Niños damnificados de Chichihualco van a clases en una galera sin paredes y techo de lámina

Niños de la primaria Raúl Isidro Burgos, de la comunidad Nuevo Balsamar, municipio de Eduardo Neri, toman clases casi a la intemperie Foto: Lenin Ocampo Torres

Zacarías Cervantes

Nuevo Balsamar

En Nuevo Balsamar, municipio de Eduardo Neri (Zumpango), a 20 minutos de Chilpancingo, 51 niños de la primaria Raúl Isidro Burgos reciben sus clases desde hace cinco años en una galera sin paredes, con horcones y techo de lámina galvanizada.
En tanto que los 41 alumnos de la telesecundaria Francisco González Bocanegra, de esta misma localidad, ocupan desde hace dos años dos cuartos de una casa en obra negra, que les prestaron. Antes, los estudiantes recibían sus clases a la intemperie o en galeras sin paredes.
Los directivos de estos planteles en esa comunidad, habitada por familias reubicadas de Balsamar, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), que resultaron damnificadas por las lluvias de la tormenta Manuel en 2013, denunciaron que el gobierno estatal dio marcha atrás a un acuerdo del año pasado, para la construcción de las escuelas durante este y el próximo año.
El director de la primaria, Miguel Ángel Barrera, informó que llevan cinco años trabajando en estas condiciones, a pesar de que desde 2021 cuentan con su clave, matrícula escolar y con los documentos de la donación del terreno para que se construyan las aulas.
Explicó que han sobrellevado el funcionamiento de las escuelas con las donaciones de algunas personalidades y cooperaciones de los padres de familia.
Las tres aulas de la primaria se encuentran sobre una plataforma de tierra, en la que los vecinos levantaron con horcones de madera una sola galera, sin paredes que dividan a los “salones”; el techo es de fajillas y lámina galvanizada.
La galera se encuentra en lo alto, a media falda de una loma, y al mediodía las violentas corrientes de aire arrastran gruesas nubes de polvo de las calles sin pavimentar, que pasan sobre cuadernos y libros de los alumnos, quienes, si bien cuentan son butacas, no tienen pizarrones ni otro tipo de mobiliario o material didáctico, con el que sus profesores se puedan apoyar para su enseñanza.
“Esto es un poco desesperante, ustedes ven las condiciones en que estamos trabajando. Ahorita es el polvo y el aire fuerte, y en la temporada de lluvias se nos presenta más fea la situación, por el agua que nos pega fuerte, por la falta de paredes y por el lodo por el que tenemos que pasar para llegar hasta aquí”, contó Miguel Ángel Barrera.
Se quejó que no han recibido el apoyo de las autoridades de los tres órdenes de gobierno. “Nos hemos acercado al municipio, con la presidente municipal de Eduardo Neri, Sara Salinas Bravo (del PT), pero desafortunadamente no hemos tenido respuesta. Hemos ido al Instituto Guerrerense de Infraestructura Física Educativa (IGIFE), y a la misma Secretaría de Educación Guerrero (SEG) a entregar solicitudes para que nos construyan las aulas, y nos dicen sí, pero ya llevamos cinco años y no hay nada”.
El director de la primaria informó que en junio del año pasado se reunieron sus maestros, las del preescolar y de la telesecundaria, con André Gordillo Olivares, secretario técnico de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, quien se comprometió a que en 2022 se construirían las dos aulas de preescolar, en 2023 las tres de la primaria y en 2024 las tres de la telesecundaria.
Sin embargo, denunció que el año pasado sólo se construyó una de las dos de preescolar y en enero pasado les informaron “que siempre no” se van a construir este año las tres de la primaria, porque no se incluyeron en el presupuesto de este año.
El director Miguel Ángel Barrera hizo un llamado a las autoridades educativas, “para que nos den respuestas favorables. En este caso el IGIFE y el secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña”.
Aseguró que las autoridades saben en qué condiciones están trabajando.
Informó que el mismo secretario Rodríguez Saldaña visitó en noviembre pasado esa escuela, “aquí lo tuvimos, vio como está nuestra escuela y dijo que este año nos la construirían, pero ahora resulta que siempre no”.
El maestro reconoció que sus gestiones se complican por la falta de reconocimiento de las autoridades a la comunidad, “con Leonardo Bravo (de donde vienen los desplazado) ya no se tiene ningún contacto y con Eduardo Neri (a donde pertenece ahora Nuevo Balsamar) hemos tenido acercamientos, pero no hay respuesta. Su argumento es que no es una localidad reconocida por el municipio, entonces, ellos dicen que no le pueden meter recursos a algo que no tiene certeza jurídica”.
Mientras tanto, añadió que la matrícula va en aumento, pues cuando llegaron eran 27 niños y en cinco años han aumentado a 51, “y va a seguir aumentando, pero mientras, las condiciones son desfavorables para nosotros. Trabajar en estas condiciones no se puede”, se quejó.
Por separado, los 41 alumnos de la telesecundaria Francisco González Bocanegra trabajan en tres reducidos cuartos de una casa particular, que se encuentra en obra negra.
El director Antonio Salazar informó que hace dos años les prestaron esta casa, construida de tabicones, sin revocar, y con techo de lámina galvanizada, construida en la parte alta de Nuevo Balsamar. Dijo que es la única casa que a simple vista se aprecia en mejores condiciones, en relación con el resto de las viviendas construidas por Sedatu para los damnificados de la tormenta Manuel.
Los alumnos de la telesecundaria no cuentan con butacas y tienen que improvisar sus asientos y soportes para sus cuadernos y libros, con cualquier objeto de madera o metálico.
Atienden el plantel tres maestros y el director, quienes no cuentan con pizarrones, escritorios, archiveros, ni lo esencial, como un televisor o señal de internet.
Antonio Salazar informó que antes de que les prestaran la casa, los alumnos recibían sus clases a la intemperie o en galeras, como las que utiliza la primaria Raúl Isidro Burgos.
En tanto, los 21 niños del jardín de niños Josefa Ortiz de Domínguez se hacinan en la única aula que les construyó el IGIFE el año pasado.

 

Esperan el aviso de la salida del director de CEP del Colegio Superior Agropecuario, dicen alumnos

Alejandro Guerrero

Iguala

Alumnos del Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero (Csaegro) informaron que esperaban en el transcurso de este martes se presente la notificación de la separación del cargo del director del Centro de Estudios Profesionales (CEP), Rubén Gutiérrez Vargas, a casi dos semanas de iniciado el paro estudiantil y la toma de oficinas en Iguala, Cocula y Tepecoacuilco.
El paro estudiantil, donde participan más de 400 alumnos de las carreras de Fitotecnia y Zootecnia, inició la mañana del 16 de febrero, para exigir las destituciones del director del CEP, ubicado en Cocula, Rubén Gutiérrez, y del director general Régulo Jiménez Guillén, ante presuntos actos de corrupción, desvío de recursos, abandono en la escuela, falta de mantenimiento a instalaciones, maquinaria y vehículos, a lo largo de sus administraciones, de acuerdo con denuncias de los estudiantes.
Este martes por la tarde, una de las voceras del movimiento declaró que esperaban que se hiciera efectivo el anuncio de la separación del cargo del director Gutiérrez Vargas, que les fue informado en la reunión del jueves pasado, con representantes federales de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Dijo que esperaban el anuncio oficial por parte del CEP, y la difusión del oficio mediante el cual se haga efectiva su salida.
Indicó que por el lado contrario, de la separación del cargo del director general del Csaegro, no les han dado ninguna información y los funcionarios de la Sader incluso “se han puesto a la defensiva” en favor de Régulo Jiménez y desconocen el motivo.
Recordó que en 2018, Jiménez Guillén llegó como director general interino por diez meses al Csaegro, y luego trascendió que, mediante una convocatoria a discreción, que fue emitida por la institución y allegados a Régulo Jiménez, habría presentado un examen y se quedó en el cargo.
Advirtió de nueva cuenta que no levantarán su paro estudiantil ni liberarán las oficinas tomadas, mientras mantengan en el cargo como director general del Csaegro a Régulo Jiménez.

Bloquean padres y maestros la carretera Acapulco-Zihuatanejo en Atoyac; exigen tres docentes

Padres de familia y maestros de la primaria Francisco I. Madero, de la comunidad Alcholoa, del municipio de Atoyac, bloquearon dos horas intermitentemente la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo en el poblado, para exigir el reemplazo tres profesores que faltan desde hace dos años.
Los manifestantes, en voz del director encargado Jorge Arturo Pino García, denunciaron que temen que la falta de maestros se agudice, porque hay profesores que van a jubilarse y otros se cambiaron dando preferencia a otros planteles.
Acusaron que los cambios han sido constantes en el plantel, incluso les falta hasta el director, “desde hace dos años se han estado llevando a los maestros y no los reponen, nuestra propuesta es que se haga un solo turno, para unificar la escuela en una sola, pero se violentaría los derechos de los compañeros y se tendrían que reubicar dentro de la zona, pero es lo que vemos: faltan maestros aquí. Somos tres maestros para un solo turno”.
Citaron que los cambios se han manejado por las autoridades educativas de manera preferencial con complacencia.
Abundaron que después de ir a hacer gestiones en las diversas instancias, en la delegación regional y en Chilpancingo, no se ha resuelto nada y la situación se va agudizar, porque hay maestros que se van jubilar en el mismo plantel, por lo que optaron por cerrar la carretera federal.
Asimismo, piden que se unifiquen las dos matrículas del plantel, porque atienden alumnos de dos turnos.
Denunciaron que hay abandono de las autoridades al plantel, que ha sido marginado de programas educativos, “el gobierno pregona calidad de educación, queremos que vengan a ver nuestra escuela. Nos hace falta un pedazo de barda, dos salines están en mal estado por los sismos, los padres hicieron unos baños provisionales con sus recursos y la escuela está a punto de colapsar. Estamos abandonados”.
El bloqueo comenzó a las 8:30 de la mañana y concluyó luego de que al lugar llegó uno de los tres maestros que piden, y las autoridades se comprometieron a enviar a otro profesor esta semana, así como al tercero antes de que acabe el ciclo escolar.

La migración por inseguridad vació las escuelas en poblados y deberá acudir Conafe, dice el delegado


El delegado del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en Guerrero, Víctor Hugo Soto Martínez, reconoció que la inseguridad orilló a familias enteras a emigrar a zonas urbanas o las cabeceras municipales, lo que provocó que la población disminuyera, y en esos lugares va a tener que entrar el personal del organismo, pues donde había escuelas con 30 alumnos ahora hay ocho o máximo diez.
Indicó que en esa situación hay localidades de Costa Chica, Montaña y Tierra Caliente, “hay localidades que se van atender porque la población ha disminuido”. Agregó que para el presupuesto 2018 se agregaron las solicitudes donde piden al Conafe acudir ahí, con el objetivo de tener recursos para poderlas atender.
Precisó el delegado que la emigración de familias no se da sólo en Guerrero, sino en todo el país.
Soto Martínez estuvo en la inauguración del Taller Nacional de Capacitación y Congreso del Sindicato Nacional de Trabajadores del Conafe, que se va desarrollar en el Plaza Suites, el cual encabezó la dirigente sindical nacional, Carolina Martínez Avilés, donde dijo en su mensaje que los trabajadores son respetados en sus derechos laborales y se esfuerza para darles condiciones dignas. Agregó que atienden a 15 mil jóvenes de educación básica, los cuales son atendidos por unos 5 mil líderes de educación comunitaria.
Explicó que por normativa, la Conafe atiende localidades de menos de 2 mil 500 habitantes, donde en las escuelas comunitarias la matrícula puede ser de cinco estudiantes. Que en Costa Chica es donde tienen más escuelas comunitarias, cerca de 200, y se maneja la lengua indígena para no perder su origen.
En entrevista con reporteros, al delegado se le preguntó sin la violencia ha complicado el trabajo en las escuelas comunitarias  y respondió que como a todos, el problema de la inseguridad es un tema delicado.
Indicó que por ello se procura que los jóvenes sean originarios de las regiones y municipios cercanos, pues se verían mal que a un joven de Acapulco lo manden a Tierra Caliente. Reconoció que algunos trabajadores han sido detenidos, pero nada más le preguntan a dónde van, les piden las credenciales, pero no han perjudicado a ninguno.
Dijo que han pedido más recursos para abrir más escuelas, en localidades donde el número de habitantes disminuyó. Señaló que la Conafe atiende la educación en los lugares más alejados, por “eso la atención que brindamos no es muy notoria”.
En su mensaje durante la inauguración, el delegado de Conafe, Víctor Hugo Soto Martínez, agradeció que hayan elegido a Guerrero, Acapulco, para el congreso y les dijo que “seguramente han escuchado que hay muchas complejidades, pero también Guerrero es un estado que quien conduce el timón, el gobernador Héctor Astudillo Flores, nos ha sabido consolidar, nos ha sabido aglutinar en los tres órdenes de gobierno, pero también con la participación ciudadana”.
Agregó que la directriz del trabajo en Guerrero es laborar de manera conjunta, “uno de los rubros más importantes es el educativo, pero no aislado como institución, el Conafe es una institución que ha trabajado de la mano con organizaciones de la sociedad civil, no gubernamentales, pero también de los diferentes órdenes de gobierno y quiero enmarcar que el trabajo que se viene haciendo aquí, en Guerrero y el país, es de conjunto para atender a los jóvenes de las localidades más marginadas”.
Indicó que faltan muchas cosas por hacer, pero que reconoce el trabajo y esfuerzo de la base sindical, pues dijo que sin ellos el Conafe no avanzaría como lo hace y “sabemos que los resultados de este congreso habrán de permitir que, no solamente la base sindical, sino el conjunto de quienes conformamos el Conafe en el país tengamos directrices de lo que es el cierre de este año”.
Mientras que la secretaria general del sindicato nacional del Conafe, Carolina Martínez Avilés, aseguró que son vanguardistas, una organización sindical que se preocupa de las necesidades de los trabajadores e ir de la mano con los trabajadores. Señaló que ellos jamás utilizan los paros, que prefieren el diálogo para lograr acuerdos y avanzar.
Añadió que no saben cómo vendrá 2018, pero “nosotros estamos preparados para quien venga a dirigir los destinos de nuestra nación, estamos ciertos y seguros que seguirá la marcha y seguirá el aprendizaje de Enrique Peña Nieto, presidente constitucional”.
Martínez Avilés indicó que en el congreso estarán los 31 representantes de los estados, así como representantes de oficinas centrales y que tiene la finalidad de fortalecer a la institución, pues hay un compromiso con ella, así como fortalecer el modelo educativo. Sobre la inseguridad dijo que han tenido varios eventos y no han sufrido ningún contratiempo.

Sigue el abandono y deterioro luego de ocho meses en las oficinas centrales de la SEG

A ocho meses de la liberación de las oficinas centrales de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), ubicadas en la avenida Ruffo Figueroa en la capital, las instalaciones no han sido rehabilitadas y sigue su deterioro ante la falta de mantenimiento.
En un recorrido por las oficinas centrales, que El Sur hizo en compañía del secretario general de la delegación sindical D-III-(16)-02, Jorge Antonio Cisneros Salinas, se observó que las instalaciones no han sido limpiadas ni rehabilitadas, como se comprometió la SEG en febrero pasado.
Son cuatro los edificios que alojan las oficinas centrales de la SEG, que forman 12 áreas de la administración, hay documentos oficiales regados en el piso, sillas, computadoras, escritorios y almacenes cubiertos por una capa de polvo. Es lo primero que salta a la vista al ingresar a las instalaciones que fueron tomadas por la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) el 15 de abril de 2015, como apoyo a los padres de familia de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecidos.
Desde esa fecha, las oficinas no han recibido el mantenimiento correspondiente, aunque en distintas áreas hay lámparas que iluminan parte de la penumbra en las instalaciones, lo que significa que por lo menos este servicio no ha sido suspendido, contrario al del agua, por problemas en las tuberías.
El aire se vuelve denso conforme se avanza entre los pasillos de las instalaciones hasta llegar al sótano, donde debido a inundaciones la humedad dificulta la respiración y es evidente el moho en el piso, mientras que en la explanada y las áreas verdes de las instalaciones, creció maleza, otro signo del abandono en el que se encuentran.
De acuerdo con Cisneros Salinas, la SEG no ha hecho nada por rehabilitar las oficinas centrales, pese que tiene un convenio con la empresa Seguridad y Limpieza (Selim). Aunque hay guardias de seguridad de manera permanente en las instalaciones, ningún trabajador ha sido enviado para comenzar con los trabajos de limpieza que fueron prometidos como primer paso.
Señaló que en lugar de comenzar con las acciones de mantenimiento, trabajadores de la Unidad de Asuntos Jurídicos, la Dirección General de Administración de Personal, la Subdirección de Pagos y la Subsecretaría de Planeación, acudieron para extraer documentos oficiales y mobiliario en buen estado, que fueron enviados a las oficinas alternas de las áreas ubicadas en distintos edificios y casas particulares en las colonias Tribuna Nacional, 20 de noviembre, Infonavit y la avenida Miguel Alemán, en la capital.
Las oficinas centrales de la SEG fueron liberadas por trabajadores de base el 13 de octubre de 2016, ese día el director general de Recursos Materiales, Jaime Camp Ramírez, dijo que era necesario limpiar las instalaciones y fumigar las áreas verdes, debido al deterioro causado por la falta de mantenimiento, acciones que se llevarían a cabo en un mes y medio, pero no ocurrieron.
El 3 de febrero pasado, el coordinador de Investigación y Estudios de Postgrado de la Unidad Académica de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Roberto Arroyo Matus, presentó ante los trabajadores de las oficinas un proyecto que le fue comisionado por la SEG, al respecto de la rehabilitación de las instalaciones.
De acuerdo con Arroyo Matus, las oficinas centrales fueron construidas antes de 1985, por lo que ya no cumplen con las normas vigentes de la estructura de los edificios y recomendó demoler uno de ellos, que tiene daños que podrían poner en riesgo a los trabajadores, pero a la fecha la SEG no ha hecho ninguna acción para rehabilitar las instalaciones y tampoco siguió las recomendaciones hechas por el universitario.

Promoverán 16 comunidades del Alto Balsas la creación de un nuevo municipio

 

Autoridades municipales y agrarias de 16 comunidades de la zona del Alto Balsas, que pertenecen a cuatro municipios, dos de la zona Centro y dos de la región Norte, se reunieron la tarde del sábado para promover la creación de un nuevo municipio, por el olvido y la marginación en que se encuentran actualmente por las autoridades de los tres órdenes de gobierno.
De entrada, acordaron la integración de un Consejo de Desarrollo Regional Sustentable, que estará integrado por siete comunidades del municipio de Mártir de Cuilapan, con cabecera en Apango; cinco de Tepecoacuilco; dos de Huitzuco y dos de Eduardo Neri, con cabecera en Zumpango.
La reunión se realizó en el punto conocido como El Mirador, cerca del puente Solidaridad de la Autopista del Sol, en Mezcala, informaron vía telefónica el líder nahua de la zona, Victórico Ríos Mundo, y el comisariado de Bienes Comunales de San Juan Totolcintla, Melquiades García Ríos.
Ríos Mundo informó que sábado pasado se reunieron las siete comunidades del municipio de Mártir de Cuilapan; así como Xalitla y San Miguel Tecuiciapan, del municipio de Tepecoacuilco, quienes acordaron ampliar la invitación a las 16 comunidades de los cuatro municipios que confluyen en la zona, para los proyectos que aprobaron a mediano y lardo plazo.
Ríos Mundo informó que la idea de los proyectos del Consejo de Desarrollo Regional Sustentable y la creación de un nuevo municipio en la zona surgió a raíz del conflicto agrario que entre las comunidades de San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan, que afectó a las 16 comunidades de la zona, porque quedaron incomunicadas a raíz del bloqueo a la carretera por parte de San Miguel Tecuiciapan para presionar a las autoridades a resolver el problema.
Dijo que por ese conflicto vieron el desinterés de las autoridades de los tres órdenes de gobierno para resolver los problemas de la zona, y que fueron las autoridades locales de la zona quienes en reuniones llegaron al acuerdo con las autoridades de los dos pueblos para que abrieran de manera parcial la carretera.
“Desde entonces (los representantes de los pueblos) manifestaron su interés de participar en las reuniones y ayer (el sábado) en la primera reunión acordamos seguir reuniéndonos para promover otros proyectos, como la constitución de un consejo y promover la creación de un nuevo municipio en la zona nahua del Alto Balsas”, informó el dirigente indígena vecino de San Agustín Oxtotipan, Mártir de Cuilapan.
Informó que acordaron volver a reunirse el próximo sábado en Tlamamacan, municipio de Mártir de Cuilapan, y que para esa próxima asamblea serán convocadas las autoridades de los 16 pueblos de los cuatro municipios.
“Apenas está iniciando el proceso de reorganización y la reunión de Tlamamacan será más amplia”, dijo Ríos Mundo.
Informó que, por lo pronto, pretenden juntar toda la gestión que venían realizando por separado las organizaciones y las autoridades municipales y agrarias de los pueblos en una sola.
“Vamos a hacer a un lado los intereses políticos, para reagruparnos en torno a los intereses colectivos”, dijo, pero agregó que la finalidad es ir buscando las condiciones para crear el nuevo municipio en la zona.
En el Alto Balsas se encuentran asentadas 16 comunidades, que además de pertenecer a la misma lengua nahua, están asentadas en una misma demarcación geográfica y se encuentran alejadas de sus cabeceras municipales, por lo que según sus representantes, siempre han estado olvidados de las obras y apoyos que otorga el gobierno.
De Mártir de Cuilapan son siete: Tlamamacan, San Marcos Oacatzin-go, Analco, Tula del Río, San Agus-tín Oxtotipan, San Juan Totolcintla y Ahuetlixpa. De Tepecoacuilco, son cinco: Xalitla, Ahuehuepan, San Juan Tetelcingo, San Agustín Oapan y San Miguel Tecuiciapan.
Mientras tanto, de Huitzuco son dos: Tulimán y San Francisco Ozomatlán. Otras dos son del municipio de Eduardo Neri: Ahuelican y Ameyaltepec.
Ríos Mundo recordó que esos pueblos en los años 1990 constituyeron el Consejo de Pueblos Nahuas del Alto Balsas, pero después las comunidades se disgregaron y crearon el Consejo para el Desarrollo Autosustentable del Alto Balsas.
“Nos agrupamos en torno a ese segundo consejo, para continuar con algunas gestiones, pero por cuestiones de celos de algunos liderazgos nos separamos nuevamente, pero ahora, con todo lo que ha estado pasando, a raíz de la problemática entre San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan, optamos por reagruparnos nuevamente”, dijo.
Explicó que en la reunión del sábado acordaron volver a integrar un Consejo para el Desarrollo Regional Sustentable de la zona, en principio, y después promover la creación de un nuevo municipio.
Por su parte, el comisario de Bienes Comunales de San Juan Totolcintla, Melquiades García Ríos, informó que la organización de los siete pueblos que pertenecen a Mártir de Cuilapan, ya obtuvo los primeros resultados, porque les autorizaron por parte del Congreso federal 10 millones de pesos para obras en la zona.
Dijo que de allí les surgió la idea de agruparse para obtener recursos que detonen el desarrollo regional, “ya que los ayuntamientos no nos atienen como debería de ser, entonces como autoridades, comisarios y líderes nos estamos organizando, para conformar un Consejo de Desarrollo Regional Sustentable”.
Informó que ya se venían reuniendo para resolver problemas particulares de las comunidades, pero que en la reunión ya tuvieron acuerdos a mediano y largo plazo, “y para convocar a todos los pueblos a la reorganización”.
Se quejó que las autoridades municipales “no nos atienden como debería de ser. Nos ven como indígenas que no merecemos nada”.

 

No tienen médico, enfermera ni medicamentos en una casa de salud en Tlamamacan, Apango

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El gobierno del estado en la administración de Ángel Aguirre Rivero construyó una casa de salud en la comunidad nahua de Tlamamacan, municipio de Mártir de Cuilapan (Apango), pero desde el 2013 que se las entregó no tienen médico, enfermera ni medicamentos.
El inmueble está abandonado y se deteriora en la orilla del pueblo debido a la falta de mantenimiento.
El secretario de la comisaría municipal, Brígido Campos Hernández informó que los enfermos del pueblo tienen que ser trasladados a Chilpancingo o a Iguala.
El problema es que para tomar el vehículo en San Juan Tetelcingo, municipio de Tepecoacuilco, que es el pueblo más cercano, tienen que caminar aproximadamente un kilómetro y atravesar en canoa el río Balsas, lo que dificulta el paso de los enfermos.
Tlamamacan se ubica en la parte sur del río Balsas y tiene dos opciones para ir a Chilpancingo e Iguala, por la carretera federal o la Autopista del Sol, pero para llegar a las vías primero cruzan el río Balsas, mediante canoas cuando el agua es abundante o caminando cuando la corriente del agua no lleva mucha fuerza.
Debido a la dificultad para el traslado de sus enfermos los vecinos solicitaron al gobierno estatal la construcción de una casa de salud, un médico y una enfermera, y en la administración de Ángel Aguirre Rivero se las construyó, pero desde 2013 la casa está abandonada porque nunca les mandaron personal ni medicamentos, declaró el martes pasado Campos Hernández, consultado en esa comunidad.
Detalló que este pueblo de origen nahua tiene mil 300 habitantes y que las autoridades de salud les han informado que para tener derecho a un médico, la normatividad establece que tiene que haber más de 3 mil habitantes.
Agregó que tampoco les han mandado una enfermera ni medicamentos y que los habitantes no entienden para qué les construyeron la casa de salud si no se utilizaría.
En la comunidad se comprobó que la casa está abandonada en la orilla del pueblo y se está deteriorando porque no se utiliza, mientras que los enfermos del pueblo tienen que trasladarse con dificultades a la capital del estado o a Iguala, y hacen de camino de una a una hora con veinte minutos en vehículo.
Brígido Campos Hernández comentó que en este pueblo son muy comunes las enfermedades de las anginas, gastrointestinales, calenturas y padecimientos respiratorios debido a las altas temperaturas.

San Francisco, uno de los primeros panteones de Acapulco y apenas visitado en Día de Muertos


Una tumba blanca, recién pintada, resalta en el panteón de San Francisco, ubicado en la entrada a la Calzada Pie de la Cuesta.
Entre las mohosas, negras y abandonadas criptas, la de la familia Monroy Jiménez es de las pocas que se preservan en uno de los primeros panteones de Acapulco.
En 1932, el abuelo de los hermanos Monroy fue sepultado y en 84 años sus descendientes no han dejado de visitarlo.
El panteón de San Francisco sigue abierto para visitas de los familiares. Habilitado en 1860, ayer a medio día apenas cinco familias estaban en el lugar considerado por ellos como histórico.
Los hermanos Ofelia y Efraín Monroy Jiménez contaron que desde hace más de 60 años han visitado a su abuelo y tío en el panteón, que ven cada vez más descuidado.
Ofelia Monroy Jiménez, acapulqueña pero radicada en Los Cabos, Baja California, aprovecha las festividades del Día de Muertos y Navidad para visitar las tumbas de su abuelo y tío, y a su familia que vive en el Barrio de La Lima.
Su identidad como acapulqueña está ligada al cementerio. Sus primeros recuerdos son los de una familia reunida cuando visitaban a su abuelo y en el lugar contaban los mejores momentos. Además de los rezos que aprendió y siguen en su memoria con el ritmo que marcaba su mamá, que ahora tiene 92 años.
El señor Efraín Monroy Jiménez cuenta que  “desde chamacos” fueron inculcados a visitar a su abuelo, que él fue el último de su familia que está en el panteón de San Francisco.
La abuela, que falleció en 1957 no pudo ser enterrada con su esposo. Ella fue sepultada en el panteón de Las Cruces.
“Para que no se pierda y olvide” preservan la cripta de su abuelo y tío. Desde hace más de 10 años, la familia Monroy visita el 1 de noviembre a su abuela, sobrinos e hijos. Ya el 2 de noviembre, a su abuelo y tío para conservar las tradiciones en Acapulco que a su parecer, se están perdiendo.
El ejemplo de su fervor, es la posibilidad de que cuando él muera sea incinerado y sus cenizas puestas dentro de la tumba de su abuelo; “que nos dejen ese pedacito de la tumba para estar en este panteón ya las cenizas”.
En los más de 60 años de visitar el cementerio ha sido testigo que con el paso del tiempo son menos quienes acuden. “Las personas que venían en aquel tiempo ya fallecieron o ya se fueron de aquí y por eso ha quedado olvidado”. Lamentó que no se inculcó a una parte de los acapulqueños que allí están sus raíces.
Bajo la sombra del árbol, los dos hermanos que ayer visitaron a su abuelo voltean a ver el sinuoso terreno con pocas flores nuevas en las tumbas o al menos preservadas, limpias como la de ellos y concluyen que la mayoría de las tumbas están olvidadas “y hablando en plata, las autoridades no les han dado mantenimiento, tampoco”.
Expresó: “aquí está la historia de Acapulco, aquí en este panteón está la historia de Acapulco”.
Para él, un hecho histórico como el incendio del teatro de Las Flores es para recordar. Contó que en una fosa común echaron varios cuerpos de aquel siniestro que dejó un número de cuerpos calcinados e irreconocibles. Él no lo vivió pero sí su abuela y tías: “nomás metían los cuerpos y pues no había control en esos tiempos”.
También por dichos de su madre y tía de 93 y 88 años de edad, respectivamente, la versión de lo que provocó el incendio fue la primera función de cine en Acapulco: “se quemó el rollo y de ahí se corrió el fuego. Las puertas que en lugar de abrir para afuera, abrían para adentro –como acostumbramos todavía- pues fue un desastre en ese teatro allá por donde ahora están las oficinas de catastro”.
Trescientos cuerpos sin identificar se enterraron en la fosa común en 1907. Su abuela le contó con imprecisión de los detalles pero siempre era tema de plática cada vez que visitaban al abuelo.
Don Efraín asegura que el desdén por los hechos históricos de Acapulco ha surgido de su familia: “dice mi sobrino que es leyenda urbana lo del teatro pero no, es parte de la historia”.
Su abuelo fue sepultado en 1932 y de acuerdo con documentos que encontró, se pagaron 2 pesos por el nicho en el camposanto de los vecinos en los ahora llamados Barrios Históricos, y 84 años después siguen acudiendo.
Sostuvo que los auténticos acapulqueños de los años 30 están allí, esperando a que sean reconocidos y no olvidados entre tumbas abiertas y sin veredas para  hacer más fácil el paso de los adultos mayores en su mayoría.