Da “esperanza de justicia” a la familia que la CIDH analice el caso de Julio César Mondragón

La madre del normalista de Ayotzinapa desollado del rostro en Iguala, Julio César, Afrodita Mondragón Fontes, en una imagen del 24 de septiembre de 2018 Foto: El Sur / Archivo

Guillermo Rivera

El Sur / Ciudad de México

Los familiares de Julio César Mondragón Fontes, estudiante de la normal rural de Ayotzinapa que fue torturado hasta la muerte entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014, confían en que su caso sea aceptado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), porque eso implicaría una esperanza de justicia en el caso.
“Están buscando justicia para Julio César, pero también para otras personas que sufren la misma situación. Que no haya repetición”, explica el abogado que lleva el caso ante la CIDH, Ernesto Rodríguez Cabrera, encargado del área jurídica de la Red Solidaria Década Contra la Impunidad, organización que litiga en busca de justicia en casos emblemáticos como el de Julio César.
La CIDH, cuya sede se encuentra en la ciudad de Washington, Estados Unidos, admitió para análisis el caso de Julio César, asesinado la misma noche en que fueron desaparecidos 43 de sus compañeros normalistas en Iguala, Guerrero, a manos de policías, militares e integrantes del grupo delincuencial Guerreros Unidos. La Comisión otorgó al Estado mexicano cuatro meses para hacer sus observaciones, plazo prorrogable hasta por cuatro meses más.
–¿Cuál es la relevancia de que la CIDH revise el caso? Estamos hablando del asesinato de tres jóvenes, dos estudiantes más aparte de Julio César, y la familia de este último considera que no se le ha dado el peso que tiene.
–Por lo que nos contaron los familiares, en primer término las autoridades locales hicieron mucha dilación para la investigación y la aplicación de justicia. También ocurrió en el ámbito federal. Esto debería ser relevante, porque son situaciones que se dieron en la misma fecha, tanto las desapariciones como las ejecuciones y torturas que sufrieron algunos estudiantes, especialmente Julio César.
“A nosotros, el caso nos pareció muy relevante por todas las características que presentaba, sobre todo porque, para empezar, había muchas contradicciones en la situación de cómo encontraron el cuerpo. Las autoridades dijeron que la fauna silvestre se había comido su rostro, pero la inhumación del cuerpo reveló que había tenido muchas fracturas”, resume Rodríguez Cabrera en entrevista con El Sur.
“Eso prueba que hubo tortura. Se nos hizo muy importante porque, además, la tortura y el desollamiento fueron prácticamente en vida. Se nos hizo muy grave, por eso aceptamos acompañar el caso”.
–¿Qué significa la admisión en esa instancia internacional y qué se espera que pase en los siguientes meses o años?
–La admisión significa que el caso está todavía en estudio. Le hacen un requerimiento al Estado mexicano con toda la información que se le envió, para que dé cuenta de lo que está haciendo al respecto. Después de que conteste el Estado, la Comisión Interamericana se va a formar un criterio más amplio para decidir si acepta o no el caso.
Si decide que es viable, emitirá un informe de aceptación y luego un informe de fondo.

El expediente, de Iguala a Matamoros

El 16 de diciembre de 2022, la Red Solidaria Década Contra la Impunidad ingresó a la CIDH la información para solicitar que el caso fuera admitido. El 27 de diciembre pasado, poco más de un año después, llegó la noticia positiva para la organización, que de inmediato avisó a la familia de Julio César.
“Nosotros sabíamos por notas, nada más, del asunto de los 43 estudiantes y de Julio César; no teníamos ningún acercamiento con los familiares”, precisa Rodríguez Cabrera.
A mediados de 2022, los familiares del estudiante, sobre todo sus tíos Cuitláhuac y Cuauhtémoc –de apellidos Mondragón Fontes–, pusieron al tanto al abogado del rumbo que había tomado el caso.
“Hicimos una visita al Ministerio Público de Iguala, donde se llevaba el caso, cuando todavía no lo transferían a Matamoros, Tamaulipas. En Iguala nos entrevistamos con la agente del MP y dijo que era bueno que nos hubiéramos apersonado con ellos porque realmente no había quien se interesara en el caso.
“Los familiares se entrevistaron con ella y luego nos dieron autorización y solicitamos en ese momento copias simples del expediente. Cuando fuimos a recoger las copias, nos dieron la noticia de que el expediente se había enviado al juzgado primero de lo penal en Matamoros”, narra Rodríguez Cabrera.
“Nos quedamos sin copias en ese momento. Para la familia fue muy complicado transportarse para allá. Viendo además que había ya mucha dilación de justicia, sobre todo porque no había avances en la investigación. Charlamos con la familia y les expusimos cuáles eran las alternativas, entre ellas la de enviar el caso a la Comisión Interamericana. Se inclinaron por esa opción”.
–¿Estaban decepcionados de las autoridades mexicanas?
–Sí, ellos ya habían recorrido mucho, habían solicitado investigar el caso a las autoridades de Guerrero y a las autoridades federales. No tenían una certeza de que sí se estuviera haciendo. Esa es a grandes rasgos la historia de cómo se inició la petición a la CIDH. Fueron los familiares quienes decidieron que en esa fecha, 16 de diciembre de 2022, se ingresara el caso a la CIDH.
–Tardó un año en llegar la noticia de admisión. ¿Cuáles fuero los criterios de la CIDH?
–Sí, hasta el 27 de diciembre pasado nos notificaron la admisión. Nosotros no sabemos con certeza cuáles fueron los criterios de la Comisión Interamericana para la admisión. No fueron comunicados esos criterios.
–¿Por qué es tan relevante que se admita el caso, tomando en cuenta que la CIDH recibe montonales de peticiones?
–Por la cuestión de la ejecución, la tortura y el desollamiento. Y porque fue un caso muy sonado dentro del asunto de los 43 estudiantes desaparecidos y los tres ejecutados. Incluso estuvo aquí en México el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que depende de la CIDH y que fue enviado a México para que investigara los hechos del 26 y 27 de septiembre. Sin embargo, en los informes del GIEI no aparece mucha información acerca de Julio César. Todo este contexto, la Comisión Interamericana lo tomó mucho en cuanta al momendo de admitir el caso.

Militares metidos en asuntos civiles

Sólo casos como el de Julio César Mondragón Fontes, en el que se registraron graves violaciones a los derechos humanos, son admitidos por la CIDH, enfatiza Rodríguez Cabrera.
“Y sobre todo las circunstancias en que fue privado de la vida Julio César, porque nunca ha estado claro quiénes fueron las personas que ejecutaron al estudiante, pero llama mucho la atención que quienes descubrieron el lugar donde supuestamente ocurrió el crimen y lo resguardaron son los militares.
“Tampoco el Estado quiso decir nada acerca de esta participación de los militares porque era una situación civil. Entonces, ¿qué tenían que ver los militares ahí? Eso también lo plasmamos en la petición”.
–A Julio César apenas se le ha mencionado en los informes federales de la Comisión para la Verdad del caso Ayotzinapa, y ya ni hablar de los otros dos estudiantes asesinados, Daniel Solís Gallardo y Julio César Ramírez Nava.
–De los otros dos estudiantes no tenemos informes de los familiares y creo que tampoco se acercaron al GIEI. A las autoridades les favorece, porque así no hay ningún problema.
–Pero para todas las familias de las víctimas sería muy positivo que proceda la admisión en la CIDH.
–Sí, es una esperanza para ellos. Los familiares de Julio César tienen mucha fe en que su caso sea aceptado y que se haga justicia y se revele realmente la verdad de lo que sucedió. Además, no solo están buscando justicia para él o para la familia. Están buscando justicia para otras personas que sufren las mismas situaciones. Y que no haya repetición.

Sin voluntad política no se mueve nada

–De aceptar el caso, tras el proceso, ¿la Comisión Interamericana dará sus conclusiones y recomendaciones?
–De suceder, se debe realizar un informe de fondo para dictar medidas que prácticamente ya serían un tipo de sentencia, la cual tendría que cumplir el Estado mexicano. Si no las cumple, el caso deberá irse a la Corte Interamericana.
–En este tipo de violaciones graves a los derechos humanos, las familias pasan por procesos largos y dolorosos, como en el caso de Rosendo Radilla o el de Digna Ochoa, cuyos asesinatos apenas han sido juzgados en instancias internacionales –se le comenta al abogado.
–Ahorita estamos en un momento crucial por los cambios de mando políticos. Esperamos que en el siguiente gobierno tengan la voluntad política quienes queden al frente, porque es un asunto de voluntad política –remarca Rodríoguez Cabrera– el que se lleve a cabo o no el cumplimiento de las resoluciones.
Casos como Radilla u Ochoa, añade, “sucedieron en regímenes priistas y panistas, que no tenían ninguna intención de cumplir con las resoluciones.
“Tristemente, a la vuelta del tiempo, tenemos un gobierno que supuestamente es democrático y que también ha soslayado el cumplimiento de las resoluciones con el argumento de que eso no le tocó a ellos, cuando es un cumplimiento que tiene que dar el Estado.
“El que está enfrente tiene que cumplir un mandato nada más, pero porque el pueblo se lo indicó, no porque haya hecho tales acciones. La voluntad política, insisto, tiene que ser muy importante en el siguiente periodo, sobre todo porque hay muchos familiares que todavía están pendientes en su cumplimiento de sentencias.
“Tenemos el caso de las mujeres violadas en la Montaña de Guerrero. El caso del Estado de México, también con las mujeres violadas de Atenco. Son varios casos pendientes. Sí, se trata de voluntad política, sobre todo porque la ciudadanía tiene que estar al pendiente de todos esos asuntos, porque finalmente a todos nos incumbe, nos afecta y beneficia en caso de que haya justicia”, concluye el abogado.

Pide la Red Solidaria que la CIDH emita el informe de fondo sobre la masacre de El Charco

 

La Red Solidaria Década contra la Impunidad pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que emita el informe de fondo sobre el caso de la masacre de El Charco, que luego le dé tramite ante la Corte Interamericana (Coidh).
Mediante un comunicado, el organismo que da acompañamiento a los sobrevivientes Ericka Zamora Pardo y Efrén Cortés Chávez, denunció que, a 25 años de esa masacre ocurrida en El Charco, municipio de Ayutla, la familia de Ricardo Zavala Tapia, el estudiante asesinado, no ha tenido acceso a la verdad de los hechos, mientras que Ericka y Efrén “siguen esperando que la tan anhelada justicia se siente a la mesa”.
“Este 7 de junio se cumplen 25 años de que integrantes del Ejército mexicano tiñeron de sangre la tierra de la comunidad El Charco, ejecutando extrajudicialmente a 10 indígenas na’savis y a Ricardo Zavala Tapia, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)”, recordó el organismo.
Agregó que entre los 22 detenidos que fueron trasladados al cuartel de la 9 Región Militar, en Acapulco, iban la estudiante Ericka Zamora y el activista Efrén Cortés, quienes fueron torturados una noche y un día y obligados a declarar ante el Ministerio Público Militar; después fueron procesados por rebelión y conspiración, así como por portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Ambos salieron de prisión, con libertad absolutoria, el 30 de mayo de 2002, “hasta el día de hoy mantienen secuelas de la tortura a la que fueron sometidos”.
Ericka y Efrén son miembros fundadores de la Red Solidaria Década Contra la Impunidad, desde donde impulsan que el caso sea resuelto en la CIDH y en la Coidh.
El organismo informó que la Petición de Admisibilidad fue entregada por el presidente, el obispo emérito Raúl Vera López, el 16 de julio de 2012, y la CIDH le asigno el número de caso 13.709 y el informe de admisibilidad número 166/18, “estamos en espera del informe de fondo”.
La red informó este martes que la CIDH admitió el caso por violaciones a los acuerdos de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, como el derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica, derecho a la vida, derecho a la integridad personal, derecho a la libertad personal, garantías judiciales, derechos del niño e igualdad ante la ley.
“Por lo anterior, manifestamos que la familia de Ricardo Zavala Tapia no ha tenido acceso a saber la verdad de los hechos en los que este estudiante universitario, comprometido con la educación y con los más desprotegidos, fue ejecutado extrajudicialmente, por integrantes del Ejército mexicano”.
Se agrega que en los casos de Ericka Zamora y Efrén Cortés, “activos defensores de derechos humanos, siguen esperando que la tan anhelada justicia se siente a la mesa”. (Zacarías Cervantes / Chilpancingo).

 

Pide Red seguridad para caravana que hará por el 25 aniversario de la masacre de El Charco

 

El obispo emérito Raúl Vera López, la Red Solidaria Década contra la Impunidad y activistas sociales, realizarán una caravana de Acapulco a El Charco, municipio de Ayutla, el 7 de junio con motivo del 25 aniversario de la masacre de El Charco.
Las responsables de la organización de la actividad Ericka Zamora Pardo, sobreviviente de la masacre y la secretaria técnica de la Red Magdalena López Paulino, pidieron a los gobiernos federal y estatal garantías de seguridad para los integrantes de la caravana.
“Esta caravana que saldrá de Acapulco el 7 de junio la encabezará nuestro presidente de la Red Solidaria Década contra la Impunidad, el obispo emérito José Raúl Vera López, quién estará acompañado de diferentes activistas sociales”, informó el organismo en un comunicado.
Zamora Pardo y López Paulino, responsabilizan a los gobiernos estatal y federal “de la seguridad física y psicológica de quienes integramos esta caravana, sobre todo por el contexto de acoso y violencia contra defensores de derechos humanos”.
En su comunicado se recuerda que Zamora Pardo, Ricardo Zavala Tapia, el estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAN) asesinado esa noche por los militares, y el sobreviviente Efrén Cortés Chávez se encontraban en El Charco para participar en una asamblea comunitaria que trataría los temas de proyectos productivos y educativos”.
“Esa noche algunas autoridades na’savis y Ericka, Ricardo y Efrén se quedaron a dormir en la primaria, sin embargo, la madrugada del 7 de junio, integrantes del ejército mexicano rodearon la primaria, dispararon y lanzaron dos granadas de fragmentación, ejecutando a 10 indígenas y a al universitario Ricardo Zavala Tapia”.
Añaden que después los soldados detuvieron a indígenas, a Zamora Pardo y a Cortés Chávez, trasladándolos al cuartel militar, “donde Ericka y Efrén fueron torturados por militares entre ellos el entonces encargado de la zona militar, general Juan Alfredo Oropeza Garnica y Luis Humberto López Portillo Leal. (Zacarías Cervantes / Chilpancingo).

 

Anuncian caravana de Cdmx a Acapulco para exigir justicia en la masacre de El Charco

Por el 20 aniversario de la masacre de El Charco, municipio de Ayutla, integrantes de organismos de derechos humanos anunciaron una marcha caravana de la Ciudad de México (Cdmx) al puerto de Acapulco para mañana miércoles, para exigir justicia.
Vía telefónica la secretaria técnica de la Red Solidaria Década Contra la Impunidad, organizadora de las actividades, Magdalena López Paulino dijo que “responsabilizamos al gobierno del estado de la seguridad de quienes participamos en esta caravana”.
Dijo que participarán integrantes de la Red Década Contra la Impunidad, así como de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (Afadem-Fedefam), además de integrantes de agrupaciones locales como la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG).
En las actividades participarán el fray Julián Cruzalta, fundador y asesor teológico de Católicas por el Derecho a Decidir, y fundador del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria y de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos.
Así como los pastores y defensores de derechos humanos Arturo Carrasco y Hugo Gallardo.
López Paulino informó que la marcha- caravana partirá el 6 de junio a las 8 de la mañana del metro de Ciudad Universitaria (CU) en la Ciudad de México con destino al puerto de Acapulco, donde realizara un mitin a la 1 de la tarde en los juzgados federales, para recordar que se llevaron allí procesos “injustos” en contra de los sobrevivientes de la masacre del Charco Ericka Zamora Pardo y Efrén Cortés Chávez.
Dijo que también exigirán justicia en el caso del activista y dirigente de la APPG Nicolás Chávez Adame.
Informó que el 7 de junio la marcha-caravana saldrá del puerto de Acapulco hacia la comunidad de El Charco a las 5 de la mañana, para la actividad del 20 aniversario de la masacre. (Zacarías Cervantes / Chilpancingo).

 

Pidió el gobierno a viudas de El Charco desistirse de la demanda en la CIDH, señala Red Solidaria

En vísperas del 20 aniversario de la masacre de El Charco, municipio de Ayutla, los gobiernos federal y estatal dividieron a las viudas y sobrevivientes mediante el ofrecimiento de proyectos productivos, a condición de que se desistan de su demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La secretaria técnica de la Red Solidaria Década Contra la Impunidad, Magdalena López Paulino, informó que los ofrecimientos comenzaron en febrero pasado, y que algunos aceptaron los proyectos, pero que cuando menos los sobrevivientes Erika Zamora Partido y Efrén Cortés Chávez decidieron continuar adelante con la demanda en contra del gobierno mexicano.
El 25 de mayo, el gobierno del estado informó en un desplegado que el secretario de Asuntos Indígenas y Comunidades Afromexicanas del gobierno del estado, Javier Rojas Benito, “atendió a las viudas del El Charco, quienes estuvieron acompañadas por comisarios municipales y algunos habitantes de Ocote Amarillo, Coxcatlán Candelaria, Coxcatlán San Pedro, La Palma, Ahuacachahue, El Potrero, El Coyul, El Mezón Zapote y de la propia comunidad de El Charco”.
Entonces se informó que el secretario les “ofreció el acompañamiento de la  dependencia a su cargo para asesorarlas en sus gestiones y planteamientos ante las instituciones gubernamentales”.
El comunicado oficial destacó que Eustolia Castro Ramírez, una de las viudas, manifestó que “le brindamos la confianza y reconocemos la sensibilidad social al gobernador Héctor Astudillo Flores”.
Mientras tanto, ayer, la Red Solidaria Década Contra la Impunidad emitió un boletín mediante el cual dio a conocer los gastos que ha realizado por el litigio que llevan a nivel internacional del caso de la masacre de El Charco, “para transparentar los gastos ya que algunos peticionarios, han decidido no continuar con el litigio ante la CIDH, sabemos que las necesidades de contar con proyectos productivos es primordial, sobre todo para el sustento de la economía familiar, por lo que les deseamos la mejor de las suertes a los compañeros que así lo han decidido”, dice el escrito.
Agrega: “agradecemos la participación y la cooperación de las peticionarias, quienes aportaron la cantidad de doscientos treinta mil pesos cero centavos, de los gastos que hemos realizado en el litigio que ascienden a ochocientos veintitrés mil pesos cero centavos.
El documento concluye: “reiteramos nuestros mejores deseos a quienes han decidido no continuar y manifestamos nuestros parabienes a quienes han decidido continuar con este litigio hasta el final, entre quienes destacan los defensores de derechos humanos, Ericka Zamora Pardo y Efrén Cortés Chávez”.
Consultada vía telefónica, López Paulino informó que la Secretaría de Gobernación del gobierno federal ofreció proyectos productivos desde el mes de febrero a las viudas y sobrevivientes, a condición de que se desistieran de la demanda que presentaron ante la CIDH.
El 25 de mayo por medio del desplegado emitido por el gobierno del estado se conoció de una de las reuniones que se habían venido dando ya por separado el grupo que aceptó los recursos.
López Paulino consideró que es entendible la posición de las viudas y sobrevivientes que aceptaron los proyectos productivos pues destacó que viven en extrema pobreza y requieren de ingresos para su familia, pero aclaró que hay otros que lo único que buscan es justicia, como Zamora Pardo y Cortés Chávez.
La división del grupo de viudas y sobrevivientes de la masacre de El Charco se da cuando existe un fuerte endeudamiento del organismo con instituciones bancarias a quienes solicitó créditos para financiar el costo de la demanda que alcanzó los 823 mil pesos. Según datos de la Red enfrentan adeudos con los bancos Inbursa, Santander y Banamex.

 

 

Denuncian desaparición en Cuajinicuilapa de un sobrino del sobreviviente de El Charco, Efrén Cortés

La Red Solidaria Década contra la Impunidad denunció que desde hace tres días se desconoce el paradero del sobrino del luchador social y sobreviviente de la masacre de El Charco, en Ayutla, Efrén Cortés Chávez.
El joven Jorge Cortés Carmona se encontraba en Cuaijinicuilapa cursando un seminario de titulación en la escuela de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
En un escrito solicita a las autoridades y organismos nacionales e internacionales de derechos humanos una acción urgente para garantizar la integridad física y la vida del joven de 24 años, originario del municipio de Cruz Grande, quien concluyó en el último ciclo escolar sus estudios de licenciatura.
Informó que la última información de su ubicación fue que acudió a una tienda de conveniencia del centro de Cuajinicuilapa, en la noche. Está desaparecido desde la madrugada del domingo.
Conforme a lo expuesto en la Convención Americana de Derechos Humanos, en sus artículos sobre derecho a la vida, a la integridad y la libertad personal, solicitó que las autoridades tomen las medidas necesarias para la presentación con vida de Jorge Cortés Carmona, una efectiva investigación que conduzca a la aparición con vida del estudiante, el esclarecimiento de los hechos denunciados y la sanción de los responsables materiales e intelectuales de este acto, para garantizar que hechos como el ocurrido no se repitan.
En el documento se dirigen al presidente Enrique Peña Nieto, al secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, al gobernador Héctor Astudillo Flores, al secretario general de gobierno Florencio Salazar Adame, al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) Luis Raúl González Pérez, al procurador de la República Raúl Cervantes Andrade, al subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de Gobernación, Roberto Campa, así como a las representaciones de México en la Misión Permanente ante Naciones Unidas, la Embajada en las Comunidades Europeas, y Observadora Permanente de México ante el Consejo de Europa, y ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Ratifica la Segob su negativa a dar protección al testigo del asesinato de Hernández Cardona

Ayer la Junta de Gobierno del Mecanismo de Protección para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, de la Secretaría de Gobernación (Segob), ratificó la negativa de devolver las medidas de protección al testigo del homicidio del dirigente de Unidad Popular, Arturo Hernández Cardona, denunció la Red Solidaria Década contra la Impunidad.
En un comunicado confirmó que en esta circunstancia el sobreviviente y testigo del asesinato de Hernández Cardona y de los activistas Ángel Román Ramírez y Rafael Banderas Román, Nicolás Mendoza Villa no ratificará su declaración ante el juzgado Primero Penal Federal de Matamoros contra el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, a quien afirma que vio disparar contra el dirigente social.
Aunque los hechos ocurrieron en mayo de 2013, el exalcalde fue detenido después del ataque a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en Iguala, cuando ocurrió la desaparición forzada de 43 normalistas el 26 de septiembre de 2014.
La Red denunció que en febrero de este año cuando el Mecanismo retiró las medidas cautelares al activista de Iguala, que propuso la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el gobernador Héctor Astudillo Flores y el presidente estatal del PRD, Celestino Cesáreo Guzmán públicamente ofrecieron intervenir para que Mendoza Villa mantuviera la protección estatal, pero no hicieron nada.
Informa que este lunes 30 de octubre se llevó se llevó a cabo la presentación de su caso ante la Junta de Gobierno del Mecanismo de Protección para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, pero la Red Solidaria Década Contra la Impunidad y el mismo Nicolás Mendoza Villa no recibieron la formal convocatoria para su audiencia.
Fue llamada la defensora de derechos humanos Éricka Zamora Pardo para conocer la fecha de presentación ante la Junta de Gobierno de otro caso, de Beatriz Hernández, a quién se le hace una “reevaluación de riesgo”.
En esta sesión Zamora Pardo denunció que Mendoza Villa sigue vulnerable ante una posible agresión, y hace siete meses no cuenta con la protección del estado a pesar de que es beneficiario de medidas cautelares dictadas por la CIDH.
Aseguró que el viernes 6 de octubre, alrededor de las 3 de la tarde personas en una camioneta color azul rey, marca Ford, placas K92AMU de Guerrero vigilaron su casa, el lunes 9 de octubre su vivienda fue observada por extraños desde una camioneta placas HCK9457 de Guerrero y el viernes 27 de octubre desde una camioneta negra con placas HCK9457 de Guerrero.
Lamenta que pese a lo manifestado, el equipo de evaluación ratificó la negativa a devolver las medidas de protección al testigo de cargo en contra de José Luis Abarca, por lo tanto, confirmaron que Mendoza Villa no ratificará su declaración ante el juzgado Primero Penal Federal de Matamoros, “y la impunidad avanza, responsabilizamos al Estado mexicano de la integridad física y psicológica de Nicolás Mendoza Villa y de la familia del activista Arturo Hernández Cardona”.
Explica que la Junta de Gobierno del Mecanismo consideró que el nivel de riesgo de Mendoza Villa se redujo porque está fuera de Guerrero, pero considera su situación como desplazado de manera forzada.
Mendoza Villa fue uno de los ocho activistas que sufrieron desaparición forzada por autoridades de Iguala, y tres de ellos fueron encontrado muertos.

Exigen en Iguala castigo para los asesinos de Arturo Hernández Cardona a cuatro años del crimen

Con una exigencia de justicia y castigo a todos los responsables por omisión o complicidad, ayer, a cuatro años de la desaparición forzada y ejecución del dirigente de la organización Unidad Popular (UP), Arturo Hernández Cardona, los familiares, amigos y miembros de organizaciones colocaron una ofrenda floral y participaron en un mitin político.
En la actividad también se exigió que se considere como una prueba absoluta la declaración notarial del sobreviviente Nicolás Mendoza Villa.
A las 11 de la mañana, los participantes colocaron una ofrenda floral en el monumento a la Independencia, las hijas del asesinado Hernández Cardona, Soledad, Carolina y Reyna Hernández Mena; el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Mendoza Villa; miembros de la Red Solidaria Década Contra la Impunidad, integrantes de la Unión Campesina Emiliano Zapata, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y miembros del Bloque de Organizaciones y Ciudadanos de Iguala.
En declaraciones a reporteros después del acto y durante el mitin político en el auditorio del Palacio municipal, la activista Soledad Hernández Mena denunció que las dependencias de gobierno han dado nulos resultados en sus investigaciones, la Fiscalía General del Estado, el Congreso local, el Grupo de Coordinación Guerrero y la Procuraduría General de la República (PGR), “permitieron ver el grado de impunidad y de encubrimiento por miembros del Estado”.
Evidenció el encubrimiento al ex alcalde de Iguala, el perredista José Luis Abarca Velázquez; de su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, y de su jefe policiaco, Felipe Flores Velázquez, que a cuatro años de los hechos no han sido juzgados por el crimen, a pesar del señalamiento de uno de los sobrevivientes, Nicolás Mendoza Villa.
A la demanda de justicia y castigo a los culpables, se sumó la petición de que la declaración del sobreviviente Nicolás Mendoza sea considerada como prueba testimonial absoluta para incriminar al ex edil Abarca Velázquez.
Demandó también una ley federal que castigue a funcionarios públicos por desaparición forzada y ejecución extrajudicial, que se reclasifique el delito por el que los detenidos por este caso sean juzgados por desaparición forzada y ejecución extrajudicial en lugar de secuestro.
Hizo responsable al Estado mexicano por una pérdida más de vidas, víctimas directas o indirectas. Que se castigue por omisión y encubrimiento a todas las corporaciones y las instituciones involucradas y que haya un cese de la represión en contra de luchadores y líderes sociales.
“Hoy estamos recordando esta fecha a cuatro años de los hechos, donde el Estado mexicano nos negó la justicia pronta y expedita en todos los ámbitos, desde la comisión instructora, la Fiscalía General del Estado y las distintas corporaciones e instituciones que no actuaron, por omisión o complicidad”.
Recordó que por la falta de cumplimiento a las medidas cautelares que emitió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ella tuvo que abandonar con su familia su domicilio en la colonia Fovissste de Iguala, ya que era su vecino el ex jefe policiaco, Felipe Flores Velázquez, implicado en este crimen.
Señaló que, a pesar de que ya hay algunos detenidos por la PGR, aún siguen esperando justicia y castigo a los involucrados, ya que estos no han sido juzgados.
Por separado, en declaraciones a reporteros el dirigente de la APPG, Nicolás Chávez Adame, denunció que el estado de Guerrero y el pueblo de México están sufriendo una de sus peores crisis de inseguridad.
Señaló que los tres niveles de gobierno han fallado en la estrategia de combatir al crimen organizado, “ya que se ha comprobado que las más altas esferas de gobierno han estado coludidas con las mismas, lo que ha hecho que, en lugar de detener o disminuir la violencia, ésta se vaya incrementando”.
“A cuatro años de la desaparición forzada y la ejecución del activista Arturo Hernández, y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, los tres niveles de gobierno y los cuerpos de seguridad han quedado evidenciados… no hay garantías para los luchadores sociales, defensores de derechos humanos, periodistas y la sociedad en general”.
Dijo que ante el próximo proceso electoral, “los partidos políticos hacen estrategias de exterminio en contra de quienes les estorban para poder avanzar en sus cotos de poder”.
Agregó que “los criminales de cuello blanco que pertenecen a la delincuencia organizada han gozado de una impunidad total y se han escudado en el fuero constitucional, y de ocupar algunos cargos públicos que pone en riesgo la legitimidad de un gobierno que prometió orden y paz.
En el mitin, fueron presentados videos de testimonios entre el 28 de mayo y el 3 de junio de 2013, desde la confrontación que tuvo Cardona con Ángeles Pineda Villa durante una sesión de Cabildo y después la demanda presentada en la agencia del Ministerio Público en la que los miembros de la UP responsabilizaron de muerte a la pareja y su jefe policiaco.
También se denunció que, a cuatro años de los hechos no se ha dado cumplimiento a las demandas de obra social y fertilizante que en la protesta del 30 de mayo de 2013 reclamaban los líderes sociales.

Pide Década Contra la Impunidad que el gobierno cese el hostigamiento a Nicolás Chávez

 

La Red Solidaria Década Contra la Impunidad demandó al gobierno del estado que cese el hostigamiento al dirigente de la Asamblea Popular de Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, y que se instalen mesas de diálogo para atender los temas pendientes de víctimas de violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado.
En un comunicado los representantes de la asociación civil que encabeza el arzobispo de Saltillo, Raúl Vera López, pidieron mesas de diálogo para atender a las víctimas de la masacre de Aguas Blancas ocurrida en Coyuca de Benítez, de la masacre de El Charco en Ayutla, el asesinato del luchador social Arturo Hernández Cardona, de los desaparecidos, los mineros en huelga de Taxco y en particular de Chávez Adame, encarcelado el jueves pasado y liberado al día siguiente.
Señalan que se sigue criminalizando al dirigente, porque enfrenta un proceso judicial porque en 2014 abrió una bodega en donde se ocultaban miles de despensas donadas para los damnificados de la tormenta Manuel y el huracán Ingrid, en 2013.
Para el pueblo de Guerrero es necesario el diálogo, los acuerdos, la reconciliación, que son importantes en el proceso de paz con justicia y dignidad, y “no se puede criminalizar el trabajo de las y los activistas sociales en aras de mantener una aparente paz social, es por eso que le hacemos un llamado al diálogo y la conciliación”.
En solidaridad con Chávez Adame afirman que las demandas de la APPG son legítimas y justas, y su representante es un activista de larga y reconocida trayectoria, y que su labor es de defensa y protección a los derechos humanos.
Piden al gobernador Héctor Astudillo Flores, que las instituciones de gobierno detengan “el hostigamiento, la persecución y difamación a periodistas, defensores de derechos humanos y activistas sociales como es el caso de Nicolás Chávez Adame”.
De las mesas de diálogo que solicitan, llamaron a que se concreten acuerdos en beneficio de las víctimas de violaciones a los derechos humanos.

 

Los gobiernos federal y estatal son omisos con las víctimas de la masacre de El Charco, dice el relator de la CIDH

 

El relator para México de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Enrique Gil Botero, señaló que los gobiernos de México y de Guerrero son omisos e invisibilizan la injusticia, las ejecuciones extrajudiciales y torturas contra las víctimas de la masacre de El Charco, municipio de Ayutla.
Ayer en un diálogo con representantes de la Red Solidaria Década Contra la Impunidad, durante las audiencias del organismo en Panamá, la organización civil que solicitó la apertura del caso ante el organismo internacional, informó del acercamiento con el comisionado en el 159 periodo de sesiones públicas de la CIDH, mediante un breve comunicado.
En este diálogo la sobreviviente de la masacre, Ericka Zamora Pardo habló de la tortura a la que fue sometida por el Ejército, luego del ataque de militares a una escuela en donde ejecutaron a 10 indígenas na savi y al estudiante Ricardo Zavala, el 7 de junio de 1988.
Recordó que hay una petición de justicia ante la CIDH que interpusieron los sobrevivientes, y el señor Gil Botero reconoció la importancia de que el caso “tenga un informe de fondo, ya que han pasado más de 16 años de los hechos y los sobrevivientes de la masacre se encuentran en total desprotección y con las secuelas de la tortura que sufrieron”.
Agregó que “tanto el gobierno del estado de Guerrero como el gobierno federal son omisos a esta masacre, e invisibilizan la injusticia, las ejecuciones extrajudiciales y torturas de las que fueron víctimas la y los sobrevivientes de esta masacre”.
Los abogados de los sobrevivientes, Ernesto Rodríguez y Magdalena López, denunciaron que la impunidad ante las violaciones de los derechos humanos, el acoso a las y los activistas y las ejecuciones son continuas.
Aseguraron que la admisibilidad de este caso en la CIDH será un precedente que frenará la violencia que se vive día a día, porque es necesario frenar ya las ejecuciones.
Antes, la Red informó que había vencido el plazo para que el gobierno mexicano respondiera ante la CIDH sobre lo ocurrido el 7 de junio de 1988 en El Charco, Ayutla.
En otras comunicaciones reveló algunos aspectos de la respuesta de los militares, que no reconocen los 11 asesinatos, a pesar de que las víctimas tenían tres y hasta 10 tiros de bala, y justifica la matanza porque al final de la agresión encontraron cuatro armas largas, cartuchos de diferentes calibres, cobertores, vestimentas verdes y libros insurgentes.