Piden crear nuevo modelo turístico en Acapulco; el actual nos condena a la pobreza, señalan

Aurora Harrison

El coordinador de la asociación civil Plataforma Acapulco, Benjamín Sandoval Melo, pidió a las candidatas y candidatos a un cargo de representación popular más compromiso con Acapulco y crear un nuevo modelo turístico, porque el de sol y playa podría “condenarnos a la pobreza”.
En declaraciones dijo que Acapulco no se puede reconstruir bajo el mismo modelo turístico porque implica “condenar a mantenernos en la pobreza y eso no contribuye al desarrollo, se requiere una revisión profunda”, por ello lamentó que la Secretaría de Turismo federal “no ha hecho nada” por el municipio.
“Nosotros planteamos una serie de compromisos para que haya un Acapulco sustentable, resiliente y en paz”, explicó el coordinador de la asociación civil que está conformada por profesionales del turismo, académicos y arquitectos.
Sostuvo que Acapulco recibe 97 por ciento de turismo nacional y sólo el 3 por ciento es de visitantes internacionales, de manera que en término de divisas el ingreso es bajo.
Indicó que destinos turísticos como: Los Cabos, Vallarta, Nayarit y la Riviera Maya, esta última con la construcción del Tren Maya, está captando un gran número de visitantes.
“Acapulco no está en la prioridad nacional en la cuestión turística y esa es la parte que se tiene que revisar a fondo”, puntualizó.
Sostuvo que el Tianguis Turístico que recién se celebró en Acapulco y la Convención Bancaria son eventos tradicionales, en el primero se viene a ofrecer lo que hay en el país en este sector, y a los segundos “no les preocupa el modelo de turismo”.
“No hay mayor repercusión en esos eventos, se agradece la solidaridad que han tenido con Acapulco después del huracán, pero las autoridades deben de hacer una revisión más a fondo, impulsar la agroindustria, darle valor agregado a los productos”, dijo.
Consideró que se debe dar un salto a los procesos agroindustriales para darle valor a los productos del campo.
“No hay expectativa de cambio en Guerrero y de continuar con el modo de sol y playa que se impulsa nos condenamos a la pobreza y eso es gravísimo”, puntualizó el también investigador y profesor de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Por ello propone que se tomen en cuenta la sustentabilidad, la resiliencia el desarrollo económico en las comunidades.

 

Condena el obispo de Chilpancingo a los que promueven el miedo en la sociedad

Luis Daniel Nava

Chilpancingo

En medio de la crisis de seguridad y transporte público en Chilpancingo, el obispo José de Jesús González reprochó a quienes “se dedican a darnos miedo” y a quienes colaboran con ellos y pidió a las autoridades ponerse a trabajar.
Consultado este domingo en la catedral de Chilapa, el prelado consideró que al privar del trabajo ordinario en Chilpancingo se provoca más pobreza.
“Quisiéramos que pronto se solucionen estos problemas, que todos los agentes que tienen injerencia se pongan a trabajar”, aseveró.
Hizo un llamado a que recapaciten quienes provocan las crisis como la que se está viviendo en la capital del estado. Pidió a las instituciones y al gobierno que dialoguen y vea la manera de resolverla.
“Nos da pena, nos da tristeza, nos duele”, aseguró.
Dijo que personas que están luchando por conseguir transporte han pedido a través del vicario general, Benito Cuenca Mayo, una audiencia para que la Diócesis Chilpancingo-Chilapa intervenga.
“Estamos abiertos a contribuir, con todo lo que tenemos, para que no vuelva a pasar esto. Mucha gente quedó incomunicada y varada”.
“Pedimos por las víctimas, por los que han perdido seres queridos, por los pasajeros que viajan con miedo. Estamos con ustedes, con los que sufren, los que tienen pérdidas materiales y humanas”.
Por lo pronto, dijo que espera que se resuelva la falta de transporte. “Ha habido muchos crímenes contra nuestros hermanos operadores y eso nos duele”.
Acerca del problema similar que continúa padeciendo Taxco, José de Jesús González expresó que en ese destino turístico ya hay actividad, pero todavía restringida.
“En Taxco alabamos a los civiles que se levantaron con su voz a reclamar el transporte y la seguridad. Yo alabo cuando ya se harta la gente y exige”, señaló.
Enfatizó que la Iglesia católica está en contra de todos aquellos que enferman y provocan preocupaciones, incluyendo la clase gobernante.
“Aquellos que se dedican a darnos miedo, decirles que nosotros, de parte de la Iglesia, estamos en contra de quienes favorecen el temor y la desorganización. Reprobamos a todos aquellos que colaboran con el miedo y las enfermedades sociales”, finalizó.
Adelantó que los obispos de Guerrero están preparando un posicionamiento acerca del problema que enfrenta municipios como Chilpancingo, así como del próximo proceso electoral.

 

Agudiza el huracán Otis las condiciones de pobreza de los vecinos de Cacahuatepec

El vocero del Cecop, Marco Antonio Sua?stegui Mun?oz y el director de Tlachinollan, Abel Barrera, ayer en la entrega de la?minas donadas por organizaciones y particulares a vecinos de los Bienes Comunales de Cacahuatepec Foto:?Ramón Gracida

Ramón Gracida Gómez

Pensaba que “era el fin del mundo”, contó Alexis, un niño de 10 años que vio cómo voló el techo de la casa de sus abuelos en la comunidad de Las Parotas, de los Bienes Comunales de Cacahuatepec, durante el paso del huracán Otis.
Lloró “poquito”, dijo riendo mientras esperaba que su abuelo Bernardo Morales Marco recibiera las láminas donadas por distintas organizaciones y particulares, por medio del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan y el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop).
Bernardo, de 57 años, contó que el 25 de octubre tuvieron que refugiarse en la casa de su hermano que vive cerca de él porque sus láminas desaparecieron con los fuertes vientos, “veíamos el aire y cómo los árboles se movían”.
En la mañana seguía lloviendo y el campesino puso unas láminas “que quedaron para que tuviéramos pues”. Sin embargo, todas sus pertenencias ya se habían mojado, entre ellas su colchón y el refrigerador que ya no funciona.
Aseguró que nunca había vivido una experiencia similar a la de aquella noche de octubre, ni en los fenómenos meteorológicos de Ingrid y Manuel, los cuales ocurrieron hace 10 años y también afectaron a los Bienes Comunales de Cacahuatepec.
Es la misma edad que tiene Alexis, que estaba ayer a un lado de su abuelo, y que dijo brevemente a El Sur, con nervios por una grabadora de por medio, que esperaba que su futuro “estuviera bien”.
“De loza para más seguro”, completó su abuelo Bernardo en referencia a una vivienda deseada. El hombre se dedica al campo y siembra maíz, calabaza y frijol en dos hectáreas. Al igual que sus compañeros campesinos del Acapulco rural, el huracán destrozó la milpa, “quedaron unos elotitos y vino el aire y los acabó de tirar”.

“Era de adobe mi humilde casa”

De la misma comunidad de Las Parotas, Agustín Morales Martínez compartió que el viento voló su techo de lámina, y ésta cayó sobre la misma vivienda y la destruyó. “Perdí mi casa, era de adobe mi humilde casa, hace un año que la había levantado y aún faltaba el revoque también”.
Siembra una hectárea y media de maíz, pero este año empezó a sembrar sandía cerca del río, “no logré mucho, pero algo poquito me dio y ya estaba esperando estas fechas para hacer un nuevo cultivo de sandias, pero ya no puede ser posible porque el río se llevó el corral”.
El joven de 37 años pidió a las autoridades que les brinden apoyo en el campo, “ahí estaría bueno que nos apoyaran con lo que es el alambre o para volver a encerrar y pedir hacer nuevamente los cultivos”.
Agustín tiene una gran motivación de volver a sembrar el año siguiente sandía y otras semillas, pero resaltó que en el futuro quisiera un progreso en su vida cotidiana, “vivir más o menos un poquito mejor”.

“Mi casa la desnudó por completo”

Celia Suástegui Salado, vecina de la comunidad de Amatillo y de 60 años de edad, también acudió a la entrega gratuita de láminas e indicó que el huracán Otis fue “algo terrible, espantoso”.
“Mi casa la desnudó por completo el aire y ahí está el armazón”, expuso sobre su casa de madera y láminas durante unos minutos bajo la sombra de un árbol en el embarcadero de El Fraile, donde cruzaron una parte de las láminas para la comunidad de Cacahuatepec.
Resaltó que la fuerza del meteoro “se llevó palos de mango, me cortó dos palmas, todos los palos de mango me los tiró, me hizo un destrozo muy feo”. Ahora vive en la casa de su hija, pero pidió a las autoridades reconstruir su casa “porque es lo primero, tener un techo la casa, que es habitable, porque si viene mi hija con su familia y a dónde, vamos a andar apretados. Y no hay como tener su hogar, vivir bien, tranquilo”, remató con risas.
“Yo siembro en las secas, pero cayeron los árboles encima del corral y se perdió mi cercado, se cayó. Ahorita lo ando techando a duras penas porque es un lodo muy pegajoso que no deja trabajar y pasa el arroyo por ahí”, compartió la campesina que cosecha maíz en una hectárea de su parcela.
Vive con su hijo José Concepción Ramírez Suástegui, quien trabaja en la limpieza de las calles en el centro de Acapulco. Esta pequeña familia ha sobrevivido estas semanas “con las despensas que me dan, pues las tengo que andar buscando cuando vienen los carros para que podamos sobrevivir y con el maíz que nos dio aquí el compañero Marco estamos saliendo adelante”.
Indicó que muchos vecinos de Amatillo se han enfermado de dengue y diarrea, y la comunidad cuenta con un centro de salud en el que sí van doctores, “pero a veces vienen y a veces no vienen”.
La otra opción es el doctor de farmacias Similares en la carretera federal Acapulco-San Marcos y personas de distintas comunidades acuden a consulta ahí, “está muy crítico el asunto”, señaló.
Durante la espera de la entrega de láminas, otros vecinos de los Bienes Comunales de Cacahuatepec compartieron su experiencia del huracán Otis y las consecuencias de este fenómeno meteorológico, como Martha, quien es madre soltera de tres niños y perdió su casa en Parotillas.
“Completamente fue un desastre”, sentenció Martha y agregó que ahora vive con sus hijos en una casa que construyó de madera y lámina. No tiene otras pertenencias porque todo se mojó.
Vende carne enchilada, chorizo, queso, pescado, “para poder sobrevivir”, pero ahora no hay ventas. Y ahora vive del “maíz que me dieron, con eso voy, gracias a la organización, estamos comiendo con mis hijos, estamos bien, echándole ganas”.

 

Aumenta la percepción de inseguridad entre la población de Guerrero este año, reporta Inegi

 

Juan Luis Altamirano Uruñuela

El 76.7% de la población mayor de 18 años consideró inseguro al estado de Guerrero, indicó la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública (Envipe) 2023.
Los datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), precisan que el corte de información más reciente representa un incremento respecto a la Envipe 2022, cuando 73.9% consideraba inseguro al estado.
En la presentación realizada por la Envipe, se indica que el periodo de referencia para la información en lo relacionado con la percepción de inseguridad y desempeño de autoridad, compone marzo y abril de 2023, teniendo un periodo de levantamiento de información del 27 de febrero al 28 de abril de 2023. En tanto que el periodo para victimización, involucra de enero a diciembre de 2022.
Los datos precisan que 67.6% de los guerrerenses perciben inseguro su municipio o demarcación territorial, mientras que 30.5% consideran insegura su colonia o localidad.
Para 46.5% de la población de 18 años y más en Guerrero, la inseguridad es el segundo problema más importante que tiene la entidad, por debajo del aumento de precios y superando factores como la pobreza, salud, desempleo, escasez de agua, educación, corrupción, narcotráfico, falta de castigo a delincuentes y desastres naturales.
“La Envipe estima que en el estado de Guerrero, 47% de la población de 18 años y más considera el aumento de precios como el problema más importante que aqueja hoy en día su entidad federativa, seguido de la inseguridad con 46.5% y la pobreza con 35%”.
En el específico de la percepción de seguridad al caminar sin compañía por la noche en los alrededores de su vivienda, 52.1% de los y las guerrerenses señalaron no tener inseguridad al realizar esta acción.
Los cajeros automáticos resultaron el lugar donde la población estudiada manifestó sentirse inseguros en espacios públicos, con 77.1% de las respuestas, seguido de los bancos, carretera, transporte público, mercado, calle, parque o centro recreativo, centro comercial, automóvil, escuela, trabajo y casa.
El consumo de alcohol en la calle fue considerada como la principal conducta delictiva o antisocial, seguida del consumo de droga, el robo o asaltos frecuentes, la venta de droga y los disparos frecuentes.
“En el estado de Guerrero, 73.76% de la población de 18 años y más identifica en los alrededores de su vivienda, como primera conducta delictiva o antisocial, el consumo de alcohol en la calle” ejemplificaron.
Respecto a la victimización, la Encuesta añade que durante 2022 en Guerrero, la tasa de víctimas de delito por cada 100 mil personas es de 17 mil 580, una ligera diferencia respecto a 2021 cuando la tasa fue de 18 mil 831 por cada 100 mil habitantes.
En el caso de la desagregación por género, la tasa de víctimas por cada 100 mil habitantes fue de 18 mil 247 en el caso de los hombres y 17 mil 048 en el caso de las mujeres.
Entre los datos presentados, se destacan las víctimas por cada 100 mil habitantes para la población de 18 años y más por ciudad o área metropolitana. En el caso particular del estado de Guerrero, se destaca Acapulco al tener 20.5 víctimas por cada 100 mil habitantes.
La Envipe reporta que durante 2022 en Guerrero, la incidencia delictiva fue de 31 mil 376 por cada 100 mil habitantes. En 2021 el indicador fue de 26 mil 481 por cada 100 mil habitantes.
La Encuesta refleja que de un total de un millón 007 mil 943 hogares estimados, en 20.5% hubo por lo menos una víctima de delito durante 2022, esto equivale a 206 mil 259 hogares con víctimas.

Extorsión, principal delito en Guerrero

En información presentada por el Instituto, la extorsión es el delito que durante 2022 tuvo mayor frecuencia dentro de Guerrero, con 12 mil 455 casos, representando 39.7% del total.
“La Envipe estima que la extorsión en el estado de Guerrero representó una tasa de 12 mil 455 por cada 100 mil habitantes, durante 2022” especifica la Encuesta.
La tasa de 12 mil 455 delitos de extorsión, es la más alta en cuatro años, además de representar un incremento respecto a 2021 cuando la cifra fue de 8 mil 773 por cada 100 mil habitantes.
Además, la tasa de delitos de extorsión en la entidad es mayor al doble dentro de todo el país, mientras en el estado son 12 mil 455 delitos por cada 100 mil habitantes, a nivel nacional la cifra llega a cinco mil 056.
El segundo delito más frecuente en la entidad fue el fraude con 14.8% del total, equivalente a cuatro mil 635 víctimas, las amenazas verbales ocurrieron contra tres mil 604 personas, siendo 11.5% del total de los delitos.
El robo o asalto en calle o transporte público tuvo dos mil 892 víctimas, representando 9.2% de los delitos cometidos. Los catalogados como otros delitos, donde abarca secuestro y delitos sexuales, ocuparon 8.5% del total, igual a dos mil 671 víctimas y las lesines tuvieron mil 653 víctimas, equivalente a 5.3%.
Mil 431 personas, 4.6% del total de delitos, fueron víctimas del robo total o parcial de vehículo, el robo en casa habitación tuvo mil 129 víctimas, equivalente a 3.6% del total y los otros robos, distintos de robo o asalto en los previamente especificados, representaron 2.9% del total de delitos, siendo 904 víctimas.
Aunado a la cifra de delitos, la Encuesta asegura que el costo total como consecuencia de la inseguridad y los delitos cometidos en Guerrero es de cuatro mil 441.5 millones de pesos.
“La ENVIPE permite estimar que para 2022 en el estado de Guerrero, el costo total a consecuencia de la inseguridad y el delito en hogares representó un monto de 4 441. 5 millones de pesos” precisan.
Los datos indican que 52.2% del costo a consecuencia del delito es por pérdidas económicas, 40.3% es debido al gasto en medidas preventivas, mientras que 7.5% es por gastos a consecuencia de los daños en salud.
Por su parte se destaca que en el estado de Guerrero, en 96.8% de los delitos cometidos no hubo denuncia o nunca se inició una carpeta de investigación. Además en 46.1% de las carpetas iniciadas, “no pasó nada o no se continuó la investigación”.
“Con la Envipe se estima que en 2022, en el estado de Guerrero, entre las razones de las víctimas para NO denunciar delitos ante las autoridades destacan la pérdida de tiempo con 18.2% y desconfianza en la autoridad con 16.6%, las cuales responden a causas atribuibles a la autoridad” afirman.

Tránsitos, los de menor confianza y más corruptos

La Policía de Tránsito fue considerada por la población de Guerrero como la autoridad que menos confianza les inspira, además de ser considerada como la más corrupta.
“Sobre la percepción de corrupción respecto a las autoridades de seguridad pública en el estado de Guerrero, 66.4% de la población de 18 años y más considera que la Policía de Tránsito es corrupta, seguida de los Jueces con 64.7%” declara la Encuesta.
Respecto a las instituciones que más confianza le brindan a los guerrerenses, fueron las autoridades de seguridad, encabezada por la Marina, el Ejército y la Guardia Nacional las elegidas.
“En cuanto al nivel de confianza en autoridades de seguridad pública, seguridad nacional, procuración e impartición de justicia en el estado de Guerrero, 92.1% de la población de 18 años y más identifica a la Marina como la autoridad que mayor confianza le inspira con mucha o algo de confianza, seguida del Ejército con 89.7%” señalan.

 

Viven en pobreza 2 millones 173 mil guerrerenses, el 60.4% de la población

Ramón Gracida Gómez

El estado de Guerrero suma 2 millones 173 mil personas que viven en situación de pobreza, de acuerdo con la más reciente medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que fue dada a conocer este jueves.
Esta cifra representa el 60.4 por ciento de la población del estado en 2022, y es el segundo porcentaje más alto del país, sólo es más pobre la población de Chiapas, con 67.4 por ciento.
En 2020, el número de guerrerenses en condiciones de pobreza era de 2 millones 363.2 mil, que representaron el 66.4 por ciento del total de la población. Esto significa que en dos años, 189.9 mil personas salieron de la pobreza, y en términos porcentuales, la reducción es de 6 puntos menos.
La pobreza extrema también bajó. El total de personas en esta condición pasó de 907.6 mil a 800.5 mil, es decir, 107.1 mil habitantes menos de 2020 a 2022.
El porcentaje disminuyó, en el mismo periodo, de 25.5 a 22.2 por ciento, o sea, 3.3 puntos porcentuales menos. Aun así, Guerrero sigue siendo la segunda entidad del país con el mayor porcentaje de esta condición extrema de carencias.
En cambio, la carencia por acceso a los servicios de salud aumentó de 33.5 a 52.7 por ciento de la población, es decir, un millón 899.1 mil personas reportan que no ejercen este derecho. También el rezago educativo subió de 26.6 a 28.8 por ciento, este último porcentaje representa un millón 37.6 guerrerenses.
El Coneval define la pobreza como la condición que presenta una persona con al menos una carencia social, es decir, sin acceso a alguno de los derechos de educación, salud, seguridad social, vivienda y alimentación; además, que tiene un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos, o sea, un ingreso mensual insuficiente para adquirir alimentos, bienes y servicios necesarios, conglomerados éstos en las canastas alimentaria y no alimentaria.
Por su parte, la pobreza extrema es la situación de la persona con un ingreso insuficiente para adquirir la canasta alimentaria y que presenta al menos tres carencias sociales.
En su comunicado de prensa, el Coneval destacó la comparación entre 2018 y el año pasado, porque “permite tomar en cuenta las implicaciones económicas y sociales de la pandemia”. Entre 2018 y 2022, el porcentaje de la población de México que vive en pobreza pasó de 41.9 a 36.3 por ciento, que en términos nominales es de 51.9 a 46.8 millones de personas.
En cambio, apunta el Coneval, el porcentaje de la población en pobreza extrema “permaneció en niveles similares” al reportar 7 por ciento en 2018 y 7.1 en 2022. Esto significó que el número subió de 8.7 a 9.1 millones de personas en esta condición.
La información publicada este jueves por el organismo público muestra las cifras de pobreza desde 2016, y así cada año, hasta llegar a 2022.
El análisis multidimensional de la pobreza que realiza el Coneval se basa en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que fue dada a conocer a finales de julio pasado.
En 2016 eran 2 millones 318.3 mil guerrerenses en situación de pobreza, es decir, el 66.8 por ciento de la población. En 2018, el porcentaje subió ligeramente a 67.9 por ciento, que significaron 2 millones 378.5 mil personas en esta condición.
El primer año en que se ooreportó una disminución de la pobreza en el estado fue 2020, porque el porcentaje descendió a 66.4 por ciento, pero en el total sólo se reflejó en 15.3 mil personas menos, puesto que finalmente eran 2 millones 363.2 mil habitantes.
Esta vez, la reducción de la pobreza es más acentuada, pues se pasó de 66.4 por ciento en 2020 a 60.4 por ciento en 2022, es decir, 6 puntos porcentuales menos. En otros términos, la población en esta situación pasó de 2 millones 363.2 mil a 2 millones 173.3 mil guerrerenses, o sea, 189.9 mil personas pobres menos.
En cuanto a la pobreza extrema, el porcentaje reportado en 2016 era de 23.2 por ciento, que son 805.5 mil personas, y subió dos años después a 26.9 por ciento, 943.4 mil personas.
En 2020, la población de Guerrero en esta condición representó 25.5 por ciento y en 2022 es de 22.2 por ciento, entonces fueron 3.3 puntos porcentuales menos. Es decir, 107.1 mil guerrerenses salieron de la pobreza extrema, pues se pasó de un total de 907.6 mil a 800.5 mil personas.
El 60.4 por ciento de pobreza y el 22.2 por ciento de pobreza extrema que reporta Guerrero lo mantienen como el segundo estado más pobre de México. Chiapas sigue, como en 2020, en el primer lugar, ahora con el 67.4 por ciento de su población en pobreza y el 28.2 por ciento en pobreza extrema. Oaxaca está en tercer lugar, con el 58.4 por ciento de su población en pobreza y el 20.2 por ciento en pobreza extrema.
Algunos de los indicadores de carencia social muestran mejorías y en otros, deterioros. Entre estos últimos se encuentra el rezago educativo, que mide la asistencia social y la educación obligatoria, que significa concluir la educación media superior. Son un millón 37.6 mil guerrerenses con rezago educativo, es decir, el 28.8 por ciento. En 2020 eran 945.1 mil personas, el 26.6 por ciento, lo que significa que hubo un aumento de esta carencia de 2.2 puntos porcentuales, es decir, 92.5 mil personas más.
El porcentaje de 2016 fue de 26 puntos y de 2018 de 25.8 puntos. El total del país con rezago educativo pasó de 23.5 millones a 25.1 millones de mexicanos, de 2018 a 2022, y en porcentaje de 19.0 a 19.4 puntos.
La carencia por acceso a los servicios de salud es la situación en la que se encuentra una persona que no está adscrita al IMSS, ISSSTE, Pemex, Ejército o Marina, a servicios médicos privados, no está inscrito al Seguro Popular o no reportó tener derecho a recibir los servicios que presta el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
En el análisis de esta carencia, Coneval señala que “la reconfiguración institucional del sistema de salud, enfocado a las personas sin seguridad social, aún está en curso” y menciona la creación del IMSS-Bienestar y la desaparición del Insabi. El Coneval destacó que el porcentaje del país subió de 16.2 a 39.1 por ciento de 2018 a 2022.
El porcentaje de guerrerenses que reportó tener carencia de salud aumentó de 33.5 por ciento en 2020 a 52.7 por ciento en 2022, 19.2 puntos más, y que representó subir de un millón 191.4 mil a un millón 899.1 mil personas, 707.7 mil personas más del estado.
La carencia por calidad y espacios de vivienda, de piso de tierra, techos y muros de material endeble y hacinamiento, pasó de 25.9 a 26.9 por ciento de 2020 a 2022, es decir, de 923.3 mil a 969.8 mil personas.
La carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda, como agua, drenaje, electricidad, bajó de 56.3 a 53.9 por ciento, o sea, de 2 millones 3.1 mil a un millón 941.5 mil guerrerenses.
La carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, es decir, limitación de consumo de alimentos, también descendió de 36.1 a 31.5 por ciento, es decir, de un millón 283 mil a un millón 133.7 mil habitantes de Guerrero.
Por último, la carencia por acceso a la seguridad social, que es la población que trabaja sin prestación laboral, pasó de 73.5 a 71.6 por ciento, o sea, de 2 millones 616.2 mil a 2 millones 579.2 mil guerrerenses.

 

Hay 2 millones 173 mil guerrerenses en situación de pobreza, reporta Coneval

 

Viven en pobreza 2 millones 173 mil guerrerenses, el 60.4% de la población

El Coneval informa que el estado se ubica en el segundo lugar nacional de los más pobres, sólo después de Chiapas que tiene 67.4%. En dos años, 189.9 mil personas salieron de la pobreza en Guerrero, y en términos porcentuales la reducción es de 6 puntos, indica el organismo

Ramón Gracida Gómez

El estado de Guerrero suma 2 millones 173 mil personas que viven en situación de pobreza, de acuerdo con la más reciente medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que fue dada a conocer este jueves.
Esta cifra representa el 60.4 por ciento de la población del estado en 2022, y es el segundo porcentaje más alto del país, sólo es más pobre la población de Chiapas, con 67.4 por ciento.
En 2020, el número de guerrerenses en condiciones de pobreza era de 2 millones 363.2 mil, que representaron el 66.4 por ciento del total de la población. Esto significa que en dos años, 189.9 mil personas salieron de la pobreza, y en términos porcentuales, la reducción es de 6 puntos menos.
La pobreza extrema también bajó. El total de personas en esta condición pasó de 907.6 mil a 800.5 mil, es decir, 107.1 mil habitantes menos de 2020 a 2022.
El porcentaje disminuyó, en el mismo periodo, de 25.5 a 22.2 por ciento, o sea, 3.3 puntos porcentuales menos. Aun así, Guerrero sigue siendo la segunda entidad del país con el mayor porcentaje de esta condición extrema de carencias.
En cambio, la carencia por acceso a los servicios de salud aumentó de 33.5 a 52.7 por ciento de la población, es decir, un millón 899.1 mil personas reportan que no ejercen este derecho. También el rezago educativo subió de 26.6 a 28.8 por ciento, este último porcentaje representa un millón 37.6 guerrerenses.
El Coneval define la pobreza como la condición que presenta una persona con al menos una carencia social, es decir, sin acceso a alguno de los derechos de educación, salud, seguridad social, vivienda y alimentación; además, que tiene un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos, o sea, un ingreso mensual insuficiente para adquirir alimentos, bienes y servicios necesarios, conglomerados éstos en las canastas alimentaria y no alimentaria.
Por su parte, la pobreza extrema es la situación de la persona con un ingreso insuficiente para adquirir la canasta alimentaria y que presenta al menos tres carencias sociales.
En su comunicado de prensa, el Coneval destacó la comparación entre 2018 y el año pasado, porque “permite tomar en cuenta las implicaciones económicas y sociales de la pandemia”. Entre 2018 y 2022, el porcentaje de la población de México que vive en pobreza pasó de 41.9 a 36.3 por ciento, que en términos nominales es de 51.9 a 46.8 millones de personas.
En cambio, apunta el Coneval, el porcentaje de la población en pobreza extrema “permaneció en niveles similares” al reportar 7 por ciento en 2018 y 7.1 en 2022. Esto significó que el número subió de 8.7 a 9.1 millones de personas en esta condición.
La información publicada este jueves por el organismo público muestra las cifras de pobreza desde 2016, y así cada año, hasta llegar a 2022.
El análisis multidimensional de la pobreza que realiza el Coneval se basa en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que fue dada a conocer a finales de julio pasado.
En 2016 eran 2 millones 318.3 mil guerrerenses en situación de pobreza, es decir, el 66.8 por ciento de la población. En 2018, el porcentaje subió ligeramente a 67.9 por ciento, que significaron 2 millones 378.5 mil personas en esta condición.
El primer año en que se ooreportó una disminución de la pobreza en el estado fue 2020, porque el porcentaje descendió a 66.4 por ciento, pero en el total sólo se reflejó en 15.3 mil personas menos, puesto que finalmente eran 2 millones 363.2 mil habitantes.
Esta vez, la reducción de la pobreza es más acentuada, pues se pasó de 66.4 por ciento en 2020 a 60.4 por ciento en 2022, es decir, 6 puntos porcentuales menos. En otros términos, la población en esta situación pasó de 2 millones 363.2 mil a 2 millones 173.3 mil guerrerenses, o sea, 189.9 mil personas pobres menos.
En cuanto a la pobreza extrema, el porcentaje reportado en 2016 era de 23.2 por ciento, que son 805.5 mil personas, y subió dos años después a 26.9 por ciento, 943.4 mil personas.
En 2020, la población de Guerrero en esta condición representó 25.5 por ciento y en 2022 es de 22.2 por ciento, entonces fueron 3.3 puntos porcentuales menos. Es decir, 107.1 mil guerrerenses salieron de la pobreza extrema, pues se pasó de un total de 907.6 mil a 800.5 mil personas.
El 60.4 por ciento de pobreza y el 22.2 por ciento de pobreza extrema que reporta Guerrero lo mantienen como el segundo estado más pobre de México. Chiapas sigue, como en 2020, en el primer lugar, ahora con el 67.4 por ciento de su población en pobreza y el 28.2 por ciento en pobreza extrema. Oaxaca está en tercer lugar, con el 58.4 por ciento de su población en pobreza y el 20.2 por ciento en pobreza extrema.
Algunos de los indicadores de carencia social muestran mejorías y en otros, deterioros. Entre estos últimos se encuentra el rezago educativo, que mide la asistencia social y la educación obligatoria, que significa concluir la educación media superior. Son un millón 37.6 mil guerrerenses con rezago educativo, es decir, el 28.8 por ciento. En 2020 eran 945.1 mil personas, el 26.6 por ciento, lo que significa que hubo un aumento de esta carencia de 2.2 puntos porcentuales, es decir, 92.5 mil personas más.
El porcentaje de 2016 fue de 26 puntos y de 2018 de 25.8 puntos. El total del país con rezago educativo pasó de 23.5 millones a 25.1 millones de mexicanos, de 2018 a 2022, y en porcentaje de 19.0 a 19.4 puntos.
La carencia por acceso a los servicios de salud es la situación en la que se encuentra una persona que no está adscrita al IMSS, ISSSTE, Pemex, Ejército o Marina, a servicios médicos privados, no está inscrito al Seguro Popular o no reportó tener derecho a recibir los servicios que presta el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
En el análisis de esta carencia, Coneval señala que “la reconfiguración institucional del sistema de salud, enfocado a las personas sin seguridad social, aún está en curso” y menciona la creación del IMSS-Bienestar y la desaparición del Insabi. El Coneval destacó que el porcentaje del país subió de 16.2 a 39.1 por ciento de 2018 a 2022.
El porcentaje de guerrerenses que reportó tener carencia de salud aumentó de 33.5 por ciento en 2020 a 52.7 por ciento en 2022, 19.2 puntos más, y que representó subir de un millón 191.4 mil a un millón 899.1 mil personas, 707.7 mil personas más del estado.
La carencia por calidad y espacios de vivienda, de piso de tierra, techos y muros de material endeble y hacinamiento, pasó de 25.9 a 26.9 por ciento de 2020 a 2022, es decir, de 923.3 mil a 969.8 mil personas.
La carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda, como agua, drenaje, electricidad, bajó de 56.3 a 53.9 por ciento, o sea, de 2 millones 3.1 mil a un millón 941.5 mil guerrerenses.
La carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, es decir, limitación de consumo de alimentos, también descendió de 36.1 a 31.5 por ciento, es decir, de un millón 283 mil a un millón 133.7 mil habitantes de Guerrero.
Por último, la carencia por acceso a la seguridad social, que es la población que trabaja sin prestación laboral, pasó de 73.5 a 71.6 por ciento, o sea, de 2 millones 616.2 mil a 2 millones 579.2 mil guerrerenses.

En una semana suben 68.75% los casos de dengue en Guerrero, informa Salud federal

Van 417 enfermos, 54 más que los 363 registrados en la semana epidemiológica 30, y con respecto al mismo periodo de 2022 hay una diferencia de 237 pacientes. Siguen Tixtla y San Luis Acatlán como zona de alarma

Juan Luis Altamirano Uruñuela

Ciudad de México

El Sistema Especial de Vigilancia Epidemiológica de Dengue, informó que hasta la semana epidemiológica 31 de este año, la entidad tiene un acumulado de 417 casos de dengue.
Los datos presentados por la Secretaría de Salud a nivel federal, indican que el reciente corte de información, representa un incremento de 54 casos positivos de dengue en comparación con la semana 30, cuando se registraron 363 casos de la enfermedad.
El incremento de la semana 30 a la 31 es de 68.75 por ciento, mayor al que se tuvo de la semana 29 a la 30, cuando la dependencia reportó que la variación entre ambos periodos fue de 32 casos de dengue.
En la semana epidemiológica 31 de 2022, la Secretaría contabilizaba 180 casos acumulados de dengue en el estado, una diferencia de 237 casos positivos entre ambos periodos.
Hasta la semana 31 del presente año, el Sistema ha contabilizado dos defunciones confirmadas a causa del dengue, con una tasa de letalidad de 0.70 defunciones. De igual forma, se precisa que el corte de información de casos de dengue, incluye información recopilada hasta el 7 de agosto de 2023.
La dependencia precisa que la tasa de letalidad por casos confirmados de dengue, es por cada cien casos de dengue con signos graves de alarma más los casos confirmados de dengue grave.
La Secretaría de Salud contempla tres variantes de la enfermedad, el dengue no grave, mismo que no contempla signos de alarma, el dengue que presenta signos de alarma y el dengue grave.
En lo correspondiente a la semana epidemiológica 31, se identificaron 131 casos acumulados de dengue sin signos de alarma, un aumento de 23 respecto a la semana 30 cuando fueron 108. Además de una diferencia de 43 respecto a la misma semana de 2022, donde se reportaron 88 casos.
Sobre el dengue con signos de alarma, para la semana 31 se tuvieron 263 casos acumulados, 29 más de las que hubo en la semana 30 que reportó 234. Por su parte en el mismo periodo de 2022, fueron 75 casos con estas características.
La dependencia contabilizó 23 casos de dengue grave en Guerrero durante la semana 31, un aumento de dos respecto a la semana 30 y de seis en comparación con 2022.
El Sistema clasifica a los municipios según el número de casos confirmados de dengue que presenten. En el punto de zona de epidemia, aparece Huamuxtitlán y Tlacoachistlahuaca.
En el caso de Huamuxtitlán, se contabilizan siete casos de dengue no grave y siete casos de dengue con signos de alarma y dengue grave. Por su parte, Tlacoachistlahuaca no tiene casos de dengue no grave, pero presenta 21 casos acumulados de dengue con signos de alarma y dengue grave.
En el apartado de zona de alarma, Tixtla cuenta con ocho casos de dengue no grave y 16 casos de dengue con signos de alarma y grave. San Luis Acatlán está considerado en el mismo apartado, con dos casos de dengue sin signos de alarma y 17 casos de dengue con signos de alarma y grave.
El resto del territorio guerrerense es catalogado como zona de seguridad, donde se tienen 114 casos de dengue sin signos de alarma y 225 casos de dengue con signos de alarma y grave.
 

Informarán al Papa que por la pobreza da “lástima” caminar por Guerrero: obispo

El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández en conferencia de prensa por la 57 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2023 Foto: Jessica Torres Barrera

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

En un diagnóstico que los obispos de Guerrero entregarán al Papa Francisco en su encuentro que tendrán en junio próximo, en El Vaticano, le hablarán de la pobreza, pues “da lástima por los guerrerenses y pena caminar por los caminos del sur”, anunció el obispo José de Jesús González Hernández.
Dijo que le hablarán de un Guerrero “áspero”, al que no se le ha invertido “nadita” para que salga de su atraso.
Con motivo de la 57 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2023, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa ofició el mediodía de ayer una misa en la catedral de la Asunción de María y al terminar ofreció una conferencia de prensa.
Aunque no dio fecha, confirmó que los obispos del sur del país se reunirán con el Papa en junio próximo y que le entregará un diagnóstico de lo que han visto en Guerrero: “una pobreza que da lástima, que da lástima de ser guerrerense, que da pena caminar por los caminos del sur”.
Dijo que conoce Guerrero “y está áspero, no se le ha invertido nadita; ¡Santa María! Estamos 50 años atrás. No se ha invertido para riego y mantener a la gente sembrando, no se ha hecho nada para la captación de agua y mínimamente para mantener unas vaquitas, unos animalitos o unos árboles frutales para comer”.
Criticó que lo que se le da a la gente “son dádivas que hacen más flojitos a algunos y eso no es digno”.
González Hernández dijo que ve una gran pobreza y que solamente se mantienen los que tienen un colchoncito y de eso viven, “pero no se ve que se avance en los pueblitos, más bien parecen pueblos fantasmas”.
A pregunta expresa, atajó que más que un posible estallido social por esta situación, ve “muerte”, pero advirtió que es probable que si sigue la situación así haya un estallido social, “aunque yo los veo todavía pacíficos y buenos, todavía están esperando que venga una luz, una fuerza que los ayude”.
Cuestionó que como es posible que, por ejemplo, un soldado esté en paz cuando canta: “Mas si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo… y que se quede contento cuando está viendo a su gente morir; el soldado es el que protege a su país, a sus ciudadanos”.

Ya se reunieron con
la gobernadora

González Hernández informó que después de los diferendos por su opinión con respecto a la violencia, los cuatro obispos de Guerrero ya se reunieron con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y le expresaron el sentir de sus fieles y de la gente de Guerrero con respecto a la violencia.
Informó que le pidieron que se actúe, que se detenga y que se castigue a los generadores de la violencia: “que haya punidad porque es la impunidad la que no nos deja en paz”.
Contó que la gobernadora les prometió que se va a actuar “y esperamos que lo haga”.
Añadió que Salgado Pineda argumentó que el problema de la violencia no es sólo de Guerrero, sino regional y nacional.
Reveló que después, cuando se realizaron los bloqueos en la Tierra Caliente, él y el obispo de Ciudad Altamirano, Joel Ocampo Gorostieta, se comunicaron por teléfono con la gobernadora para darle su opinión del problema.
“Nos sorprendió que al día siguiente se desbloqueó, me dio mucho gusto, no sé si porque intervenimos o porque ya había avances en el diálogo”.
El obispo celebró que mediáticamente se haya resuelto el bloqueo pero advirtió que las causas que provocan los bloqueos no se han resuelto: “en Tierra Caliente se siguen yendo las familias y hasta comunidades enteras, la situación está difícil porque no hay seguridad ni esperanzas de que puedan trabajar”.
Contó que en Yextla, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), querían fundar una nueva parroquia, pero les dijeron que no, “porque ya no hay gente”.
Informó que pastoralmente están acompañando a los desplazados de comunidades de Heliodoro Castillo, refugiados en Tlacotepec, para crearles un espacio mínimo de paz, seguridad y proveerlos de alimentos “porque sus problemas son fuertes, dejan sus casas y bienes”.
Anunció que está pendiente otra reunión de los cuatro obispos con la gobernadora para finales de mayo, en la que le van a expresar nuevamente sus opiniones.

Resistir ante el aborto y los
matrimonios igualitarios

A pregunta expresa de los reporteros respecto al aborto y los matrimonios igualitarios, el obispo pidió “resistir” y llamó a que no se acepten ni el aborto ni los matrimonios igualitarios.
Explicó que esas ideas han avanzado por falta de comunicación, porque cuando se les explica a los padres en qué consiste, “quisieran resistir, pero sabemos que las aprueban casi a escondidas, buscan la manera de agarrarnos desprevenidos”.
Adelantó que en la reunión con la gobernadora le van a pedir que si puede intervenir, pero que las familias y la sociedad deben seguir resistiendo “para ver si todavía es posible que (las leyes) se revoquen”.
Antes, durante su homilía con motivo de la 57 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2023, González Hernández pidió por “las hermanas y hermanos periodistas que han sufrido a causa de su profesión, y por los que han sido privados de su vida”.
Dijo que se ha constatado que actualmente no es fácil transmitir la verdad con amor, con justicia y con libertad; “nos han secuestrado muchas veces la libertad para transmitir la verdad”.
Agregó: “ustedes saben hermanos periodistas como les ha costado y les costará, igual que a nosotros, ser verdaderamente libres y transmitir lo que conocemos y lo que hemos visto, muchas veces hasta nos dicen: “eso no, ponga otra cosa, es difícil”, pero pidió insistir porque “la verdad nos hará libres”.
Dijo que no podemos quedarnos dormidos “mientras vemos tantas injusticias a causa de tantas mentiras; ustedes y nosotros por vocación o profesión buscamos la verdad, y cuando falta, nos quedamos insatisfechos, desanimados, por eso la importancia de seguirla buscando y ofrecer a la sociedad un granito de alivio, un soplo de paz y alegría”.
En un comunicado que se distribuyó a los reporteros convocó a “desarmar los ánimos promoviendo un lenguaje de paz; hablar de corazón a corazón es hoy muy necesario para promover una cultura de paz allí donde hay guerra, para abrir senderos que permitan el dialogo y la reconciliación allí donde el odio y la enemistad causan estragos.
Dijo que se necesitan comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la sicosis bélica que se anida en nuestros corazones”.

Datos sobre pobreza en Guerrero revelan el fracaso de programas sociales: Tlachinollan

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que indican que en Guerrero el 66.4% de la población está en situación de pobreza y el 25.5 por ciento en pobreza extrema, se reflejan en el incremento de la migración en los últimos años en la Montaña y muestran que los programas sociales no han dado los resultados como se quisiera, declaró el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández.
Dijo que por la falta de ingresos se ha incrementado mucho el número de familias que emigran a los campos agrícolas; “se ha jornalerizado mas la vida comunitaria porque la gente de las comunidades no encuentran una actividad económica que les permita sobrevivir durante todo el año en sus”, explicó el defensor de derechos humanos.
Afirmó que lo que producen no les alcanza porque en esa región, la mayoría son pequeños agricultores que no rebasan los tres cuartos de hectáreas para sembrar maíz, y cosechan 300 o 400 kilos, lo que es insuficiente para una familia de seis o siete miembros.
Además, explicó que no solamente tienen que consumir maíz y frijol, sino que tienen que consumir otros productos, por lo menos arroz, o algo de chile “y para eso tienen que acceder al mercado, pero los precios de la canasta básica se han duplicado y ya no les alcanza para comprar otros alimentos”, dijo.
Añadió que por ello, “necesariamente”, casi todas las familias se concierten en jornaleras porque ya no pueden completar sus gastos estando en sus comunidades.
Dijo que, sobre todo, porque ahora hay una nueva generación de matrimonios jóvenes que ya no tienen tierra para sembrar, y no aspiran a tener parcelas para sembrar dentro de su comunidad y únicamente les queda emigrar como jornaleros.

Jóvenes familias emigran a Nueva York

“Regularmente los jóvenes están buscando como conseguir 200 mil pesos para emigrar a Nueva York”, dijo el director de Tlachinollan, quien da acompañamiento a las comunidades indígenas de la Montaña.
Agregó que hay más de 15 mil jóvenes hombres y mujeres que están trabajando en Nueva York, o Nueva Jersey ya sea en el campo o en la ciudad como meseros o cocineros en los restaurantes “y son los que mandan regularmente cinco mil pesos al mes y ayudan a sostener a sus familias para la compra de medicinas, alimentos, ropa y gastos varios que tienen sus mamás y papas”.
Dijo que esto pasa porque los programas federales no están resolviendo el problema de la pobreza y que el que más les apoya es el de Sembrando Vida pero no todos están inclusos en ese programa porque necesitan ciertos requisitos, uno de ellos el número de hectáreas que deben tener para reforestar.
Explicó que en tanto que los programas más pequeños, como el de apoyo a la producción no rebasa los dos mil pesos al mes, tampoco son la panacea como se ha querido ver.
“Esto da pie a que aparezcan estas estadísticas (del Coneval) que muestran la radiografía y que indican que la pobreza no ha podido ser abatida como se quisiera”, que, más bien, la gente en la Montaña prefiere irse como jornaleros
Detalló que es la causa del incremento, pues Tlachinollan ha registrado hasta 22 mil personas que emigran cada año, cuando antes la cifra era de 10 mil, lo que indica que las cifras se han duplicado.
En verdad, en la Montaña los programas sociales no están siendo un espacio para encontrar mejores condiciones de vida, “al contrario, están convirtiendo un territorio donde la gente está siendo expulsada por falta de opciones productivas”.
Añadió que los programas federales a muchas familias no les llegan en la Montaña porque no están registradas, debido a que seis meses del año están fuera de su tierra y no los encuentran para incluirlos a las listas de beneficiarios.

La inflación diluye apoyos

Además, insistió que los resultados (de los programas sociales) son insuficientes, porque así como llega el apoyo para adultos mayores, por ejemplo, las medicinas, el huevo y todos los productos de la canasta básica se encarecen, “es decir, a pesar de que llega el apoyo, la gente sigue teniendo un déficit de sus ingresos, no les alcanza, porque se han duplicado los precios de la canasta básica”, por ejemplo, agregó que ahora el precio del huevo es ya inalcanzable para algunas familias.
Igual los precios de las medicinas “están incontrolables, diariamente suben, y lo que reciben los adultos mayores, por ejemplo, solo les alcanza para comprar su medicina, porque nadie les garantiza medicina gratuita, aquí, en la Montaña, el gran negocio de estos programas son para los consultaros médicos y las cadenas de farmacias porque la verdad son los que mejor venden, además de las tiendas Chedraui, ahí se va todo el dinero y no le alcanza para la gente”.
Detalló que al recibir los recursos de los programas, la gente ya no produce ni comercializa, “se conforman con el subsidio que les dan, pero este no le alcanza, es insuficiente porque todos los precios están caros y esto hace que el circulo de la pobreza siga reproduciendo más familias pobres y los hijos tengan que necesariamente buscar opciones y estas son, o la migración jornalera o la migración internacional.
“La gente está resolviendo el problema económico vía migración y son pocas gentes que dicen que con lo que llega de su pensión de adulto mayor, les alcanza siempre y cuando sea uno solo, “pero si tienes a la esposa o hijos, eso no alcanza”.
Insistió que ese es el problema, y que a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que se han incrementado los apoyos para los adultos, “hay una carrera con los precios y están ganando estos porque subieron el doble lo que hace que sean insuficientes los ingresos que llegan vía subsidios gubernamentales.
“Los programas sociales se han presentado como una panacea, pero en los hechos, para las familias no están siendo una solución al problema de la pobreza”.
Indicó que la prueba esta en las miles de familias que se van de jornaleras o de migrantes a Estados Unidos, y no dicen: “mejor me quedo a recibir el programa, porque saben que no les alcanza y mejor se van porque allá por lo menos les pagan un poquito más.

Quienes se quedan, sólo esperan remesas

Explicó que las familias que se quedan son las que de algún modo tienen asegurado el apoyo que les mandan sus hijos o familiares de Estados Unidos; “las que de algún modo tienen la remesa segura que son cinco o seis mil pesos que les llega mensualmente, con lo que más o menos la pasan”.
Agregó que otros que se quedan son los que trabajan como maestros, o los que tienen tienditas producto de los apoyos de la migración, o que tienen huertas de café e ingresos complementarios, “pero no estamos hablando de que viven desahogadamente, sino que apenas cruzan la raya de la sobrevivencia”.
Siguió: “Después de eso no hay más, porque el bosque o los bienes naturales son comunales y cuando llegan a vender madera, no pueden hacerlo individual, sino con las autoridades agrarias, que son las que hacen estas operaciones”.
Con respecto a los caminos artesanales, dijo que tampoco son una opción y hay quienes dicen que 200 pesos que les pagan al día no les resuelve el problema de la canasta básica, y que lo hacen más por compromiso comunitario, para tener un camino, pero no porque sea una opción para tener un ingreso adecuado.
Agregó que otro problema que vino a complicar la situación económica fue la disminución del precio de la amapola, que antes era un ingreso más pero ahora que ya no tiene precio, vino a generar una mayor crisis en los ingresos locales.

 

Pide limosna para hacerse las hemodiálisis que necesita, relata un vecino de la capital

El vecino de la colonia San Lucas, Rogelio Salgado Sánchez pidió a la presidenta del DIF Guerrero, Mercedes Calvo Elizundia y al gobernador Héctor Astudillo Flores una clínica para hemodiálisis en el estado para atender a personas de bajos recursos económicos que padecen de problemas renales.
En conferencia de prensa en el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), Rogelio Salgado portaba una pancarta en mano que la que se leía, “Estoy quedando ciego, ayúdame a pagar mi hemodiálisis, gracias, Dios te bendiga”.
Comentó que para su hemodiálisis y la compra de medicamentos gasta más de mil 800 pesos en clínicas particulares, y que en el estado no hay un programa para apoyar a las personas de bajos recursos para atender su enfermedad.
Informó que pide limosna en el centro de la capital para recabar fondos para su atención médica, además de que en la entidad no hay una clínica especialmente para atender este problema y que la financie el gobierno estatal, “las personas como yo, enfermas, nos atendemos en hospitales particulares y nos sale caro el tratamiento”.
Detalló que la hemodiálisis se la hace cada tres o cuatro días, y en cada sesión gasta mil 200 pesos, y para la compra de medicamentos gasta 600 pesos que en total es de mil 800 pesos, “es mucho dinero y no me alcanza, lo que hago es que pido limosna o me ayudan amigos para que me atiendan”.

 

Complican la falta de lluvias y la canícula la economía de agricultores en la Montaña

Magdalena García llegó a vivir a Tlapa hace 12 años con la esperanza de encontrar un trabajo que le permitiera obtener ingresos para apoyar a su familia, que vive de la siembra de temporal y uno que otro empleo eventual.
De origen nahua, hablaba muy poco el español y con el tiempo aprendió a comprenderlo.
En su comunidad terminó la primaria, en Tlapa se empleó como trabajadora doméstica, mesera y cocinera en fondas, donde le pagaban poco y trabajaba mucho.
Hace unos cinco años se juntó y su pareja se fue a Estados Unidos, aunque eso no ha cambiado del todo su situación económica, ante el alza de la canasta básica y las leyes migratorias del gobierno de Donald Trump.
Además, se mudó a la comunidad de La Providencia, en este mismo municipio, a unos 40 minutos de recorrido desde el Centro de la cabecera municipal, y para llegar ahí hay que trasladarse en “pasajeras”, camionetas tipo estaquitas del servicio público, o en taxis, aunque el costo aumenta. En el recorrido rumbo a su comunidad, la milpa de los sembradíos se ve marchita.
Este año emprendió el negocio de venta de tortillas hechas a mano, contó que es lo que sabe hacer, pues en su comunidad desde muy pequeña tuvo que aprenderlo como parte de sus actividades “de ser mujer”, hacer las tortillas, llevar el almuerzo e irse a la milpa.
Ahora, se levanta a las 4 de la mañana para que le dé tiempo de lavar el nixtamal para después molerlo en el molino, sacar la masa y comenzar a hacer las tortillas para que a las 8 de la mañana ya estén listas, calentitas para los vecinos que se convirtieron en sus principales consumidores.
Contó que a veces le va bien y al día llega a vender hasta 400 pesos, pero otras ocasiones sólo vende 200, y con eso se apoya para los gastos de la escuela de su hijo Manuel y su hija Carmelita, que ya están estudiando la primaria y los gastos de útiles escolares, uniformes y cooperaciones aumentan, a lo que se suman los gastos comunitarios por el uso del agua, y las fiestas religiosas y agrícolas.
Ella compra el maíz en costales; comenta que antes venía a su comunidad un señor de otro poblado a surtirle, pero hace como un mes que le dijo que ya no había maíz porque los campesinos ya no quiere venderlo ante la falta de lluvia, temen que llegue a escasear y algunos ya subieron su precio; antes lo encontrabas a 8 y 9 pesos ahora en el mercado está a 11.
Dijo que por ello decidió dejar de vender tortillas, “me sale más caro ir a buscar el maíz, pagar el traslado del mercado a mi pueblo, luego cocer el nixtamal, hacer la masa y luego las tortillas, ahí gasto la luz, el gas que cada vez sube”, se quejó.
Mencionó que el domingo pasado encontró maíz a 10 pesos, pero ahora mejor lo va a tener para su consumo ante la falta de lluvia y que su milpa se está secando, “dicen que puede subir hasta 15 pesos el litro y que la tortilla de mano también”, dijo preocupada.

Doble pérdida

Contó que, como parte de la venta de tortillas este año decidió sembrar maíz para ir solventando su negocio y al menos ahorrarse una parte para ya no comprar y aprovechar para comer elotes, sembrar calabaza, ejote y hasta cacahuate.
Sembrar este año, cuando pensaba mejorar sus ingresos, no le ha salido como quería ante la sequía en la canícula, que inició en 18 de julio y terminará el 23 de agosto, según datos de Protección Civil.
Para sembrar, rentó una parcela en el anexo Las Huertas, de la comunidad de La Soledad, lo que le costó mil pesos, donde sembró siete litros de maíz blanco y amarrillo, del cual compró la semilla especial que le costó 100 pesos.
Ahí mismo sembró semilla de calabaza, con un costo de 50 pesos; semilla de cacahuate en 150 pesos; y semilla de frijol para tener ejote; con los frutos de estos cultivos pensaban recuperar su inversión.
Sin embargo, a falta de lluvia sus cultivos se han secado, la mitad de maíz amarillos desapareció de los surcos, sólo los hoyos quedaron, y en alguna parte un hilillo queda como si fuera zacate, todo amarillo, que indica que ahí hubo algo.
Ni la semilla de calabaza, ni la de frijol y el cacahuate han germinado, “creo que ya se secaron, eso ya se perdió, en la milpa tengo esperanza porque algunas ahí están, pequeñas, amarillas, con las hojas agachadas, pero ahí están, les falta un poco de agua, se alienta”.
A esos gastos de siembra les invirtió en abono granulado, a 200 pesos el bulto, y en la primera aplicación ya ocupó tres, es decir 600 pesos; ella, al no tener parcela propia no es beneficiaria de ningún apoyo del campo que da el municipio o el gobierno estatal o federal.
A eso le sumó el pago de salarios de seis peones que le cobraron de 150 a 200 pesos, según el trabajo, “los que iban picoteando 200, y 150 los que echaban la semilla… Creo que ya me gasté más de lo que iba a sacar”, dice.
Magdalena no pierde la esperanza, “parece que van a caer unas gotas”, dice mientras recorre su parcela, “no me doy por vencida, si llueve voy a volver a sembrar el maíz que ya se secó”.