Dejan 13 jóvenes el Movimiento Kiosco; su líder se quiere beneficiar a costa de ellos, acusan

De los 35 jóvenes aglutinados en el Movimiento Kiosco que demandan su ingreso a escuelas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), 13 anunciaron su retiro del plantón de la glorieta de La Diana y se quejaron de que la líder Margarita Martínez García les pedía 150 pesos semanalmente.
En conferencia de prensa informaron que el jueves se reunieron con el rector Javier Saldaña Almazán, quien les prometió prepararlos con cursos para que hagan el examen de admisión el próximo año, y que si lo pasan, a quienes sean de fuera de la ciudad les dará espacios en casas de estudiantes y becas alimenticias.
La joven Itzel Bautista dijo que es originaria de Tecpan de Galeana y que su intención era ingresar a Medicina.
Manifestó que desde hace tres meses estuvo en el Movimiento Kiosco pero que ahora se retiraba porque “la maestra Mago (Margarita Martínez) nos pedía una cuota de 150 pesos semanales para cubrir sus turnos (porque trabaja en un hospital), y también nos dimos cuenta de que no quería apoyarnos sino beneficiarse ella misma”.
Ana Suyely Jaime de Ometepec, expuso que “nos dimos cuenta que la maestra Mago tenía un objetivo que era obtener un millón de pesos y obtener la plaza para su hija Scarlet Pérez Martínez, lo cual no se nos hace justo que nosotros estemos luchando para que ella se beneficie”.
Añadió, “la verdad estamos cansados y fue por eso que decidimos también retirarnos”.
Otra de las quejas de los jóvenes que dejaron el plantón fue que Martínez García quiere obtener beneficios para su otra hija, Estrella Pérez, quien ya estuvo el año pasado en la Unidad Académica de Medicina y “reprobó todas sus materias”, luego mostró el kárdex de las calificaciones de la hija de la líder.
Añadió que no se le hace justo que personas que tienen la oportunidad de estudiar la desaprovechen de esa manera y que, “ahora la maestra Mago tenga el descaro de querer volver a ingresar a su hija”.
Indicó que “no se me hace justo que gracias a nuestro esfuerzo, porque nosotros hemos estado al pie del cañón en marchas durante tres meses y no vemos resultados, ella obtenga beneficios personales”.
Otro dijo que Margarita Martínez les pidió dinero para que ingresaran a la escuela de Medicina donde tendrían que dar 20 mil pesos de adelanto, de un total de 80, “para asegurar el cupo”.
Jesús Martínez comentó que no se dieron cuenta de sus intenciones porque no la conocían, y sólo sabían que tenía cinco años consecutivos con el movimiento, pero que se fueron dando cuenta que “con nuestra lucha ella se quería beneficiar”.
Sobre por qué los demás continúan con la líder indicó que ella tiene los documentos originales de varios de ellos, y con eso los presiona.

La dirigencia estatal del PRI despide al líder de la CTM Torreblanca Gómez

Acuden también el alcalde López Rosas y el senador Armando Chavarría

 

Asisten unas 200 personas, entre líderes y familiares. Muy poca, ausente casi, la base sindical

Aurelio Peláez Era la 1 y cuarto de la tarde cuando el gobernador René Juárez Cisneros, el alcalde de Acapulco Alberto López Rosas, el candidato del PRI al gobierno del estado, Héctor Astudillo Flores, el presidente de este partido, Héctor Vicario Castrejón, y el senador perredista Armando Chavarría Berrera, coincidieron en el velorio del líder de la Federación de Trabajadores del estado de Guerrero (FTEG), José Luis Torreblanca Gómez.

A los actos funerales comenzaron a desfilar desde la mañana dirigentes de sindicatos del puerto. El cuerpo de Torreblanca Gómez, quien falleció este jueves en la ciudad de México, llegó a la funeraria Cipreses poco después de las 3 de la mañana. Desde las 10, comenzó el velorio.

La CTM, los cetemistas, daban la despedida a su líder estatal, quien falleció en forma inesperada. Por ahí desfilaron dirigentes de sindicatos de la hotelería y la gastronomía, como César Landín, Félix Liera, Felipe y Lucino Loyo; los dirigentes de estibadores, Federico Marcial, y de transportistas, Jesús Bernal; el dirigente de taxistas y actual delegado estatal de transportes, René Morales; el presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje, Jesús Aparicio, y el delegado del Infonavit, Eduardo Montañés.

Como a las 11 llegaría la secretaria de Turismo estatal, Guadalupe Gómez Maganda, quien estaría cerca de tres horas en la funeraria, por los rumbos de la Laja, en espera del gobernador.

A las 12 y 50 llegaría la plana mayor el PRI estatal. En una misma camioneta, el candidato a gobernador, Héctor Astudillo, y el dirigente en Guerrero, Héctor Vicario. Con ellos llegaron Erika Luhrs, la secretaria general, Miguel Mayrén, líder del sector popular, y Moisés Carbajal, el del campesino, así como María Inés Huerta, la lideresa de las mujeres.

Llegarían atrás Oscar Hernández, el dirigente en Acapulco, y Alma Clarisa Rico, la secretaria general, así como los regidores José Guadalupe Perea, Hipólita Hernández, Rogelio Villanueva, y antes Mateo López y Jesús Gómez Nava.

“Descansa en paz, líder”, se leía en el medallón de un auto, en letras escritas con tinta blanca para zapatos.

En el transcurso de la mañana fueron llegando coronas de flores. La calle de acceso a la funeraria se fue llenando de autos. En el lugar, había unas 200 personas, entre líderes y familiares. Muy poca, ausente casi la base sindical.

Después de la llegada de la dirigencia priísta, prácticamente solo, acompañado de su jefa de prensa en Acapulco y de su chofer, llegó el senador perredista Armando Chavarría. “Es Chavarría”, dicen los sindicalistas al verle llegar, quien no ven en el personaje a un extraño, enemigo o contrincante del sindicalismo o del priísmo.

Diez minutos después llegaría el gobernador René Juárez, y tres minutos más tarde el alcalde Alberto López Rosas, quien asistió con el procurador de la Inversión, Antonio Palazuelos. Todos coinciden además con la hora de una misa dentro de uno de las salas de la funeraria, de manera que los políticos apenas se hablan. Veinte minutos después salen Astudillo, Vicario y Mayrén; a la media hora López Rosas, y a los 40 minutos René Juárez, quien platica con la esposa, hijos y familiares de Torreblanca.

A esa hora se ve a Rodolfo Escobar Avila, el líder de la sección 12, cuyo caso –el paro en el hotel Continental Emporio, que derivó en la decisión del cierre del mismo por parte de los empresarios, y antes el del estallamiento a huelga en el Hyatt que también provocó una amenaza de cierre de la gerencia– fueron los temas que fue a tratar Torreblanca con el líder nacional de la CTM Leonardo Rodríguez Alcaine a la ciudad de México, en donde sufrió el infarto.

A las 2 de la tarde, casi todos los políticos se han retirado. Quedan los líderes sindicales. Entonces, de algún lado surge el rumor de que llegaría a la funeraria Rodríguez Alcaine, lo que hace regresar a reporteros y algunos dirigentes y retrasa el comienzo del traslado del cuerpo para su sepelio. Una hora después, alguien logra contacto con los auxiliares del octogenario líder de la CTM, quien desmiente la versión de sus asistencia. Empieza entonces la marcha.