Homenajea el MPG al fallecido líder Benigno Guzmán en Acapulco; pide seguir su ejemplo

En la conmemoración del primer aniversario luctuoso del fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Benigno Guzmán Martínez, integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) pidieron recordarlo siguiendo su ejemplo de lucha.
En declaraciones Oscar Guzmán Rivera de la OCSS, dijo que la organización sigue armando los expedientes de las personas desaparecidas en Coyuca de Benítez, de las que tiene 15 casos registrados.
Unos 50 activistas de diferentes organizaciones que están integradas al MPG se reunieron en la explanada del Palacio Municipal para homenajear con una actividad político-cultural al luchador social y ex preso político, de quien hoy es su aniversario luctuoso.
El primo de Benigno, Oscar Guzmán enfatizó que la violencia e inseguridad es la forma en la que las autoridades tienen controlada a la sociedad para que no se manifieste.
Convocó a los asistentes a sumarse a la lucha social porque “la memoria de los luchadores sociales se les honra haciendo el trabajo que ellos nos heredaron, cumpliendo la responsabilidad por la que ellos entregaron su vida”.
De Organización Social Democrática de Guerrero, Víctor Barrios Zarabia expuso que lo único que buscan los luchadores sociales es que la gente viva mejor, convocó a manifestarse para detener el aumento de los precios de productos y servicios porque, “si no paramos esto se va a sufrir de hambruna”.
Mario Martínez, hijo del fallecido líder del Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (FODEG), Bertoldo Martínez, recalcó que la lucha siempre es en defensa de los pobres.
Elías Bernal Chapín, también del FODEG, recalcó que si no se organizan contra el sistema capitalista la situación económica será “peor”, que “todos nos convertiremos en esclavos modernos”.
Enfatizó que no se debe de ser apático para detener al imperialismo. Expuso que en Guerrero los proyectos que se proponen e impulsan es pensando en el neoliberalismo.
Recalcó que la violencia no es casual, sino que es la forma del gobierno para infundir miedo al pueblo para que proteste ni se manifieste.
Llamó a pensar en qué nación se quiere dejar a las próximas generaciones y crear conciencia partiendo de que los luchadores sociales como Benigno Guzmán que “dieron todo por todos”.
Dos estudiantes de la preparatoria Digna Ochoa de Tixtlancingo recitaron dos poesías, Papá granadero y A dónde van los soldados.

Registran 15 desaparecidos en Coyuca

Oscar Guzmán Rivera denunció que siguen las desapariciones en todo el estado y el país, “la famosa guerra sucia no fue un periodo que haya tenido un fin, anteriormente eran los militares o paramilitares los que desaparecían (a activistas), hoy se utiliza lo que llaman el crimen organizado para realizar el trabajo sucio del Estado”.
Indicó que tienen el reporte de 15 desaparecidos, que a algunos “los disfrazan de secuestro y el Estado no quiere reconocer que es la desaparición forzada por ser delito de lesa humanidad, que es lo que ha ocurrido con quienes se atrevieron a denunciar alguna injusticia”.
Agregó los hechos son “aparentemente aislados”, que están recabando datos y si no los han dado a conocer es para proteger a las familias, mientras que las autoridades no dan ningún avance de las denuncias, además de que se promueven “nuevas leyes de poder legal al Ejército, para hacer lo que ya viene haciendo ilegalmente”.

Benigno fue un gestor que hizo temblar al gobierno de Guerrero, dicen sus familiares en su funeral

“¡Benigno Vive, la lucha sigue!” fue la consigna con la que amigos, vecinos, familiares y compañeros despidieron ayer al fundador de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Benigno Guzmán Martínez, en el panteón de Tepetixtla, Coyuca de Benítez.

El dirigente luchó no sólo por su comunidad sino por el pueblo y su última lucha fue junto a los padres de los 43 normalistas desaparecidos, recuerda su primo Oscar Guzmán.
Dos coronas de flores al frente y una cruz encabezaron la procesión que acompañó al féretro que salió de las oficinas de la OCSS. En el panteón, su hermano José Guadalupe agradeció a quienes asistieron al funeral, entre ellos la esposa del extinto luchador social Arturo Hernández Cardona, Sofía Lorena Mendoza Martínez.
Desde muy temprano, sentados frente a la oficina de la organización, nueve músicos tocaron a todo pulmón en un ambiente sereno. El inmueble lucía un impecable color blanco en sus paredes bajo el radiante sol de la mañana.
Adentro, el ataúd del dirigente que murió de cáncer el martes era acompañado de rezos. A sus pies flores y veladoras. Para los vecinos que asistieron hubo pozole blanco, café y pan de rosca. El mezcal se reservó para los varones.
A las 11:30 de la mañana, el ataúd salió de las oficinas, la esposa de Benigno, Sofía Bustamante, y los cinco hijos y hermanos del dirigente despidieron el cuerpo. Un centenar de conocidos caminaron hasta la iglesia del poblado, donde sólo hubo una parada simbólica.
Fueron unos 2 kilómetros de camino hasta el panteón, el último tramo fue de terracería. Todos tuvieron que cruzar un pequeño riachuelo. A las 12:02 del mediodía, el cuerpo llegó a su morada final.
Parados alrededor de la abertura donde fueron depositados los restos del dirigente de la OCCS, el maestro integrante de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), Pablo Díaz Teodoro dijo que “Benigno es un hombre universal que luchó por las causas justas”.
Con guitarra en mano y a la letra de la canción El Revolucionario, recitó “cuando la vida se pierde en la trinchera rebelde, no se pierden las ideas… compañero luchador su muerte no ha sido en vano, el fusil que dejaste lo tengo en las manos”, terminando con la frase “compañero Benigno, no un minuto de silencio, sino toda una vida lucha”.
A las 12:15, el ataúd que contenía el cuerpo fue bajado a la fosa, al tiempo que los presentes consignaron “¡Benigno Vive, la lucha sigue!” y “Cuando el pueblo se levante por pan, libertad y gloria, ¡temblaran los poderosos desde la Costas hasta la Sierra!”.
El primo de Benigno Guzmán, Oscar Guzmán expresó que la vida del luchador social fue de sacrificios y una lucha revolucionaria no armada que decidió emprender cuando se dio cuenta de las injusticias contra los campesinos.
“Él fue uno de los gestores más fuerte que hizo temblar al gobierno de Guerrero, él siempre luchó por las mejorías, no nada más de Tepetixtla, sino de muchos lugares, y su última lucha nos recuerda a los 43 (normalistas desaparecidos). Por eso creemos que se nos fue el hombre, pero que su espíritu sigue entre nosotros”, recordó Oscar Guzmán.
Dijo que se fue un gran hombre, pero dejó su ejemplo a seguir, el de no ver sólo de manera individual, sino por toda la comunidad, “esa es la lucha que decidió tomar Benigno, y por la que dio su vida”.

Recuerdan momentos de la lucha de la OCSS mientras velan los restos de Benigno Guzmán en Tepetixtla

 

Familiares, amigos e integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) velaron ayer en las oficinas de la organización, ubicadas en Tepetixtla, Coyuca de Benítez, el cuerpo de su fundador, Benigno Guzmán Martínez, que a petición de los  pobladores será sepultado hoy.
El luchador social murió el martes en su casa de Acapulco, por la tarde su cuerpo fue velado en la funeraria Siglo XXI, y después fue trasladado a Tepetixtla.
Amigos y compañeros de Benigno Guzmán relataron sus vivencias con el luchador campesino, a quien reconocieron la defensa de los derechos humanos en la sierra y en municipios de la Costa Grande del estado.
El primo de Benigno Guzmán, Oscar Guzmán, de 58 años, relató que a Benigno no le gustaba que a la organización sólo se le nombrara por sus siglas. Oscar Guzmán resumió así la lucha de los campesinos que se organizaron el 14 de enero de 1994, “no ha habido ningún cambio en el trato de los gobiernos con la organización, al gobierno priista tenías que irle a exigir, a pedir, a rogar, al gobierno perredista igual, y a veces resultaba peor, tratar con Zeferino, era una persona intratable; ahora se la da de una blanca palomita, pero es déspota como él solo”, y dice que nada cambió la política del régimen caciquil-priista con la transición de la partidocracia, con el PRD en el poder.
El mayor anhelo de quienes integran la OCSS, pero sobre todo de Benigno, es el respeto del gobierno a la forma de organización que tenía la agrupación, que no fue registrada ni constituida frente a un notario público como una figura jurídica, lo que provocó que los gobiernos no los reconocieran y que los desatendieran.
Oscar Guzmán contó que en la primera reunión del fundador de la organización con el gobernador, Rubén Figueroa Alcocer, en septiembre de 1994 en Casa Guerrero, los integrantes de la OCCS solicitaron molinos y machetes, la presentación con vida de los desaparecidos y la liberación de los presos políticos, pero la respuesta de gobernador fue, “esto ya ni lo pidan, a éstos ya se los llevó la chingada”.
Después, el gobernador fue hasta la localidad a entregar los apoyos y, como lo dijo, no cumplió la petición de presentar a los desaparecidos ni de liberar a los encarcelados. Meses después, desapareció Gilberto Romero Vázquez, uno de los representantes de la sierra de Atoyac, que fue visto por última vez el 24 de mayo de 1995.
Días después, el 28 de junio de 1995, fueron asesinados 17 campesinos y heridos 21, por efectivos de la Policía Motorizada y Judicial del estado que pusieron un retén, por órdenes del gobernador Figueroa Alcocer, para impedir una manifestación de la OCSS, lo que le costó el puesto al gobernador.
“Hoy que nos abandona el compañero Benigno tenemos proyectos definidos, estamos trabajando con la Universidad de Chapingo”, que aprobó una unidad ganadera en la población de unos 7 mil habitantes, dijo con lágrimas en los ojos.
Uno de los logros de las gestiones de la OCCS es la construcción de los puentes de Atollaquilla, Santa Cruz y Aguas Blancas, que desde hace cuatro años se gestionaron y desde hace dos comenzaron a funcionar.
Reivindicar los derechos humanos de los campesinos fue el objetivo que persiguió Benigno, sostuvo su primo, buscar que se garantizará la alimentación, la salud, la educación, tener una vivienda, un trabajo, exigir los insumos necesario para que los campesinos pudieran trabajar sus tierras.
Pero en la marcha encontraron la manipulación del gobierno para que los campesinos desistieran de la organización, mediante el chantaje y la división, para que la gente olvidara del problema de fondo.

Reconocen organizaciones, amigos y familiares al luchador social, campesino, esposo y padre

De los siete hijos que procreó Benigno Guzmán Martínez sobreviven cinco, y su esposa Sofía Bustamante, quienes lo acompañaron durante los últimos tres años críticos del cáncer que invadió su estómago.
El mayor de los hijos, Vicente Guzmán de 36 años, recordó que acompañó a su padre a muchas de las marchas y protestas que organizó la agrupación. Pero desde hace 13 años vive con su propia familia y se apartó del movimiento.
Ayer, reunidos en las oficinas de la OCCS en Tepetixtla, una comunidad ubicada en las faldas de la sierra, recibieron a los conocidos del papá y esposo. Para llegar allí, hay que viajar una hora desde la cabecera municipal y, antes de llegar, uno debe ser revisado por un destacamento de militares del 68 Batallón de Infantería que se instaló ahí desde hace 10 años.
A petición de los compañeros y conocidos del fundador de la OCCS, el cuerpo no fue sepultado ayer, sino hasta hoy. En el transcurso del día llegaron representantes de organizaciones sociales, y de derechos humanos como la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de la Casa de Justicia Mi Patria Es Primero, de Tixtla, del  Frente de Defensa Popular (FDP), y de la Red Guerrerense de Derechos Humanos. También acudieron sus compañeros fundadores de la OCSS Hilario Mesino y Marino Sánchez.
El ataúd que contenía los restos del luchador social fue colocado en un espacio de la casa que sirve como oficina de la organización. El inmueble mide unos 4 metros de ancho por 10 de largo; en un rincón fueron amontonados libros, documentos y archivos de la organización.
Hace poco que fue rehabilitado el techo de la oficina que, desde que enfermó Benigno se abrió poco. Luce láminas de aluminio, se construyó la barda. El terreno de unos 20 metros de largo por 15 de ancho lo ocupó la organización en 1994; en un inicio fue destinado para un destacamento de la ex policía montada, pero después los vecinos lo donaron a la organización.
El señor Juan Adame de 76 años, dice que se unió a la organización luego de la matanza de Aguas Blancas, de la que dos de sus hijos son sobrevivientes, pero uno fue encarcelado por el gobierno. Él se convirtió en una de las personas cercana a Benigno, “siempre que venía o que se iba (del pueblo), me pasaba a ver, nunca me separé de él”.
Con una voz pausada, cuenta que Benigno le enseñó a luchar por sus derechos cómo campesino. Rememoró que en una ocasión, en Coyuca de Benítez el presidente municipal, Merced Valdovinos Diego les dijo que se apartaran de él (Benigno), “yo a todos ustedes los voy  a atender, menos a Benigno, porque él no respeta mi investidura… Yo le dije al presidente: dígame usted quien le dio esa investidura, si usted no respeta la investidura del pueblo”, después, todos salieron del Ayuntamiento. “Benigno era una persona que ayudaba a la gente, pero no faltaba la gente que maneja el gobierno, que decía que sólo pedía por él y que no repartía la ayuda”, comentó.
El secretario técnico de la Red Guerrerense de Organismos Civiles de Derechos Humanos, Manuel Olivares Hernández dijo que Guzmán Martínez “pertenece a una generación de los luchadores más antiguos. Son de la generación de luchadores que lamentablemente se está terminando”.
Expresó que es una perdida irreparable para la organizaciones sociales, pero el legado que dejó el fundador de la OCCS es importante porque, “como campesino fue un hombre sencillo, y alguien inclaudicable, a Benigno se le puede colocar en ese nivel de un defensor de derechos humanos”.

 

Muere el fundador de la OCSS y ex preso político Benigno Guzmán; trasladan su cuerpo hoy a Tepetixtla

Uno de los fundadores de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Benigno Guzmán Martínez murió este martes en Acapulco a los 66 años de cáncer de pulmón.
El luchador social falleció en su casa, según informaron sus familiares; su cuerpo fue velado en la funeraria Siglo XXI, ubicada en la avenida Ruiz Cortines y hoy será trasladado a Tepetixtla, donde lo sepultarán.
Benigno Guzmán fue uno de los campesinos que se reunieron el 14 de enero de 1994 para conformar la OCSS, para que las autoridades atendieran sus demandas de fertilizante para producir maíz, despensas, materiales para vivienda, respeto a los derechos humanos de los campesinos que constantemente violaban las policías y el Ejército y la presentación de los desaparecidos durante la guerra sucia contra la guerrilla de Lucio Cabañas.
Benigno Guzmán falleció de cáncer de pulmón en su casa, luego de que su familia lo sacó del hospital general, donde fue internado días antes, y donde les dieron el pase para que lo trasladaran al Hospital de Cancerología, al que ya no ingresó.
Sus familiares informaron que hace tres años le detectaron cáncer de estómago, el cual controló, sin embargo hizo metástasis en el pulmón, el último año se fue debilitando, y desde noviembre del año pasado su condición empeoró.
El luchador social originario de Otatlán, municipio de San Miguel Totolapan, fue perseguido en el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer porque denunció desde el primer momento la masacre de Aguas Blancas, que ocurrió el 28 de junio de 1995, cuando fueron asesinados 17 campesinos y 23 más resultaron heridos, hecho por el que Figueroa Alcocer fue obligado a separarse del cargo al año siguiente.
Guzmán Martínez fue preso político acusado de diversos delitos que el gobierno le fabricó, con motivo de las movilizaciones de la OCSS, principalmente en Coyuca de Benítez. Fue detenido en enero de 1997 en la ciudad de México, donde se había refugiado para evitar la persecución de Figueroa, y encarcelado por los delitos de sedición, motín y daños al Ayuntamiento de Coyuca de Benítez, por los que fue sentenciado a 13 años de prisión y enviado en 1999 al penal de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco, de donde salió libre el 8 de marzo del 2001.
El luchador social fue acusado bloquear el Ayuntamiento de Coyuca de Benítez en 1995 para exigir fertilizante y obras para las comunidades de la sierra de Coyuca de Benítez. También fue señalado por la Secretaría de Gobernación como uno de los principales integrantes del Ejercito Popular Revolucionario (EPR).
A un mes de salir del penal, Benigno Guzmán denunció la existencia de un grupo paramilitar en la sierra de Coyuca de Benítez, que se hacía pasar por una facción del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y que lo amenazó; hecho del cual responsabilizó al entonces alcalde perredista, Rafael Ariza Bibiano.
En diciembre del 2010, nuevamente, Benigno Guzmán fue detenido por policías ministeriales, acusado de ataque a las vías de comunicación, según la denuncia presentada por el entonces alcalde, Merced Valdovinos Diego. Fue puesto en libertad el mismo día porque la orden ya había sido cumplida.
Entre sus últimas actividades, participó en reuniones de la Asamblea Nacional Popular en Ayotzinapa tras la desaparición de los 43 normalistas el 26 y 27 de septiembre del 2014; integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) recordaron que llegó a visitarlos en algunas ocasiones al plantón que mantuvieron cuatro meses en el Ayuntamiento de Acapulco.
El dirigente del Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (FODEG), Bertoldo Martínez Cruz, compañero de lucha y preso a la par que Benigno Guzmán, lo calificó como alguien muy serio, respetuoso, duro con el Estado, y consideró su muerte como una gran pérdida para la lucha social.
Martínez Cruz recordó que entre los objetivos de la fundación de la OCSS estuvo la búsqueda de insumos para los campesinos y detener la tala de árboles. Con la masacre de Aguas Blancas, Benigno Guzmán Martínez fue uno de los que principalmente denunciaron el hecho, lo que generó una persecución en su contra.
Martínez Cruz recordó a otros compañeros de lucha que también fueron presos en esa época, entre ellos, Pedro Nava Rodríguez, que recientemente falleció.
En su fundación la OCSS estuvo encabezada por Benigno Guzmán y Marino Sánchez Flores, de Tepetixtla, en la sierra de Coyuca de Benítez, y por Hilario Mesino en Atoyac. La organización estaba integrada por campesinos pobres de los municipios de Coyuca de Benítez, Atoyac, La Unión, Coahuayutla, Zihuatanejo, Petatlán y Benito Juárez (San Jerónimo).
Desde su creación, los miembros de la OCSS, así como sus familiares, han sido víctimas de graves violaciones del gobierno a sus derechos humanos, porque se caracterizó por dar una lucha frontal contra la impunidad y la represión, lo que llevó a Benigno Guzmán a desconfiar de toda institución, incluso las de salud, y a vivir con el constante temor de ser asesinado por el Estado.
El cuerpo de Benigno Guzmán fue velado anoche en una de las capillas de la funeraria Siglo XXI en Acapulco, sus familiares determinaron que a las 7 de la mañana de hoy sería trasladado a Tepetixtla, en Coyuca de Benítez.
A las 9 de la noche sus familiares estaban a la espera de saber si los integrantes de la organización, familiares y conocidos querían velarlo un día más allá o lo sepultarían hoy. De ser así, el sepelio está programado para las 11 del día, luego de despedir el cuerpo en su casa.
Por la noche, al funeral asistieron Bertoldo Martínez; Raymundo Sánchez Taboada del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (Ccti) e integrantes del MPG.

Los sucedido en Atenco puede repetirse con los opositores a La Parota, alertan




Lo sucedido con los campesinos de San Mateo Atenco puede repetirse en Guerrero con los opositores al proyecto La Parota por la “cerrazón” del gobernador Zeferino Torreblanca, a quien calificaron como “palero de la CFE”, advirtieron el representante de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Benigno Guzmán Martínez, y el del Consejo Consultivo Popular de Organizaciones, José Luis Morales Torres.
En una visita a la redacción de El Sur, anunciaron que están dispuestos a emprender movilizaciones en solidaridad con los comuneros de allá y de aquí, pues se trata de la misma lucha.
Los dirigentes de ambas organizaciones que son adherentes de La Otra Campaña y de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, iban acompañados por Soledad Benítez Flores, esposa de Salomé Aguirre Bahena, quien está recluido en el penal de Las Cruces por la misma acusación de secuestro que pesó sobre Joviel Rafael Ventura, quien que ya salió libre.
Tras exigir la libertad de todos los presos de Atenco, y del dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, Ignacio Del Valle, el también ex regidor José Luis Morales indicó que los afiliados a las organizaciones sociales están atentos “por lo que llegue a suceder pues el estado está preparado para atacar la inconformidad de los pueblos”.
Benigno Guzmán señaló que los 28 comuneros a los que dictaron formal prisión están señalados como delincuentes, pero son presos políticos porque sus reclamos son justos y fueron encerrados por la lucha social que enarbolan.
Morales Torres manifestó su preocupación “por lo que pase”, aseguró que las protestas que emprenderían serán pacíficas y dentro de los cauces legales, y recordó que el dirigente detenido Ignacio Del Valle se ha solidarizado en varias ocasiones con el movimiento en contra de la presa La Parota.
Confió en que el gobierno entienda la situación como una lucha pacífica, pero manifestando las inconformidades de manera pública.
Morales Torres reprochó que “por la política desarrollista” del gobierno del estado los luchadores sociales tienen temor de que Torreblanca ordene una agresión contra los opositores a La Parota..

Exigen al gobierno estatal servicios y libertad a presos políticos

  Efectúa la OCSS plantón en el asta bandera de Acapulco

 Integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), encabezados por Benigno Guzmán Martínez, efectuaron un plantón por más de una hora en el asta bandera para exigir apoyos para proyectos productivos y la libertad de los presos políticos de esa organización.

La idea de los inconformes de la OCSS era participar en la marcha de la Promotora Nacional contra el Neoliberalismo, conformada por diferentes organizaciones sociales que tienen el objetivo de defender los derechos de los más pobres y por el rescate de la soberanía nacional, pero ésta se llevó a cabo en Chilpancingo.

Por ello los campesinos permanecieron por más de una hora en el asta bandera, para insistir en sus demandas.

El dirigente de la OCSS, Benigno Guzmán Martínez, dijo que las demandas de la organización eran las mismas de siempre, pues el gobierno no ha cumplido con los acuerdos pactados.

Explicó que los campesinos necesitan mejores caminos en sus pueblos, agua potable, energía eléctrica, centros de salud equipados, láminas de cartón y proyectos productivos.

Indicó que también demandan la liberación de los presos políticos de esa organización, Salomé Aguirre Bahena, Gilberto Aguirre Bahena y Antonio Barragán Carrasco. Otras de las peticiones es una ley de Amnistía que sirva a todos los presos políticos del país para que recuperen su libertad.

La ex dirigente de la OCSS, Reyna Avelino, grave a raíz de las torturas

* Pide ayuda al gobierno y a organizaciones

Alfredo Mondragón * La militante de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) Reyna Avelino Huizache, quien padece de una etapa terminal de cáncer en columna e intestino, a raíz de la tortura que le hicieron agentes de la Policía Judicial del Estado (PJE) en 1996, solicitó apoyo económico al gobierno del estado.

En entrevista, Avelino Huizache pidió que dicho apoyo sea “sin la mediación de líderes que sólo se han beneficiado con mi salud y negocian con el gobierno como los dirigentes de la OCSS Benigno Guzmán Martínez y Luis Olivares”.

Avelino Huizache fue trasladada por sus familiares ayer por la mañana al Instituto Estatal de Cancerología a recibir las primeras sesiones de quimioterapia, y su abogado, José Sánchez, anunció que demandará penalmente a los judiciales que la torturaron.

Reyna Avelino ha perdido totalmente la vista a raíz de la tortura que le hicieron agentes de la PJE cuando fue detenida en 1996 porque demandaba al gobierno insumos agrícolas láminas de cartón entre otras cosas y encabezó los reclamos en el primer aniversario de la matanza de Aguas Blancas.

La militante de la OCSS dijo que necesita apoyo económico debido a que cada sesión de quimioterapia cuesta mil pesos y un frasco de cuatro pastillas para el dolor 500 pesos y no tiene ingresos debido a que su esposo está preso.

Además, cuenta con tres hijas (Guadalupe, Montserrat y Catalina de 9, 5 y 3 años de edad) y sus ingresos no le alcanzan ni siquiera para comer, por ello, también pide ayuda a las organizaciones no gubernamentales y partidos políticos.