Asesinan a un policía comunitario del FUSDEG en un retén de Quechultenango; acusan a Los Ardillos

 

Un policía comunitario del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), fue asesinado el sábado en un retén del grupo Los Ardillos en el municipio de Quechultenango, zona de influencia de esa banda de narcotraficantes, cuando se dirigía con su familia a celebrar el Día de Muertos a su pueblo natal, denunció el FUSDEG.
Mediante un escrito informó que el sábado 31 de octubre, alrededor de las 10 de la mañana, Rafael Cilio Morales, policía comunitario de Mohoneras, una de las localidades de El Valle de Ocotito, iba a la localidad de Las Parotas, municipio de Quechultenango junto con su esposa y su mamá.
En el trayecto, donde es común encontrar retenes de hombres armados, fue detenido y separado de su familia en el tercer punto de revisión, cerca de Jojutla.
Detalló que los agresores les quitaron sus pertenencias, y cuando se fueron del lugar, los familiares buscaron a Rafael, a quien encontraron sin vida en el monte, con rastros de tortura.
Responsabiliza del homicidio al grupo Los Ardillos, y demandaron a las instancias judiciales que tomen las medidas necesarias para combatir a este grupo criminal “responsable de un sin número de asesinatos, levantones, secuestros, robos y tráfico de drogas”.
Se informó que el comisario de Jujutla llamó a la Policía del Estado, quien envió a personal del Servicio Médico Forense (Semefo), y después de varias horas de espera levantaron el cuerpo.
El FUSDEG se confrontó públicamente en manifestaciones con civiles inconformes con la Policía Comunitaria, vinculados a Los Ardillos en febrero de este año, cuando el sistema de seguridad se instaló en la comunidad de Petaquillas, paso obligado de Quechultenango a Chilpancingo. Entonces hubo denuncias de amenazas por parte de ese grupo delictivo.
El Frente detalló que a la fecha han perdido en diferentes hechos a 15 policías comunitarios en esta que llaman “guerra contra la delincuencia”.