el ocurrido el 24 de octubre en Tlayolapa, Juan R. Escudero, que dejó a siete hombres muertos.
Por su parte el alcalde priista de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena dijo que por el conflicto de El Ocotito sólo puede intervenir mediante el diálogo, porque entre la UPOEG y el FUSDEG conforman más de 600 hombres armados y el municipio sólo cuenta con 119 policías municipales.
Los pobladores de la comunidad y policías ciudadanos de la organización no entraron a las dos casas que ocupaban los policías comunitarios como comandancia, porque no acudieron funcionarios del municipio ni del gobierno del estado a hacer un inventario.
Unos 100 policías ciudadanos de la UPOEG llegaron en camionetas y automóviles a la base del FUSDEG de El Ocotito ubicada en la salida de la población en la colindancia con la comunidad Mohoneras, en la carretera federal México-Acapulco. Se les vio con armas de grueso calibre como AR-15 y AK-47.
Un vecino de El Ocotito comentó que desde hace tres años policías comunitarios del FUSDEG tenían presencia en ese lugar tras separarse de la UPOEG.
A pesar de que había un retén de la Policía Estatal con cinco patrullas y más de ocho policías estatales cerca de la Comisaría municipal, entraron policías ciudadanos y pobladores sin violencia a tomar el control de la base de la comunitaria.
Este conflicto por la disputa del territorio de Xaltianguis en Acapulco, Tierra Colorada en el municipio Juan R. Escudero y El Ocotito y Petaquillas en Chilpancingo, ha causado movilizaciones y enfrentamientos armados entre los dos grupos.
Los policías ciudadanos hicieron recorridos en camionetas y a pie para buscar a policías comunitarios, y evitar un ataque armado o confrontación.
En un recorrido en las dos casas que ocupaban los comunitarios como base había mujeres haciendo comida, y la otra vivienda estaba cerrada pero debajo de unas escaleras se encontraron bombas molotov. Al retirarse los comunitarios la madrugada de ayer los 20 retenidos que tenían escaparon, entre ellos un comandante de Petaquillas que fue torturado a golpes, “le echaron clarasol en la narices y fue atendido por Protección Civil municipal”, según una fuente de la UPOEG.
Una vecina de El Ocotito que vive cerca de la base del FUSDEG relató que en una de las casas hay un calabozo donde metían a los detenidos, los torturaban y sólo les daban de comer una tortilla, “mientras que en otro cuarto tenían a mujeres a quienes violaban”.
Por su parte el vecino Santiago García Chalma relató que el 20 de junio su hijo, dos yernos y su nieto fueron detenidos de manera irregular por los policías comunitarios, quienes los acusaron de secuestro y fueron entregados a la Fiscalía General del Estado (FGE), y ahora están recluidos en la cárcel en Chilpancingo.
García Chalma pidió la intervención del gobierno del estado para atender sus demandas pero no ha tenido respuesta, “sufrieron maltratos por parte de los comunitarios a pesar de que son inocentes, fueron trasladados a la cárcel de Chilpancingo, presentamos una denuncia en la Fiscalía que a la fecha no hemos tenido solución, los verdaderos secuestradores están libres”.

Pidió acompañamiento del Ayuntamiento y del gobierno del estado pero no le hicieron caso, dice Gil Ramírez

Por su parte en conferencia de prensa, el comisario interino desconocido por el Cabildo de Chilpancingo, Gil Ramírez Cortés se quejó de que el Ayuntamiento de Chilpancingo y el gobierno del estado no acudieron a la base comunitaria del FUSDEG para hacer un inventario de la comandancia “de manera general tomar el inmueble”.
Comentó que la Policía Ciudadana de la UPOEG tomó el control de la comunidad con retenes “para que continúe la paz y seguridad” en la zona.
“Me comuniqué con trabajadores del Ayuntamiento, no me contestaron y después le llamé al director de Gobernación de la Secretaría General de Gobierno, Jesús Vargas Vargas, dijo que enviaría a trabajadores del gobierno del estado para ingresar a las dos casas de la base del FUSDEG, pero que después de consultar a sus jefes no tenía la facultad de venir para realizar un inventario, lo cual no ocurrió”, se quejó.
Agregó que pedirá a un agente del Ministerio Público de la Fiscalía del estado o del gobierno federal que investigue las violaciones a derechos humanos de los policías comunitarios.
En Chilpancingo en la plaza Primer Congreso de Anáhuac el alcalde Leyva Mena manifestó que ha llamado al diálogo a las partes en conflicto, incluso el viernes platicó con el dirigente de la UPOEG Bruno Plácido Valerio para decirle el grado de conflicto en la zona, “es importante que entre los dos grupos armados se utilice el diálogo”.
Aseveró que emplazó a Bruno Plácido a que se construyan criterios de la portación de armas y la capacitación en derechos humanos de sus simpatizantes, y que aceptó.
Se le preguntó si cree que es suficiente el diálogo y respondió, “no tengo otra manera, el municipio tiene 119 policías, la fuerza armada del FUSDEG representa por si sola 150 hombres, los de la UPOEG tienen lo doble o triple, es decir que estamos hablando de un total de 450 a 600 personas armadas, las cuales no están reguladas, por eso a través del diálogo tratamos que entiendan”.
El acalde advirtió que si en estos momentos entra otra fuerza armada a la zona las cosas se pueden agravar, “por eso se deberá de ir acompañado con el diálogo permanente”.

Fue una emboscada del FUSDEG a la UPOEG lo que ocurrió en Tlayolapa, sostiene el gobierno

Tras la muerte de siete civiles en un enfrentamiento del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) contra la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en Tlaloyapa, Juan R. Escudero, el Grupo Coordinación Guerrero pidió que los grupos de civiles armados no busquen venganza y que favorezcan el diálogo para evitar la violencia.
Sin una acción para dar seguridad, el gobierno del estado relegó su responsabilidad y señaló al gobierno federal como a quien corresponde el desarme de los dos grupos, bajo el argumento de que cuentan con armas de uso exclusivo del Ejército y la Fuerza Aérea.
La tarde de este martes en el edificio Centro del Palacio de Gobierno el Grupo de Coordinación Guerrero dio una conferencia de prensa para dar su versión de lo ocurrido el lunes entre el FUSDEG y la UPOEG.
El vocero Roberto Álvarez Heredia pidió a los civiles armados que no recurran a la venganza y colaboren con las autoridades competentes.
“Hacemos un atento y un enérgico, pero enérgico llamado a que exista un alto total de las hostilidades por el bien no solamente de ellos mismos, sino de los vecinos donde viven, quienes están siendo presas del miedo y de la zozobra y es una situación que no puede ser tolerada”, advirtió.
En la conferencia participó el fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez quien detalló que se abrió una carpeta de investigación bajo el número 036 por homicidio y lesiones por arma de fuego a quien resulte responsable.
“No hay inculpados, hasta el momento se está haciendo la investigación y está como quien resulte responsable, el lugar de los hechos fue en Tlayolapa”, municipio de Juan R. Escudero.
Relató que en la madrugada del lunes llegaron a la comunidad integrantes de la UPOEG y en ese punto se encontraban parapetados integrantes del FUSDEG para evitar el ingreso del otro grupo.
“Acto seguido según testimonios recabados por la Fiscalía, los segundos (FUSDEG) abrieron fuego contra el grupo de la UPOEG teniendo como resultado siete personas muertas y dos más heridas como se apuntó”, agregó.
Dijo que la Fiscalía fue informada por el FUSDEG de los hechos, por lo que un grupo multidisciplinario integrado por dos fiscales cinco agentes del Ministerio Público, y cinco peritos en criminalística forense se dirigieron al lugar.
“Los cuerpos ya habían sido retirados por cada uno de los grupos, siendo trasladados Juan Arismendi miembro del FUSDEG a la comunidad de Tlayolapa y los de Hugo Moctezuma, Anastasio Valente, Salustio Mayo, Silvino Carrillo y Valente Sonora, a la cabecera de Teocoanapa, mientras que los lesionados fueron llevados al hospital general del municipio de Ayutla”, mencionó, pero sólo mencionó los nombres de seis de los siete muertos.
Más tarde en un boletín la Fiscalía expuso, “al arribar al lugar, el equipo multidisciplinario se percató que los cuerpos ya habían sido retirados por cada uno de los grupos siendo trasladado Juan “N” (miembro del FUSDEG), a la comunidad de Tlayolapa y los cuerpos de Hugo “N”, Anastasio “N”, Salustrio “N”, Rigoberto “N”, Silvino “N” y Valente “N”, a la cabecera municipal de Tecoanapa para entregarlos con sus familiares, mientras que los lesionados Norvi “N” y Valfre “N” fueron trasladados a Ayutla para atención médica”.
“Respecto a los lesionados Norvi “N” se encuentra estable de salud y continua recibiendo atención médica en el Hospital General de Ayutla, mientras que Valfre “N” por la gravedad de las lesiones se trasladó al Hospital General de Chilpancingo, donde su estado de salud es delicado pero estable”, agrega.
En la conferencia el secretario de Seguridad Pública del estado, Pedro Almazán Cervantes relató, “a las 11:40 de la mañana a 2 kilómetros del poblado de Tlayolapa fueron localizados dos cuerpos tirados sobre las vías de comunicación al lado de los vehículos, de los cuales más tarde se tendría conocimiento que serían integrantes del grupo de la UPOEG que había sido emboscado alrededor de las 4:30 de la mañana, en donde perdieron la vida al menos seis personas de esa organización y uno más del FUSDEG”.
Dijo que a raíz de los hechos el gobierno del estado determinó integrar una operación en la que participan 208 policías estatales que se distribuyeron en 25 patrullas, dos autobuses antimotines y uno de línea, para cubrir el territorio de El Ocotito y Tierra Colorada, para evitar que se registre otro enfrentamiento.
“En el transcurso de la noche a pesar de la tensa calma los informes policiales no reportaron novedad, sin incidentes aunque en la zona prevalece una situación tensa, pero continúan los patrullajes”, agregó.
Afirmó que a las 8 de la mañana supieron de la presencia de 200 integrante de la UPOEG distribuidos en las comunidades del valle de El Ocotito: Buena Vista de la Salud y San Juan del Reparo, mientras que del FUSDEG 350 hombres estaban en Mohoneras, Tierra Colorada y Las Palmas.
“Se detectó que los hombres armados portaban armas inclusive del Ejército, Fuerza Área y Armada Nacional”, puntualizó.
A pesar de indicar este hecho de la portación ilegal de armamento no se informó cómo se procedería al respecto.
En una segunda intervención el secretario de Seguridad dijo que para garantizar la seguridad se debe estar “consciente” de un problema que existe en Guerrero “la existencia de grupos civiles armados al margen de la ley”.
“El gobierno del estado ha sido muy tolerante, y ha trabajado mucho en la operación política para que en coordinación con la policía se proceda a su desarme o por lo menos en una convivencia pacífica respetando el derecho de algunos pueblos de sus usos y costumbres, aunque ha habido una extralimitación”, agregó.
Dijo que la Policía del Estado está en la zona actuando con la responsabilidad y prudencia para destensar la situación, aunque no están acabados los trabajos políticos.
“Nosotros estaremos pendientes si es necesario reforzar con mas efectivos, hasta que la razón sea rebasada y tengamos que actuar de otra forma, pero serán otras instancias las que determinen la solución”, agregó.

 

Acordaron pueblos desde Petaquillas a Xaltianguis sustituir al FUSDEG por la UPOEG, dice Gil Ramírez

 

El comisario interino de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, Gil Ramírez Cortés (desconocido por el Ayuntamiento), aseguró que en asamblea de comisarios del corredor Petaquillas-Xaltianguis acordaron que la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) ingrese a todos los pueblos, en “sustitución” del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG).
De El Ocotito detalló que en asamblea del domingo determinaron respaldar al líder de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, para con el gobierno estatal “retirar al grupo minoritario de la otra Policía Comunitaria”.
El domingo se publicó en estas páginas que Bruno Plácido dijo que la organización intervendrá en el conflicto para defender al pueblo de “los abusos y el sometimiento” del FUSDEG.
La madrugada de ayer vecinos del valle de El Ocotito y policías comunitarios del FUSDEG bloquearon la carretera federal México-Acapulco frente a la base comunitaria del poblado, para evitar la entrada de policías ciudadanos de la UPOEG.
Los comunitarios explicaron que a la 1 de la madrugada hubo balazos al aire frente a la base del FUSDEG, y también se escucharon balazos en siete colonias durante la madrugada, lo que provocó temor y zozobra en la población.
Vía telefónica Gil Ramírez desacreditó la versión del FUSDEG, dijo que la mayoría del pueblo se “cansó” de sus anomalías, ya que la base comunitaria no fue baleada y tampoco la UPOEG ingresó a la comunidad en la madrugada.
Detalló que se escucharon detonaciones de arma en la base del FUSDEG, pero no fue atacada ya que la UPOEG solo colocó un filtro de “observación” en la comunidad de Buenavista, aledaña a El Ocotito, con el consentimiento de los pobladores.
Indicó que incluso en su revisión la Policía Estatal comprobó que la base comunitaria no fue baleada, “eso fue una farsa, un teatro en redes sociales que fue desmontado por los mismos policías”.
Sin embargo reconoció que los pueblos integrados al corredor Petaquillas-Xaltianguis ahora pertenecen a la UPOEG, “porque tocamos muchas puertas del gobierno y todas las cerraron”.
Aseguró que hace 15 días se reunieron representantes y comisarios de Petaquillas, Mojoneras, Cajelitos, Petaquillas, Xaltianguis, El Ocotito y Buenavista en la comunidad de Palo Blanco, donde acordaron con Bruno Plácido que la UPOEG “retirará por la vía pacífica” al FUSDEG del corredor, con el apoyo del gobierno estatal.
Gil Ramírez externó que incluso los comandantes “ya visten la camiseta verde” de la UPOEG y rechazan la figura de Salvador Alanís como coordinador, porque no acudió a la depuración y reestructuración del sistema comunitario el 14 de agosto.
El comisario calificó al FUSDEG como un “grupo armado más” que mantiene en “sicosis” a los pobladores y que es rechazado por la mayoría de las comunidades.
Reiteró que la UPOEG aún no ha ingresado a El Ocotito, sin embargo serán “bien recibidos” porque en la asamblea del domingo decidieron permitir su ingreso, para dialogar con el gobierno estatal y desmontar la estructura del FUSDEG, “porque sin ellos se acaba el problema”.

Van dos muertos de la UPOEG y 26 del FUSDEG tras casi 19 meses de enfrentamientos

El 23 de enero de 2014, la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG) entró al valle de El Ocotito con la Policía Ciudadana del Sistema de Seguridad y Justicia del Estado de Guerrero y, en menos de año una escisión conformó el Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), que aglutinó comunidades que pertenecían al movimiento que encabeza el dirigente indígena Bruno Plácido Valerio.
Pese a la tensión de la división, agravada por la confrontación política del año electoral (2015) y a las acusaciones mutuas de dar apoyo a grupos delictivos, la UPOEG mantuvo su presencia en algunas localidades del valle, de donde extendió su influencia a la Sierra.
El primer hecho violento conocido entre las organizaciones extendidas en comunidades rurales de Chilpancingo y Acapulco, ocurrió el 30 de marzo de 2015, en el crucero de San Juan el Reparo, de la carretera nacional Tierra Colorada-Cruz Grande, en el municipio de Juan R. Escudero.
Esa noche se reportaron siete muertos del FUSDEG y dos de la UPOEG, además de dos heridos graves, uno de cada grupo. Los primeros denunciaron que fueron emboscados, lo segundos que repelieron una agresión. Un policía herido del FUSDEG murió a 10 días del ataque, y de cinco integrantes del FUSDEG extraviados en los ataques, dos fueron encontrados degollados el 1 de abril en Chacalapa, San Marcos.
Poco después, el 8 de abril, el policía comunitario del FUSDEG, Raúl Jiménez Salgado, sobreviviente de los hechos, fue asesinado en su domicilio, en el poblado de Xaltianguis, municipio de Acapulco.
A poco más de un año, el 18 de abril de 2016, fue asesinado el ex comisario y ex presidente del comisariado de los Bienes Comunales de San Juan del Reparo, municipio de Juan R. Escudero, Edilberto Santiago Díaz, era hermano del primer coordinador del FUSDEG en Tierra Colorada, Romualdo Santiago Díaz. Los hijos de la víctima responsabilizaron a policías de la UPOEG.
Asimismo, denunciaron el asesinato de la coordinadora del FUSDEG, Nelva Edilia Sánchez López, el 26 de julio de 2015, cuando cruzaba la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional, en San Marcos, crimen perpetrado por policías ciudadanos de la organización opositora.
En este escenario enrarecido, también se enfrentaron dos grupos de policías comunitarios del propio FUSDEG en Xolapa, municipio de Acapulco. El 7 de junio de 2015, fueron muertas 16 personas a balazos: 13 de la fracción de Acapulco, encabezados por Policarpo Ramírez quien murió en la balacera y tres del FUSDEG del Valle de El Ocotito, regente en el movimiento de seguridad comunitaria del FUSDEG.
En estos hechos tiene antecedente el conflicto del cambio de comisarios municipales en Chilpancingo, donde dos grupos del mismo FUSDEG en Petaquillas se disputaron el control del sistema de seguridad comunitaria.

 

 

La ejecución del comandante del FUSDEG, ajuste de cuentas de la delincuencia, dice el obispo Rangel

El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, advirtió que el asesinato del comandante del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), Julio Alarcón Astudillo, fue un ajuste de cuentas de la delincuencia que disputa el poder económico, “que se juega debajo de la mesa”, derivado del trasiego de enervantes en el corredor Petaquillas-Xaltianguis.
Subrayó que la pugna entre las policías comunitarias del FUSDEG y pobladores allegados a las comisarías de El Ocotito y Petaquillas ha rebasado al gobierno estatal que cuenta con autoridades “permisivas, blandas y tolerantes”, de lo que se deriva la presunta filtración del crimen organizado en los dos grupos armados.
Por tal motivo, Rangel Mendoza externó que la capital del estado es un “terreno fértil” que facilita a los delincuentes infiltrarse en las policías comunitarias y en los “grupos políticos, “o en intereses particulares, porque uno ya no sabe a quién mirar para señalar como responsables de tanta inseguridad”.
El asesinato de Alarcón Astudillo, quien trabajaba como chofer del transporte público de la ruta Chilpancingo-Petaquillas, ocurrió a las 11:50 de la mañana del domingo, en la entrada del estacionamiento del mercado ubicado frente a la avenida Juan Ruiz de Alarcón y a una cuadra de la iglesia San Francisco.
Mientras que el jueves de la semana antepasada dos policías comunitarios allegados a la comisaría de El Ocotito fueron secuestrados en el entronque de Tierra Colorada de la carretera federal México-Acapulco, presuntamente por el FUSDEG.
Entrevistado en sus oficinas del obispado en esta capital, Rangel Mendoza remarcó que la ejecución del comandante y la desaparición de los dos policías comunitarios son la muestra evidente de la ruptura del tejido social en Guerrero, y que atraerá como consecuencia “crímenes peores y desagradables que en cualquier momento ocurrirán”.
Añadió que el estado necesita de un “pacto social” en la sociedad, la iglesia, el sector educativo y el gobierno estatal, para promover una educación a favor de la paz y la concordia, que erradique la delincuencia que impera en la entidad.
Sobre el conflicto en Petaquillas y El Ocotito, que en 10 días se agravó ante la ejecución y las desapariciones, Rangel Mendoza indicó que el conflicto se debe al ajuste de cuentas del crimen organizado para adquirir la derrama económica que se “mueve” en esos pueblos, copados por la delincuencia.
“Lo que vemos ahorita es la lucha de poder, de prepotencias, y finalmente el dinero que se juegan debajo de la mesa; y es aquí donde hago un llamado a la paz y a la concordia, porque el valor verdadero es la vida, donde se fundamentan todos los valores, porque si no tenemos vida, para qué queremos lo demás”, dijo.
Además, indicó que la injerencia de los grupos delictivos presuntamente infiltrados en Petaquillas y El Ocotito obran de manera repudiable al secuestrar a mujeres jóvenes, incluso menores de edad, tanto en Chilpancingo como en Chilapa.
De los intentos del gobernador Héctor Astudillo Flores y del alcalde priista capitalino, Marco Antonio Leyva Mena, de pacificar el conflicto que mantienen ambas comunidades, monseñor Rangel Mendoza remarcó que las autoridades estatales fueron rebasadas por actuar de manera “blanda, complaciente y permisiva”, desde el momento en que ocurrió el primer enfrentamiento a balazos y golpes en Petaquillas, el pasado 10 de septiembre
Aunque agregó que a la Fiscalía General del Estado (FGE) la investigación “también se le salió “de las manos”, y por ello deberá intensificar sus labores de inteligencia para identificar a los responsables del conflicto, “porque esas personas buscan intereses económicos; y por ahora, se les debería retirar la canasta”.
Sin embargo, Monseñor adelantó que una posible razón de la omisión de las autoridades se debe al “interés electoral”, pues quienes aspiran a ocupar un puesto público “pretenden quedar bien con ambas partes y no obran con mano dura, pero como lo decía Jesús: no podemos servir a dos amos”, dijo.
Por ello, Rangel Mendoza denunció que Chilpancingo es un “terreno fértil” donde los delincuentes pueden infiltrarse en las policías comunitarias o los “grupos” políticos, “o en intereses particulares, porque uno ya no sabe a quién mirar como responsables de tanta inseguridad”.
Reiteró que los dos grupos antagónicos pudieran tener vínculos con los “tres o cuatro” grupos que se disputan la primacía en la capital, aunque subrayó que además de estos criminales operan en favor de la inestabilidad “actores políticos y sindicalistas, que no puedo decir quiénes son por motivos de seguridad”.
Finalmente, Rangel Mendoza expuso que el problema para generar la concordia en ambos pueblos capitalinos se debe a la poca disposición para dialogar de manera tolerante, “porque están anteponiendo sus intereses económicos, por encima de las personas”.

Fin a bloqueos y a muertes entre ellos, pide Astudillo al FUSDEG y a sus opositores

El gobernador Héctor Astudillo Flores calificó como “lamentable” el bloqueo de seis horas a la carretera nacional Acapulco-México por integrantes del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG): “no se puede someter al estado de Guerrero a una situación de bloqueos”.
El domingo a medio día, intengrantes del FUSDEG bloquearon mas de seis horas tres tramos de la carretera federal México-Acapulco, en Petaquillas, Ocotito y Tierra Colorada para exigir el esclarecimiento del asesinato de su comandante Julio Alarcón Astudillo. La movilizacion originalmente fue planeada para demandar una audiencia con el gobernador.
En declaraciones a reporteros después de una reunión privada que tuvo con la dirigencia estatal de SNTE, el gobernador insistió en que los policías comunitarios “tienen que volver a su esencia” y ajustarse a la Ley 701 –que reconoce derechos y cultura de los pueblos indígenas- que implica limitar sus acciones a sus territorios, de acuerdo .
Al gobernador se le preguntó sobre la situación con el FUSDEG luego de los bloqueos que realizaron el domingo en Petaquillas, Ocotito y Tierra Colorada: “se preveía que iba a haber algunos problemas, se habló con todos para evitar los problemas y resulta que en el último momento del día, de la jornada, aparece que asesinan a uno de ellos en Chilpancingo, esto originó las protestas que conocimos”.
“Me parecen (los bloqueos) lamentables porque no se puede someter al estado de Guerrero a una situación de bloqueos en varios puntos de la carretera derivado de un homicidio que es muy lamentable, que es muy reprobable, pero no se atiende así”, añadió.
Luego dijo que lo primero que hará su gobierno es que la Fiscalía busque al autor del asesinato del comandante del FUSDEG Julio Alarcón Astudillo, y entonces advirtió que es necesario que “los grupos comunitarios” vuelvan “a su esencia, ajustarse a lo que es la 701 y no dedicarse a generar conflictos entre ellos que terminan con muertes y con bloqueos”.
Al gobernador se le preguntó si iba a recibir a los integrantes del FUSDEG y se le recordó que de las demandas de los bloqueos del domingo es tener una audiencia con él, pero ya no contestó.

El FUSDEG todavía hostiga a sus simpatizantes denuncia el comisario de Petaquillas, en la capital

El comisario de la comunidad de Petaquillas en Chilpancingo, Mario Flores Castrejón aseguró que el secretario de Seguridad Pública municipal, Esteban Espinosa Montoya favorece al Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), porque no acudió cuando denunció que policías comunitarios “amedrentan” a los vecinos afines a él.
Expuso que además el lunes siete camionetas con hombres armados del FUSDEG de El Ocotito recorrieron las calles de Petaquillas para ubicar los domicilios de sus simpatizantes, y el miércoles llegaron comunitarios de Tierra Colorada y El Ocotito para “intimidar” y sacar de sus hogares a tres pobladores, “y por eso dimos el aviso al secretario quien  avisó que acudiría con dos patrullas pero no llegó… y no es la primera vez que sucede”.
Vía telefónica el comisario lamentó que se atente contra la estabilidad de Petaquillas a una semana del enfrentamiento a balazos y golpes que dejó seis heridos y siete retenidos de ambos grupos (del FUSDEG y del comisario), que están en pugna en el poblado.
Reiteró que el miércoles  acudieron  policías comunitarios en tres camionetas, “para ingresar a tres hogares y amedrentar a nuestra gente, les advirtieron que se fueran del pueblo cuanto antes”.
Ante el hostigamiento aseguró que junto a otros pobladores se comunicaron por teléfono con Esteban Espinosa para advertir de lo ocurrido en Petaquillas,  “(él) nos dijo que vendría a mi casa y no vino, también que mandaría patrullas y no mandó nada, son varias veces que hablamos con él y nunca viene”.
Denunció que tampoco ingresó al poblado para conciliar el conflicto en el enfrentamiento del sábado pasado, pese a que estaba tomada la comisaría y que ambos grupos estaban armados, “dijo que estaba peligroso por la balacera, y no se movió del acceso al pueblo”.
Por ello, Flores Castrejón aseguró que es “evidente” la postura de Espinosa Montoya para favorecer al grupo opositor del FUSDEG, “porque incluso se presenta a sus asambleas”.
Sobre la postura del obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza quien exhortó a los pobladores simpatizantes para presentar pruebas verídicas contra el párroco Antonio Salgado Bravo de la iglesia de San Agustín, Petaquillas, a quien acusan de favorecer económicamente al grupo del FUSDEG, acompañarlos en sus asambleas y guardar sus armas en la iglesia, Flores Castrejón reiteró que enviaron un oficio a la Curía Diocesana, “que recibió la secretaria y nunca nos dio respuesta”.
Abundó que en los próximos días acudirá nuevamente un grupo de pobladores para exigir respuesta del oficio enviado al obispo Rangel Mendoza, “porque ni siquiera puedo ingresar a la Comisaría, sigo  amenazado”.

Denuncia el comisario de Petaquillas que el FUSDEG amenazó con secuestrarlo el sábado


El comisario de Petaquillas, Mario Flores Castrejón, denunció que el grupo de la Policía Comunitaria del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo de los Pueblos de Guerrero (FUSDEG), con el que mantiene la pugna en la comunidad, amenazó con secuestrarlo y vigilarlo afuera de su vivienda, tras el enfrentamiento a golpes y balazos del sábado en Petaquillas.
Asimismo, pobladores y policías comunitarios allegados al comisario advirtieron que el párroco de la iglesia de San Agustín de la comunidad, Antonio Salgado Bravo, ha favorecido al grupo del FUSDEG, “apoyándolos económicamente, acompañándolos en sus asambleas y guardando sus armas en la iglesia”.
Además, denunciaron que en sus actividades religiosas, el párroco “discrimina”, al comisario Mario Flores y a los feligreses que lo apoyan, a quienes incluso ha retirado personalmente de la iglesia de Petaquillas.
El joven David Carbajal Jiménez aseguró que después del segundo enfrentamiento a golpes debajo del puente de la carretera federal México-Acapulco, del sábado, fue forzado por el grupo opositor para ingresar a la iglesia, “donde me sentaron en una silla con una soga al cuello, porque me iban a colgar frente al padre”.
La tarde del sábado los dos grupos se enfrentaron a balazos y a golpes en Petaquillas en dos ocasiones, y quedaron seis heridos y siete retenidos.
Los siete retenidos por los policías comunitarios del FUSDEG de Petaquillas y vecinos de la comunidad allegados al comisario Mario Flores Castrejón, fueron liberados la madrugada del domingo, con la intervención de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum)
Ayer al mediodía, cinco de los policías de Petaquillas que fueron liberados, tras enfrentarse con el grupo del FUSDEG, acudieron al Ministerio Público de Chilpancingo a rendir su declaración, acompañados de familiares, esposas y personas allegadas al comisario Flores Castrejón.
En el interior del inmueble, los declarantes ofrecieron su versión de lo ocurrido en Petaquillas, mientras que sus acompañantes reconocieron que la comunidad vive días “agitados y de alta tensión”, por la división que prevalece en el poblado.
Aseguraron que una de las causas es la injerencia en el conflicto del párroco, Antonio Salgado Bravo, quien lleva unos 15 años al frente de la iglesia de San Agustín, y que actualmente favorece en sus decisiones al FUSDEG, asentado en el barrio de San Agustín, pese a que debería ser “imparcial” para obtener la pacificación del pueblo.
Ahí, la señora, Perla Atrisco Abarca, relató que en su sermón en las misas, el párroco discrimina al comisario, y amenaza a sus simpatizantes, “que no ingresarán a la iglesia porque los va a correr”, lo que ya ha cumplido varias ocasiones, cuando acude a retirarlos de la iglesia, “lo que es injusto, porque él no es dueño de la iglesia, sino el pueblo”.
Explicó que su última intervención fue tras el segundo enfrentamiento a golpes debajo del puente de la carretera federal México-Acapulco, en el acceso a Petaquillas, del sábado pasado.
Indicó que luego del conato a golpes, los pobladores afines al comisario regresaron a la Comisaría, donde observaron que el párroco convocó a una asamblea en la iglesia, que se ubicada frente a la jefatura, y al transitar por esa zona, uno de los líderes que encabeza el movimiento que apoya al FUSDEG, Marcos Godínez, “salió con una bocina gritando que retuvieran al comisario”, lo que ocasionó una nueva gresca y la captura de un joven que fue forzado para ingresar a la parroquia, y “lo sentaron en una silla y le pusieron una cuerda en el cuello, porque lo iban a ahorcar en presencia del sacerdote”.
Al relato llegó el joven David Carbajal Jiménez, quien fue el que sufrió el incidente, y previamente había rendido su declaración ante el Ministerio Público.
El muchacho, de unos 21 años, dijo que luego de enfrentarse a golpes con el grupo opositor, al regresar a la Comisaría, “el señor Marco Godínez, junto con Alma Godínez, Reyna Godínez y Alejo Espinosa, (quienes encabezan el FUSDEG), gritaron y amontonados me agarraron, y me pusieron una soga del cuello porque decían que me iban a colgar adentro de la iglesia”.
Abundó que aparentemente fue retenido para un “intercambio” por el comisario Mario Flores, quien no se encontraba en ese momento, además por portar ilícitamente un arma, “cuando ni siquiera he portado alguna, pero esa acusación es responsabilidad del padre”.
Indicó que luego de ser hostigado, fue liberado bajo amenazas, “y el cura presenció todo porque estaba ahí”. Exigió la destitución del párroco porque con sus decisiones ha incrementado la división en la comunidad, dijo el joven.
La señora Perla Petrisco agregó que debido a las irregularidades del párroco Antonio Salgado, hace tres semanas pidieron al obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, su “destitución inmediata”.
Detalló que en el oficio remarcaron que el cura debe salir de Petaquillas, “por intervenir en asuntos políticos del pueblo, utilizando los eventos de la iglesia para denigrar la imagen de la autoridad municipal, ya que a él le corresponde estar en la parroquia más no en los asuntos políticos”.
Además de que en los festejos en honor al santo patrón San Agustín, se negaba a recibir a los pueblos invitados por la Comisaría, como Acahuizotla, Tepechicotlán, el Ocotito y el Calvario, “por sus rencillas que mantiene con el comisario”, aunque lamentó que no han tenido resultados favorables con el obispo Rangel Mendoza.
Abundó que en las asambleas convocadas por la población, acude únicamente con el grupo opositor, “tomando el micrófono para hablar en contra del comisario, incluso guardando armas en la iglesia; él como sacerdote debería pregonar la paz por el pueblo, y no solamente por unos cuantos”.
Por su parte, la señora Apolinar Vázquez indicó que pertenece a un grupo de la Adoración Nocturna en la parroquia, “pero ya no he asistido a la iglesia porque me comentan que las compañeras que van nos tiran indirectas”.
Posteriormente, en llamada telefónica al reportero, el comisario Mario Flores remarcó que fue amenazado de “secuestro” por el grupo del FUSDEG, tras su reunión en la iglesia de Petaquillas.
Indicó que de acuerdo con la información proporcionada por gente retenida y golpeada en la iglesia, el “mensaje” de su secuestro fue enviado por uno de los cabecillas del FUSDEG, Marcos Godínez.