Ejecutan a un hombre en Iguala, a otro en Coyuca de Benítez y a uno más en la capital

Un comerciante de frutas y legumbres fue asesinado en el mercado central de Iguala, en el panteón de Tepetixtla, Coyuca de Benítez, otro fue ejecutado a balazos y uno más en Chilpancingo.
De la víctima de Chilpancingo la Secretaría de Seguridad Pública estatal informó que a las 6:30 de la tarde recibió un reporte de que había un hombre herido de bala en ese asentamiento.
El cuerpo tenía dos impactos de bala en la cabeza y quedó tendido boca arriba en la calle Anenecuilco, vestía un pantalón de mezclilla negro, playera roja y portaba unas sandalias.
El cuerpo sin identificar fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) para la necropsia de ley.
El hombre fue ejecutado a balazos en el lugar conocido como La Tranca en la colonia Zapata, al poniente de la capital.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal informaron que a las 6:30 de la tarde recibieron un reporte de que había un hombre herido de bala en ese asentamiento.
El cuerpo de la víctima tenía dos impactos de bala en la cabeza y quedó tendido boca arriba en la calle Anenecuilco, vestía un pantalón de mezclilla negro, playera roja y calzaba unas sandalias.
El comerciante de Iguala fue atacado a balazos la madrugada de ayer por hombres armados que presuntamente lo intentaron asaltar en su local comercial del mercado municipal Adrián Castrejón, y murió al ser trasladado por sus familiares al hospital general Jorge Soberón Acevedo.
Según un informe de fuentes policiacas, ayer cerca de las 5:50 de la madrugada se reportó al 911 que un comerciante fue atacado a balazos al llegar a su negocio en el tianguis del mercado municipal, junto al estacionamiento del lado de la calle Galeana.
Un familiar del comerciante que lo identificó como Primitivo de 58 años, narró a las autoridades que cuando estaban acomodando los productos para iniciar las ventas del día llegaron dos hombres armados que iban en una motocicleta negra, quienes lo quisieron asaltar y al oponerse fue herido de tres balazos, uno en el pecho y dos más en la espalda.
Los atacantes huyeron del lugar en la motocicleta sin que nadie los intentara detener.
El comerciante fue llevado por sus familiares a dos hospitales privados pero le negaron la atención en uno por la gravedad de sus lesiones, y en el otro porque presuntamente no había cirujano, al ser trasladado al hospital general murió.
Su cuerpo fue llevado por sus familiares a su casa en la colonia Villa de Guadalupe, al poniente de la ciudad y no permitieron las diligencias del Ministerio Público.
En lo que va del año, según notas periodísticas publicadas en El Sur, 45 personas han sido ejecutadas en este municipio.

En Coyuca ejecutan a un hombre en el panteón de Tepetixtla

Un hombre fue asesinado a balazos en el panteón del poblado de Tepetixtla, en la sierra del municipio de Coyuca de Benítez.
El crimen fue reportado a las 9:20 de la mañana en el panteón de la comunidad, según un informe policiaco.
Mediante una llamada de emergencia los agentes ministeriales fueron alertados de un hombre asesinado a balazos.
Testigos del crimen dijeron a la policía que los familiares recogieron el cuerpo para trasladarlo a su casa.
Los agentes se trasladaron a la casa de la víctima para las diligencias correspondientes. pero los familiares de la víctima no les permitieron su acceso, y no dieron información de su pariente.

Una empleada de cocina económica, entre los ejecutados del domingo en Iguala

Ayer fueron identificados por separado los cuerpos de las tres personas asesinadas el domingo en Iguala en dos hechos distintos, entre ellos la mujer hallada lapidada y desnuda en un baldío en la salida hacia Teloloapan, quien fue reconocida por sus parientes como Santa, de 32 años, quien era empleada de una cocina económica y vecina de la colonia Loma del Zapatero de Iguala.
Fuentes ministeriales informaron que los dos cuerpos hallados ejecutados a balazos junto a un vehículo en el camino de terracería que lleva a la colonia irregular 15 de septiembre, a unos 50 metros de la carretera federal México-Acapulco en la salida hacia Taxco, fueron identificados como Alberto de 23 años de oficio taquero y Julio César de 35, campesino.
La mujer y el joven taquero eran vecinos de la colonia Loma del Zapatero y Julio César de la colonia Guerrero Azteca, cerca de la zona de hallazgo de fosas clandestinas.
En el caso del joven y del hombre se informó que la causa de la muerte fue por traumatismo cráneo encefálico y hemorragia a causa de impactos de bala, y en la mujer lapidada por “edema cerebral generalizado secundario a contusiones”.
En los tres casos no se dieron a conocer detalles de la desaparición de estas personas o denuncias hechas antes de que sus cuerpos fueran hallados casi de forma simultánea la noche del domingo.

 

Hallan a un joven asesinado con dos balazos en Tepetixtla

El cuerpo de un joven asesinado a balazos fue hallado en la comunidad de Tepetixtla en Coyuca de Benítez el domingo por la noche.
Según el informe de la autoridades policiacas, la víctima fue identificada por un familiar como Heriberto Domínguez Romero de 21 años y tenía dos disparos, uno en el tórax y otro en el abdomen, el cuerpo fue hallado en la calle del Cuartel de la colonia Centro.
En el lugar del crimen no se encontraron casquillos percutidos.
El cuerpo de la víctima fue llevado a la casa de su familia y no fue entregado a las autoridades.

Benigno fue un gestor que hizo temblar al gobierno de Guerrero, dicen sus familiares en su funeral

“¡Benigno Vive, la lucha sigue!” fue la consigna con la que amigos, vecinos, familiares y compañeros despidieron ayer al fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Benigno Guzmán Martínez, en el panteón de Tepetixtla, Coyuca de Benítez.

El dirigente luchó no sólo por su comunidad sino por el pueblo y su última lucha fue junto a los padres de los 43 normalistas desaparecidos, recuerda su primo Oscar Guzmán.
Dos coronas de flores al frente y una cruz encabezaron la procesión que acompañó al féretro que salió de las oficinas de la OCSS. En el panteón, su hermano José Guadalupe agradeció a quienes asistieron al funeral, entre ellos la esposa del extinto luchador social Arturo Hernández Cardona, Sofía Lorena Mendoza Martínez.
Desde muy temprano, sentados frente a la oficina de la organización, nueve músicos tocaron a todo pulmón en un ambiente sereno. El inmueble lucía un impecable color blanco en sus paredes bajo el radiante sol de la mañana.
Adentro, el ataúd del dirigente que murió de cáncer el martes era acompañado de rezos. A sus pies flores y veladoras. Para los vecinos que asistieron hubo pozole blanco, café y pan de rosca. El mezcal se reservó para los varones.
A las 11:30 de la mañana, el ataúd salió de las oficinas, la esposa de Benigno, Sofía Bustamante, y los cinco hijos y hermanos del dirigente despidieron el cuerpo. Un centenar de conocidos caminaron hasta la iglesia del poblado, donde sólo hubo una parada simbólica.
Fueron unos 2 kilómetros de camino hasta el panteón, el último tramo fue de terracería. Todos tuvieron que cruzar un pequeño riachuelo. A las 12:02 del mediodía, el cuerpo llegó a su morada final.
Parados alrededor de la abertura donde fueron depositados los restos del dirigente de la OCCS, el maestro integrante de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), Pablo Díaz Teodoro dijo que “Benigno es un hombre universal que luchó por las causas justas”.
Con guitarra en mano y a la letra de la canción El Revolucionario, recitó “cuando la vida se pierde en la trinchera rebelde, no se pierden las ideas… compañero luchador su muerte no ha sido en vano, el fusil que dejaste lo tengo en las manos”, terminando con la frase “compañero Benigno, no un minuto de silencio, sino toda una vida lucha”.
A las 12:15, el ataúd que contenía el cuerpo fue bajado a la fosa, al tiempo que los presentes consignaron “¡Benigno Vive, la lucha sigue!” y “Cuando el pueblo se levante por pan, libertad y gloria, ¡temblaran los poderosos desde la Costas hasta la Sierra!”.
El primo de Benigno Guzmán, Oscar Guzmán expresó que la vida del luchador social fue de sacrificios y una lucha revolucionaria no armada que decidió emprender cuando se dio cuenta de las injusticias contra los campesinos.
“Él fue uno de los gestores más fuerte que hizo temblar al gobierno de Guerrero, él siempre luchó por las mejorías, no nada más de Tepetixtla, sino de muchos lugares, y su última lucha nos recuerda a los 43 (normalistas desaparecidos). Por eso creemos que se nos fue el hombre, pero que su espíritu sigue entre nosotros”, recordó Oscar Guzmán.
Dijo que se fue un gran hombre, pero dejó su ejemplo a seguir, el de no ver sólo de manera individual, sino por toda la comunidad, “esa es la lucha que decidió tomar Benigno, y por la que dio su vida”.

Recuerdan momentos de la lucha de la OCSS mientras velan los restos de Benigno Guzmán en Tepetixtla

 

Familiares, amigos e integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) velaron ayer en las oficinas de la organización, ubicadas en Tepetixtla, Coyuca de Benítez, el cuerpo de su fundador, Benigno Guzmán Martínez, que a petición de los  pobladores será sepultado hoy.
El luchador social murió el martes en su casa de Acapulco, por la tarde su cuerpo fue velado en la funeraria Siglo XXI, y después fue trasladado a Tepetixtla.
Amigos y compañeros de Benigno Guzmán relataron sus vivencias con el luchador campesino, a quien reconocieron la defensa de los derechos humanos en la sierra y en municipios de la Costa Grande del estado.
El primo de Benigno Guzmán, Oscar Guzmán, de 58 años, relató que a Benigno no le gustaba que a la organización sólo se le nombrara por sus siglas. Oscar Guzmán resumió así la lucha de los campesinos que se organizaron el 14 de enero de 1994, “no ha habido ningún cambio en el trato de los gobiernos con la organización, al gobierno priista tenías que irle a exigir, a pedir, a rogar, al gobierno perredista igual, y a veces resultaba peor, tratar con Zeferino, era una persona intratable; ahora se la da de una blanca palomita, pero es déspota como él solo”, y dice que nada cambió la política del régimen caciquil-priista con la transición de la partidocracia, con el PRD en el poder.
El mayor anhelo de quienes integran la OCSS, pero sobre todo de Benigno, es el respeto del gobierno a la forma de organización que tenía la agrupación, que no fue registrada ni constituida frente a un notario público como una figura jurídica, lo que provocó que los gobiernos no los reconocieran y que los desatendieran.
Oscar Guzmán contó que en la primera reunión del fundador de la organización con el gobernador, Rubén Figueroa Alcocer, en septiembre de 1994 en Casa Guerrero, los integrantes de la OCCS solicitaron molinos y machetes, la presentación con vida de los desaparecidos y la liberación de los presos políticos, pero la respuesta de gobernador fue, “esto ya ni lo pidan, a éstos ya se los llevó la chingada”.
Después, el gobernador fue hasta la localidad a entregar los apoyos y, como lo dijo, no cumplió la petición de presentar a los desaparecidos ni de liberar a los encarcelados. Meses después, desapareció Gilberto Romero Vázquez, uno de los representantes de la sierra de Atoyac, que fue visto por última vez el 24 de mayo de 1995.
Días después, el 28 de junio de 1995, fueron asesinados 17 campesinos y heridos 21, por efectivos de la Policía Motorizada y Judicial del estado que pusieron un retén, por órdenes del gobernador Figueroa Alcocer, para impedir una manifestación de la OCSS, lo que le costó el puesto al gobernador.
“Hoy que nos abandona el compañero Benigno tenemos proyectos definidos, estamos trabajando con la Universidad de Chapingo”, que aprobó una unidad ganadera en la población de unos 7 mil habitantes, dijo con lágrimas en los ojos.
Uno de los logros de las gestiones de la OCCS es la construcción de los puentes de Atollaquilla, Santa Cruz y Aguas Blancas, que desde hace cuatro años se gestionaron y desde hace dos comenzaron a funcionar.
Reivindicar los derechos humanos de los campesinos fue el objetivo que persiguió Benigno, sostuvo su primo, buscar que se garantizará la alimentación, la salud, la educación, tener una vivienda, un trabajo, exigir los insumos necesario para que los campesinos pudieran trabajar sus tierras.
Pero en la marcha encontraron la manipulación del gobierno para que los campesinos desistieran de la organización, mediante el chantaje y la división, para que la gente olvidara del problema de fondo.

Reconocen organizaciones, amigos y familiares al luchador social, campesino, esposo y padre

De los siete hijos que procreó Benigno Guzmán Martínez sobreviven cinco, y su esposa Sofía Bustamante, quienes lo acompañaron durante los últimos tres años críticos del cáncer que invadió su estómago.
El mayor de los hijos, Vicente Guzmán de 36 años, recordó que acompañó a su padre a muchas de las marchas y protestas que organizó la agrupación. Pero desde hace 13 años vive con su propia familia y se apartó del movimiento.
Ayer, reunidos en las oficinas de la OCCS en Tepetixtla, una comunidad ubicada en las faldas de la sierra, recibieron a los conocidos del papá y esposo. Para llegar allí, hay que viajar una hora desde la cabecera municipal y, antes de llegar, uno debe ser revisado por un destacamento de militares del 68 Batallón de Infantería que se instaló ahí desde hace 10 años.
A petición de los compañeros y conocidos del fundador de la OCCS, el cuerpo no fue sepultado ayer, sino hasta hoy. En el transcurso del día llegaron representantes de organizaciones sociales, y de derechos humanos como la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de la Casa de Justicia Mi Patria Es Primero, de Tixtla, del  Frente de Defensa Popular (FDP), y de la Red Guerrerense de Derechos Humanos. También acudieron sus compañeros fundadores de la OCSS Hilario Mesino y Marino Sánchez.
El ataúd que contenía los restos del luchador social fue colocado en un espacio de la casa que sirve como oficina de la organización. El inmueble mide unos 4 metros de ancho por 10 de largo; en un rincón fueron amontonados libros, documentos y archivos de la organización.
Hace poco que fue rehabilitado el techo de la oficina que, desde que enfermó Benigno se abrió poco. Luce láminas de aluminio, se construyó la barda. El terreno de unos 20 metros de largo por 15 de ancho lo ocupó la organización en 1994; en un inicio fue destinado para un destacamento de la ex policía montada, pero después los vecinos lo donaron a la organización.
El señor Juan Adame de 76 años, dice que se unió a la organización luego de la matanza de Aguas Blancas, de la que dos de sus hijos son sobrevivientes, pero uno fue encarcelado por el gobierno. Él se convirtió en una de las personas cercana a Benigno, “siempre que venía o que se iba (del pueblo), me pasaba a ver, nunca me separé de él”.
Con una voz pausada, cuenta que Benigno le enseñó a luchar por sus derechos cómo campesino. Rememoró que en una ocasión, en Coyuca de Benítez el presidente municipal, Merced Valdovinos Diego les dijo que se apartaran de él (Benigno), “yo a todos ustedes los voy  a atender, menos a Benigno, porque él no respeta mi investidura… Yo le dije al presidente: dígame usted quien le dio esa investidura, si usted no respeta la investidura del pueblo”, después, todos salieron del Ayuntamiento. “Benigno era una persona que ayudaba a la gente, pero no faltaba la gente que maneja el gobierno, que decía que sólo pedía por él y que no repartía la ayuda”, comentó.
El secretario técnico de la Red Guerrerense de Organismos Civiles de Derechos Humanos, Manuel Olivares Hernández dijo que Guzmán Martínez “pertenece a una generación de los luchadores más antiguos. Son de la generación de luchadores que lamentablemente se está terminando”.
Expresó que es una perdida irreparable para la organizaciones sociales, pero el legado que dejó el fundador de la OCCS es importante porque, “como campesino fue un hombre sencillo, y alguien inclaudicable, a Benigno se le puede colocar en ese nivel de un defensor de derechos humanos”.

 

Muere el fundador de la OCSS y ex preso político Benigno Guzmán; trasladan su cuerpo hoy a Tepetixtla

Uno de los fundadores de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Benigno Guzmán Martínez murió este martes en Acapulco a los 66 años de cáncer de pulmón.
El luchador social falleció en su casa, según informaron sus familiares; su cuerpo fue velado en la funeraria Siglo XXI, ubicada en la avenida Ruiz Cortines y hoy será trasladado a Tepetixtla, donde lo sepultarán.
Benigno Guzmán fue uno de los campesinos que se reunieron el 14 de enero de 1994 para conformar la OCSS, para que las autoridades atendieran sus demandas de fertilizante para producir maíz, despensas, materiales para vivienda, respeto a los derechos humanos de los campesinos que constantemente violaban las policías y el Ejército y la presentación de los desaparecidos durante la guerra sucia contra la guerrilla de Lucio Cabañas.
Benigno Guzmán falleció de cáncer de pulmón en su casa, luego de que su familia lo sacó del hospital general, donde fue internado días antes, y donde les dieron el pase para que lo trasladaran al Hospital de Cancerología, al que ya no ingresó.
Sus familiares informaron que hace tres años le detectaron cáncer de estómago, el cual controló, sin embargo hizo metástasis en el pulmón, el último año se fue debilitando, y desde noviembre del año pasado su condición empeoró.
El luchador social originario de Otatlán, municipio de San Miguel Totolapan, fue perseguido en el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer porque denunció desde el primer momento la masacre de Aguas Blancas, que ocurrió el 28 de junio de 1995, cuando fueron asesinados 17 campesinos y 23 más resultaron heridos, hecho por el que Figueroa Alcocer fue obligado a separarse del cargo al año siguiente.
Guzmán Martínez fue preso político acusado de diversos delitos que el gobierno le fabricó, con motivo de las movilizaciones de la OCSS, principalmente en Coyuca de Benítez. Fue detenido en enero de 1997 en la ciudad de México, donde se había refugiado para evitar la persecución de Figueroa, y encarcelado por los delitos de sedición, motín y daños al Ayuntamiento de Coyuca de Benítez, por los que fue sentenciado a 13 años de prisión y enviado en 1999 al penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, de donde salió libre el 8 de marzo del 2001.
El luchador social fue acusado bloquear el Ayuntamiento de Coyuca de Benítez en 1995 para exigir fertilizante y obras para las comunidades de la sierra de Coyuca de Benítez. También fue señalado por la Secretaría de Gobernación como uno de los principales integrantes del Ejercito Popular Revolucionario (EPR).
A un mes de salir del penal, Benigno Guzmán denunció la existencia de un grupo paramilitar en la sierra de Coyuca de Benítez, que se hacía pasar por una facción del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y que lo amenazó; hecho del cual responsabilizó al entonces alcalde perredista, Rafael Ariza Bibiano.
En diciembre del 2010, nuevamente, Benigno Guzmán fue detenido por policías ministeriales, acusado de ataque a las vías de comunicación, según la denuncia presentada por el entonces alcalde, Merced Valdovinos Diego. Fue puesto en libertad el mismo día porque la orden ya había sido cumplida.
Entre sus últimas actividades, participó en reuniones de la Asamblea Nacional Popular en Ayotzinapa tras la desaparición de los 43 normalistas el 26 y 27 de septiembre del 2014; integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) recordaron que llegó a visitarlos en algunas ocasiones al plantón que mantuvieron cuatro meses en el Ayuntamiento de Acapulco.
El dirigente del Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (FODEG), Bertoldo Martínez Cruz, compañero de lucha y preso a la par que Benigno Guzmán, lo calificó como alguien muy serio, respetuoso, duro con el Estado, y consideró su muerte como una gran pérdida para la lucha social.
Martínez Cruz recordó que entre los objetivos de la fundación de la OCSS estuvo la búsqueda de insumos para los campesinos y detener la tala de árboles. Con la masacre de Aguas Blancas, Benigno Guzmán Martínez fue uno de los que principalmente denunciaron el hecho, lo que generó una persecución en su contra.
Martínez Cruz recordó a otros compañeros de lucha que también fueron presos en esa época, entre ellos, Pedro Nava Rodríguez, que recientemente falleció.
En su fundación la OCSS estuvo encabezada por Benigno Guzmán y Marino Sánchez Flores, de Tepetixtla, en la sierra de Coyuca de Benítez, y por Hilario Mesino en Atoyac. La organización estaba integrada por campesinos pobres de los municipios de Coyuca de Benítez, Atoyac, La Unión, Coahuayutla, Zihuatanejo, Petatlán y Benito Juárez (San Jerónimo).
Desde su creación, los miembros de la OCSS, así como sus familiares, han sido víctimas de graves violaciones del gobierno a sus derechos humanos, porque se caracterizó por dar una lucha frontal contra la impunidad y la represión, lo que llevó a Benigno Guzmán a desconfiar de toda institución, incluso las de salud, y a vivir con el constante temor de ser asesinado por el Estado.
El cuerpo de Benigno Guzmán fue velado anoche en una de las capillas de la funeraria Siglo XXI en Acapulco, sus familiares determinaron que a las 7 de la mañana de hoy sería trasladado a Tepetixtla, en Coyuca de Benítez.
A las 9 de la noche sus familiares estaban a la espera de saber si los integrantes de la organización, familiares y conocidos querían velarlo un día más allá o lo sepultarían hoy. De ser así, el sepelio está programado para las 11 del día, luego de despedir el cuerpo en su casa.
Por la noche, al funeral asistieron Bertoldo Martínez; Raymundo Sánchez Taboada del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (Ccti) e integrantes del MPG.