Limpia el Cecop el río Papagayo para concientizar sobre el cambio climático

Habitantes de 30 comunidades de los Bienes Comunales de Cacahuatepec realizaron ayer una brigada de limpieza a orillas del río Papagayo Foto: Aurora Harrison

Aurora Harrison

Integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop) hicieron ayer domingo una brigada de limpieza en las orillas del río Papagayo, como parte de las acciones para concientizar a la población sobre el cambio climático y para evitar la contaminación del río y mares.
El vocero del Cecop, Marco Antonio Suástegui Muñoz, pidió a las autoridades que cada 15 días envíen camiones de volteo para que recojan los desechos sólidos que se recolecten y se quiten los acumulamientos que se observan en la carretera, que son producto de camionetas particulares que arrojan sus bolsas en esa zona.
Unos 300 vecinos de más de 30 poblados de los Bienes Comunales de Cacahuatepec se concentraron en el punto conocido como El Fraile. Ahí, con sus bolsas de plástico, escobas, cepillos, palas, picos, los pobladores empezaron a retirar los botes de plástico, vidrio, unicel que se encontraban tirados y que con las lluvias podrían ser arrastrados al río.
Desde las 10 de la mañana a la 1 de la tarde de ayer domingo los vecinos recolectaron desechos sólidos con la cual llenaron tres camiones de volteo, cada uno de 7 metros cúbicos y se hizo el desazolve de canales que van al río, con maquinaria que proporcionó el gobierno del estado luego de la petición que se hizo a la gobernadora Evelyn Salgado.
Al concluir las actividades se hizo una asamblea en donde se informó que este martes tendrán una mesa de trabajo con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, a quien le van a exponer las necesidades que tienen las comunidades de la zona rural.
Suástegui Muñoz dijo que la limpieza tratarán de hacerla cada 15 días, y se va a crear un reglamento, donde se indique que “tirar basura al río Papagayo es un crimen que se va a pagar con reeducación, no con cárcel, porque la Policía Comunitaria no encarcela, reeduca, quien se sorprenda, porque hemos visto que han tirado caballos, vacas, perros, chivos, marranos al río y que entre las ramas se quedan, se van a reeducar”.
“Se va a prohibir que se tiren animales, estos deben ser enterrados, vamos a exigir al gobierno que cada 15 días mande este tipo de transporte, porque la gente de Acapulco viene a tirar su basura en el poblado de El Salto, Tunzingo, Gallinero y Concepción hay otros puntos y eso es grave porque las vacas están comiendo plástico y se mueren”, dijo.
Detalló que el cambio climático “mucha gente no le ha dado la importancia que merece, y es una realidad, nosotros lo anunciamos hace 20 años, y obviamente los expertos. Hoy en día hay un plástico que es grave, que contamina todas las cuencas del río del Papagayo y en esta ocasión nos tocó al Cecop focalizar puntos negros de basura”.
El vocero abundó que como pobladores de la zona rural de Acapulco “no queremos que ocurra otro Otis, porque al final de cuenta la zona turística, empresarial reciben apoyos y el pobre se hace más pobre, a nosotros nos dejan en el olvido y no queremos otro huracán”.
“Esto es una forma de protestar, una forma de alzar diciéndole al gobierno esta es tu chamba, pero también los seres humanos, comuneras y comuneros no podemos permitir que vuelva a suceder, y el mensaje que estamos mandando al mundo, crear conciencia que nosotros mismos estamos causándole un grave daño a la naturaleza”, indicó.
Suástegui Muñoz dijo que este tipo de acciones para prevenir la contaminación, es parte del “cambio de giro que ha dado el Cecop, muchos dicen que había muerto, pero está más vivo que nunca, guardamos un rato los machetes, porque ya lo dijimos, porque queremos convertirnos en una cooperativa que pueda reciclar los plásticos”.
“Este es el inicio de cambio de timón que ha dado el Cecop en últimos días, eso no quiere decir que nos vamos a confiar y que nos vamos a echar a dormir, por el contrario, hay la participación de 30 comunidades, como la vereda de Amatillo, San Pedro Cacahuatepec, que antes eran enemigas del Cecop hoy están aquí con el Cecop, creando conciencia y mandando un mensaje para el mundo, no podemos seguir atentando contra la naturaleza”.
Adelantó que van a solicitar que los técnicos de la Cooperativa de Productores Indígenas (Tosepan) que acudan a los Bienes Comunales y los ayuden para producir miel, y que les enseñen “sobre el ecoturismo, la producción del maíz criollo, para que nos ayuden cómo producir y cómo hacer una cooperativa, para que la gente de Cacahuatepec no esté en espera de los programas sociales, las limosnas del gobierno”.
“Eso es lo que ha pasado durante 40 últimos años, el gobierno acostumbró a la gente, y el año pasado en las comunidades de Cacahuatepec la gente no alcanzó a sembrar porque el gobierno no le dio la semilla para poder sembrar”, puntualizó.
En declaraciones posteriores dio a conocer que el próximo 7 de julio se llevará a cabo una entrega de semilla criolla para sembrar maíz y cada uno de los beneficiarios recibirá 5 kilos, “sabemos que será un reto porque el campo está dopado, está drogado, todo mundo siembra maíz transgénico, pero vamos a prohibir los agrotóxicos”.
“Vamos a crear otro tipo de vías, composta, ahí hay compañeros que tienen hasta 50 toneladas de abono orgánico y no queremos agrotóxicos y vamos a retomar las semillas nativas que son más de 90 variantes”, indicó.

 

Formará el Cecop una cooperativa para el desarrollo económico y la paz social

El vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa la Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, habla en el embarcadero de El Fraile con los beneficiarios de la entrega de láminas que gestionaron el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y la Fundación Loyola Foto: Ramón Gracida Gómez

Ramón Gracida Gómez

El Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop) avanza a una nueva etapa en su lucha por la defensa del territorio y el agua, con la conformación de una cooperativa matriz que busca el desarrollo económico, la recuperación de la paz social y la reconstrucción del tejido social de los Bienes Comunales de Cacahuatepec.
El Cecop no desaparece “y no se va a echar a dormir”, sino se fortalece con la cooperativa porque fomenta la organización y que ya se observa con una mayor participación de jóvenes y de comunidades que antes eran contrarias al movimiento comunero, destacó a El Sur el vocero Marco Antonio Suástegui Muñoz.
Durante la espera de la llegada de alrededor de 80 paquetes de lámina con la ayuda del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan y la fundación Loyola, Suástegui Muñoz hizo ayer una recapitulación de la ayuda que ha llegado después del meteoro del 25 de octubre, que devastó las de por sí endebles casas construidas en estas localidades y afectó severamente las milpas, el principal sustento de autoconsumo para los campesinos y sus familias.
Enlistó las asociaciones y agencias internacionales que llegaron a los Bienes Comunales de Cacahuatepec, como son Cooperación Comunitaria, que lleva a cabo proyectos de bioconstrucción de viviendas y salud; Fondo Citibanamex, que ha entregado maíz; Oxfam México, que instala purificadoras del agua; Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que trabaja en la comunidad de Barrio Nuevo; Isla Urbana, que instala captación de agua pluvial; y Tlachinollan, que ha gestionado el apoyo de maíz y lámina.
A partir de este proceso, ha iniciado una nueva etapa en el Cecop, “hemos descubierto que solamente organizados y constituidos legalmente podemos traer desarrollo a nuestras comunidades”.
Pero atajó: el Cecop “no se va a echar a dormir, el Cecop no va a guardar totalmente los machetes” porque hay una crisis de agua y el Papagayo es atractivo para los extractivistas; e insistió: “la cooperativa va a servir, no para que desaparezca el Cecop, va a servir para fortalecer al Cecop”, junto con la Policía Comunitaria.
La nueva etapa consiste en organizarse para producir y comercializar; aún no está definida la figura jurídica de la organización y para ello, 50 integrantes del Cecop, casi la mitad mujeres y que son vecinos de Barrio Nuevo de los Muertos, Huamuchitos, El Cantón, Cacahuatepec y Las Parotas, visitaron en los primeros días de junio la cooperativa Tosepan Titaniske en Cuetzalan, Puebla, emblema de este tipo de organizaciones y que se ha expandido a varios municipios poblanos y de Veracruz.
Ahí pudieron conocer una diversidad de proyectos, algunos de ecoturismo con bungalows de material local, y otros de producción del café y la pimienta.
Destacó que varios jóvenes de los Bienes Comunales de Cacahuatepec acudieron al viaje, la nueva generación del Cecop y que dirigieron la última asamblea; también participan en la nueva etapa comunidades que antes no se involucraron al movimiento, como Barrio Nuevo de los Muertos, Cabeza de Tigre, San Pedro Cacahuatepec y Las Parotas, estos últimos “acérrimos enemigos” del Cecop.
“Si bien es cierto fue importante en su momento la confrontación, ahora es importante también que a la gente le demos opciones de cambio, ya tenemos las tierras, el río, todavía no tenemos la cancelación definitiva de la presa, pero es tiempo también de darle la oportunidad a que estas gentes, como podrás ver, viven enclavadas en los cerros sin agua, servicios y baños”, dijo Suástegui Muñoz.
Respecto a los futuros proyectos, comentó que en la mañana de este jueves se hizo un recorrido por varias comunidades ubicadas a orilla del río Papagayo, como son Las Parotas, Rancho Las Marías, Los Hilamos, Cacahuatepec, El Carrizo, y se censaron algunas parcelas para aplicar un sistema de riego, por lo que la primera cooperativa se va a enfocar en la producción agrícola.
“El año pasado y este han sido terribles, y en el país se ha notado, pero aquí está el agua, solamente hay que hacerla llegar a unos cuantos metros, 50, 100 metros de las parcelas, y empezar a producir milpa”: sembrar maíz, frijol y calabaza al mismo tiempo.
Mencionó que en otro recorrido en algunos cerros de Apalani, El Cantón, Huamuchitos y Las Parotas, notaron las grandes cantidades que hay de barro –el tipo más común es el colorado, pero también existe el negro y el bayo–, el cual ya fue utilizado para producir bloques y construir viviendas en Cruces de Cacahuatepec, El Cantón, Huamuchitos y Apalani.
El proyecto es construir hornos, donde se pueda producir barro, cocer la teja, el tabique, cortar adobe, este último producto de una mezcla de arcilla con zacate aceitillo, cada vez más extinto, pero que aún se puede encontrar en el campo.
El objetivo, que nace de una idea cooperativista, es construir “con nuestros propios materiales de la región, no tener que comprar cemento, varilla, bloc”, y ser autosuficientes y vender el producto después.
También se pretende producir miel, ha habido intentos que no se han consolidado por la falta de recursos y de organización, pero es un producto que les llama la atención porque puede ser comercializado en diferentes presentaciones.
El nombre de la cooperativa matriz sería Consejo Indígena y Mestizo para el Desarrollo Rural de los Bienes Comunales de Cacahuatepec (Coimdra) y tendrá como objetivo el “bienestar, un poquito de estabilidad en materia económica”.
Con la cooperativa también se pretende, como se comprometieron con la asociación Cooperación Comunitaria, “recuperar la paz social y recomponer el tejido social que vino a romper la Comisión Federal de Electricidad, que vino a interrumpir el propio gobierno federal y que el gobierno del estado y el municipal le dieron seguimiento”.
Suástegui Muñoz dijo que hay que aprovechar que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no sufrieron represión y se pueden llevar estas nuevas formas de lucha, a las cuales no están acostumbrados, “pero tenemos de una u otra manera sobrepasar esa barrera para poderle dar bienestar social a las comunidades, para traerle un poquito de alivio porque de lo contrario nos vamos a morir de hambre.
La asamblea de la siguiente semana se va a llevar a cabo en el embarcadero de El Fraile para recoger las decenas de botellas de plásticos y basura tiradas en el camino y cerca del río Papagayo, un problema cada vez más evidente en la zona y que se puede ver en distintos puntos del camino hacia la carretera federal de Acapulco-Pinotepa.

 

Demanda el vocero del Cecop a Sheinbaum cancelación definitiva del proyecto La Parota

Ramón Gracida Gómez

El vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, demandó a la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo la cancelación definitiva del proyecto de la presa La Parota, la dotación de agua en las localidades de los Bienes Comunales de Cacahuatepec, la expulsión de las gravilleras del río Papagayo y la construcción de un puente en la comunidad de Cacahuatepec.
Resaltó que votaron por la candidata morenista, “entonces nosotros también vamos a ejercer nuestro derecho de exigencia, nosotros no dimos un cheque en blanco al votar por Claudia Sheinbaum, nosotros le vamos a fijar bien clara nuestra postura”.
Reiteró que el proyecto hidroeléctrico de La Parota no está cancelada, “ésa es otra de las inconformidades que tenemos con este gobierno de Andrés Manuel López Obrador porque se nos dijo que nos iban a cancelar, que nos iban a dar un papel, con un decreto firmado y sellado desde la Presidencia de la República, en donde nos iban a decir que La Parota se cancelaba”.
Suástegui Muñoz afirmó en entrevista con El Sur a orilla del río Papagayo que la presa está suspendida, no “por voluntad propia del gobierno, está suspendida porque aquí hay una oposición real, gente aglutinada al Cecop”.
Añadió que el mandatario federal no pudo lograr resultados en los temas de inseguridad y la escasez de agua, “y es un reto que ahora va a enfrentar” Sheinbaum Pardo, la primera mujer en la historia del país que va a ser presidenta, enfatizó Suástegui Muñoz.
“Primero, le vamos a exigir que cumpla lo que no cumplió el presidente, que nos cancele la presa inmediatamente en el primer año de su gobierno, ése será el reto número uno del Cecop con Claudia Sheinbaum, que nos dé por escrito la cancelación de la presa”.
Segundo, añadió Suástegui Muñoz, la futura mandataria federal tiene la obligación junto con los gobiernos municipal y estatal de llevar agua a las comunidades de Cacahuatepec, “cómo es posible que hace 60 años vinieron, se llevaron el agua a través del pozo Ranney, de la bocatoma Papagayo II, ubicada entre Aguacaliente y Salsipuedes, 30, 40 kilómetros para darle agua a los ricos, a la zona Dorada, al Acapulco empresarial, al hotelero, pero no le dan agua a las comunidades”.
Con la imagen de fondo de un hombre cruzando caminando el río Papagayo y la amenaza de lluvia, el vocero del Cecop declaró que la tercera demanda es la construcción de un puente que conecte el embarcadero de El Fraile con la comunidad de Cacahuatepec, cabecera de los Bienes Comunales de Cacahuatepec.
El gobierno de Abelina López Rodríguez impulsa la construcción de un puente en El Carrizo, pero el Cecop está en contra porque representaría edificar una vía en donde se iba a hacer la tercera represa del proyecto de La Parota, la primera iba a ser en el cerro de Los Mayos y la Hierbabuena, con más de 200 metros de altura, y la segunda en el cerro de Los Hilamos con 50 metros de altura.
La cuarta solicitud del Cecop es la expulsión de las gravilleras, “que le están haciendo un daño terrible al río Papagayo” porque socavan el caudal y el material que extraen lo exportan, comentó.
Recordó que en elecciones pasadas, los integrantes del Cecop escribieron en las boletas electorales el no a La Parota y esta vez participaron en el cierre de campaña del ahora senador reelecto Félix Salgado Macedonio, precisamente en Cacahuatepec el 26 de mayo pasado.
Agregó que libremente votaron por Morena, “pero si este partido no responde a las exigencias y a las necesidades del pueblo, en seis años veríamos que a Morena le puede pasar lo mismo que le ha venido pasando al PRI, al PAN y posiblemente le pase lo que sucedió al PRD, que desaparezca del mapa político”.
Señaló que el gobierno de Evelyn Salgado Pineda “nos ha dejado abandonados, el gobierno de Abelina (López Rodríguez) nos ha venido a robar el agua y a robar el dinero que estaba destinado para darle agua a las comunidades más marginadas”.

 

Se censarán en Cacahuatepec las tierras de cultivo para verificar los daños por Otis: Sagadegro

Daniel Velázquez

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de Guerrero (Sagadegro) informó a los vecinos de los Bienes Comunales de Cacahuatepec que se realizará un censo en sus tierras de cultivo, para verificar los daños que causó el huracán Otis.
Este miércoles, en la comunidad Cacahuatepec se llevó a cabo la reunión.
Uno de los asistentes fue el líder del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz.
Consultado por telefono, Suástegui Muñoz dijo que asistió porque fue convocada por el comisario y gente allegada a él, que su pedido en la reunión es que se considere a los verdaderos productores, que no se tome en cuenta a quienes no siembran parcelas y buscan beneficiarse.
Informó que ya se tomó el acuerdo de que se realizarán visitas a 20 comunidades, de las 47 que integran los Bienes Comunales de Cacahuatepec, en una primera etapa. También que se definieron tres rutas y en una segunda etapa se visitarán otras tres rutas.
La primera recorrerá El Campanario, Apalani, Las Cruces, El Rincón y El Carrizo; la segunda ruta es Huamuchitos, Apanhuac, Espinalillo, El Cantón y Cacahuatepec; la tercera ruta será Las Parotas, Rancho Las Marías, Los Ilamos, Parotillas y La Concepción.
Dijo que en los bienes comunales se perdieron de 30 o 40 mil hectáreas sembradas y el principal cultivo es el maíz, porque es la base de la alimentacion en muchas comunidades.
Suástegui Muñoz dijo que su intervencion en la asamablea de Cacahuatepec fue para pedir que los beneficios del gobierno lleguen a quien realmente siembra, “porque hay vivales que se registran en parcelas que no trabajan”.
Suástegui Muñoz adelantó que hoy los vecinos de Cacahuatepec recibirán en donacion 3 mil láminas galvanizadas, las cuales serán repartidas a vecinos de 20 comunidades.

Reciben 50 toneladas de maíz y sus primeras despensas comuneros de Cacahuatepec

Integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRC-PC) vigilan un trailer con 50 toneladas de maíz que fue enviado a la comunidad de Cacahuatepec para repartirlas entre pobladores damnificados por el huracán Otis Foto: Lenin Ocampo Torres

Lenin Ocampo Torres

Cacahuatepec

Tres semanas después del huracán Otis, pobladores de Cacahuatepec, en la zona rural de Acapulco, recibieron 50 toneladas de maíz y sus primeras despensas, que fueron entregadas bajo vigilancia de los integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria.
Este viernes a la 1 de la tarde, al menos 500 comuneros recibieron los apoyos de organizaciones sociales, empresariales y de derechos humanos, entre las que destacan el Fondo Amuzgo de la Costa Chica, Centro de Derechos Humanos Tlachinollan y el grupo banquero City Banamex.
El vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, y por lo menos 20 policías comunitarios, acudieron a la comunidad La Concepción a recibir dos tráileres con los víveres, ante la amenaza de que “gravilleros” pretendían interceptar y saquear los camiones.
“Es la primera ayuda que nos llega. No hemos recibido una sola despensa de parte del gobierno. En esta ocasión nos traen 50 toneladas de maíz, esto va a beneficiar a 500 familias de los bienes comunales de Cacahuatepec. Una costalilla que pesa 50 kilos de grano le alcanza para comer bien a una familia 15 días. Si les damos dos costalillas, por lo menos ya tienen aseguradas las tortillas de un mes”, explicó Marco Antonio Suástegui durante una platica con los medios de comunicación, en la zona del embarcadero del río Papagayo, que cruza de La Concepción a Cacahuatepec, donde llegaron a descargar los camiones.
“Lo malo es que aquí hay que bajarla y como no hay puente, hay que cruzarla en unas pangas. Mucha gente se la va a llevar navegando (hasta el pueblo), la van a cruzar río abajo a las comunidades más olvidadas, al Acapulco de la miseria. Porque está el Acapulco de los ricos, el Acapulco de los pobres allá en las colonias y el Acapulco de la miseria acá en los Bienes Comunales de Cacahuatepec, donde estamos olvidados”, expresó el vocero del Cecop.
Las comunidades beneficiadas son El Campanario, Apalani, Cruces de Cacahuatepec, El Rincón, El Carrizo, El Cantón, Huixtlan, Atonalillo, Huamuchitos, Las Parotas, Rancho Las Marías, Los Ilamos, Parotillas y La Concepción, todas pertenecientes al núcleo agrario de Cacahuatepec.
Suástegui Muñoz señaló que ante ese abandono institucional, los pobladores van a valorar la entrada de los políticos que quieran hacer campañas electorales, “si es posible no dejarán que se haga la instalación de casillas” para el próximo proceso de 2024.
“Van a venir, como siempre, a buscar el apoyo de Cacahuatepec. Como la diputada (federal) Rosario Merlín, que estuvo 12 años mamando la ubre y no ha venido ni a dejar un paracetamol. (Joaquín) Jakco Badillo, otro buitre que se aprovechó de las comunidades, le toca este distrito. Ricardo Astudillo, que tampoco ha venido, y por supuesto la presidenta (Abelina López Rodríguez) que sólo se ha pasado peleándose y quejándose. Creo que deberían ir a la cárcel, es lo que se merecen, no estamos muy contentos con ellos”, reclamó el dirigente.
También denunció que el senador Félix Salgado Macedonio les prometió mil despensas, que siguen sin llegar.
Los pobladores de ese núcleo agrario, que se encuentra a 40 minutos de Acapulco, se llevaron al menos 800 bultos de maíz al embarcadero del río Papagayo, para trasladaros en lancha a las comunidades donde iban hacer repartidos.
El encargado del área de Fomento Social de City Banamex, informó que la ayuda se da para “apoyar a las comunidades marginadas, para superar la pobreza, y en el caso de Cacahuatepec, se acordó que por cada peso que se aportara, el banco aportaría otro, para que finalmente el fondo que se junte esté destinado a la recuperación posterior a los desastres”.
“Nos contactaron las organizaciones que han estado trabajando en esta zona de Cacahuatepec. En este caso, Cooperación Comunitaria, que es una asociación civil, para conseguir maíz y lo hicimos con el Fondo Amuzgo en la Costa Chica. Se consiguieron 40 toneladas, que es parte de lo que se reparte aquí”, dijo.
La primera entrega es de 800 bultos de maíz, con un costo de inversión de 500 mil pesos.
En esta zona, el huracán Otis devastó las cosechas de maíz y dejó sin techos de lámina a cientos de viviendas, que no resistieron las ráfagas de aire de más de 300 km/h.
Los habitantes de los bienes comunales de Cacahuatepec se volvieron a quejar de que tres semanas después, no han sido censados por los “Servidores de la Nación”, a pesar de que también son damnificados del huracán Otis.

En su 20 aniversario, pide Cecop al presidente que decrete la cancelación de La Parota

Miembros del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa la Parota acompañados de organizaciones sociales y magisteriales y representantes del gobierno municipal en el poblado de Cacahuatepec en la zona rural de Acapulco, en la celebración de su 20 aniversario Foto: Jesús Trigo

Ramón Gracida Gómez

El Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop) conmemoró su 20 aniversario con la demanda al presidente, Andrés Manuel López Obrador, de la cancelación definitiva mediante decreto del proyecto hidroeléctrico que originó el movimiento. “Las tierras no se venden, se aman y se defienden” clamaron los más de 100 campesinos que asistieron al acto de este domingo.
El vocero de la organización, Marco Antonio Suástegui Muñoz, dijo que son dos décadas “de resistencia” contra la presa que ha dejado asesinatos y encarcelamientos y aún hay personas “que siguen promoviendo la desunión, la división” en los Bienes Comunales de Cacahuatepec. Dijo que serán 20 años más si es necesario del Cecop que también está en contra de las gravilleras.
Rodolfo Chávez Galindo destacó que el Cecop es un movimiento “emblemático” para el país y Latinoamérica por la combatividad de los comuneros y pidió la liberación de los presos políticos Maximino Solís Valeriano, Rodrigo León Jacinto y Modesto León Jacinto, y la aparición con vida de Vicente Iván Suástegui Muñoz.
El ex secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de Guerrero (Sagadegro), Jorge Peto Calderón, dijo que hace 20 años estaba la “borrachera” del saqueo, pero todavía no se puede hablar de la Cuarta Transformación porque siguen casos como la desaparición de Vicente Suástegui.
El acto del Cecop empezó a las 11:20 de la mañana en la cancha de la comunidad de Cacahuatepec, donde unas 130 personas, principalmente de las comunidades de El Pericón, Parotillas, El Rincón, Rancho las Marías, Los Hilamos, Cruces de Cacahuatepec, La Concepción y Amatillo, entre otras, se congregaron para conmemorar el aniversario número 20 del movimiento contra la presa La Parota.
El asesor del movimiento, Rodolfo Chávez Galindo, leyó el posicionamiento de este año, con el que destacó que el “Cecop llegó a ser reconocido como un movimiento emblemático a nivel nacional y también en Centro y Sudamérica por la combatividad de las comuneras y comuneros”, y recordó la participación en foros internacionales como el Tribunal Permanente de los Pueblos y el encuentro sobre una Nueva Cultura del Agua en Fortaleza, Brasil.
Dijo que el proyecto hidroeléctrico La Parota está suspendido por el presidente López Obrador, “pero seguimos pugnando por un decreto de cancelación definitiva”, al igual que por la liberación de los “presos políticos” Maximino Solís Valeriano, Rodrigo León Jacinto, Modesto León Jacinto y la aparición con vida de Vicente Iván Suástegui Muñoz.
Chávez Galindo anunció que el Cecop “habrá de emprender una lucha en contra de la depredación del río que los empresarios gavilleros están haciendo al extraer la grava y la arena”. Afirmó que “la disminución del agua del río afecta no sólo a Cacahuatepec sino a todo Acapulco”.

Historia de alegría y de dolor

Luego participó el comunero Mario Estrada Bailón, quien dijo que el Cecop “tiene historia de alegría, pero también tiene historia que nos conmueve y que es dolorosa” y recordó que de su comunidad de Huamuchitos fue asesinado Tomás Cruz Zamora.
Martha Hernández, de El Cantón, contó el caso de su padre, que fue herido en los enfrentamientos en La Concepción del 7 de enero de 2018 y desde entonces no ha podido recuperar su salud, “por lo mismo nunca nos vamos a rendir, porque ya nos han pasado muchas cosas”. Terminó con las consignas replicadas por los campesinos: “Zapata y Villa viven, la lucha sigue” y “las tierras no se venden, se aman y se defienden”.
El director de Gobernación del Ayuntamiento de Acapulco, Ramón Montiel Mejía, reconoció la lucha del Cecop y recordó la visita de la presidenta Abelina López Rodríguez a los Bienes Comunales de Cacahuatepec en octubre del año pasado, cuando anunció la introducción de agua potable en las comunidades de Apanhuac, Cacahuatepec, El Cantón, Espinalillo y Huamuchitos, con una inversión de más de 15 millones de pesos en 2022.
Otros 11 millones de pesos se invertirán este año porque “no es justo que estas comunidades que están en los márgenes del río Papagayo carezcan de este vital líquido”, dijo Montiel Mejía y agregó que ya la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha licitado la construcción del puente de El Carrizo a Parotillas, que “no representa la reactivación de este proyecto de la presa hidroeléctrica La Parota”.
El abogado de Tlachinollan, organización que asesora jurídicamente al Cecop, Rogelio Téliz García, señaló que las autoridades andan en campañas electorales: “les vale queso el Cecop y lamentablemente de los Bienes Comunales se lleva el agua al Acapulco Diamante. Hay dos Acapulcos, compañeros, el Acapulco de los ricos y el Acapulco de los pobres, que son ustedes”.
Retomó la denuncia de las gravilleras y dijo que hace 20 años el río Papagayo “no estaba así, ¿ahorita cómo está? Va a quedar un canal, compañeros, si es que queda, y va a quedar sin agua. ¿Dónde está Semarnat? ¿Dónde está Conagua? ¿Dónde están estos elefantes blancos?” Preguntó cuántas veces han venido a verificar que esas gravilleras reúnan “los requisitos legales que marcan”. Ninguna, contestaron los asistentes.
Volteando a ver a Marco Antonio, afligido cada vez que le mencionaron a Vicente, el representante del Colectivo de Desaparecidos Lupita Rodríguez Narciso, David Molina, le dijo que “yo te entiendo perfectamente, yo también tengo a mi hermano desaparecido”. Propuso que los integrantes del Cecop sean reconocidos como víctimas y tengan derecho a la reparación integral de daño de todos los delitos que han sufrido.
Jorge Peto Calderón dijo que hace 20 años estaba la “borrachera de quienes se sentían amos y señores del pueblo de México y de su territorio y en esa borrachera pretendieron y siguen pretendiendo desalojar a los pueblos, apoderarse de sus tierras y aguas, pero no pensaron nunca que enfrentarían la resistencia, el heroísmo del pueblo y de los pueblos que pretendieron ellos sepultar con su megaproyecto de la presa La Parota”.
El extitular de la Sagadegro advirtió que “no habrá Cuarta Transformación si no hay pan, si no hay tortilla, no hay carne, huevo, en la mesa de los habitantes de los territorios. No hay Cuarta Transformación si no podemos caminar libremente por las calles con el temor de ser acribillados, ser encarcelados o ser desaparecidos”. Pidió la presentación con vida de Vicente Suástegui, “por eso no podemos hablar aún de la Cuarta Transformación en pleno”.

Persecución, menosprecio, humillación, cárcel y asesinatos

Para concluir el acto que duró unas dos horas, Marco Antonio Suástegui Muñoz dijo que el 28 de julio de 2003 “inició este peregrinar y hoy el Cecop cumple dos décadas, 20 años de resistencia contra este monstruo de mil cabezas llamado presa hidroeléctrica La Parota”. Agregó que no ha sido fácil, sobre todo para las mujeres que han perdido hijos, esposos, hermanos.
Con machete en mano, dijo que le da escalofríos recordar aquel 28 de julio “porque el gobierno nos quería enfrentar a nosotros mismos. ¿Se acuerdan ustedes? Aquellos 500 trabajadores, campesinas y campesinos que contrató la CFE y que embriagaba y que nos echaba encima ahí en El Fraile”.
Con miras a la reunión que se hacía en la comisaría, a 50 metros del festejo del Cecop, dijo que estaban envenenados y “hasta la fecha allá siguen, en sus mazmorras, en sus guaridas como chacales, engañando a la gente. Todavía existen esos caciquitos, porque ni siquiera son caciques, en cada uno de los pueblos”. Señaló que hay personas “que siguen promoviendo la desunión, la división”.
Exaltado, dijo que todos los integrantes del Cecop han sido “víctimas del gobierno, de persecución, de menosprecio, humillación, de encarcelamiento, han sido víctimas de que los hayan mancillado hasta la familia”.
Con voz entrecortada, dijo que “este 20 aniversario vengo muy dolido, profundamente dolido, no saben cuánto”, por lo que recibió aplausos de apoyo. Además de los asesinatos y encarcelamientos, “han tocado mi familia, a lo que más me duele”, exclamó con lágrimas en los ojos.
El vocero del Cecop dijo que “apenas iniciamos 20 años, vendrán 20 años más si es necesario”, y pidió unidad a los pobladores y las organizaciones sociales y expuso que la lucha del Cecop es contra la presa La Parota, las gravilleras y los políticos “corruptos y mañosos”.
Dijo que se sienten traicionados por los gobiernos pasados y actuales, pero agradeció la presencia del director de Gobernación, Ramón Montiel Mejía, a quien le dijo que no ven que se estén “aplicando los recursos correctamente” para la introducción del drenaje en algunas comunidades. Reiteró su apoyo a la construcción de un puente, pero no de El Carrizo a Parotillas, sino en la comunidad de Cacahuatepec. Advirtió que no dejarán que lo construyan así como está el proyecto, porque “le falta la aprobación de los pueblos”.
Aseguró que invitaron a la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, y ante su ausencia, le pidió atención a los Bienes Comunales de Cacahuatepec, en particular en los caminos porque ahora son de terracería. También pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador la suspensión definitiva del proyecto La Presa y también la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Participaron los dirigentes de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación (CETEG)en la región, Walter Añorve y Mario Alberto Uriós-tegui, quienes llamaron a la unidad de los movimientos sociales.
También acompañaron al Cecoplas organizaciones Turiste-ros Unidos en Defensa y Rescate de Playa Icacos (Tuderpi), el Sindicato de Trabajadores de Organismos Operadores de Agua del Estado de Guerrero (Stooaeg), el representante de la Unión de Indígenas Radicados en Acapulco, Marcos Guevara, y el rector de la Universidad de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos de Guerrero, Enrique Porras. Asimis-mo, asistieron ejidatarios de Puerto Marqués y los policías comunitarios de Cacahuatepec afines al Cecop.

CECOP: 20 años de una lucha que ha cobrado 9 vidas, una desaparición forzada y encarcelamientos

Ramón Gracida Gómez

Acapulco

El Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (Cecop) conmemora 20 años de lucha este 30 de julio, dos décadas en las que 9 de sus integrantes fueron asesinados por la lucha contra el proyecto hidroeléctrico, además de la desaparición forzada de Vicente Suástegui Muñoz, hermano del vocero del movimiento, Marco Antonio.
El asesinato de otros dos policías comunitarios y miembros del movimiento, y la encarcelación de Maximino Solís Valeriano que sigue preso desde el 2018 se suman a los agravios en contra del Cecop.
Los campesinos de los Bienes Comunales de Cacahuatepec continúan con la exigencia de la cancelación definitiva de la presa y demandan que sea mediante un decreto presidencial. Y también luchan contra las gravilleras que extraen arena y grava del río Papagayo y lo afectan.
En enero de 2003, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) difundió su proyecto de la presa hidroeléctrica La Parota, que sería 11 veces más grande que la bahía de Acapulco. En su texto Cecop-La Parota La Tierra es Nuestra, el asesor del movimiento, Rodolfo Chávez Galindo señala que la presa La Parota está integrada al Proyecto Mesoamérica, antes Plan Puebla Panamá, firmado el 15 de junio de 2001.
La hidroeléctrica planeada en Acapulco sería una de las “más de 300 presas programadas de México a Panamá, el objetivo es generar un mercado regional de energía eléctrica para la maquila mesoamericana a través del Sistema de Interconexión Energética de América Central (SIEPAC), que desde 2009 junto con el sistema mexicano de energía eléctrica conforman un proyecto trasnacional controlado por las grandes empresas de energía”.
El 28 de julio de 2003 hombres y mujeres realizaron un plantón en la carretera en la comunidad El Fraile para impedir la entrada de funcionarios enviados de la CFE a los Bienes Comunales de Cacahuatepec con sus maquinarias y retuvieron por 14 horas a tres de ellos. Fue la primera acción contra el proyecto federal y de 2003 a 2008 se realizaron seis plantones, día y noche, en las entradas de seis comunidades: Agua Caliente, Parotillas, San Isidro Gallinero, Cruces de Cacahuatepec, Huamuchitos y Dos Arroyos.
El 27 de julio de 2004, Marco Antonio Muñoz Suástegui fue detenido por primera vez con motivo del movimiento en contra de la presa junto con Francisco Hernández Valeriano, y fueron liberados 9 días después.
El 14 de agosto de 2005 cientos de campesinos impidieron que se realizara una asamblea ilegal en la que se pretendía aprobar la expropiación de las tierras a favor de la CFE. Eran los últimos meses del gobierno perredista de Alberto López Rosas y los primeros del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, también del PRD, ambos acusados por el Cecop de favorecer el proyecto de la presa La Parota.
Después de que terminó una asamblea del Cecop el 18 de septiembre de 2005, campesinos de la comunidad Huamuchitos fueron emboscados en el camino de regreso a sus casas y Tomás Cruz Zamora fue asesinado por un hombre con arma de fuego.
El 29 de enero de 2006 fue asesinado a golpes Eduardo Maya Manrique frente a su casa en el ejido Dos Arroyos, la segunda víctima registrada por el movimiento contra la presa La Parota, que empezaba a crispar el ambiente en los Bienes Comunales de Cacahuatepec, entre opositores y partidarios del proyecto.
El Sur publicó el 2 de mayo de ese año la denuncia del integrante del Cecop, Teodoro del Carmen Loeza, quien señaló que uno de sus vecinos que está a favor de la presa lo amenazó con un arma de fuego.

Relatores de la ONU en Cacahuatepec

El 10 de agosto de 2006 el relator de la ONU sobre la situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas, Rodolfo Stavenhagen visitó el área que sería afectada por la presa La Parota y escuchó a los opositores del proyecto.
En septiembre del siguiente año, Rodolfo Stavenhagen realizó una segunda visita a esta zona del Acapulco rural junto con el Relator Especial sobre Derecho a una Vivienda Adecuada, Miloon Kothari, quienes escucharon la petición de los comuneros de que el gobierno federal cancele la construcción de la presa.
El 7 de diciembre del mismo año integrantes del Cecop participaron en el Encuentro por una Nueva Cultura del Agua en América Latina en la ciudad de Fortaleza, Brasil, uno de los tantos eventos internacionales en los que los campesinos de Acapulco expusieron los problemas que enfrentaban por oponerse a la presa hidroeléctrica.
El 6 de enero de 2007 Benito Jacinto Cruz recibió un balazo en la cabeza y su cuerpo fue hallado en una barranca, a 500 metros de su domicilio en la comunidad de Huamuchitos, el tercer integrante del Cecop asesinado y el segundo de ese poblado.
En el boom de las autodefensas en Guerrero en 2013, la policía ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) empezó a introducirse en los Bienes Comunales de Cacahuatepec. El Cecop denunció que esta organización sería utilizada para concretar el proyecto de La Parota y en 2014 comenzó a formar su propia guardia comunitaria de Cacahuatepec, como parte de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC).
Ese año el vocero del Cecop y sus compañeros protestaron contra la gravillera Kimbar de Humberto Marín Molina y se introdujeron en ella para bloquearla. Por esta acción de denuncia, Suástegui Muñoz fue detenido el 17 de junio de 2014, torturado y luego trasladado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 4, de Tepic, Nayarit.
Mientras el vocero del Cecop estaba en la cárcel y Guerrero atravesaba la crisis de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrió una balacera el 15 de noviembre entre empleados de la gravillera Kimbar e integrantes del Cecop, después de que estos últimos detuvieron a los primeros en su retén instalado en La Concepción.
Murieron dos trabajadores de la empresa de Humberto Marín y que eran vecinos de esa comunidad, Andrés Palma Casarrubias, Pedro Bailón Dorantes; además de Antonio García Saligán, y su esposa e hija, Elia García y María Guadalupe Ayala, quedaron heridas.
Por otro lado, fue asesinado el integrante del Cecop, Celerino García Hernández, quien recibió dos balazos y falleció en el trayecto al hospital. Quedaron heridos Salomón Hernández Encarnación y Maximino Solís Valeriano, uno de los coordinadores del movimiento opositor.
Finalmente, Suástegui Muñoz fue liberado el 21 de agosto de 2015 y dos días después, Felipe Flores Hernández, otro de los voceros del Cecop desde sus inicios, fue expulsado del movimiento en una asamblea, donde se argumentó que no luchó por la liberación de su compañero. Flores Hernández murió el 27 de julio de 2021 a consecuencia del Covid-19.
El 7 de enero de 2018 hubo dos enfrentamientos en la comunidad La Concepción, con un saldo de 11 muertos: el primero fue en la madrugada, cuando seis civiles del grupo opositor al Cecop y dos policías comunitarios murieron a balazos; el segundo fue a mediodía en el que participaron policías del estado, ministeriales, y elementos de la Gendarmería y el Ejército, y tres policías policías comunitarios afines al Cecop fueron víctimas de ejecución extrajudicial.
Suástegui Muñoz fue llevado a la cárcel junto con 37 de sus compañeros, una parte salió antes y el vocero del Cecop y 16 más estuvieron un año y cinco meses, hasta el 8 de junio de 2019, cuando salieron 13 de ellos. Se quedaron en la cárcel Vicente Suástegui Muñoz, Manuel Everardo Suástegui y Maximino Solís Valeriano, este último sigue en prisión.
Los cinco comuneros asesinados en enero de 2018 más las cuatro víctimas de los años anteriores suman en total 9 integrantes del Cecop muertos a causa de su participación en el movimiento.
El triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones federales de aquel año motivó al Cecop a exigir que se cancelara el proyecto de la presa La Parota definitivamente mediante un decreto presidencial, lo cual todavía no ha ocurrido a pesar de que López Obrador ha dicho que no se construirá la presa. Sin embargo, los comuneros consideran que esto no es suficiente porque la incertidumbre se mantiene con el cambio de gobierno.

Desaparición forzada de Vicente

El 5 de agosto de 2021 Vicente Suástegui Muñoz, quien lideró el Cecop mientras su hermano Marco Antonio estaba en la cárcel en 2014, circulaba en Ciudad Renacimiento en su taxi amarillo con el que trabajaba cuando fue secuestrado por hombres armados.
Policías estatales e integrantes de la policía ciudadana de la UPOEG son acusados de participar en esta desaparición, por la que Marco Antonio y la esposa de Vicente, Samantha Colón, han realizado búsquedas en campo, sobre todo en la zona del Acapulco rural, para encontrarlo.
Antes de la desaparición forzada de Vicente Suástegui, el policía comunitario de los Bienes Comunales de Cacahuatepec e integrante del Cecop, Ramiro Ventura Apolonio, fue asesinado a balazos el 3 de agosto en la comunidad de Apanhuac, al igual que su compañero Isaías Elacio Palma el 15 de marzo. Marco Antonio Suástegui Muñoz responsabilizó a la UPOEG de ambos casos.
El Cecop llega a su 20 aniversario con su exigencia inicial de la cancelación de la presa hidroeléctrica y también con la lucha contra las gravilleras instaladas en el río Papagayo, en el área de los Bienes Comunales de Cacahuatepec.
Suástegui Muñoz ha señalado que estas empresas trabajan de manera ilegal porque no tienen el permiso de los comuneros y también ha denunciado que la extracción de arena y grava que realizan afecta el caudal del río y, en consecuencia, al ecosistema que lo rodea. Durante su última asamblea el 4 de junio, el vocero del Cecop junto a una veintena de sus compañeros se introdujeron al río Papagayo, donde una máquina retroexcavadora de la gravillera de Humberto Marín estaba casi a la mitad del caudal, lo cual representa para los comuneros la ilegalidad de su trabajo.

El agua de Cacahuatepec se bombea a la zona urbana y turística de Acapulco, pero aquí no llega

Vecinos de la comunidad de Rancho Las Marías llenan botellas de regrescos con agua de un pozo para tomar Foto: Carlos Carbajal

Ramón Gracida Gómez

Rancho las Marías

Segunda parte y última

María Pineda Guadalupe lava la ropa de su familia en el río Papagayo, también se baña y acarrea agua de ahí porque no cuenta con el servicio en su hogar. Unos kilómetros más abajo, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama) bombea el agua para el municipio.
Es la paradoja de la mayoría de las comunidades de los Bienes Comunales de Cacahuatepec: vivir tan cerca del río y no tener agua en sus hogares. Para el vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa la Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, esto es un “crimen” porque los ricos y los turistas se bañan y tiran el agua que les llega desde Cacahuatepec, mientras que a los pobladores de esta zona del Acapulco rural no les llega una “sola gota”.
El biólogo Octavio Klimek dice que la falta del servicio en esta parte de Acapulco es una decisión tecnocrática de cómo se ha gestionado el agua, pero también política por la oposición de los pobladores al proyecto hidroeléctrico del gobierno federal.

“Se siente uno triste sin agua, se desespera”

A pesar de que la tubería llega hasta las casas de Rancho las Marías, el agua no sube del pozo de la comunidad desde hace varios años. “Se siente uno triste sin agua, se desespera”, expone María, quien habla con el cuerpo sudado por el calor de las 12 del día de este jueves 18 de mayo; acaba de acarrear agua con una cubeta arriba de la cabeza y un bote en la mano.
Empieza normalmente desde las 6 de la mañana porque a las 8 ya está haciendo tortillas para el almuerzo de sus hijos. Son cuatro o cinco viajes que realiza diariamente al río Papagayo para luego almacenar el agua en un bote. Así ha sido durante toda su vida, “por eso están acostumbrados mis pies”.
Utiliza el agua para lavar el nixtamal, los trastes y su ropa y la de su familia cada tres días. También usa el río para bañarse en las mañanas “porque nos sirve para la fiebre, como que despierta el alma. Otra vez a las 6 de la tarde ya estamos allá bañando y regresamos ya oscureciendito”, ese momento en el que su papá se refería en náhuatl-mexicano le dice María-, “que ya están cantando los grillos, las ranas”.
“Bonito es el campo, yo me gusta mucho y me sigue gustando, nomás ahorita dicen el dicho, uno se siente mal porque con la enfermedad ya no es igual”, cuenta quien padece diabetes. La causa, asegura la paciente, fue la detención de su hijo Manuel Estrada Pineda tras el tiroteo en La Concepción el 7 de enero de 2018.
Al principio se resignó cuando se enteró de los hechos, “ni modo, digo, mi hijo ya le tocó y los vine a ver a ellos”, en referencia a Rosa, su vecina que también participó en el recorrido de El Sur y cuyo esposo era policía comunitario. “Vámonos, acompáñenme”, le pidió María a Rosa, pero ya no llegaron ese día y se fueron hasta “la Coca, allá los encontramos, pero ya después lo trasladaron al penal” de Las Cruces. El hijo de María fue uno de los 25 presos del Cecop.
“Yo me vi de la muerte, bien delgadita, yo sentía que el mundo ya lo iba a dejar. Y yo me acongojaba porque mi hijo estaba allá y a uno lo tenía aquí, al más chico”, expone la mujer sexagenaria de tez delgada, quien le pide ahora ayuda a sus hijos para traer agua porque “me voy a morir caminando”. Hay días en los que “me acobardo”, dice, porque siente el cuerpo entumecido. Va al doctor, pero también le dijeron que tiene “mucho espanto” que la está afectando.
María estudió hasta el segundo año de primaria y es viuda porque le mataron a su esposo. Originaria de Huamuchitos, vive ahora con dos de sus hijos en una de las 80 casas que conforman Rancho las Marías. En total tiene cuatro, quienes concuerdan en no dejarla trabajar “tanto a la milpa porque dicen, si me llego a lastimar, dicen, ya no me voy a componer”.

Donde viven los ricos nunca falta el agua: Marco Suástegui

En los Bienes Comunales de Cacahuatepec se vive en la “miseria”, dice Suástegui Muñoz, porque sus pobladores, particularmente las mujeres, “tienen que caminar metros inclinados en terrenos agrestes, en terrenos difíciles, para poder llevar la gota de agua a sus casas, agua cruda del río y así beberla. No solamente es un problema grave, sino es un problema de salud también”.
El vocero del Cecop habla a lado de un pozo ubicado en la comunidad La Parota, de donde sus habitantes recogen el agua para beberla. Mientras exponía el tema, una familia, el padre, la madre, jóvenes, y dos niños, caminaban con un burro que cargaba los más de 10 botes de refresco y garrafas que serían llenados de agua con una jícara. Cuentan que van diariamente a surtirse. A unos 200 metros una casa muestra un letrero que anuncia que “se realizan trabajos para buscar agua venas subterráneas”.
Salvo Agua Caliente, que sí tiene agua por ser la “más combativa” hace unas décadas y donde se encuentra el pozo Ranney de Capama, la mayoría de las comunidades, como Apalani, Campanario, Garrapatas, viven la misma situación que Rancho las Marías: tubería sin agua. El caso más “emblemático”, dice Suástegui Muñoz, es Salsipuedes, donde se ubica el sistema de captación de agua Papagayo II, y tampoco tienen agua en sus casas. Mientras que otras comunidades como Arroyo Verde, Pochotlasco, Cabeza de Tigre, no tienen ni drenaje, “ésas están muy jodidas, peor que en la Montaña”.
Es increíble, dice el vocero del Cecop, “que hace más de 60 años que vinieron por el agua para llevársela a Acapulco, –se hacen 40 kilómetros de distancia–. El agua, sobre todo en la zona Diamante, en la zona Costera, en la zona hotelera, en la zona residencial de las Brisas, en fraccionamientos donde viven los ricos, nunca falta el agua”.
Al igual que lo señalaron en la asamblea del domingo 21 de mayo y de la que El Sur informó al día siguiente, Suástegui Muñoz repite que el proyecto de agua para esta zona de Acapulco de la alcaldesa Abelina López Rodríguez fue un “robo” porque “supuestamente hicieron un pozo nuevo y nunca lo hicieron. Donde supuestamente meterían tubería nueva y nunca la metieron, para llevar agua desde Cacahuatepec, el Cantón, Espinalillo, Huamuchitos y Apanhuac. Nunca llegó el agua”.
La crisis del agua también se extiende al empleo, lo que provoca migración hacia Estados Unidos. Y es que el maíz que se siembra es comprado por los “coyotes” a 3 o 4 mil pesos por tonelada, “imagínate, ni siquiera lo que uno invierte saca. Entonces vender maíz no es un negocio. Hubiera de ser un negocio que el maíz estuviera a 9 mil, 10 mil, 12 mil pesos la tonelada, pero imagínate, te la pagan a 3 mil, 4 mil pesos, una miseria”. Son los cacicazgos que revenden la tonelada en 10 mil pesos en el crucero de Cayaco, “sin invertir nada, más que en transporte”.
La solución para revertir los abusos es unirse en torno al agua, que se convierta en “factor de unidad”, dice el vocero del Cecop, para que las autoridades “nos meta agua, no solamente para tomar, no solamente agua doméstica para las mujeres, sino que también agua para un buen sistema de riego. Donde hay agua, hay vida”, concluye.

Buscar otra forma de gestionar el agua, pide Octavio Klimek

El biólogo y doctor en ciencias forestales Octavio Klimek, dice que la visión de cómo se ha manejado el agua es “muchas veces, muy tecnocrática, sobre todo porque los que están a cargo de la política de la gestión del agua, pues son gente que no entiende de la complejidad de la gestión del agua, no están preparados para eso. Entonces, son proveedores de infraestructura”.
Hay límites biofísicos, explica, por los que “no puedes tomar agua apostándole a una sola canasta. Y ha sido el caso de Acapulco que se les hace fácil traer el agua del Papagayo, una visión tecnocrática y como le llamamos, de tuberías, de infraestructuras, y no entienden este tema de la gestión, que hay un límite de crecimiento. Y le han apostado a no equilibrar esa gestión y tú ves el crecimiento indefinido de la mancha urbana, por ejemplo, de Acapulco, ya lo proyectan ahora hacia San Marcos, como si fuera infinito”.
El también titular del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren) en el gobierno interino de Rogelio Ortega, recuerda que “una de las grandes mentiras de una presa hidroeléctrica” como La Parota es que serviría para suministrar agua a Acapulco. Sin embargo, tal vez habría que considerar la presa reguladora que estaría en Los Ilamos, “mucho más pequeña, pudiera ser una solución para tomar el agua y guardar un poco de agua para Acapulco y los desarrollos de San Marcos. Como no se hizo presa La Parota, pues se canceló la otra pequeña, la de Los Ilamos”.
El ambientalista pide “cabeza fría” para “revisar a futuro cuánta agua vamos a tener, sobre todo esas comunidades que están siendo castigadas, y además, por un asunto político. O sea, yo creo que fue el deterioro ahí de la comunidad de Cacahuatepec tiene que ver con el castigo de que no quisieron ceder sus tierras para la presa de La Parota y no ha cambiado esa actitud. Los dejaron en la pobreza y bajo la presión de múltiples factores, incluyendo la violencia”.

Demanda la ANP la libertad de los presos del Cecop; seguirá la lucha por los 43, acuerda

La Asamblea Nacional Popular (ANP) exigió la libertad inmediata del vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, de su hermano Vicente y otros 23 integrantes de esa organización.
Representantes de organizaciones sociales estatales y nacionales se reunieron en el Comedor Estudiantil de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa en Tixtla para determinar las acciones de la jornada de lucha, a 43 meses de los ataques en Iguala donde fueron desaparecidos 43 estudiantes.
En la reunión se informó a los representantes de las organizaciones sociales de la investigación en Estados Unidos que indica que sicarios de Guerreros Unidos dieron órdenes desde Chicago para involucrar a policías municipales de Iguala, Cocula y Huitzuco en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, así como de otro número indeterminado de personas. al menos 60, según los mensajes.
La ANP acordó difundir la información para que las autoridades profundicen esa línea de investigación debido a que podría ser “una oportunidad real de dar con el paradero de los 43 (normalistas)” según el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra.
Rosales Sierra informó que la ANP se pronunció por la libertad de los hermanos Suástegui Muñoz y de los integrantes del Cecop que fueron encarcelados como presuntos responsables de homicidio calificado “en agravio de habitantes” de la comunidad La Concepción, municipio de Acapulco. Además exigió a las autoridades que se respeten los tratados de derechos humanos para que los presos políticos no estén aislados.
La ANP acordó continuar la lucha por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, así como la construcción de un frente que sea “una oposición política bastante objetiva” y que el proceso electoral no desarticule la unidad de las organizaciones sociales.
En el plan de acción se acordó que la jornada de lucha Te buscamos 43 por 43 iniciará con una manifestación el 26 de abril que las organizaciones sociales replicarán en sus estados, seguida del paro laboral el 1 de mayo que promueve la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en contra de la Reforma Educativa, así como otra protesta el 19 de junio a dos años de los desalojos violentos en Nochixtlán, Oaxaca.
La jornada de lucha se extenderá hasta el 26 de septiembre cuando se cumplen cuatro años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y concluirá con la conmemoración de la matanza de Tlatelolco el 2 de octubre.
Rosales Sierra precisó que para los 43 meses de los ataques y la desaparición de los estudiantes que se cumplen este abril habrá manifestaciones los días 19 y 20, una jornada cultural en la Ciudad de México del 23 al 25 y una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo el 26, y una marcha el 27 en Iguala para conmemorar a los normalistas asesinados Julio César Mondragón Fontes, Daniel Solís Gallardo y Julio César Ramírez Nava. Las acciones serán replicadas por los integrantes de la ANP en los estados donde tiene presencia.

No ha detenido del todo la CFE la construcción de la presa La Parota, dicen organizaciones

La Comisión Federal de Electricidad (CFE), y los gobiernos federal y estatal, no han parado por completo las actividades de la construcción de la presa La Parota, se establece en el informe que entregó el lunes pasado la coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil al Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU.
El documento señala que antes que detenerse los trabajos en la presa, “por el contrario, parecen seguir avanzado, ya que la CFE y el gobierno del Estado de Guerrero han hecho diversas manifestaciones de continuar con su construcción y han realizado actividades para promover su realización, como es la publicación de convocatorias de licitaciones públicas internacionales en el Diario Oficial de la Federación, a efecto de que empresas se sumen a la construcción”.
Las agrupaciones advierten que “se siguen poniendo en peligro los derechos, territorios, viviendas y tradiciones” de comunidades de los municipios de Acapulco, San Marcos y Juan R. Escudero.
También denuncian que desde 2003, cuando se intensificaron las acciones, se han cometido abusos a derechos humanos, a los derechos indígenas, a la tierra y el territorio, a la vida digna; asimismo, señala que se han cometido acciones de intimidación y amenazas, criminalización, y detenciones arbitrarias y agresiones contra los miembros del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Parota (Cecop).
El proyecto de La Parota, en Guerrero, es uno de los 60 casos que organismos ambientalistas, de derechos humanos y organizaciones sociales incluyeron en su informe México: Empresas y Derechos Humanos, entregado al Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU, y se encuentra en el apartado Energía (hidroeléctricas y eólica).
El informe menciona que la construcción del proyecto hidroeléctrico La Parota se viene planeando desde 1976, cuando se hicieron los primeros estudios técnicos, pero que es a partir de 2003 cuando la presa comienza a tomar mayor relevancia, “tanto por el nivel de insistencia por parte de la CFE, como por el nivel de rechazo y resistencia organizada a partir del CECOP”.
Se denuncia que a raíz de la lucha en contra del proyecto, varios de los integrantes del Consejo han sido sujetos de amenazas y criminalizaciones de diversos tipos, como los casos de Marco Antonio Suástegui Muñoz, María de la Cruz Dorantes Zamora y Julián Blanco Cisneros. Los dos primeros fueron acusados “injustamente” de delitos que no cometieron, y se evidenció “el uso faccioso” del sistema penal para incriminarlos.
En el caso de Suástegui, denuncian que al ser detenido fue trasladado “de manera ilegal” a un reclusorio de máxima seguridad en Tepic, Nayarit, “siendo que el delito por el que se le acusaba no aludía a que se le trasladará a un reclusorio con esas características, por lo que varias organizaciones nacionales e internacionales se pronunciaron y exigieron justicia para Marco”.
En el caso de Julián Blanco Cisneros, denuncian que fue víctima de agresiones directas de soldados del Ejército, quienes lo amenazaron de muerte a él y a su familia, “a tal punto que fue incorporado al Mecanismo de Protección a Personas Defensoras y Periodistas, dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Los organismos advierten que, ante la falta de una debida actualización de los riesgos, el gobierno le retiró las medidas otorgadas con dicho mecanismo, pese a que continúan las amenazas en su contra.
Refieren que, en la criminalización de los miembros del Cecop se han visto implicados tanto elementos de fuerzas de seguridad como el Poder Judicial del estado, “ya sea en detenciones ilegales como en la construcción de delitos en contra de los integrantes del Consejo”.
El documento advierte que los ataques contra los miembros del Cecop siguen latentes, debido a su oposición al proyecto. “Especialmente Julián Blanco ha expresado que le siguen llamando y dirigiendo amenazas en su contra y de su familia, inclusive de muerte, refiriéndole principalmente que se aleje de las actividades del CECOP”.
Aseguran que se ha intentado un diálogo con la CFE y parte de las comunidades afectadas, “pero no se han derivado resultados concluyentes”.
El documento recuerda que las actividades de defensa de las comunidades inician desde la creación del Cecop, en 2003, para promover una estrategia de defensa jurídica que inicio con el conocimiento de las afectaciones, además informa que el Cecop ha promovido la impugnación de las asambleas agrarias en las que la CFE había incurrido en diversas irregularidades, por lo que en el año del 2007, “se lograron nulificar 4 asambleas que se habían celebrado de esta forma por el Tribunal Unitario Agrario del distrito 41, que conoció del caso”.
Desde ese momento, la CFE ha intentado continuar con la construcción y ejecución del proyecto, pero la CECOP también ha promovido que no se haga efectivo.

La reacción del gobierno del estado frente a la construcción de la presa ha sido ambigua, señalan

Mientras tanto, las organizaciones se quejan que la reacción del gobierno estatal “ha sido ambigua”, dado que en los espacios de diálogo que ha abierto con los ejidatarios y comuneros opositores a La Parota, ha expresado su compromiso de no impulsar desde el gobierno estatal el proyecto, “sin embargo, reiteradamente se negó a firmar los Acuerdos de Cacahuatepec, documento que dejaría registro de su compromiso a respetar la decisión de los comuneros y a no promover ninguna acción que pueda detonar la reactivación del proyecto hidroeléctrico”.
Se menciona que en la construcción de la presa se han visto envueltas principalmente la CFE y el gobierno del Estado, así como el gobierno federal, “quienes han apoyado el actuar de la Comisión en todo momento, teniendo un carácter débil ante las exigencias de las comunidades y por el contrario, brindando las facilidades para la continuación del proyecto”.